Mi nueva madrastra (parte 6)

El viaje con mi madrastra acaba con una fiesta emocionante

Pasamos gran parte de la tarde mirando tiendas y riendo por la cara que puso la dependienta de la tienda, es un rato agradable con mi madrastra que me hace descubrir su lado más amigable y divertido, ya que nunca había tenido la oportunidad de compartir un rato así con ella, antes todo era formalidad y ahora todo era sexo.

Cuando ya estábamos cansados de dar vueltas y vemos que ya son casi las 9 de la noche, Rebeca me pregunta que prefiero, conducir de vuelta a casa o quedarnos en un buen hotel y disfrutar de la noche madrileña, entre ambos decidimos que lo mejor será dormir aquí, ya que son 3 horas de viaje y después de todo el día de tiendas estamos bastante cansados. Rebeca me dice que tiene el hotel perfecto para quedarnos esa noche, así que nos montamos en el coche y Rebeca pone el GPS rumbo a el.

De camino seguimos charlando sobre temas banales pero entretenidos, continuando con el buen rollo que habíamos tenido durante todo el día. Llegamos al paseo de la Castellana, una de las calles principales de Madrid, y el GPS me ordena girar hacia las torres que en esa calle se encuentran, llegamos al parking del Eurostars Madrid tower, uno de los hoteles más lujosos de todo Madrid. Aparcamos el coche y nos dirigimos en el ascensor hacia la recepción del hotel, una vez allí una chica muy joven nos atiend. Es rubia, ojos castaños, mide 1,70 y tiene una sonrisa perfecta, además de intuirse una figura espectacular marcada en su formal vestimenta.

C - Hola, buenas noches, bienvenidos al hotel Eurostars, ¿En qué puedo ayudarles?

R - Buenas noches, tenía una reserva de dos habitaciones, a Nombre de Rebeca Gómez.

Al escuchar que tenía reserva me quedé un poco sorprendido mirando a Rebeca, ella me miró y me sonrió.

C - Aquí lo tengo, una suite presidencial y una habitación doble superior, ¿Pagará con tarjeta o en efectivo?

R - Con tarjeta por favor.

C - Perfecto, hoy yo estaré a disposición de los clientes, mi nombre es Carla, si necesitais algo llamad al 001 y os atenderé encantada, el desayuno de sirve de 8 a 10:30, que pasen muy buena noche.

Ambos le damos las gracias y nos dirigimos hacia el ascensor, dispuestos a ocupar nuestras habitaciones.

L - ¿Como que tenías reserva? Le pregunto yo con una pequeña sonrisa.

R - Si, no iba a permitir que nos fuéramos de Madrid sin venir a mi habitación favorita.

L - ¿Y por qué has reservado dos habitaciones?

R - Te recuerdo que las tarjetas están a nombre de tu padre, si ve que solo hay una habitación reservada podría sospechar. Le diremos que se nos hizo tarde y nos quedamos a dormir aquí, tú en un habitación y yo en la suite.

Me sorprendía lo calculadora y previsora que era Rebeca, había pensado en todo y lo había dejado todo listo para no levantar sospechas. Llegamos a la habitación y era impresionante, tenía un pequeño bar con una barra y un cómodo sofá delante de una pequeña chimenea todo ello en una pequeña sala a parte, al fondo, estaba la cama, con una espectacular vidriera que dejaba una vista espectacular de todo Madrid a los pies de la cama. Rebeca me dijo si me gustaba y la verdad no podía decir que no, el sitio era espectacular.

R - Voy a darme una ducha, ¿después quieres que salgamos a cenar y a tomar unas copas?

L - Por mi perfecto, ¿Que lugar tienes reservado para cenar? Le pregunto con tono jocoso

R - Jajajajaja, eso no lo tengo aún planeado. Me dice Rebeca mientras se dirige hacia el baño.

Aprovecho ese momento para llamar a María, aún no la había avisado de que me quedaría en Madrid a dormir.

