Mi nueva experiencia

Una madre empieza a despertar su interés por su hijo y acaban,.....

Hola a todo@s.

Mi nombre es Maria Jose, aunque todo el mundo me llama Mariajo.

Tengo sesenta y dos años, y vivo en Zamora. Tengo dos hijos, una chica de cuarenta y dos  y un chico de cuarenta años.Estoy viuda desde hace ya más de diez años.

La culpa de estar contando esto es de mi hijo pequeño Luis Javier, un buen chico que ha hecho que vuelva a ver la vida de otra manera e incluso ha despertado en mi sensaciones que ya estaban muerta hace varios años. Soy una jubilada de banca por lo que llevo más de diez años jubilada. Tengo una pensión que da para vivir sin ningún tipo de apuros e incluso para darme los caprichos que yo quiera.

Vivo yo sola en el piso, en el que he visto crecer a mis dos hijos, o vi morir a mi marido. Nunca me faltan la visita de alguno de mis hijos.

A diferencia de muchas mujeres de mi edad, yo lo de estar en casa como que no lo veo. Me gusta salir con mis amigas, ir a bailar, a cenar los fines de semana, me gusta irme de vacaciones..

Incluso dos amigas y yo, nos hemos apuntado a un gimnasio y vamos todos los días a pasar un rato por la mañana.

Si a mis sesenta y dos años, voy a un gimnasio, me gusta verme bien y sentirme ágil a mi edad.

Bueno, no os aburro más, voy a contaros como, comenzó la historia y como he llegado hasta donde he llegado con mi hijo Luisja.

El caso que era un día cualquiera en mi vida. Me levanté, desayuné, mire mis redes sociales... A mi teléfono llegó un mensaje al grupo de Gym, de una de mis dos amigas, con las que suelo ir al gimnasio.

# Chicas hoy no voy a ir al gimnasio, me encuentro mal. No he pegado ojo en toda la noche, menudo dolor de tripa. Mañana nos vemos.

  • Vale, contesté yo. Mejorate un beso.

  • Si, que te mejores Lourdes, dijo mi amiga Merche.

Me puse mis mallas, y cogí ropa de cambio para después de la ducha. Todo era como un día normal.

Hasta que una vez en el gimnasio, estábamos andado/corriendo en la cinta Merche y yo.

Pero habia algo raro en ella.

Merche que estaba en la cinta de al lado tenía la mente ida, la mirada perdida....

No era la Merche de otros días. Le pregunté

  • Merche estás bien? hoy no hablas nada.. Has reñido con tu marido?

  • No, tranquila Mariajo estoy bien. No se estaré cansada.. Dijo mi buena amiga.

Pero nos conocemos hace más de treinta años, habíamos sido compañeras de trabajo. Y sabía que lo me había dicho era una escusa barata. Algún problema tenía..

Pasamos las mañana, con nuestras rutinas, un poco de bici, un poco de eleptica, un poco de remo y unas abdominales, unas pesitas....

Pero Merche seguía con su cabeza en otro lado. Fíjate si sabía que tenía algún problema que en toda la mañana, me había dicho lo bueno que estaba el monitor. Y es que de normal es capaz de repertirmelo más de 5 veces, pero hoy nada. Ni tan siquiera lo nombre, cuando vino a a darnos los buenos días y a marcar nuestro entrenamiento.

Nos dimos una ducha y salimos como todos los días, a tomar un café.

Sentadas en la mesa Merche miraba el café y le daba vueltas sin abrir la boca.

  • Mira Merche me podrás decir misa, pero sé de sobra que te pasa algo. Te conozco desde hace muchos años, te veo casi todos los días, y sé que algo te pasa.

Somos amigas, y tenemos confianza de sobra para contarnos las cosas. Si me dices que te pasa igual te puedo ayudar..

Le dije a mi amiga.

Merche miró para ver si teníamos gente cerca, suspirando dijo

  • Esto, no tiene solución. No te lo puedo contar, me muero de vergüenza. Dijo Merche sin levantar la vista de la taza.

  • Bueno, tranquila no creo que sea para tanto. A ver qué pasa, que has caído en la tentación y te has liado con algún yogurcin, y ahora te puede la conciencia por ponerle los cuernos a tu marido? Le pregunté a Merche

  • Ojala fuese eso, Mariajo. Pero es algo mucho peor. Dijo sin querer hablar del tema Merche.

  • De verdad, que no contaré nada puedes confirmar en mi. Seguro que si me lo cuentas entre las dos podemos buscar la mejor solución. Intenté ayudar a mi amiga. Le dije mientras cogía mi mano con la suya.

Merche miró a nuestro alrededor y me dijo.

  • Vamos a tu casa, y lo hablamos. Este no es el sitio de contarlo.

Fuimos andando hacia mí casa, pero Merche no decía ni mu. Tenía los labios sellados.

La verdad que pesaba que algo había pasado con sus hijo. Estaba pensado que había tenido algún problema con las drogas..

Y es que Meche tiene un hijo, de la misma edad que Luisja. Pero es un poco raro. No tiene muchos amigos, vive todavía con sus padres. Del trabajo a casa y de casa al trabajo... No sé es un poco raro el chaval...

Llegamos a mi casa y pasamos al salón, deje mi mochila en la entrada y le ofrecí algo de beber a mi amiga.

  • Merche, quieres algo una tila, un café.. No sé lo que sea.

  • Agua porfavor Mariajo. Tengo la boca seca. Diciendo esto Merche se echó a llorar..

No sabia que pensar después de este drama me esperaba alguna noticia muy muy mala.....

Me senté a su lado en el sofá, y le di el vaso de agua. Bebió dos sorbos y lo dejo en la mesa.

Esperé que la noticia sería algo muy muy malo...

  • Madre mía Maria José que problemon tengo en casa..Dijo Merche.

  • Bueno tranquila, todo tiene solución cuéntame qué te pasa. Le dije con voz tranquilizadora....

  • Es Paco mi hijo. Dijo Merche rompiendo a llorar...

  • Qué le ha pasado? Esta enfermo? Le pregunté inquieta..

  • Si, está enfermo pero no de salud. Dijo Merche subiendo sus mocos para arriba.

  • No, te entiendo. Las drogas igual... Me lo imaginaba, no le dije nada, solo lo pensé.

  • No, Marijose peor aún. Esta mañana, está mañana, me he ido de casa como todos los días para el gimnasio, pero con la cosa de que Lourdes estaba mala, se me había olvidado coger ropa de cambio, por lo después de haber salido de casa y estar cerca del gimnasio, me he dado la vuelta y he vuelto a casa a por ella.

He entrado a mi habitación, para coger la ropa y allí estaba mi hijo. Rompió de nuevo a llorar...

  • Qué estaba como? venga tranquila le dije intentado tranquilizarla..

  • Pues lo he pillado, lo he pillado haciéndose una paja con mi ropa interior, y además se había puesto mis medias, mis bragas mis sujetador.... No me ha oído entrar, tenía la polla en la mano....

  • Jaja, no me jodas Merche. Ese es el problema que tienes? Eso te pasa? le pregunté riendo...

  • No te rías Mariajo que la cosa es muy seria... Me ha dicho que se pone muy cachondo y que no es la primera vez... Dijo Merche llorando como una magdalena.

  • Pero bueno mujer, a ver no está bien lo que hace, pero bueno no creo que sea la cosa como para que te lo tomes así. Y mucho menos que te pegues la llorera que te estás pegando. Le dije tranquila después de saber cuál era el problema..

  • Tú crees que no es para tanto? Mi hijo mi propio hijo se pone cachondo ....Dijo Merche sin dejar de llorar.

  • Bueno, pero él a ti te ha dicho que tú le pones? y que se siente atraído hacia ti?

Hombre Merche que estás haciendo un drama... Le dije

  • No, no me ha dicho eso. No he hablado casi con él. Me ha dado mucho apuro. Me he sentido hasta mal. Mariajo verás cuando se entere su padre... Dijo ya un poco más calmada...

  • Bueno, a ver lo primero se lo has dicho a a tu marido Merche?

  • No, todavía no he estado con él. Dijo Merche ya sin llorar.

  • Pues de momento, no le digas nada a tu marido. Habla con tu hijo a solas y con tranquilidad. Preguntarle porque hace esas cosas y luego sacas las conclusiones. Qué estás haciendo un mar de un charco hija Merche. Me llevas toda la mañana atacada por esa mierda. Yo pensando que había pasado algo muy malo..

  • Pero y tu Mariajo no crees que lo que hace mi Paquito es normal? eh dime la verdad por favor.

  • A ver normal normal no es. Pero tampoco es para el drama que has montado. Tu Merche tienes confianza con él? Le pregunté

  • Si, claro. Dijo Merche.

  • Pues habla con él, y que te cuente. A ver porque lo hace...

  • Vale así lo haré. La verdad que me siento mejor ahora que te lo he contado. Dijo Merche.

  • Mira ahora está tu hijo en casa? Le pregunté a Merche.

  • Si, esta semana trabaja de noche.

  • Y está tu marido? le pregunté.

  • No hasta la tarde no viene. Dijo la buena de Merche.

  • Pues ahora vete a casa, te sientas con él, y lo habláis tranquilamente. Vale?

  • Vale Mariajo, haré lo que me dices, tienes razón. Igual todo tiene una explicación. Dijo Merche calmada del todo.

Despedí a mi amiga, y me puse ha hacer la comida, era miércoles y todos los miércoles desde que mi hijo Luisja se fue de casa viene a comer conmigo.

No dejaba de dar vueltas en mi cabeza, a lo del hijo de Merche. Joder con Paquito se pone cachondo con su madre. Mira que es rarito el chaval. Claro ahora me explico porque todavía estaba en casa... En fin.

Seguí con mis quehaceres culinarios.

A las 14:30 puntual como un reloj, abrió la puerta de casa mi hijo Luisja.

  • Hola mamá, Qué hay hoy de comer? Grito mientras iba por el pasillo..

  • Luisja hijo, lávate las manos, y vamos a comer que ya está el arroz en la mesa.

