Mi novia ivonne me cede su nombre

Relato acerca de como los instintos de un niño sobre querer ser niña y luego mujer van saliendo despues de mas de dos decadas de estas reprimidos, conociendo el mundo femenino y enamorandose de él tanto o mas que las propias mujeres y culminando con un chico que al final me desvirga haciendome mujer

MI NOVIA IVONNE ME CEDE SU NOMBRE.

Hola mi nombre actual es Ivonne pero ese no siempre fue mi nombre, sino que existe una historia detrás de él que intentaré contar de forma precisa para que ustedes tengan una idea de su servidora. Bueno mis orígenes fueron desde pequeña, recuerdo que jugaba mucho con una amiga de la esquina, ella inventaba juegos y uno era donde nos cambiábamos de zapatos, a mí me encantaba cuando me tocaba usar sus sandalias doradas y cada quien debía actuar del rol contrario, de niña duraba horas e incluso hasta usaba sus maquillajes cosa que al principio le sorprendía pero después ya se había acostumbrado y hasta me maquillaba ella.

Pasado el tiempo seguíamos jugando y era cada vez más mi insistencia por jugar juegos de cambiarnos roles, hasta que ella se enfadó y me dijo que pues jugáramos juegos de niña y no le diría a mi mamá, yo le dije que estaba bien y así fue como comencé a sentir lo que era lo femenino, jugando comidita y demás, su mamá trabajaba en una oficina y siempre usaba medias, en ese entonces no lo sabía pero me llamaban mucho la atención saber que podía sentirse usarlas, quizás era mi imaginación pero cuando veía unas tenían un aroma a ropa de chica, no sé si solo sea yo quien lo nota pero la ropa de mujer expide un aroma femenino exquisito, o al menos eso creo J.

Yo a diferencia de todas las que he visto que escriben aquí pues soy de físico masculino, mido arriba de 1.90, morena, demasiado robusta, y no afeminada, aunque siempre tuve pechos desarrollados tipo busto que sobresalían, el típico gordito con mamas y mi aparato reproductor masculino siempre es y ha sido pequeño incluso para mi tamaño, por lo tanto aunque éramos de la misma edad mi amiga y yo jamás pude usar su ropa pues no me quedaba, sin embargo; un día perdí una apuesta con ella, lógico me deje ganar y la apuesta era que si ella ganaba me vestiría de mujer y si ella perdía ella se vestiría de hombre, pues cuando ella gano se le dibujo una sonrisa malévola, ambas teníamos 10 años así que se nos hizo fácil tomar el uniforme planchado de su mamá y su ropa interior, la señora guardaba todo y organizaba un día antes así que entramos a su cuarto y tenía todo, me puso todo excepto el brassiere  pues no supimos cómo se usaba y pensamos que faltaba algo para poder usarlo pues metía los brazos pero no se enganchaba, vaya que éramos inocentes.

Lo más maravilloso fue cuando sentí sus pantaletas y sus medias puestas, el cuerpo se me erizo y sus zapatillas no me quedaron pero ya con eso estaba bastante bien servido, me comenzó a doler el estómago y sentía raro mi pene, lo cierto es que ahora comprendo que de la excitación me estaba viniendo pero como era demasiado pequeño pues solo fue la sensación, mi amiga se dio cuenta de que algo me sucedía y ya le dije que estaba bien que solo me sentía con dolor de estómago de pronto, me quite todo pero pues como era de esperarse ensucie varias cosas y la mamá de mi amiga se dio cuenta de que habíamos jugado ahí, y aunque ella se intentó echar la culpa la verdad jamás supe en que quedaron nuestros padres lo cierto es que ya no me dejaban ir a jugar con ella y pues así paso el tiempo y a no me acercaba a su casa.

Ya en la secundaria me causaba muchísima curiosidad ver como las niñas vestían, mi físico me impedía ser afeminado y nadie sospechaba de mi orientación sexual, incluso ahora que algunos me ven se sorprenden porque dicen que jamás aparente nada y si confió en ellos, me pasaba viendo a través de los uniformes como usaban el brassiere las niñas y si usaban medias, ya que a veces se ponían pues en tiempo de frio las dejaban usar, jamás mire a las niñas como atractivas sino más bien me gustaba aprender de ellas, un día mi mamá se fue a las tortillas y me quede sola en casa, mire un brassiere y no soporte ir a ponérmelo, era negro de media copa con tirantes anchos de esos modelos que saco Playtex con arco mágico y tirante cómodo pues mi mamá tenía mucho busto, me lo puse y pues buscaba a ver si estaba la otra parte, que aunque no lo crean pensaba que mi mamá la escondía, sin querer me acomode el brassiere y mire sentí unos ganchitos atrás, lo pude abrochar y de inmediato al acomodármelo lo sentí mío, fue una sensación maravillosa, me sentía tan bien con él puesto, me puse una camisa blanca y se me traslucía y sentía como me levantaba el busto y se marcaba, a partir de ese día cada vez los usaba más.

Después de eso se volvió mi vicio usar brassieres, ahorraba y compraba pero no sabía de tallas por lo que compraba cualquiera, en ese entonces el internet no existía, mi talla era 36 A pero pues no lo supe hasta que compre varios, y entre ellos 32 A y pues me apretaban pero así los usaba, llegó la preparatoria y pues aquí donde vivo el calor es fatal, así que los brassieres se ensuciaban y tenía que tirarlos, una ocasión se me ocurrió usar un brassiere debajo de mi camiseta blanca y aparte la de resaque, según yo no se veía y me fui a hacer tarea a la biblioteca, recuerdo que si volteaba la gente así como no creyendo lo que veían pero pues yo según no se veía nada, me subí al camión y me senté atrás como es costumbre masculina aquí en México, recuerdo que el camión pasaba por calles que no estaban pavimentadas o bien tenían topes para la velocidad, y cada vez que sucedía esto brincaba el camión y yo aún es como si estuviera viviendo la sensación de que el brassiere me detenía el busto y los tirantes sentía divino como me ponían el busto en su lugar, esto me encantaba.

Los pasajeros de atrás estaban platicando acerca de mí y yo ni cuenta me daba, hablando de que tal o cual jotito o que el hijo de tal le salió joto (joto es la forma vulgar o común de llamar a los homosexuales en México) total que se subieron dos compañeros míos de la escuela que también iban a la biblioteca, eran hermanos ellos y la hermana rápido me noto el brassiere, me dijo: mira usamos la misma marca al parecer, yo no entendí su sarcasmo hasta después mucho tiempo delante, su hermano recuerdo que le dijo que se callara, y ya platicamos y en la biblioteca me dejaron sola y pues cada quien busco lo suyo, yo de pronto sentí la necesidad de quitarme el brassiere porque me sentí observada y lo tire en el baño, debo decir que hasta aquí no tenía sexualidad definida, pues las mujeres podía verlas bonitas y los hombres no me interesaban en lo mínimo.

