Mi novia se folla a todos, ¿ingenua o puta? 3

Tercera parte del relato, recomiendo leer el primero para conocer a los personajes.

Tras el campamento Carlos y Rafa quedaron un día a tomar un café.

• Joder Carlos, que campamento más de puta madre me paso el día viendo el video de las folladas a la tonta de Eva. La tía ni se enteró que el director estaba metido en la historia que montamos para follárnosla.
• ¿Tonta?, lo que es es una guarra que le gusta un rabo más que a un niño un caramelo.
• Que no, que no, que la tía es una ingenua
• Bueno tendremos más oportunidades para saber quien tiene razón. Yo ya estoy dándole vueltas para seguir follándola.
• Ja,ja,ja yo también pero no se me ha ocurrido nada.
• Pues a mi sí
• Cuenta, cuenta Carlos
• Vamos a aprovecharnos de su miedo a los bichos y a la noche. También necesitamos un grupito de chavalitos jóvenes.
• Eso es fácil mi cuadrilla de amigos son como yo tienen entre 22 y 23 años.
• Sería mejor de unos 18, que sean mayores de edad.
• Puedo decírselo a mi hermano y sus amigos que ya todos tienen los 18 recién cumpliditos, además el cabrón de mi hermano ha hecho copias del video y lo ha repartido a diestro y siniestro ¿Cuántos necesitamos?
• Creo que unos 5, con nosotros dos seremos siete. Creo que siete rabos son suficientes- dijo Carlos entre risotadas.
• Bueno cuenta ,cuenta por favor

Carlos contó a Rafa su idea y este último quedó encantado por lo que decidió llamarla

-Dime Rafa, dijo Eva al contestar a la llamada.

• Hola qué tal, ¿ya descansada del campamento?.

• Sí, gracias, he dormido un montón y ahora liadísima con los preparativos de mi boda… por cierto tenemos que quedar para darte la invitación y así conoces a mi novio.

• Vale tengo ganas de conocer a ese afortunado que ha conseguido enamorar a una novia tan fantástica.

• Que tonto eres –dijo Eva entre risitas-

• Oye no sé si te comenté que estoy voluntario en una ONG con adolescentes conflictivos.

• No me dijiste nada, jo, me encanta que dediques tu tiempo libre para educar a chavales, eres un tipo de puta madre dedicando tu tiempo a los demás. ¿Qué necesitas? Espero que no sea una donación que con la boda ando tiesa.

-Verás quiero hacer una acampada de fin de semana y la otra monitora me ha fallado y como veo tan importante que tengan un referente femenino he pensado en ti. Claro que no pagan nada así que no sé si te interesara.

Eva estaba liada con la boda, pero le molestó que su amigo Rafa pensase que no iría porque no le pagaban, así que aceptó.

• Depende de la fecha, ¿cuándo es?

• Pues cuando puedas son pocos chavales y ellos tienen todo el tiempo del mundo como son de familias desfavorecidas apenas tienen pelas por lo que no se van de vacaciones.

• Pues este fin de semana mi novio curra, bueno este y los de todo el mes, así que cuando quieras.

• Pues quedamos este, quedamos este – dijo Rafa ansioso.

• ¿Preparo algo?

• No, no te preocupes que tenemos todo preparado.Lo vamos a pasar genial (sobre todo nosotros pensó Rafá). Te recojo el viernes por la tarde a las 18.00, te hago una perdida y bajas. Lleva saco y poco más.

• Vale nos vemos el viernes, besitos.

En la punta de la polla quiero los besitos pensó Rafa, pero claro no lo dijo.

• Lo mismo, besos.

Tras colgar

• Carlos ya tenemos plan para este fin de semana.

• Monta lo de tu hermano pero recuerda todos 18 años, aunque para la putita Eva tendrán 16.

Llego el fin de semana y Rafa fue por Eva.

Eva se sorprendió al bajar de su casa y encontrase a Carlos, el seboso cocinero del campamento, en cierto modo se encontraba agradecida con él por haberla ayudado durante el campamento con su estreñimiento, pero no podía evitar cierto asco al recordar esos dedos cortos y rechonchos tocándole las tetas mientas le penetraba el culo.. le dio un escalofrío al recordarlo.

• Hola Carlos, le dijo Eva mientras les daba dos besos

• Hola Eva, ¿qué tal ese culillo ya tira bien?. Dijo mientras le daba una sonora palmada en el culo.

• Muy bien todo gracias. No sabias que venías

• Como bien sabes me gusta ayudar y quiero que esos chavales coman bien por lo menos un fin semana-.

