Mi novia se desmelena (parte 3)

Como mi novia se deja llevar durante un fin de semana y tenemos varias experiencias muy morbosas.

Este relato es la 3ª y última parte de una historia, recomiendo ir a los anteriores primero si no los has leído aún.

Empecé a despertar, me sentía cansado y con algo de resaca por todo lo que bebimos la noche anterior y me estaba costando volver en mi y desperezarme del todo.

Sentía algo raro, un cosquilleo... En mi entrepierna! Me froté los ojos, los entreabrí para acostumbrarme a la luz y cuando me había despejado un poco miré hacia abajo.

Allí estaba Ana, tumbada entre mis piernas, mirándome con esa mirada viciosa que tiene y chupándome la polla que iba poniéndose dura dentro de su boca. Sin duda era de las mejores maneras de despertar. Miré a mí derecha y vi que Adriana seguía durmiendo profundamente, no habían pasado más que 5 horas desde que nos habíamos dormido, eran las 14:00. Le hice un gesto con el dedo a Ana para que fuera silenciosa y no despertar a mi novia.

La mamada estaba siendo una delicia, había empezado muy suavemente para que no me sobresaltada al despertar, pero iba subiendo la intensidad poco a poco y había llegado ya a un ritmo frenético. Sin perder ni un segundo el contacto visual iba jugando con ella, se la metía entera, aguantaba un poco y antes de tener una arcada se la sacaba, luego le daba un lametón a todo el tronco hasta llegar a la punta para volver a metérsela entera. No podía aguantar más y haciéndole un gesto para que lo supiera me corrí abundantemente, las horas de descanso me habían servido para reponerme y llené su boca entera. Haciendo un esfuerzo para que no se le saliera nada se tragó todo.

Dejé caer la cabeza en la almohada y esperaba que se tumbara a mi lado, pero no se movió. Bajé los ojos otra vez, me miraba con ojitos juguetones y no se había sacado la polla de la boca. La tenía ya flácida después de correrme, pero Ana siguió jugando con ella y poco a poco se me fue poniendo dura otra vez.

Me encantaba su mente calenturienta y la idea de la mamada consecutiva me estaba poniendo mucho.

Aguanté muchísimo en la segunda felación, pero nada es eterno y volví a correrme en su boca. Se lo tragó y, ahora sí, se recostó a mi lado.

*Buenos días mi dueño. Me dijo antes de darme un beso.

Se levantó y se vistió rápidamente alegando que tenía una comida familiar y ya llegaba tarde. La acompañé a la puerta para despedirla y me dijo que cuando quisiera su culito la avisara.

Eran más 14:30, así que me preparé un café y me puse a hacer la comida. Cuando Adriana se despertó tenía ya la comida lista y la mesa puesta, nos sentamos a comer y me preguntó por Ana. Le dije que tenía una comida familiar y se había ido un rato antes. Durante la comida, Adriana me dijo:

+Lo de ayer me gustó, pero estaba bastante borracha y aunque era consciente de todo... No sé, creo que para saber si me gusta de verdad debería tener la experiencia estando sobria.

-Pues a ver cuando surge. Respondí ilusionado.

Terminamos de comer, nos sentamos a ver una película y nos dormimos una siesta en el sofá. Sobre las 19:30 me dijo que fuera con ella al cuarto que quería darme una sorpresa. Una vez en el cuarto empezamos a besarnos y ella a quitarme la ropa. Cuando llevé mis manos al botón de su pantalón para desnudarla me dio un golpe en la mano.

+Hoy me toca mandar a mi. Dijo al golpearme.

La noche anterior yo había hecho y deshecho a mi gusto, era justo que le dejara llevar la batuta a ella. Así que dejé que terminara de desnudarme y me tumbé en la cama cuando me lo pidió. Fue al armario y cogió un montón de medias que usó para atarme los pies a las patas delanteras de la cama y las manos juntas en el cabecero.

-Si que quieres llevar las riendas eh? Le comenté sonriendo.

