Mi nueva casa necesitaba unas pequeñas reformas

Soy feliz gracias a las manos privilegiadas de un hombre que podría ser mi padre.

Hola de nuevo lectores.

Hoy os voy a contar de qué manera mi casa y mi cuerpo quedó como nuevo gracias a los trabajos de Manuel.

Bien, había reúnido dinero más que suficiente para independizarme y poder pagar un alquiler asequible a mis necesidades. Mi apartamento estaba en un lugar privilegiado de la ciudad, eso sí; los edificios eran de construcción antigua. Y el apartamento... necesitiaba alguna que otra pincelada ( aparentemente ). Le hacía falta alguna mano de pintura, poner plafones ya que estaban las bombillas colgándo, algún que otro azulejo estaba caído... pero ya os digo, aparentemente eran pocas cosas.

No era una calle armoniosa que digamos. Ya que ahí, vivían muchas personas de mal vivir ( bien sea por lo asequible de los alquileres, o bien, porque algunas personas estaban de ocupas ).

No me preocupaba, nunca tuve miedo, y lo que más me apremiaba era independizarme.

Ya terminado los trámites, y terminada mi mudanza, me dispuse a colocar todo a mi gusto, la ropa en el armario, enchufar la minicadena, la Tv... pero ésta no funcionaba. Me cercioré de que había enchufado bien la TV, el cable de antena... no había manera.

Así que, cogí mi móvil, y busqué una persona que tuviera experiencia no solo en temas de temas de televisión, que fuera polivalente, porque así podría arreglarme todo lo que estaba desperfecto.

Después de llamar a varias empresas, y a varios autónomos me quedé con Manuel. Un hombre de profesión fontanero, pero que sabía hacer abolutamente de todo, y podría venir a mi apartamento en la mayor brevedad posible. Concertamos una cita para el Lunes a las 9:00.

Llegado el día, yo estaba en el apartamento, y estaría de vacaciones todo el mes, ya que lo escogí así para poder instalarme tranquilamente, y estar después relajada. Llegó el día acordado yo estaba vestida con un tanga de hilo, pantalones cortos, camiseta de tirántes sujetador deportivo y chanclas hawaianas.

Sonó el timbre y abrí a Manuel, un hombre corpulento, de 57 años, bien afeitado con su ropa de trabajo, y su maletín con herramientas.

-Pasa, te estaba esperándo

-Gracias.

-Bien, como te dije por teléfono la tv no se ve, pero es que aparte hay que hacer varias cosas al apartamento. El casero me ha dicho que le dé después de los arreglos las facturas y que él me lo descontará del alquiler.

-Bien no te preocupes, te haré factura con IVA incluido como concertamos por teléfono. Ahí está la tv por lo que veo

-Sí, ahí esta.

Entonces Manuel ya empezó a revisar que todo estuviera bien enchufado, e instalado. yo me senté en el sofá viéndo como trabajaba.

-Me parece que lo que va a estar mal va a ser el enchufe de la antena

Se acercó a su maletín cogió un destornillador, y me pidió que cortase la luz por seguridad, y así hice.

No le costó nada poner una caja nueva, instalarme de nuevo el cable y como por arte de magia, la TV se encendió.

-Oh! que maravilla ya puedo ver la TV

-Sí, es que cuando no se tiene se echa menos.

-Pues sí la verdad.

-Qué es lo que más tienes por ahí por arreglar?

-Pues mira tengo unos azulejos que se mueven en el baño.

-No me he traído pegamento, para eso tendré que venir otro día

-vale sin problema. Verás me puedes echar un vistazo al desague? es que cuando frego, parece que es como si le costase tragar a la pila.

-Sí, sin problema herramienta de fontanería sí tengo.

Había miradas que le notaba a Manuel que se le iban a mis pechos, y piernas, de hecho, le había visto de reojo como también miraba mi culo cuando me daba la vuelta.

-Perdona, puedes dar el agua del grifo porfavor?

el estaba tumbado, y el espacio que había no era muy grande, ya que a la izquierda estaba la pared y a la derecha herramientas y material, no me quedó otra que ponerme encima suyo pero de pie.

Encendí el grifo como Manuel me había pedido, y cogía herremienta rozándome la pierna.

-Me quito?

-No, no voy a necesitar tu ayuda

-Sigo con el grifo abierto?

-Sí, hasta que yo te diga. Ya, cierra. Mira aquí había un pequeño atasco que ya te lo he quitad, y te he fijado masilla para que no tengas averías.

me agacho un poco. ( Yo ya estaba juguetona )

-Dónde no lo veo

Manuel salió de debajo del fregadero, y señalandome hacia donde me dijo -Ahí.

me agaché y puse el culo en pompa, para que se me vieran un poco los cachetes del culo.

-Sigo sin verlo...

