Mi novia y yo con dos amigas en la concentración
La del chochito rico se contorsionaba y restregaba en mi cara ese coño húmedecido mientras le lamía los pezones a su pareja enfurecidamente por los lametazos que yo le proporcionaba. Yo notaba como la otra movía sus piernas que constantemente me apretaban los hombros por la postura que teníamos y mi chica no paraba de golpearse la cara y boca con mi tremenda verga enloqueciendo de placer
Esplendida mañana del mes de Abril, nos vamos a una concentra motera, mi chica tumbada en el sofá leyendo un libro, yo limpiando la moto, una Ultra de 1450 c.c. dos horas de limpieza y abrillantado. Lo hago con gusto pues me agrada que después l@s amig@s y otr@s me doren la píldora con que si está muy limpia y que moto más guapa tienes. Es agradable y cuando menos es mejor a que te critique y digan “que moto más y guapa y lo sucia y descuidada que la tiene”, en realidad me suda la polla lo que digan, que se jodan.
Son las 9:00 AM. Cuando termino de limpiarla, tenemos la tienda de campaña y la bolsa preparada para el viaje, nos esperan 600 kmts. por delante para este fin de semana y otros tantos de vuelta mañana. Vamos a pasar la noche para ver el concierto de Deep Purple en Faro (Portugal).
Salimos desde Roquetas de mar (Almería) y tenemos unas seis horas por delante, llegaremos sobre las 5 de la tarde porque pararemos por el camino a comer unos pescaitos en Málaga, en el Tintero, chiringuito espectacular donde nos gusta ir cuando tenemos la ocasión.
Ponemos la tienda en la zona de acampada y salimos a conocer el pueblo y tomar un café.
Motos a mogollón, por todas partes un estruendoso ruido ensordecedor pero agradable, son Harleys, la mayoría que guapas.
Nos sentamos en una terraza dejando la maquina junto a un montón de ellas aparcadas en la carretera junto al bar. Un café y una cerveza, tomamos.
A nuestro alrededor todo eran moter@s, parejas desenfadadas y libres de prejuicios, normalmente bebiendo cerveza, los cascos por encima de las mesas, chupas de cuero colgadas en los respaldos de las sillas, los pies encima de las sillas o descansando los de ellas en los muslos de ellos, bien muy buen ambiente. Me gusta Faro y sus personajes pasajeros, largas melenas en las chicas, rapados y tatuados los chicos, también a veces desmelenados, si alguien nos ve desde la distancia, parecemos seguramente los chicos malos como en las películas. Yo no me tengo por malo, quizá travieso, eso es todo y no creo que la gente que nos rodea con lo tranquilos que se les ve tengan ganas de montar bronca y romper todo a su paso. Eso es en las películas.
De pronto una de las chicas, más bien una mujer ya hecha, que digo yo que los 35 ya no los cumplía, se levantó y dio un cogotazo a un chico que tenía detrás llamándole gilipollas. Su pareja se levantó sin al parecer saber que pasaba, bueno creo que nadie sabía lo que pasaba más que ellos dos, todos teníamos la mirada fijada en ellos, esperando el desarrollo de los acontecimientos.
Dos chicos que estaban con el del cogotazo se levantaron amenazadores por lo que pudiera ocurrir.
Creo que me he precipitado al decir que no somos chicos malos, pues si esto no mejora quizá tenga que tragarme mis palabras.
Una pequeña discusión entre ellos y todos expectantes. Se solucionó el problema pagando los chicos unas cervezas para la pareja molestada.
Al parecer el chico de la otra mesa que estaba con los amigos se estaba balanceando en su silla que estaba a la espalda de la de la chica y en una de estas le cogió con la parte alta del respaldo el pelo atrapado en las dos sillas. Fue un incidente sin mala intención que se solucionó con unas cervezas, eso me gusta cervezas, chicas y motos.
Bueno una vez que os he puesto en antecedentes, vamos a lo interesantey que nos gusta a tod@s.
Ha llegado la noche y hemos cenado varias carnes de la parrillada y cerveza a mogollón, comienza el concierto y todos expectantes ante este fabuloso grupo de la época de los roqueros.
Cada chico agarrado a su chica y cada chica pensando en a quien se va a follar esta noche.
En estos pensamientos estoy cuando miro a mi chica y me pregunto internamente ¿a cuál de estos cabrones estarías gustosa de follarte esta noche?.
Espectacular concierto con chicas sobre el escenario, buen sonido, sensacional; los ánimos se van calentando con las bebidas alcohólicas y la música. Se van viendo parejas enzascados en sus quehaceres amorosos. Nosotros por nuestra parte decidimos apartarnos del mundanal ruido y quedarnos en la zona de acampada desde la que solamente escuchábamos la música y los gemidos de alguna que otra pareja en sus tiendas de campaña.