Mi hijo, se lavo la manos y vino a la cocina, me agarró como siempre de la cintura y me dió un beso en la mejilla.

  • Olé mi madre guapa que me ha puesto mi comida favorita, arroz y pollito asado... Eres un sol y diciendo eso me dio otro beso en la mejilla...

Nos sentamos en la mesa, y mientras comíamos, yo miraba a mi hijo.

Por un momento, llegué a pensar. Le pondré yo también a mi hijo?

Pero estoy tonta... qué coño hago pensando yo esa tontería. Madre mía lo que hace el aburrimiento..

Me sacó de mis pensamientos mi hijo.

  • Ehh perdona Luisja estaba pensando en una tontería. Que decías? Le dije a mi hijo.

  • Que digo, que el arroz está de muerte. Y que este fin de semana, igual vengo el sábado a comer.

  • Vale cariño, sin problema. Pero avisa con tiempo.. Le dije.

Terminamos de comer, mi hijo volvió a su trabajo, y yo me puse a recoger todo.

Me tumbé en el sofá, y me puse a investigar sobre aquello que me había contado mi amiga.

Cogí mi tablet y busque " Hijo se siente atraído por su madre".

Ante mi aparecieron miles de páginas, vídeos, había de todo.

Países en lo que era delito el incesto, relatos de hijos que estaban enamorados de madres..

Había una infinidad de resultados sobre este tema.

Encontré una página, de relatos, en cual el amor filial entre madre e hijos tenía varios relatos. Estaba claro que alguno sería ficción, pero seguro que había alguno que sería real.

El primero que leí hasta el final, me resultó obsceno, de mal gusto. Apagué la tablet avergonzada de haber leído aquello.

Me puse a ver la tele, pasaba los canales sin ver nada, mi mente estaba en otro lado.

Tenía un gusanillo dentro por saber algo más, del tema. Volví a coger mi tablet y abrí de nuevo la página de relatos. El segundo ya parece que me gustó algo más. Por lo menos no me pareció obsceno. Leí alguno más.

Llamó mi atención, uno de una mujer que relataba como ella a los cincuenta años, se sentía atraída por su hijo, que lo espiaba cuando se duchaba, e incluso se masturba pensado él...

Madre mía, pero como pude hacer eso con su propio hijo. Llegué a pensar que era una aberración.

Era la hora de cenar, fui a la cocina cuando sonó mi teléfono. Era Merche.

  • Hola Merche qué tal? Le pregunté.

  • Hola Mariajo, estás sola?

  • Si, tranquila estoy sola dime. Le dije esperando que me contaste algo...

  • Pues resulta, que ya he hablado con Paquito y me ha contado todo. Tenías razón, no era para tanto. Tenía que haber hablado con él, en vez de salir corriendo. Dijo Merche muy tranquila ya.

  • Qué te ha dicho? Se siente atraído hacia ti? Quiere ya sabes?..interrogue a Merche.

  • No, que va. Mira te cuento. He llegado a casa y le he dicho Paco tenemos que hablar lo de esta mañana no está bien.

Él me ha dicho, que estaba muy arrepentido, y que me iba a contar la verdad.

Me ha dicho que tiene novio, y que es gay, que no se atrevía a decirnos nada. Me ha pedido por favor que no le diga nada a su padre. También me ha dicho que se había vestido de mujer porque les pone mucho, que como estaba solo en casa le había dicho a su novio que viniese para.... bueno ya sabes. Y que he vuelto y por ello que lo he pillado como lo había pillado. Dijo Merche casi contenta.

  • Ves como no era para tanto. Ahora sí llegas a llegar media hora más tarde Merche.....

  • Si llego a llegar media hora más tarde Mariajo, me encuentro el pastel. Bueno por lo menos ya se lo que pensaba.

La verdad que nunca lo había pensado, pero no me importa lo más mínimo sus gustos sexuales. Lo importante es que sea feliz. Incluso le he dicho que me tiene que presentar a su novio. Y que a mí marido ya se lo diremos con tiempo....

  • Ves como todo tiene solución Merche.

  • Si, tienes razón. Pero me he puesto muy nerviosa. Dijo Merche.

Nos despedimos, yo cené y fui a la cama a ver la tele.

No sé cuando, pero mis ojos se cerraron. Me dormí como un tronco. Pero lo que no sabia era lo que mi subconsciente me tenía preparado ese noche.

Estaba soñando, era esa misma mañana, mi hijo venía de trabajar a comer conmigo, entró en la cocina y cogiéndome de la cintura, se frotó sus partes contra mi culo, a mi lejos de desagradarme, me gustaba. De hecho le dije que

  • Qué dura la tienes, cariño.

  • Eres tú mamá, que me la pones así. dijo mientras me daba la vuelta y sacaba mis tetas y empezaba a chuparlas... Metía su manos en mis pantalones y buscaba mi coño dentro de mis bragas.

Yo me dejaba hacer, mi coño volvía a tener vida. Estaba cachonda a más no poder...

  • Hijo, soy tu madre. Esto no está bien.

  • Lo que no está bien, es que dejes con dolor de huevos mamá.

Me puse de rodilla, iba a sacar su polla del pantalón para chuparsela, cuando me desperté.

Respiraba agitada, mi corazón iba a mil. La televisión alumbraba mi habitación. Todavía estaba encendida.

Joder todo había sido un sueño. Se puede saber que me estaba pasando?

No me conocía. Joder con la mierda de estar todo el día pensando en el incesto mi subconsciente, me la había jugado...

Me tranquilicé un poco, y intenté pensar en otro cosa.

Fui al baño, Al bajar mis bragas vi como estaba algo manchadas de flujo vaginal.

No puede ser. Si no lubrico desde ni me acuerdo.

La verdad que después de la muerte de mi marido sólo había tenido 4 o 5 relaciones sexuales, pero tuve que poner bien de lubricante porque yo no Lubricaba nada.

La menopausia me había dejado seca.

Pensé que igual empezaba a tener incontinencia, pero no. Metí mi dedo dentro de mi raja y estaba mojado pero no de pis, era pastoso, no líquido. Estaba claro era flujo vaginal. Madre mía pero que me estaba pasando.

Volví a la cama, y me costó conciliar el sueño mucho, en mi mente había mil ideas, mil cosas.... Al final me dormí.

Me sonó el despertador del teléfono, pero al levantarme me sentía diferente a otros días, me sentía como más joven. Como más alegre..

No sé, como explicar esa sensación, diferente a otros días....

Hice la rutina diaria desayuno, redes sociales...

Me preparé para irme al gimnasio. Cuando llegue Merche estaba ya en el vestuario y Lourdes ya se había cambiado.

  • Buenos días, chicas. Preparadas? Les pregunté a mis dos amigas.

  • Uy, que vitalidad traes hoy hija. Dijo Merche.

# Ya te digo. Yo tengo el cuerpo regular.. casi mejor ir directamente al café. Dijo Lourdes.

  • Venga vamos, déjate de café tenemos toda la mañana. Ahora vamos a sudar un poco.

  • Esta se ha dopado, dijo Merche en broma. No la recuerdo con tanta energía....

Salimos a la sala de máquinas, estábamos solas.

Nos sentamos en la bici. Yo estaba en medio de mis dos amigas.

Vino, como todos los días el monitor. Nos dio los buenos días y nos puso un entrenamiento para el día. Cuando se fue, no pude por menos que decir.

  • Si te llegó a pillar yo hace 25 años.... Dije mientras lo veía desapecer...

# Ves, algo le pasa hoy a esta. Siempre es Merche la que dice la barbarie, y hoy no le has dado ni tiempo. Te has adelantado. Dijo Lourdes sin dejar de pedalear.

  • Me parece a mí, que esta. Tiene por ahí algún amigo y ayer...

  • Jaja, reí que va. Qué más quisiera yo que darle una alegría al cuerpo.. Les dije a mis dos amigas...

Seguimos a lo nuestro, pero no sé que me había pasado esa noche, que se habia despertado en mi, pero no podía dejar de mirar a los chicos, que estaban entrenando en el gimnasio.

Muchos podían ser hijos míos, incluso había más jóvenes que mis hijos, pero ver esos cuerpos jóvenes, fuertes atléticos, no podía dejar de mirarlos...

Terminamos los ejercicios, y nos fuimos a las duchas. Después de más de 3 años en el gimnasio, y más de 3 años duchándome con chicas jóvenes, de mediana edad. Guapas, feas, gordas delgadas...

Después de 3 años observe sus cuerpos, la verdad que distan mucho del mío, observe que todas o casi todas tenían los vellos púbicos o bien depilados, o bien con muy poco vello. Tanto yo como mis dos amigas, teníamos buena mata.

Estaba claro que solo nos quitamos los de las ingles para que no se nos salieran por el bañador...

La ropa interior, también era muy diferente a la nuestra. Llevaban ropa interior transparente, con encajes, tangas. La ropa era ajustada. La verdad que eramos muy diferentes....

Nos vestimos, y dejé mis indagaciones. Salimos al bar como cada día a tomar nuestro café. Hablamos de cosas banales, sin nada de interés y nos despedimos hasta el día siguiente.

Yo de camino a mi casa, no paraba de dar vueltas a mi cabeza, no paraba de pensar lo que me había pasado la noche anterior. Es verdad algo era diferente en mi. Era diferente que los otros días que había ido al gimnasio, nunca habían llamado tanto mi atención los jóvenes del gimnasio. Y mucho menos me había importado una mierda como podría tener el chichi una chavalita de veinte  años.

Pero ese día en mi cabeza todo daba vueltas.

Entré en mi casa, dejé mi ropa sucia en el cesto y fui a mi habitación a ponerme cómoda. Me paré frente a la cosa que nunca miente. Me puse frente al espejo. Hacia mucho tiempo que no me miraba a uno.

Mis ropa, nada tenía que ver con las chicas jóvenes que vienen al gimnasio. Las suyas son más ajustadas, me quite la chaqueta, y la camiseta. Mi sujetador blanco seguía dando datos de mi edad. Me baje las mallas, y las bragas blancas a juego de algodón, pusieron la puntilla.