L - Hola María, ¿Que tal? ¿Aún te dura la rescaca?

M - Hola Lucas, no, ya me encuentro mejor, me estaba preparando para ir a tomar algo con mis amigas, ¿Tú qué tal? ¿Ya vuelves?

L - No, te llamaba para eso, me quedaré a dormir aquí, Rebeca a reservado dos habitaciones para no tener que conducir tan tarde hasta Burgos, mañana por la mañana vuelvo, ¿No vemos por la tarde? ¿O tienes plan?

M - Vale, perfecto. No, no tengo nada, así que si quieres nos vemos

L - Perfecto, mañana te aviso cuando llegue, pasalo bien.

M - Gracias, creo que vamos a quedar con Mario y Óscar.

L - ¿Y Roberto?

M - pfff, creo que tenía la casa libre y lleva todo el día allí con Esther, ya no contamos con ellos, imagino que llevarán follando todo el día.

L - Bueno, mañana podemos aprovechar tu y yo.

M - Jajajajaja, puede que sí. Pasa buena noche, mañana nos vemos.

L - Adiós, pásalo bien.

Cuelgo el teléfono y me dirijo hacia el bar. Está al detalle, con todo muy cuidado, se nota que es un hotel de verdadero lujo. Escucho como Rebeca sale del baño y camina por la habitación, descuelga el teléfono y la escucho hablar.

R - Subidnos por favor una botella de Moet.....si a la suite. Muchas gracias.

Escucho como vuelve a caminar de vuelta al baño, me asomo y la veo desnuda caminando por la habitación, con el pelo aún mojado, entra al baño y unos segundos después sale con una toalla puesta, tapando su cuerpo, camina hacia mi, de una manera muy sensual.

R - ¿Te apetece tomar un poco de champán? He pedido una botella.

L - No me gusta mucho, pero te acompaño.

R - Muchas gracias, eres un verdadero caballero. Me dice mientras se sienta en mi regazo y me besa lentamente.

Mis manos van directas hacia sus nalgas, apretándolas mientras la continuo besando, su beso empieza a ser más intenso y húmedo, haciendo que mi erección empieze a crecer, lo cual Rebeca siente, ya que lleva su mano directa a mi polla.

R - ¿Ya se ha despertado mi amiga? Me dice Rebeca clavando sus ojos en los míos.

L - Ya sabes lo cachondo que me pones.

La puerta suena justo cuando la cosa se ponía interesante, Rebeca se levanta y se dirige a abrir la puerta. Veo que vuelve con una amplia sonrisa y detrás de ella entra la chica que nos atendió en recepción, con una especie de carro con una cubitera, un par de copas y la botella de champán.

C - ¿Os lo dejo o desean que se lo sirva?

R - Por favor, sirvanos dos copas.

Carla se gira a preparar las copas y mi madrastra se dirige hacia mi, se pone de rodillas en el suelo, mirándome fijamente a los ojos, desabrocha mi pantalón y saca mi polla completamente erecta de dentro de él, me quedo totalmente petrificado, sin poder hacer nada para evitar la locura que está haciendo, solo me quedo inmóvil mirando como empieza un ligero movimiento en mi polla y la engulle de un tirón. Carla, que termina de servir las copas se gira para servirnos y se queda de piedra, mirando como mi madrastra está de rodillas frente a mi engullendo mi polla sin importarle que ella esté delante.

C - Eemmm, perdón, les dejo aquí las copas y les dejo a solas.

Rebeca se saca mi polla de la boca sin soltarla.

R - Muchas gracias Carla, ¿Quieres tú una copa?

C - eeeh esto no, lo siento, tengo que seguir trabajando, espero que pasen buena noche.

Carla sale algo avergonzada y apresurada de la habitación, mientras yo miro como se aleja y siento como mi madrastra vuelve a engullir mi polla por completo.

L - Joder Rebeca estás loca, ¿Ahora eres exhibicionista? Le pregunto algo incrédulo ante lo que acaba de suceder.

