Mi nueva vida - cap 2
Continuación del relato anterior
Capítulo 2
El resto del día fué una sucesión de fases en las que pasaba de pensar en el aparato de castidad, bien cerrado en mi, y otras en las que no podía evitar mirarlo, pensar en lo que había hecho y esperar, esperar a que llegara la hora en que pudiera verla y hablar con ella. Y al hacerlo, cuando hablábamos, todo mi miedo, todas las sombras retrocedían.
Y así un día tras otro, esperando el fin de curso, y a medida que nos acercábamos ella se conectaba menos, estudiaba, me enviaba whatsapps y alguna que otra llamada.
Me confesó que jugaba con la llave, y se excitaba pensando lo que esa llave abría. En su última llamada me dijo que ya tenía casa en Granada y que preparara mis maletas, que vendiera o pusiera en alquiler mi casa. Apenas quedaba una semana para el fin de clases y yo era un manojo de nervios.
Finalmente llegó el día de fin de curso y no hablamos, ni el siguiente, ni el otro, ni el otro, yo me subía por las paredes, pero en el cuarto día, sobre las 12 del medio día sonó mi teléfono, era ella, me dice que mire por la ventana, voy nervioso a mirar y la veo, apoyada en su coche, me saluda y me pide que abra que va a subir.
Apenas un minuto después entra en la casa, yo dudo, no sé si arrodillarme o no, pero no me da opción, de un salto me abraza y me da dos besos y temeroso la cojo por la cintura y nos damos un beso largo.
.- ¿Nervioso?- me pregunta cuando nos soltamos.
.- Ni te imaginas - y me sorprende llevando una mano a mi pantalón y palpando por encima de mi entrepierna, palpa el aparato y me mira sonriendo picarona.
.-Quítate la camiseta - me ordena con calma y obedezco, no he terminado de sacármela cuando me acaricia los abdominales
.-Wow, estás buenísimo, mucho mejor que mis compañeros de clase.
Termino de sacarme la camiseta y ve que he enrojecido, y se ríe.
.-Los pantalones, fuera.
Desabrocho el botón y abro el cinturón, mis pantalones caen al suelo, sin darme tiempo ella me baja el boxer y lo ve, mi cárcel, lo agarra, lo mueve de un lado a otro, ve mi gesto de dolor.
.-¿Te duele?
.-Cuando me excito molesta sí- Lo mueve un poco más y me mira sonriendo.
.-¿Sabes lo que va a pasar hoy?- me pregunta sin dejar de mirarme
.-Sí, tengo una idea- digo mirando mis maletas.
.-Exacto, cuando salgamos de aquí pasará mucho tiempo hasta que vuelvas a ver esta casa, si es que alguna vez la vuelves a ver.
.-Sí, lo sé.
.-Eso espero- me dice - Arrodíllate y besa mis pies.
Inmediatamente me arrodillo y bajo mi cabeza hasta sus pies, lleva bailarinas negras y cubro de besos un pie, el otro, vuelvo al primero, pegando bien mis labios. Pone un pie encima de mis rodillas.
.- Levanta un poco el pantalón - me dice y obedezco, lo hago y veo una pulserita en su tobillo y en la pulserita la llave de mi aparato de castidad.
.- Bésala- y beso todo, su tobillo, la pulsera y la llave.
.-Dame la llave- abro la pulsera, saco la llave, vuelvo a cerrar la pulsera y se la doy.
.-Levántate-me pongo en pie- llévame a tu dormitorio.
La conduzco al dormitorio, me hace pasar y me empuja contra la cama de espaldas, luego sube ella, como una gata. Ya sobre mi, se sienta en mi pecho y me mira fijamente, sonríe y se pone en pie y lleva un pie hasta mi pecho.
.-Descálzame -le quito la bailarina y lleva el pie a mis labios y sin que tenga que decirme nada lo beso, y me meto el dedo gordo en la boca, pero lo baja a la cama y repite con el otro pie. Con un pie a cada lado de mi cabeza veo que se abre el pantalón y se lo empuja hacia abajo, hasta que cae por si solo, levanta un pie, luego el otro y yo le ayudo a sacárselo. La veo con la braguita, roja con transparencias y la visión hace que mi miembro prisionero se rebele, se da la vuelta y se agacha llevando su trasero sobre mi cara.
.-Bésame el culo - le doy un besito.
.-No, no pares - así que sigo dando besitos por todo su trasero, llevo la lengua a su ano, gime levemente y noto como abre el candado, sigo besando, lamiendo y saca el aparato de mi pene, que inmediatamente comienza a crecer, en sus manos, juguetea con él y ahora soy yo el que jadea.
.-Mmm, como crece - me toca los huevos - vaya, están cargaditos.
Se vuelve a poner de pie, para sacarse la braguita, se vuelve a girar, otra vez de cara a mi, se agacha, arrodillándose conmigo debajo, su coño está sobre mi boca.
.-Lame esclavo y tócate pero no te corras.
Me lanzo frenético a labor, a lamer y mordisquear con cuidado sus labios, lamo la humedad de su sexo y vuelvo a lamer, a besar.
.-Sigue.
