Mi nuevo instructor parte 6

El sexo sin duda era maravilloso pero Tony y sus sentimientos también iban invadiendo a Neo...

Parte Tony

La siguiente semana fue verdaderamente aburrida, las expresiones y acciones de amo Neo fueron frías y distantes pero su comportamiento había cambiado drásticamente, evitaba en todo momento cualquier posible acercamiento conmigo, mirada, castigo físico, incluso en las clases de cocina ni siquiera era capaz de darme en la mano los productos , los dejaba cerca de mi para que yo los cogiese, realmente me estaba desesperando esa falta de contacto, deseaba demasiado poder tocarle, besarle, calentarle y finalmente que me azotara y acabar teniendo ese maravilloso sexo de hace unas noches.

Muchas cosas cambiaron para ‘’mal’’, pero había muchas otras que habían cambiado para bien, mis baños podían ser hasta de 2 horas si quería, mi cuarto había pasado a ser ese amplio y bonito cuarto que antes no podía ni pisar, podía hacer las cinco comidas al día y decidir que comer 1 vez a la semana, preferiblemente los domingos…aunque la comida que yo quería se distaba mucho de las verdaderas opciones que existían…

La mañana del siguiente jueves amo Neo decidió que debía ir a comprar, pero por mas veces durante la semana que yo le había dicho que quería ir con él el se negaba en rotundo.

-Vengaaaa porfaaaaa-hice con pucheritos, sabía que cuando los hacía todas y cada una de las veces algo crecía en su pantalón-déjeme ir amo porfitas, quiero salir con usted a algún sitio solo pude salir cuando…-tragué un segundo- pasó eso.

-Chaval te lo he dicho mil veces, aún no estás preparado para salir, aún incluso te quedan cinco días pasa acabar con la medicación, y a veces, al sentarte se que aún te duele el culo, los baches del coche te podrían abrir cicatrices-recalcó sin mirarme con la mirada perdida-

-Me da igual, usted me está convirtiendo en un hombre, y los hombres debemos soportar el dolor-dije con firmeza-

-No es no, y se acabó la conversación

Dicho esto, cogió la puerta y salió cerrando por fuera por si se me ocurría seguirle.

-No me voy a quedar quieto como un niño bueno-recalqué para mí en alto-

Llevaba días cachondo, deseoso por tener esa polla de nuevo dentro, me hacía una o dos pajas diarias siempre intentando meterme 2 dedos para dilatarme poco a poco y así que la próxima vez no pasara nada como la anterior, pero visto lo visto si yo no hacía algo esa próxima vez no iba a existir y no estaba dispuesto a ello.

Me negué en rotundo a hacer los ejercicios en el gym que tenía cada día programados y los ejercicios teóricos de cocina que cada día por la noche amo Neo escribía para que yo hiciera la mañana siguiente, pensé que así recibiría de seguro un castigo que yo podía ir dirigiendo a follada, pero una idea aún más perversa se pasó por mi mente.

-Tengo que buscar la llave de la habitación-pensé para mí con la cara de chico travieso que me salía a veces-

Creo que tardé aproximadamente 40 min en buscar en todos los sitios donde se podía esconder algo así hasta que me di cuenta de que posiblemente la llave desde ese día siempre ya la llevara consigo, entonces se me ocurrió otro plan. En mis días de chico rebelde había forzado en aproximadamente 4 ocasiones cerraduras de lugares con un par de alicates y un clip. Me dispuse a buscar por la zona de herramientas de amo Neo dos destornilladores chiquititos y bingo, encontré los perfectos para la hazaña que iba a realizar, el clip la verdad fue fácil tenía cientos de ellos de diferentes tamaños en mi zona de estudio asique iba a ser realmente fácil para mí.

La verdad que en el momento que estuve frente a la puerta me vinieron todos esos recuerdos de cuando había estado en su cama mientras el me cuidaba y me sentí verdaderamente mal por aquello que iba a hacer, ‘’quien no arriesga no gana’’ terminé pensando para dejar las dudas a un lado.

La cerradura no tenía nada del otro mundo, era bastante sencilla y tardé unos segundos en abrirla cuando escuché que la verja de fuera de la casa se abría.