R - ¿Acaso no te ha gustado? Me dice poniendo cara de guarra y lamiendo mi polla de arriba hasta abajo.

L - Joder me has puesto muy cachondo. La digo mientras la agarro del pelo marcando el ritmo de la mamada.

Y lo cierto es que esa situación me había puesto a mil, había sido algo tan inesperado e improvisado que se había convertido en una situación súper morbosa, me encantaba lo guarra que era mi madrastra y como me hacía disfrutar.

Rebeca continuó con su mamada, mirándome fijamente a los ojos y engullendo mi polla por completo, intercalando lametones a mi glande y succionando mis huevos mientras me pajeaba con su mano derecha.

R - ¿Te gusta cómo te la chupo? ¿Te vas a correr en mi boca? Me preguntaba Rebeca mirándome con esa cara de guarra que me ponía tanto.

L - Si joder, te voy a llenar la boca de leche puta.

La digo a la vez que la agarro con fuerza de su pelo e inició una profunda follada de boca, cogiendo por sorpresa a Rebeca y haciendo que las arcadas sean continuas y las lágrimas se le salten en los ojos. Continuo follando con fuerza su boca hasta que noto como mi corrida es inminente, agarrandola de nuevo bien fuerte y clavando mi polla en su garganta, descargando toda mi leche en su interior.

L - Dios, que buena mamada me has hecho joder.

R - Mmmm me encanta que me llenes la boca de leche. Me dice Rebeca después de tragarse todos los restos que le quedaban en ella.

Me percaté que ya eran las 11 de la noche.

L - Joder, se nos ha hecho un poco tarde, ¿donde vamos a cenar? Le pregunté a Rebeca, ya que yo no conocía demasiados sitios en Madrid.

R - Llamaré a recepción a ver si en el restaurante del hotel hay sitio. Rebeca se dirigió aún desnuda hacia el teléfono, habló con recepción y a los dos minutos volvió al bar.

R - Preparate, en 20 minutos bajamos a cenar.

Realmente yo no tenía que hacer mucho, solo me daría una ducha rápida y estaría preparado.

Pasado 15 minutos yo ya me había duchado y preparado, y Rebeca acababa de ponerse sus zapatos y se dirigía a la puerta, conmigo a su lado. Iba impresionante, sin maquillaje, sin nada demasiado provocativo, una ropa elegante pero nada demasiado llamativo, me encantaba ver a una mujer al natural, sin nada "artificial" sobre ella, y aún así, sin nada de eso, Rebeca era la mujer más sexi de todo el hotel. Pasamos delante de la recepción y allí estaba Carla, la cual parecía algo nerviosa al pasar nosotros por delante, aunque si note que no nos quitaba ojo ni a Rebeca ni a mí, que también me sentía algo nervioso después de lo ocurrido, pero Rebeca mostró una enorme sonrisa saludando a la hermosa chica sin siquiera inmutarse, ¿Como podía estar tan tranquila después de haberme comido la polla delante de esa mujer y después saludarla como si nada hubiera pasado?.

Nos dirigimos al restaurante y el camarero nos indico donde estaba nuestra mesa, una pequeña mesa redonda para dos personas con unas vistas espectaculares de Madrid, la verdad que ese hotel era una maravilla, en esos momentos era en los que estaba agradecido por la vida que llevaba gracias al trabajo duro de mi padre, aunque ello me hacía de nuevo pensar en lo que estaba haciendo, ¿Era una mala persona por actuar así con la persona que me había dado la buena vida que llevaba? Fue algo que me empezó a rondar en al cabeza al iniciar la cena, y que continuó a lo largo de la misma, estando algo más distante o distraído, lo cual no fue en vano para Rebeca.

R - Lucas ¿Te encuentras bien?

L - ¿eh? Si, perdón, solo pensaba en mis cosas.

R - ¿Estás seguro? Puedes contarme lo que quieras.

