Mi novia es follada por su ex y grabada en vídeo

El ex de mi novia quiere vengarse porque ella lo dejó por mí. Queda con ella un día, le hecha una droga en la bebida y luego se la lleva a su casa. Allí llama a unos amigos y conocidos y entre más de 30 tíos se la follan durante toda la noche. Lo graban todo en vídeo y luego me lo mandan en dos dvds. Yo tengo que joderme viendo como lo planeó todo delante de mí sin darme cuenta y como se la follan entre todos mientras ella, drogada, piensa que lo está haciendo conmigo.

El ex de mi novia y sus amigos se la follan y lo graban en vídeo.

El ex de mi novia quiere vengarse porque ella lo dejó por mí. Queda con ella un día, le hecha una droga en la bebida y luego se la lleva a su casa. Allí llama a unos amigos y conocidos y entre cerca más de 30 tíos se la follan durante toda la noche. Lo graban todo en vídeo y luego me lo mandan en dos dvds. Yo tengo que joderme viendo como lo planeó todo delante de mí sin darme cuenta y como se la follan entre todos mientras ella, drogada, piensa que lo está haciendo conmigo.

Mi novia se llama Noemi y tiene 23 años, como yo. Es morena tiene el pelo largo y rizado y unos grandes y redondos pechos talla 95, que le permiten excitar a cualquiera poniéndose escote. Es delgadita, 1’75 y preciosa. Es mi vida, hermosa y la quiero desde que la conocí. Llevamos saliendo ya 6 años, y nos conocemos desde que coincidimos en la misma clase del colegio con 13 años y fuimos grandes amigos desde el primer momento. Teníamos una gran confianza el uno en el otro.

A mí me gustó desde la primera vez que la vi, sin embargo entonces salía con un tipo tres años mayor, llamado Dorian, con el que estuvo cuatro años, hasta que lo dejó por mí a los 17. Estaban siempre juntos, y no podía pensarse en uno sin el otro. Sin embargo Dorian (y no es que lo piense yo porque salía con la chica que me gustaba, más gente opinaba igual) era un cretino. Era el típico chico poco inteligente, pero que volvía loco a las chicas. Alto, moreno, en muy buena forma, corpulento y muy atractivo. Era el típico chulito de discotecas, que dejó los estudios muy pronto y se puso a trabajar en un taller a los 16. Allí se juntaba con todos sus compañeros mecánicos que eran mucho mayores, con los que salía luego por las noches de botellona a hacer payasadas. A los 16 conoció a Noemi, y empezaron a salir. Conforme Dorian iba creciendo, sus tonterías iban siendo cada vez mayores. Se sacó el carné, se compró un coche y empezó a hacer carreras ilegales. Tenía un Seat Ibiza totalmente tuneado, que presumía de haberlo modificado entero él.

A Noemi eso no le gustaba. Se enchochó de él cuando era joven, pero después creció y se dio cuenta que no le convenía. Dorian iba a buscarla en su coche al instituto todos los días y salían con sus amigos y Noemi nunca podía salir con los suyos. Cuando cumplió los 17 Noemi se dio cuenta de que aquello no funcionaba. Era su primer amor, tenían una gran amistad y lo quería mucho, pero no le gustaba aquella vida. Ella había madurado, y se había dado cuenta de que quería otra cosa. El problema era decírselo a Dorian. Él provenía de una familia muy tradicional, y ya pensaba casarse con Noemi. Él siempre hablaba de futuro y ya imaginaba a sus hijos, a los que les había puesto hasta nombres y había ideado un futuro para ellos. Por eso Noemi desde que tuvo la idea de cortar, tardó meses en hacerlo. Cada vez que intentaba decirle que eran muy distintos él se enfadaba. Era intratable. Además muy celoso, y siempre me criticaba porque decía que yo le estaba comiendo la cabeza para que lo dejara. Y ciertamente tenía razón. Aunque evidentemente no hubiera podido conseguir nada si Noemi no hubiera querido, fui yo el que le abrió los ojos e hizo ver que ella valía mucho más. Ella debía viajar y conocer mundo, y lo más lejos que había ido Dorian era a su pueblo los veranos que estaba a 20 kilómetros. Él tenía la mente en su taller, su coche, su ciudad y su chica. Tuvo varios ataques de celos cuando venía a buscarla a la universidad y la veía hablando conmigo y estuvimos cerca de pelearnos una vez, pero Noemi lo impidió.

Noemi me lo contaba todo. Era muy reservada en el tema sexual. Era virgen y no quería hacerlo con Dorian hasta ser mayor de edad. A lo máximo que había llegado con él era a verlo desnudo. No le había tocado nada, ni él a ella. Dorian se enfadaba cada vez que ella le negaba el sexo, pero finalmente lo aceptó, y esperaba con ansias que Noemi cumpliera los 18. Dorian llevaba esperando 4 años, y apenas quedaban unos meses, por lo que cortar iba a ser mucho más complicado.

Así las cosas, finalmente Noemi lo dejó. Él armó un escándalo terrible. Destrozó su piso y Noemi tuvo que salir corriendo. Después fue a verla a su casa, llorando para que no lo dejase. Noemi lo rechazo, y Dorian destrozó las lunas de su coche a puñetazos. Finalmente en un par de semanas se relajó y lo aceptó. Pero lo aceptó como el que espera volver en un tiempo. No concebía haber terminado totalmente.

Por eso se cabreó tanto cuando se enteró que Noemi había empezado a salir conmigo. Lo ocultamos para que él no se enterase, sólo se lo dijimos a los amigos más íntimos y cuando salíamos a la calle no llamábamos la atención. Pero cuando Noemi cumplió los 18, Dorian fue a verla (pensando en follar, sin duda) para empezar de nuevo la relación. Dijo que había cambiado etc., y como se puso muy pesado Noemi le contó que estaba saliendo conmigo. Se puso a gritar y despotricar contra mí, diciendo que él había estado esperando cuatro años y ahora iba a ser yo quien le quitara la virginidad a su novia. Quería ser él, y dijo que nunca dejaría que yo la desvirgara. Entonces Noemi enfadada le confesó que ya lo habíamos hecho, el día de su cumpleaños. Gran error por su parte, pero estaba muy cabreada. Dorian enloqueció y se marchó.

Unos días después vino a hablar conmigo, una noche cuando yo salía a tirar la basura. Lo vi sentado en el motor de su coche, esperándome. Creí que iba a matarme. No tenía nada con qué defenderme, y cogí un cachó de madera que había en el cubo de basura. Después me acerqué a él.

  • Qué quieres.

  • Tranquilízate tío. Te veo nervioso. Qué pretendes hacerme con ese palo.

  • Nada. Sólo tomo precauciones, imagino que tras nuestro último encuentro entenderás por qué - la última vez que nos vimos fue cuando casi nos peleamos. Entonces Noemi ni le había mencionado que quería cortar, mucho menos que lo iba a dejar por mí y que sería yo finalmente el que se acostaría con ella por primera vez. No era para menos mi actitud.

  • No te preocupes Óscar, no voy a hacerte nada. Ahora no. La gente cree que soy estúpido. No sé por qué, la verdad, que sacase pocas notas en la escuela no significa nada. Hasta mi padre lo piensa, pero no. Voy a demostrarte que no.

De repente se lanzó hacia mí, me golpeó el estómago y me quitó el palo con gran velocidad. Era mucho más fuerte que yo, tenía ya 21 años. Intenté defenderme, pero me empujó contra su coche, me acorraló y empuñó el palo. Sabía que podía matarme, pero no me daba miedo.

  • Si me haces algo perderás completamente a Noemi. Ella quiere ser tu amiga, le preocupas mucho, y no quiere perder tu amistad. Pero si me haces algo...

  • Lo sé, lo sé. Me odiaría. Tranquilo, no voy a hacerte nada. Daño físico me refiero - me tenía a su disposición. Tenía el palo empuñado y yo no podía hacer nada. Pero entonces tiró el palo y se puso erguido-. ¿Ves?, he podido matarte y no lo he hecho. ¿De verdad crees que soy tan estúpido? ¿De verdad crees que te partiría las piernas y dejaría tu cuerpo inmóvil en la vía de un tren para que al pasar uno te arrollase y te cortara en pedazos al no poder huir? - tragué saliva-. ¿De veras crees que eso me consolaría lo más mínimo? Eso no es nada comparado con lo que yo siento ahora. Hiciste que mi novia me dejara y luego te la tiraste. Hubiera preferido que antes me pegaras un tiro. Pero no tuviste esa consideración. Fuiste un completo cabrón, y me robaste a la persona que más quería. Ahora yo te haré lo mismo.

  • ¿Si? Y cómo. ¿Vas a reconquistar a Noemi? No lo intentes de verdad. No conseguirías nada. No está enamorada de ti.

  • Cállate pedazo de mierda, y escucha. Quiero que esto te quede grabado. Eres inteligente, podrás recordarlo. Voy a follarme a tu novia delante de ti.

  • no supe qué decir-. Voy a hacer que la mires mientras me la follo, y no vas a poder hacer absolutamente nada por impedirlo. Y ella va a estar encantada. Va a gemir y va a pedir más. Me la va a chupar y me va a pedir que la penetre. Lo va a suplicar. Y tú lo verás todo. Te voy a joder igual que tú me jodiste a mí.

Después de decir eso se subió a su coche y se marchó. Me quedé totalmente paralizado. Se lo conté a Noemi y se asustó. Pero Dorian no dijo nada de querer hacerle daño. Dijo que ella iba a querer acostase con él. No iba a forzarla.

Una semana después, Dorian quedó con Noemi y conmigo. Me pidió perdón. Dijo que prefería ser amigo de Noemi a perderla para siempre. Dijo que lo había aceptado. Se disculpó por lo que dijo la otra noche, y dijo que estaba cabreado y no pensaba en lo que hizo. En cierto punto es comprensible. No lo creí en el primer momento, pero después Dorian se fue y no volvió.

Así pasaron los años. No volvimos a saber de él. Terminamos el instituto y fuimos a la misma facultad. Al cabo de un par de años nos sorprendió que enviara un mensaje a Noemi para que ambos quedásemos con él, y recordar viejos tiempos. Él ya había tenido varias novias más, y se había comprado una nave industrial donde había hecho un taller propio. Parecía irle muy bien. Tras tres años sin verlo, Noemi finalmente accedió a verlo. Yo me negué en rotundo, pero Noemi insistió. Aquel hombre fue mucho en su vida, y no quería quitarlo de en medio. Insistió tanto que accedí. Salimos a cenar con él y su novia. Parecía que había cambiado. Estuvo muy educado y simpático. En ningún momento dijo nada inconveniente ni intentó propasarse con Noemi. Ella se rió, recordaron viejos tiempos, y luego habló conmigo. Me contó sus planes, me dijo que podía arreglarme el coche si quería, que no tuviera ningún reparo en pedírselo. Yo no terminaba de creérmelo. Cuando Noemi no nos escuchaba le dije.

- Voy a follarme a tu novia delante de ti - el me miró extrañado. Después miró a Susana, su novia, sin comprender-. ¿No recuerdas? Me dijiste que no lo olvidara y no lo he hecho. ¿No lo vas a cumplir? La verdad es que aun te queda mucho trabajo para que Noemi quiera volver a tener nada contigo. ¿Has desistido? Si que valen poco tus promesas.

  • Dios... Oye Óscar, de verdad que lo siento. Ya no me acordaba, hace mucho tiempo de eso... mira, estoy avergonzado por ello-. Hablaba bajando la mirada, como si le diese vergüenza mirarme-. Mira... entiendo que aun estés enfadado... Creí que podía pasar de todo aquello pero veo que no. Lo siento de veras.

Dijo que tenía que irse y se fue con Susana. Noemi se quedó muy extrañada, y se enfadó conmigo. Dijo que Dorian había cambiado, estaba muy distinto y algo le habría dicho para cabrearlo. No me habló en el resto de la noche. ¿Sería lo que Dorian quería, que discutiéramos? No lo sé, no pensé que fuera tan inteligente.

La cuestión es que no volvió a comunicarse con nosotros en 2 años. Noemi de vez en cuando me lo recriminaba. Yo no estaba preocupado. Era absurdo que Noemi sintiese nada por él, y menos que quisiese hacer nada con él. Yo tenía plena confianza en ella. Hacíamos el amor a diario, nos queríamos y no había ningún problema. Yo le había enseñado todo lo que sabía sobre sexo. Al principio no sabía ni masturbarme. Yo la enseñé a hacerlo, a chuparla, y muchas otras cosas que me excitaban. Sabía que yo era toda su vida, y nunca haría nada con nadie, aunque le gustasen algunos tíos. Pero ella seguía considerando a Dorian una parte muy importante de su vida, y estaba preocupada.

Así que al cabo de mucho tiempo, un día Noemi se puso nostálgica mirando unas fotos viejas y contactó con Dorian para dar una vuelta. Dorian se puso muy contento, y volvimos a quedar. Tenía otra novia, Marta, muy simpática, amiga de Noemi de la universidad, así que se tendieron unos lazos que no me gustaron. Dorian seguía muy simpático conmigo, y alegre. Volvió a pedirme perdón por lo de aquella noche. Sin embargo aun no terminaba de fiarme. Me invitó a salir con él un día de copas, pero lo rechacé, y no se molestó.

El problema es que Marta y Noemi empezaron a hacerse muy amigas. Entonces cada vez que ella salía con Marta, Dorian también iba. Ese lazo que se había hecho me preocupaba. Noemi y yo ya apenas teníamos clases juntos. Estábamos en el último curso de la facultad, y habíamos elegido optativas muy distintas, pero Marta había escogido la misma especialidad que Noemi, por lo que estaban siempre juntas. Desde el día que salimos con ella y Dorian, empezaron a relacionarse más en clase, y pronto se hicieron íntimas. Dorian la recogía siempre en clase, y naturalmente se llevaba a Noemi también en el coche. Cuando yo salía a la misma hora que ellas me llevaban a mí también, pero aun así yo seguía preocupado.

