Mi novio me entrega a un desconocido.

El novio de Sam la entrega a un desconocido para poder cumplir sus fantasías de cornudo.

Este realto sucedió hace un par de años, espero les guste. En aquel entonces tenía un novio con el que llevaba buena relación, la comunicación era buena, siempre me apoyaba y el tema del sexo todo iba bien, bueno hasta que me hizo ciertas confesiones… Derrepente me hacia comentarios o preguntas relacionadas al tema de intercambios o de cornudos, me preguntaba si aceptaría coger con otro o me pedía que le dijera como complacía a mis ex novios, de tanto y tanto debo aceptar que si me calentaba, pero no quería eso, realmente me sentía bien con él.

Estábamos en una fecha en donde faltaban días para su cumpleaños y le dije que iría a su casa para pasar tiempo juntos y adelantarle su regalito, además de que le prometí que haríamos lo que él quisiera. Así que me vestí lo mejor que puede para la ocasión; una falda corta, con un cachetero abajo, arriba una blusa de tirantes un poco ajustada para que mis pechos resalten, un chaleco y obviamente no me puse sostén. Tomé un taxi para llegar a su casa a la misma hora de siempre, una hora en la que siempre estamos solos. Entré y enseguida se lanzó sobre mis labios, puso sus manos en mis nalgas y yo en su paquete.

Sam: Vaya que te ha gustado como vengo jajaja. – dije referente a su erección. – Te parece si vamos al grano, porque el taxista me ha dejado a medias. – le dije en plan broma para complacer sus oídos.

Me quité mi chaleco y seguimos besándonos hasta que llegamos a su habitación donde tenía una silla y me sentó en ella.

Sam: ¿Y esto que es Felipe? Jajaja

Felipe: Es solo un pequeño juego que quiero hacer contigo. - Me esposó las manos hacia atrás y cubrió mis ojos. – Tu solo relájate.

Sam: Está bien, solo quiero que la pases bi… - Sentí unos labios que invadieron los míos, y con ello sentí como frotaban mis pezones por encima de mi blusa. – Ay amor me encanta que hagas eso.

Esos besos comenzaron hacer mas rapidos y podía sentir su lengua jugando con la mía, la sentía mas larga y sus besos diferentes, pero decidí ignorar eso y solo me enfoque en el momento. Sentí como subían mi blusa dejando a la vista mis pechos, los cuales ya eran manoseadas por unas manos que apretaban y juagaban muy bien con mis pezones.

Sam: Amor me gusta que ya no seas tan cuidadoso con mis pechos, sigue así. – sentí como liberaban mi mano derecha para que pudiera masturbar a mi novio – ay amor, tienes una verga muy caliente, y la tienes tan dura creo ha tomado un mejor tamaño.

Comencé a masturbar ese gran miembro, escupí en mi mano y así empecé a humectarla. Después deslizaron mi falda y mi interior para que mi vagina quedará libre, enseguida sentí unos dedos que empezaron a jugar en la entrada y poco a poco fueron entrando.

Sam: amor me encanta que hagas eso, ay si que rico.

Ya no aguante mas y metí esa verga a mi boca para que pudiera saborearla bien, realmente la sentía mas grande, ya que por lo general la verga de Felipe me entran bien en mi boca.

Sam: Oye espera, enserio siento tu verga diferente. – nuevamente esposaron mi mano derecha, me tomaron de mi cabeza y me empezaron a meter esa verga a la fuerza. – agh agh aghh espera enserio para.

Desconocido: Tranquila niña, solo disfruta de mi verga.

Senti un escalofrío recorrer mi cuerpo, era obvio que esa voz no era de Felipe. Estaba en un cuarto, talvez a solas con un desconocido, sentada y esposada a una silla, completamente desnuda e indefensa. Por un momento sentí mucho miedo y enojo, esa persona sacó su verga de mi boca y regreso a mis pechos para chuparlos y morder ligeramente mis pezones.

Desconocido: ¿Qué pasa Sam? Hace unos minutos dijiste que te gustaba, sé que te gusta. – dijo mientras seguía comiéndose mis pechos. – se cómo hacerte caer putita.

Siguió haciendo su juego con mis pezones, pero está vez hundió sus dedos en mi vagina, no quería entregarme, no quería darle el gusto, pero realmente estaba disfrutando esto. No pude aguantar más y una descarga de mis líquidos salió de mi vagina, había perdido, no podía mentir más, estaba excitada, me sentía en la gloría, me había encantado y era más que obvio… Y lo peor de todo, es que querías más.

Desconocido: ¿Te gusta, cierto? Dime que te gusta, putita.

Sam: Ay siiii, me gusta, sigue así sigue.

Nuevamente metió su verga a mi boca, pero esta vez la chupaba con tanto gusto, me la metía toda, la sentía en la garganta y me gustaba tanto.

Sam: Agghhh sii me encanta tu verga.

Desconocido: Pues te la daré.

Tomó mis piernas y las colocó en sus hombros, sentí su verga golpear mi vagina y poco a poco la fue metiendo.

Sam: Aaaaay siii, despacio, que bien se siente. – dije mientras sentía como me la enterraba mas y mas.

Desconocidos: Estás un poco apretada ¿acaso no te cogen bien? – dijo mientras comenzaba a embestir lentamente.

Sam: No, ese maldito cabron no lo hace tan bien como tú.

Sus embestidas seguían mientras aumentaba mas el ritmo y la velocidad, lo gozaba como nunca, estaba disfrutando como ese desconocido me abría mas y mas.

Felipe: Acaba ya, el tiempo se termina.

Escuche la voz de Felipe, de tanto disfrutar esa verga me había olvidado de ese cabrón.

Sam: Cierra la boca idiota, deja que me parta como su puta gana quiera. – realmente estaba furiosa. – continua cogiéndome como quieras.

Desconocido: Vaya que eres una gran puta, Sam.

Me agarró con fuerza y me empezó a embestir con gran fuerza.

Sam: Siii cógeme asi, sigue asi, me voy a correr sigueeee no pareeees aaay.

Desconocido: Sii que rica puta eres, gimes como toda una puta, tengo que terminar y te voy a llenar tu cara de leche.

Sam: No pares sigue cogiéndome así, hazme correr siii, dame tu semen donde quieras. Me corro siiii. – me empezaba a retorcer en la silla y era mas que obvio que me había hecho terminar.

Desconocido: Ven aquí putita, eso es. – me destapó los ojos y lo primero que pude ver es una verga frente a mi, la cual comenzó a expulsar su semen en mis labios. – que rico sii, voy a llenar esa cara de mi semen.

Abri mi boca y saqué mi lengua para poder saborear ese cremoso semen, literal lleno mi cara y mis labios de semen.

El desconocido me desató y levanté la mirada, vi a un tipo no tan joven, delgado, de tez blanca y cabello corto de color negro, nunca lo había visto antes. Giré la mirada y vi a Felipe sentado en la cama mirándome fijamente.

Sam: ¿Querías esto verdad cabrón? Eres un maldito hijo de puta. Pero está bien, si esto es lo que quieres, adelante. Solo olvídate una cosa… - tomé un poco de semen que había en mi rostro, y lo metí a mi boca – Olvidate de terminar en mi cara y boca, porque ahora otros lo harán.

Me acerqué al desconocido y le planté un beso en sus labios, tomé mi ropa, me vestí y me fui sin decir nada mas.

Espero les agrade este relato, saben que pueden escribirme a mi correo. Besos.