L - Uffff, no se, es solo que me siento mal con todo esto. ¿No está mal que le seas infiel a mi padre conmigo? A su vez yo también le estoy siendo infiel a María, a la cual quiero mucho y no quiero que se estropee mi relación con ella, ¿Esto que hacemos no es demasiado malo? Le pregunto a Rebeca mirándola a los ojos.

R - Si no quieres seguir no pasa nada, te entiendo, pero para mí ésto es solo sexo, tu solo eres un chaval joven que se que me va a dar caña siempre que quiera, además me pones un montón, pero nada más allá que eso, yo quiero a tu padre y esto no lo hago por hacerle daño, es solo saciar mis necesidades, tú padre trabaja un montón y bueno, digamos que no me tiene del todo satisfecha, así que simplemente calmo mis necesidades de mujer contigo, pero es sólo eso, sexo y morbo.

Visto desde ese punto no sonaba tan mal, yo tenía claro que quería a mi pareja, no quería que Rebeca fuera mi nueva novia o algo así, realmente para mí también era solo morbo.

L - Supongo que tienes razón. Le dije yo sintiéndome algo mejor, aunque aún con mis dudas en la cabeza.

Terminamos la cena sobre las 12:30, mientras seguíamos observándo las preciosas vistas que nos ofrecía nuestra posición, hasta que decidimos abandonar el restaurante y buscar algo de ambiente por la noche madrileña, nos dirigimos hacia la recepción donde seguía estando Carla.

R - Buenas noches Carla, ¿Donde podemos salir de fiesta hoy? Supongo que una chica guapa y sexi como tú sabrá donde están las mejores fiestas de Madrid

C - P-pues si quiere una discoteca le recomiendo el teatro Kapital, si quiere puedo llamar para que les preparen un reservado.

R - Gracias, eres muy amable.

Rebeca se dispuso a llamar a un taxi mientras la recepcionista nos hacía la reserva en la discoteca, se notaba que seguía muy nerviosa por lo sucedido y que la actitud fría de mi madrastra le producía una sensación de nerviosismo aún mayor. Mientras las dos mujeres hablaban por teléfono observaba a ambas, realmente eran dos mujeres muy sexis, pero no podía dejar de mirar a Carla y pensar en la situación que habíamos vivido antes, me daba morbo lo buena que estaba y lo que había visto hacia un rato en la habitación. Mi madrastra me llamo y me hizo salir de mi morboso trance.

R - Tenemos un taxi ya en la puerta. Muchas gracias por tu atención Carla.

Le dijo mi madrastra sacando un billete de 50 euros y entregandoselo a la recepcionista, la cual agradeció el gesto con una nerviosa sonrisa.

R - ¿Hasta que hora trabajas?

C - Hasta las 5 estaré por aquí.

R - Perfecto, ¿podrías tener lista en nuestra habitación tres copas de Gin tónic G-vine para las 4:30?

C - Sin problema, así lo tendrá señora.

R - Muchas gracias de nuevo.

Me quedé mirando a Rebeca, la cual me sonrió pícaramente, y se dirigió a la puerta para coger el taxi. Mire de vuelta a Carla la cual me miraba con la cara algo roja y me despedía al igual que había hecho con mi tía. Nos montamos en el taxi y en 20 minutos estábamos delante de la puerta de la discoteca. Nada más llegar el portero nos hizo un gesto para que avanzaramos la cola. Era un tío alto, de más o menos 1,90, se notaba que estaba fuerte, iba con un traje muy elegante, era moreno y de ojos azules.

P - ¿Es udted la señora Rebeca? Nos llamaron del hotel y nos dijeron que vendría en taxi con un acompañante.

R - Si, soy yo.

P - Pasen, les tenemos listo su reservado, pasen buena noche.

R - muchas gracias. Le dice mi tía mirandole fijamente.

