Mi nuevo intructor (parte 4)

Todo iba a cambiar para mi en mi interior, iba a dejar todo mi ser para convertirme en algo completamente nuevo, pero no me importaba...

Estaba completamente paralizado de pavor ante la presencia de mi amo Neo, no podía mover ni un solo músculo, al igual que el parecía paralizado ante aquella visión de mi en esas condiciones que le había pillado completamente por sorpresa. Estuvimos allí unos segundos, segundos que personalmente a mi me parecieron horas, no sabía como el se sentiría pero sin duda su cara era de asombro, segundo a segundo su cara iba cambiando a otra expresión que seguro seria completamente diferente, mientras esto pasaba él comenzó dando un primer paso, yo como si eso hubiera roto las cadenas que me dejaban inmóvil comencé a moverme rápidamente intentando salir corriendo y zafarme de las consecuencias antes de saber hacia que sentimiento iba a poder ir encaminada su nueva cara.

Me bajé de la cama y corrí hacia la puerta tan rápido que me parecía completamente inhumano, pasé por su lado a la misma velocidad que sus ojos me seguían el paso. Cuando pensaba que ya todo estaba ganado, que ya había escapado, amo Neo me cogió por los pelos desde atrás y bruscamente me puso delante de él, me escupió en la cara y sin soltarme de los pelos me tiro a la cama.

Allí estaba yo, de vuelta al inicio de la situación, sabía que un segundo intento de escape tampoco surtiría efecto asique me resigné a lo que podía pasar. Amo Neo comenzó a caminar hacia la cama, yo solo cerré los ojos cuando comencé a sentir que poco a poco se iba subiendo encima de ella y caminando a cuatro patas poniéndose completamente encima de mí.

-Yo…yo…-dije con la voz temblorosa- lo sien…-antes de que pudiese acabar la frase me pegó con toda la mano abierta en la cara y me puso un dedo en la boca mandándome callar-

-Shh…Calla putita…-me soltó por primera vez-deja que tu amo haga y disfruta-

Esa palabra ‘’putita’’ dios me encantaba como sonaba, me encantaba que saliera de esos preciosos labios gruesos que tenía, solo de oírla noté como mi pene volvía a soltar precum, la situación desde luego me estaba calentando y mucho.

Comenzó acariciándome la parte de la cara que me había abofeteado bajando por la barbilla y subiendo por el lateral contrario, acto seguido hizo lo mismo con mi frente y mi nariz pasando por mi boca con dos dedos suavemente y por mi cuello,  poco a poco a ambos se nos comenzaba a alterar la respiración, entonces me miró me miro a los ojos con una lujuria que jamas había visto en ninguno de esos videos porno que yo me ponía, una lujuria que habría cortado un papel como si estuviese cortando un cuchillo la mantequilla. Siguió acariciando pasando por los pezones y se detuvo unos segundos haciéndome caricias en la aureola de uno de ellos y poco a poco subió a la punta del iceberg ‘’dios’’ pensé, y creo que el me lo vio en la cara porque empezó a pellizcarme suave, yo estaba en la gloria comencé a gemir como un poseso y el siguió con la otra mano y el otro pezón. Yo me retorcía de placer y él ponía caras de estar disfrutando lo que estaba viendo enormemente, se mordía el labio inferior, apretaba los dientes con fuerza, hinchaba sus orificios nasales y sacaba su lengua pasándolo por encima del labio superior.

-Dios me corro-pensé cuando de repente apretó enormemente fuerte mis zones-AHHH DIOSSS SIII-solté en un gemido gritando del placer y dolor concentrados que me producía esa sensación.

-Joder chaval si es que eres una puta, una grandísima puta-me dijo con una voz de deseo y pasión- te voy a hacer mío, vas a ser mi putita esta puta noche.

