Mi novia, la putita más caliente de todas. Parte 1
Esto es lo que ocurrió un día que llegamos mi novia y yo a mi casa después de haber ido a un cumpleaños. Parece que mi novia ese día estaba muy viciosilla.
Llegamos a mi casa, nos habíamos ido del cumpleaños antes de lo que deseábamos, o eso pensé yo antes de saber lo que ocurriría.
Cuando llegamos ella fué a ducharse, yo la esperé con el ordenador donde antes había una peluquería. Cuando salió del baño, apareció con un pantalon negro muy corto y una camisa escotada que mostraba sus preciosos pechos que tanto me gustan. Le di el ordenador para que entrara en el chat, para buscar algun entretenimiento hasta que estuviera la cena. Empezó a hablar de sus tetas con la gente del chat, y ellos se ponian cachondos. Yo también, mucho más que ellos ya que la tenia a mi lado y no podía dejar de mirárselas. La batería del ordenador estaba apunto de agotarse, así que nos acercamos a una pared donde había un enchufe. Ella seguía calentando a la gente del chat. De repente acercó su mano a mi polla y empezó a sobarla lentamente. Se me puso muy dura, estaba muy excitado, no recordaba la última vez que me había puesto tan cachondo como en ese momento. Aprovechamos que estábamos pegados a la pared para que no nos vean. Levantó su camisa y su sujetador, me mostró sus grandes y hermosas tetas y me invitó a que se las chupara. Yo no pude negarme y comenzé por chupar y lamer esos pezones que cada vez se iban poniendo más erectos, mientras seguía entretenido comiéndome y sobando sus deliciosos pechos, ella me bajó el pantalón y empezó a pajearme. Agarré su cabeza con fuerza y empezé a besarla, le mordí el labio porque estaba muy cachondo, seguí besándola, ella me pedía que le mordiera, obedecí. Cuando le mordía daba pequeños gemidos, y me pajeaba con más fuerza y mi polla se puso roja. Estaba demasiado excitado y ella lo notó. Puso mi polla entre sus tetas y empezó a restregarme. Yo no podía más, tenía unas enormes ganas de correrme.
Mi madre nos llamó para cenar. Qué mal momento, estaba cachondísimo y parecía que ella también. Al terminar la cena fué al baño a cepillarse los dientes y se fué a mi cuarto. Entré a cepillármelos yo, y cuando terminé y entré en mi habitación, me la encontré de rodillas, agachada y con el culo en pompa hacia mi. Me encantó encontrarme con ese culo tan rico solo para mi. Enseguida me volvió la erección que había perdido mientras cenábamos. Me acerqué, agarré sus nalgas y empezé a darle embestidas con mi paquete, como si la estuviera penetrando, ella daba pequeños gemidos, parecía que le gustaba, eso me excitó más. Le bajé el pantalón y las braguitas y seguí haciéndolo con más fuerza. Me encantó sentir su chocho húmedo y caliente en mi paquete. Me puse a restregarme lentamente con él. Se me puso muy dura, estaba a punto de estallar, tenía unas enormes ganas de follármela. Encendimos la tele para disimular por si alguien entraba. Mientras la veiamos, acariciaba sus suaves y sensuales piernas, ella me besaba con sus suaves y húmedos labios. Volvió a ponerse a cuatro patas para mi, y yo con ganas de volver a disfrutar de ese delicioso chocho. Le metí un dedo lentamente, ella gemía y movía el culo hacia adelante y hacia atrás. Me dijo "méteme otro" mientras acariciaba mi polla con su pie. Eso me puso demasiado cachondo. Le metí el segundo dedo y le penetraba violentamente la vagina, mientras rodeaba su cintura con mi brazo y le daba besos en la nalga de vez en cuando, ella daba gemidos de placer y no dejaba de restregar su pie con mi polla, yo daba pequeños gemidos por ello. -¡Otro! -me dijo. Obedecí y le metí el tercero. Tenía la vagina muy dilatada y húmeda, me moría por sentir mi polla dentro de ella. Se acostó boca arriba, la besé y le dije "esta va a ser tu noche, haré que te corras las veces que hagan falta para que estés satisfecha". Comenzé a hacer movimientos circulares en su clítoris, ella gemía y me respondía pajeandome. Le dije "¿eres mi puta?" y ella respondió "mmm si.. tócate". No tuve otra opción que obedecerla, me tenía loco y podía hacer conmigo lo que quisiera. Empezé a pajearme con unas ganas enormes y a mirarla, ella me miraba con cara de excitación, la besé fuertemente. Le dije "tócate tú ahora". Al principio no quiso, pero luego cedió. Bajó su mano hacia su vagina y comenzó a masturbarse mientras hacía movimientos circulares con la cadera. Me puse tan cachondo que volví a pajearme de nuevo a la vez que me puse a masturbar a ella también, tenía el chocho encharcado y muy caliente, me excitó muchísimo. Me excité tanto que se me escapó un buen chorro de semen sin querer. "¡joder!" dije. Ella se rió. Me fuí a levantar para ir al baño a limpiarme, pero ella no me dejó, me tiró del brazo y volví a la cama. Me bajó el pantalón y empezó a chupármela lentamente para limpiármela y me dice "soy tu putita, ¿no?", Me reí y le dije "al final va a ser mi noche en vez de la tuya". Ella me contesta "no importa, yo disfruto haciendo que te corras".