Mi nueva condición
Mi mejor amiga me en enseñó a disfrutar con otros hombres aparte de mi marido
MI NUEVA CONDICION
En ciertos momentos de la vida solemos escoger alguna persona a la que idolatramos y por la que nos dejamos llevar; nos conocemos desde el colegio… ya pasaron años, tantos que algunas veces recordando… ni coincidimos en las fechas, lo que nos sirve para reírnos de nosotras mismas y no peinamos canas porque a nuestros cuarenta años las teñimos .
Loli siempre fue diferente a todas, va por su cuenta, no tiene complejos y arrolla sin pretenderlo, aunque no sea una mujer diez…ni lo pretenda como dice ella; es mi amiga del alma y la que hizo que mi vida diera un giro que nunca hubiera imaginado.
Yo soy Conchi, una mujer hasta hace no mucho…tradicional sin pretenderlo y que dejó de serlo…iba a decir por culpa de Loli…pero mejor y más justo es decir que gracias a ella.
Tenemos por costumbre salir las amigas de vez en cuando a cenar nosotras solas sin nuestros maridos para hablar de nuestras cosas y algunas veces ella y yo, solas, terminando luego en algún sitio de copas y ambiente.
Fue en una de esas cenas al final y solas, que me desveló uno de sus secretos.
Muchas de las veces que salimos a cenar, después de despedirnos me doy la vuelta para buscar un hombre con el que follar, me dijo; no me sorprendió del todo…ella es así, lo intuí.
Me pidió perdón por no contármelo antes “pero como sé que eres muy tradicional”, tenía miedo que no lo aceptaras y te separases de mí; me dijo; explicándome que aunque Hugo, su marido y ella se llevaban muy bien, en la cama iban a velocidades distintas…y ella necesitaba más sexo; me quedé muy cortada, sin saber que decir y pensando a la vez en mi misma, viéndome en su espejo una vez más, sin decírselo de momento, pero esperando que me pusiera al día, y es que nada más contármelo mi cuerpo y mi mente se empezaron a transformar.
No le faltaba razón, soy una mujer muy tradicional con mis miedos y mis dudas, una carga que ella nunca tuvo.
A partir de aquí lo que os voy a contar va a ser muy distinto y nada que ver con una mujer tradicional.
Al igual que ella yo también tengo buena relación con Edu, mi marido y si soy sincera…más de una vez me quedé con hambre en la cama, pero nunca se me paso por la cabeza la idea de buscar alimento fuera de casa, y eso empezó a cambiar también.
Lo que me conto Loli hizo que me replanteara muchas cosas sobre mi vida y sobre todo mis absurdos miedos y más cuando me dio detalles de sus andanzas con otros hombres.
Siempre busco desconocidos, alguno intentó volver a verme después de follar con él, pero nunca quise repetir con ninguno, me dijo; no busco amantes, solo quiero sexo.
Su sinceridad me ayudo y me animo a desprenderme de mis miedos, muchas veces pensé y deseé probar con otro hombre pero el miedo me bloqueaba, y así se lo dije a Loli notando su tímida sonrisa diciéndome que ya lo sabía…me conocía muy bien; el próximo día me daré la vuelta contigo le dije, rompiendo las dos a reír como locas; pero cuando nos cansamos de reír , la mire fijamente y le dije: “lo digo muy en serio”, desencadenando otro momento de mucha risa.
Los días siguientes me puso aún más al día…había follado con muchos hombres, unos mas jóvenes que ella, otros algo mayores y la mayoría de las veces por lo apretado del tiempo para volver a casa…en sitios insospechados a lo que le encontró un morbo añadido hasta entonces desconocido y al que se empezó a enganchar; tanto que me gusta más… que follar en una cama; para eso tengo a mi marido, me decía mirándome fijamente con mueca incluida.
Nos despedimos con un beso como siempre…pero esta vez además con una sonrisa más cómplice que nunca.
Dejé pasar unos días...no muchos, ya os podéis imaginar porqué y la llamé…, sí; aprovechando que su marido y el mío precisamente se iban el fin de semana con un grupo de montaña.