-Mierda, ya está aquí-pensé muy nervioso-

Entonces se me ocurrió algo fácil y muy sencillo para mí, romper una diminuta pieza con uno de los destornilladores que haría que la puerta no se cerrara completamente cuando se introdujera la llave y así lo hice.

-Ya estoy en casa-alzó la voz amo Neo para que se escuchara en toda la casa-

Corrí lo más rápido que pude a la zona de estudio sin hacer el menor ruido y escondí los alicates en un sitio donde el nunca miraba. No tardó demasiado tiempo en subir para saber qué hacía.

-¿Aun sigues así?-Lo dijo con tono de regaño-Deberías haberlo terminado hace rato

-Si, es que me extendí en los ejercicios del gym y se me pasó el tiempo-mentí lo mejor que sabía hacer-

Él me miró con los ojos entrecerrados no creyendo lo que le decía, pero en el momento que yo capte mi mirada con la suya él rápidamente la desvió.

-Está bien, pero date prisa que tienes que hacer la comida.

-Si amo-le repetí mientras él se daba la vuelta para bajar las escaleras-

‘’Misión cumplida’’ pensé.

El tiempo hasta que llegó la noche me pareció realmente lento, estaba excitado y muy nervioso por llevar a cabo mi último plan maestro, colarme en la cama de mi amo mientras dormía y mamarle ese monstruoso miembro hasta despertarle completamente erecto y cachondo.

Cuando finalmente los dos estábamos en la cama, decidí esperar una hora y media para ir a su habitación, puesto que no sabía la velocidad a la que podía coger el sueño.

Pasados esos 90 eternos minutos para mí, decidí que ya era tiempo suficiente para que aquel hermoso hombre estuviese completamente dormido y lentamente sin hacer ruido me fui acercando a su puerta, para ser sincero me sentía acojonado, sentía que comenzaba a ahogarme por el miedo.

¿Y si aún no está dormido? ¿Y si se despierta cuando me tumbe en su cama y me echa sin llegar a nada? ¿Y si después de esto me manda a casa ya sin más oportunidades? Todo tipo de preguntas pasaban por mi cabeza en cuestión de segundos, sentí que me mareaba y que iba a perder el conocimiento, pero no podía dejar pasar aquella oportunidad, él no había notado el fuerce de la puerta, ni la falta de los destornilladores en la caja de herramientas.

Finalmente me armé de valor y logré extender mi mano al picaporte de la puerta y girándolo lentamente la puerta al fin se abrió. Me deslicé suave y lentamente a través de la puerta procurando no tropezar o hacer algún tipo de ruido que alertase a amo Neo de que estaba allí, y caminando de puntillas me fui acercando a su cama. Me quedé completamente helado e inmóvil cuando justo en el momento que puse una de mis rodillas encima de colchón amo Neo gruñó como si se hubiese despertado, pero quedándose bocarriba comenzó a roncar tranquilizándome en el momento.

Caminé a cuatro patas, justo por el borde del colchón, hasta llegar a la almohada y finalmente me tumbé bocarriba respirando hondo para relajarme, ‘’misión infiltración de cama lograda’’ pensé, pero nunca creí lo que iba a suceder en ese momento, amo Neo pasó de estar bocarriba a abrazarme pasándome su brazo por el pecho.

‘’Dios’’ pensé al darme cuenta de que aquel hombre dormía en calzoncillos, su pecho desnudo abrazaba mi lateral mientras yo sentía cada piel de aquel cuerpo esculpido por los dioses y su olor a hombre sudado me hacía comenzar a mojar el calzoncillo. Me deleité con esa textura suave y pulida de su piel y ese olor tan característico suyo que me volvía completamente loco y me hacía alucinar durante más tiempo del que creía olvidándome así de mi plan inicial, de por qué había decidido entrar a aquella habitación.

Minutos más tarde, u horas no lo tenía claro en los que desde luego a mí me resultaron segundos, amo Neo volvió a ponerse bocarriba rompiendo así ese paraíso indescriptible que para mi estaba siendo, pero al mismo tiempo recordándome para que había entrado allí, ’’tengo que lograr que me folle’’ pensé.