Así llegamos a nuestros 23 años, terminando ya la carrera, a punto de licenciarnos. Aun vivíamos con nuestros padres, pero queríamos irnos a vivir juntos al graduarnos. Un viernes soleado, Noemi y yo teníamos un examen el lunes, uno de los últimos ya, así que decidimos no salir con Dorian, que nos había invitado esa noche. Desde hacía unos meses sólo salíamos con él y Marta, y algunos amigos eventuales que se apuntaba. Sin embargo el sábado Noemi recibió un correo de la universidad. Al parecer el profesor que les iba a hacer el examen el lunes había sufrido un accidente y estaba en el hospital. Al no haber tiempo para buscar un sustituto, el examen se aplazó. Marta y Noemi estaban muy contentas, y quisieron salir a celebrarlo por la noche con sus amigos de clase. Yo tenía mucho que estudiar y no me gustaba la idea. Dorian seguro que iría, y me puse celoso. Pero el examen era muy importante. Había suspendido el parcial anterior porque en aquellos días hubo un pequeño incendio en casa, no pude estudiar y suspendí. Y ahora tenía que aprobar este parcial si quería terminar la carrera en junio y no en septiembre. Así pues, decidí salir sólo un rato para ver quien iba, como estaba la cosa y me iría pronto. Después no dormiría en toda la noche, trabajaría sin parar el domingo y todo arreglado.

Salimos a las 10 para cenar. Fuimos a una pizzería. La cosa en principio pintaba bien. Iba Dorian y Marta, que estaban muy acaramelados y Dorian ni habló a Noemi. Luego dos parejas más que conocía y 3 amigos de clase de Noemi y una amiga de Marta. Parecía gente normal, y conocía a la mayoría. Dorian estaba grabando todo el tiempo con una cámara de video que se había comprado hacía poco. Estaba un poco pesado pero no se acercó en toda la noche a mi novia. Pedimos unas pizzas para todos, aunque yo sólo me pedí una coca cola. No iba a comer, pensaba irme en poco tiempo. Dorian fue a recoger el pedido y me pidió ayuda en la barra. Yo fui.

  • Ey, ayúdame a llevar esto. Toma, esta pizza es la de Noemi, y esta fanta también. Ésta es tu coca cola.

  • Si soltaras de una vez la cámara podrías llevar mas cosas- dije cogiendo lo que me dio.

  • Jeje, no, quita, quita, no sea que me la roben, que me ha costado un pastón.

Le di el refresco a Noemi y la pizza. La noche transcurrió normal, y cerca de las 11 cuando terminé mi coca cola decidí irme.

  • Bueno cariño, me voy. Dame un toque cuando llegues a casa.

  • Vale cielo. Esta gente quiere ir a tomar una copa luego, pero yo no creo que vaya, tengo mucho sueño. Intentaré también acostarme tarde estudiando. ¿Te levantarás a las 9?

  • Sí, esa es la idea. Ven sobre las 10 a verme, ya estaré despierto - nos besamos, me despedí y me fui.

Para mí el resto de la noche fue un coñazo. Llegué a mi casa y me puse a estudiar. Serían las 12 cuando Noemi me dio un toque porque había llegado a casa. Entonces me relajé y estudié más tranquilamente. Estaba ya muy cansado, cuando a las 2:00 Noemi me dio otro toque. Supuse que estaría estudiando también, cogí ánimo y continué. A las 4 me mandó un sms diciendo que se iba a la cama. Le contesté que yo también lo haría pronto. A las 5 le di un último toque y me acosté.

Mi idea era levantarme pronto, y había puesto el despertador a las 9. Sin embargo sonó a la 1 de la tarde. Qué horror. Había tirado toda la mañana. Y Noemi no había venido, o no la había oído. Fui al escritorio a coger el teléfono para llamar a mi chica pero encima de todos los libros vi una caja. Una caja que no estaba allí anoche. Me extrañé. Mis padres no estaban ese fin de semana. La abrí y dentro había un par de dvds y un papel. Lo leí y se me heló la sangre: Voy a follarme a tu novia delante de ti. ¿Qué coño significaba aquello? ¿Qué era ese disco? Llamé rápidamente a Noemi. Tardó un rato pero contestó.

  • ¿Noemi? ¿Qué haces? ¿Dónde estás?

  • Ff... Estaba durmiendo, qué quieres - parecía recién despertada-. Estoy muy cansada Óscar... quiero seguir durmiendo.

  • Son ya la 1. ¿Por qué no has venido?

  • Es que estoy muy cansada... Dejaré el estudio para más tarde. Déjame dormir anda, luego te llamo, chao.

  • Vale, adiós, te quiero - gruñó un "y yo" y colgó.

Noemi estaba en su casa. ¿Qué coño pasaba entonces? Decidí comprobarlo. Metí el disco en el dvd del salón, me senté en el sofá y encendí la tele. Tras unos segundos en negro, apareció Dorian. Me dio un vuelco el corazón. Estaba sentado en el mismo sillón que yo en ese momento. Di un brinco al reconocer el lugar. ¿Cuándo había grabado eso? Colocó bien la cámara encima de la tele para que le cogiera medio torso. Terminado esto, se acomodó y empezó a hablar.

  • Hola Óscar. Soy Dorian. Esta es la película de cómo yo y unos cuantos amigos, nos follamos a tu novia. Tal y como te prometí hace ya 6 años. A lo largo de unas... 10 horas vas a ver como se preparó todo, cómo me lo llevo currando todo este tiempo desde que te lo dije, y cómo lo llevo a cabo. Ponte cómodo y disfruta. Ah, y en ese instante en el que estás sentado en el salón de tu casa viéndome, Noemi ya está en su camita. La acabo de llevar. Dormidita, sin saber nada de lo que ha pasado. Ya no puedes impedirlo, como te dije. No puedes impedirlo porque para ti, ya ha pasado. Así que acepta que no puedes hacer nada, y disfruta. Acción.

La imagen se trasladó al restaurante de la noche anterior. Recordaba ese momento. Dorian acababa de encender la cámara y empezó a hacer el tonto grabándolo todo. Marta le dijo que lo dejase, Noemi hablaba conmigo, pedimos la comida etc. Eso era de la noche anterior. No entendía que ocurría. Tras pedir, Dorian se levantó y fue al mostrador. Aquí empezaba algo que no había visto. Pidió una fanta de naranja y se la dieron. Después se fue al servicio de caballeros y cerró la puerta con cerrojo. Puso la cámara encima del aparato de secarse las manos, apuntando al váter.

  • Bueno Óscar. Empezamos. Que morbo tío. Pensar que en un par de horas estaré follándome a tu novia. Uf, tengo que controlarme o me explotará la polla y no saldrá bien la cosa.

Puso la fanta encima del váter, le quitó la tapa y sacó una bolsita del bolsillo, con polvos blancos. Parecía droga. Echó un poco dentro de la bebida y luego lo removió con la pajita.

  • Verás que puntito se va a coger tu chica cuando se lo beba. Además, se lo vas a dar tu mismo. Jaja. Haré una putadilla también para darle morbo al asunto- se sacó la polla y echó un pequeño chorrillo de orina en la bebida mientras reía. Luego escupió dentro también y volvió a remover-. Así estará mucho más rico. Bueno ya está-. Se guardó la droga y tapó la fanta-. Ahora no me falles colega. Ten muy en cuenta que si eres inteligente y sospechas algo, y no le das esta bebida a tu novia, no podré follármela durante toda la noche. Así que no me falles.

Cogió la cámara, la bebida y salió del servicio. Se dirigió a la barra y esperó un rato. Al cabo de unos minutos salió el pedido, y Dorian me llamó. De nuevo recordaba aquello. Un par de chicos se levantaron también para ayudar. Entonces aparecí yo en primer plano.

  • Ey, ayúdame a llevar esto. Toma, esta pizza es la de Noemi, y esta fanta también. Esta es tu coca cola.

  • Si soltaras de una vez la cámara podrías llevar mas cosas.

  • Jeje, no, quita, quita, no sea que me la roben, que me ha costado un pastón.

Hijo de la gran puta. Cogí lo que me dio y me dirigí a la mesa, con Dorias detrás grabándome. No quitó la cámara de la bebida. Yo se la di a Noemi, y ella empezó a beber. Que cabronazo. Yo mismo le había dado la droga a Noemi sin darme cuenta. Le había dado la bebida meada y escupida. Golpeé el sillón con rabia, pero no podía hacer nada. Seguí mirando la pantalla.

La cámara siguió apuntando a Noemi. Al cabo de media hora, la droga aquella empezaba a funcionar. ¿Qué efecto tendría? Noemi empezó tocarse el sudor de la frente, y yo no me dí cuenta. Se le cerraban los ojos. ¡Por eso me dijo que tenía sueño! Dios, que imbécil fui. No me enteré de nada. Dorian seguía sonriendo y grabando. Deseé no irme. Dios... ¿qué pasaría después? Dorian enfocaba su reloj de vez en cuando. No grabó la hora entera, había cortes. Tras un corte de media hora, aparecí yo de nuevo, a las 11, yéndome. Besé a Noemi y me fui. Dorian oyó lo que dijimos.

  • Puto imbécil, para que te vas... ¡Quédate con ella joder!- hablaba solo. Me reventaba y me moría de coraje. No sabía que iba a pasar, pero eso no me gustaba nada. Me había ido a estudiar y había dejado allí sola a mi novia a merced de aquel cabronazo.

Hubo otro corte. A eso de las 11 y media, Dorian se enfocó a sí mismo y dijo: "Ahora empieza lo bueno, cornudo". Se levantó y dijo que se tenía que ir ya. Marta también se levantó. Dijo que tenía que trabajar al día siguiente. Entonces, Noemi inocentemente dijo muy atontada por el efecto de la droga:

  • Si, yo también quiero irme ya... estoy muy cansada. ¿Me podéis llevar?

  • Claro, vente con nosotros.

El resto del grupo protestó un poco pero no insistió. Se despidieron y se fueron. Caminaron hacia el coche de Dorian, y el efecto de la droga en Noemi ya era evidente. Caminaba dando bandazos a un lado y a otro. La gente pensaría que estaba borracha. Dorian se acercó riendo y grabándola y le puso la mano en la cintura, acercándola a él y apretándola contra sí para sujetarla. Era la primera vez que veía que la tocaba, y me dio un coraje horrible. Desee matarlo y tirar la tele por la ventana. Por desgracia, aun no tenía la menor idea de lo mucho más que le iba a hacer Dorian esa noche.

Entraron en el coche. Noemi no llegaba a dormirse, pero estaba casi inconsciente. En vez de a casa de Noemi, fueron a la de Marta. Dorian sacó un par de billetes de 500 euros y se los dio.

  • Buen trabajo nena. Te daré el doble si grabas en tu cerebro que esta noche la hemos llevado a su casa antes de venir aquí. ¿Entendido? - hija de puta. ¡Marta estaba en el ajo!

  • Si. Pero no le hagas más de lo que me prometiste. Un magreo y la llevas a su casa.

  • No te preocupes, confía en mí. Mañana será como si no hubiese pasado nada-. Marta se bajó y se fue. Dorian colocó la cámara en el asiento enfocándolo, y sonrió.

En ese instante la grabación se paró y apareció de nuevo Dorian en mi sofá.

  • Llegados a este punto debo aclarar algo. Supongo que ya debes estar rabiando, pero aun tienes que rabiar mucho más. Que conste que has sido tú el que me la has puesto en bandeja. Quiero que sepas que podrías haber parado todo esto hace mucho tiempo. Para que veas que soy inteligente. Como ya has visto a Marta la he comprado, y con ella pude estar en contacto con tu novia continuamente. Pero aun faltaba el asunto de cómo separaros una noche. Los exámenes. Ese profesor suyo que sufrió un accidente... No fue casual. Marta me contó toda vuestra rutina. Además quise asegurarme que estuvieras muy ocupado. Hice que no aprobases el anterior parcial. ¿Recuerdas aquel incendio? Sí, lo provoqué yo. Así me aseguré que este sábado estarías muy ocupado y ella totalmente libre. Soy listo ¿eh? No se cómo pudiste pensar que había olvidado mi promesa. Pobre idiota. Ahora continuemos.

En aquel momento me iba a dar algo. Me mordía el puño para no reventar y estaba a punto de arrancarme los nudillos. Volvieron a aparecer en el coche. Noemi adormilada no sabía ni donde estaba "¿Falta mucho?" "No cariño, ya llegamos". ¿Dónde la llevaría? Pararon en la casa de Dorian. Empezaba a preocuparme. A las doce ella estaba en casa, no podía faltar mucho... Dorian aparcó y pasó a la parte de atrás. Le quitó el móvil a Noemi, ella no puso mucha resistencia.

  • Bueno, ahora debo darte un toque para que no te preocupes cariñín - eran las doce. Al momento en la pantalla del móvil apareció " Mi cielo llamando".

Hijo de la gran puta. Me acordé entonces que no había hablado con Noemi en toda la noche. Sólo fueron toques y sms. ¡Pudo ser él todo el tiempo! Paré el vídeo y volví a llamar a Noemi. Lo cogió su madre.

  • Hola Óscar, perdona es que Noemi está muy cansada y está durmiendo. La llamas más tarde ¿vale?

  • ¿A qué hora llegó anoche?

