Mi nuevo juguete

Como mi amante no me satisface del todo aprendía disfrutar de la vida con otros hombres.

Soy una mujer muy fogosa que siempre está buscando con quien disfrutar  del sexo,  desde que llegó Saúl a trabajar en mi oficina a finales del año pasado, es inevitable la tentación que ha surgido entre nosotros, ya me atraía sobre manera aunque no es del tipo que se pueda definir como guapo pero si muy varonil de unos 35 años, moreno, alto  y con unos pocos kilos de más. Suele ser muy atrevido y desnudarme con sus miradas todas las mañanas cuando pasa a saludarme, ese día yo traía puesta una blusa blanca con botones al frente que dejaban ver mis encantos y una falda corta abierta a los lados y muy ceñida al cuerpo, cuando él llegó yo me encontraba en la oficina de mi Jefe, entró bruscamente y cerró la puerta, se abalanzó sobre mi y de un golpe me quitó la blusa dejando mis enormes y bien formados pechos a su merced, estaban durísimos mis pezones y sentía como me mojaba solo de pensar en  su lengua recorriendo cada parte de mi cuerpo, yo no dije nada porque quería que llegara hasta donde él quisiera.

Al verme tan excitada, él me puso contra la pared mientras yo lo abrazaba, siguió acariciándome y cuando llegó a mi coño me excito aún mas, empezó a tocar primero con sus dedos y de pronto sentí cómo me empezó a penetrar despacito mientras yo gemía de placer, sólo de pensar que mi jefe aparecería en cualquier momento me excitaba y estalle en un gran orgasmo increíble,  a pesar de que su verga no era muy grande yo sentía que había algo especial entre nosotros y eso me hacia disfrutarlo enormemente, siguió así por unos minutos en que acelero la entrada y salida de su verga hasta que por fin estallo seguro pensó que me embarazaría así que salió rápidamente de mi dejando toda mi tanga llena de su olor, de inmediato nos acomodamos la ropa y salimos como si nada hubiese pasado,  fue un muy buen inicio de día...

Pasaron las semanas y yo cada vez lo deseaba mas, no podía dejar de pensar en él, le llamaba por teléfono todas las tardes cuando salía de la oficina y nos mandábamos mensajes nocturnos no importando que su esposa estuviese en casa, sin embargo algo paso ya  que lo notaba muy lejano, empezó a tener problemas con su jefe y compañeros de trabajo, se malhumoraba muy constantemente un tanto por el exceso de trabajo, un tanto porque sus negocios por fuera no le salían cómo él lo deseaba, así que decidí que mientras mejoraba la situación tenía que encontrar la manera de desfogarme, contacte algunos amigos por internet siempre dispuestos a quitarle a una hembra como yo las ganas…

Cómo la situación parecía empeorar y yo tan ardiente, me empecé a fijar en un compañero de otro piso, una mañana me enviaron a entregar correspondencia para firma  vi como recorría mi cuerpo con una mirada lasciva y no desaproveche la oportunidad, coquetee con mucho descaro y cayo inmediatamente, quedamos de vernos más tarde casi a la hora que salía el personal a comer.  Unos minutos antes me perfume y prepare para la pequeña fiesta privada que imaginaba estaba muy nerviosa y caliente, entré a su oficina cuando estaban saliendo los demás compañeros, cerré la puerta y me incline sobre su escritorio sugerente para que pudiese admirar mis redondas y enormes tetas, de inmediato vi cómo se levantaba un gran bulto bajo su pantalón no podía creer lo bien armado que estaba ese hombre, al levantarme pude observar su mirada lujuriosa y sin más empezó a besarme de lo más sensual, vaya era lo que necesitaba, un hombre de verdad, así pasaron unos minutos de besos intensos, restregar su sexo contra el mío, ya no aguantaba y le pedí que se sentara en la silla para poderle mamar la verga, cosa en la que soy realmente buena. Que rico estaba, enorme atajable,  lo cogí entre mis manos y mientras acariciaba sus huevos empecé a mamarlo más y más rápido era increíble su verga crecía y se ponía cada vez mas dura tenía un aguante fenomenal, de pronto me tomo fuertemente y me obligó a sentarme encima de él, no puedo escribir lo que sentí cuando semejante herramienta entraba dentro de mí, no podía contener los gemidos de placer y aquello se convirtió en un metisaca bestial mientras que con sus labios acariciaba mis durísimos pechos, esto siguió por un tiempo interminable hasta que me corrí en una explosión indescriptible, él no contento con eso me quitó despacito y me puso a cuatro patas en el escritorio y me empezó a penetrar nuevamente  por mi ardiente ano, yo me dejaba llevar, ahora su juego era muy despacito, lo metía y lo sacaba…. Mmmm

Mientras hacía eso, me acariciaba con una mano el clitoris y con la otra mis redondas nalgas. Me sentía plena después de tanto desplante de Saúl,  Intenté recordarlo y no pude, intente aguantar esa sensación de infinito placer y tampoco fue posible, ese hombre tenía un aguante impresionante  y me llenaba de placer indescriptible, no se decirles cuanto tiempo paso, solo sentía que desmallaba, pero al final estallamos los dos a la vez.

Cuando vi en el reloj que llevábamos más de dos  horas cogiendo y yo tenía que regresar a mis quehaceres en la oficina, al igual que él.

Al día siguiente aparecí con una gran sonrisa en la oficina, la cual desapareció al saber que había cachado a Saúl en uno de sus negocios sucios y le habían pedido la renuncia, él estaba desesperado y no me quedó de otra que apoyarlo, aunque cómo hombre ya no me cumplía como antes y esta situación empeoraba el caso ya que no tendría pretexto ni para verlo porque él vive en la ciudad de Toluca y no era posible que tuviésemos sexo con la misma frecuencia. Esto me ponía de malas y desesperada, en fin algo se nos ocurriría…