En ese momento se acercó a mi polla y le dio un lametón, pero me dejó con las ganas porque volvió a levantarse para buscar algo, un antifaz que me puso en los ojos. Me colocó también unos auriculares con música a todo volumen y salió de la habitación (aunque a penas oía, noté el golpe de la puerta al cerrarse). Estaba muy cachondo pero no entendía nada, ¿para que me desnudaba y ataba para luego irse? Imaginé que estaría cogiendo algo... A saber que tenía pensado.

Después de un rato corto me quitó los auriculares, esta vez no había oído la puerta, había sido muy silenciosa.

+Espero que disfrutes del placer que voy a darte mi amor.

Se subió a la cama y empezó a chuparme la polla, esta vez si iba en serio, se la metía entera, la sacaba, lamia por todas partes, usaba su mano para jugar con mis testículos... Estaba disfrutando mucho, quería verla y agarrarla, pero el no poder hacerlo me ponía bastante.

-Cariño me voy a correr. Le avisé mientras seguía mamando.

+Pues aguanta un poco. Me dijo levantándose de la cama.

Me concentré en no correrme, era fácil pues había parado de chupar. Pero entonces volvió a subirse a la cama, se sentó sobre mí polla y empezó a cabalgarme. Que gozada, subía y bajaba sobre mí como una auténtica cowgirl, habíamos hecho esta posición otras veces, pero ella nunca había sido capaz de hacerlo tan rápido. Necesitaba correrme y llenarla de leche, pero me había dicho que aguantase así que hice un esfuerzo y controlé mi cuerpo. Me estuvo follando un rato y de repente paró, se levantó y bajó de la cama.

Imaginé que volvería a irse a por algo, pero inmediatamente después de bajar de la cama se subió desde mi lado y se sentó sobre mi pecho con las rodillas a los lados de mi cabeza, poniéndome el coño a escasos centímetros de la boca. Sin ver ni poder agarrarla era difícil atinar, así que como un poseso fui dando lametones al aire en busca de su coño y cuando por fin acerté me puse a devorarlo. A penas podía respirar, pero no me importaba, me llegaba aire suficiente y estaba seguro de que ella estaba disfrutando la comida de coño que le daba. Me habría encantado estirar los brazos y tocar sus pechos a la vez, pero las ataduras me lo impedían.

+Mmmm... Que bueno cariño... ¿No sería genial que te la comiera a la vez? Me dijo entre gemidos.

-Pues date la vuelta y hagamos un 69. Contesté como pude, pues no tenía casi espacio para mover la boca de su coño.

+¿Y no sería mejor que hiciera magia?

No entendía que quería decir, pero justo cuando terminó de hablar su boca empezó a comerse mi polla otra vez. No, no podía ser su boca, estaba sobre mi, su cabeza no podía estar entre mis piernas...

-¿Quié... Intenté decir, pero en ese momento Adriana dejó caer su peso sobre mi cara y literalmente la enterró. ¿Habría vuelto Ana después de su comida familiar?

No me quedaba otra que seguir comiéndoselo y disfrutando de la mamada que alguien me regalaba. Me estaba volviendo loco, iba a explotar en segundos, así que aumenté la velocidad de mi lengua sobre su clítoris y conseguí que se corriera ella primero. Con sus fluidos llenando mi cara no aguanté más y eyaculé en la boca de la desconocida (sabía que era mujer porque una teta había rozado mi pierna). Adriana se levantó, la otra chica terminó de limpiármela y se levantó también.

-Dios, que gusto... ¿Pero puedo saber quién hay aquí?

+A mi también me ha gustado lo que me has hecho cariño. Me dijo mi novia dándome un beso, tras el cual me quitó el antifaz.

-¡CARLA!

Toda tuya ojazos. Me contestó relamiéndose la corrida que le quedaba en la boca.

+Mientras dormías la siesta te ha llamado tu madre, lo he cogido yo y al acabar de hablar he visto el mensaje de Carla de anoche. Así que la he invitado a pasar un buen rato.

No me lo podía creer, había sido muy sorpresivo y la sensación de la mamada sin saber quién era había sido muy intrigante y placentera.

