Mi nuevo cliente

Hasta ahora no había conocido a un hombre que fuera tan extraño en sus fantasias.

Mi nuevo cliente

Mariano me llamó por telefono y me dijo sin saludarme siquiera:

-Pronto ven a mi casa.

-Que pasa? porque tanta prisa. Son las tres de la tarde y stoy terminando un trabajo de la escuela.

-Vamos, no hay tiempo. Te conseguí al mejor cliente de tu vida.

La idea de estar a disposicion de Mariano me espantaba un poco, Ya casi no tenia tiempo para divertirme. En verdad estaba a gusto con mi nuevo trabajo pero debo admitir que tambien era pesado acostarse con tres o cuatro hombres diferentes cada semana, aunque las ganancias fueran bastante buenas.

-Ok, de que se trata. Dije resignandome a dejar la tarea para otro momento.

-Espera, necesito que esta vez te vistas de una manera especial.

No entendí exactamente a que se referia.

-Ponte cualquier cosa y ven a mi depa, aqui te tengo un vestuario especial.

Sali de mi habitacion y le dije a mi tia que necesitaba ir a casa de mi amiga Lupe a terminar mi trabajo. Me miro extrañada.

-parece que sales con mucha frecuencia.

-Por favor tia, necesito tener las mejores calificaiones para no tener que hacer examenes.

-Esta bien-dijo refunfuñando y me pregunto si tenia dinero para el autobus.

-Si tengo, bye.

Tome un taxi y llegue a casa de Mariano.

-Pasa, esta abierto.

Entre y Mariano habia puesto sobre el sofa varias prendas de vestir.

-Ponte la ropa de enfermera.

Entre otras cosas habia un minivestido blanco muy estrecho, una cofia de enfermera, zapatillas altas blancas, medias blancas tambien y una delicada tanga de hilo dental color rojo.

-Mira este hombre es medio loco pero me ha ofrecido nuy buen dinero por cumplir su fantasia.

-Y cual es exactamente?

-Quiere que finjas ser una enfermera que atiende a su hijo.

No quise hacer mas preguntas. Estaba acostumbrada a algunas extravagancias.

Pase a la ducha y despues de bañarme muy bien sali desnuda a la sala. Mariano me miro y sonrio.

-Te estas poniendo....mmm...como quieres! Ambos reimos.

-Gracias, seguramente es gracias a este trabajo.

-Digamos que tambien gracias a mi no? Mira linda tu sabes que nunca te he pedido nada.

-Ese era el trato no?

-Si, pero debes entender que al fin de cuentas soy un hombre y sinceramente he sentido algo de celos añ entregarte a los clientes.

Mi vanidad se vio halagada por el comentario de Mariano.

-Te agradezco tus palabras pero, a que viene eso?

-No seas mala...hazme una mamada...me han dicho tus clientes que eres insuperable.

Pense que eso era casi un piropo. Lo mire coqueta y le dije.

-Ok, pero solo esta vez, nuestra relacion debe ser solo de negocios.

-Lo prometo. En su rostro habia una sonrisa que nunca habia visto.

Me acerque sensualmente y le ayude a sacar su pene...no era muy grande pero tampoco una cosa despreciable.

Sin pensarlo dos veces me incliné y comencé a acariciarlo. Había aprendido el oficio muy rápido.Sabía mirar a los ojos a los hombres mientras les prodigaba caricias.

-Te gusta?

-Si...sigue mamita.

-Puse su verga en mi boca, despacito...empecé a mamar con deleite. Su pene se iba poniendo cada vez más duro.

Después de unos minutos estalló dejando mi boca llena de esperma.

-Wow, eres una profesional...gracias cariño.

Lo miré y sonreí...en verdad había sido solo una mamada más. poco a poco había logrado hacer ese tipo de cosas sin inmutarme, exactamente como una profesional.

Me vestí con la ropa de enfermera y salimos a la calle .Abordamos su automovil y nos dirigimos a un hotel centrico.

En la recepción, Mariano le dijo al encargado que iba a atender a un muchacho enfermo. El empleado nos indicó un elevador sin mirarnos siquiera y dijo que estaba enterado. Me sonreí para mis adentros.

Al tocar la puerta, un hombre gordo de aspecto algo desagradable me invitó a pasar.Mientras me quitaba el abrigo alieron el hombre y Mariano y después de un momento regresó.

En ese momento se escuchó en la habitación contigua una voz.

-Pa, ya llegó?

El hombre respondió:

-Si hijo, allá va.- Se dirigió a mi y sin darme tiempo a replicar me dijo:

-Vamos, es hora de empezar la diversión.

Me condujo a el otro cuarto. Estaba a oscuras. La luz de una lámpara junto a la cama se encendió y vi a un chico de quizá 20 años acostado y semidesnudo. No era feo para nada. El hombre gordo se sentó en una silla y sacó un cigarrillo.

-Vamos muñequita, ven. Me siento mal.

-Te duele algo? -dije tratando de llevarle el juego.

-Si, aqui....-Puso su mano en si pene que ya estaba erecto.

Tratando de sonar sexy dije.

-Yo te voy a curar...es mi epecialidad.

-A si? Y como lo haces?

-Uso el mejor remedio...mi boca.

-Me acerqué y empecé a hacer mi trabajo...era la segunda mamada esa tarde.

Miré de reojo y vi al hombre gordo que sacaba su pene y comenzaba a marturbarse mientras continuaba fumando.