Me dispuse a darle besos por el pecho, recorriendo así aquellas montañas marrón oscuro que embellecían aun más su pecho, lamí una de ellas lo que provocó un aspaviento a su dueño y por supuesto el primer respingo de la carne de su entrepierna, continué bajando dando besos y lametones por todo su vientre hasta por fin llegar a los primeros pelitos que se asomaban por encima de su calzón, inhalé pegando mi nariz todo lo posible aquel olor que me tenía hipnotizado y sobre todo adicto, los lamí pasando mi lengua muy lentamente por ellos como si necesitara que ese sabor quedara por siempre grabado en mis papilas gustativas y noté como comenzaba a hiperventilar solo por aquella situación, intenté calmarme para no hacer ruido y seguidamente bajé con besos hasta aquel bulto que ya empezaba a coger una gran forma y a sustentar cada vez una mayor mancha de precum en aquel calzoncillo.

Pasé mi lengua lentamente hasta llegar a la mancha que poco a poco cada vez iba siendo mayor hasta que no pude resistir más aquella llamada y me metí en la boca la mayor cantidad de tela que pude mientras absorbía con toda la fuerza posible el precum que muy grácilmente iba manchando poco a poco aquella tela.

Al hacer esto el miembro de amo Neo creció lo mayor posible que el slip le permitía haciéndome babear al mismo tiempo que eso ocurría, desde luego eso estaba siendo una llamada de su polla a mi boca sin ninguna duda, así que sin más dilación bajé suavemente la tela lo que hizo que su miembro soltara un brinco que mancho de precum mi barbilla, labios y frente, recogí con un dedo todas aquellas zonas y me las metí en la boca, no podía ser cierto lo maravilloso que era el sabor de aquel precum, ni el de los dioses podía saber tan bien.

Me paré unos segundos a admirar aquel trazo de carne, como su fuese una estatua esculpida en mármol, me quedé maravillado ante la belleza que desprendía, esas venas marcadas, esa perfecta circuncisión, ese perfecto bello y sin poder esperar un segundo más me la metí en la boca. Aun forzándome a que entrara ese pedazo de carne era demasiado para mí, logré a duras penas que entrara la mitad de ella entre arcadas y gruñidos, ni siquiera me percaté de que amo Neo iba despertándose por culpa del reguero de baba y precum que iba cayendo de mi boca hasta sus huevos.

-¿Qué…-gruñó aun medio dormido-…chaval?

En ese momento intentó separarme de él, pero yo agarré mis manos por detrás de su cintura y comencé a comer con más ahínco lo que por supuesto él solo pudo recibir con una mezcla entre gruñido y gemido. Pasados unos segundos en los que su manjar brotaba con mayor fuerza y yo no dejaba que se desperdiciase ni una gota se terminó dejando hacer.

Creo que vio que me forzaba cada vez más para que entrara toda y eso era realmente imposible hacerlo para mí solo, así que decidió que ya era hora de ayudarme.

-Uff Tony…la chupas realmente bien para haber aprendido hace tan poco, pero en esta postura nunca lograrás comértela entera ni aunque yo te fuerce a ello, solo te harás daño en la garganta, ponte bocarriba-lo hice sin dudar-

Me hizo respirar fuerte unos segundos y posteriormente introdujo la punta de su miembro en mi boca y fue penetrándome lentamente la garganta, note como me empezó a faltar el aire a partir de la mitad pero yo le apretaba para que lo intentara aun más, tras el siguiente ¼ yo ya no podía más, pensé que moriría y el salió de golpe, su miembro lucía completamente recubierto por una capa de babas y precum que hacía que brillara con la tenue luz de la luna que entraba a través de la ventana.

No había quedado satisfecho aun del sabor de aquel monstruoso cacho de carne y me abalancé de nuevo a el lamiendo sin parar mientras gemía, amo Neo gruñía y gemía a partes iguales acompañando mis sonidos como si de una orquesta se tratase hasta que finalmente me miró con la misma cara de lujuria y posesión que había puesto la primera noche y me tiró en la cama de nuevo bocarriba, se subió encima de mí y comenzó un desenfrenado beso intentando penetrar mi boca con su lengua, invadirla por completo, enrollándose a la mía y depositando una gran cantidad de saliva que yo solo podía tragar y tragar, era un verdadero manjar.

