Mi novio, yo ... y tres mas. (3)
Mi imaginación voló, había visto mucho porno para saber lo que vendría. Tendría una doble penetración.
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Tocaron la puerta. Desperté.
-July. Ya vinieron por ti. -Escuché la voz de la hermana de Andrea.
Abrí los ojos. Me dolía un poco la cabeza. Vi a mi lado a Andy, acostada, destapada y desnuda completamente. Sentí un cosquilleo en mi estómago. Pasé mi mano por su rostro, la bajé hasta acariciar sus pechos, la fui bajando hasta sus caderas, sus nalgas.
Me levanté, agarré toda mi ropa y me vestí. Volvieron a tocar.
-Con una chingada. Ya se levantó y se está cambiando. Déjenme dormir. -Gritó Andrea. Me sobresalté. -Lo siento, ando cruda. Todo me da vueltas.
Reí.
-Ya me voy. -Dije. Vi que de un brinco, Andy se levantó, me tomó del cuerpo y me recargó sobre la pared. Nos besamos. Llevé mis manos hasta sus nalgas, las apreté.
-No recuerdo nada, lo último fue que terminamos en el auto, me vestí y ya. ¿Cómo terminamos desnudas? -Me preguntó. La verdad es que no había pensado en eso.
Pensé un poco y se me vinieron un par de imágenes a la cabeza. Cuando me acosté, mi amiga Andrea me despertó con una mamada en mi panocha, luego se desnudó y le regresé el favor.
-Cuando llegamos, lo hicimos aquí tú y yo. -Le dije.
Sonrió, me dio un pico y se volvió a acostar. Salí del cuarto. Mi papá me estaba esperando en la camioneta. Hasta ese momento pregunté la hora. Eran las 10:00am. Me llevó a bañarme y fuimos a la tienda. Me estuvo mostrando y enseñando las cosas que hacía. Más de lo mismo que el día anterior. Dieron las 3pm y regresamos a casa. Me sorprendí ver a Rafa en la mesa.
Corrí a abrazarlo. Me senté a su lado y empezamos a comer. Mi papá platicaba mucho con Rafa, le hacía muchas preguntas personales. No me sentí incomoda en lo más mínimo, ya sabía las intenciones de mi papá. A las 4pm, me levanté junto con mi hermana para arreglar nuestras cosas e irnos a la otra casa. A las 5pm, mi papá dijo que Rafa nos llevaría. Nos despedimos y salimos rumbo a la ciudad.
No se dijo ni una sola palabra en el camino. Solo Rafa y yo fuimos tomados de la mano. Todo lo que estaba pasando me tenía feliz. Estaba muy enamorada de mi novio. Llegamos y nos acomodamos. Rafa encendió la tele y nos sentamos los 3 a verla.
-Y bien, ¿Cómo les fue anoche? -Preguntó mi hermana Olga.
-Bien. -Respondió Rafa.
-¿Solo bien? -Dijo Olga. Hizo una mueca. -Conmigo te fue perfecto.
-Es que no se si a July le incomodé a hablar de esto. -Dijo Rafa.
-¿Yo que? -Me perdí en la plática.
-Que si quieres hablar de lo que pasó anoche. -Dijo Olga.
-Tu todo quieres saber. -Le dije.
-Claro, de eso se trata. Me provoca morbo y curiosidad y aparte excitación. ¿A ti no?
Sentí caliente en mi entrepierna. Claro que me gustaría saber muchas cosas. Sobre todo las mujeres de Rafa, que me contara, como se las coge, que hacen, solté un chorro.
-Sí, pero...
-Pero ¿Qué? Tu que eres bien puta, ¿A poco no te interesa saber las cosas que hace tú novio Rafa? Solo de pensar, ¿A poco no te calienta? -Me Dijo.
Estaba ardiendo, y a pesar de haber tenido mucho sexo un día anterior, en ese momento deseaba más sexo.
-¿A cuántas niñas de la secundaria te has cogido? –Pregunté ya sin pena. Vi a Rafa, luego vi a Olga, que sonreía. Tenía esa mirada de lujuria que me encantaba.