Me quedé totalmente desnuda. Estaba claro que era una mujer mayor, que tenía mis sesenta y dos años, pero mi cuerpo decía lo contrario. Mis piernas estaban todavía de muy buen ver, si que tenía algo de celulitis en mi culo, pero creo que era más que normal.

No tenía nada de tripa, la verdad que la dieta mediterránea que llevo y el ejercicio diario, hace que no tenga tripita.

Mis tetas, están caídas, pero todavía guardan ese redondeo, que tan loco volvía a mi marido. La cara no tengo casi arrugas, alguna pata de gallo pero poca cosa.

El pelo alguna cana, pero no es nada que con la vez que voy al mes a la peluquería, no se solucione.

La verdad, que no me vía tal mal para la edad que tengo.

El no haber realizado trabajo físico ha ayudado a que me conserve tan bien.

Tuve una idea. Llamé a la peluquería me quería poner guapa....

Esa misma tarde me dieron vez. Comi, descanse un rato y a media tarde me fui a la peluquería.

Les dije que quería algo distinto, algo que haría que me viese más joven, pero sin hacer el ridículo.

Me hicieron unas mechas y cortaron mi pelo hasta el cuello. Un tono castaño, con alguna pequeña mecha tirando a rubio.

La verdad que me veía muy guapa.

Me sentaba muy bien aquel cambio de pelo.

Salí de lo más contenta de la peluquería, de camino a casa hice una cosa que había muchos años que tampoco había hecho y no era otra que ver escaparates de ropa.

Y es que desde hace unos años aquí lo único que me preocupaba de la ropa es que fuese cómoda. No me preocupa que me sentase mejor o peor. Veía que había ropa para gente como yo, que hacía que no pareciesemos tan mayores. Y también me di cuenta dentro de una tienda, que te puedes poner la ropa que tú quieras siempre sea de tu talla, aunque sean unos pantalones para una chica de veinte años...

No pude por menos, que entrar en una tienda, me compré un vestido nuevo corto hasta la rodilla, y un par de pantalones ajustados.

Al pasar por una conocida tienda de lencería femenina, no dude en entrar, compré un par de conjuntos, muy cómodos y a la vez sugerentes. Me compré hasta un par de tangas.

Llegué a mi casa, sin saber muy bien porque me había comprado esa ropa, pero la verdad que no me arrepentía.

Cené y me senté en el sofá. En la televisión no daban nada interesante.

Encendí mi tablet, menos mal que vivo sola pensé al ver lo que salía al encenderla.

No había cerrado internet y volví a la página de relatos. Comprobé que todos los días subían nuevos.

Me puse a leer uno que decía " Mi madre me la pone dura".

Comencé a leer aquel relato, está vez lo leía entero, sin saltarme párrafos.

Leía como el hijo miraba a su propia madre con ojos de deseo. Como la espiaba, como se hacía pajas pensado en ella..

Un calorcito empezé a sentir por mis partes que me recorría hasta la columna.

Mi coño, se estaba empezando a humedecer mientras que el chico del relato le chupaba el coño a su madre. Como se la follaba en la cocina, había pasado en mi sueño y como le hacía tener a su madre un orgasmo muy muy grande.

Mi coño, estaba mojado. Había vuelto a lubricar después de tantos años. Entonces no lo pensé e hice lo que no me acuerdo cuando fue la última vez que había hecho.

Mi mano, se metió dentro del pantalón de mi pijama y de mis bragas, busqué mi clítoris, lo comencé a frotar rápido, hacia círculos lo más rápido posible.

Mis dedos pasaron de arriba a bajo por mi raja que estaba mojada, metí dentro dos de ellos.. Entraban y salían a toda velocidad. Con mi mano izquierda busqué de nuevo mi clítoris, y empecé a frotarlo mientras que mis dedos de la mano derecha entraban y salían a toda velocidad.

Duró poco más de 5 minutos, mi furiosa masturbación.

Desde que era adolescente no recordaba haberme vuelto a masturbar.

Pero una cosa estaba más que clara y era que me había gustado mucho.

Desde la muerte de mi marido, los deseos sexuales, se me había apagado. No tenía el más mínimo.

Pero sin saber muy bien el porqué desde ayer, estaba otra vez como cuando tenía veinticinco años.

Volvía a mirar a los hombres, me quería volver a sentir deseada.

Busqué vídeos de maduras follando con jovencitos. Había muchos que ellas no eran más jóvenes yo. Se veían atractivas con aquellos vestido y esa lencería que llevaban. Esos coños totalmente depilados...

Tras ver varios vídeos de maduras con jovencitos, descubrí algo, y era que aunque aquello me gustaba, no desataba el morbo que hacía, cuando en el título ponía madre e hijo follan juntos.

Sabía que el video podía ser el mismo, lo único que le cambiaba era el nombre, pero el de incesto despertaba algo en mi.

Apagué de nuevo la tablet está vez me asegure de salir de internet y de borrar el historial. He trabajado veinte años en un banco me manejo bastante bien con la tecnología.

Pensé que me atraía hacia mí el incesto. Y por fin vi lo que era.

Estaba claro, era la atracción hacia lo prohibido.

Me puse a pensar, cuando era una cría mis padres me decían que no fumase, que no debiese alcohol, pero entonces a mi me atraía más. Empecé a fumar porque me lo prohibieron, y a beber lo mismo.

Luego me di cuenta que me estaba destrozado la vida y lo deje.

Pero vino a mi mente mi marido. Era diabético y no podía comer dulces, nunca los comía, pero desde que se los prohibio el médico, se ponía doblado de ellos a escondidas. Le pillé mil veces comiendo a escondidas.

Siempre decía que no sabia porque lo hacía si nunca le habían llamado la atención, pero que ahora que se los habían prohibido no podía de pensar en ellos todo el día.

Y algo así, era lo que me pasaba a mí. El incesto no es algo prohibido en España, pero no está bien visto, y eso despertaba en mi algo, aunque no podía entender el porqué.

Al final me dormí.

Sonó de nuevo mi teléfono, tenía que ir al gimnasio, pero ese día no tenía ganas de ir. Tenía pendiente ir al banco a firmar unos papeles.

Así que les mandé un mensaje a mis compañeras.

  • Hoy no puedo ir al gimnasio no me acordaba tengo que ir de papeleo chao.

  • Ok, acuérdate que está noche tenemos cena. A las 21h No se te olvide.

  • Si, tranquila luego nos vemos.

Joder lo había olvidado por completo, Con la tontería de estos días, no me acordaba...

Me di una ducha, me puse uno de los pantalones, que me había comprado el día anterior, me arregle el pelo y busqué unos zapatos con tacón. No tenía ninguno todos eran planos. Claro al final la comodidad...

Fui al banco, estaba uno que fue compañero mío.

" Hola María José, qué tal estás? te veo muy guapa, me dijo.

  • Ay chico, pues como siempre. Le dije.

Pero era verdad, estaba diferente. Termine todos los papeleos. Paré en una zapatería donde compré unos botines con tacón y unos zapatos negros.

Esa noche, me quería poner guapa, me gusto que mi ex compañero, se daría cuenta de que estaba cambiada.

Comi y descansé en el sofá. Mi cuerpo me lo pedía, mi mente me decía que No.

Pero al final pudo mi cuerpo, encendí mi tablet y volví a leer algún relato de madre e hijo, me metí en páginas a ver videos, y acabé al final masturbándome como una loca en el sofá de casa....

Si, a mis sesenta y dos años, estaba cachonda como una veinteañera, y volvía a mojar mis bragas.

Descansé y me fui a preparar para la cena. Fui a la ducha y abrí el grifo.

Me miré en el espejo del baño, vi mi peludo coño.

No lo pensé más, busqué por todos los cajones del armario del baño, hasta que encontré una cuchilla de afeitar, no sé si de mi marido, o de mi hijo.

Me metí dentro de la ducha, y me deje el chichi, totalmente depilado.

Podía ver mis labios, no sé me veía más joven...

Salí de la ducha, y me arregle el pelo, fui a a mi armario, y busqué el vestido que había comprado, saqué unos pantis y uno de los conjuntos de lencería que había comprado..

Me puse la ropa, no me había dado cuenta o no me había parecido tanto, pero el vestido tenía un gran escote.

El sujetador que era push Up, hacia que mis redondas tetas estuvieran tiesas y juntas como cuando tenía veinticinco años.. Me veía guapa, joven.

Me puse los botines, y cogí la chaqueta que mejor me iba con el abrigo. Fui en busca de mis amigas.

Estaban esperando, en un bar. Casi todas se dieron cuenta que mi ropa y mi forma de arreglarme era diferente..

# Pero Mariajo, no pareces tú. Madre mía qué vestido dijo Lourdes.

  • Os lo dije dijo Merche. Esta tiene un lío. Lo sabía...

" Bueno si tiene un lío mejor para ella, dijo Marisa, hay que disfrutar de la vida. No es malo darle una alegría al cuerpo....

  • Yo me veo igual, les dije a todas mis amigas. Además para eso pasamos todos los días dos horas de sufrimiento.. Dije sentándome en una mesa.

Cenamos en un restaurante, y después salimos a bailar. Fuimos a bares de gente madura como nosotras.

Ese día no faltaban babosos, de mi edad y algo más jóvenes, pero vamos nada de nada..

Estábamos hablando en un grupo, Lourdes, Merche y yo, cuando se acercó un joven que no sé muy bien que hacía en ese bar.

' Hola, yo os conozco, vosotras tres vais al mismo gimnasio, que voy yo. Sois la chicas de oro. Rió.

Estaba claro que nos habían puesto mote. Eso significa algo, que no pasábamos desapercibidas.

  • Si, somos nosotras dije yo

  • Es verdad dijo Merche. Ahora que lo dices se quien eres...

# Que haces aquí, en un sitio como éste, le pregunto Lourdes.

' Ah, he salido a cenar con unos compañeros del trabajo, y son mayores que yo. Así que me han traído a este bar.

  • Pues pásalo bien. Nos vemos por el gimnasio, le dije pero sin querer echarlo.