  • Ha llegado esta mañana. Pasadas las ocho. ¿Tú no saliste anoche ¿no? Me dijo que estuviste estudiando. ¿Cómo vas? - me quedé un momento callado, aterrorizado.

  • Bien, bien. Gracias por todo. Cuando despierte dile que me llame - y colgué.

Joder. A las 8 y pico. Me temí lo peor. ¿Aun quedaban ocho horas de vídeo? Dios, ¿qué le iba a hacer ese hijo de puta? Cabronazo de mierda... Noemi parecía que estaba bien. Decía que estaba cansada, pero no dijo nada raro. Era mejor no ponerse nervioso... Ella estaba bien. Había que terminar de ver el vídeo.

Dorian la sacó del coche. Ella se dejaba hacer. Creía que habían llegado a casa, pero Dorian le dijo "No, estamos en mi casa. Vamos a tomar la última con unos amigos, ¿no?". Ella dijo "No, no Dorian... estoy cansada. Llévame a casa por favor". Pero fue inútil. Dorian insistió y ella se dejó hacer. Le costaba mantenerse en pie, y Dorian la llevaba agarrada por la cintura. Pude ver como le sobaba un poco el pecho izquierdo. Cabronazo. Entraron en el ascensor y mientras subían, Dorian llamó a alguien.

  • Si, ya la tengo. Venid a mi casa, que va a empezar la fiesta. Traed los condones y eso. Sí, todo, consoladores, electrodos etc. Todo. Ha salido bien, seguimos el plan. Traed todo lo que falta. Y rápido, tenemos 8 horas y media. Óscarel se despierta a las 9 - y colgó-. Bueno cariño. Vamos a tomar unas copas con unos amigos. Será divertido.

Salieron del ascensor. Todo estaba oscuro. Entraron en la casa de Dorian, anduvieron por el pasillo y entraron en el salón. Dorian sentó a Noemi en el sofá. Estaba en el centro de la habitación. Había una mesa delante, con muchos vasos de plásticos y bebidas. Ningún refresco. Había también vasos para chupitos. Dorian colocó la cámara en un trípode preparado para ello, que enfocaba perfectamente el sillón y la mesa. Después Dorian se sentó a su lado y le puso el brazo por encima. Pero ella se alejó. Drogada pero aun se negaba. Mi querida niña.

  • Dorian venga déjalo. Somos amigos.

  • Bueno, no te preocupes. Tómate algo- Le llenó un vaso entero de legendario. Sólo legendario-. Venga, sólo uno. Que te han aplazado el examen. Hay que disfrutar - Noemi lo cogió y bebió un trago. Empezó a toser y a agarrarse la garganta-. Jeje, es un poquito fuerte, pero en seguida de acostumbres. Brindemos.

Claro que era fuerte cabrón. Noemi con un par de tragos de un cubata se emborrachaba. Brindaron dos o tres veces. Noemi empezaba a acostumbrarse al quemazón de la garganta.

  • Ui, te has manchado la barbilla- dijo Dorian y le limpió los labios con la mano. Era mentira, sólo estaba comprobando como estaba su presa. Noemi se dejó hacer. Dorian sonrió-. Bueno ahora vamos a jugar a los chupitos. Haber quien bebe más rápido.

  • No Dorian, no... Quiero irme ya en serio.

Dorian la ignoró y llenó 10 chupitos. Le puso 5 enfrenten y en fila a Noemi. Ella se sentó en el suelo al lado de la mesa y se preparó. Bebieron y ganó Dorian. Noemi cogía los vasos torpemente y tardó en bebérselos, pero se los tragó todos. Al terminar tosió y se volvió a sentar en el sofá, pero Dorian dijo:

  • Has perdido, quítate algo de ropa, ¿no?

  • Si hombre...

  • Que si, no seas tramposa- y le quitó la rebeca. Noemi llevaba unos vaqueros claros, muy ajustados. Después unas zapatillas y una camiseta ajustada blanca de tirantes, que le hacía un bonito escote. Llevaba encima una rebeca, pero ya la había perdido-. Tómate esto, anda, te sentará bien.

Dorian se sacó un sobrecito del bolsillo. Lo enseñó a la cámara y sonrió. Era laxante. Se lo dio a Noemi que lo abrió y se lo bebió. Ya no tenía ninguna fuerza de voluntad. ¿Laxante para qué?

  • Muy bien, otra ronda.

  • No, de verdad, quiero irme a casa...

  • Venga mujer, no seas aburrida- sirvió de nuevo las copas, y cuando iban a empezar, llamaron a la puerta-. Ah, ya han llegado. Ya era hora, son casi y media.

Dorian fue a abrir y lo que vi a continuación me congeló el corazón. 7 tíos más aparte de Dorian entraron en el salón. Conocí a alguno del taller donde trabajaba Dorian. ¿Qué coño iban a hacer? Algunos llevaban bolsas de plástico llenas.

  • Los condones y eso dejadlo aquí. Los aparatos a la habitación. Noemi cariño, imagino que querrás ir al baño. El laxante hace efecto pronto. Está al fondo.

Noemi se levantó y se dirigió allí, rugiéndole las tripas. No sabía muy bien qué hacía, estaba confusa, y no entendía el significado real de lo que ocurría a su alrededor. Una vez desaparecida, los tíos empezaron a sacar cajas y cajas de condones de las bolsas, las abrieron y distribuyeron los condones por la mesa, para poder ir cogiéndolos fácilmente. Después cogieron otra caja, que no llegué a distinguir en un primer momento qué era. Dorian se acercó con ella a la cámara y la enseñó.

  • Viagra. Si señor. No es que no seamos capaces de follarnos a tu novia al natural, pero la noche es larga, y queremos repetir varias veces. Adelante chicos.

Dorian empezó a repartir pastillas azules y todos se las tomaron. Hijos de puta. Me hervía la sangre, pero no pude evitar sentir una erección. ¿Se la iban a follar todos? ¿Estaban locos? ¿Y el laxante para qué era?

Noemi apareció al rato, muy colorada. Intentó irse, pero Dorian la cogió por la cintura y la llevó al centro del salón.

  • Mira, te voy a presentar a unos amigos - y fue presentándoles a todos de uno en uno. Noemi intentó ser educada, y fue a darles dos besos al primero, pero este descaradamente convirtió los dos besos en uno solo en los morros. Los demás rieron, y Noemi no sabía muy bien que ocurría. El siguiente hizo lo mismo. Le cogió la cara con sus manos y le besó en los labios, metiéndole la lengua. Noemi intentó evitarlo pero no tenía mucha fuerza. Así fue presentándolos a todos. Alguno fue más descarado, y aprovechó para abrazarla y tocarle el culo o las tetas. La cosa se estaba calentando, y aun no habían hecho efecto las pastillas-. Bien, ahora siéntate aquí conmigo- Dorian se sentó con ella en el sofá, y el resto de tíos hizo un círculo a su alrededor-. Ahora quiero follarte mi vida.

  • No, qué dices Dorian...

  • Pero si no soy Dorian, soy Óscar... Me apetece hacerlo contigo cariño.

  • Óscar no... hoy no, estoy muy cansada...- ¿se creía que era yo? No sabía ni qué hacía ni dónde estaba.

  • Venga... estoy muy cachondo. No me dejes así.

  • Está bien, pero rapidito, que quiero acostarme - es lo que siempre me decía cuando le insistía mucho en hacerlo, y no tenía ganas.

Dorian se le acercó, y empezó a besarle el cuello, mientras que pasaba una mano entre sus piernas y rozaba con fuerza su coño a través de la ropa. Ella empezó a respirar profundamente, excitada. Entonces Dorian le sujetó la mejilla con una mano y la atrajo hacia él. La besó y ella lo correspondió, besándolo también, e introduciendo su lengua en su boca. Fue un beso apasionado, al tiempo que Noemi buscaba torpemente el paquete de Dorian con una mano. Ël la guió hasta su polla dura, y ella se la agarró y estrujó con fuerza encima del vaquero. Noemi respiraba agitadamente, estaba muy cachonda, y no abría los ojos.

Dorian le agarró un pecho, se lo estrujó y la empujó, tumbándola sobre el sofá. Se puso encima suya, besándole el cuello, y continuando con el masaje en su entrepierna. Entonces empezó a desnudarla. Primero le quitó la camiseta, dejándola en sujetador, un sujetador negro salpicado con pequeñas mariposas que yo mismo le regalé hacía un par de semanas. Dorian bajó de su cuello a su escote, chupándolo todo, y agarrándole los dos pechos con fuerza. Noemi echó la cabeza hacia atrás, muy excitada, y le guió una mano de nuevo a su entrepierna. Después desabrochó el botón del vaquero de Dorian, le bajó la cremallera y buscó dentro su polla. Ésta esperaba impaciente, enorme, depilada e imponente. Se erguía firme y dispuesta a taladrar. Noemi la agarró, sintiendo su enorme calor, y empezó a masturbarla. Dorian empezó a gemir de placer.

  • Dios... qué bien lo haces...- era cierto. Noemi hacía unas pajas maravillosas. Era un talento natural. Parecía saber lo que querías en cada instante. Además era incansable, nunca paraba ni baja de ritmo. No se le cansaba el brazo, o al menos no decía nada. Pero aun mejor la chupaba. Cuando la conocí no sabía hacer nada, pero una vez la enseñé, aprendió rápidamente y se convirtió en una experta. Y sin duda todos los presentes iban a descubrirlo muy pronto.

Dorian la incorporó un poco para desabrocharle el sujetador, momento en que ella aprovechó para lamerle todo el cuello. Noemi era muy sensual. Mientras, los demás tíos empezaron a desnudarse y masturbarse. Estaban impacientes porque les llegara su turno. Noemi dejó sus hermosos pechos talla 95 al descubierto. Tenía los pezones arrugados y muy duros. Estaba realmente cachonda, y respiraba muy agitadamente. Dorian se entretuvo un rato jugando con sus pezones, chupándolos y mordiéndolos suavemente mientras ella le agarraba la cabeza por el pelo obligándolo a hacerlo con más fuerza. Tras el torso, Dorian pasó a la parte inferior, mientras Noemi se tocaba los pechos, estrujándoselos. Dorian le quitó las zapatillas pero no los calcetines. Llevaba unos calcetines por debajo de los tobillos rosas, con figuritas amarillas de animales, que le compré en un viaje que hicimos. Después le desabrochó el pantalón y se lo quitó. Llevaba el tanga que correspondía al sujetador. Dorian posó por primera vez su boca sobre su coño. Aspiró profundamente su aroma por encima de la tela. Llevaba 10 años queriendo hacer eso.

  • Dios... que bien huele. Que suerte tiene ese cabrón- supongo que se referiría a mí. Después se lo quitó y sonrió. Noemi estaba totalmente depilada. Lo hacía por mí, a mi me gustaba así. Después Dorian miró el tanga. Lo enseñó a la cámara. Estaba empapado-. Vaya, parece que la nena está muy cachonda. Traed la cámara-. Uno de los tíos dejó de masturbarse, cogió la cámara e hizo un primer plano del coño de mi novia. Brillaba de jugos y estaba hinchado. Dos pequeños grumos blancos chorreaban de dentro de su agujero y resbalaban por sus nalgas. Conocía eso. A veces le salía cuando estaba realmente excitada, y me encantaba chupar esos fluidos espesos y viscosos. Me excitaba mucho. Pero esta vez no sería yo quien se los bebiera-. Mm... tiene buena pinta... Parece que la nena se ha corrido antes de tiempo.

  • Por favor, chúpamelo ya... chúpamelo, vamos... empieza ya, no puedo más...- Noemi levantaba la pelvis pidiendo que alguien le aliviara ese tremendo calor y picor que sentía, al tiempo que se estrujaba las tetas con mucha fuerza, casi excesivamente.

  • A sus órdenes- dijo Dorian. Antes echó una sonrisita a la cámara que se me clavó en el alma, y acto seguido introdujo su cabeza entre las piernas de mi novia. Absorbió rápidamente los dos regueros de mucosa que habían salido, y los paladeo-. Mmm... Riquísimos-. Después estuvo jugando un poco más alrededor de su raja. Oliendo, y chupando sus muslos arriba y abajo mientras Noemi se derretía. Pero llegó un momento en que Noemi no pudo más, cogió la cabeza de Dorian con sus dos manos y lo pegó a su coño con fuerza, apretándolo e impidiendo que se separase. Lanzó entonces un gran suspiro de placer, convulsionándose suavemente. Había tenido su primer orgasmo nada más tocarla.

Dorian continuó lamiéndole el coño, centrándose en su clítoris, apretándolo con fuerza con la lengua, y el segundo orgasmo no tardó en llegar, entre gemidos cada vez más fuertes. Dorian no paró, y empezó a introducirle un par de dedos en su coño, mientras continuaba chupándolo. Una vez dentro los dobló hacia arriba y empezó a masturbarla. El tercero llegó tremendamente pronto. Al terminar de correrse, le separó la cara a Dorian de su sexo y dijo:

  • Fóllame. Quiero que me la metas, vamos, fóllame ya, no puedo más... - pero Dorian aun quería otra cosa antes de cumplir su promesa.

  • ¿No te olvidas de algo?- dijo señalándose su polla, que salía con esfuerzo del borde de sus pantalones.