Poco a poco dejó de apretar mis pezones y volvió a acariciarlos suavemente lo que me hizo incluso babear y tener escalofríos, después siguió bajando hacia mi abdomen manchado por el precum, me acarició el ombligo, siguiendo la ligera línea de vellitos, haciéndome leves cosquillas y llegó hasta mi pubis, el cual tenía los pelos bastante cortitos puesto que siempre me había depilado y nunca había sido ni por asomo para nada peludo, donde rodeó mi miembro llegando a mis huevos, todo ese recorrido había sido manchado por ese precum que poco a poco volvía a salir como si me estuviese meando suave pero continuamente y me agarró los huevos sin ejercer fuerza, quería sentirlos firmes lleno de leche con unas ganas inaguantables de sacarla, y entonces sujetó mi polla con fuerza con la mano izquierda como ordeñándome el precum que estaba en mi tronco para que saliera mas deprisa mientras con la mano derecha lo iba recogiendo para después metérmelo en la boca. Mi precum sabía algo salado pero delicioso con una textura suave y un regusto a cuando bebes un vino amaderado, realmente estaba disfrutando ese momento y por mis continuos gemidos sabía que amo Neo se había cerciorado de ello, de pronto me comenzó a besar, suavemente, al principio solo juntando sus labios con los míos lamiendo el resto de precum que había quedado en ellos, pero enseguida introdujo su lengua, yo solo me dejé hacer, y comencé a copiar los movimientos leves que hacían su lengua, lentos pero firmes. Su saliva era maravillosa, su sabor para mi estaba dándome el sentimiento de como la primera vez que comes dulce, sabes que a partir de ahí la has pifiado, ya no podrás librarte de desear volver a probarlo, sabes que ahora eso será una droga que tu cuerpo pedirá sin ni siquiera dejarte respirar si estas demasiado tiempo sin ello. La textura de su lengua era realmente suave, sentía como sus papilas gustativas acariciaban muy sutilmente a las mías, me penetraba la boca poco a poco y la recogía con la misma sutileza, eso me estaba dando realmente un orgasmo de placer que nunca jamás pensaba que iba a sentir, desee que se pegaran entre ellas cual ventosa para que aquel maravilloso beso, mi primer beso fuera realmente el último, pero supe que no iba a durar para siempre cuando él comenzó a sacar su lengua de mi, yo intenté seguirle con mi cabeza pidiendo a gritos que aun no se acabara pero no pude retenerlo mucho más tiempo.

-Dios niño…eres realmente delicioso-dijo con una voz suave y delicada que jamás creí que escucharía de aquel hombre-

Sin yo decir nada el comenzó a besarme el cuello, a mordisqueármelo a veces suave otras veces como si quisiera arrancarme la carne y bajo hasta mis pezones, los cuales succionó uno a uno sin ningún miramiento, sabía que los tenía completamente irritados por los acontecimientos anteriores, pero no le importó el solo quería hacerme suyo ‘’su putita’’ como había dicho y yo deseaba que así fuera asique no me importaba en lo más mínimo como eso se consiguiera. Bajó dándome lametazos por el abdomen, recogiendo el precum que allí había quedado depositado durante todo aquel tiempo y repitió el mismo recorrido que minutos antes había seguido con sus dedos recogiendo en todo el las finas líneas que había ido dejando.

Cuando quiso llegar a mi escroto yo ya me sentía en la gloria, pensaba que aquello no podía mejorar en lo mas mínimo, que había llegado a mi clímax, pero no sabía cuan equivocado podía estar. Se dispuso acariciarme con la punta de su lengua cada arruga que allí había, no dejando ni un hueco por sensibilizar, yo no podía parar de gemir sentía correrme en todo momento y eso desde luego llegaba a notarse en mi precum que cada vez estaba siendo mas abundante y algunas gotas se escurrían por mi cadera hasta las sábanas, otras él las recogía con un dedo y se las metía en la boca a la vez que cerraba los ojos, más tarde comenzó succionando uno a uno mis huevos, a veces con tanta fuerza que pensaba que me los iba a arrancar pero eso no lo hacía desde luego menos placentero, el dolor desde luego que en todo momento estaba siendo un aliciente para desear más, mucho más.