• Bueno vamos que a los chavales ya los hemos llevado y los hemos dejado solos montando las tiendas

• Al final han venido los cinco, el perfil es que son de familias desestructuradas y muy faltos de amor y de cariño.

Eva conoció a los chavales, le cayeron muy bien. Eran unos jovencitos encantadores y todos muy atractivos, delgaditos pero musculosos, con algún piersing pero nada excesivamente llamativo.

• Tenéis que tener un montón de novias en el barrio

• No creas ninguna nos quiere, decían riéndose los chavales.

La tarde fue muy agradable y Eva no dejaba de comentar a Rafa que hacía un trabajo fantástico que los chavales les parecían muy educados y eso que ella pensaba que serían delincuentes.

-Los tienes locos, si no hacen más que mostrarte los tatuajes y pasearse sin camiseta para llamar tu atención.

• La novedad

• No Eva, es que eres una gran educadora.

• ¿Te gusta el sitio?

• Es precioso, pero para mi no tener una ducha y un baño es terrible. Con el miedo que me dan los bichos y aquí tiene que haber un montón.

Hacía mucho calor, pero Carlos había preparado limonada fresquita y Eva no dejaba de beber, desconociendo que llevaba varias gotitas de un medicamento para evitar la retención de líquidos… vamos para mear más.

Por la noche el cocinero, Rafa y Eva fueron a su tienda y los chicos a la suya. Se fueron pronto porque Carlos y Rafa decían que se encontraban mal, mareados y deseaban acostarse. El resto estaban perfectamente. Sobre las dos de la mañana Eva se despertó.

• Rafa perdona… me meo mucho.

• Pues vete a mear

• Me da miedo ir sola

• Venga que no pasa nada, déjame dormir me sigo encontrando mal, por favor .

Y dándose la vuelta fingió que dormía.

• Carlos despierta, despierta por favor

• ¿Qué pasa? .

• Me meo mucho no puedo aguantarme y me da miedo ir sola

• Pues dile a Rafa

• Ya se lo he dicho pero no quiere acompañarme

• Joder tia, oigo a los chavales que están despiertos dile a uno que te acompañe, que yo estoy muy jodido. –y también se dio la vuelta para dormirse.

Eva salió de la tienda, llevaba un pijamita verde corto de dos piezas y holgado, y se dirigió a la tienda de los chicos

• Hola chicos

• Nos vamos a dormir ahora, dijo Angelito pensando que iba a reñirles.

• Esta bien pero necesito pediros un favor, me meo mucho y me da miedo puede alguien acompañarme

• Claro tia, dijo el hermano de Rafa, vamos Juan pilla la linterna.

Los dos salieron de sus sacos en calzoncillos y acompañaron a Eva hasta una zona del bosque a unos 25 metros.

• Por favor aseguraros que no hay bichos y culebras.

Los dos se pusieron a dar saltos y fuertes pisadas en el suelo

• Si hay alguno se ha ido, nos damos la vuelta.

• No por favor quedaros cerca e iluminar la zona no sea que salga una serpiente, prefiero que me veáis meando a que me ataque un animal.

Como saben los lectores de los relatos anteriores a Eva no le importaba que le viesen desnuda ya que desde muy pequeña acudía a playas y centros nudistas, por lo que en ese sentido no tenía ningún pudor.

• Si aquí lo peligroso es que se te suba un bicho al pantalón si lo dejas en el suelo y al ponértelo te pique.

Eva se quitó el pantalón del pijama y se quedó desnuda salvo por la camiseta del pijama que terminaba en su ombligo, rápidamente le dio el pantalón a Juan y se puso en cunclillas para mear.

• Joder, si que tenías ganas

• Si esperas más revientas

Comentaban los dos mientas no perdían detalle del cuerpo desnudo de Eva. Cuando Eva se levantaba tras la meada y les pidió un pañuelo de papel.

• Juan vete a buscar papel higiénico – Y juan salió corriendo, con el pantalón de Eva en la mano.

• No hace falta, pero Juan ya no estaba

• Esta tarde nos habéis dado la chapa con que mucha higiene en la tienda que la compartimos con más gente y quieres volver con el chocho lleno de pis… mira si tienes gotitas en los pelillos- dijo Alberto mientras alumbraba y acercaba la cara a menos de cinco centímetros del cuidado coño de Eva.

En esos momentos fue a cubrirse el sexo con la mano, pero Alberto le detuvo.