Fui bajando mis manos de nuevo lentamente por su pecho y torso hasta llegar a su miembro y lo agarré con fuerza y comencé a pajear, el jadeaba mientras me besaba haciéndome saber que lo estaba haciendo bien, puesto que su polla aún seguía recubierta por aquella capa de fluidos la paja podía intensificarla todo lo que yo quisiera, estuve disfrutando como un nene con un caramelo por unos minutos en los que poco a poco su polla se iba hinchando y comenzaba a latir, sabía que no tardaría mucho en correrse y necesitaba sentir aquel manjar espeso en mi cuerpo, pero él me paró de golpe.

-A…aun no quiero correrme putita-me dijo- me tienes muy caliente y me has despertado para esto así que quiero darte mi dosis de follada en el ano

Al escuchar esto yo sentí una gran euforia, pero al mismo tiempo tenía mucho miedo de recordar el dolor posterior que había tenido en la pasada ocasión y él lo notó.

-Tranquilo, te aseguro que esta vez iré mucho más despacio y me encargaré de que disfrutes lo máximo posible sin hacerte daño.

Esas palabras me tranquilizaron, sabía como podía cuidarme y preocuparse por mí así que le dejé hacer.

Caminó hasta el mueble y volvió con un lubricante y un pequeño consolador negro en su mano y me aseguró que con eso iba a hacerme dilatar y disfrutar a partes iguales.

Me colocó bocarriba con las piernas sujetadas por mis manos lo que hacía que mi ano estuviese a su entera disposición, se agachó y poco a coco fue lamiendo mis huevos y bajando dándome lametones en el agujerito que actuaron como sensibilizante haciendo que inconscientemente yo mismo dilatara suavemente al desear que él estuviese en mi interior. Siguió hincando su lengua taladrando mi interior y depositando la mayor cantidad de Saliva en mi interior para después comenzar a meter un dedo mientras con la otra mano de sujetaba mi miembro erecto y lo dirigía hasta su boca.

Lamió, succionó y trago cada centímetro de esta mientras yo cada vez gemía mas fuerte y sentía que me iba a correr de un momento a otro, por supuesto él lo notó y decidió que era mejor cortarme el orgasmo apretando y girando mis huevos sin ninguna compasión, a lo que yo solo pude responder con un gruñido seguido de un gemido.

-De verdad que eres una gran putita-me dijo mirándome con esos ojos llenos de lujuria-

Acto seguido metió dos dedos a la vez que ayudaba a lubricarme taladrando con su lengua y escupiendo en el interior de mi ya más abierto ano.

Cuando él ya creyó que estaba preparado, cogió aquel consolador con textura completamente fina y suave, y lo embadurnó de lubricante, el exceso fue a parar a mi culo a través de sus dedos haciendo que ambos me masajearan la próstata y me provocaran unos gemidos que sin duda gritaba lo suficientemente alto como para que los lobos del bosque se enteraran y finalmente me fue metiendo poco a poco aquel trozo de silicona que me produjo escalofríos y un placer que con sus dedos no podía llegar a darme.

La forma en la que jugaba con su juguete dentro de mí era increíble, lo metía y sacaba lentamente, a veces lo apretaba hasta lo más hondo y comenzaba a realizar circulitos con ello, otras veces lo hacía vibrar con su propia mano y alguna que otra lo intercambiaba por su lengua lo cual me hacía sentir un inmenso placer indescriptible.

Yo no dejaba de jadear, gemía sin detenerme un solo segundo lo que a amo Neo le incitaba a forzar mas mi agujero y a mi con ello a sentir con más fuerza, eso estaba comenzando a convertirse en un circulo vicioso de placer y sexualidad puros.

Sentí como mi semen iba inundando todo mi vientre y como mi interior lubricaba cada centímetro de aquel consolador, en breves momentos iba a correrme y se lo hice saber a mi amo cuando por sorpresa para mí se metió mi miembro hasta la garganta procurándome que mi orgasmo se adelantara y le llenase la boca de 7 u 8 trallazos de semen caliente directamente a su garganta.

Caí rendido mientras veía como mi amo se relamía los labios ante aquel sabor que había ingerido de mi interior.