Alzó la mirada a mis ojos que sin duda debían estar brillando como si viese lingotes de oro y con la lengua completamente sacada fue recorriendo toda mi línea perineal hasta llegar a mi capullo, dios di tal gemido que al darme cuenta de el me ruboricé y amo Neo solo pudo soltar una mini carcajada aun con la lengua sacada, era la primera vez que le veía sonreír por algo, aunque ese motivo fuera una burla hacia mi me hizo sentir realmente feliz. Comenzó a hacer surcos con la punta de su pene en mi capullo recogiendo a su vez poco a poco el precum que salía y tragándoselo haciéndole morderse el labio, me encantaba que disfrutara tanto con mi sabor, me sentía deseado por primera vez en mi vida, nunca nadie me había dedicado miradas así ni siquiera me habían hecho sentir querido, solo despreciado y completamente solo, por primera vez me sentía parte de algo, aunque ese algo fuera ser el objeto sexual de un hombre que me había apaleado sin contemplaciones en varias ocasiones. Cuando por fin no quedaba más precum esparcido por el capullo comenzó a meterse poco a poco mi polla, hasta que note como su campanilla acariciaba mi punta.

-ME…ME CORR…-fui a decir cuando me cogió con fuerza de los huevos apretando hacia abajo y me corto aquel orgasmo que venía, sin duda aun no quería que acabara-

Siguió fallándose la boca mientras yo no dejaba de gemir gritando con fuerza y retorcerme, me cogí tan fuerte del pelo intentando hacerme daño para soportar tal placer que pensé que iba a arrancármelo.

Para cuando por fin dejó de follarse la boca a la misma vez dejó de apretarme los huevos y aquel tapón no aguantó más comencé a correrme y el no dejó que se desperdiciara ni un solo chorro volviendo a introducirse mi polla en la boca, estaba vez sol la puntita, todos mis chorros fueron a parar a su lengua a presión, conté sin duda 8 chorros directos y fuertes, yo no sabía que podía correrme tanto y creo que el tampoco porque un poco se le escapó entre las comisuras de los labios, y menos cuando no hacía tanto tiempo que lo había hecho. Me quedé completamente sin aliento derrotado ante todo lo que había pasado.

-Vamos chaval, respira- rio- venga espabila que ahora me toca a mi, y ya se lo que quiero, tu deberías saberlo también- dijo recogiendo el semen que se había escapado de su boca con una mano y subiéndome una pierna con la otra-

Depositó el semen en mi agujero y comenzó poco a poco a meter uno de sus dedos en mi interior haciendo surcos.

-¿Eres virgen verdad?- preguntó, yo asentí levemente avergonzado-¿Lo eras en todos los aspectos, también con el sexo oral?-volví a asentir y esta vez ruborizado me lleve las manos a la cara tapándomela- Tranquilo niño, eso me pone muy burro la verdad-rio de nuevo esta vez algo más alto- intentaste meterte este consolador pero te enseñaré como se debe dilatar un culo para que algo así te quepa…o algo mas grande…

Bajé lentamente las manos de mi rostro al mismo ritmo que amo Neo me insertaba su dedo hasta que llegó a su tope y paró unos segundos, sin dudas ese dedo era mas largo y gordo que el mió, me estaba haciendo daño y solo de pensar que me metería su polla que ni siquiera sabía como era aun empalmada, me estaba dando miedo.

-Estas muy apretado y a este paso no me vas a dejar dilatarte bien para cuando te meta esto-señalo agarrándose por encima del pantalón aquella monstruosidad que escondía, su grueso se había visto claramente y no era ni por asomo normal-

Debió darse cuanta de que me había encogido del miedo por el grosor porque me dio un pico aun con el sabor de mi semen en sus labios intentando calmarme.