Nuestra cama es grande, quedaba mucho espacio a mi lado, Adriana se tumbó con la cabeza a mi altura y Carla se colocó encima de ella para hacer un 69. Tenía la cara de mi novia y el precioso culo de Carla al lado de mis ojos y no podía hacer nada... Esa visión sumada a los gemidos que dejaban escapar me excitó muchísimo, lo que hizo que mi miembro recuperara rápidamente su vigor. Pero ellas no me hacían caso, estaban enfrascadas en su 69, ambas disfrutando como locas. La primera en correrse fue Carla, con fuertes gemidos... Mi polla empezaba a gotear líquido preseminal y hasta me dolía de lo intensa que era mi erección. Adriana hizo a Carla incorporarse y me preguntó a quién quería follarme primero.

-Bueno, tu acabas de cabalgarme hace un rato, lo justo sería que le toque a Carla.

Ambas estallaron en carcajadas, mi novia se colocó de cuclillas encima de mi polla y se sentó en ella de golpe diciendo:

+Lo justo es que te folle yo, cabrón, que ella es la que te lo ha hecho antes y ni te has enterado. Ya te vale...

-En mi defensa diré que no sabía que había alguien más y tenéis cuerpos muy parecidos. Dije para salir del paso.

Adriana no contestó, no se la veía enfadada, más bien divertida, pero me follaba durísimo y yo estaba con una sensación mezcla de dolor y placer. Mientras tanto Carla se había acercado a besarme y me perdí en sus suaves labios. Cuando dejó de besarme, me miró fijamente con sus brillantes ojos y me dijo:

Me voy a preparar para ti.

Se tumbó a mi lado con la cabeza hacia los pies de la cama y empezó a meterse un dedo por culo. Además de todo lo que me habían dado ya entre las dos iba a follarme su culo otra vez...

La imagen era increíble: yo atado sin poder moverme en absoluto, mi novia reventando mi polla y Carla metiéndose dedos en el culo dilatándose para lo que venía a continuación.

+OOH SIII... Adriana se corría por tercera vez, daba unos cuantos saltos más sobre mi y sin que nuestra amiga se diera cuenta me soltaba la atadura de los pies.

En ese momento Carla ya se metía 2 dedos con relativa facilidad, se incorporó y de espaldas a mi empezó a sentarse poco a poco sobre mí polla. Ese culo tenía algo que me hipnotizaba, me estaba encantando, pero ella controlaba mucho la penetración y era bastante lenta. Adriana me besó y leyendo mis pensamientos me soltó las ataduras de las manos.

+Empótrala. Me susurró.

Quería que fuera sorpresivo para Carla, así que tenía que hacerlo en un movimiento rápido. Estaba bajando poco a poco... En el momento en que mi polla entera estaba metida en su culo me incorporé de golpe, la rodeé con un brazo y me lancé hacia delante. La tenía ya tumbada para mí, coloqué sus piernas y una vez la tenía bien colocada a 4 patas agarré su cintura y la empotré fieramente. Os podéis imaginar mi ímpetu después de tanto tiempo atado y sin poder hacer nada.

De repente, Adriana se metió por debajo de Carla para comerle el coño mientras me follaba su culo. Nuestra amiga no aguantó mucho más y se corrió con la doble estimulación, pero Adriana no salió de debajo de ella, sino que se movió un poco y pasó a lamer mis huevos. Eso sí que fue demasiado para mí y llené el culo de Carla con mi corrida.

Nos besamos los tres celebrando el increíble trío que acabábamos de compartir. Nos fuimos a la ducha, donde me regalaron una mamada entre las dos, después cenamos juntos y tras la cena Carla se fue a su casa.

-Amor, no sabes lo que he disfrutado este fin de semana, ha sido el mejor de mi vida. Le dije a mi novia, valorando mucho lo que se había abierto los dos últimos días.

+A mi también me ha encantado...

P. D.: sé que este relato debería estar catalogado en "tríos" pero he considerado importante el elemento sorpresa para el lector y de ahí mi decisión de no revelarlo con la categoría. Espero os haya gustado