-A tres. –Dijo Rafa dudando un poco. –Ya te lo había dicho, en casa del profe.
-Sí, pero no me explicaste como las conquistaste. –Le dije.
-Mira, a la primera que me cogí fue hace dos años por estas fechas…
-¿Tu y yo ya andábamos? –Interrumpí.
-Fue en vacaciones de diciembre. ¿Recuerdas que estuvimos juntos por primera vez en esas fechas? Luego de estar contigo y Andrea, estuve con una niña de la secundaria.
-Y ¿ella que hizo para atraer tu atención?
-Soy un maestro que da mucha confianza y trata siempre bien a las personas…
-Coqueto. –Dijo Olga.
-Bueno, entonces esas niñas a esa edad andan con todas las hormonas alborotadas. –Continuó. –Un grupito de niñas me hablaban mucho y total que me confesaron que les gustaba y querían más conmigo. Claro que yo las ignoré pero no iba a dejar pasar el problema. Hablé con la mamá de una de las niñas y sorpresa.
-¿Te gustó la mamá y te la cogiste? –Pregunté.
-No, me sorprendió la manera de pensar de su mamá. Me dijo que ella ya había hablado con su hija sobre mí y que lo más seguro era que estuviera casado y que a ella solo le iba a ofrecer poco tiempo. Pero igual si quería, que ella no se iba a interponer en nada, al contrario la iba a apoyar.
-¿En serio? –Pregunté sorprendida.
-Sí, le dio esos consejos a su hija de 12 años. Y la verdad que con esas palabras, no desaproveché la oportunidad. Al poco tiempo la tenía ensartada en la casa de mis papás, también en su casa, estando ahí su mamá, hemos ido a moteles, en mi casa de renta también.
-Y ¿Su mamá que dice? –Pregunté.
-Nada, solo que nos cuidemos. Tengo como 2 meses sin coger con ella. –Dijo mi novio.
-¡Wow! Esa estuvo buena. Cuéntame de las otras dos. –Mi panochita estaba ardiendo, deseaba verga ya, pero debía esperar.
-Con la segunda solo cogí una vez. Fue luego del 14 de febrero de este año. Unos profes me invitaron a una fiesta a una piscina y cuando llegué, mi sorpresa fue que éramos 5 profes y había 5 niñas, de la secundaria, que las invitaron. Obviamente una me tocó a mí. Luego de embriagarlas un poco, cada uno dejó a la suya a su casa, no sin antes cogérselas. Las niñas iban a eso, incluso les pagaron.
-Ándale, prostitutas desde niñas. ¿Cuántos años?
-15.
Pensé en mí, que también me ando prostituyendo con mi corta edad.
-Y ¿La última? –Preguntó Olga con una sonrisa.
-A no, ese es un caso especial. –Dijo Rafa. Olga se echó una carcajada.
-Siempre que le preguntamos por esa niña, dice eso. –Dijo mi hermana.
-¿Por qué? Haber, cuenta.
-Es una niña que entró este año pero vienen del centro del país. Se cambian muy seguido de casa por el trabajo de sus papás. De hecho, a finales de año van al sur de país. Es muy inteligente la niña, y a inicios de ciclo, fuimos a un concurso. –Silencio.
-¿Qué pasó? –Pregunté.
-El concurso fue en el sur del país, por tres días estuvimos allá. Uno de mis alumnos participó en mi materia y tuve que ir. Fuimos 2 maestros y 2 niños. Mi niña en mi materia y el otro niño en la materia de la maestra, que por cierto el culo y las nalgas de esa maestra… mmm…
-Si la vieras July, se te antojaría. –Dijo mi hermana.
-Rentamos dos cuartos, un cuarto para la maestra y la niña y otro para mí y el niño. –Dijo Rafa. -La primera noche, todo normal. El segundo día fue mi concurso y fuimos mi niña y yo. El tercer día, fue la maestra y su niño. Yo me quedé solo con la niña, y platicamos mucho, de su vida sobretodo, que se siente sola. Aproveché su momento de debilidad y me la cogí. Esta delgadita y chiquita y tiene unas tetas increíbles. Más grandes que las tuyas, amor. –Me dijo.