• Que te vas a llenar de pis… espera al papel

Ambos se quedaron en silencio mientras Alberto no le quitaba ojo de encima y Eva empezó a sentir vergüenza sobre todo viendo que del slip (clazoncillo) de Alberto sobresalía una fortísima erección.

• Parece que tarda un poco, dijo Eva. ¿volvemos?

• No lo encontrará., dijo Alberto mientras daba vueltas alrededor de Eva y no perderse detalle del culazo.

• ¿Qué haces?

• Pues asegurarme que no tienes cerca ningún bicho

• Ah perdona –Eva pensó, encima que el chaval se preocupa por mi y se asegura que no hay ningún bicho yo siendo mal pensada y suponiendo que quería verme el culo. Si en el fondo son unos buenos chavales.

• No hay bicos

• Ilumina, he oído un ruido

• Yo no he oido nada - aunque lo había oído y suponía que todos sus amigos no habían perdido detalle.

Juan llegó corriendo, tras más de cinco eternos minutos para Eva, con el papel higiénico.

• Perdón –dijo con voz jadeante- no lo encontraba, lo habíamos metido al fondo de nuestra tienda y como si fuese la cosa más normal del mundo se puso a limpiar el coñito. Eva dio un respingo al notar la mano de juan en su sexo y Juan con tono sorprendido.

• Lo siento, no me he dado cuenta, venía tan rápido para no dejarte hay con todo el pis, que no me he dado cuenta y me puesto a limpiarlo yo.

• No te preocupes, pero puedo yo sola gracias- Y le cogió un poco de papel y se limpió-Y ahora nos vamos con el papelito al campamento para no manchar el monte- dijo Eva satisfecha por la lección de ecología que les dio. – Dame mi pantalón.

• Mierda – dijo Juan llevándose la mano a la cabeza- lo he dejado en el campamento al ir a pillar el papel. ¿Voy a buscarlo?

• No dejalo vamos al campamento – Eva no pensaba esperar más tiempo delante de un adolescente con la polla tiesa mientras volvía con su pantalón y con el riesgo de que los bichos se la comieran.

Al llegar al iluminado campamento, los chicos dijeron a Eva que iban a mear, aunque ella tenía claro que iban a cascarse una paja y le daba igual ya que se había encontrado a muchos pajillereos en las playas nudistas. Desde fuera de la tienda de los chicos, en la que había luz, y tapándose el sexo con la mano, dijo

• Podéis sacarme el pantalón del pijama- tenía claro que no iba a dormir en pelotas junto al seboso Carlos.

No obtuvo respuesta del interior, la verdad es que no se oía nada.

• Chicos, ¿no estaréis dormidos?... tenéis el camping gas encendido y es peligroso.

Siguió sin obtener respuesta por lo que metió la cabeza en el interior de la tienda

• Chicos si estáis despiertos no voy a reñiros- pero nadie abrió los ojos por lo que decidió entrar con cuidado gateando. Nada más llegar al final de la tienda oyó un grito y que varias personas se le echaban encima.

• Nos atacan

• Soy Eva… soy yo… tranquilos- decía Eva totalmente inmovilizada al tener a los tres adolescentes encima.

• Eh colegas que es Eva quitaros.

• Que susto, estabámos durmiendo y me desperté y al verrte pensaba que alguien quería robarnos las zapatillas.

• Pues no- dijo Eva- era yo buscando una cosa – y empezó a incorporarse aunque como no cabía dentro de la tienda tenía medio cuerpo inclinado por lo que los dos de detrás tenían una buena visión de su culo y rajita y el de delante de su coño.

• Está en pelotas, dijo uno señalándole al sexo

• Será puta está lo que quiere es rabo.

Eva no sabía cómo pero de repente tenía seis manos recorriéndole todo el cuerpo agarrándole fuertemente las tetas, el culo.

• No, soltadme, soltadme – gritaba Eva

Trataba de soltar las manos, pero si soltaba otra se agarraba.

• Alto chicos… alto…. soltadla, gritaba Rafa, ¿qué hacéis?

Todos la soltaron y se volvieron hacia la entrada de la tienda donde estaba Rafa y Carlos, momento que Eva aprovechó para levantarse y abrazarse a Rafa.

