Mi nueva conquista
Un excelente y verdadero ORGASMO, no tiene precio..
Grandes años de mi vida, con los mejores maestros. Suelo frecuentar sitios nocturnos para divertirme los fines de semana, siempre conozco a alguien nuevo, pero éste día me fue mejor. Esa noche prometía mucha diversión y por supuesto alcohol, mi novio se encontraba en casa, con su esposa mientras yo me divertía a lo grande. Estaba con mi hermana y dos amigas mas, bailábamos con quienes nos sacaran a bailar, mientras fueran guapos por supuesto. Mi hermana esperaba a uno de los cuantos “amiguitos” que tiene, y pues al parecer éste venía solo. Poco después de 1 hora llegó el hombre, pero no estaba solo, lo acompañaban un hombre súper guapo, alto, de tés blancos, delgados y muy bien vestidos; y una mujer: su esposa. Nos presentaron, y compartimos la mesa mientras bebíamos y bailábamos. Rómulo y su mujer no se movieron ni un instante de la mesa, ni siquiera conversaban entre ellos, solo bebían. Desde que vi a Rómulo me gusto, cruzábamos miradas, y en algunos momentos hasta sonreímos. La disco cerró a las 3am y yo decidí que ya era hora de irme a casa, pero mi hermana quería seguir con la parranda. David el amigo de mi hermana, me dijo que seguirían bebiendo en casa de su amigo Rómulo, pero yo estaba bastante cansada y no quise acompañarlos, ellos se fueron y yo también me fui a casa, pero con la impresión de aquel hombre que me había impactado. Mi hermana volvió a casa al día siguiente, y me comento que Rómulo le había hablado de mí, y le había dicho que yo le había parecido muy linda y me contó que también en ocasiones le decía “cuñada”, cosa que me parecía muy agradable, pues confirme que no le fui indiferente.
Pasado el tiempo mi hermana y yo volvimos a salir con unos amigos suyos, y yo ya estaba un poco pasada de tragos, pero aun no había perdido el conocimiento. David, el “amigo” de mi hermana, comenzó a escribirle y a preguntarle dónde estaba, ella le respondió que estaba conmigo y que estábamos bebiendo, a lo que el inmediatamente le dijo que andaba con Rómulo y que me enviaba saludos. Yo me entusiasme y le dije que nos consiguiéramos y seguíamos bebiendo, así fue, nos vimos en la casa de mi hermana. Ellos llegaron con algunas cervezas y Rómulo me saludó muy cariñoso con un fuerte abrazo y un beso muy apasionado en la mejilla; conversamos todos y ellos tenían que irse. Yo, para ese entonces tenía un piercing debajo del labio, en la parte derecha y a él eso le llamo mucha la atención. Cuando nos despedimos, el me dio un beso en el piercing y se marchó. Al rato de haberse ido, David le escribió a mi hermana, pidiéndole mi número telefónico para Rómulo, que se lo estaba pidiendo. Yo accedí y le envié el número, al rato me escribieron un mensaje que decía: Me encanto verte, y me muero por besarte ese piercing. Yo saltaba de felicidad y le escribí que a mí también me había agradado, después de escribirnos varios mensajes me dijo que ya había llegado a su casa y no podía seguir escribiéndome, que al dia siguiente lo haría, pero que esperara a que él lo hiciera, pues así no tendría problemas con su esposa. Acepte y espere al día siguiente su mensaje, y llegó, me saludo y me decía que le encantaría verme de nuevo; que cuadráramos el día. Así paso el tiempo y nos escribíamos muy esporádicamente, siempre con la misma interrogante ¿Cuándo nos veríamos?
Un día salí con una amiga, y dos amigos suyos; bebimos todo el día y ya en la noche yo quería seguir bebiendo pero mi amiga estaba bebiendo desde el día anterior y ya estaba cansada. En ese momento me llegó un mensaje de Rómulo preguntándome dónde estaba y qué hacía, Le dije que iría al karaoke donde nos conocíamos a encontrarme con unos amigos, porque estaba bebiendo desde temprano y quería seguir la rumba; me dijo que nos veríamos allí, que iba a pasar por allá con unos amigos suyos. Yo estaba bastante tomada ya y cuando llegue al lugar comencé a tomar otra bebida distinta a la que ya estaba tomando. A la media hora llegó él con sus amigos, pero ya la otra bebida estaba haciendo estragos en mí, sin embargo aun me controlaba; bailamos, bebimos y lo último que recuerdo es que estábamos en la barra besándonos muy apasionadamente. Estaba bastante mareada, y cuando medio reaccione, estaba en la cama de un hotel dándole sexo oral; Después volví a perder el conocimiento, cuando volví a despertar estaba sola en la cama y sentía mi vagina muy mojada, Rómulo había terminado dentro de mí, y su leche estaba aun caliente, la podía sentir cuando me toque. Él estaba duchándose, luego yo también me duché y nos fuimos de aquel lugar. La verdad yo no recordaba nada, ni siquiera si su pene era grande o grueso, así que no podía saber si me había gustado.