Noemi lo entendió perfectamente y se lanzó. Levantó a su ex y ella se puso de rodillas. Acto seguido le bajó con fuerza los pantalones hasta las rodillas y empezó a chupársela. Nada más sentir el primer aliento en el glande, Dorian empezó a gemir de placer. Noemi primero le lamió el glande suavemente, para que sintiese el calor de su lengua. Después le chupó todo el tronco, y los huevos, al tiempo que aplicaba un masaje suave sobre el frenillo, aprovechando su propia saliva. Tras un par de minutos de ensalivarla bien, empezó lo bueno. Mojó con abundancia sus labios, cubrió con ellos sus dientes, y se introdujo la polla de Dorian lentamente en la boca, haciendo presión con los dientes cubiertos. Conmigo llegaba a hacerse sangre en los labios interiores, de la fuerza que hacía por presionar la polla. Pero era la mejor sensación que se puede sentir.

La polla de Dorian era más larga que la mía, y no le entraba entera, pero la mía también tenía un tamaño considerable, y se la introducía enterita. Después de unos movimientos lentos, empezaban los rápidos. Agarraba con las dos manos cada cachete del culo para poder empujar con más fuerza, y empezaba a meterse la polla hasta donde podía, y la sacaba hasta que el glande asomaba un poco su raíz. Era un movimiento muy rápido e imparable. Nadie podría resistir sin correrse más de dos minutos así, conozco muy bien la sensación, pero esa vez no era yo quien lo disfrutaba, sino Dorian, que gemía y se concentraba en aguantar. Noemi no tragaba la saliva que se le iba acumulando dentro de la boca por lo que ésta empezaba a salirse, chorreando por el rabo y por su barbilla, dejando largos hilos gruesos de saliva colgando, que con el vaivén terminaban estrellándose en su pecho. Por si fuera poco, se lubricó la mano con ellos, y le fue introduciendo a Dorian el dedo índice por el culo, hasta la segunda falange. Luego lo movió para presionar la próstata. En cinco minutos Dorian daba señales de que iba a correrse, por lo que Noemi paró de golpe.

  • Fóllame de una vez- dijo, tumbándose en el sofá y abriendo todo lo que pudo sus piernas. Allí tumbada, con las tetas brillando, empapadas de su propia saliva, y el coño chorreando de flujos, era la imagen más hermosa y excitante del mundo. Era mi novia, mi querida niña. E iba a ser follada por ese cabrón en mis narices. Y yo no podía hacer nada, porque ya había ocurrido.

  • Como quieras mi vida - dijo Dorian. Cogió un condón de la mesa, se lo puso rápido y veloz mirando a la cámara sonriente.

Después y sin quitarse los pantalones se dio la vuelta, y se tumbó encima de mi novia, besándola, agarrándole fuertemente un pecho, y apuntando con su polla al sexo caliente y húmedo. Una vez colocado el miembro en la apertura, fue introduciéndolo lentamente, pero Noemi tremendamente cachonda, le agarró por el culo con ambas manos, clavándole las uñas, y lo apretó contra su pelvis, introduciendo de golpe la más de la mitad de polla que quedaba, al tiempo que lanzaba un gran grito de placer convulsionando de nuevo en su cuarto orgasmo de la noche. Dorian no se detuvo, y continuó embistiendo a mi novia con fuerza. Ella agarraba con una mano con fuerza su culo para ayudarlo en los movimientos, mientras que con la otra le agarraba el pelo y lo obligaba a besarle el cuello. Todos los tíos de alrededor se masturbaban con fruición. Ella gemía y gemía, y de vez en cuando acariciaba la espalda de Dorian, lo besaba y le mordía el cuello. Dorian le agarraba los pechos con fuerza, pellizcándole los pezones.

  • Más rápido y más profundo, más rápido... - suspiraba mi novia, jadeando.

Dorian obedeció y aceleró sus embestidas, aumentando el sonido de los gemidos de Noemi. Se escuchaban los golpes de la pelvis chocando, y el chapoteo de la polla de Dorian entrando y saliendo del coño que tanto había lamido y disfrutado yo. Noemi estaba muy cachonda, y no dejaba de lubricar, pidiendo más. Dorian empezó a sudar, y a brillar, pero Noemi le fue limpiando el sudor con la lengua, sin dejar de gemir. Así estuvieron unos diez minutos. Dorian no bajó el ritmo, ni se detuvo un sólo segundo. Era imparable.

  • Bésame... Bésame - dijo Noemi quitando a Dorian de sus pechos y atrayéndolo a su boca. Mientras se besaban mi novia tuvo otro orgasmo.

Dorian aun no quería correrse, así que cambiaron de postura. Él se sentó en el sofá y Noemi se acomodó rápidamente encima, dando la espalda a la cámara. Con su mano apuntó la polla a la entrada de su coño, y luego se sentó, arrancando un profundo suspiro a su amante. Entonces empezó a cabalgar. Dorian le agarraba el culo con las dos manos, y la ayudaba a subir y bajar. Noemi al mismo tiempo le agarraba por el pelo y le estrujaba la cara contra sus pechos. Tras unos minutos, Noemi empezó también a sudar. Se apartaba el pelo de la cara, y unas gotas resbalaban por su preciosa espalda hasta su culo

  • Me quiero correr ya... Haz que me corra- dijo Dorian.

  • Vale cariño.

Noemi aumentó el ritmo. Dorian dejó de ayudarla para que ella hiciese todo el trabajo. Noemi le cogió una mano y la apretó contra un pecho. Después le cogió la cara entre las manos y lo besó Luego empezó a besarlo y lamerlo por toda la cara y el cuello. Dorian con la otra mano la rodeó por la cintura y la aplastó contra sí, para sentir todo su calor.

  • Me voy a correr yo también... espérate un poco...-dijo mi novia entre jadeos.

  • Date prisa, no puedo aguantar mucho...

Noemi hizo que Dorian le pellizcase los pezones y le besase el cuello. Con la cabeza hacia atrás mirando al techo se corrió entre dulces gemidos.

  • Ya me he ido cielo... puedes correrte cuando quieras-. Noemi aumentó la velocidad y Dorian se corrió escandalosamente. Noemi le dio un dulce beso en los labios, apenas rozándoselos. Era el beso que siempre me daba después de que me corriera.

Noemi se quitó de encima y se tumbó en el sofá, respirando cansada y con sudor resbalando entre sus pechos. Dorian se tumbó encima un instante, pero después se puso a horcajadas encima suya. Su polla seguía erecta y el condón estaba lleno de semen. Se lo quitó, procurando no derramar nada y se lo acercó a mi novia.

  • Toma cariño. Un regalito- apretó la entrada del condón con los dedos y lo puso boca abajo. Se lo acercó a mi novia a la boca-. Abre la boquita... - Noemi obediente la abrió, y entonces Dorian soltó la entrada.

Su semen, espeso, empezó a deslizarse por el plástico hasta llevar a la apertura, y empezó a caer. Se quedó colgando, a escasos centímetros de la boca de mi novia, que esperaba impaciente. Dorian apretó el condón por la punta y fue deslizando los dedos hacia abajo, para empujar todo el semen. Empezó a caer grandes regueros dentro de la boca de mi novia. Dorian deslizó los dedos por el condón un par de veces más para asegurar que no quedaba nada, y después le metió la entrada del condón a Noemi en la boca, para que esta lo chupara y cogiera los últimos hilos gruesos y espesos de semen que colgaban. Una vez recogida toda la corrida, Noemi cerró la boca, paladeó el grumoso semen y luego se la tragó. Se relamió los labios, golosa.

Yo fui el que le enseñó a hacer eso. Siempre que me corría en su boca le insistía que lo hiciera porque me excitaba muchísimo, hasta que se convirtió en costumbre. Y esta vez lo había conseguido de nuevo. Tenía una dolorosa erección. Sin embargo, en el vídeo, Noemi había conseguido excitar también a 8 pollas que estaban a su alrededor, y no era consciente de ello. Si no hubieran tomado viagra, estarían igual de empalmados. Yo me solía correr en su boca, pero nunca conseguí que recogiera mi semen de los condones, aunque siempre quise que lo hiciera. Ahora por fin lo había conseguido ver, aunque no era mi semen el que se había tragado. Tras este numerito, Dorian tiró el condón a una caja de cartón que había allí al efecto y suspiró, excitado.

  • Bien, antes de continuar, ponte un momento en pompa cariño.

Noemi no entendía muy bien nada, pero obedeció. Se puso de rodillas en el sofá, y pegó la cara contra el cojín, alzando su culete, que brillaba por el sudor del último polvo. Pequeñas gotitas luchaban por mantenerse en la parte superior, y otras resbalaban por sus muslos. Noemi nunca me había dejado acercarme a aquella zona. Siempre que hacíamos un 69 le veía el pequeño agujerito arrugado, pero cuando intentaba tocárselo me quitaba la mano. O cuando le lamía el coño e intentaba irme un poco más abajo de la cuenta, me apartaba también. Esta vez hizo lo mismo. Cuando Dorian le tocó suavemente el ano, ella intentó apartarlo con la mano, pero Dorian se lo impidió. Esta vez Noemi no tenía ninguna fuerza de voluntad para impedir nada. Dorian puso su nariz entre los dos cachetes y aspiró.

  • Mm... Huele un poco a caca. No te has limpiado mucho después de ir a cagar. Que cochina- Noemi se puso colorada y respondió con un flojo y poco convincente "Déjame...". Dorian terminó de desnudarse, se quitó los zapatos, los pantalones y la camiseta-. Venga, dámelo- dijo a un amigo suyo que le dio un vaso con agua. Dorian lo fue derramando poco a poco sobre el culo de mi novia. Echaba pequeños chorros y luego pasaba su camiseta por toda la raja. Algunos chorretones se deslizaban por los muslos de mi novia e iban a parar al sofá. Cuando terminó el vaso, pidió otra cosa. Me quedé pasmado con lo que le dieron esa vez. Era una pequeña bola de hierro, del tamaño de una pelota de golf pero lisa. Tenía una cuerda de unos 5 centímetros que la enganchaba con una superficie plana y redonda también de hierro, que servía como tope-. Esto es para que se te vaya abriendo, no queremos hacerte daño cuando te la metamos por tu hermoso culito.

Dorian le dio la bola a Noemi para que la ensalivase. Ésta obedeció ignorante. Después Dorian lamió toda la superficie ínter cachetes de mi novia, centrándose en su ano. Después escupió un par de veces sobre el agujerito y puso la bola en la entrada. Empezó a presionar lentamente con el índice, el corazón y el pulgar, poco a poco. Al ser redonda y no muy grande, al traspasar apenas el esfínter, la bola desapareció de repente en el culo de mi novia, al tiempo que Noemi gemía. El culo se tragó la bola y los 5 centímetros de cuerda, y la superficie redonda de metal se quedó aplastada contra su culo. Noemi, en una acto reflejo, que era lo único que le quedaba ya, intentó sacárselo, pero Dorian se lo impidió.

  • No, no. Eso no lo toques. El culo tiene que ir adaptándose-. Noemi parecía incómoda con eso dentro, pero obedeció. Luego Dorian la levantó y la puso de rodillas en mitad del salón-. Ahora querida, chúpanosla, y haz que nos corramos todos sobre ti.

Dorian la puso de rodillas frente al primer tío de la fila y él se colocó el último, ya que acababa de correrse. Noemi se quedó quieta un instante, un poco mareada y sin saber qué hacer, con una gran polla mirando al cielo frente sus narices. En unos segundos reaccionó, agarró aquel cacho de carne y empezó a pajearlo y a chuparlo. Usó la misma técnica que yo le enseñé y que había usado con Dorian. Lo más importante en una mamada es no sentir los dientes, porque te cortan totalmente el rollo. Ella abría bien la boca para impedirlo y los recubría con los labios. Después se metía la polla en la boca y la mordía, literalmente. Sin quitar esa presión, iba sacándola, y volvía a hacer lo mismo. El primer chico no sabía donde se había metido. Entre la viagra y toda la excitación acumulada, no tardó más de dos minutos en correrse. Noemi cuando sintió la polla hincharse, se la sacó de la boca y lo masturbó con una velocidad endiablada, apoyando el glande en su labio inferior, manteniendo la boca bien abierta, para que todos los chorros fueran directos a su interior. Dios, eso también se lo enseñé yo. Cada vez que lo hacía tenía unos orgasmos maravillosos. Sólo yo había disfrutado de aquello, pero ahora iban a disfrutarlo muchos más.

Cuando terminó de correrse el primer tío, Noemi tragó todo el semen y escurrió la polla apretándola, haciendo salir una gota del agujerito, que lamió. Después para más inri se lamió sensualmente el dedo que le había metido segundos antes al tío por el culo, mirándolo y sonriendo lujuriosamente. Eso me lo hacía a mí a veces y sabía que me volvía loco. Sobre aquel tío tuvo el mismo efecto, y éste se lanzó sobre ella, dispuesto a follársela. Pero los demás se lo impidieron. "Cada cosa a su tiempo".

Así siguió Noemi con el segundo, pero este hizo algo nuevo. Cogió a Noemi del brazo y la acercó. Una vez enfrente suya se dio la vuelta y le puso el culo en la cara a Noemi. Los tíos rieron. Ella no sabía muy bien qué hacer, nunca me había lamido el culo. Entonces el tío le sujeto la cabeza y le fue acercando la cara a su raja. Ella comprendió y empezó a lamerle el agujero peludo, al tiempo que lo masturbaba. Le metió un dedo y continuó lamiéndolo y masturbándolo. En unos minutos el tío se dio la vuelta y se corrió por toda su cara. Ella abrió la boca intentando coger los regueros, pero se le escaparon algunos que chocaron contra su pelo y frente. Ella intentó recoger los restos con su mano para llevárselos a la boca pero el tercer tío no le dio tiempo y se la metió en la boca. Así continuaron uno tras otro sin muchas novedades. Algunos se corrían deliberadamente sobre sus pechos, y hacían que mi novia se lo esparciera por las tetas y el cuello. Al llegar al séptimo, Noemi suspiró de gusto. Se trataba de una enorme polla, gruesa y larga, marcada de venas. Noemi se asombró al verla, y la miró pensando "Quiero tener eso dentro de mí". Sus ojos brillaban de deseo. Luego miró a su dueño. Un hombre muy alto y musculoso, bronceado con grandes abdominales. Seguro que podría levantarla con un brazo y follársela sin que ella tocase el suelo.

