Mi novia descubre que es una zorra (03)

Tras la comida, van a casa de Jorge, donde en la habitacion de este, Ana se convertira en su merienda, mientras el novio se queda fuera de la habitación.

Fuimos a un restaurante que estaba cerca de la casa de Jorge. Yo pedi un bistec y ella solo quiso tomar una ensalada. Le dije que Jorge a veces podia ser algo pesado pero que en el fondo era un buen tipo y ella asintio, con una opinion de Jorge totalmente cambiada. Le recorde que tenia que devolverle el pantalon a Jorge ya que solo tenia ese. Tras pensar un momento ella propuso que fueramos nada mas comer a devolverselos tras comprar algo que ponerse y asi podria darle las gracias personalemnte.

Tras pagar la cuenta ibamos a irnos cuando un camarero tropezo y derramo todo el plato de spaguettis que llevaba sobre los pantalones de Jorge. Ana se puso histerica pues acababan de destrozar el unico pantalon de chandal de Jorge y ademas no podia ir por media ciudad con un pantalon lleno de manchas de tomate. Fuimos a pie hasta la tienda mas cercana y ella solo pudo comprarse una falda deportiva azul ya que no habiamos salido con suficiente dinero. Andamos hasta la casa de Jorge y Ana iba muy cohibida pues andar con una falda corta y sin bragas era una experiencia nueva para ella. Llame al piso de Jorge, que vivia en un primer piso y le dije que traiamos su pantalon. El abrio encantado y me recibio con un abrazo. Iba a darle dos besos a Ana pero se detuvo.

Ella adivino sus pensamientos y le dijo que lo ocurrido en la discoteca ya estaba olvidado y se acerco para darle un sonoro beso en la mejilla. Jorge nos inivto a sentaramos en el sofa. Ana se dejo caer en un sillon enfrente de Jorge, que admiro sus muslos sin disimulo. Ana, que ahora miraba con otros ojos a Jorge, considero el interes de Jorge por sus piernas muy gracioso y cruzo las piernas elegantemente ensenando un poco mas de carne. El hizo que no habia visto nada y pregunto por su pantalon. Ella se levanto con dificultad del sillon y saco el pantalon de la bolsa que le habia dado en la tienda de ropa.

-Vaya, parece que me has traido el pantalon con nueva decoracion. Este pantalon esta para tirar- dijo Jorge mirando los pantalones disgustado- Al menos me podrias haber comprado un pantalon de chandal en el mercadillo. No se como ire manana al gimnasio.

-Perdona, de verdad. Es que apenas tenia dinero y con lo poco que tenia tuve que comrprar esta falda. Ni siquiera tuve dinero para comprar unas bragas- se dio cuenta de lo que acababa de decir y se puso roja. - Si hay algo que pueda hacer para compensarte, pideme lo que quieras- dijo cambiando de tema.

-Uhm... no importa-dijo Jorge, que parecia muy interesado en el hecho de que Ana llevase el cono al aire- De hecho, voy a volver a salvarte ese culito que tienes en cuanto a ropa.

-¿Como?-pregunto Ana confundida

-Veras, hace un par de meses le compre un set de bragas a mi novia pero ella me dejo y nunca pude darselas. Hay unas que creo te iran de maravilla.

-Oh, seria genial-dijo Ana. Estaba demasiado preocupada con el hecho de tener que andar por la calle sin bragas que no le importo que las bragas hubiesen estado destinadas a otra mujer.

Jorge se levanto y fue hasta el armario, de donde saco una cajita sin abrir. Tras abrir la caja saco una prenda de color negro y se la lanzo a Ana. Esta se puso de pie y cogio la prenda que Jorge le habia tirado y se sonrojo al momento. Era un tanga negro cuyos diminutos triangulos estaban unidos por una fina cuerda de tela que mas bien parecia hilo dental.

-Cambiate en esa habitacion. La primera a la izquierda.-indico Jorge

Ella sin saber que decir y con la cara roja de verguenza se dirigio rapidamente por el pasillo. El la siguio y cuando yo me levante a acompanarles me empujo otra vez al sillon y me dijo en tono autoritario:

-Mejor quedate aqui sentado

Me quede inmovil cuando escuche la risa divertida de Ana

-¿Que haces aqui dentro?- pregunto entre carcajadas

Me levante de mi sitio y me acerque sigilosamente. Habian dejado la puerta entreabierta y veia con claridad todo lo q estaba ocurriendo dentro.

-Quiero ver como te queda-repuso Jorge tranquilamente.

-Ahora en serio, venga, dejame cambiarme-dijo aun riendo

-Dijiste q harias lo que fuera por compensarme lo del pantalon, ¿no?

-Si, bueno, pero....