-No te duermas putita ahora me toca disfrutar a mí-me dijo mientras se sobaba su miembro-

Se colocó delante de mi agujero y poco a poco fue insertándolo, el dolor y el placer al principio iban de la mano, pero él se encargo de ir muy lentamente, moviéndose solo cuando mi interior se lo comunicaba dilatándose por sí solo. El placer era aun mucho mayor que la vez anterior, el dolor iba desapareciendo sin dejar rastro y a su vez el placer se iba haciendo camino haciendo que me retorciera y me provocara algún que otro espasmo. Una vez estuvo toda dentro amo Neo resopló y se me quedó mirando a los ojos a lo que yo le respondí con una grata sonrisa.

-¿Te ha dolido?-preguntó interesado-

-No, me ha encantado, me encanta tenerle dentro de mi amo-su respuesta a esto fue una cálida y grata sorpresa para mí, pues me dio un suave beso muy diferente a la lujuria que ambos sentíamos en ese momento-

Se me volvió a quedar mirando fijamente, pero esta vez yo sentí que me ruborizaba y desvié mi mirada haciendo que él sonriera y comenzara el vaivén dentro de mí.

  • No me puedo creer que habiendo follado solo dos veces ya te entre así de bien y encima disfrutes sin dolor alguno de la penetración, estas hecho para esto Tony-dijo entre gemidos-

-Quiero ser su puta, que me folle cuando quiera y se descargue dentro de mí-dije dejándome llevar por los sentimientos de aquel momento-

-Eres mi puta-soltó al fin-

Por un momento creí que mi corazón salía de mi pecho y me ruboricé al mismo tiempo que el seguía penetrándome. Entre gemidos le iba pidiendo más y más fuerte, y él sin duda cumplía cada una de mis expectativas por encima de estas.

Cuando llegamos a una gran velocidad en la que ni en sueños yo pensaba que existiría, sentí que me corría sin tocarme, comunicándoselo y viendo en su cara una increíble lujuria que bastó para hacerme sentir un gran escalofrío que recorrió toda mi columna y me hizo comenzar a estallar en diversos chorros de semen que llegaron con el impulso a manchar mi cara, él recogió con su lengua la mancha de ella y entre bufidos y gruñidos se corrió en mi interior con 12 chorros de leche muy caliente y espesa haciendo que algunas gotas saliesen por su tronco deslizándose por su escroto y acabando en la cama.

Aun así para él no fue suficiente y recogiendo con su lengua la corrida de mi pecho y abdomen me la depositó en la boca con un tremendo beso lujurioso mientras el volvía a masturbarse frenéticamente.

-Me corro pequeño-me dijo segundos más tarde-

-Córrase en mi cara por favor amo-dije poniéndome de rodillas en el suelo-

Sin más tardar me cogió del pelo girándome la cabeza y disparó sus chorros a mi cara igual de abundantes que los anteriores.

Parte Neo

Desde luego que desde que Tony entró a mi habitación esa noche no podía parar de pensar en él, en su cuerpo, en sus fluidos, cada vez que estaba cachondo me pajeaba en mi cama recordando aquella noche, el sentimiento de culpa por la brutalidad de la primera noche se disipó en mi interior gracias a aquella segunda noche, pero no debía olvidar mis promesas a Joseb.

En algunos momentos si es cierto que Tony y yo coincidíamos en miradas de lujuria y a él especialmente se le notaba ese gran bulto que ocultan sus pantalones, echaba de menos que no llevara calzoncillos, pero le prometí no volverle a poner la mano encima y yo siempre cumplo mis promesas…bueno, últimamente no las estoy cumpliendo por culpa de este niño, pero es que de verdad que en ciertos momentos me vuelve loco.

Era sábado por la noche, y como muchas semanas yo decidí que aquella noche iba a ser más de descanso, así que me descargué una película para verla en el salón con Tony, no tardó más de media hora de la película en empezar a quedarse dormido, aunque la verdad que era bastante normal teniendo en cuenta que hoy los ejercicios del gym habían subido de nuevo la intensidad como cada par de semanas.

El cuerpo de Tony había dado un cambio bastante notable hasta el momento desde que llegó, su cuerpo había cogido ya forma de hombre y había dejado atrás ese periodo de limbo entre infantil y maduro lo que hacía que su espalda cada vez estuviese más tonificada y a la vez, su pecho y su abdomen habían comenzado a estirarse y comenzar a crear músculos semimarcados, sus pechos ahora formaban pectorales y su abdomen antes flácido comenzaba a dejar ver una tableta debajo de la piel. Debo admitir que ese cambio físico a mi no me importaba demasiado sexualmente hablando, pero sí que su cambio de personalidad y la barba que le salía hasta que decidía afeitarse me ponían muy cachondo.

