Mi nueva secretaria
Con mi nuevo puesto en la compañía puedo comenzar a hacer mis fantasias realidad.
Mi nueva secretaria
Por fin había llegado a una de mis más encarecidas metas, cuando el nuevo nombramiento se hizo oficial, un nuevo mundo se abría para mí, desde mi nuevo puesto obtenía al instante un gran poder sobre las cosas y las personas de la empresa. Tenía nueva oficina, una secretaria y una asistente que podía elegir de manera libre dentro o fuera de la empresa, un gran sueldo, bastantes viajes y sobre todo el poder y la sumisión de gran parte del personal de la empresa.
Fue en ese momento que se me ocurrió, me sentía fuerte y capaz de lograr cualquier cosa, así que la llamé, su nombre: Alma.
La cite para invitarla a cenar un día cercano, quería proponerle un negocio. Ella en ese momento tenía 27 años, yo la conocía desde los 18 en que ella trabajaba como secretaria en una empresa de segunda en donde yo era el vendedor estrella. Parecía mentira que hacia 9 años que la vi por primera vez: delgada, poca teta, gran culo, morenita, cabello largo y una voz que me excitaba mucho. Al poco tiempo abandoné la empresa buscando un mejor futuro y la deje ahí, donde aún seguía ganando un sueldo de risa y siendo maltratada continuamente por los jefes; también seguía con su novio de ese entonces, un chavo sin futuro y conflictivo; y por si fuera poco no había salido del barrio donde nació, un barrio de clase media y una casa bastante maltratada.
-Me da gusto saber de ti, me dijo cuando la invite a cenar a un buen restaurante de la ciudad, -Cuéntame como te ha ido.
Sin falsos pudores le conté lo bien que me estaba yendo, lo afortunado que era, notaba que sus ojos se abrían en cada logro que le mencionaba, los mismos ojos que se mostraron impresionados cuando vio que la fui a recoger en un carro recién salido de la agencia.
Yo le pregunte como le había ido a ella y aunque bien lo sabía ya, escuche atentamente el estancamiento en el que vivía, los corajes con su familia, con el novio, en su trabajo y en general con su vida.
Cuando la iba a dejar a su casa, me pare una cuadra antes y le dije:
-¿Recuerdas que te quería hablar de negocios?
-Si, me contestó
-Mira, la situación es esta, yo estoy ahora en posibilidades de contratar una nueva secretaria, pues ya contrate a una persona de mi entera confianza para que sea mi asistente, ahora necesito también a alguien que sea 100% de fiar para que sea mi secretaria, por eso he pensado en ti.
En ese momento su sonrisa me dijo que iba por buen camino, así que continué:
- Este puesto implica ganar tres veces más que lo que ganas en donde estas ahorita, tu horario es corrido, además, el hecho de que seas la persona con la que tienen que hacer contacto para que yo las reciba hace que muchos clientes y trabajadores de la empresa te ofrezcan obsequios que muchas veces valen más que lo ganas en un mes. Por otro lado yo seré tu jefe directo, así que nada de gritos ni molestias, como te ocurre en tu actual trabajo. Una última ventaja es que tú puedes recomendarme algunas personas para incluirlas en los negocios y yo tomaré en cuenta tu opinión.
-Ella tenía la cara iluminada, así que me animé a decirle la última parte del trato:
-Mira Alma, este puesto es muy peleado por las ventajas que ya te mencioné y otras de las que te irás enterando, el que yo te lo ofrezca no es gratis, yo necesito algo de ti.
-Lo que quieras, me dijo.
-Quiero que mientras trabajes para mi, seas mi amante.
-Ella reaccionó con incredulidad y con un ¿Quuuuuuuuué? Gigantesco me dio una bofetada que acompaño con una serie de insultos, mientras que tomaba sus cosas para salir del auto, le metí una tarjeta de presentación en su bolso y le dije, -Píensalo con calma, si te decides háblame. Ella contesto con monosílabos in entendibles y de un portazo abandono el coche.
Esa reacción a mi entender, era normal en ella, así que pensé en darle una semana para que se comunicará, si no lo hacía buscaría por otra parte.
Sin embargo tres días después recibí una llamada de ella, me dijo:
-Podemos vernos para hablar.
-Mira, le conteste, este teléfono te lo di, solo para saber la respuesta que puede ser si o no, no hay forma de negociar nada, si aceptas, tienes todo lo que te dije, si no lo haces, pues busco a otra persona, así que dime de una vez tu decisión.