Contestó a mi llamada sin decir nada, tan solo escuche su sonrisa durante unos segundos, que bien me conocía; sabia de los planes de nuestros maridos; ¿estás segura? me dijo; no os creeréis lo que le respondí…
Cuando nos despedimos después de aquella conversación, mi mente solo rebusca imaginando… cómo será el hombre que me va a follar; esta vez su risa duro mucho más, no paraba y además noté como se excitaba…también la conocía.
Les dijimos a nuestros maridos que aprovecharíamos también para ir las dos de compras el fin de semana a la ciudad vecina con lo que se quedarían más tranquilos pensando que nos cuidaríamos una a la otra.
…Y… paso¡¡; iba súper dispuesta como imaginareis, no voy a negar que estuve algo nerviosa pero mis ganas de follar con otro hombre y además desconocido lo superaba; fue mi primer polvo extramatrimonial y fue como el primer amor de adolescencia …nunca lo olvidaré y no porque fuera el mejor de mi vida sino por el morbo, por el momento tan esperado de concentrarme en el momento justo de sentir aquella bonita polla remojarse en mi desesperado coño y entrar hasta el fondo llenándolo de leche, mientras me abrazaba aquel chaval que había conocido en el bar donde fuimos después de cenar y al que provoque hasta el punto de que, no sé… con que disculpa ni me importaba…se deshizo de su novia y volvió rápidamente al bar.
Cuando lo vi entrar en el bar como un miura buscándome…me apresure a decirle a Loli que ya nos veríamos en el hotel que no se preocupara por mí; se sonrió alegrándose y me dijo que lo disfrutara mucho; te lo aseguro, le dije, ya te contare…y me fui como gata en celo buscando el apareamiento.
Mis días de romanticismo ya se habían quedado tiempo atrás así que… y para no comprometerlo por si alguien le conocía, le hice una seña para salirnos de allí.
Ya fuera del bar nos paramos frente a frente en el oscuro soportal y sin decir palabra nos abalanzamos y nos comimos a besos mientras sentía sus manos amasar mi culo apretándome contra su polla, momento que yo corté rápidamente para, cogiéndolo de la mano, arrastrarlo camino del paseo marítimo que estaba justo cruzando la calle.
Apenas hablamos lo justo, tan solo nos dijimos nuestros nombres porque, ni a mí me interesaba si trabajaba o estudiaba ni al él si era casada, aunque lo supuso como así me lo dijo más tarde.
El verano se despedía, el paseo estaba solitario y a media luz; fui yo la que vio la caseta de las hamacas, le arrastre de la mano casi empujándolo dentro apartando el toldo que hacía de puerta y fue él…el que, ya dentro me empotró contra un paquete de hamacas.
Me morreaba mientras me subía el vestido hasta la cintura amasando otra vez mi culo y ahora ya… también mi coño por encima de la braga, le abrace fuerte para ayudarle a sentarme sobre el paquete de hamacas abriéndome instintivamente de piernas y apretándolo contra mí.
Soltó mi culo unos segundos para separarse levemente de mis piernas, pero yo no dejaba de abrazarlo disfrutando del rico olor de su piel…se estaba desabotonando, cuando sentí el calor de su piel entre mis piernas…entonces sí que lo solté y lo separe para ver aquella preciosidad apuntando al cielo y al que me iba a subir a mí también; se la cogí al momento, grande dura y jugosa, se la acaricie unos segundos mientras, él, me colocaba a su gusto y apartaba mi braga a un lado haciéndome sentir el delicioso y corto contraste del frescor de una preciosa noche con el calor de su polla entrando de un golpe hasta el fondo celebrándolo con el seco grito de placer que me salió al instante mezclándose con el bufido que soltó él también, como recompensa al ansiado momento esperado toda la noche para follarme; treinta segundos creo que serían, no muchos más, en los que nos convertimos en un solo cuerpo, me corrí gritando como una loca sintiendo aquel chaval resoplar y gemir en mi cuello mientras me ametrallaba con aquel misil a punto de explotar ;quería verla antes que se vaciara dentro de mí, solté una mano de su cuello y tire de su pecho para hacer un poco de sitio a una vista preciosa…ver el brillo de aquel trozo de carne entrar y salir de mi coño a punto de darme a probar la segunda leche de mi vida.
