Mi novia necesita trabajo (II)
Creo que no me has entendido. Esta chica tan guapa y tan sol-te-ra es Pau.
Bueno chicas, aquí traigo la segunda parte; muchas gracias por vuestros comentarios, no estaba muy convencida de la primera parte pero veo que ha gustado así que he decidido seguir :). Espero que os guste esta también. Besitos!!!! ^^
ANDREA
Me quedo petrificada sin reaccionar, no acabo de entender ese comportamiento. Lorena sale en seguida del baño.
ANDREA: Lore, ¿estás bien?
LORENA: -con voz cortante- Sí.
ANDREA: No me lo creo –la sigo hacia la cocina-
LORENA: Pues muy bien, problema tuyo. Aparta que tengo que abrir la nevera.
ANDREA: -Está claro que no puedo hacer nada, al menos de momento, no va a hablarme- Bueno, al menos dime como quedamos luego.
LORENA: Ahí está una copia de las llaves, junto al croquis de cómo llegar a la farmacia. Venid a las 2.30 y ahí tú amiga ya hablará con mi jefa.
ANDREA: -Madre mía que borde está- Vale… oye, ¿en serio que estás bien?
LORENA: Sí… me voy a vestir.
A lo mejor le ha sentado mal que hiciéramos cosas en su casa, igual ha sido una falta de respeto… porque seguro que lo sabe, estoy segura de que nos oyó. Pero tampoco creo que sea para tanto… somos jóvenes, las hormonas… tendría que entenderlo.
VERO: -Frotándose los ojos recién despertada para quitarse las legañas- Cariño, ¿Qué ha sido ese ruido?
ANDREA: Nada… un portazo, que había corriente y se ha cerrado la puerta de golpe.
VERO: Ahm… anda, ven aquí y dame los buenos días –con una sonrisa enorme y una mirada de cordero degollado-
ANDREA: Ai… si me lo pides así… -Le doy un beso corto en los labios pero no sigo dándole los buenos días como me gustaría, me da respeto por si entra Lorena- ¿Seguimos durmiendo?
VERO: Mm… bueeeno, pero poco tiempo eh? No quiero quedarme dormida para ir a la entrevista.
LORENA
Qué si estoy bien, tiene el morro de preguntar si estoy bien. ¿Es que no se ve que he dormido fatal? Necesito irme a trabajar y salir de aquí, todavía tengo sus jadeos metidos en mi cabeza. Sabía que estaba bien con Vero pero no hacía falta que me lo restregara por la cara. Bueno, mejor me visto que sino llegaré tarde.
La mañana va pasando y no me puedo quitar lo que pasó anoche de la cabeza, me las imagino tal cual y se me revuelve el estómago, cómo me gustaría estar en el lugar de Vero… pero tengo que ser madura, eligió a otra y punto, no le gusto. Además, no sabe que me gusta, así que no tendría ni por qué tener consideración en montárselo con su novia delante de mí, ni tengo derecho a comportarme así con ella, porque estoy siendo muy egoísta. Quizás tendría que hablar con ella y pedirle perdón por mi comportamiento. La clientela me hace evadirme un poco del tema de vez en cuando, con sus quejas de siempre y sus cumplidos… en realidad se me está pasando rápida la mañana. Dentro de un rato vendrá mi jefa por fin y podré hablar con Andrea; en realidad tengo ganas, no sé si le diré que me gusta, creo que es lo mejor, al menos para mí, y supongo que a ella le dará igual, estas cosas nunca pueden sentar mal.
LORENA: ¡Hola Maite!
MAITE: Hola Lorena, ¿qué tal la mañana? ¿Mucho follón?
LORENA: No, poca cosa, bueno, a ratos… pero ningún problema
MAITE: Bien… hoy viene tu amiga, no?
LORENA: Sí, le dije que viniera sobre las 2.30 porque es cuando menos gente hay en la farmacia y así podíais hablar mejor.
MAITE: Bien pensado… Seguramente hablaré un poco con ella y la enviaré a mi casa a modo de prueba y así mi marido aprovecha para ir a hacer unas compras.
LORENA: Bien… se le ve de fiar, seguro que lo hará bien.