Después me cambie de turno en la preparatoria y ya no usaba ropa, sin embargo; en el turno que estaba antes ya estaba el comentario de que era gay, cosa que no supe hasta universidad y que me encontré a una amiga, me llamo mucho la atención porque era promotora en una tienda de autoservicio su falda y porte me fascino, ese día era 14 de febrero día en que se celebra al amor y la amistad, entonces yo le compre unos chocolates, le dije eran para ella y se sonrojo mucho me dijo faltaban dos horas para salir ella, le dije que si podía la esperaba allá afuera, pero que iría a unos encargos primero y si la alcanzaba pues la acompañaba a su casa, me sentía un conquistador.

Hice lo que tenía que hacer rápido, y de pasada en el camión ya no sabía si llegar por ella o no pero me entusiasmaba mucho la idea de estar con ella pues platicamos bien agusto y me causo confianza, así que decidí bajarme e ir en su busca, llegue y faltaba media hora aun y ahí espere pacientemente, salió como cincuenta minutos después ya que había cola donde checaban la salida, pero eso no me importo en lo más mínimo.  Cuando al fin la mire ya venía comiendo los chocolates que le había comprado y me dijo que porque no íbamos a caminar, cosa que acepte y nos fuimos al malecón, ahí tuvimos mucha química de hecho platicaba ella cosas que jamás había imaginado como le gustaban los hombres, me pidió que si de favor le insertaba el tirante del brassiere porque se le había salido, pasaban hombres y ella diciéndome viste esta guapísimo y yo solo le seguía la plática, me imagine que ella era así,  de pronto me quede helada con una pregunta que me hizo aún recuerdo el momento ¿y tú chica tienes NOVIO? Le dije como que novio, ¿si NOVIO? Como que novio, si tú eres gay, una muchacha que estudiaba con nosotros nos platicó todo sobre los brassieres que usabas.

Le dije que no era gay, y no sé por qué de verla seria le comente que no sabía y que de eso había sido hace mucho tiempo que ya no me ponía ropa de mujer, ella inmediatamente me comento que no tuviera miedo de aceptarlo, que solo me fijara en mi vida y que pues las mujeres no eran lo mío, que yo deseaba ser mujer. Me dijo que cualquier chico ya hubiera tenido novia y que yo a lo que le comentaba nunca había tenido, que ya a mi edad 20 años debería haber tenido relaciones y que pues yo ni me molestaba en ello y pues solo asentía a lo que me comunicaba, le dije que tenía mucha razón que yo jamás había sido de esos que babean al ver el trasero de una chica, ni sus bubys que por el contrario siempre había sido respetuoso y ya ella me dijo que eso no era ser respetuoso sino que no me gustaban las mujeres, que porque los hombres pues veían y andaban babeando siempre por estar imaginándose tener sexo con chicas. Me confesó que me aceptó los dulces y salir conmigo a pasear solo porque sabía que era gay sino pues no habría aceptado, y que ya no le estuviera negando las cosas que podía confiar en ella, me dio mucho miedo de pronto y terminamos la conversación dejándola pendiente para otro día y cada quien se fue a su casa, en el camino me puse a pensar que era cierto yo jamás había tenido un deseo por alguna mujer, pero a la vez tampoco por un hombre.

Ya no volví a saber de ella ni tampoco la busque, me conseguí una novia que era fea pero de buen modo, jamás tuve relaciones con ella y pues la forma de enamorarla era más de ser su amigo, de ahí siguieron otras dos y con la tercera si llegue a tener relaciones, pero mi miembro es pequeño y pues batalle mucho, de hecho para poder lograr que tuviera una erección tuve que concentrarme en los tirantes del brassiere que traía ya que eran de esos de plástico transparente y tenía mucha curiosidad en usar unos, ella miro que me le quede viendo y comenzó a jugar que si no quería usarlo y yo siguiéndole la broma le dije que sí, me lo puse con una habilidad que ella se sorprendió mucho y me dijo que si era la primera vez que usaba uno y yo le dije que si me lo acomode y ella me dijo que si lo llenaba y se rio mucho, mi excitación fue instantánea y ella se dio cuenta pero no dijo nada solo aprovecho el momento para que hiciéramos el amor.

Ella ya no quiso saber nada de la relación y terminamos por lo sano, se puso de novia rápido con un chico que era de su colonia y pues cada quien siguió adelante, paso el tiempo como tenía que ser, de pronto me dieron ganas de seguir estudiando para esto yo ya estaba trabajando y había bloqueado un poco lo de usar ropa de chica y vestirme, incluso me había desecho de todo lo relacionado con ello, sentía que podía comenzar a dejar todo y decidí volver  iniciar una profesión con la finalidad de que nuevos aires me dieran la tranquilidad de dejar lo relacionado con vestirme de chica y comenzar mi vida de hombre bien y de cero.

Entre a estudiar una profesión que normalmente estudian las mujeres pero uno que otro chico se pone a estudiarla también, así que me anime a entrar y todo estaba justo como el plan que tenía de pasar desapercibido comenzando con mi vida bien del yo masculino, fue entonces cuando conocí a Ivonne y fue algo sumamente raro, mi idea era pasar desapercibido pero en el salón nos encontramos e hicimos amigas rapidísimo, estaba impecable súper femenina, zapatillas altas, buen cuerpo, una treintona bien cuidada, con blusas desmangadas que hacía que de vez en cuando se le saliera el tirante del brassiere, piel blanca y una hermosa sonrisa simplemente una mujer bella, desde que nos conocimos hubo química entre nosotras y nos volvimos inseparables. Ella me mandaba mensajes y una vez me pregunto que cual era el color de ropa interior que más me gustaba ver a las mujeres y le dije que los coordinados negros, ella se compró uno y se le veía hermoso, yo sin darme cuenta me gusta su ropa y a la vez volteaba a ver ella como usaba todo, pues era femenina en extremo.

Siempre que salíamos de la escuela nos íbamos a pasear en su carro y pues ella al ser independiente siempre andaba de compras, a mí me fascinaba andar con ella viendo todo lo que usaba, recuerdo que veíamos muchas zapatillas y pues yo en mi interior emocionada aunque no le decía que me gustaba ir pues no deseaba pensara mal, lo que si es que era de las primeras veces en que podía ver a placer todo lo que me gustaba de mujer, sin tener que esconderme pues ella me llevaba y era la pantalla perfecta. De tanto pasar tiempo nos enamoramos y en una de esas noches ella me robo un beso, yo consternado por reflejo le dije que a mí me enfadaban los besos en ocasiones, y ella así sorprendida me dijo que cómo era posible eso, que pues besar era de lo que más se disfrutaba en el amor, después me di cuenta que me enfadaba besar mujeres pero no hombres, sin embargo; pues en ese momento solo nos extrañamos ambas y ya no hablamos más del tema.