Mientras comentaba todo esto en mi mente sin prestar demasiada atención a la peli, Tony se quedó completamente dormido y su cabeza poco a poco se iba deslizando a mi hombro, durante unos minutos me pasé colocando su cabeza en la espalda del sofá hasta que pensé ‘’si duerme en tu hombro tampoco pasará nada, no es que te vayas a tirar a su boca nada mas sentir su aliento’’

Realmente fui un ingenuo, comencé a notar su aliento cálido y constante en mi cuello, el cual me hacía tener leves escalofríos no dejándome prestar atención a la trama de aquella película que la verdad, parecía interesante.

Sentía como todas esas sensaciones iban mellando mi interior haciendo que algo en mi pantalón creciera poco a poco, comencé a respirar hondo para calmarme y que el calentón que iba apareciendo se fuera sin necesidad alguna de nada sexual, pero lo que fue pasando no ayudó, su cabeza calló de sopetón a mis piernas, pero Tony en ningún momento se vio sobresaltado ante ese suceso y no despertó.

Su aliento ahora pegaba directo a mi bulto que creció hasta su totalidad de forma inmediata, mi respiración se alteró y finalmente comencé a hiperventilar, podía evitar fácilmente que aquello ocurriera, pero durante unos minutos gocé con cada bocanada de aire que aquel chico daba directo a mi miembro.

Sentí que empezaba a faltarme el aire y con ello un sonido de excitación salió de mi boca haciendo que Tony despertara.

-Per…perdón amo, yo me dormí y caí encima suya, no fue mi intención lamento mucho lo ocurrido-dijo dando un respingo-

Yo me quedé mirándole con lo que esperaba que pareciera una cara de furia o algo similar.

-Vete a tu cuarto y ordénalo antes de dormir-le dije con un tono fingido de cabreo-

-Si amo, perdón amo

Su cara de arrepentimiento siempre me había parecido realmente mona, en general Tony era un chaval muy guapo de ojos verdes y pelo castaño claro, su sonrisa me tenía encandilado y sus caras de placer en el sexo hacían que cada acto e intento sirviesen sin duda la pena, sabía que ese chaval me gustaba, me gustaba de verdad, pero no podía admitirlo, no si ello implicaba faltar a la promesa que había hecho tiempo a atrás a Joseb.

Cuando mis ojos y mi cuerpo estaban cogiendo cierta postura en la que me sentía realmente cómodo y el sueño comenzaba a abordarme Tony me despertó.

Mi cara creo que habría quedado retratada perfecta en un cuadro del barroco en cuanto le vi, llevaba un collar al cuello, uno que había olvidado que poseía, era negro, con una hebilla y un bordado en hilo color plata, se había escrito con un rotulador permanente de punta gruesa la palabra ‘’PUTILLA’’ en mayúsculas en el lumbar y en su hermoso y delicado culo había introducido un consolador que al final estaba decorado como la imitación de una cola de perro. Jamás, ni en mi más húmedo sueño, había imaginado que podría tener a Tony de aquella forma.

Todos y cada uno de mis sentidos me decían exactamente lo mismo, ‘’follatelo’’, pero mi raciocinio gritaba ‘’tus promesas, no las vuelvas a incumplir’’. Todo ese raciocinio se fue a la mierda cuando Tony comenzó a andar a 4 patas y comportarse como un perro, ese cabrón quería jugar y se le daba genial calentarme, saco su lengua y vino poco a poco a mis piernas lamiendo por encima de mi pantalón de huevos a polla, ‘’se acabó la tontería de intentar controlarme’’ pensé.

Cogí a aquel muchacho y lo coloque bocarriba en el suelo, me coloque de rodillas frente a él y bajé rápidamente a besarlo desenfrenadamente, nada iba ya a poder parar ese enorme calentón que se ocultaba en mis pantalones.