Entramos dentro de la discoteca y el lugar estaba a reventar. Es un sitio muy curioso ya que consta de la pista central, donde la gente baila y bebe, y a los costados de la misma están los reservados, que son como una especie de anfiteatros, como si de un teatro real se tratara. Nos dirigimos a nuestro reservado donde tenemos ya una cubitera con una botella de ron y varias coca colas, además de copas a nuestra disposición. El ambiente es espectacular, hay mucha gente y la música suena a todo volumen. En el reservado que está más cerca del nuestro hay un grupo de mujeres de unos 35 años que parece celebran un cumpleaños.

Rebeca y yo tomamos un par de copas mientras charlamos sobre lo animadas que están las chicas de al lado, la cantidad de gente que hay en el lugar y lo curiosa que es la disposición de los reservados. Pasado un rato decidimos bailar un rato, Rebeca se mueve espectacular, baila delante mío algo del por aquel entonces tan conocido electro latino. Sus movimientos y restriegos no pasan desapercibidos para las chicas de al lado, las cuales la empiezan a animar, lo que arranca una carcajada a Rebeca. Yo me siento algo nervioso al ser observado por esas mujeres mientras Rebeca y yo seguimos bailando.

Se nota que nos empieza a subir la temperatura, mis manos empiezan a sobar a Rebeca, agarrando su culo, rozando sus tetas y dándola besos por el cuello. Todos los remordimientos que había sentido desaparecían en cuanto Rebeca empezaba a porvocarme, era algo que simplemente no podía evitar. Rebeca empieza a tener la respiración más acelerada y sus manos se dirigen hacia mi entre pierna, la cual empieza a sobar mientras seguimos bailando. La llegada de una camarera interrumpe nuestros movimientos, los cuales empezaban a subir demasiado de tono. Nos trae más coca cola y vasos limpios para terminar nuestra botella. Son las 3:15 de la mañana y Rebeca me dice que para las 4 nos tenemos que ir al hotel.

Veo que las chicas de al lado se han subido unos chavales algo más jóvenes a su reservado, son más que ellas, y se restriegan y manosean con ellos, igual que hacíamos Rebeca y yo antes. Nos quedamos sentados en los sofás, tomando el resto de las copas mientras hablamos sobre lo que pasa en el reservado de al lado.

R - ¿Por qué os ponen tanto las mujeres más mayores a los chavales? Me pregunta Rebeca al oído.

L - supongo que es morbo, por la experiencia, además de que esas mujeres son bastante sexis.

R - ¿Y por qué te pongo yo a ti? Me dice mientras me mira a los ojos.

L - Pues por qué estás buenísima. Le digo mientras me acerco a ella y le doy un largo y humedo beso, haciendo que la temperatura vuelva a subir.

Seguimos entre beso y manoseo en el reservado hasta que llega la hora de irnos, bajamos a la puerta dando las gracias antes a los camareros y los porteros por el buen trato recibido, Rebeca paga la cuenta esta vez en efectivo y nos dirigimos hacia un taxi, poniendo rumbo al hotel.

Llegamos al hotel a las 4:20 de la mañana, bajamos del taxi y entramos en dirección a la recepción, dónde esta vez no se encuentra Carla. Mi madrastra suelta una pequeña sonrisa y se dirige hacia el ascensor, conmigo de la mano. Subimos hasta la planta donde está nuestra habitación y entramos dentro, comprobando que las luces están encendidas. Avanzamos hasta el bar, encontrándonos allí a Carla con las 3 copas ya preparadas, de pie al lado de la barra, con su vestimenta perfecta que marca una figura espectacular.

C - Aquí lo tienen todo como me habían pedido, ¿Desean algo más?

R - Si, por favor, ¿Puedes tomar asiento y acompañarnos? Una de esas copas es para ti. Le dice Rebeca mientras la mira fijamente y se sienta en el sofá.

C - Muchas gracias por la invitación, pero mi turno acaba a las 5, aún estoy en horario de trabajo.

R - Bueno, por media hora creo que puedes hacer una excepción, ¿Acaso no te gusta cometer alguna travesura? Dice mi madrastra mientras la mira muy fijamente y coge su copa, dándole un trago.