Yo la amaba y ella a mí, fue una relación de 5 años que duramos juntos misma donde me rogaba para tener relaciones sexuales, pero a lo escaso solo tuvimos como en 4 o 5 ocasiones, cosa que a ella le parecía raro pero jamás me dijo nada, cualquiera dirá que es imposible haya sucedido pero así pasó y es que sentíamos amor y aparte yo no soy afeminado sino por el contrario siempre bien masculino, muchos dirán que como un gay amaría una chica, pero la amaba tanto que intentaba ser un hombre para ella y que alguien me diga que eso no es amor. Pero no era tan sencillo y romántico todo, cada vez que teníamos relaciones yo me enfermaba o me enjuagaba rápido, pues no soportaba el aroma de su vientre, el aroma de mujer simplemente me hartaba, yo disfrutaba mucho de ella en cuestión de su ropa, me encantaba jugar y ver su brassiere, sin embargo cuando nos besábamos no había más allá al menos de mi parte, ahora que platicamos más en confianza me dice que yo era frio y mucho, pero pues era mi forma de defenderme de que no me agradaba eso de estar con mujeres, ella me ponía a que le besara el busto y pues yo lo hacía pero me imaginaba ser ella, me ponía a crear imágenes donde le hacía lo que a mí me gustaría me hicieran.

Ella siempre hermosa, se cuidaba mucho con sus uñas naturales largas, en ocasiones se ponía uñas, le encantaba ponerse pestañas, a veces se arreglaba a salir con amigas y era curioso que yo sentía celos pero no de que la fueran a conquistar sino de lo bella que se mostraba, aún recuerdo sus atuendo y maquillada era angelical, yo me encelaba de eso, hoy sé que es propio de las mujeres esa parte pero pues antes no lo sabía, recuerdo mucho una ocasión que ella vistió para un exposición unas zapatillas color pata divinas, se puso medias, pantalón de vestir pegado al cuerpo, una blusa blanca con un brassiere hermoso que se traslucía, yo ese día me sentí maravillada, y fue porque ella me recordó lo hermoso que es ser mujer, ser femenina, yo ya había vivido eso pero lo había olvidado y ese instante que ella me lo recordó aun lo guardo para mí, después de eso comencé nuevamente a comprar ropa, buscaba ya en internet catálogos de Ilusión una distinguida marca de ropa íntima en México, y le decía eran para mi prima que si me los compraba y yo le daba el dinero y así me mantuve cerca de 3 años con esa dinámica y ella jamás sospecho.

El hecho de que yo tenía dinero y ya no dependía mucho de mis padres para conseguirlo, pues me hizo ir de una cosa a otra, primero me di cuenta que ya no era 36B sino había subido talla a 38 y 40 B, usaba comúnmente a escondidas bajo mi pantalón pantimedias y pantys, en tiempo de frio me ponía brassiere, debo decir que sentía maravilloso, sentir la ropa ajustada, que el brassiere levantara mi pequeño busto, el calor del mismo, el rose de las medias con la ropa, la panty lisa y fresca, es el paraíso vestir de chica sin duda. De pronto ya no fue suficiente la ropa íntima, tuve que experimentar por así decirlo con la lencería, ligueros, baby doll, y continúe después con la ropa exterior, pantalones, blusitas de tirantes, luego vestidos, minifaldas y por último el sueño de toda mi vida y que jamás había cumplido, unas zapatillas de tacón.

Usar vestido y zapatillas además de toda la ropa íntima era maravilloso, un sueño hecho realidad, sentir el aire en tus piernas, la libertad de movimientos, sentirte sexy y que los hombres te vean, que te piropeen y que además tú te sientas femenina, eso era lo que me conducía cada vez más al mundo femenino, un mundo del que ya no tendría regreso jamás, era un viaje sin retorno y aun así lo disfrute tanto que sigo y sigo viviendo esta maravillosa realidad.

Todo esto yo lo hacía a escondidas, y se presentó el momento de una oportunidad de trabajo confortable para mi novia y no tuvo más remedio que aceptarla, ella se fue de la ciudad a otra a trabajar, estábamos lejos sin embargo el contacto continuaba, ya sin ella aquí conmigo pues era distinto todo, ya no tendría quien me comprara ropa pero a la vez me sentía aliviada de no sentirme con la presión de hacerle el amor, ni besarla, ni tener que estarle mamando sus bubys.

Al mes de haberse ido mi novia, el contacto siguió mediante mensajes y llamadas, primero iba con la emoción de que era su sueño haberse ido para allá, pero a la vez continuábamos con nuestro compromiso de noviazgo, y pues por mi parte continúe estudiando y me toco una materia de educación artística, desde un principio la maestra nos comentó que evaluaría con una obra de teatro pero de roles invertidos, una posada cómica que presentaríamos en algunos lugares, a  comentar que de roles invertidos pues muchos quedamos con la boca abierta, y la interrogamos y respondió que teníamos que afrontar la dinámica pues al final nuestra profesión exigía que fuésemos creativo y tuviéramos empatía, así que nos pusiéramos en los zapatos del otro para poder ver que se sentía.

Por mi parte había tomado a mal esa forma de evaluación y se lo comenté a mi novia, pues ya sabía seria la risa de todos y más en casa que no podía llegar con esas cosas, así que prefería hacer extraordinario, pero mi novia me dijo que no, que llevara la materia como debía pues si no que necesidad de que me truncaran la titulación, que pues solo era una obra y ya, que le pidiera disculpas a la maestra y me integrara, que al final era solo para pasar y que no fuera alguien inmadura.

Así que fui y por dentro lo deseaba mucho, le pedí disculpas a la maestra y me dio un papel protagónico por castigo la maldita, yo sería la mujer central como quien dice de la obra y pues aunque parte de mi lo deseaba muchísimo, la verdad es que la otra parte me daba miedo pues nunca nadie me había visto en público sabiendo que era yo vestido de chica, eso me asustaba puesto que tampoco quería que vieran que iba disfrutar de andar vestido de mujer, pero bueno eran mucho mis miedos y a la vez mis ganas de vestirme lo eran más, sentimientos totalmente encontrados.

Jamás había tenido acercamiento a lo que era el teatro pero debo admitir que es demasiado demandante, era una obra de 40 minutos y aun así ensayábamos todas las tardes hasta noche, memorizar los diálogos, arreglar escenografía, los movimientos entrenarlos, la voz comenzar a calibrarla, eran retos novedosos, y si bien no era tan exigente la maestra pues sabía que jamás habíamos estado en una obra, si le gustaba que diéramos por lo menos un poco de seriedad a la interpretación y de vez en cuando nos exigía muchas cosas, llevándonos al límite.