Volví a mi posición en el sofá, no sin antes bajarme los pantalones, y le ordené con un gesto que lamiese mi polla por encima de estos, él sin duda accedió de buena gana, su lengua jugaba con mi bulto como si no hubiese un mañana, lamia, mordisqueaba y aspiraba la mancha de precum que cada vez se iba haciendo más grande en la tela, yo a su favor solo podía soltar pequeños bufidos y gruñidos de placer que él sin duda interpretaba como la necesidad de hacerlo todavía más salvaje.

Siguió realizando su labor al mismo tiempo que poco a poco bajaba mis calzones, yo a su vez le ayudaba levantando mi trasero levemente del sofá manchando su cara con mi precum, hasta que finalmente salió disparada a su boca haciendo que él la engullera sin perder ni un segundo la posibilidad de no tenerla en su boca.

La engullía con ansia como si sintiera un hambre voraz por comérsela, yo sin ninguna duda sentía que todo mi cuerpo se estremecía ante tal acto, este chaval desde luego que la comía realmente bien, era de los pocos hombres a lo largo de toda mi vida que me habían hecho estremecer, incluso a veces llegaba a la genialidad de Joseb…

Sus gemidos a la vez que engullía mi miembro hacían que yo me retorciese de placer y gimiese en sintonía con él, no podía evitar pensar que si seguía por ese camino no iba a tardar mucho en recibirme dentro, puesto que lo había deseado durante días en todas y cada una de mis fantasías de pajas.

-No puedo más-le indiqué-subamos a mi cuarto putilla necesito ver más de cerca ese texto tuyo de tu lumbar.

-Si amo- dijo sacándose mi miembro de la boca, haciendo que un hilillo de saliva y precum se conectara entre mi polla y su labio superior-

Me quité allí mismo los pantalones y los calzones por completo, le cogí en volandas y subí las escaleras mientras el me iba comiendo el cuello y gimiendo al oído, me tenía extasiado.

Al llegar le tiré bocarriba en la cama y poniéndome a 4 patas encima de el le fui comiendo el cuello poco a poco, seguí dándole un buen morreo sintiendo como restos de mi precum aun quedaban en su boca y lamí cada uno de ellos para tragarme ese manjar que formaba unido con su saliva.

Continúe bajando a sus pezones los cuales tenia como una piedra y apretaba, succionaba mordisqueaba y retorcía aquellas montañitas rosadas que tanto placer sabía que le infligían, su miembro completamente erecto ya había manchado todo su abdomen para cuando mi lengua quiso recorrerlo, lo cual, sin duda fue un manjar a tener en cuenta, la unión de su precum junto con la de su sudor me hicieron gemir sin poder tan siquiera evitarlo, al mismo tiempo Tony gemía de placer y morbo sintiendo mi lengua recorrer su cuerpo y mis dientes dedicarle algún que otro mordisquito en el camino.

Lamí cada gota que había depositado su trozo de carne sobre su abdomen y se lo transmití a su boca haciendo que el se relamiera y gimiera por aquel sabor, sin duda aquello me hacía cada vez estar más perro y se lo hice ver devorando aquel miembro hasta que mi barbilla chocó con su escroto, Tony no paraba de retorcerse de placer y yo sentía que estaba encantando con aquello, por lo que no dudé ni un segundo en seguir deleitándome con aquella carne y parecía estar a punto de explotar.

Como otras veces había hecho le retorcí el escroto para no dejarle acabar y así forzar a que él siguiera extasiado con aquel polvo hasta el final, pero esta vez estaba demasiado perro y no iba a hacérselo una segunda vez, quería pasarle su corrida a su boca y hacer un beso blanco mientras ambos tragábamos aquella leche caliente que su cuerpo fabricaba en sus perfectos y ordos huevos, y así fue unas cuantas cosquillas y lamidas fuertes hicieron que chorreara 10 perfectos chorros en mi boca.

Hecho todo esto le ordené que se acomodara bocabajo y no tardó en hacerlo, pero para mi sorpresa el nene estaba aprendiendo y ya no solo hacía lo que yo le ordenaba si no que se puso de rodillas con su pecho en la cama arqueando la espalda y dejándome hacer.