Me corroo¡¡¡ escuché en un susurro a voz viva, mezcla de gozo y súplica para correrse dentro; fueron mis manos y sus diez uñas…el matasello que clavándose en su culo, le concedieron el permiso.
Llevaba mucho tiempo esperando ese preciso…precioso momento y aunque es difícil controlar tanto desenfreno..., me concentré lo que pude para quedarme con el recuerdo de los fuegos artificiales que explotaron dentro de mí y que por desgracia, como todo lo bueno…dura poco.
Estaba claro que el chaval me tenía unas ganas tremendas…; berreaba, gruñía, casi gritaba… casi lloraba… vaciando con fuertes golpes sus huevos en el fondo de mi coño mientras yo me apretaba con fuerza a él, lamiendo y mordisqueando su cara y todo lo que se ponía a mi alcance.
Joder…¡¡¡ qué buena estas me decía mientras recuperaba poco a poco el aliento apretándome con fuerza el culo como queriendo dejar su polla dentro de mí para siempre; no le respondí…,no con palabras…le acariciaba los hombros, mientras me daba tiempo también, para recuperar mi aliento, lamiendo su cuello y su oreja porque los dos sabíamos que aquello no estaba terminado.
Mis piernas llevaban mucho tiempo abiertas y necesitaba cambiar de postura, le fui separando con suavidad sintiendo como salía su polla la cual seguía casi igual que al principio; me deje caer suavemente de las hamacas; él se quedó quieto esperando…a mi reacción.
Ni le mire a la cara… y mira que era guapo… ,me agaché y antes de arrodillarme en el suelo ya tenía en mi boca lo que más me gustaba de él, sintiendo, mientras me acomodaba…cómo salía gran cantidad de leche de mi coño; fue un momento que también quise grabar en mi mente, la mamada de campeonato que le hice…el sabor de nuestros jugos…lo dura que se la puse otra vez …y el momento desesperado en que ya no podía más y cogiéndome del pelo hizo que me incorporara para darme la vuelta y apoyarme contra las misma hamacas quitándome la braga para metérmela en el coño otra vez de un golpe certero y hasta el fondo celebrándolo a dúo…él, con un bufido y yo con un pequeño grito de un placer inmenso.
Esta vez el mete saca empezó más relajado…lo íbamos a saborear más, me subió aún más el vestido para acariciar plácidamente mi culo y también bajo los tirantes de mis hombros amasando mis tetas cada vez que se me echaba encima mordisqueando mi espalda cuando con algunos de sus golpes me la metía hasta el fondo escapándoseme algún grito que nos delataba pero que ya no me importaba, el momento lo merecia;el chaval cada vez aceleraba más el ritmo…me apretaba…clavaba sus manos en mis anchas caderas…resoplaba…algunas de las palmadas que me daba en el culo casi se sentían en la calle …¡no podía más …me iba a correr pero quería esperarle, estaba a punto también; aceleró el ritmo un poco más…soltó mis caderas para coger mis tetas y ya no soltarlas para con un ronco berrido descargar con fuerza otra abundante lechada empotrándome contra las hamacas mientras me corría revolviendo y apretando mi culo contra él.
Pegado encima de mí, descansaba y se recuperaba lamiendo y besando mi espalda mientras acariciaba mis tetas sintiendo como poco a poco aquella gran polla se iba saliendo sola dejando un montón de leche dentro y arrastrando otra con ella; cerré rápidamente las piernas para sentir ese maravilloso calor resbalando por ellas; la verdad es que el chaval estaba lleno, tenía los huevos hasta los topes, madre mía¡¡…me encanto sentir tanta leche derramada por mi culpa.
Me di la vuelta hacia él mirándonos mientras nos limpiábamos y nos vestíamos para salir de allí juntos y marcharnos cada uno por su lado, no sin antes darle un abrazo y un beso y decirle con una cariñosa sonrisa que su novia lo pasara muy bien con él.