Decidí ayudarlo de alguna manera y levanté un poco el vestidito para mostrarle mis nalgas mientras mamaba la verga de su supuesto hijo. La tanga se metia entre mis glúteos y seguramente podía ver a pesar de la poca luz parte de mis labios vaginales.

Movía el culo lentamente esperando que el panorama que le ofrecía le sirviera como estímulo para su paja.

En ese momento escuché risas que provenían del cuarto de baño.

Me detuve y volteé. El hombre me dijo.

-No pares putita, ya arreglé eso con tu padrote.

No entendí a que se refería.

Entonces salieron del baño tres tipos bastante jovenes. Me sentí sonfundida pero sabía que no podía negarme.

Rápidamente se quitaron los boxers y camisetas. A la poca luz no podia distinguir sus facciones pero al menos sus cuerpos no se veían nada desagradables. El tipo gordo empezó a ordenarles.

-A ver, todos frente a ella, quiero que les mame la verga al mismo tiempo.

La excitación que se sentía en el ambiente me contagió y un minuto después me ví chupando cuatro vergas de manera alternada. Esta nueva experienia empezaba a ser interesante.

El minivestido blanco eraen verdad demasiado estrecho y corto,asi que en menos de lo que mi imaginé ya lo tenía hasta la cintura y mostraba todo. Los chicos hacín gala de su machismo diciendome cosas como:

-Ay hija de la verga, que buena puta eres!

-Mueve el culo mintras mamas perrita!

-Cabrona, nunca imaginaste que te ibas a comer tanta carne hoy verdad?

Empecéa disfrutar de veras la situación. Por mis piernas subía un calor tan intenso que decidí quitarme la tanga.

-Wow! ese culo vale oro!

Su comentarios me provocaban risa pero también me excitaban.

_Vamos a ver si es tan buena para coger como para mamar.

Rapidamente me deshice de mi vestidito quedando tan solo con sujetador, zapatillas, medias y la cofia blanca en la cabeza.

Uno de ellos comenzó a chupar mis nalgas mientras yo seguía mamando tres vergas duras.

El gordo seguía fumando sin parar mientras los chicos empezaron a alternar sus lugares...ya iba uno detrás mio con la verga en la mano listo para penetrarme, ya otro. Mientras mi boca seguía llena de carne alguien me daba nalgadas y otro mas luchaba por sacarme el sujetador.

Finalmente mis tetas quedaron al aire lo que no desaprovecharon y enseguida sentí una, dos bocas chupando mis pezones de manera desquiciada. Las palabras salieron de mi boca como una súplica:

_ahhh, mmmmm asi, cojanme entre todos...mmmm

-Te gusta puta rica?

-Sii...me encanta sentir tanta verga!!!

-Pues esto es solo el comienzo zorra!

Durante una hora pasé de una posición a otra, de un hombre a otro gozándo como loca.

Eran como las seis de la tarde y yo estaba extenuada cuando tocaron a la puerta. El gordo se puso una toalla en la cintura y abrió. Me quedé tensa y preocupada de que alguien del hotel hubiera ido a reclamar por el ruido.

Mis ojos no dieron crédito a lo que ví. Cinco hombres entraron ante la sonrisa cínica del gordo quien les dijo:

-Ahi esta muchachos, es toda suya.

Entraron a la habitación y los chicos que ya estaban dentro los saludaron sin sorpresa alguna...quise decirle al gordo que ese no había sido el trato pero una parte de mi estaba muy excitada con la idea de compartir mi cuerpo con esos nueve hombres.

Decidí relajarme y dejar que las cosas fluyeran.

Los nuevos chicos se quitaron los pantalones y empezaron a destapar cerveza que traían en una bolsa de cuero. El hambiente se volvió como una fiesta...una fiesta donde el platillo principar era yo.

Una voz se alzó por encima de las otras, era el gordo.

-Ok, amigos. Quieren que esta nena les haga un show?

-Siii! gritaron y empezaron a acomodarse en la cama y el piso.

No podía hacer sino evitar que se pusieran violentos, asi que me puse de pie y empecé a mover mi cuerpo con una musica imaginaria. Cerré los ojos y empecé a disfrutar la nueva circunstancia.

No pasó mucho tiempo cuando empecé a sentir manos en todo mi cuerpo. Manos que se deslizaban por mis piernas, por mis senos, entre mis nalgas. La lujuria se apoderó de mi yempecé a acariciar mis nalgas y senos con vehemencia. Empecé a ofrecerme como una verdadera ninfómana.

Sobra decir que eso enardeció a los hombres que inundaban el cuarto. En un instante no supe distinguir cuales eran mis manos de entre las muchas manos que empezaban a meterse en mis cavidades.

Empecé a perder la conciencia de donde estaba y que hacía alli. Solo sabía en que posición colocarme y cuando atrapar con la boca una verga. Me cogieron por todas partes. Me pusieron en todas posiciones y senti tantas vergas a la vez que temí volverme loca. De vez en cuando volteaba y veía al hombre gordo quein sentado en una silla fumaba sin parar.

Era como las diez de la noche cuando salí del hotel...las piernas me temblaban y traía la ropa hecha girones debajo del abrigo. Mariano estaba estacionado a un lado de la puerta del hotel.

Entré al auto y no supe si enojarme con Mariano o agradecerle por las horas que había gozado allá adentro.

--Eres un cabrón- dije sin fuerzas.

-Mira, las ganancias han sido mejor que nunca...