' Vale, chao guapas a pasarlo bien.

Yo seguía hablando con mis amigas y no me había, fijado hasta que Merche dijo.

# El chico del gimnasio, y sus compañeros de trabajo no nos quitan ojo.

  • Si, seguro le dije yo. Para nuestros morritos está ese chico.

  • Pues es verdad, están todo el rato mirando. Dijo Merche.

Nos tomamos un par de copas, y yo ya más deshinibida por la bebida me fijé en el grupo. Era verdad nos estaban mirado.

Mi mirada se cruzó , con la del chico del gimnasio, y vi como me guiño un ojo y me lanzó un beso.

  • Chicas, es mi imaginación o el del gimnasio me ha guiñado un ojo y me ha lanzado un beso? Les pregunté a mis amigas.

# Pues chica hoy es posible todo, sólo hay que verte, estás rompedora y joven. Dijo Lourdes. Dale un gusto al cuerpo chica. Si me hace a mi eso. Ya lo tengo en mi cama hace dos horas....

  • En eso tiene razón, Lourdes si no estaría casada y me guiña un ojo, está noche no pegamos ojo. Dijo Merche. Vete hablar con él

  • Pero, no sé cómo le va a gustar una vieja como yo. Dije a mis amigas.

  • Pues si no le gustase no te hubiera lanzado besitos... Dijo Merche.

  • Esta bien, iré a hablar con él. Dije a mis amigas.

No sé que me pasaba esa noche. Pero si hubiera sido hace una semana no me abría atrevido a ir a hablar con él.

  • Hola le dije, la verdad que no sé cuál es tu nombre.

' Me llamo Javi, y tú? Preguntó el joven chico.

  • María José, pero todo el mundo me conoce como Mariajo. Encanta y le di dos vemos al apuesto joven.

' Sabes, en el gimnasio nunca habías llamado tanto mi antencion, pero hoy estás radiante.. Dijo Javi.

  • Muchas gracias, es un alago. Qué un chico tan joven y guapo como tú se fijé en una vieja como yo. Le dije.

' De vieja nada, madurita. Dijo el Atlético joven.

  • Jaja, rei. Me estaba poniendo un poco nerviosa.

' Estás casada? preguntó el joven.

  • No, viuda. Le respondí con rapidez.

' Pues porque no nos dejamos de tanta tontería, y vamos algún sitio donde podamos... Me volvéis loco, las mujeres maduritas como tú.

  • Vale, vamos a mi casa. Le dije. Me voy a despedir de mis amigas..

Acepté sin pensarlo, la verdad que no sé porque, pero me había gustado que un chico joven dijese que quería venir conmigo a la cama..

Me despedí de todas mi amigas, Merche y Lourdes de sobra sabían lo que pasaba las otras ni sé enteraron. Salimos del bar por separado, pero nos encontramos en la esquina.

Llevé al joven apuesto, a mi casa, por el camino no dejaba de meterme mano, y de comerme la boca. Estaba claro que estaba más que cachondo.

Abrí la puerta de casa, y sin pensarlo se abalanzó sobre mi, me quito la chaqueta mientras comía mi boca, y me tocaba el coño sobre mis pantis y mis bragas.

Toqué el bulto del chico. La tenía bien dura, y parecía grande.

Yo estaba cachonda pero no terminaba de estar a 100.

Lo lleve a mi habitación, se sentó en mi cama.

' Las mujeres maduras, me ponéis mucho mucho, quiero verte como te desnudas dijo Javi.

Me quité el vestido, por mí cabeza. Saqué mis botines lo más sugerentemente que pude. Me quité los pantis, y puse mi culo en pompa cerca de su cara, el joven no quitaba ojo. Tocaba su polla sobre sus pantalones..

Cuando me quedé con las bragas y el sujetador. Dijo el chico.

' Joder que bien te sienta ese conjunto, que buen gusto tienes.. Madre mía qué noche me espera dijo el caliente joven.

Me quité el sujetador, y baje mi bragas de espaldas, quería ver qué cara ponía cuando me viera el coño depilado. Me di la vuelta no tardó un segundo en poner los ojos como platos y decir.

' Madre mía, encima tienes el coño, depilado, Buff ni en el mejor vídeo había visto una mujer así. Tengo que estar soñando dijo el chico sin dejar de mirame.

  • Te gusto? Le pregunté yo. No me ves mayor? le dije al joven con voz sugerentemente.

' Lo que te veo es muy buena.. Joder ven aquí dijo el chico cogiendome de la cintura y llevando mis tetas a su boca.

Tocaba mi coño, mientras mordía mis pezones, la verdad que me gustaba, estaba cachonda pero no llevaba a estar como cuando leía o veía cosas de madre e hijos.

El joven, se desnudó tenía un buen aparato, y si cuerpo era perfecto...

Mientras jugaba con mi coño, yo empecé a cascarle una buena paja.

La tenía muy dura, como una piedra.

Me tumbó en la cama y chupo mi coño, me gustaba lo hacía bien. Siguió un rato y comenzó a meter sus dedos en mi coño.

' Quiero follarte. Quiero meterla hasta el fondo de ti me dijo el joven.

  • Vale pero tienes condones, le dije mientras seguía haciendole una paja.

' Si, pero porque no lo hacemos a pelo, ya no te puedes quedar embarazada. Dijo el joven.

  • Ni hablar, le dije yo rotunda, se pueden transmitir muchas enfermedades.

El chaval accedió, se puso el condón y un poco de lubricante. Estaba claro que no era la primera menopausia que se follaba. Tenía todo fríamente calculado.

Se puso encima mío y metió su polla en mi coño.

Me daba embestidas mientras apretaba mis tetas, me comía la boca.

Cambiamos un par de veces de posición hasta que yo tuve mi orgasmo.

El tampoco tardó mucho más en correrse.

Había estado bien, me había gustado más que los últimos polvos que había echado, pero no había disfrutado tanto como cuando me había masturbado, en el salón de mi casa...

Estábamos, los dos tumbados en la cama veía que el joven tenía intención de quedarse a dormir, así que le dije.

  • Me ha gustado mucho, pero te tiene que ir mi hijo viene de trabajar a las 6 am. Le mentí.

' Ah, vives con tu hijo, que cabron seguro que se pone cachondo contigo. Joder eres la mejor mujer madura que me he follado. Dijo el joven empezando a meterme mano.

  • Gracias, hice como que no había oído lo de mi hijo. Y le dije que otro día si quería podríamos repetir.

' Y porqué no ahora? dijo el joven. Su polla ya estaba más que preparada. Eso sí a pelo, sino me voy. Me amenazó el joven.

  • Pues, adiós, le dije levantadome de la cama. Sin preservativo a mí no me metes tú nada. Venga vístete y vete. Lo siento le dije.

' Está bien, pues me voy. Tampoco creo que te puedas follar todo los días a un joven como yo. Dijo el chulo joven.

  • Bueno, eso es lo que tú piensas. Yo me puedo follar a quien quiera guapo. Dije mientras acompañaba al joven a la puerta de la calle.

Nos despedimos cordialmente, aunque el chico estaba enfado por no salirse con la suya...

Volví a mi habitación, me puse ropa interior cómoda y un pijama. Me metí en la cama apagué la luz ya era de madrugada.

A mi cabeza venía las palabras del joven, seguro que tu hijo se pone cachondo contigo.

No me podía sacar esa frase de mi cabeza..

Estaba desatada, enferma, cachonda.. bueno ni yo lo sabía como estaba.

Caí en los brazos de morfeo. Me despertó el sol entrando por la ventana, con lo del polvo de la noche anterior no me había acordado de bajar la persiana.

Mire mi móvil, eran las 10.

Tenía varios mensajes.

Unos cuantos de mis amigas, preguntándome, por el joven..

Otro era de mi hijo, Luisja decía que me acordase que venía a comer...

Otro de mi hija, diciendo que el domingo venía con su marido a comer.

Contesté a todos, y dejé el móvil, en la mesilla. Me levanté y me fui a la ducha.

Me puse unas mallas viejas que tenía y una camiseta, me miré en el espejo. No me veía tan llamativa, como la noche anterior.

Me veía como siempre, pero claro no me iba a poner el vestido para esta en casa..

Tuve una idea. Me cambié de ropa y me fui a una gran tienda deportiva.

Me compré unos mallas nuevas, una talla más pequeña que las que siempre llevaba. Me veía muy bien con ellas. Me quedaban muy ajustadas.

Pude ver que si me las subía por la parte delantera se notaba hasta mis labios...

No lo dude me compré tres. Unas negras otras de colores y otras azules con transparencia en la piernas. compré unas camisetas de tirantes con buen escote.

Volví a mi casa. Mi hijo, los fines de semana que venía a comer solía venir pronto y me ayudaba con la comida y tomábamos algo en casa antes de comer.

Me apresuré para que no llegase él antes a casa. Revisé y escondí en el basura el preservativo embolviendolo en unos papeles.

Hice la cama a todo correr y me puse las mallas y la camiseta que me había comprado.

Me miré en espejo, se me marcaba mucho las bragas, entonces me acordé que me había comprado tangas.

Los busque y me los puse. Me estaba mirando como se marcaba el tanga en mis mallas. Cuando se abrió la puerta.

  • Ma, ya estoy aquí. Estas en casa? Grito mi hijo cerrando la puerta.

  • Si, cariño estoy aquí ahora voy. Le dije saliendo de mi habitación hacia la cocina.

Nos encontramos en la puerta de la cocina, estaba claro que me hijo se había fijado en mi porque me dijo.

  • Jolín mamá, que frescas vas no?.

  • No sé, la verdad que últimamente tengo mucho calor. Le metí a mi hijo.

-Bueno y has ido a la peluquería, y todo pero que guapa te veo ma.

  • Gracias hijo, estaba cansada de pelo largo y... le dije.

  • Pues te queda mi bien, te hace más jóvenes. Dijo mi hijo que no paraba de mirame.

  • Venga Luisja déjame de hacer la pelota, que te voy a hacer de comer igual. Le dije en broma.