• Me han atacado de repente.
• No, esa puta ha entrado en pelotas buscando rabos e íbamos a dárselo
• No, no yo entraba por mi pantalón de pijama.
• ¿pero qué coño haces desnuda en la tienda? ¿te han metido a la fuerza?
• ¿Nosotros?, si ha entrado ella moviendo el culito y poniéndonos el chocho en la cara.
• Bueno vamos a tranquilizarnos y solucionar esto, sentenció Rafa, Eva vístete y vete a nuestra tienda.
• No dijo Alberto, que ya había regresado con Juan.
• ¿Cómo que no? ¿Ahora mandas tú? –dijo Rafa cabreado
• Esa zorra se ha dedicado a ponernos calientes y somos menores M E N O R E S, yo en cuanto lleguemos a casa os voy a meter una denuncia o llamo ahora a la guardia Civil.
• Y yo
• Y yo
• Todos vamos a poner una denuncia…ya estoy viendo los titulares de los periódicos "Acoso sexual a menores", "Monitores en pelotas frente a menores"… se os va a caer el pelo.
• Sois unos cabrones, no esperaba esto de vosotros chicos. Carlos, Eva, es cierto nos tienen pillados por los huevos. ¿Qué queréis?
• Queremos tener un fin de semana inolvidable, por lo que de pronto, que se quite la camiseta.

Eva miró horrorizada a Rafa, que mirándola a los ojos le dijo.

-Hazlo o estos cabrones nos hunden para siempre.

• Pero… -dijo dubitativa Eva- algo podemos hacer, ¿no?

• Me temo que no, dijo Carlos o aceptamos ese chantaje o explicamos lo inexplicable a la policía

Eva, llena de ira, se levantó la camiseta y se quedó desnuda completamente mientras todos la observaban.

Los adolescentes lanzaron gritos de alborzo

-Te vamos a folllar todos, repetidas veces y hasta que nos cansemos.

• No te preocupes, dijo con chulería el seboso cocinero, estos niñatos no aguantan ni un minuto… ni te vas a enterar.

• Mira gordo cabrón ya veremos quien aguanta más por cada polvo conmigo, Rafa y tú os la vais a tirar también y al final del fin de semana a ver quién puede más. Puta agradécele a este cerdo que ya no te van a follar cinco, ahora serán siete tios.

• Eso, eso puto gordo y sigue hablando que llamamos a unos amigos a que vengan a follar de gratis.

Rafa la cogió por los hombros y mirándola a los ojos le dijo.

• Estos cabrones nos tienen pillados, pero tú debes decidir, tú nos has metido en esto y las consecuencias pueden ser terribles sobre todo para ti… pero tú debes considerar si es mejor follar un poco o la vergüenza pública, la tuya y nuestra y quizás un problema judicial.
• Decide Evita, llamo a la guardia civil o pasamos un buen rato.

Eva no dijo nada, se tumbó boca arriba y abrió las piernas.

• Buena chica, muy buena chica. Gordo fíjate como folla un niñato. Rafa seguro que tienes condones en el coche… se bueno y vete a buscarlo que no quiero que esta zorra me pegue algo.

Se bajó el calzoncillo y su pene erecto apuntaba directamente a Eva. La verdad es que su pene era grande destacando un glande muy sonrosado y seguramente en otras circunstancias a Eva le hubiese resultado atractivo.

• Zorrita ves como no soy tan malo, te ahorro los preliminares ya vengo con los deberes hechos, dijo Alberto señalándose el pene y riéndose mientras se colocaba el preservativo.

Se puso encima penetrando directamente por el coñito, que en ese momento no se encontraba lubricado, en la boca la besaba ansiosamente mientras embestía con fuerza. Eva sentía mucho dolor y se encontraba rígida.

• Zorra muévete que parece que me estoy follando a una muerta

Pero Eva no se movió y aguantó las 27 embestidas de Alberto hasta que al final eyaculó, al final decidió cerrar los ojos porque mirase donde mirase se encontraba con las miradas de los adolescentes.

• ¿Qué tal tio?- Le preguntaron sus compañeros.

• El mejor coño que me he follado, bien prietito si parecía virgen. Ahora el gordo que quiero ver como folla la foca y luego tú – señalando a Rafa.- Gordo chupale el coño antes de follártela, que seguro que todavía huele a mi polla.

Rafa se acerco a la oreja de Eva y casi en un susurro

• Cariño esto es inevitable, no podemos hacer nada, por qué no tratas de relajarte y disfrutar un poco… será más llevadero.

Cuando apenas había terminado de decirlo Eva ya notaba la asquerosa lengua de Carlos lamiéndole torpemente, lejos de excitarla teniéndolo dolorido como lo tenía cada pasada era un suplicio. Al fin y al cabo había sido culpa suya, pensaba ella, y consideró que la mejor forma para humillar a los chavales era, sino gozar, al menos parecer que con Carlos y Rafa disfrutaba. Esos demonios de crios al menos pensarían que Carlos y Rafa follaban tan bien que podían hacerla disfrutar. Por lo que empezó a gemir y dar grititos de placer en cuanto notó la polla de Carlos dentro de ella. Se puso a acariciarle la calva y evitó manifestar el asco que le daba acariciar esos pocos pelos también grasosos y la opresión de los 120 kilos que debía pesar. Movía sus caderas tan rápidamente como ese peso le permitía y en cuanto sintió la corrida de Carlos simuló un orgasmo.