Yo sigo de pie, observándo la conversación y la tensión que se nota dentro de esa habitación. Veo como Carla mira a mi tía y me mira a mi, algo sonrojada y nerviosa. Rebeca se levanta y le da la mano, hablando muy cerca de ella.

R - Se nota que eres una chica muy trabajadora y responsable, necesitas relajarte un poco, no te preocupes por tu turno, si hubiera algún problema, yo hablaré con tu superior. Le dice Rebeca mientras la sigue mirando muy fijamente y la dirige hacia el sofá, haciendo que se siente.

R - Lucas, siéntate aquí, en medio de las dos.

Me dirijo hacia el sofá algo atónito ante la situación que está dibujando mi madrastra, veo las intenciones que tiene, pero siento que es algo arriesgado. Me siento entre ambas y los 3 alcanzamos nuestras copas.

R - Un brindis por el buen trabajo de Carla, toda una profesional.

C - Vaya, muchas gracias señora, es un placer.

R - Llámame Rebeca, no me gusta tanta formalidad tomando una copa.

Estuvimos charlando durante una media hora, tomando la copa y haciendo que la cosa se relajara un poco más. Carla se fue abriendo según el tiempo pasaba y la copa iba bajando y nos contó que tenía 27 años, que era de Madrid y que estaba soltera y llevaba trabajando en ese hotel hacia 1 año y medio. Yo me sentía ya algo más cómodo ante la situación que al principio se había dado, charlando con ambas, hasta que mi madrastra le dio un vuelco a la situación, aprovechando que Carla ya se había deshecho de tanta formalidad y estaba más relajada.

R - Bueno Carla, ¿Te ha molestado que le chupe la polla a Lucas mientras nos servias? Esto nos coge por sorpresa a ambos, haciendo que nos quedemos un poco cortados.

C - Bueno Rebeca, molestado no, pero si ha sido un poco violento. Dice Carla algo nerviosa por la pregunta.

R - ¿Y no te ha gustado? Le dice Rebeca mientras noto como su mano avanzo sobre mi pierna.

C - Jajajajaja bueno, no ha estado mal. Dice Carla con una sonrisa nerviosa.

Su respuesta me sorprende, ¿Le está siguiendo el juego a Rebeca?. Se hace un silencio mientras Rebeca sube su mano hasta mi entrepierna, de lo cual Carla ya se ha percatado y mira como su mano se abre paso hacia mi polla

R - ¿Quieres chuparla tu también Carla? Dice Rebeca mientras mira a la joven chica, la cual le devuelve la mirada fijamente, mientras Rebeca empieza a soltar mi bragueta y el botón de mi pantalón, tirando de mi calzoncillo hacia abajo liberando mi polla, la cual está ya más que dura viendo cómo está avanzando la noche.

Rebeca coge la mano de Carla y la lleva hasta mi polla, la cual agarra nervisosa pero firme, empezando un lento y suave sube y baja. Yo estoy en una nube, veo como Carla empieza a acelerar su respiración, todo ese ambiente la estaba poniendo muy cachonda. Rebeca me mira y sonríe pícaramente, se acerca a mí y me da un apasionado beso, uniendo nuestras lenguas, mientras Carla empieza a hacer más firme y contundente su movimiento de mano sobre mi polla.

Rebeca se levanta y se coloca detrás de Carla, la cual ya pajea mi polla a gran ritmo, coloca sus manos en sus tetas y las masajea, mientras besa el cuello de ella, haciendo que se estremezca. Coge su Americana y la tira al suelo, abre su camisa y por primera vez puedo ver sus tetas tapadas por el sujetador, son algo más pequeñas que las de Rebeca, pero se puede ver qué son perfectamente redondas y bien formadas. Rebeca sigue besando el cuello de Carla, mientras suelta su sujetador y deja a la vista sus preciosas tetas, yo alargó mi mano y las toco, mientras ella sigue pajeandome sin parar, cada vez subiendo más el ritmo, al tiempo que se acelera aún mas su respiración.