  • Fóllame ¿no? - dijo sin ningún pudor. Los tíos rieron, pero no la dejaron.

Ella se recreó mucho en esta mamada. Estuvo al menos 10 minutos, masturbándolo lentamente para que durase más. Finalmente se corrió y Noemi se relamió con su semen. Después hizo correrse de nuevo a Dorian y terminada su misión, se tumbó en el sofá sudando, cansada y repleta de semen. Pero la noche no había hecho más que empezar. Eran sólo la una y cuarto.

  • Bueno cielo, ponte otra vez en pompa- dijo Dorian-. Tenemos que cambiarte el instrumento del culete.

Noemi obedeció sumisa. Esta vez Dorian llevaba un consolador negro, de grosor considerable, que se estrechaba en su base para que al entrar, el esfínter pudiese cerrarse e impidiera que saliera. Tenía también un tope similar a la bola anterior, y mediría unos 10 centímetros. Al retirar la bola, Noemi soltó un pequeño quejido y se tiró un pequeño pedo. Los tíos rieron pero ella apenas se dio cuenta. Luego Dorian le dio la bola para que la chupase.

  • No... huele a caca.

  • Lo sé cariño. Es tuya. Toma, abre la boca.

E hizo que la chupase y la limpiase. Luego empezó a introducirle el dildo por el culo. Noemi se quejaba e intentó zafarse, pero entre tres tíos la sujetaron fuertemente. Dorian fue introduciéndoselo poco a poco hasta llegar al tope, momento en el que su agujero se cerró y Noemi pudo relajarse. Entonces Dorian cogió un pequeño mando y lo pulsó. El culo de mi novia empezó a vibrar, y ella a gemir. Se levantó confundida, se sentó e intentó rascarse la barriga, sin saber muy bien donde sentía el placentero cosquilleo. Dorian pulsó de nuevo el botón y el sonido vibrante se detuvo. Los tíos rieron. Al parecer el consolador era vibrador también.

  • Me quiero ir ya a la cama...- dijo Noemi muy cansada.

  • Claro mi niña. Vamos, te llevo

Dorian la cogió en brazos y la llevó por el pasillo. Uno de los tíos cogió la cámara y los siguió. Entraron en una habitación con una gran cama de matrimonio en el centro y poco más. Estaba habilitada para eso. Para que muchos tíos se follaran a alguien en la cama. Había espacio suficiente para esperar de pie alrededor de ella, y un trípode que permitía a la cámara abarcar la cama entera. Dorian tumbó a Noemi en ella, que se acurrucó, mostrando el consolador negro que tenía metido. Dorian colocó la cámara en su sitió y dijo.

  • Cómo verás, tu novia parece que está a punto de dormirse, es el efecto de la droga. Tal vez tengas la esperanza que se duerma y no sea consciente de lo que vamos a hacerle. Pero lo siento, ni lo sueñes. Esta droga tiene una peculiaridad, que aunque parece que en cualquier momento va a caer dormida, no puede dormirse. Contiene mucha cafeína que le impide dormir por mucho que lo intente. Así que quiera o no, va a estar despierta toda la noche, y va aguantar todo lo que queramos hacerle.

Yo estaba muy cabreado. Mi niña... mi querida niña, que sólo había tenido sexo conmigo, sólo yo había olido su sexo, y sólo yo se lo había chupado... Estaba ahora allí tirada en la cama a merced de 8 tíos que iban a follársela y hacer lo que quisieran durante toda la noche. Y yo no podía evitarlo. A pesar de todo no podía evitar sentirme excitado, y tener que controlarme para no empezar a masturbarme.

Así pues, mi novia en la cama, empezaron a follársela. Usaron el mismo orden que en las mamadas. Cada uno le hacía lo que quería, y si necesitaba ayuda la pedía. El primero fue bastante simple. Después de ponerse su condón, le abrió las piernas y se la folló. Ella se dejó hacer, correspondió a los besos y llegó a lamerle el cuello. Ya no agarraba ni ayudaba en las embestidas, estaba muy cansada. A los tíos no parecía importarles que 10 minutos antes se hubieran corrido todos sobre ella. Su aliento seguro olería a semen y sabría a semen, y aun podían verse algún resto blanco viscoso sobre sus pechos. Pero no había ningún pudor. Todos le besaban y le chupaban los pechos. No les importaba restregarse sobre ella. Ahora al hacer Noemi menos esfuerzo para follar, el trabajo lo tenían que hacer todo ellos. Los tíos sudaban abundantemente, y no había aire acondicionado. El clima debía ser muy caluroso en aquella pequeña habitación, y al terminar el primer tío, mi novia estaba totalmente empapada en sudor que no era suyo. Pero al siguiente no le importó, y se puso encima, aplastándola y sudándola también. Al rato empezaron aparecer grandes manchas redondas mojadas en las sábanas, donde Noemi tenía el culo, o donde los tíos apoyaban las rodillas para proceder a las embestidas.

El primer tío lo hizo, y se convirtió en costumbre. Al terminar se quitó el condón y lo vació en la boca de Noemi, que tragó sumisa. Otros decidieron esparcirlo por su cuerpo, y restregarlo por sus pechos y barriga. Al siguiente no le importó tumbarse sobre su cuerpo repleto de grumitos blancos, y algunos cogían con el dedo los restos se semen de sus antecesores para llevarlos a su boca.

Otra licencia que tenían era el mando del consolador. El tío que la follaba tenía el mando y lo activaba a su placer. Al vibrar, el sentía también el cosquilleo en su polla, Noemi empezaba a moverse excitada, y colaba su mano entre la barriga del tío y la suya para alcanzar su clítoris y frotarlo. No les gustaba que se quedara quieta, así que a partir del 5º tío dejaron el consolador vibrando y no lo pararon. A los pocos minutos Noemi se meó encima. Acababa de terminar uno, y al sacarle la polla, empezaron a salir unos chorros por el agujerito de la uretra. Pequeños chorros sin mucha potencia, intermitentes, mientras ella gemía con los ojos cerrados y se masturbaba. Los tíos gritaban animándola, y dejó una gran mancha mojada en las sábanas.

Así continuaron uno tras otro. Dorian se adelantó al tío bueno de la polla grande, que se llamaba Javier. Este quería follársela al final y tomarse su tiempo. Dorian no se corrió dentro suya, sino que salió en el último momento y se corrió sobre su barriga.

Después vino Javier, que sin pensárselo la cogió en brazos. Todos los fluidos que habían ido depositándose en ella empezaron a caer, deslizándose por su cuerpo. Javier hizo que se sentase sobre sus manos, pasando las piernas por encima de sus brazos. Noemi se agarró a su cuello soñolienta para no caer hacia atrás. Acto seguido, Javier guió su coño hasta su polla y se la metió lentamente. Noemi despertó de repente. Abrió totalmente los ojos y lanzó un gran grito de dolor. Se agarró fuerte al cuello del hombre que la partía por la mitad y se mordió el labio. La polla terminó de entrar, y Javier permaneció allí un rato esperando a que Noemi se adaptase. Pasado el momento de dolor, fue Noemi la que inició un movimiento de su pelvis, pidiendo ser penetrada. Javier rió, y la complació. La levantaba como si fuera una muñeca y la volvía a empalar. Noemi gemía de nuevo, y chupaba todo lo que podía a su amante. Lo besaba sin parar y le metía la lengua en la boca. Gemía y jadeaba gustosa. Así estuvieron 10 minutos, Javier incansable, en los cuales Noemi debió de tener dos orgasmos. Volvió a correrse, echando pequeños chorros de su coño, que iban a parar al vientre de Javier. Éste parecía no cansarse, pero decidió cambiar. Se tumbó boca arriba en la cama y dejó que Noemi hiciese el trabajo. Pero ésta estaba muy cansada, y apenas se movía, muy lentamente. Entonces un par de tíos se pusieron a ambos lados encima de la cama, la cogieron por las axilas y la levantaron y subieron rítmicamente clavándola en la enorme polla de Javier. Otro tío se puso detrás y agarrándola por la cintura, ayudó también. Noemi se dejaba hacer, y largos chorreones de sudor bajaban por su espalda hasta el colchón. Dorian entonces tuvo una genial idea.

  • Dadle la vuelta, que la vea bien su novio.

La cogieron entonces y la pusieron mirando a la cámara. Continuaron clavándole aquel enorme cipote. La visión era espectacular. Podía verse claramente como esa polla entraba y salía. Al levantarla no llegaba a verse el glande, por lo que aun se quedaba mucha polla dentro. Era interminable. Noemi tenía los ojos cerrados, y gemía disfrutando. Tenía la cara empapada en sudor, y algunos mechones de pelo pegados a la sien y a la cara. Goterones de sudor bajaban por su cuello y pasaban entre sus erguidas tetas, que botaban al compás. Sus pezones estaban muy duros y arrugados. El sudor seguía bajando por su barriga, encontrándole restos de semen y llegaban hasta su coño, sin encontrar resistencia en su precioso y depilado monte de Venus. Un tío estaba arrodillado junto a su coño y le frotaba el clítoris. Javier, que debía estar en el paraíso le agarraba las tetas con fuerza y se las estrujaba.

Allí estaba mi monógama novia, que le daba vergüenza que le tocara el culo en público, rodeada de 4 tíos que se aprovechaban de ella, con un consolador dentro del culo, que le hacía vibrar toda la pelvis, y la obligaba a mearse de gusto. De vez en cuando echaba algún pequeño chorro sin fuerza. Entonces Dorian en su infinita mezquindad, le dio el móvil a Javier para que me llamara. Eran las dos. Al ratillo le devolví la llamada, y todos rieron. Cabrones, yo pensaba que estaría estudiando, y verla allí empalada por una polla que debía ser como poco el doble que la mía...

Llevaban ya 20 minutos follando, y los tíos empezaron a impacientarse y a meter a Javier prisa. Querían repetir ya. Javier entonces decidió quedarse sólo en la cama, volvió a dar la vuelta a Noemi, y empezó a moverse él, penetrándola. La agarró por la espalda y la apretó contra su pecho, al tiempo que iniciaba un rapidísimo movimiento de pelvis, arrancando unos quejidos de dolor a Noemi. Empezaba a estar tan cansada que le dolía. Los huevos de Javier chocaban contra el tope del consolador. Yo podía ver claramente el culo de mi novia, que estaba en pompa a la cámara, vibrando por el consolador que tenía metido dentro. Después Javier se puso encima suya, colocándola en el borde de la cama, de modo que sus hombros quedaban fuera. Eso hacía que su cabeza y tetas colgaran boca abajo justo enfrente de la cámara. Javier miraba sonriente el objetivo, mientras le propinaba a mi novia fuertes embestidas, muy rápidas. Estuvo así cerca de cinco minutos, sin reducir la marcha. Empezaba a chorrear sudor y gotear a Noemi. Ésta daba signos de que ya no podía más. Su cara mostraba una mueca de dolor.

  • Cariño, termina ya, por favor... no puedo más... Córrete...- Pobre. Si supiera lo mucho que le quedaba por aguantar aun... Y aun creía que era yo.

Javier obedeció. Aumentó la velocidad y la fuerza de sus embestidas, resoplando cansado. Entonces sacó rápidamente la polla y se quitó el condón. Un tío incorporó a Noemi, que ya tendría toda la sangre en la cabeza para que Javier pudiera correrse en su cara. Lanzó varios chorros de semen, casi parecía que estaba meando. Al sentir el primero en la cara, Noemi abrió mecánicamente la boca, buscando los demás chorros. Javier legó a expulsar hasta 6, cuatro de los cuales entraron en la boca de mi novia. El resto se estrellaron contra su pecho, su frente o su pelo. Javier se levantó de la cama y depositaron a Noemi en ella, sin limpiarla. Esta respiraba profundamente, muy agitada y totalmente cansada. Javier usó una toalla para secarse el sudor, pero a Noemi nadie la limpió. Les gustaba así.

De repente la pantalla se puso en negro. ¿Habría acabado? Dorian apareció de nuevo en su sillón, que parecía haber leído mis pensamientos.

  • Ni lo sueñes chico. Queda el segundo dvd enterito. Y es bastante más fuerte.

He de confesar que me había masturbado 3 veces a lo largo del primer dvd. Me daba muchísimo coraje ver a mi novia siendo follada por un montón de tíos, pero no podía evitar que mi polla se hinchara. No podía detenerme ahora. Tenía que ver que ocurría a continuación. Así que puse el segundo dvd, con una erección de caballo y continué. Parecía que me había tragado una caja de viagra.

El segundo dvd empezaba exactamente donde terminó el primero. Noemi en la cama respirando y cansada, empapada en sudor y semen, un montón de tíos a su alrededor impacientes, y Javier limpiándose con una toalla después de haberle echado un buen polvo a mi novia. Dorian se acercó a mi chica. A pesar de haberse corrido tres veces seguía teniendo la polla totalmente empalmada. Le dijo que se pusiese de nuevo en pompa, y Noemi obedeció. Dorian apagó el vibrador y extrajo el consolador. El agujero de Noemi permaneció abierto. Tenía un tamaño considerable, y no terminaba de cerrarse por completo.

  • Bueno, ahora viene lo bueno -dijo Dorian, contemplando el hermoso culito rosado-. Y no hace falta ni usar condón. Dame el lubricante.