-Tranquilo chico, si te dilato bien no te dolerá…mucho-dijo medio riéndose-

Hice una respiración honda a la vez que el me ayudaba a calmarme con la mano contraria acariciándome el abdomen. Mi polla del miedo y la corrida había bajado completamente, pero en el momento que empezó a acariciar mi próstata aquello empezó a subir rápidamente.

-Veo que eres una pitilla bastante pasiva-volvió a reír-pues este placer no es nada comparado con lo que vas a sentir cuando te la meta.

Poco a poco me sentí mas calmado y cada vez el placer iba aumentando, en especial cuando ya estuve preparado para recibir el segundo dedo, salivó sin dudar mi culo con su lengua mientras el primer dedo aun seguía metido perforando mi ano con su lengua al mismo tiempo, lubricándome todo mi interior y haciendo posible el mejor y mayor movimiento de su dedo en mi interior, el segundo dedo lo metió igual de despacio que había introducido el segundo, aunque esta vez lo sentí como si hubiese ido mas despacio, eso me desesperaba quería que el tiempo aminorara para sentir por fin esa polla dentro de mí, pero no iba a ser tan fácil y menos siendo la primera vez que mi culo tenías algo dentro mayor a mi dedo. Poco a poco la dilatación creció y los masajes en mi próstata fueron siendo mas profundos, lo que aumentaba a su vez menormente mis gemidos, mi polla estaba de nuevo soltando un gran reguero de precum y sentía de nuevo que me corría cuando llego el tercer dedo.

-Dios, amo no puedo más, fólleme por favor…fólleme-le dije mirándole con carita de cachorrito pidiendo comida, lo que le hizo morderse fuerte el labio-

-Shh, tranquilo niño, si te meto la polla ahora nos tendremos que ir al médico, y como le explico que me he follad a un niñato de 19 años- rio-

Finalmente, consiguió meter el cuarto dedo y mis gemidos ya eran continuos.

-Creo que ya estas preparado nene-dijo haciendo una última penetración con la lengua-

Comenzó a quitarse la camisa por la cabeza, dejando a relucir su precioso cuerpo y sus fuertes músculos, se liberó de las botas que llevaba y justo después de los vaqueros ceñidos y los calcetines. Me miró fijamente antes de bajarse los calzoncillos puesto que me quedé absorto mirándole como se desvestía, y admiraba cada centímetro de su hermoso cuerpo, creo que a el le encantaba lo que veía en mis ojos, ese deseo y admiración.

-¿Ya puedo?-me pregunto entre risas-

Sacudí mi cabeza y lo miré a los ojos bajando rápidamente de nuevo la mirada, entonces el se fue bajando lentamente los calzoncillos haciendo que la cabeza de su polla bajara con ellos hasta que pegó un brinco y salió a relucir todo ese trozo de carne. Realmente esa polla era inhumana, era un cacho de carne enorme de unos 26 cm, jamás la había visto tan grande ni siquiera en los videos porno, su grosor era casi el de mi muñeca, aunque es verdad que mis huesos eran algo mas finos de lo normal. Estaba circuncidada y miraba totalmente para el cielo como si quisiera tocarlo. Me quedé allí parado, sin saber que hacer, maravillado y sorprendido por la apariencia de aquel enorme trozo de carne hasta que finalmente el me agarró de la cabeza y me indicó que la chupara.