Los entrenamientos al comienzo eran cómodos pues solo tomábamos clases los fines de semana y de lunes a viernes ensayábamos la obra en una secundaria donde no había alumnos y si lo había pues eran mínimos sin adultos que estuvieran con prejuicios, a diario me comunicaba con mi novia Ivonne y le contaba que me tenía que vestir y pues ella no lo sabía pero yo lo disfrutaba mucho, en el papel me dieron un solo brassiere, no me dieron pantys, y medias solo me daban unas semanales, yo tuve que comprar más brassieres cosa que noto la maestra pero solo sonreía, cuando me pregunto le dije que pues tenía que hacer las cosas bien y andar lavando ropa a la carrera no me gustaba, así que pues compre brassieres y me dijo que por ser vestido y faldas podía usar bikini masculino que no ocupaba pantys ni tangas de mujer, a lo que le dije que se me marcaban mucho y pues ya de una vez, al final el papel lo valía, y ya solo sonrió y me dijo que estaba bien me metiera en el papel.

Con el paso del tiempo se me fue haciendo costumbre vestirme con ropa interior de mujer, ya me ponía el brassiere desde la mañana debajo de mi ropa y bien escondido, así como pantys y medias, me iba a trabajar en la mañana y los traía hasta en la tarde que iba a ensayar, en el camión me encantaba usarlos aunque algunas ocasiones el tirantito se me salía y pues me daba una que otra vergüenza en el camión, cuando mensajeaba en tiempo real con mi novia, ella me decía que me lo quitara pues no era normal eso, pero pues yo me justificaba diciendo que se sentía padre y pues que me agradaba la sensación y ella se notaba preocupada, y ya después de un tiempo dejo de decirme que me los quitara y comenzó a preguntarme como me sentía usando la ropa de mujer, a lo que le respondí que era algo maravilloso, que me sentía sexy, que me encantaba el aroma, que me gustaba como se ajustaba al cuerpo, ella no tuvo más remedio que darse cuenta que ya estaba en el mundo femenino.

Después de este nuevo lazo que había aparecido nos platicábamos todo, cada vez me gustaba más la sensación de andar de chica por ahí, yo era de los que no me gustaba hablar por teléfono pero en esta nueva etapa no me paraba la boca y mi novia se daba cuenta y me reclamaba en broma, la maestra amplio los ensayos a los sábados y era en tiempo de clases en ocasiones y pues fue ahí cuando mi nerviosismo se incrementó, mi novia solo me dio apoyo y me decía que no pasaba nada, que no fuera tonto y así me alentaba, veíamos y hablábamos mucho de ropa y zapatillas, nos la pasábamos horas hablando de lo que significaba la ropa y el maquillaje, lo lindo que era sentirse chica, y que pues era un gusto increíble, con el paso de las semanas muchas y muchos salieron del closet y tenían relaciones amorosas entre mujeres y hombres, es decir; esta obra los había unido y despertado al mundo gay y lésbico, cuando relate esto a mi novia ella solo me dijo que me daba permiso de estar con hombres pero con mujeres no, que ella deseaba ser mi única mujer en mi vida, sin embargo; yo no sentía gusto por los hombres aun.

Así paso el tiempo y la obra como era de servicio comunitario la fuimos a presentar a la cárcel de la ciudad, yo jamás había estado ahí por lo cual me sentía nerviosa, sin embargo pues la maestra nos calmaba diciendo que siempre tendríamos vigilancia y que solo siguiéramos ordenes, que ahí era como una mini ciudad y pues que escogerían a los presos que fueran más educados y que no tuvieran problemas graves, que en si era un servicio que les proporcionábamos para que tuvieran un poco de espíritu navideño y a la vez diversión,  la maestra nos pidió que fuéramos con pantimedias y depiladas del cuerpo para mayor higiene y más que nos iban a revisar en la entrada, nos maquillábamos antes de llegar y yo me llevaba puesto un short y una blusita delgada ya con la ropa interior puesta, mi brassiere y mis pantys, la maestra me decía que si ya me había decidido y yo solo le decía que era para pasar su materia que no le iba dar gusto de reprobarme, y solo reía.

Llego el momento de entrar y nos dieron unas batas rositas a los que íbamos de mujeres del papel de la obra, nos hicieron quitar todo, el brassiere a mí y las pantimedias y tanga que llevaba, me puse tanga según para más comodidad, me sentía desnuda, la batita era corta y pues yo alta, iba depilada y traía las uñas pintadas de blanco ostión, cosa que llamo mucho la atención incluso de mis compañeras y compañeros, sin duda ya estaban viendo cambios en mí, ya cuando estábamos en la fila había compañeros que ni se habían depilado, así que me hacían notar más a mí, aunque fuera masculina de cuerpo pues depiladas las piernas se me veían lindas, y aparte uñas pintadas y mis pequeñas bubys que por ser gordito siempre tenía, llego el guardia y comenzó a tocar pero de una manera de disfrutar lo que hacía, toco todo, y me quiso meter el dedo en el año, pero se arrepintió y me dejo pasar, me dijo que le gustaba como olía y que ojala pronto cometiera un delito para tenerme ahí, yo no supe cómo reaccionar y solo sonreí nerviosamente, inmediatamente me fui con la maestra y le pedí mis cosas para cambiarme.

Fuimos a una parte que llaman admisión y ahí estaban juntando con sillas a los que serían nuestro público, ya enfundado en mi vestido y con mi ropa interior en orden, me dirigí a hacer mi papel, para mi sorpresa la maestra me sorprendió con unas zapatillas hermosas de color rosa mexicano del número 14, yo soy número once mexicano en calzado de hombre, estas eran catorce que era el equivalente en mujer, la verdad la sensación fue maravillosa, me sentía hermosa, demasiado femenina, el chico que organizaba todos los que veían la obra se llamaba Víctor y me ayudo a ponerme las zapatillas pues estas se abrochaban al tobillo.

Termino la obra en 45 minutos aproximadamente, andaba muerta pues ahí fue cuando entendí lo que era traer zapatillas de tacón nuevas, no aguantas la punta de los pies, las pantorrillas adoloridas y no había donde sentarse, al ver esto el que coordinaba fue a conseguirme una banca y ahí se sentó conmigo de hecho me quito las zapatillas y me paso mis sandalias de tacón cuadrado, yo tenía mucha sed pero el agua no me gusta, y fue a conseguirme un refresco lo cual le agradecí mucho, fui con la maestra y me dijo que teníamos que quedarnos dos horas y pues la obra solo duraba menos de una hora, pero el permiso debía cumplirse por dos horas para que los guardias hicieran sus rutinas, así que volví a la banca y pues estuve platicando con el chico coordinador, que se llamaba Víctor y supe estaba ahí por error por mal manejo de unas cuentas, era contador.