Me follaron varios hombres desde entonces, todos desconocidos de distintas edades y en sitios muy morbosos a veces; si tengo que escoger el mejor hasta ahora, escogería a uno que siendo algo mayor que yo…estando de vacaciones, tendría sus sesenta años…y al que solo vi una tarde estando en la piscina del hotel mientras mi marido dormía la siesta en la hamaca…me cogió de la mano y me empujo dentro de unos vestuarios que estaban detrás de la piscina entre los setos… después de provocarlo yo …como hago con casi todos; cerró la puerta con rapidez y me empujo contra la pared de espaldas a él ,levantando mis brazos apoyándolos en la pared.
Pego su polla a mi culo metiendo las manos entre mis tetas y el sujetador haciéndolo saltar por los aires encima de mi cabeza; me las amasaba besando y mordiendo mi cuello; soltó una y la bajó…para, con toda la palma de la mano, coger firmemente mi coño por encima de la braga apretando y removiendo con dos dedos la entrada de mi coño consiguiendo que instintivamente mis piernas se separaran levemente; soltó la otra mano de mi teta y la bajó rápidamente metiéndola entre la braga y mi culo mientras se iba agachando hasta quedar de rodilla detrás de mi …arrastrando la braga para quitármela completamente y dejarme ya sin nada ;metió las dos manos entre mis rodillas para que abriera un poco más mis piernas…y ahí empezó la locura.
Cogió mis rechonchas nalgas con sus manos y las abrió empezando mi primera comida de culo, su lengua no paraba, subía, bajaba…se paraba para meterse levemente en mi ano volviéndome loca de placer, gire mi cabeza para ver aquel hombre que me estaba matando de gusto, se había desnudado también, tenía un cuerpazo para sus años y una buena polla .
Me obligo a levantar una pierna y apoyarla encima del escalón que hacía de asiento abriéndome aún más para ver aparecer su cabeza pasar entre mis piernas arrastrando su lengua desde mi culo hasta mi coño; diooosssss que bueno dije casi en voz alta, mientras su lengua y sus labios no paraban, miré hacia abajo y vi aquel hombre comiéndome el coño con unas ganas increíbles acariciándome y apretándome el culo, cogí su cabeza y la apreté contra mi corriéndome como una loca de gusto.
Se levantó mientras yo me caí sentada y espatarrada intentado recuperar el aliento, su polla se acercaba como un misil a mi boca; se la mamé con las misma ganas que él se había comido mi coño, ojala no se corra en mi boca pensé, y efectivamente su polla tenía tanta gana de coño como mi coño de polla; me hizo levantar y apoyar el culo contra la pared mientras me levantaba una pierna y la colocaba en el asiento ,diooosss que morbo otro semental que me iba a llenar de leche y este a apenas treinta metros de mi marido.
Colocó la polla en la entrada…y de un golpe la metió hasta los huevos resoplando de gusto escapándoseme un pequeño grito que él se apresuró a tapar enredando su lengua con la mía; no quería que aquello se terminara, estaba en la gloria sintiendo aquel macho resoplar metiéndomela y sacándola sin parar, mordiendo mis tetas mientras me apretaba fuerte el culo; me corrí gimiendo, casi llorando de gusto, mordiendo su hombro dejándole más de una marca en un orgasmo que parecía infinito y que aproveche que todavía no se había corrido para seguir disfrutando de él apartándolo rápido de mi para darme la vuelta y apoyarme en el asiento con el culo en pompa; apenas me había dado tiempo a colocarme y ya la tenía otra vez dentro, entrando y saliendo cada vez a más velocidad; diooosss ¡¡ que gustazo le decía, córrete córrete quiero tu leche; tomaaa¡¡¡ tomaaa¡¡¡tomaaa¡¡¡ le sentí decir mientras me empotraba contra la pared con cañonazos de leche sujetándome fuerte por las caderas como queriendo quedarse para siempre dentro de mí. Caímos satisfechos, rendidos y sudorosos en aquel asiento, su polla pringaba leche todavía y mi coño parecía una fuente; nos despedimos y nos fuimos a la ducha.
Sigo con mi estrategia…provoco al que me gusta.
Ya os contaré.