Fui hacia el fregadero, quería darle la espalda a mi hijo, y ver si se fijaba en mi culo. Lo miraba de reojo, pude ver cómo se fijó que llevaba tanga pero no dijo nada.

A ver me dije yo en mi interior. Pero tú estás loca Mariajo.

Es tu hijo, y se está fijando en ti, como siempre lo ha hecho. No tiene que haber el menor deseo hacia tí...

Joder estoy perdiendo la cabeza, pensé.

  • Que digo mamá, que porque hoy en vez liarnos con la comida, salimos fuera a comer. Dijo mi hijo.

  • Pues me parece buena idea cariño. Así no tenemos que estar toda la mañana en la cocina. Voy a cambiarme. Le dije a mi hijo.

El se quedó en la cocina, viendo el móvil. yo fui a mi habitación a cambiarme de ropa. Me hubiese puesto el vestido pero no la había lavado.

Busqué en mi armario uno de los pantalones que me había comprado el otro día. Cogí unos de cuero mate muy bonitos.

Me estaban apretados pero la verdad que me hacía un culo perfecto. Me puse el otro conjunto de lencería que había comprado, y busqué en mi armario una blusa que tenía de hace por lo menos 20 años, me sentaba muy bien, y para nada parecía vieja, es lo tiene la moda, viene se pasa, vuelve....

Me puse los zapatos de tacón negros y fui al baños a maquillarme y arreglar mi pelo.

Me veía estupenda y capaz de seducir a cualquier hombre incluso a mi hijo.

  • Cariño, ya estoy, le grite a mi hijo desde el baño, poniendome perfume.

  • Venga pues vamos a tomar algo primero a una terraza hace un precioso día de primavera. Dijo Luisja saliendo de la cocina.

Mis tacones se oían por el pasillo, llegué hasta donde estaba mi hijo, pude ver cómo me miraba de arriba a bajo, y me decía..

  • Mamá, creo que me tienes que contar algo. Tú te has hecho un novio. Esta claro así que se te tan alegre. Además mira hasta tacones te has puesto. Hace más 20 años, que no usas. Siempre decías que eran incómodos. Mi hijo no paraba de observarme. Creo que sin mala intención.

  • Qué va hijo, para novios estoy yo. Déjame de líos. Lo que me faltaba a mi edad ahora echarme novio..

  • No sé, no sé... Algo escondes ropa nueva, zapatos... Creo que hay gato encerrado dijo mi hijo riendo.

  • Venga, déjate de investigaciones y vamos a la calle. Le dije empujándolo de la espalda.

  • Vale, está bien, pero que sepas que con novio o sin el, estás muy guapa mamá.

Nos sentamos en una terraza, con el sol la temperatura era ideal, incluso me pude abrir un poco para que se me viese bien el escote.

  • Tú mucho preguntas por mis novios, pero tú hijo nunca dices nada de tus novias. A este ritmo ni tú ni tú hermana me haceis abuela. Le dije a mi hijo.

  • Déjate de hacerte abuela, yo estoy muy bien así, de flor en flor. Si quieres ser abuela que te haga mi hermana, yo mamá paso. Dijo mi hijo.

  • Vale, vale. Por cierto mañana va a venir tú hermana y tu cuñado a comer. Por si quieres venir. Le dije a mi querido hijo.

  • Pues no creo, pero no sé. Esta noche quiero salir por ahí. Dijo Luisja

  • Vale, si cambias de opinión me avisas. Yo también saldré hoy un poco con mis amigas.Dije dando un sorbo a la copa de vino..

  • Ya, con tus amigas. Más creo que sea amigo.. dijo mi hijo con rintintin. Con el guapo muy subido te veo hoy.

  • Hijo, no tengo edad para novios... Dije yo

  • Pues no sé porqué no? de verdad que no tienes nada por ahí? Preguntó mi hijo.

  • Qué si cariño, de verdad no tengo nada, lo que pasa que con el gimnasio y así me veo wapa, y me ha dado por ponerme ropa un poco más moderna/atrevida y me veo muy bien.

  • Si, eso es verdad está muy guapa mamá. Dijo Luisja.

Fuimos a comer a un buen restaurante, salimos y volvimos a casa, Luisja también subió,

  • Voy a quitarme está ropa, y a ponerme comoda, le dije a Luisma, que me seguía.

Entré en mi habitación, y Luisja que me preguntaba cosas de mi hija, se quedó mirando.

Si el quería ver, yo le enseñaré lo que quiera pensé.

No paraba de hablar, yo le seguía la conversación, mientras que me solté el botón del pantalón, me los baje un poco y puse mi culo en pompa hacia él.

Saqué mis zapatos, con el culo en pompa. Luisja seguía hablando sin irse.

  • Pues tienes razón mamá, mañana creo que voy a venir a comer hace mucho que no veo a mi hermana. Dijo mi hijo sin quitarme ojo, no se dio cuenta lo veía en el espejo.

  • Me parece muy bien cariño, le dije mientras ya me había quitado, los pantalones y estaba solo con la ropa interior.

  • Además, así me voy pronto a la cama, dijo Luisja que solo quería seguir la conversación para no irse...

Estaba claro, que algo despertaba en mi hijo, aunque fuese curiosidad, por la nueva ropa, porque aunque nunca me he escondido de él, nunca lo había visto tan atento a mi cuerpo.

El calorcito, volvió a aparecer en mis partes íntimas. Joder esto ya no tiene remedio, estaba mojando las bragas, solo de pesar que mi hijo me miraba. Buff estaba como una moto...

Me puse las mallas, y me las subí todo lo máximo, que pude quería que se me marcase bien el coño, y la camiseta de tirantes, no me quité el sujetador porque me alzaba las tetas y me hacía un escote perfecto.

Nos sentamos, en el sofá, echaban una peli en la tele. Yo estaba muy caliente, pero no sabia que pensaba mi hijo.

Acabó la película, y ya era la hora de prepararme para salir, pero veía que mi hijo no tenía ninguna prisa por irse.

  • Bueno, me voy a dar una ducha, y a vestirme he quedado a las 20;30 Le dije a mi hijo levantándome del sofá. A qué hora has quedado tu cariño le pregunté.

  • A las 21:30, me sonó a mentira lo pensó mucho.

Entonces tuve una idea.

  • Oye, si vas a salir esta noche, porque no vienes a dormir aquí? Ya sabes que tu cama siempre está preparada. Además así mañana no tienes que madrugar tanto.

  • Ehh vale, vale. Pero no tengo ropa de cambio dijo mi hijo.

  • Pues ahora te acercas a casa, coges algo y luego vienes a dejarla aquí. Te pilla de camino, al centro. Le dije a mi hijo.

  • Pero que idea más buena ha tenido mi mamá, dijo Luisja levantandose del sofá y dándome un beso y un abrazo.

  • Bueno, yo me voy a la ducha, que si no voy a llegar tarde. Le dije a mi hijo.

  • Vale, pues yo me voy a casa a por la ropa y a prepararme también. Dijo mi hijo saliendo de mi casa....

Buff estaba como una moto, sólo de pensar en si mi hijo,y yo podíamos hacer algo más. Mis bragas estaban mojadas muy mojadas, el desnudarme delante de él, y ver cómo me miraba y hablaba solo para quedarse allí, puso mi carne de gallina.

Me quité mis apretadas mayas, y mi camiseta me quedé solo con las bragas, me contuve para no chillar al ver una sombra por el pasillo. Joder era Luisja no podía ser otro. Me había dicho que se iba y se había quedado a ver cómo me duchaba, eso todavía me puso más.

Tuve una idea, y porque no.

Me senté, en la taza del váter, en un descuido suyo, pude ver su pelo en el reflejo del espejo, estaba claro que era él y que me espiaba.

Empecé a acariciar mi abultado clítoris sobre mis mi bragas ya manchas de flujo vaginal. Lo frotaba a toda velocidad, haciendo circuitos, lo que hubiera dado porque en esos momentos hubiese entrado y me hubiese follado allí mismo, pero si él no hacía nada, no sería yo quien lo haría, o por lo menos por el momento.

Baje un poco mi bragas y los dedos de mi otra mano, fueron entrado dentro de mi humedecido coño,

El placer era elevadísimo, me estaba muriendo del gusto mis dedos entraban y salían a toda velocidad, estaba tan caliente que no tardé en correrme como una loca...

Mis manos, fueron bajando la intensidad de los movimientos, y poco a poco fui parando, mi coño chorreaba como nunca lo había visto.

Me quité las bragas y me limpie bien el coño, con ellas, estaba claro que a mi hijo le ponía, pero todavía le dejaría una trampa más a ver qué hacia.

Dejé la bragas perdidas y empapadas, me metí en la ducha y pude oír un pequeño clon del cierre de la puerta de la calle.

Qué guarro mi hijo, como se ha quedado a ver cómo me duchaba, pero seguro que se ha llevado una buena sorpresa, cuando me ha visto hacerme la paja.

Me di una relajante ducha, me puse bien de crema y con las toallas, enrolladas salí a mi habitación a vestime.

Busqué que ponerme, escogí uno de los tangas que había comprado últimamente, creo que tenía que ir a comprar más ropa.

Un sujetador negro a juego que dejaba ver mis pezones, era atrevido pero muy sensual. Me puse unas medias panty y los otros pantalones, blanco que había comprado. Una blusa y los botines con una cazadora a juego.

Me miré en el espejo me veía radiante.

Me peiné, me maquille y me puse perfume.

Ya estaba lista, pero tenía que preparar la trampa de mi hijo.

Sabía que volvería a casa a dejar la ropa, Deje mis bragas encima de toda la ropa, sucia, y las dejé con una forma incluso le eché un foto, por ver si las tocaba.

Estaban húmedas...

Salí de casa y avisé a mi hijo.

  • Cariño, me voy con mis amigas. Luego vuelve cuando quieras. Hasta mañana cielo que lo pases bien. Le puse un mensaje a mi hijo.

No tardó mucho en contestame.

  • Vale, ma ahora enseguida iré a dejar la ropa. Espero no hacer ruido al llegar esta noche un beso. Me contestó mi hijo Luisja.