MAITE: Eso espero…
Es mi hora de irme y estas dos todavía no han llegado, aunque supongo que no tardarán. Mientras me cambio voy pensando en qué haré durante toda la tarde con Andrea, no sé si va a ser incómodo o va a ir todo rodado una vez haya aclarado con ella lo que siento y lo que pienso, existe el 50% de probabilidad de que pase una cosa o la otra. Salgo fuera a esperarlas y cuando pasan diez minutos de la hora acordada aparecen Andrea y Vero. Nos saludamos y empiezan a despedirse con un beso, un beso de película, como los de las despedidas cuando el chico se iba en el tren a la guerra, se empieza a volver un poco más pasional, y yo, que ya no sé dónde mirar y realmente me siento muy incómoda, me veo en la obligación de carraspear. Poco a poco van pausando el beso y quedamos en que Vero nos llama cuando sepa a qué hora va a estar disponible para reunirse con nosotras.
LORENA: Espera Vero, que te acompaño dentro y te presento a mi jefa… o a nuestra jefa!!
VERO: Es verdad! Aparte de amiga y piso vamos a compartir jefa ahora, ¿Qué será lo próximo?
LORENA: -¿Qué significa esta pregunta? No creo que vaya con segundas, aunque… bien mirado… Vero es muy mona… pero qué va! Si es la novia de Andrea! Quita quita- Jajaja no sé, ¿alguna camiseta? –A estúpida no me gana nadie-
Una vez Vero y Maite se conocen salgo de la farmacia y me dispongo a empezar mi tarde con Andrea.
LORENA: Bueno, pues… primero vamos a comer, que tengo un hambre que me como las paredes.
ANDREA: Estoy de acuerdo, yo también tengo hambre –Se le ve cortada, como con miedo de hablarme-
LORENA: Bien… y luego ya te llevaré a visitar la ciudad. ¿Te apetece ir a un sitio de pasta? Conozco uno muy bien de precio, y con cantidades generosas.
ANDREA: Estupendo.
Pedimos lo que vamos a comer y las bebidas, y Andrea no espera ni cinco segundos a que se vaya la camarera para hablar.
ANDREA: Madre mía con las camareras de tu ciudad, esta está para hacerle un favor eh!?
LORENA: Lo sé, ¿por qué te crees que me gusta venir aquí?
ANDREA: No será un ligue tuyo, ¿no?
LORENA: Qué va… ¿me has visto alguna vez ligando con alguna camarera? Me sentiría muy violenta, no sabría, no sabría que decirle, yo no soy como tú.
ANDREA: Pues eso no puede ser, te tienes que lanzar más
LORENA: Ya bueno sí, eso es muy fácil decirlo.
ANDREA: Ya… Bueno… al menos, ¿estás mejor que esta mañana, no?
LORENA: Sí sí… de hecho quería hablar de eso –Me callé porque justo venía la camarera con nuestros platos. Esperé a que se fuera- Te quería pedir perdón.
ANDREA: No, perdón yo, bueno y Vero también, lo he estado hablando con ella.
LORENA: ¿Vosotras por qué?
ANDREA: Bueno, supongo que anoche oirías algo, no?
LORENA: Sí, fue… inevitable –No le podía mirar a la cara y me temblaban los labios, como siempre que empezaba a hablar de algo que implicaba mostrar mis sentimientos-
ANDREA: Lo siento, fue una falta de respeto hacerlo en tu casa.
LORENA: No, si realmente eso no es lo que me molesta… -¿Se lo digo o no se lo digo?- … lo que me molesta es que… fueras tú… con ella… -El corazón ya me iba a mil y me sudaban las manos. Todavía no había probado bocado del plato, tenía el estómago cerrado en ese momento-
ANDREA: ¿Cómo?
LORENA: Ay Andreíta Andreíta, tan lista para unas cosas y tan corta para otras
ANDREA: ¿Qué pasa Lorena? ¿Hay algo que no sé?
LORENA: ¿En serio? ¿No te lo imaginas?