Un tío sacó de una bolsa de plástico un botecito y se lo dio a Dorian. Este aprovechó que el culo de mi novia seguía sin cerrarse del todo, y echó un poco de espeso lubricante, que se deslizó hasta el interior. Luego echó un poco más en la superficie y lo introdujo ayudándose de su dedo índice que metió hasta el fondo. Noemi gemía. Después cogió un dildo negro, de esos con una manguera y una bomba que pueden inflarse, y se lo metió a Noemi en el coño. Luego empezó a inflarlo llenándola completamente, y dado el tamaño que adquirió, no podía salir.

  • Bien, llegó el momento.- Iban a sodomizarla. Probablemente todos ellos. Yo nunca había conseguido siquiera tocarle el pequeño agujerito, y estos cabrones iban a reventárselo allí mismo delante mía.- Javier será el último, cuando ya tenga el agujero más abierto. Yo seré el primero. Trae la cámara. Quiero que lo vea bien.

Dorian se aplicó gran cantidad de lubricante en el nabo. Se lo extendió bien y luego cogió la cámara. Hizo un primer plano del ano de mi novia, brillante y viscoso. Después apoyó la punta de su poya en el agujero, y pegó un pequeño empujón. El glande se perdió dentro. Noemi pegó un grito y apretó el esfínter, pero así sólo consiguió que Dorian tuviera un escalofrío de placer. Continuó introduciendo su nabo, poco a poco, y hasta que entró entero. Después lo fue sacando lentamente. Noemi gemía, no se muy bien si de placer o dolor. Al instante supe que era de placer. Al colocar la cámara de nuevo en el trípode y poner a mi novia en pompa de cara al objetivo pude ver como tenía una mano entre sus piernas y se masturbaba. Al mismo tiempo movía el culo hacia atrás para meterse la polla de su ex. Dorian no se movía, y era ella la que empujaba hacia atrás para clavarse la polla. La sacaba y volvía a empujar al tiempo que se masturbaba. Tras un rato, Noemi se incorporó, arqueando la espalda para que no se le saliera la polla, y buscó los labios de su amante. Dorian la rodeó con sus brazos, y la abrazó con fuerza, besándola. Luego le besó el cuello, y agarró las tetas. Después bajó una mano hasta el coño y empezó a masturbarla, sin dejar de embestirla. Noemi gemía de placer, y se corrió de nuevo. Increíble. ¿Cuantos orgasmos llevaba ya? Conmigo nunca llegó a correrse más de dos veces en una noche, y terminaba totalmente agotada.

Noemi se volvió a poner a cuatro patas, y Dorian le agarraba con fuerza por las caderas y la atraía hacia el para clavársela. Empezaba a tardar demasiado, y los tíos de alrededor se impacientaban. Un tío no pudo aguantar más y se acercó a mi novia. Le levantó la cara, que tenía apoyada contra el colchón y le acercó su polla. Noemi respondió y empezó a chupársela. Dorian miró a su alrededor y comprendió que todos se morían de ganas.

  • Bueno, pensaba dejarlo para más tarde, pero empezaremos ya.

Dorian sacó con cuidado su polla y tumbó boca arriba a Noemi. Un tío rápidamente se colocó tumbado en la cama junto a ella, con un condón puesto y el miembro mirando al techo. Dorian desinfló el dildo que tenía Noemi en el coño y se lo sacó. El coño de Noemi tenía un gran tamaño, y se veía su interior. Después la cogieron y la subieron encima del tío que estaba tumbado. Éste hábilmente le clavó la polla hasta el fondo. Después la agarró y aplastó contra sí para dejar el culo en pompa. Entonces Dorian volvió a acercarse por atrás, y se la metió. Estaban haciéndole una doble penetración. Mi novia estaba entre dos tíos, siendo follada por sus dos agujeros, y gemía de placer. Le habían metido aquel consolador para que se habituara a tener los dos agujeros llenos. Entonces empezaron a moverse, penetrándola al mismo tiempo. Noemi se dejaba hacer, agotada, pero se veía que estaba disfrutando. Alzó un poco la vista, y alargó el brazo hacia la primera polla que vio. La atrajo hacia sí y empezó a chuparla. Con la otra mano masturbó a otro. Mi novia estaba complaciendo en aquel momento a cuatro tíos al mismo tiempo.

Tras unos minutos, Dorian, que chorreaba de sudor, se corrió dentro de mi novia, dando grandes gemidos. Nunca antes nadie se había corrido dentro de Noemi. Él, que parecía saberlo, sonrió a la cámara y sacó su miembro. El que estaba debajo de mi novia ocupó la posición de Dorian y debajo se puso otro tío. Estaban muy organizados. El efecto de la viagra parecía estar terminando por fin. Dorian sacó la polla del culo de mi novia flácida. Noemi ya daba muestras de verdadero cansancio, y no tenía fuerzas para masturbar a nadie. Simplemente se dejaba usar. Entonces un tío le cogió la cara sujetándola y le metió la polla en la boca, follándole la cara. Noemi sólo tenía que mantener sus dientes cubiertos.

Así continuaron una hora. Todos se corrieron dentro de su culo, y no volvieron usar más lubricante, ya que el semen hacía su función. Al llegarle el turno a Javier, nadie se la follaba por delante. Hubiera sido demasiado. Javier se tumbó en la cama y mi novia, ayudada por un par de tíos, se sentó encima de su nabo. Apoyó primero la punta de la polla en su estrecho agujero, y luego los tíos la fueron soltando para que su propio peso hiciera que fuera penetrada. Noemi gritó, e intentó levantarse, pero los tíos no la dejaron, y la fueron bajando más empujándola por los hombros. Javier gemía con placer, y tapaba los gemidos de dolor de Noemi. Cuando terminaron de empalarla, la soltaron, y ella automáticamente intentó huir, levantándose y sacándose aquel pedazo de pollón de sus entrañas. Pero justo cuando estaba a punto de conseguirlo, los tíos la empujaron hacia debajo de nuevo, clavándosela entera otra vez y arrancando nuevos gritos de dolor. Noemi lo intentó de nuevo, pero era inútil. Cuando casi conseguía sacársela, aquellos cabrones la volvían a empalar. Con cada intento de huída, chorreaban a lo largo de la polla de Javier gruesos hilos blancos de semen que fluían del interior del culo de mi chica, de las anteriores folladas. Tras cinco o seis intentos, Noemi vio que era imposible escapar, y se quedó sentada sobre aquella polla. Entonces Javier la cogió en brazos y la puso a cuatro patas. Empezó a follarla brutalmente. Noemi lanzaba grandes quejidos de dolor, y estaba claro que aquello había dejado de gustarle. Javier la sujetaba por los hombros para embestirla con todas sus fuerzas. Dorian se acercó por delante, le levantó la cabeza, le limpió el sudor de la frente y apartó el pelo de la cara. La besó tiernamente, y Noemi abrió los ojos, que tenía fuertemente cerrados por el dolor.

  • Acaba ya, ¿no?- dijo, pensando que era Dorian el que la estaba follando.

  • Aguanta Cariño. Aun queda mucha noche. Son sólo las tres y pico.

Javier tardó aun diez minutos más en correrse escandalosamente dentro de Noemi. Mi novia ya parecía haberse acostumbrado y había dejado de gemir. Nada más salirse Javier, entre unos cuantos cogió a mi novia y la colocaron en cuclillas. Dorian puso una taza justo debajo de su agujero. Luego se acercó a su cara.

  • Vamos cielo. Haz como si quisieras hacer caca. Hazlo y podrás irte a dormir.

Noemi obedeció. Hizo fuerzas, y tras unos cuantos pedos, empezó a salir lo que ellos querían. Todo el semen acumulado. Primero salió a fuertes chorros, y luego goteando. También pude distinguir algún grumito negro. Al terminar, Dorian enseñó la taza a la cámara. Estaba casi por la mitad. Luego sentaron a Noemi en el borde de la cámara y se lo dieron de beber. Le doblaron el cuello hacia atrás, y cuando abrió la boca le volcaron el contenido. Ella tragó obediente, y dejó la taza vacía.

Acto seguido, le guitaron los calcetines, que estaban totalmente empapados, y una vez totalmente desnuda, la llevaron en brazos al cuarto de baño. La tumbaron dentro de la bañera, que tenía un par de metros de largo. Era una bañera con mampara, pero se la habían quitado. Una vez tumbada, se colocaron cuatro tíos en fila por fuera de la bañera, con sus penes en la mano. Una vez pasado el efecto de la viagra, flácidas, pudieron hacer lo que llevaban ya tiempo queriendo. Empezaron a orinar. Todos los chorros amarillos iban contra mi novia. Sus piernas, coño, barriga, cuello y cara. Ella cerraba los ojos, sin saber muy bien que ocurría. Cuando un chorro impactó contra su boca, ella, muerta de sed que estaba, la abrió, intentando beber. Pero en seguida la cerró de nuevo asqueada, escupiendo. La meada fue bien larga. Cuando terminaron esos cuatro, los sustituyeron los restantes cuatro. Dorian le agarró la cara e hizo que abriera la boca. Quería mearse dentro.

  • Vamos, bebe. No te lo tragues, enjuágate la boca y escupe.

Noemi obedeció, con cara de asco. Al cabo de un rato, cuando terminaron, abrieron el grifo de la ducha. Dorian se metió en la bañera con ella, y empezó lavarla. La duchó bien con jabón, incluido el pelo. Le limpió bien la raja del culo, las tetas, las axilas y el coño. Le enjuagó bien la boca y después cerró el grifo. Parecía que todo había acabado. La estaban limpiando para llevarla a casa. La secaron y vistieron. Su ropa estaba limpia, excepto los calcetines, que estaban empapados en sudor, así que Dorian cogió unos suyos de su habitación y se los puso. Sin embargo no le pusieron ni sujetador ni bragas. La rebeca tampoco, e hicieron que la camiseta marcara un impresionante escote. ¿Qué pasaba? ¿Así iban a llevarla a casa?

  • Bueno, ahora vámonos de fiesta. La noche es joven. Vosotros iros al taller, y esperadnos. Llevaos los cachivaches. En esta fase me basto yo solo.

¿Esta fase? ¿Pero qué iban a hacerle ahora? Dejadla ya en paz joder, hijos de puta. Pero no. Aun quedaba mucha noche. Le dieron de beber agua fresca. Los tíos se quedaron en el piso, y Dorian llevó a Noemi al coche. La sentó detrás, puso la cámara delante y condujo unos minutos. Empezó a oírse una música estrepitosa. Dorian aparcó, cogió la cámara y ayudó a Noemi a bajar. Esta caminaba con dificultades. Se acercaron a un local llamado Abanibi . Lo conocía. Era la discoteca más guarra de la ciudad. Mis amigos me habían hablado de ella. Todos iban allí a coger cacho. Ligues de una noche, morreo en la pista y polvo en el baño. Era el único sitio de la ciudad en el que había que repostar la máquina de condones varias veces en la noche. Al dueño había dejado de importarle. Para llegar a echar un polvo en un baño de mala muerte, había que estar muy borracho, y la barra se encargaba de ello. Me preguntaba que habrían ido a hacer allí.

Dorian entró con Noemi agarrada de la cintura, cruzó la puerta, y el sonido de la música lo envolvió todo. Una vez cruzado el umbral, Dorian soltó a Noemi en la barra y el se fue a la otra esquina, apoyándose en una columna. Hijo de puta. Noemi no sabía ni donde estaba. La pensaba dejar allí a merced de cualquiera que quisiera aprovecharse. La ocasión no tardó en presentarse. El chico que estaba a su lado hablaba con una tía buenorra, pero lo rechazaba. Entonces se volvió y vio a Noemi. A la distancia a la que estaba Dorian, podía verse claramente como le había aparecido un bulto en el paquete. No era para menos. Noemi en ese momento no estaba vestida de manera espectacular, pero estaba buenísima. Los vaqueros le marcaban su culito, y la camiseta le hacía un enorme escote. Además se le marcaban los pezones a través de la tela al no llevar sujetador.

El chico la saludó amablemente y ella le contestó. Empezaron a hablar. Más bien hablaba él. Ella asentía. El tío ya se habría dado cuenta que la chica no está muy presente. Pensaría que estaba muy borracha, así que decidió tantear el terreno. La agarró por la cintura y la acercó hacia él, fingiendo que le decía algo al oído. Ella se dejó hacer, por lo que el la apretó más contra él hasta sentir sus dos pechos aplastarse. Luego la soltó. Noemi se quedó tan tranquila. El tío parecía estar confuso, y meditaba. Decidió lanzarse a la piscina, asumiendo un gran riesgo. Acercó su mano al pecho de mi novia, y lo agarró suavemente. Ella no hizo anda. Luego lo aplastó con más fuerza, puso su mano en su espalda y la acercó hacia él, aplastando su paquete contra su coño. Le agarró el culo con fuerza, y apretó más la teta. Después le dio un buen morreo. Cabronzado. No sabía la suerte que tenía. Se había encontrado un dulce caramelo desamparado en una discoteca de mala muerte. Estaba claro que no iba a desperdiciar la oportunidad. La cogió de la mano y se la llevó al baño. Noemi caminada meneando su hermoso culito. Desaparecieron atravesando la puerta del baño de chicos.

El video se cortó, y apareció unos 10 minutos después. El chico, despeinado, sudando y con el pantalón a medio abrochar salió del servicio. Noemi no iba con él ¿Dónde la habían dejado? Fue a hablar con un tío que estaba bailando. Le susurró algo y ambos entraron en el baño. Empezaba a cabrearme y ponerme nervioso. Salieron al rato, ambos sudando. Seguro que acaban de tirarse a mi novia. Eso era peor que no verlo. ¿Qué habría pasado?