-Un sí tímido fue lo que obtuve por respuesta, solo de escucharlo mi pene salto de la alegría, pero mantenido la calma le indiqué:
-Bien, entonces preséntate el lunes a las 8 de la mañana en la empresa, en la entrada te entregarán ya tu gafete y le pides que te indiquen donde esta mi oficina, desde ese día comenzarás a aprender tus funciones y por supuesto desde ese momento comienza tu contrato.
Ese fin de semana fue muy largo, ya quería que llegara el lunes y verla entregada y dispuesta para mi, me imagine tantas cosas e idea muchas nuevas para esto que se acercaba.
-A las 8 en punto recibo una llamada de mi asistente que la señorita Alma Robles, mi nueva secretaría había llegado, le dije que la pasara en ese mismo momento. Le presente a Chayito, mi asistente, una señora de unos 50 años, que vestía muy bien, que era muy eficiente y sobre todo, que era súper reservada y consecuente con sus patrones, le dije que cualquier duda la podría resolver con ella y que ella misma le mostraría sus labores. Le pedí a Chayito que saliera para platicar a solas con Alma. Cuando quedamos a solas, le recordé del trato, le dije que no tuviera miedo, que procuraría que ambos disfrutáramos tanto como pudiéramos, que yo sabía que le atraía por comentarios de algunas de sus compañeras de su antigua empresa. Cuando la vi más tranquila la comencé a interrogar:
-Sigues con tu novio, ¿verdad?
-Si
-No te preocupes, yo no pediré que termines con él, tú puedes hacer tu vida como quieras y tienes todo mi apoyo mientras no dejes de complacerme a mí. Además tú sabes que yo soy casado, así que no quiero problemas.
-¿Hacen el amor?, dime la verdad
-Si, aunque no muy seguido
-¿Cómo se protegen?
-Usamos condón, me dijo mientras se ponía colorada.
-Bien, a partir de ahora vas a comenzar a usar pastillas, pues yo quiero hacerte el amor al natural, debes de cuidar que tu novio no se entere de las pastillas y seguir obligándolo a usar el condón, para evitar enfermedades, en ti si confío, pero en él no.
Observando la ropa que llevaba le comenté que una de las prestaciones de la empresa era un guardarropa nuevo, así que su primera actividad consistía en ir de comprar, le indique que pasara a la caja por una buena cantidad de dinero y que no se le olvida pedir las facturas. De mi billetera saque algo de efectivo y le pedí que también se comprara ropa interior muy sexy para que la usara a partir del siguiente día.
-Tu ropa, le indique, debe de ser siempre muy provocativa pero no vulgar, de preferencia siempre usa minifalda, en su caso pantalones a la cadera muy pegados, tus blusas siempre con escotes y si usas medias estas tendrán que ser de liguero y en su mayoría de color negro.
Al otro día no me decepciono, traía una minifalda de color negro, sin medias pues era verano, una blusa que remarcaba bien sus pequeñas tetas y zapatos de tacón alto.
-Cómo me veo, me pregunto
-Maravillosa, le dije, me agrado que tomaras la iniciativa de los zapatos de tacón, eso me enloquece
-Ya veo, me dijo, señalándome con su dedo mi bragueta y viendo mi erección.
-Bien le dije, ve a trabajar, ya te llamaré.
El resto del día transcurrió normal, al finalizar la mande llamar y le dije:
-Realmente me has alegrado el día, muchas gracias, por venir tan hermosa, me acerque y la abrace y le di un suave beso en la mejilla, sintiendo como ella temblaba, nos vemos mañana le dije.
-Al otro día llego espectacular, un pantalón negro a la cadera completamente pegado, que le resaltaba el culo de manera maravillosa, una blusa blanca de algodón que transparentaba un sostén también blanco y coquetamente adornado.
-Que te parece, me preguntaba dando vueltas sobre ella misma, como una niña chiquita.
-Creo que te ves exquisita, le conteste, me acerque a ella, la abrace, sentí que ella me abrazaba también y al separarnos y mirarla a los ojos, pude ver por fin que ella deseaba lo mismo que yo, me acerque y la fui besando lentamente, primero solo rozando sus labios y después comenzando a rozar con mi lengua sus labios y el interior de su boca, al momento ella respondió también usando su lengua para explorar mi boca.
-Me estoy enamorando de ti, me dijo.
-Yo siempre lo he estado de ti, le contesté.
-Seguimos besándonos, casi por una hora, -Vete a tus labores, le ordené, nos vemos al final del día.
-Cuando se presento al finalizar el día, le agradecí por el beso, le dije que era hermosa, una mujer maravillosa, me acerque y le di un beso muy profundo como los anteriores, después me separe y le dije, nos vemos mañana.