ANDREA: Dímelo tú. –Me clava su mirada en mis ojos, realmente intimidante. Parece que ya se huele algo-
LORENA: Joder. Pues… que me gustas -Pone una cara que va de la sorpresa a la compasión, como diciendo “pobre, y yo follando en la habitación de al lado”. Hace ademán de contestar pero sigo hablando- Espera. A ver, no hace falta que digas nada, ya sé lo que hay, sé que no te gusto desde casi el principio, estoy hecha a la idea –Se me empiezan a humedecer los ojos, pero no quiero que se me salten las lágrimas- Pero aún así, no soy de piedra y me jode cuando te veo con Vero o cuando hablas de que has estado con cualquier chica.
ANDREA: Has estado rara conmigo últimamente…
LORENA: Precisamente por eso. Pensaba que si no te hablaba tanto… perder un poco el contacto haría que no pensara tanto en ti, que todo mi día no fueras tú, tú y más tú. Pero en realidad no servía de mucho. Y aunque a veces parece que lo asumo y que no me importa, entonces vienes con que estás saliendo con una chica… y cuando empiezo a asumir eso y además veo que Vero me cae bien, venís a mi casa y os ponéis a follar en la habitación de al lado –es inevitable y noto como una lágrima se escapa de mi ojo-.
ANDREA: Perdóname por eso… ahora lo entiendo todo… pero no llores!!
LORENA: Tranquila –me seco la lágrima- en realidad no te tengo rencor, no tenías por qué saber que me gustabas, y es normal que a tus veinte años te guíen las hormonas.
ANDREA: Ya pero joder, ahora me siento mal… Tú y yo somos amigas y no quiero que te alejes de mí porque esté con Vero.
LORENA: Ni yo, pero bueno, supongo que es lo que acabará pasando, ahora tus ojos están puestos en ella, es lo que hay y punto. Y es verdad que desde que estás con ella hemos perdido el contacto, las cosas como son, pero bueno, la vida es así y la gente viene y va.
ANDREA: -Dándome la mano y mirándome a los ojos- Ay Lorena… lo siento mucho… No tenía ni idea de que te gustaba, pero ya te dije que tú a mí no… pero eh! Que seguro que le gustas a muchas otras, que en realidad te merecerán más que yo! Soy muy inmadura en muchos aspectos, te acabarías cansando…
LORENA: No me intentes convencer. Me gustan muchas cosas de ti que ahora no voy a enumerar. Y tampoco me vengas con el cuento de que hay muchas chicas que matarían por estar conmigo, que soy muy buena y que tarde o temprano encontraré a alguien que valga la pena. ¿Pagamos? –Me cansa de hablar de eso, en cierto modo me pone de mal humor que me digan siempre las mismas cosas. Entre todo habíamos ido comiendo y compartiendo una botella de vino-
ANDREA: Jajajajaja, vale. Voy al baño y aprovecho para pedir la cuenta.
Viene la misma camarera que nos había tomado nota al principio y aprovechando el valor y el impulso que te da el alcohol, además de dejarle la tarjeta de crédito para que cobrara de ahí, le escribo mi número de teléfono en un hueco en blanco de la factura. Cuando vuelve con el papel para firmar, aprovecha que Andrea todavía está en el baño y me habla.
CAMARERA: -con una sonrisa en la boca, como si le hiciera gracia la situación- Lorena Pérez Pascual, lo siento… no me van las chicas, pero conozco a alguien a quien sí, cuando quieras te la presento, ya sabes dónde estoy –Me vuelve a sonreir y se va.
Me va el corazón a cien por hora y se me ha subido toda la sangre a la cara, debo estar colorada ahora mismo… Nunca había hecho algo así… pero a pesar de la negativa no ha sido tan complicado, no sé por qué he tardado tantos años. Lo de su amiga, bueno, ya lo veré, igual no me gusta, igual no le gusto… Ya veré. Llega Andrea del lavabo, recogemos nuestras cosas y nos vamos a conocer la ciudad dónde habito.
A las seis de la tarde Vero le envía un mensaje de whatsapp a Andrea. Se le pone una cara de boba que la delata, parece que le gusta mucho.
ANDREA: Dice que la entrevista con VUESTRA –hace énfasis en la palabra- jefa ha ido bien, y que está en su casa cuidando de los niños, hasta las 8, que si la pasamos a buscar.