Entonces manuel se acercó y rozándo su paquete hacia mi culo, iluminó el mueble con una linterna.

-Ahora, ahora sí!

-Espera que voy ayudarte a que salgas de ahí, para que no te des un coscorrón contra el mueble del fregadero.

Me agarró de la cadera, y me arrimó hacia a él, yo encantada porque me dejaba llevar, y se veía que había ganas por parte de los dos.

-Uf, muchas gracias, es tan estrecho ese hueco...

-Sí, pero es a lo que estoy acostumbrado.

Quería acercamiento él estaba receptivo, pero se le veía cauteloso. Y entonces le propuse tomar una cerveza para que descansara y así poder tener un acercamiento mejor.

Le ofrecí la cerveza, y sentarnos tranquilamente en el sofá. Yo estaba a su lado, pero con las piernas cruzadas y mirándole y el estaba de lado frente a mí.

Me comentó que era un hombre casado, con un hijo de mi edad, pero que no era feliz en su matrimonio. La monotonía, los problemas conyugales, etc...

Yo le prestaba atención asentía con la cabeza, y él no paraba de mirárme los pechos.

-Puedo decirte algo?

-Sí claro, ya llevamos rato hablándo

-Tienes unos pechos preciosos

Me reí.

-Pero sólo ves el escote

-Suficiente para saber que son preciosos

-Quieres verlos?

-Estás segura?

Y entonces me quité la camiseta de tirántes y el sujetador, dejé al aire mis grandes pechos erectos y empecé a tocármelos ( ya llevaba mucho tiempo excitada )

-Déjame tocártelas

-Haz con ellas lo que quieras.

Y con sus grandes manos empezó a tocarme los pechos, a masajearme los pezones, yo ponía cara de traviesa mordiéndome los labios, y gimiendo.

No pude más, me levanté y me senté encima de él restregándome el chochito contra su paquete, y él chupándome las tetas mientras me tenía cogido el culo.

Le cogí de la mano, y le llevé a la habitación le senté en la cama, y me quité los pantalones cortos. Me acerqué a él, le quité la camiseta sin dejar de darnos morreos con lengua.

Fuí bajándo por su torso sus pechos y al llegar al pantalón, le desabroché el cinturón, el botón y bajé la bragueta, tenía parte de su polla liberada. Se tumbó bocarriba, y le baje los pantalones, yel bóxer a la vez, y ahí ya ví su pedazo de polla, gorda grande venosa descapullada.

Empecé por comerla poco a poco saboreando la punta, el tronco lamiéndo los huevos. Hasta que me cogió del pelo y me la metió entera en la boca. Llevaba el ritmo me estaba follándo la boca fuerte, se me salía la saliva por la comisura de los labios, los ojos me lloraban, y aveces me ahogaba pero me encantaba. De un tirón me sacó la polla de mi boca, con un hilo de saliba que lo unía.

Me cogió de los hombros, y me acomodó sobre la cama.

-Ahora vas a ser mía

-Soy tuya

-Dime que me amas

-Te amo

Empezó a besárme, y con una mano me frotaba el clítoris. Estaba muy mojada, instintivamente hacía movimientos con las caderas. metía de vez en cuando dos dedos en mi coño fuerte. Y ahí fué cuando tuve mi primer orgásmo ( de tantos )

Me besaba por el cuello, por el lóbulo de las orejas, llegándo a mis pechos que los chupaba y succionaba sin dejar de meterme los dedos en mi coño.

Iba bajándo, hasta llegar a los labios de mi coño, primero chupándolo por fuera, y con la lengua jugueteaba a rozar mi clítoris, yo mientras tanto me amasaba los pechos.

Abrió los labios y empezó a lamer todo.

-Mi niña se va a correr en la boquita de su amo?

-Sí mi amor lo deseo

-Dáselo todo a tu amo

Y entre meter los dedos con fuerza y cuparme el clítoris tuve el mayor orgásmo en su boca.

No dejó nada ya que lo bebió y disfrutó como él quería y a mí me encantaba.

Quería sentir toda su polla dentro de mí. Y lo tumbé bocarriba la cogí, y me la fuí metiéndo poco a poco hasta llegar hasta el fondo del todo.

Como había hecho antes en el sofá él estaba comiéndome las tetas y yo estuve cabalgándole primero despacio, y luego más deprisa. Me tenía cogido del culo y mis tetas botaban en su cara.

-Así pequeña, así.

-Soy toda tuya mi amor, te amo

-Voy a correrme dentro de tí para llenarte toda de mi leche

-Sí, no pares

Los dos jadeando, disfrutándo llegó el momento en que Manuel se iba a correr, y yo con el.

Tuvimos el mejor orgásmo en mucho tiempo, y Manuel venía todos los días a casa para arreglar cosas, y como no, meterme mano a mí.