Al día siguiente Rómulo me escribió que le había encantado estar conmigo, y yo muy apenada, le dije que lo sentía mucho pero que yo no recordaba nada, pues estaba muy bebida; dijo que no me lo podía creer, pero que entonces debíamos repetirlo cuando estemos con los 5 sentidos bien puestos. Así nos seguimos escribiendo, pero paso mucho tiempo hasta volverlo a ver.
Un domingo por la noche me escribió que estaba bebiendo con unos amigos, y que le encantaría verme, que si podía pasar por mí y pues así compartíamos un rato juntos. Le dije que si, y en 10 min ya estaba con él en su carro besándonos, manoseándome los senos y con ganas de tener sexo. Me llevo a una residencia de un amigo suyo que le había prestado la llave para que fuera conmigo, entramos y de inmediato comenzamos a besarnos desenfrenadamente, me quitó la camisa y comenzó a chuparme los senos de forma descontrolada, subía a mi boca de nuevo, y así sucesivamente pero sin dejar de besar las dos cosas a la vez. Esa sensación era fascinante y me enloquecía, me acostó en la cama me fue bajando poco a poco los pantalones y seguidamente mis pantis, me beso a la boca y fue bajando por mis cuello, senos, pancita, vientre y llego por fin a mi vagina. Comenzó a darle un rico sexo oral, su lengua pasaba por mi clítoris muy rápidamente y mis fluidos hacían que la sensación se incrementara; lo tomé por la cabeza y lo presionaba para que siguiera lamiendo, pronto comenzó a succionar mi clítoris y luego introdujo dos dedos en mi vagina y comenzó a moverlos adentro. Para mi era la gloria, me sentía muy excitada y le decía que me encantaba, que no parara, y pronto llego el momento esperado: un tremendo orgasmo producto de sus chupadas y penetración con sus dedos. Gemí muy fuerte y aceleradamente mientras intentaba quitármelo ya de encima, pues la sensación era muy fuerte y no me podía contener. Quise devolverle el placer y le pedí que se colocara de pie, comencé a besarle las bolitas, con una mano su pene y con la otra apretaba su culo para mayor sensación; así mientras lograba excitarlo mas. Luego comencé ya a chuparle su pene comenzando por la cabeza muy suavemente y después introduciéndolo poco a poco completo en mi boca. El hombre me tomaba por el pelo y me sacaba su pene y volví a meterlo en mi boca, así repetidas veces, hasta que volví a succionar, pero esta vez agarre el pene como de medio lado, y succionaba muy rápidamente. Rómulo, que estaba un poco tomado me agarraba los senos muy fuerte, y luego me tomo del cuello y me subió hasta su boca para besarme. Ya quería meterme su grande pene y hacerme retozar de placer, así que volvió a acostarme en la cama, abrió mis piernas, siempre mirándome a la cara y lanzándome un beso; elevo mis piernas y se acerco mas a mi, metiendo suavemente todo su pene dentro de mi, yo no paraba de gemir, cada vez mas , y mas rápido. Mientras lo metía y lo sacaba ahora muy fuerte y con movimientos mas rápidos, besaba mis piernas, mis pies, mis dedos. Eso me excitaba aun mas, coloco una de mis piernas hacia un lado y siguió penetrándome; sentía que su pene me tocaba los ovarios, era muy grande y no paraba de entrar y salir de mi vagina. Me levante suavemente y me le puse en 4, pues me encanta esa posición cuando es un pene grande, me penetro fuertemente sin compasión y me daba nalgadas, yo gritaba y seguía gimiendo, mientras le decía: que rico papi! Sigue así, me encanta, no pares. Pronto volvimos a la posición inicial, pero esta vez yo encima, cabalgue encima de ese gran pene y me movía en círculos, hacia adelante, hacia atrás, sin sacar su pene ni un solo momento. Sentía como mi clítoris se frotaba con su piel y tomaba sus manos para que me apretara los senos muy fuerte. No resistimos mucho, Rómulo trato de sentarse aun conmigo encima, comenzó a besarme, pero yo seguía moviéndome. Lo quite de mi boca y lo lance contra la cama, mientras ya comenzaba a sentir sus bolas poniéndose bien duras y su pene mas erecto que nunca, hasta que por fin me vine encima de su pene y sentí como el también lo hizo dentro de mi. Seguimos besándonos y luego descansamos de tremenda faena.
Conversamos un rato, y me decía que yo se lo hacía demasiado rico, luego me pregunto que tal me había parecido, puesto que yo no recordaba la última vez que estuvimos juntos. Le dije que fue fantástico y que me lamentaba no recordar la vez anterior. Nos vestimos y salimos de la habitación, me llevo a casa y aun compartimos momentos juntos, llevamos un año y medio saliendo siempre para tener un buen sexo, además de esos mensajes eróticos que nos enviamos siempre. Es un hombre muy tierno y sexi en la cama. Me encanta.