LORENA: Ah sí, viven un poco apartados del centro pero podemos ir caminando perfectamente. Dile que a las 8 estamos ahí. –Le comunica nuestras intenciones y guarda el móvil en el bolso- Bueno y cuéntame mejor ahora que estamos cara a cara, ¿con Vero entonces bien, no?
ANDREA: Fua, sí… Es que nos hemos entendido superbién desde el primer día. Los primeros días, no te voy a mentir, era bastante pasional todo, y pensaba que quedaría ahí la cosa. Pero nos hemos seguido viendo, y no sé, encajamos bastante bien, tenemos muchas cosas en común… así que de momento seguimos y bueno sólo llevamos tres semanas pero al menos yo, espero que dure... Aunque ella viva aquí y yo en Madrid.
LORENA: Ya, eso va a ser complicado…
ANDREA: Sí, pero bueno, ya hemos pensado más o menos como lo haremos. Cuando ella no se tenga que quedar los fines de semana vendrá a Madrid, y si tiene trabajo vendré yo aquí… y… me quedaré en un hotel o una pensión o algo.
LORENA: No tía no seas tonta, te vienes a mi casa.
ANDREA: Sí ya, para que me des los buenos días como el de hoy, no?
LORENA: Jajajaja, noooooo tonta!! Hoy me pilló por sorpresa, pero de verdad que ya no más. –La tarde está transcurriendo realmente bien, me he quitado un peso de encima al contarle todo a Andrea, ahora la conversación es más fluida que ayer cuando llegaron o este mediodía antes de comer- Bueno, será mejor que vayamos yendo hacia la casa de mi jefa, viven a quince minutos del centro… Ya verás el barrio, es una zona muy pija.
ANDREA: ¿Tu jefa es una pija?
LORENA: Bastante, pero sobretodo su marido… Trabaja en una farmacéutica de comercial y gana un montón de comisiones. Pero son buena gente eh! No se les ha subido el dinero a la cabeza.
ANDREA: Eso está bien…
Recogemos a Vero, que parece que en el primer día ya se ha ganado la confianza de los chavales. Me saluda con un “hola Lorena” bastante alegre y a Andrea le rodea el cuello con sus brazos mientras ella le abraza por la cintura y se dan un beso que no se deciden por acabar ninguna de las dos, hasta que se hace evidente que sigo ahí y no tengo con quien hablar.
VERO: Perdona Lorena… demasiadas horas…
LORENA: Jajaja, no pasa nada. ¿Qué tal con los críos?
VERO: Muy bien, se han portado muy bien.
LORENA: Ya te dije que eran muy buenos.
VERO: Sí, y Martín parece que es muy listo… llegará lejos.
LORENA: Jajaja, ¿una tarde y ya les predices el futuro?
VERO: Bah, no hagas caso, me gusta montarme películas. Pero sí que es verdad que es muy listo.
LORENA: Eso sí
ANDREA: Bueno chicas, interrumpiendo esta divertida conversación de canguro a canguro, ¿vamos a cenar algo? –Se le nota algo molesta, igual por no ser el centro de atención-
LORENA: Por supuesto! Pero tenemos que volver al centro.
VERO: Yo no tengo mucho hambre la verdad… he merendado algo aquí y tengo el estómago lleno
ANDREA: Bueno pero unas cervecillas… seguro que aquí son más baratas que en Madrid
VERO: Eso sí mi amor, a una cerveza nunca se le dice que no–Le toma la cara con las dos manos y le da otro beso. Empiezan a caminar tomadas de la mano-
LORENA: Podemos hacer una cosa para hacer tiempo. Como Vero no ha visto la ciudad todavía, podemos ir poco a poco, pasando por algún sitio de los que te he enseñado antes y así lo veis de noche con la iluminación que ponen, que también es muy bonito, y vamos haciendo camino hacia la zona de los bares.
ANDREA: Estupendo Lore, es buena idea.
Las voy guiando por las plazas más conocidas de la ciudad, pasando por iglesias y edificios emblemáticos. Poco a poco se va haciendo la hora de cenar y nuestros estómagos empiezan a rugir, así que nos dirigimos hacia la zona de los bares en los que pides una cerveza y te ponen una ración de comida, no muy grande, pero muy generosa teniendo en cuenta que es gratis. Habiendo pedido tres cervezas ya hemos cenado.