-Y es mucho decir. –Dijo Olga.
-Necesito conocerla. –Dije. –Y ¿Qué pasó con la maestra?
-Esa noche, fuimos a un bar y cogimos en un cuarto de hotel. Mandamos al mismo cuarto a los niños y un cuarto para nosotros solos. Mujer separada, de 40 años. Con esa niña y con la maestra, cojo todos los días.
-Más aparte, traes a otras, ¿No? –Pregunté.
-A esta casa ha traído a dos, que yo sepa.
-¿A cuántas te has cogido en total? –Pregunté con una excitación enorme.
-Veamos; tu, Olga, Andy, su hermana, la vecina, dos maestras, tres niñas, tu amiga Karla, a tu tía, a tu prima, la de la fiesta en la playa y como a cuatro chavas de una noche.
-¿A mi amiga Karla? –Mi panocha palpitó, necesitaba hablar con mi amiga para que me contara ese encuentro.
-Sí, y creo que son todas.
-Mira y yo que pensé que solo comías pastel de Andy y Olga. –Dije.
-¡Ash! Bueno fuera, nos tiene muy abandonadas. –Replicó Olga.
-Luego me tendrás que contar los detalles de cada una. –Le dije ya muy caliente.
-Bueno, ya. –Dijo Rafa con voz fuerte. –Y ¿Tu? Amor. ¿Con cuántos has estado?
Olga me miró intrigada.
Se me vinieron a la mente imagines de todas las aventuras que había tenido; vergas de diferentes tamaños y diferentes formas, los motivos por el cual lo hice, los lugares donde lo hice.
-¡Aahhh! –Gemí.
-¿Tanto así? –Dijo Olga mientras sonreía. –Tuviste un orgasmo con solo recordar. ¡Wow! Quien como tú.
-¡Aah! –Tomé aire, me tranquilicé. –Amor, ya te sabes algunas pero las repetiré.
-¿Cómo fue la primera vez que engañaste a Rafa? –Preguntó Olga.
Silencio. Recordé.
-Fue con el novio de mi mejor amiga, Víctor.
-¿Qué? ¿Le andas comiendo el mandado a tu amiga? –Me preguntó Olga.
-Sí, fue en una fiesta en febrero. De hecho nos seguimos viendo a escondidas. –Dije. –El 14 de feb. Cogí con él y le mamé la verga a su primo... –Dije.
-Yo el 14 me cogí a tu tía. –Dijo Rafa interrumpiendo.
-¿A qué hora? Si ese día nos vimos. –Le dije.
-En la noche. –Dijo sin darle importancia.
-No interrumpas, Rafa. –Dijo Olga. –Deja que siga. –Estaba disfrutando mis aventuras. –Y ¿Luego?
-Luego, los descubrí. –Dije señalando a mi hermana. –A ti y a Miguel, fajando. ¿Te acuerdas?
-No. –Sonrió.
-Yo andaba bien caliente y tú y mi tía salieron a comprar algo porque hacían tarea. Miguel se quedó con la verga bien parada y se la mamé. No cogí con él porque llegaron rápido.
-Estoy bien caliente. –Dijo mi hermana.
-Al siguiente día, me habló el primo de Víctor y cogí con él y con Víctor.
-¿Al mismo tiempo? –Preguntó Rafa asombrado.
-No, en diferentes horas. Me hablaste ese día para vernos. Te dije que ahí iba pero tardé porque estaba con ellos.
-¡Oh! Si, recuerdo ese día. Cogí con tu tía, Olga salió con Miguel. –Dijo Rafa.
-Sí. –Dijo Olga. –Pero continua, hermana.
-En febrero y marzo solo fue Víctor. A finales de marzo me metí con Miguel, tu novio. Aquí en la casa. Me imagino que ustedes andaban cogiendo porque llegaron luego de un rato.
