Mi nueva vida 3
El viaje de mi marido Juan y mi convivencia con Elias.
MI NUEVA VIDA
3ª PARTE
Durante más de 10 días casi no salíamos de la cabaña, por la nieve, la lluvia o el frio. Solo salíamos, me dicho salía yo a buscar agua, ordeñar a Pepa y darles de comer a ella y a Mancha. Él se quedaba siempre adentro. De a poco me sentía como me empezaba a dominar y yo no decía nada. Me hablaba constantemente de sumisión y de Amos y Amas. De a poco parecía querer inculcarme que yo era su sumisa. A mi entro a gustar la idea con tal que no me dejara. Tenía miedos por mi edad y la de él. Temía un día despertar y no verlo más y eso después de los que estaba viviendo tan plenamente me atormentaba a mi edad. El solo pensar de quedar sola nuevamente o volver con Juan realmente me causaba pánico. Y yo seguí trabajando, casi sola en la quinta, y con el contaba para un trabajo mas pesado, como subir al techo a arreglar una gotera. Así pasaban los días. En cuanto al sexo parecíamos gemelos. Los dos hambrientos de coger. Una vez había leído que un hombre, creo Alemania, era una maquina y que todas las noches eran o tres polvos por día. Hicieron un experimento con una prostituta en una casa con todo el confort. Ella tenía que responder siempre a la requisitoria de él. Bueno, a los 10 días la prostituta renuncio porque no podía bancarlo a toda hora. Este es algo similar y encima conmigo que tengo la uterina estamos los dos de parabienes. A veces estoy dormida profundamente y me despierta para coger, pero yo tengo prohibido hacérselo a él.
Ambos conocemos nuestras debilidades sexuales, por ejemplo yo con mi clítoris y mis pechos, en especial los pezones. Hablando de eso el otro día me comento que parecía que estaba mas tetuda y con pezones mas grandes. Eso seguro por embarazo no es, sino que los trabaja tanto que puede ser que hayan crecido.
El punto de débil de él son sus testículos. Le encanta que los chupe y los tenga en mi boca. Además también el chuparle la pija. Faltando un mes para la primavera, un sábado recibí la visita de mi marido. Menos mal lo habíamos visto y Elia pudo esconderse en el bosque, previo sermón que me dio
ELIAS: échalo rápido, no quiero pasar mucho tiempo a la intemperie, si tarda mucho vengo y me presento.
ESTELA: no, por favor te lo suplico no me hagas eso.
ELIAS: no se, voy a ver. Además pedirle plata, estamos?
ESTELA: hare lo posible.
ELIAS: como? Debes exigirle
Se metió entre los arboles y justo llegaba el coche de mi marido.
JUAN: hola como estas
ESTELA: bien y vos
JUAN: muy bien. Bueno estas lista para regresar conmigo, cuando?
ESTELA: te dije que me quería quedar acá definitivamente. No pienso para nada en volver.
JUAN: la compañía me manda tres o cuatro años al extranjero a distintos países y quería que vinieras conmigo.
ESTELA: ni lo pienses, ya tengo casi 45 años y no me gustaría estar viviendo armando casas en un lugar, luego a otro o vivir como gitanos de hotel en hotel. Acá soy libre, me levanto a la hora que quiero y hago lo que tenga ganas de hacer.
JUAN: es tu última palabra?
ESTELA: si
JUAN: entonces viajare solo.
ESTELA: quería comentarte algo más
JUAN: que hay otro?
ESTELA: no para nada, estoy bien así. Quería que me dejes dinero.
JUAN: en todo este tiempo es la primera vez que me pides. Para que? Si acá vives bien y sin gastos. Bueno toma $ 200
ESTELA: 200 y que hago con eso?
JUAN: traje 300 y no quiero irme sin nada. Que pasa que miras por la ventana
ESTELA: (temerosa que aparezca Elías) no, nada, es que a veces a esta hora aparece un ciervo y quería atraparlo. Con ese dinero no hago nada y encima te vas 4 años.
JUAN: mañana hare un giro a tu nombre para cobrar en algún banco acá cerca y daré instrucciones al contador que te gire una mensualidad.
ESTELA: si porque las cuentas y todas las cosas están solo a tu nombre y no puedo tocar nada.
JUAN: en su oportunidad no dijiste nada., ahora es tarde.
Yo seguía mirando que no apareciera Elías porque se iba a pudrir todo. Eso me tenia nerviosa.