VERO: Bueno, ¿Y aquí donde está la fiesta?
LORENA: Ahhh!! ¿Queréis ir de fiesta??
ANDREA: Hombre claro, ¿a qué hemos venido a Talavera sino?
VERO: Bueno me suena algo de unos niños a los que tengo que cuidar…
ANDREA: Jajaja, es broma cariño, ya lo sé… Pero bueno, ya que estamos aquí, habrá que aprovechar la noche del sábado ¿no?
LORENA: ¡Claro claro!! Conozco un sitio no muy lejos de aquí donde las copas no son muy caras y ponen música, si os apetece… Fui con gente de la clase de alemán, está muy bien.
ANDREA: ¿La gente de la clase de alemán? ¿O el local?
LORENA: Mmmm… -pienso y me acuerdo de una chica muy muy guapa que me cautivó desde el primer día, creo que se me pone una risa tonta en la cara- Ambas cosas.
VERO: Míralaa…. si tiene un ligue en la clase de alemán!! Como se lo calla
LORENA: ¡Nooo!! Qué va, si creo que es hetero, pero eso no quita que sea guapa y se me caiga la baba cuando la veo! –Reímos las tres- Bueno, ¿vamos?
ANDREA: Sí sí.
Llegamos al local, todavía no está muy lleno, es temprano, sólo son las doce, así que aprovechamos para ir a pedir la primera copa ahora que no hay mucha gente en la barra.
La música de ese local está muy bien, ponen canciones actuales y no tan actuales pero todo muy bailable. No se me está haciendo nada incómodo pasar la noche con Vero y Andrea, de vez en cuando se muestran su cariño con besos y algún que otro achuchón que se dan, cosas típicas e inevitables del primer mes… algún día lo sabré, todavía no he estado con nadie. Bastante discretas están siendo, la verdad, conociendo a Andrea y empezando a conocer a Vero. Pero dentro del bar la cosa está cambiando, el sitio se va llenando y con la excusa de que cada vez estamos más apretadas, ellas se van juntando más también para bailar. Antes estaban separadas, como si fuéramos un grupo de tres amigas “solteras” sin más, pero con la canción que ha empezado a sonar se han mirado y automáticamente, como si fueran robots programados, han juntado sus bocas y han empezado a darse un beso realmente precioso; están abrazadas, muy pegadas, y parece que en su mundo, como si no les rodearan decenas y decenas de personas. A mitad de la canción, Andrea se separa y le susurra algo al oído a Vero, que sonríe enormemente y le contesta algo, también al oído, para seguir con ese juego de labios y lenguas. ¿Estará sonando una canción especial para ellas?
La situación de estar yo al lado suyo, bailando sola con mi copa como si nada me hace sentir rara; ya no porque sea Andrea, eso ya me da igual. Pasar el día con ellas me está sirviendo de “terapia” para olvidarme de ella como objetivo a modo de pareja, sé que me tengo que enfocar en encontrar a alguien y entonces así conseguiré al 100 % verla sólo como una amiga, ahora debo estar al 90%. Pero aún así, a todo el mundo le incomoda estar al lado de una pareja en un momento de intimidad, así que aprovecho para ir al lavabo.
No me lo puedo creer, al abrir la puerta de los servicios me encuentro a la camarera del restaurante donde he ido a comer hoy con Andrea.
CAMARERA: Vaya, qué casualidad! Mi clienta favorita… Lorena era, ¿no?
LORENA: -Madre mía, lo guapa que es y se acuerda de mi nombre, y yo ni sé el suyo- Sí!! Qué haces aquí…? – mientras acabo la pregunta pongo una cara de “no sé tu nombre, dímelo”
CAMARERA: Victoria, pero llámame Vicky
LORENA: Qué chulo! Me gusta Vicky! ¿Y qué haces aquí Vicky?
VICKY: Pues lo mismo que tú supongo, he salido a ligar!!
LORENA: Jajaja no… yo no he salido a ligar, he venido con unas amigas, pero están pegándose el lote y me sentía incómoda.