-Recuerdo ese día. –Dijo Olga sonriendo. –Le dijimos que saldríamos a comprar unas cosas pero en realidad le fui a mamar la verga a tu novio, que bueno que lo entretuviste. Eres buena hermana.
-Luego cogí con un profe. –Le dije sin tomarle importancia a su comentario.
-¡Ja! ¿Un profe? ¿En serio? –Preguntó Olga. -¿Es guapo?
-Fue por hacerle un favor a Víctor, para que pasará la materia. Estaba feo y gordo pero cogió rico.
Vi a mi novio, con la mano en su entrepierna, agarrando su paquete, masturbándose por encima de su pantalón.
-Ya empezó uno. –Dijo Olga en tono divertido.
Sabía dónde iba a terminar todo esto. Sabía que al final los tres terminaríamos desnudos, Olga y yo terminaríamos con la verga de Rafa dentro de nuestra panocha, sabía que las dos mamaríamos la verga de mi novio. Pero sobre todo, sabía que ese día, iba a tener sexo con mi hermana. Mi corazón se aceleró. Me puse ansiosa.
-Bueno, sigo. Luego de ahí, fuimos de vacaciones, ¿Se acuerdan? A la casa de playa de los primos. -Dije
-Cómo olvidar ese viaje. –Dijo Olga. –En ese viaje perdí mi virginidad con este hombre. Ahí empezó todo esto.
Rafa seguía con su mano en su entrepierna. Yo están ardiendo.
-La verdad amor, es que esa vez te pusimos trampas. –Dijo Rafa.
-¿Cómo? –Pregunté con mucha atención.
-Yo quería perder mi virginidad en esas vacaciones con Rafa. –Dijo Olga. –Te pusimos hombres por todos lados para que te mantuvieran entretenida mientras Rafa me metía la verga.
-Y lo lograron.
-Por poco no. –Dijo Olga. –Andabas cuidándome como perra guardiana. No dejabas que nadie se me acercara pero no sospechabas que al que mandaste para cuidarme, era el que me iba a coger.
-Total que en esas vacaciones, en la primera noche cogí con cuatro chavos. –Dije. –Y al siguiente día cogí con el novio de mi prima.
-Sí, recuerdo ese día. –Dijo Rafa. –Me dijeron que habían hablado contigo para un intercambio y habías aceptado. Cogí con tu prima y tú con su novio.
-Nos pusieron una trampa, igual no disfruté mucho. Tenía una verga enorme que no sabía usar.
-Espera. –Dijo Olga. Salió corriendo a su cuarto. Regresó con algo en la mano. -¿De este tamaño? –Y enseñó el dildo con arnés que teníamos.
-Más o menos de ese tamaño. –Dije. Olga tomó el dildo con una mano y se lo metió a la boca. Empezó a simular que mamaba una verga. –De esa noche no recuerdo nada, pero creo que cogí con mis dos primos y mis primas y con el chavo con el que fajaba.
Rafa ya se había bajado el pantalón hasta sus rodillas y tenía la verga fuera. Se estaba masturbando con mis historias.
-El ambiente se está poniendo muy agradable. –Dijo Olga.
-Cuando regresamos, fue cuando me destapé completamente. No fui con ustedes de viaje, ¿Recuerdas? –Olga asintió con el dildo dentro de su boca. –Me metí a clases de verano, y resulta que no fui, solo el último día y fui para coger con un profe para que me pasara. Lo hicimos en un salón de clases.
-¿Estaba guapo? –Preguntó mi hermana.
-Más o menos. –Respondí. –Cogía bien. Quedamos en seguir cogiendo, nos íbamos a poner de acuerdo por MSN pero ya no entré.
-Háblale. –Dijo Rafa.
-¿Qué? –Voltee a verlo sorprendida. Tenía los ojos abiertos, la boca semiabierta y una mirada de lujuria. Su mano no soltaba su verga, la movía de arriba abajo, rápido.
-Háblale ahorita y queda con él para coger mañana. –Dijo Rafa.