JUAN: que pasa que estas tan, no se si nerviosa o ansiosa.
ESTELA: (pensando a mil) es que no esperaba esto de irte y por tanto tiempo, me tomo desprevenida.
JUAN: ya, bueno me voy. Espero te comportes bien en todo este tiempo y cuando regrese debemos arreglar nuestra situación, así es imposible de seguir.
ESTELA: esta bien. Que tengas éxito en tus nuevos destinos.
Le di un beso en la mejilla y un abrazo. Subió al coche y partió raudamente. Fue el momento en que respire profundamente, como relajándome. Tuve mucho temor apareciera Elia y se armara lio en ellos. Justo que desaparecía el coche en una curva del camino, del otro lado frente a la casa aparecía Elia.
ELIAS: que lindo abrazo y besito le diste a tu ex. Que paso? Quiero todos los detalles.
ESTELA: se va Europa y Asia por motivos de trabajo por tres o cuatro años.
ELIAS: eso no me importa, al contrario tendremos mas libertades, el saber que no vendrá por mucho tiempo el fusiladme ese. No se que le viste, para enamorarte de él
ESTELA: sin cosas que pasan, fue así
ELIAS: bueno, cuanto te dejo
ESTELA: (con cierto temor, poniendo a plata sobre la mesa) dejo solo $ 200
ELIAS: como nada más o estas ocultando algo. Porque si te reviso y encuentro algo mas vas a recibir flor de castigo
ESTELA: (temblando) revísame no tengo mas nada y es seguro viste, ahí escondido, cuando me lo dio.
Me dio una cachetada que me dio vuelta la cara. No me tiro porque estaba bien parada. Enseguida lágrimas silenciosas, saltaron de mis ojos.
ESTELA: te juro Elías, no hubo mas, trajo solo $ 300 y me dio $200 a mí. Pero mañana va a girar al banco de por acá dinero para mi.
ELIAS: cuanto?
ESTELA: no se Elías te juro. No quiso decirme cuanto.
ELIAS: $ 200 que miseria. Si te mando al puerto una noche a chupar pijas, seguro traes 5 veces mas.
Lo mire con miedo porque sabia era capaz de mandarme al puerto a prostituirme. Como me enamore de este tipo, que me hace sentir una hembra en la cama, sino tiene ningún escrúpulo.
ELIAS: bien, escucha. Por tu bien espero mande plata y buena cantidad. Como mereces un castigo por no saber sacarme más hoy, vas a preparar la comida, limpiar y esta noche dormís con una campera nada más en el cobertizo. Hasta mañana que me levante no quiero escuchar a ninguna de las tres hembras que tengo. Esta!
ESTELA: si Elías. Como tú digas
Menos mal esa noche no hizo tanto frio. Me acosté sobre la paja, ya que no me permitió traer cobijas. Temblaba de pensar en mañana esperando la plata que enviaría Juan, esperando satisficiera a Elia la cantidad. Me quede dormida muy tarde. Por suerte ni Pepa ni Mancha hicieron ruidos. A la mañana siguiente desperté y ordeñe a Pepa. Lleve dos vasos de leche a la casa para desayunar, enseguida despertó y le dio una vaso, disponiéndome a tomar el otro yo. Me lo saco de la mano. Elevo el vaso a la altura de mis cejas y lo derramo sobre mi cara y tetas riéndose.
ELIAS: (tomando con su mano derecho su pija) tú leche esta acá y debes ordeñarda con tu boca.
No tuve mas que obedecerle, chupándosela. Para colmo dominaba la situación, tardando más de lo acostumbrado en acabar, por lo que tuve que redoblar mis esfuerzos en mamarla. Una vez que acabo, trague todo y deje limpio todo con mi lengua.
ELIAS: bien, viejita cumpliste. Ahora vístete bien de puta y vamos a la ciudad a ver el famoso giro.
Me vestí lo mas provocativa posible, excedida en maquillaje y salimos. Montamos a Mancha. Él lógicamente adelante y yo abrazada a él detrás. Fuimos a la famosa ruta de la estación pero unos kilómetros después. Dejamos a Mancha al cuidado de una persona y tomamos un micro. Nunca había ido a esa ciudad, pese a los años que teníamos la estancia. Llegamos y fuimos al único banco existente. Presente mi documento en mostrador, diciendo que cobraría un giro de fulano de tal. Aun no había llegado, que posiblemente llegara a última hora. Que viniéramos antes del cierre.