Esa hora me di cuenta de muchas cosas, mis amigos vestidos de nenas andaban coqueteando con los presos y guardias, mis amigas andaban besándose entre ellas, la maestra estaba de novia con un guardia, ósea todos en su mundo y yo solo sentada esperando el tiempo se diera, platicando con un chico que ni conocía. Siguieron las presentaciones ahí en la cárcel y cada vez se destacaban mas mis compañeros,  yo comencé a disfrutar de la compañía de Víctor, siempre me llevaba chocolates milky way o sino refrescos, pero en una ocasión me llevo una flor fue como a la semana de conocernos con una carta que decía: eres la mejor reina que puede ser una princesa. Cuando esto sucede yo le regresaba la rosa y le dije que pues yo era hombre que no se confundiera y el simplemente me dijo que no era así, que el en mi veía una hermosa mujer y la verdad sentí que la sangre se me fue a los tobillos y pues no me quedo más que aceptar la rosa.

Hable de esto con mi novia, ella me dijo que porque no le había hablado de él antes y le dije que no le había tomado importancia que el muchacho estaba confundido y pues yo no quería se confundiera aún más, ella me dijo que se lo describiera y yo le dije es así: le dije que era blanco, alto, fuerte que se le marcaban los músculos, con un pecho amplio y manos grandes, que su sonrisa iluminaba su cara, unos ojos color miel, y con una voz grave que lo hacía imponerse, además de que pues la verdad al sonreír le venía bien pues era alegre y atento, con un aliento fresco y que siempre me ponía atención pues al verme sola él se acercaba a platicar.

Recuerdo una sonrisa al teléfono por parte de mi novia, y me dijo tú te sientes nerviosa, sudas demás, tiemblan tus piernas, desesperas si no viene a platicar contigo, te gusta verlo, estas siempre escuchándolo hablar pero sin que se dé cuenta, cuando se te acerca te gusta mirarlo y quizás ni atención pones a lo que dice pero solo mirarlo a los ojos te relaja ¿o me equivoco? La verdad me estaba leyendo la mente, porque era exactamente lo que sentía, cuando él estaba cerca de mi perdía mi fuerza de voluntad y física, era débil ante él y lejos de asustarme me agradaba pues me gustaba como llevaba el control de las situaciones, la conclusión de la plática ese día de parte de mi novia es que a mí me gustaba Víctor y yo intentaba negarme pero ella sabía más que yo acerca de los sentimientos femeninos y no podía decirle que estaba equivocada.

Mi vida comenzó a cambiar pues a diario me ponía pantys y brassiere durante el día debajo de mi ropa de hombre, esperaba con ansias la hora de los ensayos y de ahí partir a la cárcel para verme con Víctor, el día después de la plática con Ivonne mi novia me sentía fuera de mí, como queriendo huir de ahí, no quería acercarme pero él se acercó y me dijo que me sucedía y yo le dije que nada, entonces platicamos ya tranquilos y de buena forma,  puedo decir que mis miedos se fueron por ese momento y no le tome importancia a si en realidad me estaba enamorando de él o no, ese día al estar sentados me tomo la mano y sentí un escalofrió en todo mi cuerpo, pero aún así quite mi mano suavemente e hicimos como si eso no hubiera sucedido, nos despedimos y ya llegaron por nosotros, era incomodo pues tenían que toquetearnos y ver que no lleváramos ni cartas ni nada del lugar, se me acerco una de las guardias de seguridad y me preguntó que por qué no le hacía caso a Víctor, que él se esforzaba mucho por complacerme y que trabajaba incluso demás para poder atenderme con refrescos y chocolates, que incluso había pagado a un guardia para conseguirme la rosa y que eso no era barato, costaban las cosas carísimas ahí y pues para conseguir dinero era difícil y él lo hacía por mí, me quede helada de escuchar eso pues gastaba hasta 100 pesos en un chocolate y él se quedaba sin nada, me sentí rara y triste pero a la vez estaba emocionada de que alguien hiciera eso por mí.

Luego de saber eso quede pensativa todo el camino, se me acerco la maestra y me dijo que porque tan serio, no podía confiarle nada a ella pues me daba vergüenza y le dije tenía problemas en casa, y sorpresivamente me respondió que si mi problema no era Víctor, a lo que con una sonrisa temerosa le dije que sí, me preguntó qué a que tenía miedo y le respondí con sinceridad que tenía mucho miedo de terminar gay y me dijo mírate por un momento eres hermosa, tu deseas ser mujer pero no te das cuenta, si no quisieras y no te gustará estar vestida de chica, no te vendrías vestida todo el camino a casa, a muchos de tus compañeros que son gays no les gusta vestirse y se cambian en cuanto pueden y tú no, tu disfrutas verte así y sentirte mujer, hay ocasiones que te quitas el vestido pero traes ropa de mujer que no es de aquí del teatro, te traes minifaldas, vestidos, blusitas de tirantes, etc. Te sientes bien en el papel femenino y ahora tienes que hacer frente a las consecuencias, te has comportado como una princesa con el chico de la cárcel y ahora cumple como tal, o es que acaso me dirás que no te gusta, porque con pruebas puedo decirte lo contrario y apuesto que el mensaje que te dio en ese papel y que tanto leías de vuelta, que incluso te arriesgaste a que te lo quitaran en la salida del penal, aun lo tienes lo miras y suspiras y dime si no tengo la razón, no me quedo más que sonreír y decir que era cierto todo lo que me decía.

Transcurrió la semana y mi novia me alentaba a que hiciera algo más con Víctor, pero yo no quería o al menos no sabía lo que pasaría y si iba a ver vuelta atrás, lo cierto es que diario convivía con él pues la obra duraba poco menos de una hora y teníamos que esperar otra hora para que nos sacaran, la realidad es que me encantaba ese tempo muerto pues siempre había tema interesante del cual hablar con Víctor, nos contábamos nuestras vidas y sin querer ya nos tomábamos de la mano y nos despedíamos de beso en la mejilla, a mí me transpiraba todo del nerviosismo pero a poco a poco me fui acostumbrando y a disfrutar del momento, cada vez era más lo que necesitaba estar con él, me sorprendió mucho una vez que gasto una de sus llamadas en mí y duramos unos minutos pero para mí fue algo enormemente significativo, más cuando antes de colgar me dijo “te quiero” y que yo también correspondí con un también te quiero.