La noche empeoró al cabo de unos minutos. Un tío entro en el baño, pero salió corriendo al cabo de unos segundos, llamó a un par de amigos y los tres entraron. Estuvieron un buen rato, y Dorian tuvo que volver a cortar el video. ¿Qué estaría pasando? Cuando los tres tíos salieron empezaron a contarlo al resto de tíos. Se fue corriendo la voz, y muchos hombres de la discoteca empezaron a entrar en tropel a los baños. Empezó a ser evidente la escasez de tíos que quedaban en la pista.

  • Parece que la cosa funciona- dijo Dorian. Entonces sacó el móvil de Noemi y escribió: "Me voy a la cama cariño. Buenas noches". Al rato contesté que yo también. Eran las cuatro-. Que tonto eres. Si tú supieras... a tu novia la están dejando bonita en el baño. Bueno, yo me voy. Volveré en un rato.

Y se fue de la discoteca, apagando la cámara. Hijo de puta. ¿La iba a dejar allí a merced de todos aquellos tíos? Cuando se volvió a encender la cámara, Dorian conducía. Iba de camino a la discoteca, y aparcó de nuevo enfrente. Se bajó y volvió a entrar. Eran las cuatro y media. No sé donde habría ido. Se dirigió al baño y entró en el de caballeros. Aquello parecía un prostíbulo. Había muchos tíos de pie, desnudos y masturbándose. Hacían cola para entrar en el baño de minusválidos, que era más amplio. Los demás estaban vacíos, de modo que imaginaba que mi novia estaría allí dentro. Los sonidos eran inconfundibles. Golpes de cuerpos mojados chocando, cachetes, sonido de succiones y gemidos de hombres y de una mujer. Dorian enfocó al interior del baño, pero no se veía nada. Había demasiados tíos.

  • Vaya fiesta que tenéis montada aquí -dijo Dorian riendo.

  • Si, si. Una tía borracha que es más guarra que todas las cosas. Le estamos dando una buena. Yo vengo a repetir, con eso te lo digo todo.

Dorian rió. Enfocó la cámara a una esquina donde debajo de un lavabo había una zapatilla de mi novia. La recogió y se metió en el retrete contiguo al de minusválidos, se subió al váter y se asomó por encima del tabique. Lo que me temía. Allí estaba mi novia, tumbada boca arriba sobre el váter. Un tío se la follaba por el coño y otro hacía que se la chupara. Los vaqueros estaban tirados en una esquina, y aun tenía puesta la camiseta, sólo que bajada hasta la barriga para poder mostrar sus pechos, que tenían semen por todos lados. La otra zapatilla la tenía puesta y le faltaba un calcetín. Algunos tíos se taparon la cara ante la cámara. Seguramente tendrían novia, e incluso esposa. Pero el que se follaba a mi chica en ese momento levantó la vista sonriendo y levantó el pulgar. Hijo de puta. Dorian sólo estuvo allí un rato, para mostrarme que pasaba. Luego salió del servicio y volvió a la barra. Aún seguían entrando tíos.

A eso de las 5, Dorian volvió a grabar. Un par de tíos salían del baño sonriendo. Ya no entraban tantos. Seguro que las malas condiciones en las que se encontraba Noemi a esas alturas empezaba a asquearles, y dejaban de repetir. Dorian volvió al servicio, y aun quedaba un tío, que no parecía importarle la suciedad. Tenía a Noemi en el suelo boca arriba, abierta de piernas y la penetraba sin compasión. Ella gemía, no se muy bien por qué, pero estaba gozando. Noemi había perdido definitivamente la camiseta y la zapatilla. Sólo le quedaba un calcetín puesto, que le había dado Dorian en su casa. Apestaba a sudor y semen, y el suelo estaba lleno de condones, pero al tipo aquel no le importaba estar tumbado encima. Es más, recogía condones del suelo y obligaba a Noemi a metérselos en la boca y tragarse el contenido. Le escupía, la chupaba y la mordía. Al cabo de unos minutos se levantó. Le había estado dando por el culo, y al sacarla Noemi se tiró un pequeño pedo.

  • Serás guarra... -murmuró aquel cabrón, y sin importarle que Dorian lo grababa, cogió a Noemi del brazo y la llevó a otro retrete, que estaba usado. Se aseguró de que estuviera sucio. Dorian se coló en el de al lado y grabó por encima del tabique. El váter tenía una gran mierda en el fondo del agua, y la paredes superiores estaban llenas de trozos de mierda esparcida. El tío aquel puso a Noemi de rodillas y le metió la cabeza en aquel váter repugnante. Entonces siguió penetrándole el culo, mientras murmuraba- Zorra... te gusta verdad... toma zorra, zorra...

En unos minutos terminó, y dejando a Noemi en esa postura, se subió los pantalones y salió del baño. Por fin se había quedado el servicio vacío, momento en que aprovechó Dorian para recoger toda la ropa que había perdido Noemi, entrar en el retrete y cerrar la puerta. Si venía alguno más a repetir no los encontrarían. Le sacó la cabeza a mi novia del váter, y la sentó en el suelo, apoyándola con la puerta. Noemi tenía pequeñas manchas de mierda en la fuente, la nariz y los labios, que había apoyado cuando aquel cerdo se la follaba. Dorian cerró la tapa del váter y tiró de la cisterna, pero no funcionaba. Luego cogió un papel higiénico y limpió las manchas de mierda de la cara.

  • Pobrecita, como te han dejado...- La tumbó encima del váter y la inspeccionó. Tenía muchos grumos de semen pegados, chorreaba sudor, y goteaba semen del culo y del coño-. ¡Te han follado sin condón! Qué cabrones. Desde luego hay gente que no tiene consideración. No te preocupes, nosotros pensábamos hacerlo también luego. Usar condón fue... un pequeño juego. Tenemos precauciones para esto, no temas.-. Le metió el dedo por el coño y sacó algo. Era un condón que alguien le había introducido por diversión. Se lo dio para que lo chupara. Noemi obedecía-. Como me pone verte así, zorrita. Si te viera tu novio. Ahora voy a follarte yo sin condón también. Que ricura. Toma, sujeta esto.

Le dio la cámara, y Noemi la sostuvo sumisa. Dorian se bajó los pantalones y se la metió por el coño. Se la folló mientras ella misma lo grababa. Gemía de placer. Veía en primer plano la polla desnuda de ese cabrón entrar en el coño de mi chica. Yo nunca me la había tirado sin condón, y siempre lo deseé. Ella quería empezar a tomarse la píldora en unos días...

Dorian se corrió dentro. Luego la limpió como pudo con papel higiénico y la vistió. La camiseta estaba llena de manchas de semen. Le secó el sudor de la cara y le aplastó un poco el pelo alborotado. Sacó una bolsa de plástico del bolsillo y fue al lavabo donde se había producido la orgía. Se puso a recoger todos los condones y los metió en la bolsa. Luego agarró a Noemi y salieron del servicio. Caminaron rápido por la discoteca para que nadie se fijara en ellos y entraron en el coche.

  • Bueno, espero que aun tengas fuerzas- dijo Dorian mientras arrancaba y conducía por la carretera-. Porque aun queda mucha noche.

¿Mucha noche? ¿Aun había más? Aquello no acababa nunca... ¿Cómo podía durar tanto una noche? Yo ya estaría durmiendo a aquellas horas como un imbécil mientras mi novia me ponía unos cuernos monumentales.

Dorian condujo por la ciudad un rato hasta llegar a su taller. Aparcados fuera había unos 9 o 10 coches. Dorian entró en el taller, que estaba vacío. Pero tenía una puerta trasera que daba a la nave, que era enorme. Al entrar, me dio un vuelco al corazón. Allí habría al menos 30 o 40 tíos, todos desnudos, con las pollas en alto y masturbándose. Alguno ya se habría corrido esperando.

  • ¿Os habéis tomado la viagra?- preguntó Dorian al entrar. Todos se giraron y miraron babeando a Noemi. Eran todos los miembros que trabajaban en el taller, más algún cliente. Asintieron-. Bueno, pues dadme otra a mi y empecemos.

¿¿40 tíos enviagrados?? La iban a matar. Todos se lanzaron a por ella, y la rodearon, intentando coger algo de piel. La manoseaban, le tocaban las tetas, el culo, la besaban por donde podían... La desnudaron por completo en cuestión de segundos y se empujaban entre ellos por poder tocar algo. Algunos la masturbaban y otros le metían la mano por el culo. Ella gemía, e intentaba corresponder como podía, pero eran demasiados. Besaba, masturbaba una polla, pero en seguida la movían y tenía que besar otra boca y coger otra polla. Entonces llegó un tío y le puso unas esposas por delante. Luego la llevaron entre todos al centro de la nave, y subiéndole los brazos por encima de la cabeza engancharon las esposas a un pico no muy alto que colgaba de una cuerda del techo, puesto al efecto y con la medida perfecta. Al levantarle las piernas quedaba colgando de los brazos, y su coño quedaba a la misma altura que todas las pollas que había. Alguno tenía que agacharse y otro ponerse de puntillas para llegar, dependiendo de las distintas alturas. Otro tío cogió unas pinzas de hierro y se las puso en los pezones, aplastándolos. Ella gimió de placer. De estas pinzas salían unos cables que conectaban con una pequeña batería, que tenía una cuerda para poder colgarla. Se la pusieron como collar a mi novia, y la encendieron. Noemi en seguida empezó a templar y gemir. Se trataba de un pequeño voltaje, lo suficiente para que empezara a sudar y a chorrear por su coño.

Fue entonces cuando empezó la fiesta. Un tío le levantaba las piernas por delante y se la metía, al mismo tiempo que otro se la metía por detrás. No tenían que hacer esfuerzo, porque todo el peso lo cargaba ella con sus brazos. Ellos sólo tenían que apartar las piernas y encontrar hueco. Así fueron pasando uno a uno. Terminaban pronto. Se corrían o bien dentro, o sobre su barriga o espalda. Algunos luego restregaban el semen por su cuerpo, tetas, axilas, piernas o brazos, o por la cara y la boca. Cada uno hacía lo que le apetecía. La besaba, y le metía la lengua en la boca, mientras Noemi respondía con su lengua. La chupaban, le escupían, o le obligaban a chupar. Le metían los dedos en la boca, hasta provocarle arcadas. También solían subirle el voltaje, a veces excesivamente, hasta que ella empezaba a gritar de dolor. Normalmente estaba bajo, lo suficiente para que ella gozara, pero no faltaban los sádicos que querían correrse dentro de ella viéndola sufrir. Pero en general y quitando estas ocasiones, Noemi estaba disfrutando, y tenía orgasmos frecuentemente. Otros le comían el coño empapado en semen, o el culo antes de empezar, arrancándole espasmos. En general sólo coincidía una cosa. Querían que mirase. No le dejaban cerrar los ojos, y cuando lo hacía le daban un cachete par que mirarse. Bien a si misma, siendo follada, o a los ojos de sus violadores. Los que se la follaba por detrás tenían que conformarse con su espalda, pero también le aplastaban las tetas, le daban fuertes cachetes en el culo y tiraban del pelo para agarrarse y embestir con más fuerza.

Había tíos de todos los tipos. También estaban los que ya se la habían follado en el piso anteriormente. Los había altos, bajos, feos, guapos, viejos, jóvenes, gordos y musculosos. Los había peludos y depilados. En Noemi se veía que aun era consciente de un poco de la situación. Era evidente que cuando tenía un tío musculoso y buenorro, ella se movía al compás de sus embestidas. En cambio al venir algún viejo peludo, se dejaba hacer. Había también un gordo asqueroso, baboso y calvo. Repitió varias veces, por delante y por detrás. Le babeaba toda la cara y los labios al besarla y sudaba como un cerdo. Al follársela la abrazaba con fuerza, y la empapaba en su sudor. Gemía como un cochino al ser degollado, y Noemi ponía cara de asco. Éste en respuesta le aumentaba el voltaje al máximo, y Noemi cambiaba su mueca de asco por dolor, gritando. Al terminar le volvía a bajar el voltaje, le escupía y se iba sonriendo. Seguramente fuera un cliente del taller. El típico hombre de negocios con un BMW a cuya mujer no conseguía satisfacer y había encontrado la oportunidad de su vida. Seguro que había pagado por estar allí.

Noemi tuvo que soportar esto hora y media. Había rachas buenas y rachas malas. Por buenas se incluía a Dorian, Javier y algún otro tío bueno que la hacía gozar. Pero luego también estaban los viejos y gordos, los feos y los vírgenes, que más de uno se habría estrenado con ella. Como no le dejaban cerrar los ojos, tenía que ver como uno tras otro se la follaba, pero se notaba como unas veces estaba más pendiente que otras. Yo como buen cornudo que no podía hacer nada, me masturbaba como un mono en mi sofá. Me dolía ya la polla de todas las pajas que me había hecho y cuando me corría apenas salían unas gotitas. Lo que hubiera dado por estar allí también y haber participado. Dorian se encargaba de grabarlo todo perfectamente.

Sobre las 7, tras haber repetidos todos 3 o 4 veces, pararon. El sol empezaba a atravesar las ventanas. El pico donde estaba enganchada Noemi colgaba de una cuerda, que pasaba por una polea. Dorian desató el cabo, y tiró de ella, para que Noemi quedara colgando a unos centímetros del suelo. Luego volvió a atar el extremo de la cuerda, y contempló a mi novia. Su aspecto era verdaderamente lamentable. El semen salía sin cesar de su coño y su culo, chorreaba por sus muslos, llegaba a sus pies y goteaba desde sus dedos al suelo. En el suelo a su alrededor había un pequeño charco, con sudor, semen y orina de Noemi, que se le había escapado de vez en cuando. Le habían estado dando de beber agua durante toda la noche, para que siguiera orinándose encima. Dorian dio un par de vueltas a su alrededor enfocándola, abriéndole los mofletes del culo para ver su agujero, grande y rojo. Chorreaba sudor por todas partes, y tenía semen pegado por todo su cuerpo, espalda, barriga, tetas, piernas... También tenía en sus labios, y comisuras. Mientras se la follaban, algún listillo había ido recogiendo el semen que resbalaba por su cuerpo con una cuchara y se lo daba de comer.