VICKY: “No he venido a ligar…”, me lo dice la que esta mañana me ha puesto su número en una factura del restaurante–habla con total naturalidad pero una gracia innata mientras se repasa concentrada la raya del ojo con un lápiz de color negro- . Así que te aburres con tus amigas, ¿no?
LORENA: Bueno, aburrirme no, lo que ya sabes, incomoda…
VICKY: Ya… Bueno, pues déjalas que se quieran un rato más. Tú y yo tenemos algo pendiente, ¿quieres que aprovechemos tu momento de incomodidad y te presento a alguien?
LORENA: Eh? –Sé perfectamente de lo que me habla, pero en milésimas de segundo me he puesto nerviosa. No voy ni preparada, ni maquillada, ni vestida para conocer a alguien y darle buena impresión, voy con la misma ropa que me he puesto a las ocho de la mañana y debo tener una cara de cansada que espante a cualquiera. Me hago la tonta.- ¿Qué me presentes a alguien?
VICKY: Síiiii! Reacciona va! ¿No te acuerdas que hoy te he dicho que te presentaría a una amiga mía?
LORENA: Ah, sí!! Pero… mira cómo voy, ¡voy hecha un desastre!
VICKY: Que va!! No vas tan mal, la camiseta me encanta! Ya me he fijado en el restaurante –Eso sí que es verdad, hoy me he puesto mi camiseta favorita, la que me deja mejor cuerpo y me hace un poco de escote que muestra mis hombros y mi clavícula, que es de las partes de mi cuerpo de las que estoy más orgullosa- Lo único que no vas maquillada. Espera, déjame.
Vuelve a sacar de su bolso el lápiz de ojos– No te muevas-.
No puedo evitar esbozar una sonrisa, me sale al pensar que estoy viviendo una situación muy surrealista: la camarera del restaurante a la que le había dado mi número, maquillándome porque me va a presentar a alguien. Intento tranquilizarme.
LORENA: ¿Cómo es?
VICKY: Como yo, muy guapa.
LORENA: -Sonrío todavía más, tengo ganas de conocerla- Eso está bien.
VICKY: Y ahora espera, te voy a pintar los labios también.
LORENA: -Me fijo en su color de labios, rojo pasión, y me imagino a mí con ese color y no me veo- NO!!!! Qué dices! Los labios no!!!
VICKY: ¿Por qué no? Te van a quedar muy bien, ya verás. A ver, quita, ponlos así, como yo. -Me dejo hacer por Vicky, tiene mucho sentido de la feminidad, así que si ella lo dice me fío, se la ve una chica directa y sincera así que supongo que si no me quedara bien no me lo hubiera dicho- Lista. Mírate al espejo.
LORENA: ¡Ostras!! Esto es otra cosa!! –La verdad es que con esos dos arreglos me ha hecho parecer otra, debo agradecérselo-
VICKY: Venga, vamos, que te la presento.
LORENA: Pff pero… -a pesar de las cervezas de la cena y la copa del bar, no voy lo suficientemente alcoholizada como para hablar con una chica sin que me dé vergüenza.
VICKY: Pero nada! Ven, vamos a la barra. ¿Qué copa quieres? Invita la casa
LORENA: Eh… un vodka naranja.
VICKY: Hecho. ¡Casi!! –Llama a la camarera-
CASI: Dime bonita, ¿qué os pongo?
VICKY: Dos Vodka naranja, y uno bien cargadito para mi amiga, que está de conquista y es tímida la pobre.
La camarera amiga de Vicky nos sirve las copas, me lanza un grito de “Suerte!” y Vicky me acompaña a una terraza que hay en el local, donde se oye la música de dentro pero se puede hablar sin necesidad de hacerlo a voces ni asentir sonriendo cuando te han repetido algo tres veces y no has entendido nada.
VICKY: Hola chicas! Os presento a Lorena, una amiga que me he encontrado en el lavabo. Mira, estas son Carmen, María, Patricia, Sara y esta chica de aquí tan guapa y tan soltera es Pau.
LORENA: -Qué discreta!! Es muy graciosa- Buah, cuantos nombres! No sé si me voy a acordar –Ríen todas-
MARÍA: No pasa nada, es normal. Y bueno, ¿has venido sola?