Los días transcurrían y fue en esa semana que ustedes chicas no me dejarán mentir pero llevar zapatillas de tacón diario cansa mucho los pies, ese día tuvimos dos presentaciones y yo era (digo era porque ahora si llevo en mi bolsa unos zapatitos flats para cuando ya no aguanto los tacones) de las que desde que me ponía las zapatillas no me las quitaba, una porque no me gustaba andar descalza y dos porque no me agradaba la forma en que se veía el vestido con sandalias cómodas sin tacón, como les decía tuvimos ese día dos presentaciones, fueron unos políticos a presenciar la obra y quedaron satisfechos, la maestra era reconocida por hacer buenas obras y pues ese prestigio la hizo ganarse el derecho a que vinieran a ver la obra personalidades fuera del penal, en la obra mi nombre era Nohemí pero ese día en especial cambiaria y surgiría algo nuevo en mí, esa ocasión tuvimos que esperar a que desalojaran a las personalidades y pues estuvimos alrededor de tres horas esperando nos pudieran sacara la calle, entre que me pedían una foto y que fuera de aquí a allá llego el momento en que me senté y ahí estaba Víctor esperándome, estaba sumamente cansada y enfadada de la gente, pero al verlo mi corazón se aceleraba y mi estómago sentía lo que románticamente llamamos mariposas en el abdomen, él me dijo que si estaba bien y yo solo le dije que estaba acalorada y cansada que no aguantaba los pies, de inmediato me dio a beber un refresco de sabor lima limón que era mi favorito y me abrazo cosa que nunca había hecho, me recostó en la banca y comenzó a quitar las hebilla de mis zapatillas dejando mis pies al aire libre y liberándolos del aprisionamiento de las mismas, yo en ese momento me di cuenta que ya no había vestigios de mi hombría pues miraba y mi aseo era totalmente el de una mujer, estaba depilada y con mis pies limpios haciéndome pedicure y uñas pintadas de rosa, mis pies eran blancos y con las zapatillas y las uñas pintadas realmente se veían exquisitos, Víctor estaba quitándome las zapatillas y ese día no me había puesto medias, cosa que le agradó mucho, comenzó a tocar mis piernas y mi pantorrillas, me sentí extraña, estaba en otro mundo el tiempo se detenía y mi vista se empañaba, respiraba más profundamente y solo me daba  mucho placer ver a mi hombre tocándome toditas mis piernas, posterior comenzó a darme un masaje de pies increíble, estaba toda flojita y el haciéndome suya tocándome y ganándome, me sentía con sensaciones que jamás había experimentado y estaba pujando cada que apretaba mi pies con amor y a la vez tocaba mis piernas.

Aun en la banca tirada y con tanto calor en mi cuerpo, me retorcía de placer con ese masaje de pies, fue entonces que sentí que me dejo caer los pies lentamente y los acomodo a lo largo, pensé se había cansado y  quería relajarse, de pronto cruza un pie encima de mí y se acuesta arriba mío, sentí su miembro en mi pierna duro y temblando,  por mi mente solo pasaba que se sentía bien, no tenía miedo y si mucha excitación, era pesado y no podía respirar bien pero aun así me gustaba la sensación de sentirme a su disposición, me hacía sentirme la mujer en esta relación aunque de verdad eso era, fue de pronto que metió su mano y comenzó a tocar más allá de mi trasero, retiro mi tanga y se puso a apretar mi trasero, yo me acomodaba para que su mano pudiera entrar y que él siguiera con su exploración, respiraba entrecortado y hasta pujaba, de pronto me retorcí cuando sentí que uno de sus dedos tocaba mi orificio y quise gritar y me sorprendió dándome un beso metiendo toda su lengua en mí, dando vueltas lentamente en mi boca yo sentí electricidad en mi cuerpo, mire chispas en mis ojos, oscuridad y luz al mismo tiempo, jamás había sentido un beso con tanta intensidad y eso que ya había besado varias mujeres, era nada comparado con lo que sentí en ese beso, mi cuerpo temblaba y él me insistía tocándome con fuerza y yo me entregue en el beso, era un paraíso mi mente divagaba diciéndome YA ERES GAY, ESTAS BESANDO A UN HOMBRE Y TE ESTAS SINTIENDO MARAVILLOSO, pero la tranquilidad que me daba el sentir su miembro duro en mi pierna y además sentirme deseada mitigaba toda inseguridad, fue un beso largo no quería separarme de él, era delicioso quería más y más, y comparando con mis novias siempre me enfadaba de besarlas y hasta asqueroso se me hacía. Al fin separamos nuestras bocas y  él me tenía con dedo dentro en mi ano, cosa que ni sentí cuando entro o si lo sentí me gustó tanto que deseaba más y más, el movía su dedo y me agradaba, lo acerque y lo bese pero al besarme me llamo la atención tiernamente y me dijo “las mujeres no meten la lengua en la boca de sus hombres, solo la reciben” cosa que jamás he vuelto a cometer ese error y solo recibo la lengua de mis amantes hombres como buena niña.

Yo lo tocaba pero de pronto el me condujo hacia su miembro, debo admitir que su peso a la vez me quitaba la respiración pero lo disfrutaba, me sentía tan bien de ser guiada que estaba encantada en las nubes, baje su zíper y comencé a tocarlo, me encanto sentirlo duro y tibio, comencé a subir y bajar su pellejo, y él me besaba el cuello y metía su dedito moviéndolo, de pronto yo sin querer estaba levantando las piernas y le facilitaba la tarea, yo de pronto me sentía exitadisimaaaaaaaa, pero mi pequeño pene no reacciono nunca, aun así me vine sin siquiera tocarme, y él se vino en mi mano, sentí espeso su esperma, calientísimo y blanco como si fuera espuma de mar, estábamos empapados en sudor, hacía mucho calor y aparte por lo que estábamos haciendo nuestra temperatura corporal debió haber subido muchísimo, nos sentamos y estábamos relajándonos abrazados, yo me acurruque en su pecho y fue cuando con tierna y temblorosa me pregunto ¿quieres ser mi novia? Mire sus ojos y cara hermosos, pero era un hombreeeee pidiéndome fuera su novia y las imágenes en mi mente se hicieron presentes: imágenes de cuando era niña y traía puestos los huarachitos de la vecina, de los vestidos que había usado, de hombres de series como Beverly Hill que me gustaban y yo sin saber, de cómo veía a las mujeres y su ropa únicamente, yo me miraba poniéndome medias, y brassieres, comencé a ver que me gustó tocar su miembro y no era tan asqueroso el olor como la vagina de las mujeres, el olor de sus vaginas me daba dolor de cabeza y jamás bese una vagina ni podía estar cerca de una, no me llamaba la atención, tenía que lavarme o hasta me enfermaba de tener ese olor, en cambio su aroma de su miembro me encantaba, quería besarlo, lo mire y era hermoso, brillaba su cabeza, de pronto una flashazo me dijo: eres gay, eres una mujer; fue así como al final le di un si en medio de un beso majestuoso y que sin darnos cuenta había sucedido que tres horas habían pasado y ya era hora de despedirnos, aunque la despedida esta vez fue distinta pues ya éramos pareja, y nos besamos delante de todos al despedirnos.