-Dudo que esté conectado y no tengo su teléfono. –Dije. Pensé. –Pero creo que sí sé quién pueda tener su teléfono.
-Hazlo, puta. –Me encantaba esa actitud de mi novio.
Agarré mi teléfono, me puse en cuatro arriba del sillón donde estábamos sentados los tres. Me agaché y me metí la verga de Rafa a mi boca. Mientras le mamaba la verga, busqué y marqué un número.
-Hola. –Escuché. Me saqué la verga.
-Hola, Karla. –Dije.
-July. ¿Cómo estás?
-Bien buena, y ¿Tu?
-Cansada pero bien atendida. –Sonrió.
-Es lo bueno. ¿Mi novio te atendió bien? –Le pregunté.
-¿Qué? –Sonó asustada.
-No te preocupes amiga, ya lo sé todo y por mí no hay problema.
-En ese caso, esa noche nos cogió bien rico. A tu tía y a mí. Tienes un hombre bueno para coger y que bueno que lo compartas.
-Cuando gustes. De hecho ahorita estoy aquí mamándole la verga mientras hablamos.
-¿Bromeas? –Y sonrió.
-Claro que no. Escucha. –Le llené de saliva el palo a mi novio y exageré en las chupadas. -¿Escuchas?
-Deberías invitarme un día. Traigo antojo de ese hombre. –Dijo mi amiga.
-Y yo traigo antojo de ‘’x’’ profe. ¿Tendrás su teléfono? –Pregunté.
-Eres una puta. –Me dijo.
-En ese trabajamos, ¿No?
-Te amo, July. –Me dijo. –Yo no lo tengo, pero conozco a alguien. Le hablo y te mando mensaje.
-Lo espero. Cuídate. Adiós.
Rafa de tomó se la cabeza y me volteó.
-¿Qué te dijo? –Me preguntó.
-Que me va a mandar mensaje con su número.
Voltee a ver a mi hermana. Estaba desnuda completamente, abierta de piernas y rozaba su panocha con el dildo.
-Sigue platicando, hermana. –Me dijo entre gemidos.
-Bueno, esa semana te presenté a la vecina. Lo hice para distraerte. Me fui a prostituir a la casa del vecino. 5 amigos de él me pagaron por sexo.
-¿Te cogiste a los 5 al mismo tiempo? –Me preguntó Rafa, que seguía masturbándose.
-No, uno por uno.
-¿Alguno valió la pena?
-Uno tenía una verga enorme. Y un chico guapo, virgen. Que no quiso coger, me invitó a salir. Tierno, me pagó como quiera pero no quiso nada. Me dio su número…
-¿Lo has visto después? ¿Le has hablado? –Interrumpió Rafa entre gemidos.
-Cuando apostamos, le hablé, no me dijo que si pero tampoco que no.
-Háblale. –Dijo Rafa. Andaba caliente. –Dile que mañana lo quieres ver. Te lo coges antes que el profe.
-Deja le hablo. –Dije. Marqué el número de Mauricio.
-Hola, Mau, ¿Cómo estás? –Dije.
-¿Quién eres? –Preguntó la voz.
-Acuérdate. –Dije. –Soy la persona que quiere quitarte lo virgen.
-¿Julia?
-Exacto. ¿Cómo estás?
Se acercó mi hermana a mí. Metió sus manos por debajo de mi blusa.
-Bien, y ¿Tu? –Me dijo.
-Caliente, mi amor. Quiero que cojamos, ¿Sigues siendo virgen?
-Sí y sí. ¿Cuándo?
Sentí las manos de mi hermana en mis tetas. La miré, sonreía con malicia, con excitación. Las apretó.
-¡Hay! –Grite.
-¿Qué pasó? –Me dijo Mauricio.
-Na… na… -Me acerqué a los labios de mi hermana y la besé. Nos besamos.
-Si estás ocupada, luego hablamos. –Me dijo Mauricio.
Me separé de mi hermana.
-No, mañana a la 1pm te espero en la plaza. ¿Te parece?
-Claro, ahí estaré. Adiós.