-Deberías lubricarla antes de meterla por si acaso lo que te he hecho no ha sido suficiente-indico riendo-

Como él había dicho me acerque a su polla y comencé a lamerla, dios no era ni por asomo como el sabor de ese calzoncillo, su olor era una mezcla pura entre precum que salía a borbotones, sudor, un leve ahora a algún perfume que había llegado a parar levemente hasta allí y sobre todo a hombre, su aroma me desestabilizaba empecé a sentir la vista nublada pero me introduje su capullo en la boca, su olor era caótico pero su sabor ya sí que era mortal, tenía un cierto toque salado por el sudor pero lo que predominaba era el sabor del precum, era completamente dulce, nada que ver con esa mancha blanca que tiempo antes había lamido en su calzoncillo, el sabor que dejaba al final era algo afrutado como si te refrescara el interior en un día caliente y soleado, era realmente una droga que no pensaba dejar que jamás se escapara de mis manos, eso lo había probado ya, y debía ser mío por el resto de mis días aunque eso significara faltar a todos mis principios, total ya los estaba faltando en ese momento.

Intenté tragarme el resto de carne que me quedaba, pero era completamente imposible meterme más de un cuarto de aquella polla, incluso con la ayuda de amo Neo solo logré tragarme media, y eso cuando el estaba tan perro que no medía las fuerzas con las que me trataba y sin duda me hacía daño, aunque eso me pusiera realmente cachondo.

Visto que el intento no daba para más amo Neo me empujo de nuevo a la cama bocarriba y me subió las piernas a su cintura dejando su polla a la altura de mi agujero, con ayuda de su mano apuntó hacia él y comenzó a ensartarla, a pesar de todos los esfuerzos que había hecho por dilatarme y lo cachondo que estaba, mi culo no estaba preparado para tragar aquel grosor con suficiente ligereza lo que hizo que sintiera como si mi interior se partiera poco a poco, comencé a respirar entrecortadamente pero amo Neo estaba tan concentrado y cachondo metiendo su polla que no se dio cuenta de que el dolor estaba pudiendo al placer en ese momento, tampoco me importó, suficiente estaba consiguiendo como premio para mi a pesar de todo el dolor, después de lo que había organizado en esa casa, me sentía culpable, y amo Neo estaba disfrutando aquello lo suficiente como para no importarme el daño que podía hacerme. Comencé a sentir que algo se había desgarrado dentro de mi realmente cuando tenía media polla metida y comencé a querer llorar, pero respiré para no hacerlo.

-Aguanta Tony aguanta, esta será tu penitencia, pero a partir de hoy serás suyo y su cuerpo y sonrisa serán tuyos-dije para mí-

  • Ya está, no puede entrar entera-me dijo- no estas acostumbrado, pero has aguantado como un campeón, incluso te siento el ojete más caliente que antes-

Empezó una penetración lenta y suave pero el dolor me mataba al principio, al rato el dolor iba siendo opacado por un placer insostenible, el placer que estaba llegando era realmente indescriptible, desee nunca dejar de sentirlo, era tres mil veces mejor a cuando sus dedos acariciaban mi próstata, incluso aun con el inmenso dolor que sentía por el desgarro que me había hecho ese placer lo superaba con creces-

Gemí como en ningún momento había hecho, mis ojos se ponían en blanco y alguna que otra vez me daba un escalofrío, todo esto hacía que mi culo masajeara cada centímetro que entraba en mi interior.

-Madre mía- soltó amo Neo entre gemidos- tienes un culo prodigioso, si seguimos así no tardaré en correrme.

-Quiero sentir toda su leche dentro de mi amo Neo-le anuncié-

Era la primera vez que decía su nombre sin estar nadie delante pero no le importó, al revés creo que mis palabras le pusieron aun más porque aceleró enormemente la velocidad de las embestidas y con ello el placer que estaba recibiendo.

-Me corr…-fui a anunciarle cuando el me sobrepasó a la velocidad con sus palabras-

-¡!JODER ME CORRO MI NIÑO!!

¿Me había dicho ‘’mi niño’’? ¿Aquél hombre que me despreciaba?¿Qué desde el primer minuto había querido apalearme? Desde luego que fue una sorpresa, pero sin duda una gran grata sorpresa. ¿Se había sentido tan apegado a mi como yo con ese polvo? ¿Necesitaba esa droga a la misma magnitud que yo a partir de ahora?