- La idea era tenerla así, completamente entregada por amor y por dinero, dispuesta a lo que sea por mí. Así que seguí con ese tratamiento toda la semana, yo notaba que cada vez se calentaba más con los besos, pues sus pezones se ponían muy duros y se podían ver a través de la tela. Además, una semana era el tiempo esperado para que las pastillas comiencen a hacer efecto en le organismo de Alma.
Al siguiente lunes ella llego deslumbrante, una minifalda color gris, sin medias y una blusa blanca muy transparente que dejaba ver su brasier del mismo color, zapatillas altas grises y el cabello recogido, se miraba muy ejecutiva.
Cuando entro a saludarme lo hizo con un beso apasionado y pegando tanto como podía su cuerpo al mío, esta ya esta urgida pensé, le devolví el beso mientras acariciaba su espalda y baje hasta su magnifico culo, que con la tela de la minifalda se sentía maravilloso, ella comenzó a gemir casi inmediatamente, lo que me daba una idea de su grado de necesidad. La separe y le dije que hoy había junta con algunos ejecutivos menores, que la necesitaba para que me apoyara.
Me dijo -claro que si, que es lo que debo de hacer.
-Estas juntas me hartan, le dije, me ponen muy tenso, así que necesito relajarme antes de ella, ¿me puedes ayudar?
-Ella se acerco, y me volvió a besar, -te voy a relajar completito, me dijo.
Se agacho y abriéndome la bragueta y desabrochándome el pantalón, saco mi pene que ya estaba duro, esperando su boca, cuando la vio me dijo es hermosa, la de mi novio es muy prieta, la tuya en cambio parece algodoncito,
-Pues es toda tuya, le contesté, úsala a tu antojo
-Claro que lo haré, me dijo y ya no volvió a hablar más pues se entretuvo ya dando lenguetazos, ya introduciéndosela a su boquita, de verdad que lo hacía de maravilla y se lo hice saber:
-Que bien mamas, le dije, mientras ella solo subía la mirada, me encanta como lo haces, me fascina ver tu hermosa boca en mi verga, ella se calentaba y prueba de eso era que aumentaba su succiones. Cuando estaba a punto de venirme, le dije: -estoy a punto de venirme, quiero que sigas chupando y que te bebas todo lo que me salga, ella abrió los ojos desorbitados y negaba sin soltar mi verga, le dije esta es la prueba para ver si de verdad me amas, en eso comienzo a venirme y ella trata de tomárselo todo, pero la inexperiencia hizo que mucho de mi semen cayera a la alfombra, además ella hizo intentos como de volver el estomago y se encontraba muy sofocada.
Se levanto tosiendo y yo tomándola desde atrás, aún con mi pene de fuera, le dije que fue maravilloso, ella se volteo y me dio un beso, sentir el sabor de mi semen lejos de asquearme me excito más y le correspondí con mi lengua muy dentro de su boca, le dije, ahora sigues tu.
La cargue al sillón de la oficina y la senté, la volví a besar, baje a su cuello y ella se estremecía, no toque sus tetas, eso lo reserve para después, me fui directo a su entrepierna, levante poco a poco su minifalda hasta dejarla enrollada a su cintura y pude ver su sexo enfundado en un bikini de color negro, los vellos sobresalían a los lados del bikini, lo que le daba un toque de inocencia la asunto. Bese y mordí por buen rato sus muslos, hasta que baje su bikini, pude ver una mata de pelos negra, algo larga que cubrían casi en su totalidad su sexo, hice aun lado los vellos y comencé a besar esa vagina que se miraba muy húmeda y que sabía a gloria, me subía a su clítoris y lo chupaba mientras le metía dos dedos. Miraba su cara y estaba transformada, solo decía así, así, sigue, dámela, ya la quiero. Pero la idea no era esa, seguí metiendo mis dedos cada vez más rápido hasta que ella exploto en un orgasmo que dejo mis dedos pringosos de sus jugos. La seguí besando y le di a probar mis dedos, ella los lamía como gata y ponía cara de cachonda.
Me hice hacía atrás y me guarde mi pene ya duro de nuevo, le dije, gracias por este inicio, a partir de ahora espera muchas cosas de este tipo. Me ha encantado lo que has hecho y lo que te has dejado hacer. Muchas gracias, recuerda que hay una junta al rato.
Ella solo me sonreía mientras se arreglaba la ropa. Nos vemos a las 10 le dije, creo que realmente me has relajado. Nos dimos un beso y ella salio a su lugar, -Creo que esto va a ir muy bien me dije .
FIN DE LA PRIMERA PARTE
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