-Ven, acercate-dijo con un tono que aunque autoritario tambien tenia un toque paternalista. Ana se acerco timidamente y cuando estuve en frente suyo Jorge se agacho y le desabrocho la falda, que cayo deslizandose por las largas piernas de mi novia. Le quito el tanga de las manos a Ana y la cogio de un tobillo.

-Levanta el pie-le ordeno Jorge. Ella al ver q su sexo estaba depilado y a la vista del hombre que estaba enfrente suyo, su primera reaccion fue taparse.

-Te tuve que depilar para curarte la herida-explico Jorge leyendola los pensamientos.

Ell, como si esa explicaion le valiese levanto un pie y luego otro hasta que el tanga rodeo sus tobillos y Jorge empezo a subir la prenda hasta lo mas alto. Cuando llegaron a la altura de medio culo la ascension del tanga se detuvo.

-Creo que el tagna me queda pequeno-dijo Ana timidamente

-Tonterias.- y empezo a tirar hacia arriba con el tanga. Cuanto mas tiraba Jorge mas se introducia el hilo en la raja de Ana, lo que hacia que apretase los labios y lanzase pquenos gemidos. Al final Jorge consiguio subirle el tanga del todo y el hilo se hundia muy adentro de su sexo. Estuvo observando a Ana un buen rato mientras esta permanecia inmovil debido al miedo que sentia al tener tal presion entre sus labios vaginales. Acerco el dedo y toco su cono, retirando el dedo mojado.

-Uhm...... vaya, puede que te quede algo ajustado.- empezo a bajarle el tanga

-Te lo dije- dijo Ana aliviada por quitarse ese tanga.-Bueno parece que no me va asi que me voy ya con Jose a casa a ponerme unas braguitas

-Espera. No te muevas de aqui.-dijo sonriendo- Te prometi que te irias de aqui con unas bragas y asi sera.

Ella sonreia divertida por la actitud infantil de Jorge. Aunque hace unos momentos lo habia pasado mal ahora parecia perfectamente repuesta. Vi que Jorge se dirigia a donde estaba yo y sali pitando al sofa. Cogio la cajita de las bragas y rebusco en su interior. Saco un tanga mucho mas normal que el anterior negro y dejo el negro sobre la mesa.

-Parece que a tu novia no le ha gustado el color-dijo entre carcajadas.

-¿Va todo bien?-pregunte

-Si, claro, De hecho ira mejor si sales a comprar algo de tabaco.-me dijo tirandome las llaves.-Yo me vuelvo con tu novia

Con el tanga naranja en la mano se fue a la habitacion, cerrando la puerta esta vez. Aunque estaba algo mosqueado por la escena que acababa de presenciar, pense que tal vez la actitud de Jorge se debia a que deseaba mucho que a Ana le valiese el tanga negro que le habia regalado. Cogi las llaves y sali de la casa hacia el bar para comprar tabaco. Ataje por un callejon cuando escuche la voz de Ana. La ventana de la habitacion daba justo al callejon y desde alli podia escuchar y ver todo lo que ocurria.

-Vaya, que tela mas rara-dijo subiendose el tanga. El que fuera ella misma quien se las ponia me tranquilizo. Me di la vuelta e iba a ir a por el tabaco cuando escuche e Jorge

-Es porque es un tanga comestible-explico

-¿¡Que!?-exclamo incredula

Jorge se acerco por detras y agachandose puso su cara a la altura del trasero de Ana.

-Y te lo pienso comer ahora mismo-dijo besandole el culo a Ana.

-Oye no, para por favor-logro articular Ana-Me habia hecho una idea diferente de ti. No lo estropees.

-Solo sera un momento. Ademas me debes una por lo de mis pantalones.- dijo mordisqueando en la zona superior del culo que cubria el tanga. Ana solto un pequeno chillido y cuando Jorge aparto la boca esa parte del tanga habia desaparecido.-Perdona si te he mordido. Tienes un culo tan suave que mi boca me desobedece.

-E...esta bien. Solo por esta vez-dijo Ana compungida- Pero prometeme que no volveras a intentar aprovecharte de mi.

-¿Aprovecharme de ti? Yo solo estoy cobrando mi deuda de compensacion- contesto a la vez que engullia lo que quedaba de tanga por detras.

-Da igual lo que digas. Prometemelo-insistio Ana

Jorge ignoro a Ana y paso su lengua por tods la raja del culo para limpiar los posibles restos. Ana, que estaba de pie inmovil se dio la vuelta para apartar esa lengua de su culo. Aprovechando el giro de Ana, Jorge la agarro del culo y atrajo su sexo hacia su cara.

-Jorge, prometemelo.- pidio Ana

Jorge siguio ignorandola y metiendo su cara en la entrepierna de mi chica empezo a mordisquear la tela comestible. Ana trato de apartarle empujando su cabeza con las manos pero el hundio la cara aun mas, lo que hizo que Ana echase la cabeza hacia atras y dejase escapar un gemido.