Su semen dentro de mi me inundaba, sentí 12 o 13 chorros, no se desde cuando no se correría, pero sin duda mi interior iba a quedar lleno de él durante un tiempo bastante largo.

Yo me había corrido sin tocarme y desde luego que eso había sido una experiencia que deseaba pasara millones de veces más a lo largo de mi vida, y solo con ese hombre, no sabía por qué, pero desde luego me estaba empezando a enganchar a él, a sus maltratos, a sus caras, a sus miradas, a su olor, a su sabor y sin duda alguna a su sexo.

Ambos estábamos matados, pero su polla seguía dura así que comenzó a besarme mientras con la mano izquierda se sujetaba en el aire y su mano derecha sacaba su polla lentamente dentro de mí, a lo que por supuesto ambos entre beso y beso respondíamos con gemidos cerrando los ojos.

Cuando ya estuvo fuera él sin llegar a abrir sus ojos comenzó a besarme con más fuerza mientras se la machacaba con fuerza, yo solo podía gemir sintiendo su lengua, su sabor y su textura, y el gemía por la paja que se estaba haciendo en ese preciso instante.

-Gime más para mí mi putita-me dijo sin separar los labios-

Poco después de sus palabras y que los medidos se intensificara a la vez que lo hacía la fuerza del beso amo Neo comenzó a correrse. Soltó de nuevo 12 trallazos esta vez los pude contar con detalle porque fueron a parar a diferentes rincones de mi pecho, mis pezones, mi ombligo, incluso mi garganta había sido manchada por uno de ellos, se sentía completamente sucio, pero en la gloria, sentir ese semen en mi me parecía delicioso, tanto que recogí con los dedos algunas partes de mi pecho y me los metí en la boca, si su precum era dulce aquello era una golosina, azúcar puro, estaba completamente delicioso e incitaba a no dejar de comer más y más. Él calló encima mía, durante unos minutos estuvimos ahí, medio abrazados sin decir una sola palabra, sin mirarnos, solamente sintiendo la respiración el uno del otro, como iba aminorando hasta calmarse. Una vez calmados él se incorporó dándome un último pico.

Su cara cambió drásticamente cuando se dio cuenta de que tenía toda la polla llena de sangre, y que esa sangre era de dentro de mí, me miró aterrado.

-¿Por qué no me has dicho nada puto gilipollas?-me recriminó-

Se sentó al borde de la cama mirándose la mano llena de sangre.

-No ,no ,no ,no ,no ,no ,no no-dijo susurrando-¿Qué coño he hecho Joseb?-dijo preguntando mirando la foto del mueble-Lo siento, lo siento tanto, siento tanto haberte hecho-le siguió diciendo-Tony yo…-dijo con la voz quebrada-

Se me quedó mirando y esta vez su cara cambió de nuevo a la cara que siempre había tenido, con sus ojos fríos y calculadores, esa cara que me producía un sentimiento de agonía.

-Vete a la ducha y a tu habitación, esta noche la cena la hago yo y te la llevaré a tu cuarto, no quiero que salgas para nada-me advirtió sacudiendo un dedo-para nada…¿Me has entendido?

-Amo yo…tengo que limpiar la que for…

-¡!Calla la puta boca!!- me chillo con rabia pero sin cambiar la mirada fría-crio de mierda…mañana mismo te llevaré de vuelta a casa, no te quiero aquí, y ahora… ¡!Largate!!-eso me hizo pegar un brinco y salir escopetado hacia el baño, sin poder tan siquiera pensar, mientras que a mis espaldas mi amo…Neo… cerraba la puerta de su habitación con llave.

Muchas gracias a todos los que leéis mis relatos, me encanta leer vuestros comentarios y saber vuestras opiniones de ellos, sois geniales :3

Este cap me ha salido algo más larguito que los otros espero que no os importe jeje

Un besazo a tod@s :P.