Fui a donde había quedado con mis amigas, volvieron a insinuar que tenía algún rollo. No podían creer que me vestiría tan guapa porque si.

Pero la verdadera intención no se la quería decir, bueno ni podía claro.

Cenamos y tomamos algo por ahí en un par de bares. Pero mi cabeza estaba en otro lado.

Mi cabeza, estaba en mi hijo, en lo caliente que me había puesto, cuando me había hecho la paja. No podía dejar de pensar si llegaria tarde, pronto, borracho y entraría en mi habitación y me comería entera....

Buff que calores me entraron, mi entrepierna empezó de nuevo a funcionar..

Estaba todo el día cachonda...

Con la escusa que estaba casada y que mis hijos venían a comer al día siguiente me fui a casa.

Quería comprobar si mi hijo, había mirado mis bragas.

De camino a casa, en mi cabeza todo daba vueltas, a ver si viene pronto. Buff necesita follarmelo si o si...

Cuando quedaba poco para llegar a mi casa me llegó un mensaje. Pensé que era de mis amigas para vacilarme, pero no me sorprendí y mucho era de mi hijo.

  • Hola ma, que me voy a ir a casa mis amigos están cansados es por si todavía estás por ahí y quieres que volvamos juntos. Un beso.

  • Hola cariño, estoy llegando a casa. Gracias, te espero despierta un beso. Le contesté.

Entré en mi casa, fui a la habitación de Luisja, había dejado la mochila. Estaba claro que en casa había estado, pero habrá mirado mis bragas...

Fui al baño, y buala.. mis bragas ya no estaban arriba del todo. No las encontraba pensaba que las había cogido, pero no estaban escondidas entee la ropa sucia.

Las cogí, y efectivamente estaban llenas de lefa. Yo no había manchado la parte superior, solo la inferior.

Mi hijo había ido a casa y se había casado una buena paja, con mis bragas.

Suspiré, y tome la decisión. Esta noche me lo voy a follar o por lo menos lo voy a intentar. No podía más.

Ver cómo se había corrido en mis bragas hizo que me encendiera más todavía...

No veía el momento que vendría a casa. Yo andaba nerviosa de un lado a otro de la casa, esperando su llegada.

No tardó mucho, estaba claro que quería venir rápido a casa..

  • Hola, mamá, ya estoy en casa. Dijo cerrando la puerta.

  • Hola cariño, estoy en la cocina.

Luisja entró en la cocina y me abrazó por detrás me dio un beso en la mejilla mi coño echaba humo..

  • Hola ma, que tal la cena? qué pronto has venido. Dijo mi hijo.

  • Pues muy bien,pero mis amigas tenían prisa por irse y.....

  • Ahhh, pues he visto a Merche, Lourdes y las demás en un bar y me han dicho que te has ido porque estabas muy cansada y mañana venían tus hijos a comer.. Dijo mi hijo.

  • Ehh ehh, no sabia que decir.. Bueno dije.

  • Por cierto mamá, estas muy guapa también con esos pantalones, cuando los has comprado. Preguntó mi hijo mirándome de arriba a bajo.

  • Pues el otro día. Te gustan? Le pregunté.

  • Si, te sienta muy bien la verdad. Dijo mi hijo.

Los dos sabíamos que queríamos, pero ninguno estábamos dispuesto a dar el paso.

  • Quieres que veamos un poco la tele ? le pregunté no sé porque fue lo primero que se me pasó por la cabeza.

  • Vale, pero igual es mejor que nos pongamos, cómodos antes Dijo dirigiéndose hacia su habitación.

  • Vale, le dije yo.

Casi no me había dado tiempo a mi de llegar a mi habitación, y mi hijo ya salía de la suya con un pantalón de deporte de verano y una camiseta.

Yo entré en la habitación, pensé que él iría al salón, pero no fue así, fue a mi habitación.

  • Qué vas a poner mañana de comer? Preguntó no entendía que esa pregunta vendría a cuento pero...

  • Pues canalones de carne y filetes el dije quitándome la chaqueta.

Veía como me miraba, me quité la blusa y pude ver cómo miraba mis pezones, por las transparencias del sujetador.

Solté el botón del pantalón y baje mis apretados pantalones blancos. Me quedé con el tanga.

  • Hijo, no te recordaba tan observador. Le dije sin desnudarme más.

  • Ni, yo te recordaba tan buena mamá, Dijo medio babeando.

  • Hijo, que dices pero si tengo 62 años, estoy ya muy vieja. No digas tonterías. Le dije quitando hierro.

  • Joder vieja, lo que estás es como un pan mamá, tienes un cuerpazo para la edad que tienes... Buff dijo mi hijo nervioso.

  • Osea , que piensan que tu madre no está tan vieja no? Cariño, dije mientras hacía movimientos sensuales.

  • Mira, mamá si no fueses mi madre, ahora mismo te te.. Dijo mi hijo

  • Si no fuese tu madre, serías capaz de llevarme a la cama, pero si mira que tetas mira que caídas, y me quité el sujetador. El bulto de la entrepierna de mi hijo no se podía ocultar.

  • Si, lo tengo claro, te haría gozar. Estas buenísima. Me ponen mucho las mujeres maduras. Dijo mi hijo más caliento que yo

  • Pero soy tu madre cariño, dije acercándome a el. Estaría mal que tú y yo.. Le dije mientras apoyaba mi tetas sueltas en su brazo.

  • Bueno, mal no sé si está mamá, somos dos personas adultas. Yo daría lo que fuera por follarte. Soltó el muy bruto de golpe.

  • Bueno, bueno así que mi hijo, quiere follarse a su mamá eh, Pero no has tenido bastante con la paja que te has echo con mis bragas guarro que las has dejado perdidas de lefa? Le dije mientras le daba un beso.

  • Mira mamá, tengo que decirte una cosa.

  • Qué pasa? le dije esperando

  • Está tarde cuando te ibas a duchar, he echo que me iba de casa, pero no ha sido así, me he quedado para esperarte y ver cómo te duchabas, sabes me pones de siempre pero nunca me he atrevido a decirte nada, pero hoy te he visto no se cómo cambiada...

Pero cuando te he visto el coño, sin un pelo, y he podido ver la paja que te has hecho, me has matado. Buff eso me ha puesto a mil. He ido a casa corriendo he cogido y la ropa y subido a buscar tus bragas para hacerme una paja, como ya había hecho alguna vez más. Dijo mi hijo sincerandose conmigo.

  • Pues es una pena que está polla tan dura no halla entrado mientras que me masturbaba y me hubiese follado como lo estaba deseando.. Dije mientras tocaba su polla sobre el pantalón.

  • Pero sabías que estaba mirando? Dijo asombrado.

  • Si, hijo. Pero ahora eso es igual. Vamos a comprobar si es verdad que me vas hacer gozar... Dije juntando mis labios a los de mi hijo.

Nuestras lenguas empezaron a jugar u mi mano no podía dejar de tocar su duro y grande rabo...

Mi hijo tocaba mi culo, solo cubierto por el tanga, mi coño estaba húmedo muy húmedo.. No podía más. Estaba tan excitada, que sin pensarlo me agache, me puse de rodillas frente a mi hijo, y saqué su dura polla del apretado pantalón de deporte. Su depilada polla saltó como un resorte ante mis ojos. Contemple que tenía buen tamaño, más incluso que su padre.

No lo dude ni un instante y metí su polla en mi boca.

Joder llevaba más de 10 años sin chupar la polla a nadie, pero la de mi hijo, estaba espectacular.

Saqué y metí unas cuantas veces la polla de mi hijo, en mi boca.

Busqué su mirada. Sus ojos estaban cerrados. Apollado en la pared dijo.

  • Ahhh joder mamá, nunca me la habían chupado tan bien... Joder que bien lo haces que gustoooo dijo acompañando mi cabeza con sus manos.

  • Madre mía hijo, no sabia que estuvieses tan bien dotado, joder que pedazo de polla gastas. Me da a mí que vamos a pasar buenos ratos. Dije volviendo a meter su polla en mi boca.

Me gustaba mucho chupar la polla de mi hijo, pero lo que verdaderamente necesitaba era tenerla dentro de mi. Necesitaba que me follase y que me haría gozar como una perra....

Tras un rato chupandole la polla a mi hijo, fue él, quien tomó la iniciativa. Me levanto por lo sobacos y buscó de nuevo mi boca.

Mi boca sabía a su polla, pero poco le importó. Me besaba con pasión, con muchas ganas.

Pasó mi mano, por el mojado tanga negro que llevaba. No tardó en decir.

  • Joder mamá, está el tanga empapado..

  • Buff hijo estoy a cien. No sé que me pasa, pero necesito que me folles ya o me voy a volver loca. Dije sacando su camiseta por la cabeza.

Me llevo hasta la cama mientras me volvio a comer la boca y manoseaba mis tetas..

Me tumbó en la cama, y me quitó el tanga.

  • Joder mamá, toda la vida, haciéndome pajas con tu ropa interior y nunca vi un tanga. dijo mi hijo mientras quitaba mi mojado tanga y me dejaba desnuda sobre la cama.

Mi hijo, se puso sobre mi empecé a sentir su duro falo, en mis calientes y chorreantes partes.

Mientras que me daba besos en el cuello y chupaba mis pezones, si dura polla se abrió paso en mi maduro coño. Entró toda su joven polla de un golpe.

El pinchazo de placer, hizo que viera las estrellas, de placer.

Mi hijo, comenzó a sacar su polla despacio, y la volvía a meter al mismo ritmo.

Un inmenso placer empezó a surgir en mi coño. Joder que gusto daba esa polla de mi hijo, entrado por el mismo sitio donde había salido años atrás...

Las embestidas y los jadeos de mi hijo, iban en aumento.

Yo no podía ocultar más mi placer, por lo que me puse a gemir como una loca

  • Ahhh ahhhh ahhhh joder cariño, que gusto. Joder que placer ahhh ahhh que bien follas. Qué gusto esa polla que tienes.. Ahhh ahhhh gemía como una loca mientras mi hijo me embestía a toda velocidad...