Empiezo con lamidas largas y rápidas, tocando su clítoris, siento que voy explotar en cualquier momento, pero sus gemidos me indican que ella está gozando por lo que no puedo detenerme, sigo lamiendo, mordisqueando el clítoris y sus gemidos me tienen hipnotizado, incapaz de dejar de lamerla, muerdo el clítoris y tiro levemente de él y noto como se controsiona en un orgasmo brutal que empequeñece los anteriores.
.-Córrete - me dice cuando logra hablar y no la hago esperar, apenas me lo ha dicho cuando todo mi cuerpo se arquea, ella retrocede hasta mi pecho y me mira mientras estoy en éxtasis, me besa cuando me relajo, me besa y sonríe satisfecha
.-Ve a ducharte pero no cierres la puerta.
Ya bajo la ducha me parece increíble lo que he hecho, me parece mentira poder mover el pene, verlo sin su cárcel, siento que entra, la miro y está completamente desnuda salvo por la pulserita en su tobillo, abre la ducha y entra y con un gesto de la mano me hace arrodillarme.
.-Besa mis pies, no se te ocurra levantar la mirada hasta que yo te lo diga.
Se los beso con verdadera devoción, son perfectos, suaves, delgados, uñas pintadas de un azul pálido, se los beso hasta que los retira pero sigo con mi cabeza pegada al suelo. Cierra el agua y otro líquido me moja, caliente, me cae en la cabeza y cuando se escurre por debajo de mi cara veo que es amarillo, cierro los ojos y noto como algunas gotas entran en mi boca, cuando deja de orinar me dice que me alce pero que siga arrodillado, pone un pie en mi hombro, en un alarde de elasticidad y empuja hacia abajo, me coloca a la altura que quiere y me ordena no moverme, baja el pie, me ordena mirarla, lo hago y se muerde el labio inferior, me pide abrir la boca sin dejar de mirarla y lo hago, noto que se lleva las manos a la vagina y vuelve a orinar, ahora en la cara, cierro los ojos un instante y ella dirige el chorro a mi boca, vuelvo a abrir los ojos y me parece una diosa.
.- Límpiame - me dice señalándose el sexo y obediente comienzo a lamer, recojo las gotitas que han quedado y escucho que me dice:
.-¿Te gusta esclavo? Es mi néctar, sólo para ti.
.-Sí, Ama, me gusta - Es la primera vez que la llamo así y la primera vez que bebo orina de alguien, un calambre me recorre todo el cuerpo.
.-Algún día te lo tragarás todo, sin manchar nada. Una sóla gota fuera lo consideraré un insulto hacia mi, un desprecio a mi regalo, ¿entendido?
.-Sí, mi ama.
Ahora se asegura de que el agua me caiga en la cabeza y la cara, luego tira de mi hacia arriba, me levanto con su mano aún en mi barbilla, me mira a los ojos y yo los humillo, me siento arrebolado por su belleza, por su persona, por ella.
.-No apartes la mirada cuando sea yo quien te mire - me dice con suavidad, la vuelvo a mirar.
.-Eres preciosa, tu mirada me hace temblar, siento que me atraviesa.- Sonríe y siento que podría derretir los polos, me besa, con sus manos en mi nuca y sin poder evitarlo, con su presencia, con el contacto entre nuestros cuerpos vuelvo a tener una erección y ella lo nota, y me lo coge con una mano.
.-Vaya, vaya, el pajarito tenía de verdad ganas de salir.
Yo estoy hipnotizado por su mirada, siento que no puedo apartarme, ni pensar en nada, ella lo llena todo, todo es ella.
.-Siéntate - me pide y lo hago automáticamente, entonces me tiende las manos y se arrodilla con las rodillas en mi costado, con una mano lleva mi pene a su sexo, me mira.
.-Disfruta de esto esclavo, no sé si volveré a darte un regalo así - y se penetra, una oleada de energía me recorre desde mis pies hasta la cabeza.
.-Cuidado, no te corras.
Se mece a un ritmo lento que no hace sino endurecer aún más el mástil que es mi pene, y su respiración se altera, la sujeto por la cintura, no me mira, tiene los ojos mirando hacia arriba, perdido en su propio goce, empieza a subir y bajar, primero sin prisas para ir aumentando poco a poco el ritmo, siento que no podré aguantar mucho más, ella gime y respira cada vez más sofocada, ya a un ritmo frenético, yo me concentro en no correrme, haciendo verdaderos esfuerzos y ella lo nota.
.-Córrete - y lo hago... a lo grande, sin fin, está resoplando con sus manos en mi pecho, se levanta un poco y se vuelve a poner sobre mi, llevándo su coño a mi boca.
.-Lame, limpia a tu dueña.
Y mirándola, con sus palabras en la mente venzo mi rechazo y empiezo a lamer, voy tragándome mi propio semen mezclado por sus jugos, primero los más externos y luego meto la lengua dentro, y noto que podría llevarla a un nuevo orgasmo, así que sigo lamiendo, compruebo que me deja hacer y así más suelto la llevo a otro orgasmo, luego la limpio con suaves lametones.
Me mira, sonríe y se pone de pie, sube a mi pecho y se ducha tranquilamente, ajena a mi gesto de dolor, tenerla de pie en mi pecho es brutal, pesa poco pero me oprime. Se da la vuelta y apoya los pies en la ducha, entonces lleva uno a mi cara, me aplasta la nariz pero me niego a moverme, un rato después acaba, sale de la ducha y me dice:
.-Dúchate rápido.