LORENA: No… he venido con unas amigas…
VICKY: Pero se están pegando el lote y la pobre se aburría así que se ha ido de caza por la discoteca
LORENA: -Le doy un golpe en el brazo a Vicky- No es verdad!! He ido al lavabo a…
VICKY: ¿A qué? Porque has entrado y lo único que has hecho ha sido maquillarte, y además tú no llevabas maquillaje en el bolso.
LORENA: Eh… cierto!! –Vuelven a reir-
CARMEN: ¿Ah, no ibas maquillada? Pues te queda muy bien!!
LORENA: Gracias! Cuando salgo de fiesta me suelo maquillar un poco, pero hoy he salido de casa por la mañana para ir a trabajar y no la he vuelto a pisar, no sabía que iba a salir de fiesta…
A medida que hablamos y me voy tomando mi copa, me voy soltando más con ese grupo de chicas. Hemos hecho un círculo más pequeño y casualmente estoy al lado de Pau, pero no me atrevo a mirarle a la cara cuando hablo, y ella apenas habla. Vicky aprovecha un momento en el que las otras chicas mantienen una conversación de algo que ellas conocen y en la que yo no puedo introducirme para venir al lado de Pau y mío. Se pone en medio de las dos y nos agarra de la cintura a las dos, a cada una con un brazo.
VICKY: Lore,… ¿te puedo llamar Lore, por cierto?
LORENA: Claro que sí
VICKY: Bien. Lore, creo que no me has entendido. Esta chica tan guapa y tan sol-te-ra es Pau.
PAU: Me encantas porque eres muy discreta hermanita. -Son hermanas!! No me había dado cuenta, ¡pero son idénticas!-
LORENA: ¿¿Sois gemelas?? –mirando más a Pau que a Vicky-
PAU: Sí, univitelinas, o sea, idénticas de arriba abajo –al decírmelo de esa manera no puedo evitar imaginármela desnuda y admirándola de arriba abajo, aunque con su ropa lo disimule, debe tener un cuerpazo si es como su hermana-
LORENA: Ostras!!
Al primer vistazo había percatado que se daban un aire, las dos morenas y más o menos de la misma altura, pero el vestuario y el maquillaje hace mucho. Mientras que Vicky lleva un vestido negro ajustado que le llega a mitad del muslo y calza tacones de por lo menos 7 centímetros, Pau lleva vaqueros blancos ajustados y una camisa desabrochada de cuadros morados y blancos –que yo ya había visto en una tienda y la tengo pendiente de comprar- con una camiseta negra debajo. Tiene el pelo castaño oscuro y lo lleva semi-recogido con unos mechones sueltos que le caen por ambas mejillas, y un flequillo largo que le cae en diagonal y le tapa media frente. Sus facciones me encantan, la nariz no muy grande pero afilada, ojos oscuros muy bien maquillados y labios carnosos pero no en exceso, y sin pintar. Vamos, una fotocopia de Vicky, mi camarera favorita de Talavera, pero en lesbiana y, por lo que puedo ver por el vestuario, más parecida a mis gustos. La perfección. No puedo creer que la tenga delante. Como sea igual de simpática que su hermana le pido que se case conmigo.
PAU: Sí sí, aunque no lo parezca, gemelas.
LORENA: Bueno, ahora que me fijo, sí que tenéis la misma cara. Pero tranquila, no te haré la pregunta que te habrá hecho todo el mundo de ¿Y no os han confundido nunca? o ¿Nunca os habéis intercambiado en la escuela?
PAU: Te lo agradezco, de veras… -sonríe, qué sonrisa por dios!! Y tiene un diente medio roto, mi perdición!! - la gente es muy poco original.
Me acabo de dar cuenta de que Vicky hace un rato que no está con nosotras, mejor, me siento menos cortada, ya tengo bastante con hablar con una desconocida hermosísima como para tener a su hermana delante.
LORENA: ¿Y Pau, de donde viene, de Paula?
PAU: No, de Paulina… Paula me gusta pero Paulina no demasiado, me hace recordar a Paulina Rubio y no… -pone una cara de “no me gusta nada” y reímos las dos- así que me hago llamar Pau.