R - Comete toda su polla, se que lo estás deseando. Le dice al oído, haciendo que Carla baje inmediatamente su boca hacia mi entrepierna engullendo mi polla de golpe.

L - Joder, si, comete mi polla. Digo mientras cojo su rubia melena,

Carla sube y baja sobre mi polla, chupándola con ansía, lamiendo mi glande y mirándome a los ojos mientras vuelve a tragar mi polla de golpe.

R - Tumbate en el sofá Lucas. Me dice mi madrastra mientras se termina de quitar la ropa después de haberse estado tocando viendo cómo Carla me comía la polla.

Me tumbo en el sofá, quedando Carla a mis pies chupando mi polla con desesperación, mientras mete su mano debajo de su tanga, introduciendo dos dedos dentro de su coño. Rebeca sonrie y se coloca sobre mi, sentándose sobre mi cara, poniendo su coño en mi boca. Recorro todo su coño con mi lengua, saboreando sus jugos, sacando un suspiro a mi madrastra, la cual masajea sus tetas y pellizca sus pezones.

R -oh si joder, comeme el coño Lucas, hoy tienes a dos putas para ti. Dice Rebeca mientras sigo lamiendo su coño del cual no dejan de salir flujos. Meto mi lengua hasta lo más profundo de su coño, sacando de su garganta un gemido, los cuales se mezcla con el sonido de la mamada y los suspiros que suelta Carla al enterrar sus dedos en su coño.

C - Joder vamos a la cama, quiero que me folles.

Rebeca se levanta de su sitio, con su coño lleno de mis babas y sus jugos, Carla suelta mi polla y se dirige a la cama, poniéndose en el borde a 4 patas, apartando su tanga a un lado y ofreciéndome su coño entero para mí.

L - Mmmm me gusta ese coñito, ¿Quieres que te folle?

C - Si joder, follame por favor, lo necesito, llevo cachonda desde que he visto a esa zorra comerte la polla.

L - ¿Te ha gustado ver cómo me la chupaba? La digo minetras azoto su culo y froto mi polla contra su coño.

C - mmmm fffff si joder, me ha encantado, pero metela ya por favor.

Rebeca se sube en la cama y se abre de piernas frente a Carla, acariciando su coño frente a ella, ofreciéndoselo para que se lo coma.

L - Comele en coño. Le digo yo desde atrás con un tono autoritario, mientras sigo frotando mi polla contra su coño que está inundado de flujos.

C -Joder follame ya. Dice Carla totalmente desesperada mientras mueve su cadera hacia atrás buscando mi polla.

L - Te he dicho que le comas el coño zorra. La digo mientras la doy un azote y la agarro del pelo, tirando de el hacia atrás y hablando directamente en su oído.

Esto pone a Carla aún más caliente y entierra su cabeza entre las piernas de Rebeca, la cual pone cara de guarra al ver como ordeno a la rubia que le coma el coño. Lame todo su coño, metiendo su lengua y pasando sus dedos por el clítoris de mi madrastra.

R - Oooh si joder, comeme el coño zorra. Follate a esta puta Lucas. Me dice mientras clava sus ojos en los míos y agarra a Carla por su rubia melena.

Cojo mi polla y la dirijo a la entrada de su coño, dando un golpe de cadera e introduciendo la mitad de mi polla de golpe, sacando un gemido profundo de Carla, la cual sigo con su cabeza entre las piernas de mi madrastra

C - Oh sii joder, follame, necesitaba una polla dentro de mi coño joder, follame bien duro. Dice Carla antes de seguir comiendo el coño de Rebeca, la cual disfruta de la morbosa imagen mientras se sigue retorciendo los pezones.

Empiezo a bombear el coño de Carla, la cual está fuera de sí, gimiendo y comiendo el coño de Rebeca que agarra la cabeza de la rubia, gimiendo por la comida de coño que le está regalando.