  • Te gusta eh mamá, te gusta como te folla tu hijito ehhh.. Pues toma toma rabo, que tengo de sobra.. Ahhh ahhh joder que bien te entra. Qué lubricada estás para tu edad....

Estuvimos en esa posición unos cinco minutos más, aunque yo solo estaba de cuerpo presente. Mi mente estaba muerta de placer tras recibí tres órganos de los buenos, de los que no recordaba de nunca , y me los había producido mi propio hijo.

Buff el placer era máximo, hasta que pude sentir unos cuantos chorros de lefa chocando por las paredes de mi coño. Me sacó de mi mundo los chillos de mi hijo, avisándome de su inminente corrida.

  • Sii síii me corro mamá, me corrrooooooooo ahhh ahhh joder que gusto da correrse dentro de ti, dijo mi hijo mientras terminaba con sus furiosas embestidas.

Cayó rendido en la cama, con la respiración agitada, yo no sabía ni dónde estaba.

Sólo sabía que había sido el mejor polvo que había echado en mi vida, y mira que siempre había pensado que mi vida sexual era muy buena y complaciente, pero me equivocaba...

Nos quedemos dormidos como osos. Me despertó el frescos de la madrugada.

No sabia si había sido un sueño, o había sido realidad el polvo que había echado con mi hijo, pero la pantalla de mi móvil, que me decía que eran las 7:40 am, lo gire un poco, y ahí estaba mi hijo, boca arriba con su polla hacia el lado izquierdo, y dormido como un tronco.

Nos tapamos con el edredón, y me di media vuelta pensados que ya no me dormiría, pero volví a caer en los brazos de Morfeo...

Me despertó, el ruido de un pitido de coche en la calle. No sabia que hora era, pero había descansado como hacía tiempo no hacía.

Cogí el teléfono tranquila, lo encendí su luz ofencio mis ojos acostumbrados a la oscuridad de la habitación, que hace unas horas había sido testigo de un polvo incestuoso entre una made y un hijo.

Mis ojos, se hicieron a la luz, de la pantalla del móvil, mire la hora, las 12:45. Apagué el móvil.

  • Joder hijo, despierta tu hermana va a venir en menos de media hora. Vamos deprisa chille, encendido la luz y saltando de la cama.

  • Joder dijo mi hijo, lo que nos faltaba.

Cogió su ropa, y salió corriendo de la habitación, yo abrí la ventana y la persiana, la habitación olía a sexo loco y lujurioso.

Mi hijo se metió en la ducha, mientras yo recogía la habitación, y ponía la ropa de cama a lavar.

Esperé a que mi hijo, saliera del baño, me crucé con él en el pasillo.

Tenía ganas de fiesta yo desnuda y nerviosa corria hacia la ducha, me cogió y frotó su morcillona polla en mi culo.

  • Luis Javier dejate de tonterías, y llama ahora mismo para reservar en algún sitio para comer, que no tengo nada preparado.

  • Vale, pero no te pongas así,. Ya voy.

  • Y vístete que tu hermana y tu cuñado están apunto de llegar. Dije mientras me metía en la ducha.

Me di una ducha rápida, mi hija podía llegar en cualquier momento, y así fue.

Cuando salí de la ducha pude oír como se abría la puerta.

  • Mamá, ya estoy en casa. Chilló mi hija desde la puerta.

Pude oír como se había encontrado con Luisja en el pasillo, solo esperaba que le hubiese dado tiempo a vestirse, por un momento me llegue a arrepentir de haber follado a mi hijo, que verguenza si nos llega a pillar mi hija a los dos desnudos en la cama...

Un sudor frío recorrió mi cuerpo. Me puse el albornoz y salí camino de mi habitación.

Cuando salí, del baño mi hijo, estaba vestido. Menos mal. Mi hija se acercó a mí me dio un beso y me dijo.

  • Me parece una buena idea la de Luisja de ir a comer por ahí. Ya me ha dicho que le ha costado un poco convencerte pero que al final lo ha logrado que te vas a preparar para irnos...

  • Sí hija, ya sabes que a mí me gusta cocinar, pero bueno un día es un día. Le dije mientras le devolvia el beso a mi hija y me iba a la habitación.

Luisja ya estaba en el sofá del salón, preparado, como si hubiese venido de su casa, yo estaba atacada de los nervios. Mi hija hablaba mientras andaba por la casa...

Busqué ropa en mi armario, sabía que esa tarde después de comer y que mi hija y mi yerno se fueran a su casa a echar la siesta, mi hijo y yo íbamos a seguir con lo que habíamos empezado la noche anterior...

Saqué el conjunto de braga totalmente transparente y el sujetador a juego transparente negro. Me puse unas medias hasta medio muslo, y el vestido que me había comprado días atrás.

Entonces vino a mi cabeza dónde está mi yerno? ha venido mi hija sola.

  • Hija, dónde está, Pedro? no ha venido?

Le pregunté a mi hija, desde mi habitación.

  • Está en la oficina, tenía que firmar un papel, que se había olvidado y era urgente, me ha traído y luego se ha ido. Le he mandado un mensaje para que llame cuando acabe para quedar por el restaurante. Dijo mi hija

Salí, vestida ya hacia el baño a maquillarme y arreglarme el pelo. Oí sonar el teléfono de mi hija.

Al momento sentí algo detrás de mí, mientras que estaba agachada cogiendo el secador de pelo.

Era mi hijo, que me cogía de la cintura, y me tocaba el culo.

  • wuuauuu mamá, que bien te sienta este vestido... Dijo mi hijo poniendose detrás de mí.

  • Te gusta? Estoy guapa? Le pregunté mientras sacaba la toalla de mi cabeza..

  • Si no fuese porque está tu hija ahí fuera ahora mismo, te follaba sobre el mueble del baño, dijo mi hijo apretando mis tetas por detrás de mí. Frotaba su polla en mi culo.

  • Para, le dije intentando soltarme de él.

Está tu hermana ahí, no quiero que no vea. Por poco no nos ha pillado esta mañana, así que no hagas el tonto. Por cierto cuando ha entrado como estabas? Le pregunté.

  • Tranquila mamá, está en el salón, dijo mi hijo metiendo su mano por debajo de mi vestido.. Para cuando ha entrado ya estaba vestido y había llamado al restaurante, tenía en el salón hasta la tele puesta. No se ha dado cuenta de nada. Dijo mi hijo tocándome el coño por encima de las bragas.

  • Pues vete quiero que siga sin sospechar lo más mínimo, le dije mientras giraba mi cadera apartando su mano de mi coño.

Me hizo caso y fue con su hermana al salón. Joder que caliente estaba todo el día el cabron de mi hijo, pero lo malo, no era eso, lo malo era que me ponía a mi a mil...

Joder que metiese su mano, por mí vestido había hecho que mi dormido coño, recobrarse vida por momentos, ya empezaba a notar que se me estaba mojando. El morbo de la situación hizo que me excitase mucho.

Acabé de prepararme, y salí al salón en busca de mis dos hijos, que hablaban de no sé que.

  • Nos vamos? les pregunté a ambos desde la puerta.

  • Jolín mamá, que guapa te has puesto dijo mi hija mirándome de arriba abajo.

  • Si, es verdad mamá, estás radiante. Dijo mi hijo.

  • Venga que no es para tanto, vamos anda. Dije dejando pasar a mi hija la primera.

Luisja venía por detrás, cuando su hermana se perdió en el giro que hace el pasillo, se acercó a mí y me dijo tocándome el culo.

  • Estás más buena, que ninguna de las mujeres que han pasado por mí cama. Esta tarde después de comer te voy hacer perder la cabeza. Joder me tienes todo el día empalmado. Dijo mi hijo susurrando a mi oído.

Salimos de casa y fuimos, en busca de mi yerno, donde habíamos quedado.

Tomamos algo antes de comer y luego entramos a un restaurante a comer.

En la comida mi hijo, aprovechaba cualquier despiste de mi hija y mi yerno para meterme mano bajo la mesa.. Yo estaba que iba a explotar. Estaba como una jovencita cachonda..

Acabó la comida, y salimos a tomar algo a una terraza la tarde estaba estupenda. Hablamos de cosas banales, del día a día. Hasta que mi hija, y mi yerno dijeron que se iban a ver a los padre de mi yerno.

Mi hijo, y yo también nos fuimos. Nos despedimos y cada uno salimos en una dirección.

Cuando se habían alejado de nosotros, le reprendi a mi hijo, por lo que había hecho durante la comida.

  • Luisja, no vuelva a meterme mano por debajo de la mesa mientras esté tu hermana al lado estás loco? o has perdido la cabeza? Le dije

  • Bueno mamá, no será para tanto. Seguro que te ha gustado, incluso apuesto a que te ha puesto a tono. Dijo el muy sinvergüenza.

  • Bueno, no me ha disgustado, pero tú hermana estaba a nuestro lado nos podía haber visto. Dije ya más tranquila.

  • Joder mamá, llevo años queriendo follarte, llevo años haciendome pajas pensando en ti. Masturbándome con tu ropa interior, y ahora que lo he conseguido sin saber muy bien como ha sido la cosa, quiero recuperar el tiempo perdido.

  • Pero cariño, desde cuándo me deseabas? Le pregunté

  • Buff de siempre, desde que tuve unos 15 años y empecé a masturbarme. Empecé cogiendo tu ropa interior, sin malicia y poco a poco fui espiandote para saber cómo era una mujer. Pero hubo un punto de inflexión que no recuerdo y desde ese momento, necesitaba expiarte para luego hacerme unas pajas de la buenas... Me corría como un loco en tus bragas... Dijo mi hijo de lo más tranquilo..

  • Joder hijo, estoy flipando yo nunca me he dado cuenta de eso. Nunca mire mis bragas al metelas en la lavadora, porque nunca esperaba que un hijo se pusiera cachondo con su madre y se haría pajas con su ropa interior. Pero veo que si es posible. Le dije a mi hijo.

  • Posible es, y mucho... Joder mamá, si me se toda la ropa interior que tienes, me se toda la ropa que tienes, faldas, pantalones.... Has sido la musa de mis pajas desde hace más de 25 años...