Todos con cara de sorpresa comenzamos a salir y la vigilancia pues estaba sacándonos, ya en el camión me cambie y me puse un short y una blusa de tirantitos, y pues todos dándome alboroto de que tenía novio, de que hasta que me anime, algunos diciéndome no que no y riéndose pero con buena vibra y la maestra era feliz con lo que había sucedido, de hecho gracias a esa presentación estaríamos ahí otros 15 días en que seguirían viéndonos actuar y claro era lo mejor que Víctor seguiría conmigo, la maestra me dijo que como me llamaba Víctor y le dije que me decía mi nombre masculino a lo que me dijo que eso ya no era posible que como me quería llamar porque así me nombrarían todos de aquí en adelante, sin pensar mucho le dije que deseaba me nombraran Ivonne y desde entonces así fue como surgí como Ivonne, me di cuenta que traía el aroma de su loción y su sudor y además de su lechita en mi mano, y me encantaba, era un aroma dulce y a la vez agrio pero que me hipnotizaba, mi maestra se le veía feliz pues era la única que faltaba se animara a experimentar una relación gay, ya todos los demás lo hacían.

Platique todo con mi novia y ella comenzó a darse cuenta de que pues siempre le di señales de que era gay pero se negaba a aceptarlo pensando que veía mal, ella se alegró mucho y le gusto la idea de que usara su nombre, comenzó a darme consejos, por ejemplo que usara toallas femeninas ya que le comente que me había venido y pues me dijo para tapar el olor podía usarlas, aunque como usaba tanga sería difícil,  yo me comencé a hacer más femenina, ya andaba todos los días con ropa interior de mujer incluso en mi trabajo que me ocasionaron ser descubierta al agacharme por el hilo dental de la tanga, pero pues Salí bien avante con explicaciones tontas, todo era esperar a la tarde, me compre zapatitos para cuando acabara la obra usarlos y no verme tan alta al lado de Víctor ya sin darme cuenta pensaba mucho en mi amor, además comencé a meter ropa para cambiarme y andar en short y blusitas de tirantes con él ahí dentro, eso si siempre bien depilada y oliendo a rosas ya que me bañaba en body de vainilla y perfume, el encantado me presumía por todo el penal y cuando nos sentábamos no dejaba de comerme a besos y tocarme, pasábamos siendo una pareja feliz, y un día me dijo que el viernes no llevara ropa extra que él me tenía una sorpresa, y le dije me dijera porque, no quiso decirme y solo se reía y me dijo tendría que esperar al viernes, me dio una caja de chocolates económicos pero los valoraba tanto ya que sabía ahí eran más caros que los de marca, nos despedimos era martes apenas y llame a mi novia el miércoles y me dijo que me preparara porque me iba a coger, le dije queeeee y me dice te hará suya, te hará el amor o como le quieras llamar, y le dije pero soy hombre no puede ser, y me dijo no te hagas apoco no has visto como se lo hacen a tus amigos y amigas, y ya me quede pensando aun incrédula, y comencé a ver la posibilidad y me daba mucho miedo el hecho de que fuera a doler, pues había visto videos y comentarios en el internet de que era demasiado doloroso, pero solo pensar en que Víctor ya quería dar ese paso yo me emocionaba y me excitaba muchísimo.

Esos días que me quedaban invertí dinero en mí, perdí la vergüenza y fui hacerme pedicure pidiendo que me dejaran las uñas color blanco ostión con terminado aperlado y pocas pierdas, me depile con cera, pedí me depilaran la cara con cera también, compre crema de depilar y la use en todo el cuerpo, me saque un poco las cejas, y el viernes temprano fui a que me colocaran la peluca lacia y que me maquillaran en un salón, llegue súper perfumada y hasta eso que todos notaron mi cambio así que me sentía satisfecha, la mayoría diciéndome que guapa y cosas así, incluso en la puerta ni me esculcaron solo me puse la batita, ah y se me paso contar que compre un coordinado negro hermoso de brassiere tanga, liguero de encaje súper coqueto, ese día la maestra dijo nos quedaríamos más tiempo pues había personal nuevo de guardias y bueno ni modo al cabo yo me la pasaba genial, lo que no sabía es que guardias y la maestra ya estaban de acuerdo en lo que iba a suceder, pasamos a hacer la obra y pues la verdad el maquillaje profesional y la peluca lacia si me hacían ver distinta, veía a Víctor y estaba impaciente, llego el momento de que termino la obra y me entrego una caja de zapatos y estaba un vestido hermoso de encaje color rojo, jamás me habían regalado nada como chica y para mujer, era mi primer presente y estaba hermosísimo, me dijo póntelo y ven acá a la enfermería, y es que en la enfermería era donde se hacia el amor y él había apartado un lugar para nosotros, estaba tan emocionada por el vestido que no me importo el que me hiciera suya yo quería probármelo, y cuando al fin me lo puse y comprobé era de mucha transparencia y además a mi talla, la maestra había pasado mis medidas, y creo que hasta ella lo había comprado, me veía hermosa y lo sentía así.

Llegue hasta donde estaba él con mis zapatillas de tacón impresionantes, y le dije al oído que si me iba a coger tenía que ser como ni novia me había dicho la primera vez, primero el me toquetearía mucho, después yo le haría sexo oral y el después me haría sexo oral en mi ano, y ya lo demás a su imaginación, él estuvo de acuerdo, yo disfrutaba mucho el vestido pero no tardo en quitármelo ya que estábamos en la enfermería me recostó y yo súper nerviosa solo me dejaba llevar, me quito las medias y con su cara me hizo sentir su barba en el abdomen a lo que yo de inmediato reaccione súper excitadísima y comenzó a besarme los pies y chuparme los dedos, ya ahí no supe de mí y solo quería me hiciera suya, ya no recordaba era hombre si es que alguna vez lo fui, solo quería sentirlo dentro de mí, lo amaba, me gustaba y quería ser su mujer, él lo sabía, me beso y me levanto un poco de la cama y sabía que era mi turno así que lo desvestí y al fin lo conocí todito, mire su pene enorme y más a comparación del mío, unos 20 cm tenia y estaba hermoso, rosita y grueso, la cabeza hinchada parecía un hogo, se me hacía agua la boca y tuve que metérmelo, comencé a chupárselo como queriendo arrancarlo y después recordé como me lo hacia mi novia, y así comencé a tomar ritmo y con mi lengua en la puntita de esa enorme verga le metía mi lengüita, solo se retorcía, y se le puso durísima, no me había toda en la boca ero me encantaba su sabor, dulce, saladita, con un olor súper sexy, estaba encantada, luego de unos minutos le salió un agüita cristalina y supe ahora era su turno, me acerqué le di un beso en su pecho y sus musculosos brazos y me puso una almohada en la cadera y comenzó a comer mi anito, rompió mi tanga y mi liguero pues sintió le estorbaban, yo ya estaba casi viniéndome y fue cuando se pasó a besar mis pezones, me quito el brassiere y fue hermoso como chupaba mis bubys, tenía pequeñas pero eran mías y estaba extasiada, me dijo ponte en cuatro y le hice caso, él me puso algo frio en mi ano que al final supe era lubricante, y me la fue metiendo se sentía mucho dolor, él me decía me relajara y yo solo le decía que la metiera toda, y así fue, la empujo y entro toda, era un dolor fuertísimo como si me estuvieran partiendo, así se quedó mientras yo gritaba y de hecho mis lágrimas salieron, fue alrededor de dos minutos y poco a poco el dolor desapareció y comenzó a moverse, se sentía maravilloso, indescriptible pues era lo máximo,  sentía caliente y me encantaba tenerlo todo adentro, comenzó con el mete y saca y así estuvimos por unos cinco minutos mismos en que mi mente alucinaba de como un hombre me estaba poseyendo y yo tan feliz de ser una mujercita, ahora comprendía lo que las mujeres sentían y me encantaba esa sensación.