-Jorge-le llamo con voz entrecortada-¡Jorge!-consiguio gritar.

-¿Que quieres?-dijo con las narices metidas todavia en la vagina de Ana,

-Prometemelo-exigio mi novia con dificultad

-Lo que tu quieras- y volvio a su faena, mordisqueando la minuscula franja de tela que quedaba. Cuando hubo terminado mi novia tenia la frente llena de sudor y varias gotas se deslizaban por su cuello para perderse en su top. Ana retrocedio un paso,

-¿Has terminado por fin?-pregunto Ana esperanzada

-Si. Solo tengo que limpiarte un poco y ya habremos terminado.- y la atrajo hacia si otra vez. Separo un poco los muslos con la mano y comenzo a lamer los labios vaginales de mi novia con cuidado Ana se tapaba la boca con una mano y con la otra agarraba los pelos de Jorge en un vano intento por sacarle de su intimidad. Al cabo de unos minutos mi novia empezo a tener una especie de espasmos y Jorge abrio toda su boca tapando su cono. Unas lagrimas cayeron de los ojitos de Ana y mi amigo se levanto y trato de calmarla.

-Eh vamos. Que tampoco ha sido para tanto, ¿verdad?-dijo limpiandole una lagrima- Voy a darte un regalito de verdad. Veras como te gusta.

Desaparecio por la puerta y reaparecio enseguida con unas bragas muy finas, pero que no llegaban a ser un tanga. Eran de color blanco y tenian estamapados en los bordes.

-Mira.¿Te gustan? Ni es tanga, ni es comestible ni nada.-dijo con una sonrisa de oreja a oreja

De repente la expresion de Ana cambio. Las bragas que Jorge sostenia en la mano eran de una marca de lenceria carisima y el diseno de la prenda le gustaba muchisimo.

-Oh, son preciosas-exclamo- ¿De verdad son para mi?

-Pues claro. Sientate en la cama y levanta las piernas

Ana le miro acusadora

-Jorge, lo has prometido- advirtio

-Vale, de acuerdo- dijo conciliador- Por cierto, te he metido el tanga negro en el bolso.

-Pero si no me caben.Es varias tallas menor que la que yo uso-protesto Ana

Haciendo caso omiso de sus palabras le dio las bragas en mano y salio de la habitacion. En ese momento me acorde de que debia comprar tabaco y fui corriendo hasta el bar. Tras comprar un paquete de Marlboro volvi corriendo a la casa de Jorge y entre en el salon. Ana estaba sentada en el sillon de antes, con la mirada baja evitando la de Jorge que la observaba de pie.

-Si que has tardado- me regano Jorge en broma

-Es que….. me encontre con un amigo cuando iba a comprar tabaco.-menti.

-No importa. Ana y yo hemos estado haciendo las paces, ¿verdad Ana?

Ana se sonrojo y levantandose se dirigio hacia la puerta

-Jose, carino, llevame a casa. Se me ha hecho muy tarde

Jorge solto una carcajada

-Me lo he pasado muy bien. Cuando quieras puedes volver por aqui y te regalare algo mas-dijo riendo

-Si…..esto……gracias por el regalo-dijo algo cortada-Ya…ya nos veremos

Jorge me dio una palmada en la espalda y me dijo que tenia una novia muy simppatica. Se quedo en la puerta observando como nos marchabamos, en especial el culo de mi novia que debido a que estaba andando muy deprisa se le levantaba la falda lo suficiente para verla el cachete. Ese detalle tampoco paso inadvertido para los hombres que se fijaron en ella cuando ibamos por la calle en direccion al coche. La lleve hasta su casa y le pregunte si queria salir esta noche. Me dijo que se encontraba muy cansada y que preferia quedarse a dormir en casa. Le propuse que fueramos a mi casa a ver una pelicula tranquilamente pero ella me dijo que no. Al ver mi cara de decepcion me prometio que manana despues de comer se presentaria en mi casa para ver la peli que yo quisiera. Satisfecho con la promesa, nos dimos un beso carinoso y me fui a casa a dormir.

Llegue a mi casa y me puse a rebuscar las peliculas que tenia para elegir una para el dia siguiente. Entonces me di cuenta de que todo este tiempo habia tenido una enorme ereccion pero habia estado tan aturdido que ni me di cuenta. Ignore el hecho y elegi una peli que me habian dejado hace poco y aun no la habia visto. Era una pelicula infantil de dibujos animados, del estilo al que le gustaban a Ana. Me acoste pensando que al dia siguiente pasaria una velada tranquila con mi novia pero de tranquila no iba a tener nada.