Acerqué mi cara a su ojete perforado por aquel consolador y esnifé el olor que salía de aquello, poco a poco fui haciendo que saliese dándome cuenta de que aquello había hecho que no hiciera falta trabajar mucho aquel ojete, estaba muy preparado ya para una posible penetración, pero quería seguir siendo un poco malo y primero lamerlo e introducir tres dedos forzando que aquel nene me suplicara por ser penetrado. Mi lengua perforaba aquel ojete como si fuese el último que se comería del planeta, su olor, su sabor, su textura…todo lo hacía ser perfecto, el poco trabajo que hice durante escasos minutos hicieron que sucediera lo esperado.

-Por…por favor amo penétreme necesito tenerle dentro-me comunicó Tony entre grandes gemidos-

-Tus deseos son ordenes putita-le dije entre risitas-

Me coloqué de rodillas frente aquel abierto y enrojecido ojete y escupiendo en mi falo comencé a introducir la puntita de mi miembro haciéndole tener un gran escalofrío y gemir en la misma intensidad. Después de aquellas dos folladas sabía lo que podía pasar, pero estaba muy cachondo como para pensar, asique le ensarté mi falo entero del tirón en su culo el cual lo recibió con mucha más facilidad de la que pensé que lo haría.

Mis embestidas eran suaves pero constantes y profundas lo que nos hacía a ambos gemir al unísono, especialmente cuando mi miembro llegaba a su tope en su interior, lo que yo aprovechaba para besarle callando sus gritos de placer.

-Prepárate esto comienza a subir de intensidad-le dije pasados unos minutos-

Él asintió y se dejó hacer, mis embestidas pasaron de 0 a 100 en una decima de segundo dando todo de mí, es cierto que aquel esfuerzo hacía que acabara hiperventilando, pero valía la pena por el placer que nos infringía a ambos y esas caritas preciosas que Tony me ponía en aquellos momentos.

El sonido de mis huevos chocando contra su piel me ponían muy cachondo, sonaban realmente alto, cualquier persona en todo ese bosque habría escuchado aquella follada.

No tardé demasiado en hacerle saber que iba a correrme en su interior y arañándole, dejé su espalda completamente marcada a lo ‘’eres mío’’. Llené su interior con 12 trallazos de leche caliente y espesa que hicieron que el se corriese encima de mis sábanas.

Ambos caímos rendidos en la cama, yo generalmente estaba habituado a correrme más de una vez, pero ese día estaba realmente cansado y sin salir de él me eche en su espalda.

-Ha sido increíble-me dijo sonriéndome de oreja a oreja con aquella increíble sonrisa que portaba-

-Lo ha sido-le dejé ver-

No podía esconder ni evitar ya aquellos encuentros, sabía que él los necesitaba cada vez mas y la verdad que a mí me estaba pasando exactamente lo mismo.

-Lo siento Joseb-pensé-pero ya no puedo simplemente ceñirme a la promesa que te hice, eso sí, solo será sexo y nada más¡, cuando su entrenamiento finalice él y yo finalizaremos igualmente-afirmé sin duda-

-Chaval…el jueves que viene te dejaré venir conmigo al pueblo-le dije sin pensar-

Tony sin duda cambió su cara de cansancio a una cara de alegría sin precedentes que me hicieron sentir feliz por un pequeño instante como hacía cuatro años que ya no era, valió la pena arrepentirme de ello posteriormente solo por esos segundos de felicidad al verle esa hermosa cara…

Estaba realmente aterrado de lo que podía pasar, nunca había sentido aquel sentimiento de ocultismo de uno de mis chicos internos en todos estos años, pero temía que alguien me quitara mi ‘’juguete nuevo’’.

-Espero que todo salga bien-pensé-

Y abrazándole con un brazo contra mi pecho quedamos dormidos ambos manchados de sudor y semen mezclado con sentimientos contrarios en ambos casos…

Lo primero quería pedir disculpas por la cantidad de días que he dejado entre un relato y otro, padezco de migrañas y eso se me unió con problemas de cervicales…así que cuando intentaba escribir me mareba…☹

Lo siguiente como siempre agradecer cada uno de vuestros comentarios, espero que sigáis disfrutando de mi relato y si tenéis alguna cosa que objetar de ello siempre serán críticas constructivas para mí para mejorar como escritor…o intento de escritor jajaja

Un besazo a todos y correos mucho :P