LORENA: Jajaja, a mí tampoco me va mucho ese estilo de música… Para bailar bueno, no está mal, pero soy más de rock
PAU: Sí!! Como yo!! Tengo las entradas para The Killers en Madrid desde hace meses.
LORENA: Suertuda! Yo me quedé sin ellas!! Se agotaron en seguida!
Pasamos el rato hablando de música, de nuestros gustos y nuestras vidas en general… Esta chica me gusta, y no hemos perdido el contacto visual en todo el tiempo, si mi cara es como la suya, estamos llenas de ilusión y lo expresamos con los ojos y la sonrisa constante que se nos dibuja en la cara. Pasado un tiempo, no sé cuánto, me suena el teléfono, me está llamando Andrea. ¡Andrea!! Me había olvidado de ellas por completo! Pau y la conversación que estábamos manteniendo me han absorbido tanto que he olvidado todo lo demás. Hasta no me he dado cuenta de que Vicky y sus amigas se han ido de la terraza y quedamos sólo nosotras dos sentadas en un banco.
ANDREA: ¿Dónde estás tía?? ¡Llevamos media hora buscándote!
LORENA: Andrea perdón!! Ahora voy para allá! Es que he ido al lavabo un segundo y me he encontrado a una amiga y bueno me ha liado y me ha presentado a una gente y me he quedado hablando y no me he dado cuenta de la hora… -miro a Pau, le sonrío y me devuelve la sonrisa- ¿Dónde estáis? Ahora voy para allá.
ANDREA: Quedamos al lado del guardarropa.
LORENA: Ok, en dos minutos estoy. –Cuelgo- Bueno…
PAU: Te tienes que ir, ¿no? Se oían los gritos de tu amiga desde aquí.
LORENA: Sí, parecía un poco mosqueada.
PAU: Bueno… -tiene un gesto de tristeza- Vamos dentro pues. -Nos encontramos al grupo de su hermana cerca de la barra- Bueno yo me quedo aquí con ellas.
LORENA: -No me quiero ir sin pedirle el número- Eh… no nos hemos dado el teléfono, ¿verdad? Bueno, si tú quie…
PAU: Claro que quiero!! –Qué efusiva!! - Uy, perdón, quiero decir, sí sí, mejor nos los damos.
LORENA: -Sonrío… me parece tan tierna!! A pesar de ese aspecto de chica dura que podrías pensar que tiene si te la cruzaras por la calle sin conocerla- Mira, apúntalo, y hazme una perdida… Ok, ya está.
PAU: Me ha encantado conocerte…
LORENA: -Se ha acercado un poco más a mi pero parece que ninguna se decide a dar los dos besos de despedida en la mejilla, finalmente soy yo- A mí también –Le doy los dos besos, poco a poco, no quiero que se acabe el momento. Jugando con mis dedos hago como que se me escapa una mano y tímidamente juntamos un par de dedos. En ese momento el corazón se me acelera, a parte de los besos de hace unos instantes, no la había tocado en ningún momento- Hablamos.
Me giro de repente para no alargarlo más y me voy a buscar a Andrea y Vero. No han sido dos minutos sino diez los que he tardado, y cuando llego Andrea tiene cara de pocos amigos, pero a mí me da igual, sólo puedo pensar en la sonrisa de Pau, en su diente roto, en sus ojos y sobretodo en ese último contacto que hemos tenido aunque haya sido sólo con un par de dedos. No les cuento nada, les digo simplemente que me he encontrado a Vicky y que como ellas estaban tan cariñosas he decidido darles un rato de libertad y me he quedado un rato más con Vicky y sus amigas. De Pau no les cuento nada, prefiero quedármelo para mí. No me gusta ser supersticiosa, pero mi madre dice siempre que si las buenas noticias se cuentan, se gafan, y no me interesa que esto se gafe.
Mientras vamos hacia mi piso hacemos un resumen del día, ha sido bastante intenso, Vero ha conseguido trabajo, Andrea y yo hemos arreglado las cosas, Andrea ha conocido Talavera, …Vero está de buen humor, pero Andrea no, está algo molesta conmigo, y no sé por qué, pero me habla poco y cuando lo hace es de malos modos.