Mi novia Ivonne
Ver a mi novia cogiendo con otro ha sido lo mas intenso de mi vida.
Me llamo Luis, tengo 25 años, mi novia se llama Ivonne, tambien de 25. Juntos habíamos tratado de cumplir una fantasía que teníamos, pero nunca se habían dado las circunstancias. Me gustaba platicar con ella mientras hacíamos el amor, contarle aventuras pasadas, que ella me contara las suyas, imaginar situaciones morbosas, etc. Hasta que en una ocasión, era de tarde, domingo. Muy tranquilo transcurría el día. El sol ya caía y se podía sentir la frescura de la tarde vieja. Mi novia y yo habíamos decidido pasar lo que restaba del día juntos. A ambos nos encunta el sexo. Esta tarde las veneas me hervían. Nos dirigimos a un bar donde planeamos tormar una cantidad suficiente de alcohol como para perder un tanto el control.
Ella se veía preciosa: sus ojos, su cabello alaciado que le cae hasta los hombros, además se había vestido de lo más sexy y su cuerpo se mostraba debajo de su ropa como queriendo reventar. Mientras tomabamos unas cervezas sentados en el sofá del Bar. Nos besabamos, pero evitamos las caricias a fin de que se intensificara el placer; como aguantándonos del contacto, sin embargo no puedo más, y de nuevo, como cada vez que ella me excita, vienen las imágenes en que la visualizao teniendo sexo con alguien mientras yo observo. Mientras continuamos bebiendo, le susurro al odido cosas excitantes. Un chavo bastante aractivo la observa detenidamente. Ella me lo hace notar. Y hace comentarios obcenos al respecto ("mira, me está viendo las tetas", etc.) Yo, dando rienda a mi lujuria le pregunto si le gustaría a costarse con él. Ella sin titubeos me dice que sí. Así que le propongo que excite al chavo con la mirada, mientras yo finjo no darme cuenta de lo que pasa. Pero no puedo fingirlo bien: para nuestro asombro, el chavo se sienta en el lugar que queda vacío frente a nosotros, nos hace un poco de plática, todos nerviosos un poco, pero disimulando. El chavo está carita y un tanto atrevido en su forma de ver a mi novia. Parece decirle cosas con la mirada, cosas que ella parece entender. Viendo ella que yo no rechazo al chavo, sigue el juego, o mejor dicho, continúa haciendo plática. En cierto momento, el chavo deja de parecernos un completo desconocido y lo tratamos un tanto familiarmente. hasta que en cierto momento me dice que le encantaría hacer le amor con ella, me pregunta si estoy de acuerdo. ("por supuesto que estoy de acuerdo" -pienso para mis adentros-). A lo que tan sólo contesto: "podría ser divertido". Nos marchamos del lugar. Nos dirigimos a mi departamento, una vez allí yo abro la puerta, y entra primero ella, estamos en penumbras porque no he encendido la luz aún, luego entra él. Estamos a oscuras como tantas otras veces, pero ahora está también él... Usualmente comienzo yo justo en este momento el faje con mi chica, justo al entrar, cuando acabamos de entrar y las luces aun están apagadas. Pero esta vez él esta aquí, por lo que es justo ahora cuando un ambiente de terribles nervios, excitación y deseo se mezclan.
Primero el silencio..., luego él se dirige sin titubeos a besarla, le quita la blusa, y aspira profundamente el aroma de sus tetas mientras se alimenta con ellas. Yo sigo de pie. Ella se acerca al sofá, llevándolo de la mano. Él comprende lo que sigue: le quita las bragas por debajo del vestido, ella le desabotona el pantalón, no dejan de besarse, los chasquidos de sus labios son enervantes; ella le baja el pantalón, luego su ropa interior, su polla preciosa queda flotando, ella se inclina y empieza a chupársela. Yo sigo de pie, saco mi pene y lo masturbo mientras me deleito con el éxtasis de la escena.
Pienso para mis adentros: "sí mi amor, quiero ver cómo lo haces, quiero que te folle, quiero ver cómo coges con él, me encantas, te ves preciosa. Quiero que te joda completita, quiero que te deje bien cogida para mí", balbuceaba tantas cosas, tantas cosas sin sentido. Realmente era una bellísima escena, no podía esperar a ver lo que venía. Sólo quería verla cogida tan profudamente como nunca la había cogido yo en mi vida. Quería verla abandonada al placer, que abrazara su pene con su coño en una unión completa, deliciosa y un poco humillante para mi.
Ellos fueron, sin embargo, bastante más cohibidos de lo que esperaba. En cierto momento el se sienta en el sofá, ella se sube sobre él.. y... lentamente.. toma su pene con la mano... y lo dirige hacia su colita, lo pone en la entrada.. y luego finalmente lo introduce. Es su colita y el pene de él dos cosas preciosas. Se ponen a coger como nunca, ella le ofrece sus tetas, que él muerde y besuquea sus pezones, luego sus labios. No puedo llamar sexo a lo que veo, es una salvaje y bella cópula. Ellos cogen y cogen sin tomarme en cuenta, hasta que me acerco un poco. Ella me toma el pene con la mano, él se levanta, y la ponde de perrito mientras la sigue cogiendo, hundiendo su hermoso pito en mi hermosa novia. Él toma firmemente sus caderas con sus manos, acariciando en momentos sus nalgas, mientras hunde firmemente su tronco en ella. Ella mientras tanto, me ofrece su boca, me lo chupa mientras presencio su sensacional cogida con este chavo. Sus embestidas provocan un sonido hermoso, de choque de sus dos carnes, puedo escuchar el golpeteo de su pubis contra el sexo de ella. Me chupa, mas no puede ponerme mucha atención a mí por el masaje intenso que está recibiendo en sus entrañas; sus caricias, y el sudor que cae sobre su cuerpo.
Me retiro para verlos, la acomoda de misionero y la coge con violencia mientras ella gime sin poderlo evitar. No puedo creer que esté gimiendo. Mi novia se está entregando a él y gime de placer. Ella se incorpora un poco sobre sus codos para poder ver cómo entra en ella, para ver su sexo recibiendo su pito. Cambian una y otra vez de posición. En el lugar emana un delicioso aroma a sexo.
Él sigue derramando su sudor sobre ella mientras le clava su pene una y otra, y otra, y otra vez, con cierta violencia. Pareciera que hasta sus huevos quieren entrar en ella. La vuelve a sentar sobre él. Ella lo cabalga moviendo las caderas hacia atrás y adelante, y luego levantando y dejando caer su trasero sobre su miembro. Él le pide que se detenga un instante, pues no se quiere venir todavía, así que ella se detiene un momento sin salirse.
Se detienen un momento, respiran agitados. Él le toma el rostro con las manos y le planta un largo, largo beso mientras siguen inmóviles. Se recogen un poco el cabello hacia atrás con el abundante sudor que chorrea de sus frentes, mientras sigue ella montada sobre él. Suavemente reanudan sus movimientos, primero delicadamente, hasta que vuelven a ser frenéticos.
Yo no puedo pensar nada, estoy ahí viendo cómo se cogen a mi novia, y sólo deseo que no se detengan, quiero que continúen así por mucho tiempo. Cogen otro rato así, luego otra vez de perrito, mientras acaricia sus tetas por delante, hasta que él saca su vergota y derrama todo su semen en la cola de mi novia, en sus nalgas sudadas y brillosas. Ha sido maravilloso, no sé cuantas veces me he corrido, pero me ha encantado. La abrasa por la espalda, ella voltea su rostro hacia él, se besan. Escucho que ella murmura quedamente: "wow!".
Ha sido la mejor experiencia sexual de mi vida.