Dijo el bueno y guarrete de mi hijo.

  • Nunca lo hubiese pensado. Dije atónita por la conversación.

  • Por eso cuando el otro dia fui a casa y te vi con el coño depilado, la ropa interior esa que te has comprado, me puse más caliente que el sol de agosto... Supe que algo raro estaba pasando en ti, pero no sabia que era. Y joder mira lo que era. Por cierto cómo ha sido el cambio? y lo mejor de todo cómo hemos acabado follando? Cuándo te han entrado las ganas de follar con tu hijo? Y no me digas que de siento porque me matas. Dijo mi hijo con rintintn..

  • No hijo, tranquilo no es de siempre. Es de hace poco, de esta semana... Todo empezó con Paco, que decía su madre que se sentía atraído por ella, porque le pillo con su ropa interior puesta... Dije explicado a mi hijo.

  • Pero si Paquito es gay mamá, Tiene novio hace mil años.. Que tontería es esa... Dijo Luisja

  • Lo sé, pero eso pensaba su madre. Hasta que le dijo la verdad. Yo me puse a buscar en internet y empecé a leer relatos, ver videos... y la verdad que no sé, si fue el morbo de lo prohibido o que pero me empezó a poner cachonda leer como un hijo se follaba a su madre, o le comía la polla..

Mojaba de nuevo mis bragas como una veinteañera, y me he masturbado como una loca... Le confesé a mi hijo.

  • Joder mamá, me dejas helado. Yo también he leído mucho y he visto muchos vídeos de eso que dices, me encanta. De echo siempre que puedo follo con mujeres como tú. No me gustan las jóvenes, me gustan maduritas de tu edad. Me vuelven loco. Confesó mi hijo.

  • Pues vamos a casa, y disfrutemos de la tarde. Dije acelerando el paso.

Poco más de 4 minutos nos costó, llegar a mi casa, mis bragas estaban empapadas y me moría de ganas de que mi hijo me comiera el coño.

Bufff solo de pensarlo me subían unos calores inconfesables...

Cuándo cerramos la puerta del portal y nos metimos en el ascensor mi hijo se abalanzó sobre mi, me comía la boca con ansia, estaba muy muy excitado.

Metía sus manos bajo el vestido para tocar mi coño, sobre mis bragas.

Nos separó el tono del ascensor al llegar al 6 piso.

Entramos en mi casa, y tras cerrar la puerta mi hijo volvió a meterme mano, recorrimos los 10 metros que hay de la puerta de la calle a mi habitación como dos novios recien casado en celo.

Llegamos a mi habitación, la luz que entraba por las cortinas era suficiente para ver el cuerpo de mi hijo.

  • Buff mamá, creo que me voy a correr con sólo tocarte estoy muy excitado. El sentir esas medias que llevas hace que este todo el día cachondo. Por cierto no te las quites quiero follarte con ellas puestas..

  • Lo que tú quieras mi rey, pero comeme el coño, necesito sentir una lengua joven recorriendo mi coño.. Le dije mordisqueando su oreja..

Mi hijo, me ayudó a quitarme el vestido, que cayó al suelo como un trapo. Empezó a acariciar mi coño sobre mis bragas, mis manos ya se habían abierto camino, dentro de sus pantalones y acariciaba su gran y dura polla...

Soltó mi sujetar y empezó a chupar mis pezones que estaban más duros de lo que nunca recuerdo.

Una cosa estaba clara, y era que esto del incesto hacia sacar la guarra que llevaba dentro y nunca había salido...

Mi hijo mientras chupaba mis pezones, frotaba con su mano mi clítoris, estaba en el paraíso, mi hijo era el amante perfecto.

Me tumbó en la cama, y bajó mis bragas, mi coño no podía más estaba caliente, necesitaba ya un buen órgasmo.

Un vez tumbada en el cama, mi hijo bajo su cabeza dándome besos desde mis tetas hasta mi viejo coño.

Enseguida puede sentir su respiración en mis partes, no tardó mucho en entrar en juego su lengua.

Lamió mis labios vaginales desde arriba hasta mi culo, joder no podía más iba a reventar.

Buscó con su lengua mi abultado clítoris, dio con el a la primera, joder lo subía lo bajaba, lo giraba incluso lo absorbía llevaba un rato que no sentía las piernas todo mi riego sanguíneo estaba en mi coño.

Mandé parar a mi hijo, si seguía así me iba a correr en cualquier momento.

Quería comerle la polla, queria que disfrutase, tanto como yo lo estaba haciendo.

  • Ven cariño, dame tu polla, quiero comermela. Hagamos un 69. Le dije a mi hijo muy muy excitada.

Se tumbó en la cama boca arriba, yo me puse sobre él, y metí su polla que estaba tan dura como la pata de un elefante en mi boca.

Subía y bajaba mi cabeza sobre su polla mientras volvía a sentir como mi hijo me comía el coño de nuevo.. Joder que placer...

Creo que ya me había corrido mas de una vez pero de pronto, sentí un pinchazo en mi coño y avisé a mi hijo de mi inminente corrida...

  • ahhhh hijo me corro en tu boca me coroooooooooo

Y diciendo esto, note como de mi coño, salía una abundante corrida que mi hijo trago sin el menor reparo.

Tras la deliciosa corrida, seguí comiéndole la polla a mi hijo, metía sus huevos en mi boca, hasta que oí como mi hijo se iba a correr en mi boca...

  • Ahhh mamá me corroo me corroooo y senti en mi paladar la caliente leche que expulsa el joven rabo de mi hijo.

Me la trague toda, no recuerdo haberme tragado nunca, pero la de mi hijo era diferente a otras. Mi cuerpo me pedía que me la tragase..

Nos separamos y nos tumbamos desnudos en la cama, yo solo tenía puestas las medias..

  • Buff hijo eres un amante perfecto, no recuerdo haber follado nunca tan agusto. Le dije mientras recobraba la respiración

  • Yo también, disfruto mucho follando contigo mamá, me encanta tu coño, me ha sabido a gloria... Dijo mi hijo.

  • Y ahora como lo vamos hacer cariño?

Le pregunté a mi hijo.

  • Pues si quieres a cuatro patas, en misionero, como tú quieras mamá.

  • No, hijo digo si vamos a follar o solo va a ser esta vez.

  • Mamá, por mí follaremos las veces que quieras, como si quieres todos los días. Dijo dándose la vuelta hacia mí.

  • Le di un beso en la boca. Voy a beber un trago de agua me has dejado seca. Le dije a mi hijo.

Fui a la cocina, cogí un baso y abrí el grifo, al instante sentí algo duro en mi culo. Era mi hijo, que de nuevo estaba empalmado y dispuesto a seguir con la fiesta.

  • Joder hijo, que dura la tienes, dije dejando el baso en la fregadera. Parecía un dellabu del primer sueño erótico que tuve con mi hijo. Dellabu o no, mi hijo estába claro que me iba a follar en la cocina.

  • Espera un poco mamá, llevo años con esta fantasía, tu estabas en el fregadero y yo le follaba como un loco. Déjame cumplirla dijo mi hijo.

Me deje hacer acomode mi cuerpo sobre el frío mármol de la encimera y abrí mis piernas para facilitar la penetración de mi hijo, no tardó un minuto en meter su dura polla por mí coño...

Me embestía mientras apretaba mis tetas con sus manos, sentía sus embestidas, y el sonido de sus huevos rebotado en mi culo.

Aquello era el paraíso, estaba disfrutando como nunca de las follada de mi hijo, y lo mejor de todo era que no se cansaba

  • Te gusta mamá, como te folla tu hijo, eh.. te gusta eh joder si que coño más rico tienes... ahh

  • Si, joder me encanta hijo, no pares no pares sigue.

Sus empleados eras fuertes, y rápidas mi orgasmo llamo a mi puerta y no pude dejar de chillar como una loca.

  • Ahhhh joder joder joderrrrrrrrr me corooo me corooooooo me corrooooooooooooooooo Ahhh ahhhh y dejé de ofrecer ninguna resistencia en mi coño. Mi hijo lo sintió.

Pero no le deje, que esperase mucho, me reincorpore y me puse de rodillas frente a él. Metí su polla entre mis tetas y empecé a subir y bajar mis tetas por su polla.

  • joder que bien mamá, me gusta. Dijo mi hijo.. Sigue sigue... ahhh ahhh.

Mientras que tenía su polla en mis tetas chupaba si capullo. Eso le volvía loco. Tras un rato de este movimiento. Mi hijo se separó de mi, cogió su polla y apuntando a mi cara y a mis tetas me puso pérdida de lefa.. No dejaba de salpicarme mientras decía..

  • siiiii mamá siiiiij joder de gusto que guarra eres. Eres la mejor mujer del mundo sabes cómo dejar satisfecho a un hombre... ahhh ahhhh que gusto.

Joder con mi hijo, me había puesto pérdida. Tuve que ir a darme una ducha tenía lefa hasta en el pelo...

Me di una ducha y salí al salón donde mi hijo, estaba sentado en el sofá con el móvil.

  • Que haces cariño? Le pregunté

  • Lo que suelo hacer todos los días, estoy leyendo relatos de madre e hijos que hacen lo mismo que nosotros. Me dijo sin levantar la mirada del móvil

+Ahh vale,.

  • oye mamá, porque no escribes nuestra historia y lo publicamos?

  • Pero Luisja hijo yo no sé escribir, no soy escritora. Le dije sorprendida por su propuesta.

  • Da igual, no pasa nada inténtalo.

Esa misma noche me puse a escribir lo que ahora mismo están leyendo.

Seguimos follando como locos, más de una vez hemos estado apunto de ser pillados por mí hija, porque ahora mi hijo está todo el día en mi casa.

Pero lo disfruto mucho y me siento más joven.......

Fin...

Gracias por volver a leerme. Espero que os guste tanto como a mí escribirlo. Y recordar me gusta mucho leer vuestros comentarios y saber lo que os ha parecido. Adiós y hasta el próximo relato.

Luisja.