Tiré mi celular al piso y tomé de la cabeza a mi hermana, nos besamos. Mi hermana me quitó mi blusa y el brassier y saltaron mis pechos.
-Hay hermanita. Que ricas tetas, hoy serán todas mías.
-Hoy seré toda tuya, Olga. –Le dije.
Nos levantamos, me quité rápido el pantalón y mi ropa interior. Me acomodé acostada, boca arriba en el sillón, apretando mis pechos. Vi a mi novio, totalmente desnudo, se masturbaba mientras nos veía con una cara de excitación.
Mi hermana también se desnudó y se puso el arnés con el dildo. Me miró con deseo. Me abrí de piernas lista para recibir aquel trozo que cargaba mi hermana entre sus piernas.
-Aún no. –Dijo mi hermana. –Te falta contarnos historias de cómo te prostituías. Con cuantos…
Me senté en el sillón bien caliente, llevé mis manos a mi panocha, y empecé a dedearme. Vi a mi hermana acomodarse a mi lado y empezó a masturbarse como si tuviera una verga real y Rafa, al otro lado, también jalándosela.
-Luego, vi a otra persona. Me pagó muy bien, hicimos de todo, hasta exhibicionismo, y me dijo que me recomendaría con sus amigos porque le había gustado mi servicio. –Dije.
-¿Te llamó? –Preguntó Rafa.
-Hasta ahorita, no.
-¿Tienes su número?
-No se lo pedí, y me arrepiento. –Silencio. –Ese día me llevó a la prepa donde cogí con el profe, en un salón. –Silencio. Se escuchaban los gemidos de los tres. –Luego un día por MSN quedé de verme con varios clientes, regresé a mi casa con las manos vacías pero bien cogida. Mi último cliente, fue cuando salimos los cuatro, que los dejé a solas. Los vi coger mientras yo cogía.
-Te vimos coger. –Dijo Rafa. –Y te dimos un espectáculo para que cogieras mejor.
Sonó mi celular.
-El mensaje. Le hablo al profe, esperen. –Marqué el número.
-Hola. –Me dijeron.
-Hola profesor. –Dije.
-¿Quién habla?
-¿No se acuerda de mí? –Dije con voz tranquila.
-¿Quién es? –Me dijo un tanto desesperado.
-Alumna de usted, chichona, cogimos en un salón de la escuela… -Dije.
-A profesor, ¿Cómo está? No le reconoci su voz. –Dijo sonriendo. –Dígame.
-¿Le pegan? Profesor. –Dije.
-Regreso, es una llamada urgente. –Oí que le dijo a alguien.
-¿Ya puede hablar?
-Hola July, estaba con mi esposa. –Me dijo.
-Ahora está conmigo, y quiero verlo mañana.
-Te traigo ganas. Si supieras cuantas veces le he hecho el amor a mi esposa pensando en ti. –Me dijo.
-¿Muchas?
-Demasiadas. Quiero tener ese cuerpecito tuyo desnudo en una cama, y abrirte ese culito…
-Mañana lo espero en ‘’x’’ dirección a las 5pm. Si llega, le daré mi culito. Y no se preocupe, todo será muy discreto. –Le dije interrumpiendo y colgando.
De nuevo dejé caer mi celular.
Rafa se levantó y se puso frente a mí. Me jaló para que me mamara su verga. Me la llevé rápido a la boca. Tomé de la mano a mi hermana y la jalé para que me ayudara a mamar verga.
Nos turnábamos para mamársela; cuando yo me metía el pedazo de mi novio a la boca, mi hermana la tomaba con su mano para masturbarlo, luego yo tomaba con la mano el palo y mi hermana se lo metía. Repetimos este proceso.
Luego nos besamos, dejando de lado totalmente la verga de mi novio.
Mi hermana se agachó a mamar mis tetas.
-Acuéstate en el sillón. –Me dijo. Lo hice. Los dos me miraron. –Dinos, ¿Has cogido mucho?
-Súmenle unos 5 más a los que les platiqué y creo que me quedo corta. –Dije.
Sonrieron mi hermana y mi novio.