Pues allí estaba mi novia, colgando del techo por sus brazos, que hacia que sus pechos se irguieran firmes, temblando por las pinzas eléctricas que aún tenía enganchadas, brillante en sudor. Trajeron un par de colchonetas y decidieron bajarla. Le quitaron las esposas y las pinzas. Sus pezones estaban aplastados y rojos. La tumbaron sobre la colchoneta y continuaron follándola. Parecía que no acabarían nunca. Esta vez también le obligaban a chupársela y a tragar semen recién exprimido. El gordo repugnante de antes disfrutó muy mucho de sus labios y su lengua. En aquella postura tumbada los fluidos no resbalaban, y se acumulaban en su cuello y ombligo. Le daban un par de vueltas de vez en cuando para que soltase los grandes charcos que se formaban sobre su cuerpo. Por increíble que parezca, Noemi seguía teniendo orgasmos de vez en cuando, y no paraba de gemir.

Sobre las 8 la viagra fue perdiendo efecto, y la gente empezó a irse. Los que quedaban seguía follándosela. Entre ellos el gordo repugnante de antes, que esperó a que aquello se fuera vaciando para poder follársela el solo. La tumbó boca arriba y se tiró encima, aplastándola. Se la follaba rápidamente como un conejo. Tenía más pelos en la espalda que en la cabeza, y las gotas de sudor caían de su cara y salpicaban la de Noemi, que tenía cara de asco. El tío le retorcía los pezones para verla sufrir, le agarraba los brazos por encima de la cabeza y le chupaba, besaba y escupía sin parar. Le abría la boca y escupía dentro. Al cabo de un rato le dio la vuelta y se la folló por el culo, dándole fuertes palmadas en el trasero. Se corrió sobre su espalda, y se lo restregó por todo el cuerpo. Luego recogió un poco con la cuchara y se lo dio de comer, sonriendo tontamente. Noemi obedeció sumisa, claramente asqueada. Tras esto, el tipo gordo se levantó, cogió su ropa y se fue muy contesto.

Ya sólo quedaban los ocho amigos que habían estado en el piso. Se acercaron a Noemi y la rodearon. Dorian se puso entre sus piernas y empezó a masturbarla. El coño estaba rojo y muy abierto. Podía verse un charco de semen en su interior. Dorian introdujo dos dedos fácilmente, y luego tres. Luego metió el cuarto, y éste empezó a costarle trabajo. Los introdujo hasta los nudillos, mientras Noemi intentaba sacárselos, pero los demás tíos la sujetaron bien. Después Dorian apretó el pulgar con la palma y continuó empujando. Quería meterle la mano en el coño. Con todo el semen y el sudor, la lubricación era total, y sin mucho esfuerzo terminó de introducirlo, arrancando un grito a mi novia. Luego cerró el puño y empezó a girarlo, mientras le chupaba el clítoris. En unos minutos Noemi se orinó de nuevo, gimiendo de placer, y Dorian se bebió todo el líquido que salió. Después sacó el puño sin abrir la mano, dejando un gran agujero. Besó tiernamente a Noemi y le dio una pastilla. Era la del día de después. Luego se levantó.

Serían ya las 8 y cuarto cuando empezaron a limpiarla. Le metieron una manguera por el culo y la obligaron a cagar. Después le limpiaron todo el cuerpo con jabón y el coño. Le lavaron los dientes. También el pelo y la ropa. La habían lavado mientras se la follaban, luego la tendieron y ya estaba seca. La vistieron y le pusieron las zapatillas sin calcetines. Le pusieron hasta la rebeca y la metieron en el coche para llevarla a casa. Dorian abrió el portal, la subió al tercer piso, abrió la puerta de su casa y entró con ella. Los padres aun dormían, así que la llevó hasta su cuarto. La desnudó, le puso el pijama y dejó toda la ropa en el suelo, junto al sujetador y las bragas. Lo que no llevó fueron los calcetines. La metió en la cama, la besó y se fue. Ella suspiró a gusto y se acurrucó en sus sábanas.

Dorian salió del piso. Aun le quedaba una parada. Mi casa. Entró en mi piso, con una copia de las llaves que le habría echo a las que tiene Noemi. Fue hasta mi cama y me grabó. Allí estaba yo, durmiendo tranquilamente, ignorante. Cogió el despertador y puso la alarma a la 1. Después se fue al salón y enchufó la cámara al USB. Entonces se paró el vídeo y apareció de nuevo Dorian en sillón de mi casa.

  • Uf, vaya nochecita. Espero que te haya gustado. Como imaginarás, luego grabé todo esto mientras dormías, monté el vídeo y lo dejé sobre el escritorio. Eso espero. No puedo asegurarlo en este momento, pero si me estás viendo, significa que fue así. Bueno, espero que te haya gustado tanto como a mí. Y a todos mis amigos. Espero que sigamos siendo amigos - ¿amigos? Será hijo de puta-. Tienes dos opciones. O contarle la verdad a Noemi, o no hacerlo. Si se la cuentas, no te creerá, no recordará nada, créeme Yo mismo probé esa droga hace tiempo para ver sus efectos. Mis amigos me hicieron un montón de putadas y hasta que no vi el vídeo no lo creí. Tú tendrás que hacer lo mismo para que te crea, enseñarle el vídeo. No creo que le guste verse así, ¿no? ¿Crees que lo superará? Ten en cuenta también que como le digas algo y ella se enfade conmigo, o le adviertas que no me vea, o no hable conmigo por lo que sea, publicaré todo esto por Internet. Lo distribuiré por su universidad y le arruinaré la vida. No se puede considerar una violación, creo que estarás de acuerdo conmigo en que ha disfrutado mucho. Así que la policía poco puede hacer... puedes arriesgarte a que te crean... que le hagan pruebas a Noemi, análisis... pero bueno, tú mismo. Decídete. ADIOS- el adiós lo dijo gritando. Después el vídeo terminó.

Me extrañó que gritara, pero al ínstate lo comprendí. Parecía una señal, porque justo después, sonó el timbre. Me levante corriendo y abrí la puerta, pero no había nadie. Sólo una caja de cartón en el suelo, tapada. Extrañado, miré a ambos lados del pasillo, pero no vi nadie, así que cogí la caja y cerré la puerta. Llevé la caja a la mesita y me senté de nuevo en el sillón. Abrí la caja. El interior me impactó. La caja no era muy grande, por lo que el contenido impresionaba aun más, ya que su contenido parecía mayor. Estaba llena de condones, y no se veía el fondo. El olor era muy fuerte. Cogí uno con dos dedos y lo levante. Empezó a chorrear del interior un líquido transparente. Era semen, que ya había perdido su espesura. Lo solté, y vi otra cosa. Un par de calcetines. Los calcetines rosas de mi novia de la noche anterior. Los cogí y al tocarlos noté que aun estaban empapados. No podía más. Solté los calcetines en la caja, me saqué la polla y me hice una paja, mirando la caja y recordando el vídeo. Todos esos condones habían estado horas antes en el coño de mi novia. De multitud de tíos, de la discoteca y amigos de Dorian. Aún tendrían sus jugos vaginales en la parte exterior. Apenas duré un minuto de lo excitado que estaba.

Tapé la caja, la llevé a mi cuarto y la metí debajo de la cama. Después decidí ir a ver a mi novia. Aun no había llamado, y ya empezaba a oscurecer. Me había pasado el día viendo la tele. Tal vez estaba aun en la cama, del agotamiento. Fui caminando, pensando en qué decirle. Era imposible que no se acordara de nada. No quería confesarle que la habían violado multitud de hombres la noche anterior. Aunque Dorian tenía razón, no era exactamente volar, porque había disfrutado como una auténtica puta. Conociendo a mi novia aquello la podría traumatizar... Ella era muy pudorosa. Sin embargo dudaba mucho que lo hubiera olvidado todo. Tal vez podría convencerla de que había sido un sueño, y así no tendría que afrontarlo... ¿Pero iba a dejar que estos cabrones salieran impunes tan tranquilamente después de haber pasado una noche genial jodiendo a mi novia?

Mientras caminaba, me sorprendió un tío en un mercedes. Era el gordo repugnante que se había cepillado a mi novia esa noche. Iba sonriente con las manos en el volante. Giré la cabeza para que no me viera. No sabía si me reconocería. ¿Tendía que soportar eso mucho tiempo? Eran muchos los que se había follado a mi novia... y tengo muy buena memoria para las caras. ¿Tendría que ver, mientras paseaba con mi novia continuamente tíos desconocidos que se la habían follado?. ¿La reconocerían? ¿Sabrían quien era yo? Al menos los de la discoteca no, pero los amigos de Dorian del taller seguro...

Con estos pensamientos en la cabeza llegué al piso de Noemi. Me quedé paralizado. Ella estaba en el portal, vestida con ropa de estar por casa, sonriendo. A su lado estaba Dorian, hablando con ella y riendo también. Me vieron llegar y me saludaron.

  • Hola cariño- dijo Noemi acercándose y dándome un beso. Se me vino a la cabeza todo lo que había pasado por aquella boca la noche anterior y se me puso dura-. ¿Has estudiado mucho? Yo nada. Ha sido horrible. Me he quedado dormida toda la tarde, dios... que vergüenza, que desperdicio de día
  • parecía normal.

  • Hola Óscar- dijo Dorian, en el colmo de la desfachatez, estrechándome la mano. La misma mano que había estado dentro del coño de mi novia horas antes-. Venga Noemi, no te preocupes. Os han aplazado el examen, tenías derecho. Bueno, os dejo solos. Ya hablaremos - y se fue, sonriéndonos. Pero cada uno de nosotros interpretó el sentido aquella sonrisa de una manera.

  • Bueno cari. Como va ese examen.

  • Bien, bien- no había tocado un libro, y dudo que pudiera volver a concentrarme en días-. Pero aun me queda mucho. ¿De qué hablábais?

  • Nada, ha venido hace un rato- después de dejarme los condones en mi casa, el muy hijo de puta-. Dice que quería salir esta noche, pero Marta tiene estudiar. Me ha preguntado si íbamos nosotros con él.

  • Yo no puedo... tengo que estudiar- me costaba mirarla sin agarrarme la polla y masturbarme, menos aun salir por la noche y verla con ropa sexy. La noche anterior no había dejado ni un sólo estrago en su perfecto cuerpo.

  • Ya... lo entiendo- parecía dudar en lo siguiente que iba a decir-. Bueno y... ¿te importaría que saliera yo? Sería sólo con Dorian, entiendo que no quieras... Pero es que llevo todo el día en la cama y me gustaría estirarme un poco. Y bueno no sé... Creo que ya ha demostrado que es feliz con su novia y no quiere nada más... Creo que ha cambiado. Entendería que no quisieras pero no sé... lo veo buen chico.

  • Claro, sal- dije sin pensarlo-. Me fío de ti, no te preocupes. Yo también creo que ha cambiado, es un buen tío- Noemi sonrió y me dio un besito.

  • Bueno, pues voy a cambiarme. No se qué me ha pasado de verdad. Habrá sido por la regla, que me ha bajado esta noche. Se me ha adelantado - por la pastilla-. Así que no te preocupes porque no haré nada - sonrió bromeando-. No saldré mucho tiempo, sólo para despejarme. Te llamaré al volver, ¡y estudia mucho! Ah, ¿puedes llevarme? Hemos quedado en su taller a las 10.

  • Está bien.

Vivíamos cerca, y ella no tenía coche. El taller estaba lejos, bien lo sé yo. Había estado allí hacía muy poco. Espere que se vistiera, luego fuimos a mi casa y montamos en el coche. Por el camino me dijo.

  • No me mates, pero creo que he perdido tus calcetines rosas... No sé como los llevaba anoche y esta mañana no los encuentro.

  • Bah, no te preocupes, estarán debajo de la cama o algo. O tu madre los habrá echado a lavar- pensé que después de dejarla, lavaría los calcetines y los llevarían a su casa. Después de hacerme un par de pajas con ellos.

Al llegar, el taller estaba abierto a pesar de ser domingo. Unos cantos mecánicos estaban alrededor de un coche. Reconocí a la mayoría de ellos. Noemi se la había chupado a todos. Dorian estaba esperando fuera en la calle. Mi novia me besó, salió del coche y fue hacia Dorian, al que dio un par de besos. Luego salieron andando por la calle. Los mecánicos le miraron el culo a Noemi, que se meneaba alegremente mientras andaba. Luego me miraron riendo. Me fui.

No sé por que le había dejado salir. Estaba claro que no recordaba absolutamente nada. ¿Qué pretende ahora Dorian? ¿Por qué salir con ella a solas? ¿Quiere regodearse en su venganza y joderme demostrando que había ganado? ¿O quiere ligarse a Noemi, y conseguir acostarse con ella y que me pusiese los cuernos voluntariamente, sin droga? Además habían quedado allí al lado del taller... Habían salido andando, pero no le cotaría mucho decir que había olvidado algo y volver allí con todos aquellos tíos sedientos por repetir. ¿Pensaba grabarme otro video? No lo sé. Ojalá. Estoy deseando verlo.