R - Oh sí zorrita, comeme el coño, que bien lo haces para lo que te ha costado empezar putita. Me dice Rebeca mientras me mira a mi fijamente.

C - DIOS SIGUE, SIGUE, FOLLAME JODER NO SABES CUANTO NECESITABA ESTO. Gime Carla al tomar aire.

L - oh sí joder me encanta follarte zorrita, ¿Te gusta mi polla?

C - SI JODER, ME ENCANTA, FOLLAME JODER, PARTEME EL COÑO.

R - Sigue comiendome el coño putita. Le dice Rebeca dándole una torta en la cara a Carla. Esto último parece que pone aún más perra a la rubia que empieza a mover sus caderas al compás de mis penetraciones, haciendo que llegue hasta el fondo.

L - Dios que coñito más apretado tiene esta zorra, ¿Que tal te come el coño? Le digo a mi Rebeca mientras azoto el culo de Carla una vez más.

R - Dios me encanta como me lo come, pero quiero sentir tu polla dentro. Me dice Rebeca con cara de guarra mirandome directamente a los ojos.

Saco mi polla de dentro del coño de Carla y la muevo, para que se coloque sobre la cara de Rebeca, cambiando ahora las posiciones, colocandome yo entre las piernas de Rebeca para follarmela a ella.

L - Comele ahora el coño a esta guarra mientras te follo. La digo mirándola fijamente y dandole una torta en la cara, haciendo que Rebeca se excite aún más, sacando su lengua y comiendo el coño de Carla.

C - Joder si, comeme el coño putita.

Apunto mi polla hacia el coño de Rebeca y la penetro de un solo golpe, clavando mi polla hasta lo más profundo de su coño, sacando un gemido contra el coño de Carla, la cual se sienta aún más abajo, haciendo que la lengua de Rebeca se clave aún más adentro de su coño.

La habitación es una mar de gemidos y chapoteos de los coños de las dos diosas que me estoy follando, sigo percutiendo el coño de Rebeca mientras esta se come el coño de Carla, que está frente a mi pellizcando sus pezones y mirándome con cara de morbo absoluta.

C - Oh sí joder, me voy a correr, follate duro a esta puta para que me coma bien el coño, diossss, si joder, ME CORRO, ME CORRO, DIOS SI, SIGUE SIGUE OOH SII JODEEERRR. Gime Carla, corriendose en la boca de Rebeca, la cual traga sus jugos mientras yo sigo follando duro su coño, sintinedo que mi orgasmo está cerca. Carla se retira de encima de Rebeca totalmente exausta por la comida de coño y la follada que le hemos dado, mientras Rebeca ahora gime sin barreras mientras sigo follando su apretado coño.

R - SI SI SI JODER FOLLAME MAS DURO JODER, ESTOY MUY CACHONDA, ESTA ZORRA SE HA CORRIDO EN MI BOCA, QUIERO QUE ME ROMPAS EL COÑO JODER. Los gemidos de Rebeca inundan la habitación, mientras siento que su orgasmo es inminente.

R - SI JODER ME VOY A CORRER SI FOLLAME SI SI SI SI JODER ME CORROOO. Grita Rebeca mientras su orgasmo llega succionando mi polla, haciendo que mi orgasmo sea también inminente, sacando mi polla de dentro de su coño, y colocando a ambas de rodillas en el suelo y soltando toda mi leche sobre la cara y la boca de ambas, dejando ante mi una imagen de lo más morbosa, con esas dos diosas compartiendo mi orgasmo.

L - Oh sí joder, dios, ha sido espectacular.

C - Joder, cuanto te has corrido.

R - Pues hace una horas a mi me ha llenado dentro de un probador.

Carla se ríe ante el comentario de mi madrastra.

C - Ya veo que os gustan las emociones fuertes. Dice Carla dirigiéndose al baño para darse una ducha.

Rebeca se levanta después de haberse tragado toda mi leche y me da un apasionado beso.

R - ¿Te ha gustado el viaje?

L - Joder, no podría haber sido mejor...

Continuará.