Tumbados en el césped en la puerta de nuestra tienda, mirábamos las estrellas, juntamos nuestras caras, bromeamos con los labios, suaves, tiernos, jugosos. Le puse una mano en su pecho, le acaricié los dos pechos suavemente, con la yema de mi dedo corazón, tocaba sus pezones que empezaban a ponerse duros como pitones de ternera. Metí la mano por debajo de su camiseta, ahora sí que estaban suaves calientes y tiernos sus senos, con una sola mano los apretaba contra su pecho con movimientos circulares lo que a ella le gusta y a mí me pone muy cachondo. Jugueteábamos de esta guisa, ella acariciaba mi torso y pecho cuando bajé mi mano hacia su pubis, tocando los primeros pelillos de su conejo, ella se estremeció y se le entrecortó el aliento, a su vez bajó su mano hasta meterla por debajo del elástico de mi chándal.
Seguí bajando por el monte de venus hasta tocar el húmedo y tierno chochito por debajo de su short. Masajeaba sus labios vaginales lubricados òr los jugos que estaban bañándolos desde hacía un rato pasando a rozar el clítoris en su punto “G” lo que la hacia gemiryagarrarse a mi nabo que ya estaba bastante puesto.
Como se hacía difícil dado el grado de calentamiento el manejarnos con los pantalones puestos, María optó por quitarme el pantalón del chándal y yo tiré de su short y braguita hacia abajo, quedándonos desnudos completamente. Era ya noche avanzada sobre las cuatro de la madrugada y decidimos meternos dentro de la tienda, así es que subimos la cremallera y se metió ella en primer lugar siguiéndola yo.
La sorpresa fue mayor cuando al entrar me di cuenta de que no era nuestra tienda, era igual y con el follón de motos y tiendas, las cervezas y la hora nos despistamos y estabamos en la puerta de una tienda que no era la nuestra.
Lógicamente no estaba vacía, la ocupaban dos chicas que por las voces parecían de corta edad, unos 25 añitos diría yo. Estaban abrazadas una a la otra como jugueteando con sus cuerpos, seguramente enzarzadas en juegos lésbicos.
Pedimos disculpas y nos disponíamos a salir cuando una de ellas agarró a mi chica por el prazo y le pidió por favor que nos quedáramos, no molestábamos en absoluto, además se habían percatado de nuestros entrenamientos en el exterior durante el tiempo que estuvimos restregándonos.
¡¡¡ Joder ¡¡¡ de nuevo la vida te da sorpresas, una inesperada situación que voy a pasar a contaros su desarrollo. Esto no me volverá a pasar en la puta vida.
Un poquito cortados mi chica y yo, sentados en un rincón sin saber cómo actuar, quedábamos en una ridícula situación, de lo que se dieron cuenta la pareja.
Ellas sin mediar palabra se comenzaron a besar y acariciar sus cuerpos sin dar importancia a nuestra presencia. Una se puso encima de la otra besándole los pechos desde una posición de sentada en sus pantorrillas, claro desde mi posición notaba ese culito perfecto que se dejaba vislumbrar debido a la luz de una farola cercana que traspasaba la lona de la tienda. La polla me ardía y mi chica me la agarró como si se la fueran a quitar y comenzó a comérmela. Eso estaba muy bien pero yo quería aprovechar el momento y probar otros caldos por lo que me tumbé en el suelo, boca arriba entre las piernas de la chica que estaba tumbada boca arriba y a la que la otra le estaba comiendo los pechos. Levanté el culito de ésta poniéndolo sobre mi barbilla y de esta forma comencé a comerme el coño más rico de mi vida, suave, tierno, afeitado, de estremecedor olor, labios abultados, que cosa más rica.
La polla se me puso a cien, lo que agradeció mi chica que se enganchó a ella y se la comía con frenesí.
La del chochito rico se contorsionaba y restregaba en mi cara ese coño húmedecido mientras le lamía los pezones a su pareja enfurecidamente por los lametazos que yo le proporcionaba. Yo notaba como la otra movía sus piernas que constantemente me apretaban los hombros por la postura que teníamos y mi chica no paraba de golpearse la cara y boca con mi tremenda verga enloqueciendo de placer, yo por mi parte comía, lamía y tragaba todo lo que salía de esta profunda y húmeda cavidad.
La del chochito húmedo se dio la vuelta dejando el coño a mi disposición de la misma manera en que estaba pero en sentido contrario por lo que ahora eran dos las chicas que me comían la polla y yo seguía degustando el preciado manjar que ahora además dejaba ver el agujero del culito que ya estaba pensando en taladrar con mi polla.