Luego llegó el turno de Rafa y Eva que sentía aprecio por él decidió imaginarse que estaba con su novio. Rafa fue muy considerado y empezó recorriendo su cuerpo con rápidos besitos mientas acariciaba su pelo.

• Venga macho que faltamos cuatro, mete la directa.

• Si que yo ya no aguanto.

• Tranquilos chicos, medio Alberto, que nos queda el sábado y el domingo, nos vamos a aburrir de follar a esta guarra.

Rafa se centró en lamer los pechos mientras introducía suavemente un dedo en el sexo de Eva y por primera vez en toda la noche Eva no fingió el orgasmo y esperaba con ganas que le penetrase Rafa, para ella fue agradable, la penetro lentamente mientras seguía lamiéndole los pezones y antes de que la penetración terminase volvió a tener un gran orgasmo. Decidió que esos niñatos no iban a humillarla, se la follarían, pero ya que tenía que hacerlo trataría de gozar al máximo.

Pese a su decisión de tratar de disfrutar el fin de semana fue largo para ella, solo salía de la tienda para lavarse en el río, constantemente entraban en la tienda de uno en uno, o varios a la vez y siempre que Alberto la follaba o tenía que chupársela, Carlos y Rafa tenían que entrar a la tienda y follársela.

El domingo por la tarde, ya no recordaba las veces que había sido follada, ¿ siete u ocho veces cada uno?. Le dolían todos sus agujeros pero debía reconocer que en varios momentos había tenido mucho placer, aunque otros se le hicieron eternos. Los pocos ratos que no la follaban tenía que pasearse en pelotas por el campamento y raro era el momento en que uno u otro no le estaba sobando el culo o pellizcando una teta

Rafa y Carlos en presencia de Eva parecían entristecidos, pero sin Eva estaban encantados de del resultado de su plan y descojonándose de que Eva pensase que se estaba tirando a menores.

Al regreso en el coche, Carlos, Rafa y Eva apenas hablaron y cuando ya dejaban a Carlos en su casa, este rompió el silencio.

• Habrá sido duro, pero hemos librado de la denuncia de esos delincuentes. Hasta la vista dijo cerrando la puerta del coche.

• Eva estoy muy apenado por ti, me siento tan culpable por haberte traído el fin de semana, dijo Rafa sin poder mirarle a la cara. Sé que ya no querrás volver a verme en la vida… lo siento de verdad.

Eva estaba conmovida, no creía que era culpa de él sino de ella por ser tan confiada y miedosa.

• No ha sido culpa de nadie, en todo caso de los chavales, pero veamos lo positivo les hemos dado una buena educación sexual

• Ohh Eva eres maravillosa, nunca pierdas esa alegría de la vida. Pero me siento tan culpable y quiero compensarte y lo voy a hacer ya lo verás. (Rafa ya tenía una nueva idea para seguir follándose a Eva)

Llegarón a la casa de Eva y coincidieron conmigo que estaba bajando la basura

• Hola cariño, me dijo Eva mientras me abrazaba, te presento a Rafa.

• Rafa.. te presento a mi novio del que tanto te he hablado.

• Encantado de conocerte, me dijo extendiendo su mano hacia mi

Hay conocí a Rafa, del que solo sabía que era el amigo de mi novia y yo todavía no podía imaginar ni lo que había pasado ni lo que pasaría en los siguientes meses en los que Rafa se convirtió en uno de nuestros mejores amigos… maldito el día en el que lo conoció.

• Bueno Eva me voy, te llamo mañana y comentamos, estoy deseando de llegar a casa – para ver las fotos y videos que te hemos sacado este fin de semana y ni te has enterado, ingenua, pensó Rafa pero claro no lo dijo- estoy cansado.

Y Eva y yo nos fuimos hacia nuestra casa.

• Cariño ¿andas mal? ¿te ha pasado algo?

• Agujetas, esos chicos me han dado mucha caña… hemos subido a varias montañas.

• ¿Volverás con ellos?

• No, realmente no lo creo

Gracias por vuestros comentarios, sabiendo que interesa a alguien sigo la historia.