Mi novio y su amigo
Mi novio me forzaba a hacerlo, un día me llevó a ver a un amigo suyo y entre los dos...
Tengo 16 y llevo casi un año de relación con mi novio, él se llama David y es dos años mayor, cuando nos conocimos el tenia novia pero la dejo por mi y eso me costo que ella quisiera vengarse y un día en la calle, ella y dos amigas mas me diesen una buena tunda. El caso es que al final David y yo empezamos a salir y enseguida el me propuso hacerlo, yo era virgen y quería esperar un poco pero el insistió mucho hasta convencerme y un día me llevó con la moto al bosque que hay a unos kilómetros de donde vivimos, me desnudo y bajo las copas de los árboles se me echó encima y me desvirgó.
Me dolió bastante y sangre, estuve dolorida como dos o tres dias y además medio enfadada y temerosa de él porque me pareció que lo hizo bruscamente y me hizo sentir mal durante algún tiempo.
Al final vino a hablar conmigo y lo arreglamos, estuvimos bien unos dias hasta que el volvió a insistir en hacerlo, yo tenia miedo de que me doliese pero accedí como siempre porque empezamos a besarnos y acabamos medio desnudos.
Al estar solos en su casa, no esperó ni a ir al cuarto, en el salon sobre el sofa me lo volvió a hacer y de nuevo me dolió bastante, cuando le dije que parara no paro pero enseguida se corrió dentro y yo me puse a llorar porque creia que me quedaria en estado, el dijo que no, a pesar de ello fuimos a comprar la pastilla del dia después y a mi me dolia todo.
Me tome la pastilla y luego me compré también pastillas anticonceptivas, David me lo aconsejo y el mismo las consiguió por una amiga que trabajaba en una farmacia. Yo me llegué a sentir incómoda con él porque tenia miedo a cuando me lo hacia, le dije que me dolia porque, para ser sinceros, él tiene la polla bastante gruesa y grande y creo que era eso por lo que me hacia tanto daño.
Un dia le dije que queria dejarlo con él todo por el miedo a cuando él se empeñaba en que quería hacermelo, a mi él me gustaba mucho pero el miedo era mucho peor que las ganas, asi que le dije que queria dejar de ser su novia.
El se puso bastante mal y me dijo que me quería mucho, cuando lo vi tan mal y llorando me ablandé y no pude dejarle, pensé realmente que todo entre nosotros podría mejorar con algo de paciencia.
Esa tarde me propuso ir a casa de un amigo suyo para pasar un rato los tres, le dije que si, me apetecía ir porque David estaba muy cariñoso y verdaderamente parecía otro, más atento y agradable. Cuando llegamos su amigo me pareció bastante guapo, se llamaba Miguel y estaba en la cochera arreglando no se qué del coche, tenia un coche rojo muy llamativo, descapotable, me dijo que si me queria montar. Me monté mientras ellos hablaban, se reían y me miraban con cierta malicia que al principio yo no comprendía.
Después de un rato David me dijo que tenian algo que proponerme. Me dijo que él y Miguel querían estar conmigo, los dos a la vez, me asusté bastante, irremediablemente pensé otra vez en la gran polla de mi novio y en el dolor, y le dije que no sin más, entonces me dijo que él no me haría nada, que no me la metería si yo no quería, pero que yo tendría que hacerle algo a cambio.
No se como me convenció, creo que fue porque Miguel me gustaba y con él si quería estar, me quite la ropa y los esperé a los dos.
Llegó primero Miguel desnudo, él la tenia algo mas pequeña que mi novio y pensé que esto me resultaría un gran alivio, queria besarle y tocarle pero entonces llego David y me dijo que me pusiera hacia delante que me iba a dar con crema. Me dio mucha crema y Miguel se puso detrás de mí, me dijeron que tenia que aguantar todo lo que pudiera. David se puso delante, y sin pensarlo, me metió su gran miembro en la boca, casi me ahogaba , no podía respirar, tire hacia atrás con la cabeza pero él me agarró por la nuca y me obligó a seguir con ella en la boca, chupando, movía las caderas y me la metia dentro y la sacaba un poco, la entraba tan dentro que me provocaba nauseas.
De pronto sentí a Miguel detrás de mi, duro como una piedra, se rozó contra mi trasero y oí que le pedia a David que parase un momento, David siguió su orden y entonces Miguel me apoyo la punta de su miembro en la entrada del ano y empujó con fuerza.
Aquello sí me dolió, intenté gritar, pero con la polla de David en la boca fue imposible, intenté sacármela, moverme, pero David me presionó contra él mientras que Miguel me agarraba por las caderas y empezaba a bombear. Los dos se movían delante y detrás, y el dolor creció porque Miguel me la estaba metiendo por el culo y realmente yo pensaba que iba a dañarme, y la polla de mi novio dentro de mi boca no me dejaba respirar ni gritar.
No recuerdo el tiempo que me tuvieron así hasta que por fin oí que gemían y rogué para que aquello terminase rápido, era una tortura insoportable, la polla de Miguel se abría paso dentro de mi estrecho agujero mientras me decía mil insultos, gemía y me llamaba puta, zorra, y todo lo mas humillante que se le ocurría, ¡incluso me soltaba cachetadas!
Mientras yo luchaba por no asfixiarme, David iba delante y detrás diciendo algo como "vamos nena vamos, no pares" y gimiendo con gran placer, por lo visto los dos estaban disfrutando ampliamente haciéndome aquello.
Llevaríamos unos 10 minutos así pero a mi me parecían una eternidad, al menos el terrible dolor que me producían las embestidas de Miguel poco a poco iba remitiendo pero no desaparecía.
Por fin note que Miguel gritaba y algo caliente me inundó y rebosó chorreándome por los muslos. Noté que Miguel salía de mí y di gracias a Dios.
Dos o tres segundos después, la polla de mi novio empezó a escupirme un torrente de semen en la boca que casi me sale por la nariz, tosí y la mayor parte salió a borbotones, chorreó por mi barbilla y cayó al suelo. Empecé a escupir tratando de no tragar nada, el sabor era desagradable.
David me la había sacado de la boca para terminar cascándosela un poco más y por fin pude escupir el resto de su semen y respirar. Miguel se estaba riendo, diciendo que había estado genial, que había sido fantástico. Pero a mi me dolia como si aun tuviera una barra caliente dentro.
Me vestí y sin decir nada me fui a casa. Me di una ducha y no le conté a nadie lo ocurrido aquella tarde, aunque no seria la ultima vez que pasaría por algo así. Pero esto lo dejaré para otro momento.