Salimos a la calle, con las consabidas puteadas de Elías. Se le antojo almorzar y entramos a un restaurante de medio pelo. Me hizo sentar en una mesa al lado de él y que pidiera una sándwiches a salame si queso, mientras él comía asado al horno. Me indico me levantara y llevara a algún tipo a coger o chuparle la pija al baño, para pagar el almuerzo. No quería gastar los $ 200. Tuve que mirar a algunos provocativamente, pero no tenía éxito, por falta de experiencia. Llego y pago los suyo, lo mío no. Tuve que llamar al mozo y explicarle que no tenía dinero
MOZO: así que eres viva, comes y luego no tienes plata
ESTELA: escuche Sr, por favor, vamos algún lugar y le pago con sexo.
MOZO: seguro vas a pagar así, ven acá.
Me llevo para el lado de la cocina. Entramos y estaba el cocinero y su ayudante
MOZO: muchachos, traje esta veterana para tener sexo o chupe la pija. Pidió comer un sándwich de salame y una soda y cuando fue a pagar, dijo no tener plata, si podía pagar con sexo. Así que aprovechemos. Ahí viene Aníbal. Che Aníbal atender mis mesas también un rato que me voy a voltear a esta puta que comió y no tenia plata. Después yo te cubro a vos, mientras coges y luego el cocinero y el ayudante.
Me llevo a un cuarto lleno de bolsas de harina y me hizo acostar sobre algunas de ellas, haciéndome subir la falda hasta dejar al descubierto la concha y bajar el escote para sacar las tetas afuera. Tuve que hacerlo. He tenido que coger y chupar con 4 tipos por la comida. Cuando me levante le pedí de ir al baño a sacudir el vestido y lavar mi cara llenas de harina, además con algunas manchas de tuco y me lo negó
MOZO: mejor ándate y que no te vea más por acá, puta de mierda. Si te veo te voy a encerrar todo un día cogiendo con quien sea.
Salí de allí como estaba. Elías me esperaba enfrente y empezó a reírse de mi estado.
ELIAS: que hicieron cargar bolsas de harina y cocinar.
ESTELA: vos ríete, estoy toda sucia. Me cogieron 4 personas por un sándwich de salame y una soda.
ELIAS: y todo esta mas caro últimamente, joajana. Bueno vamos al banco, por tu bien espero no tener que volver mañana.
Como pude trate de limpiarme un poco. El empleado me miro con extrañeza. El giro había llegado. Lance un suspiro de alivio. Ahora veamos el monto.
EMPLEADO: mientras preparo el pago, vino también una nota acá esta.
Elías la tomo y abrió y la leyó. Mirándome a mí lanzo en voz baja una puteada. Me asuste y dije que decía. Me la dio a leer. Era del contador de la empresa y de él, que informaba que de acuerdo instrucciones Juan a partir me que viene recibiría, hasta su retorno al país, giros por $1.000 mensuales. Que ahora me pagaba el mes en curso deducido el adelanto de $ 200 de ayer. Sentí un vacio dentro mío, mis piernas estaba flojas y un frio sudor corría por mi espalda. Mire la cara de Elías y se le notaba, yo que lo conozco, su bronca. Fui a la ventanilla y cobre 850 deducidos los 200 y comisiones y sellados. Me acerque a Elías y le entregue el dinero. Lo conto y guardo en su bolsillo. Salimos del banco en completo silencio. Yo no quería decir nada, por miedo a su reacción. El iba ensimismado en sus pensamientos. Tomamos el micro de vuelta y el seguía silencioso. Llegamos, montamos a Mancha y fuimos a casa. Cuando llegamos lo primero que me dijo fue.
ELIAS: necesito $ 4.000 por mes. Los otros tres mil lo vas a tener que hacer en el puerto o prostíbulo.
ESTELA: no Elías, no me prostituyas mas, bastante me humillaron hoy con eso.
ELIAS: como? Tienes algún otro modo de conseguirlo, a lo mejor robando. Además desde cuando te pedí opinión. Acá solo obedeces. Esta claro!
ESTELA: si Elías.
ELIAS: ahora prepárame la comida, luego de vas bañar bien. Esta noche te voy a usar de lo lindo. Prepara el bolsito con mi ropa, mañana hare un viaje de dos o tres días, de negocios.
No me atreví a preguntarle adonde iba menos a decirle si podía ir con él