Yo estaba cansada de las rodillas pero no podía decirle eso a mí hombre pues él se veía inmensamente feliz, fue hasta después que el mismo me indico que me acostara boca arriba y me saco su enorme pene y hubo un sonido hueco cuando me lo saco, tal como cuando destapan una sidra, entonces supe que había perdido mi virginidad y me éxito muchísimo más, el hecho de que me sacara su miembro fue cosa que me desagrado pues sabia me dolería de nuevo cuando me lo metiera, pero me puso la almohada nuevamente y me levanto las piernas y se acercó y me metió su miembro viril con tanta facilidad y sin dolor, que puro placer sentí, podía ver su cara de felicidad, escuchaba mis gemidos involuntarios y que solos salían cuando me metía hasta el fondo su pene, de igual manera observaba mis piernas depiladitas con mis uñas bien pintaditas y me encantaba vérmelas tan femeninas y hermosas, eso me excitaba aún más, y a veces me metía todo su aparato y se acercaba a darme un beso de lengüita, era encantador, yo me vine muchísimas veces y eso sin siquiera tocar mi micro pene, esa posición paso a convertirse en mi favorita, tenía un panorama espectacular, era ver a mi hombre con su musculatura estar esforzándose al máximo, de pronto luego de unos diez minutos se corrió y sentía hirviendo su corrida me lleno y sentí exploto dentro de mí, era algo caliente y viscoso que me encantaba sentirlo, me sentía llena y a la vez sabía que era su marca, ya era suya y el me convirtió en mujer y me dio lo mejor de mi vida, me pinto el camino que debía continuar, siendo una mujercita para toda la vida, cayo rendido y sentí como su pene se fue retrayendo y dejo mi agujerito vacío, el solo se recostó en la cama sudando y  estando cansado, lo cierto es que me había hecho feliz, pero más que nada me había reafirmado en un nuevo camino, el de ser gay y aspirar a ser mujer, ya que eso es lo que yo siempre he sido. Esa tarde estaba extasiada, hicimos el amor dos veces más, y le hice sexo oral y se corrió en mi boca, lo cual fue maravilloso, no pude tragarlo todo pero lo intente y era algo que le fascinaba ver de su mujercita Ivonne, nos cambiamos y salimos, la escena la vieron muchos pero n nos importó ya que en el penal es tan común, lo que si era raro que alguien que vistiera de chica hiciera esas cosas, pero pues eso lo supe después, transcurrió la tarde y estaba cansadísima, mis piernas entumidas yo no lo sabía pero eran síntomas de tanto que me la metió, salimos y todos felicitándome y pues contando pormenores y experiencias

Mi novia estaba feliz, aunque cuando le conté esto me dijo que pues ya el noviazgo había terminado, que ambas nos gustaban los hombres y pues debíamos conseguir cada quien nuestra pareja, no debo decir que fue fácil porque si me sentí mal, pero al final tenía razón, a Víctor lo frecuente todo lo que se extendió la obra que fue poco más de un mes, y después iba de visita conyugal el me apunto en la lista para ir como su futura esposa, entonces tenía que ir mas recatada con vestidos largos y se prohibía ir con brassieres con varilla y tirantes, fue cuando comencé a usar strapples y a ser más una señora vistiendo, el me celaba mucho y eso me hacía sentir tan femenina que me excitaba, me ponía ropa holgada e iba sin ropa interior abajo para que el no batallara, me hice experta bebiendo su semen cosa que le encantaba y a mi igual, fueron meses de ensueño y luego le perdí la huella, después supe aún estaba casado y para evitar problemas terminamos la relación y me enamore de otro chico de ahí del penal, sin saber más de Víctor y solo el recuerdo imborrable me quedo de quien me enamoro como hombre y me hizo su mujer eso jamás se olvida, aunque mi nuevo amor me dio la pauta para comparar muchas cosas y la verdad es que también tenía lo suyo.

Por mi parte pues Salí del closet con muchas de mis amistades, compre muchas zapatillas que eso es mi delirio, el saber que se siente usar tan bonita indumentaria femenino, ahora sigo sorprendiéndome de lo enormemente mágico que es ponerse un par de zapatillas, lo increíblemente sexy que se siente usar brassiere y pues lo genial que es las medias y pantys, el mundo de la mujer es lo mejor que jama sude haber descubierto y ahora formado parte de él.

Puedo decir que aunque él me haya hecho mujer, mi mayor creadora fue mi ex novia quien me dio su nombre, por ella y gracias a ella comprendí el mundo femenino: cosas como lo suave que es la piel depilada, lo indispensable que es tener unos pies lindos ya que es lo que más se fijan los hombres, el siempre andar bien pintada y no en exceso, el usar ropa interior hermosa y costosa para una misma y no para los demás, porque un brassiere lindo se siente y se vive tan distinto cuando nos damos el capricho, a los hombres quizás ni les interesa mucho lo que usamos pero a nosotras mismas si, y es lo que vale y cosa que ellos jamás comprenderán, las medias y como se sienten ajustadas y maquillan nuestras piernas, causando fantasías en ellos, la tanga tan indispensable y que nos descubre a la mayoría cuando nos agachamos a juntar algo pues sobresale del pantalón, pero la realidad es que nos encanta ser descubiertas, a mi ex novia gracias porque antes lo conocía y ahora lo comprendo en su magnitud el mundo femenino, es ella quien me dio lugar en este mundo como por quien me conocen hoy, Adriana Ivonne.