A la otra chica desde mi postura tumbado boca arriba la podía ver encima de mi puesta en cuclillas masajeándose el coño haciéndose una paja guarra contemplando la escena porno que teníamos montada.
Hubo un momento en el que mi chica agarró fuertemente mi enorme y dura polla y obligó a la del chochito a comérsela mientras la sujetaba con su mano, se la sacaba de la boca de vez en cuando y la golpeaba en la cara en ambas mejillas, después se la metía ella en la boca y me pajeaba con la mano. Yo seguía comiendo casi sin respirar mientras veía a la otra pajearse delante de mí.
Esta situación me sobrepasaba y cuando las dos me la comían al mismo tiempo cada una por un lateral llegué al orgasmo corriéndome en la cara de las dos que se peleaban por coger el blanco y espeso semen cuando salpicaba sus rostros.
¡¡¡ Joder ¡¡¡ que pasada, hubiese querido aguantar más pero no pude, fue superior a mi tanta excitación, ese coñito joven y tierno, espectacular paja la de esta baza.
Las dos terminaron con los rostros chorreados de semen y comenzaron a restregarse comiéndoselo una a la otra con sus calientes lenguas.
Yo por mi parte y no conforme con lo rápido que me quedé fuera de juego, me levante y con la polla en la mano me dirigí hacia la chica que se estaba pajeando, le agarré el coño con la otra mano y se lo froté con fuerza, le acaricié el clítoris con mi dedo corazón antes de introducírselo en la vagina empapada de flujos y hacerle una paja en condiciones.
Las otras dos se habían puesto en postura de 69 y se comían el coño ferozmente mientras yo las observaba y se me ponía de nuevo más tiesa que la porra de un guardia urbano.
Entonces tumbé a la chica boca abajo le levanté el culito poniéndolo en pompa y bajándole la cabeza, lo que me posicionaba con ventaja para una espléndida penetración anal.
De momento y lo más cachondo y caliente que te puedas imaginar metí de lleno mi cara dentro de esas nalgas que dejaban sobresalir ese coño baboso y lubricado que me eché a la boca, comiéndome y lamiendo hasta el aguajero del culo. Mientras lamía enloquecidamente su vagina le metí el dedo pulgar por el orificio del culo, preparándola para esa penetración anal que estaba por llegar.
Le di la vuelta y la puse la cara junto a la de mi chica para que entre las dos le comieran el coño a la otra que se revolvía lamiéndole el clítoris tumbada boca arriba. Fuertes lametazos de coño, las lenguas de ambas se juntaban y entremezclaban saboreando el ano y la rica almeja que estaba empapada entre saliva y jugos vaginales, mientras yo le metía a la otra que tenía el culito levantado en pompa la lengua en el agujero con el fin de lubricarlo, bajaba y le lamía el coño que tenía todo empapado con sus jugos y mi saliva. Me agarré la polla y se la paseé por los húmedos labios del coño, con el capullo la acariciaba de arriba abajo hasta que lo coloque en la entrada de ese esplendido chochito y penetré con fuerza, una fuerza que no me fallaba a pesar de la primera corrida, entraba y salía de su interior escuchando los gritos ahogados por el chocho que estaba comiendo y lloriqueos propios notaba como disfrutaba con la tremenda penetración. Varios minutos la mantuve ocupada con mis ventidos centímetros de polla dura penetrándola sin descanso ni piedad.
Me levanté y puse la polla gorda arrodillándome como pude, en coño de la chica a la que se lo estaban comiendo entre las dos con lo que ahora eran dos lenguas para comer un coño y una polla con el prepucio metida en el y dejando abiertos los labios por los que lengüeteaban las dos chicas.
Fantástico, que pasada, dos lenguas y una almeja para mi polla, aguante lo que pude gozando hasta que se corrió en sus bocas, entonces me volví a levantar y me coloqué en la parte de atrás de la chica que se acababa de correr, la que estaba en posición de 69 con mi chica. Ella estaba boca arriba comiéndole el coño a mi chica, entonces puse pi polla entre la lengua y el coño para que se lubricara bien, después la coloqué en la entrada del agujero del culo y apreté con todas mis fuerzas, estaba taladrando el culo de mi chica mientras la otra le comía ese coño mojado porque se estaba corriendo babeándole toda la cara. Cuando noté que se había corrido y la otra estaba pajeandose en la boca de mi chica me puse eufórico y saque la polla del culo para ponérsela en el coño y correrme dejándole caer los chorros por la boca de la joven que empapada de flujos y semen se volvía a correr al mismo tiempo que la pajeadora se corría en la boca de mi chica.
Extasiad@s terminamos unas encima de otros revueltos en el suelo de la tienda.
Tremenda follada la de esta concentración motera con final más que feliz.