Olga se subió encima de mi y empezó a chupar mi pechos, los apretaba y mordía.
-Están duritos, todavía no se caen y son muy bonitos. –Me dijo.
-Ya métemela, no aguanto. –Le dije. –Pero con cuidado. Esta grande.
Mi hermana se puso de rodillas y levantó mis piernas. Llevó sus manos a su entrepierna y vi que agarró su verga falsa. La sentí en mi panocha, ya lubricada. No batalló en entrar, pero solo entró la mitad.
-Estás apretada, hermanita. –Me dijo Olga.
-Es todo lo que soporto. –Dije gimiendo de dolor.
-Te hace una verga grande que te abra. –Me dijo. –Ésta verga nos entra fácil a Andrea y a mi.
-Ustedes porque la usan seguido. –Diciendo esto, se empezó a mover. Era deliciosa la sensación, como esa verga abría totalmente las paredes de mi panocha.
Rafa estaba parado a nuestro lado, nos miraba con su verga en la mano. Estiré mi mano para que se acercara. Metió su verga en mi boca. Y ahí estábamos: Olga tenia levantadas y abiertas mis piernas, sosteniéndolas de mis tobillos mientras me metía la mitad de aquel dildo que traía puesto mientras yo le mamaba la verga a mi novio.
El tiempo se nos fue en esa posición. No podía creer que estuviera teniendo sexo con mi hermana, y por esa razón había tenido tres orgasmos rápido.
Saqué la verga de mi boca.
-Hermana, detente. Anoche me comí una verga del tamaño del dildo. –Le dije.
-¿La del hermano de Andrea? –Asentí. -¿La sentiste sin condón? –Me dijo.
-No cogí con él, solo se la mamé. –Dije.
-De lo que te perdiste. Sentir una enorme sin condón, solo la carnita… te volverías adicta a esa verga. –Me dijo.
-Pero mi punto es que me dijo que tú te puedes meter todo el pito completo. ¿Es verdad? ¿Cómo le haces? –Dije curiosa.
-A pues no sé, solo puedo. –Sacó el dildo de mí y se levantó. Me senté en el sillón. -¿Tu puedes comerte toda la se Rafa? –Rafa se acercó, me incliné y solo me pude meter la mitad, más me daba asco.
-Eso es todo.
-Pues la de tu novio me la meto fácil a la boca. –Se agachó, abrió la boca y mágicamente desapareció todo el palo de mi novio. Luego apareció y volvió a desaparecer.
-Y ¿No te da asco? –Pregunté.
-¿Ésta? Para nada. La del hermano de Andrea me da poquito asco pero igual la desaparezco.
-¡Wow! –Le dije mientras la jalaba. –Siéntate, te voy a montar.
Mi hermana se sentó en el sillón, me puse encima de ella, me tomó de la cintura y despacio me dejé caer. No me clavé totalmente. Empecé a mover mis nalgas y mis caderas, como había aprendido a hacerlo. Mis tetas se empezaron a mover como locas.
Mi hermana abrió su boca para lamer mis pezones.
-Te mueves rico, hermana. Es muy excitante ver lo que haces. –Yo seguía moviéndome y gimiendo.
Mi hermana se dejó caer en el sillón, me incliné poniendo mis manos en sus pechos. Me agaché para besarla.
En ese momento no existía nada más que nosotros tres y el sexo.
Levanté mi cuerpo y empecé a saltar. Olga subió sus manos hasta mis pechos.
-Apriétalas hermana. –Le dije.
-Mis manos están chiquitas. Tus tetas son enormes. Me encantan. –Me dijo. –Y cuelgan rico. Por esto tantos hombres te quieren coger.
-Por esto, tantos hombres me han cogido.
Sentí las manos de mi novio en mi espalda. Me empujó para que me agachara.
-¿Qué pasó? –Le dije.
-Inclínate. –Me dijo. Sentí que se subió al sillón y puso su verga en mis nalgas. Luego sus manos las abrieron y la cabeza de su pito tocó la entrada de mi culo.
-Dale despacio. –Le dije.
Al instante tuve un orgasmo. Mi imaginación voló, había visto mucho porno para saber lo que vendría. Tendría una doble penetración.
Rafa empujó un poco, despacio. Entró la cabeza, se detuvo. Empujó más, entró más. Empezó a moverse.
-No se muevan. –Nos dijo. Sentía la mitad de la verga entrar y salir de mi culo. Mientras sentía eso, tenía otra verga dentro de mi panocha.
Inconscientemente me moví al ritmo de los empujones de mi novio, al mismo tiempo me clavaba en el dildo de mi hermana.
-Te gusta, ¿Verdad? Puta. –Me preguntó mi novio.
Asentí con la cabeza. Estaba perdida, el dolor, la excitación, mi imaginación, el momento, el orgasmo, me tenían loca.
A lo lejos escuchaba las voces de mi hermana y mi novio, no les ponía atención. Yo solo quería seguir moviéndome, quería seguir clavándome.
De pronto mi novio se dejó de mover, su verga empezó a latir dentro de mi culo y sentí un líquido
caliente. Sonreí. Había terminado.
-Te amo, Rafa. –Le dije entre gemidos. –Te amo, te amo, te amo, te amo tanto mi amor.
Mi cuerpo se aflojó, Rafa se salió despacio. Su leche escurrió por mis piernas. Me recargué en el pecho de mi hermana. Estaba agitada, cansada.
-¿Te gustó? July. –Me preguntó Olga.
-¿Esto lo hacen seguido tú, Andrea y mi novio? –Le pregunté entre jadeos.
-Y la vecina. –Dijo. –Rafa es un amante increíble. Su imaginación no tiene límites. Eres demasiado afortunada por tenerlo. Te ama solo a ti.
-Y yo a él. –Me voltee a verlo. Mi corazón latió de prisa, lo vi y me llegó una emoción inexplicable. Estaba hincado frente a nosotras, desnudo, y con un anillo en su estuche.
-Ahora estoy seguro que no hay otra mujer con la que quiero estar. Te amo Julia y quiero que pasemos el resto de nuestras vidas juntos. ¿Te quieres casar conmigo?
Salieron lágrimas de mis ojos. Me levanté de encima de mi hermana y corrí a abrazar a Rafa.
-Claro que acepto. –Dije. Nos besamos. –Voy a lavar mi culito para seguir usándolo. –Le di un pico y caminé al baño.
Abrí la regadera. Cayó el agua por mi cuerpo. Llevé mis manos a mis pechos. Las bajé por mi vientre y llegaron a mi cuevita, agarré el jabón y la pasé por mi entrepierna hasta llegar a mi culito.
Pensé en mi novio, pensé en mí, en mi forma de ser.
”Le voy a cumplir cada fantasía sexual que tenga, y le ayudaré con cada mujer que desee”
, pensé.
Me limpié y me sequé. Caminé hasta la sala. No había nadie. Me dirigí a la recámara de mi hermana, no había nadie. Luego avancé hasta la recamara de mi tía. Abri la puerta.
Olga estaba empinada, con sus nalgas apuntando a la puerta y Rafa estaba acostado boca arriba. Mi hermana le estaba mamando la verga a mi novio. Se volteó.
-Vente hermanita. –Me dijo. –Vamos a festejar tu compromiso.
-¿Cómo lo vamos a festejar? –Le pregunté.
-Vamos a tener sexo hasta las 6am que es la hora para ir a la escuela.
En mi rostro se dibujó una sonrisa enorme. Corrí y me puse a un lado de mi hermana. Me llevé la verga de mi novio a la boca.
-Amor, le voy a ayudar a mi hermana a conseguir novio. –Le dije a Rafa.
-¿Qué harás? –Me preguntó Olga.
-Traeré varios candidatos y nos los vamos a coger para ver cuál te gusta. –Le dije.
-Me agrada la idea. –Dijo mi hermana.
-A mí también. –Dijo mi novio.
Y empezó el maratón de sexo que duraría muchos meses.
Continuará.