Mi novia con una pareja
Tras un tiempo pensándolo, Anni decide probar con una pareja mientras yo escucho en la habitación de al lado.
Aprovecho para dar las gracias a todos los e-mails que nos habéis mandado. Nos han gustado mucho vuestras ideas, vuestros ánimos y todos los comentarios. Nos ha sorprendido un montón encontrar a gente tan educada, abierta y simpática, así que deciros que todo lo que nos mandéis va directo a un correo especial para esta cuenta, aunque en algunas épocas no tengamos mucho tiempo siempre los leemos o mi pareja o yo y disfrutamos mucho con los más originales y halagadores =3.
Por cierto, somos de Madrid y nos descartamos ni chicos ni chicas para nuestras aventurillas. Si tenéis algo que ofrecer no os cortéis, nunca se sabe^^
Tras probar algunas cosas con chicos, me dio por intentar convencer a Anni de que intentáramos algo con alguna chica. La verdad es que al principio me daba más largas que otras cosas, pero tras unos cuantos vídeos bien seleccionados, un poco de sexo salvaje y hablarlo después de varios orgasmos, decidió que quizás lo intentaría. La verdad es que yo soy bastante más “flexible” y, digamos, todo me vale. Por eso prefiero que sea ella la que se presente, conozca, envíe mensajes, fotos… Yo siempre dudaría de dónde está el límite y cuándo me estoy pasando, pero eso a ella no le pasa dado que yo no conozco esos términos y como que miedo no va a tener.
La cosa es que al principio ella tenía (tiene) la fantasía de que una mujer mayor con unos exuberantes pechos la dominase, pero eso no sólo es más difícil de encontrar si no que para una primeriza puede “asustar” un poco. En fin, estábamos hablando por Skype mientras ella buscaba cuando encontró varios anuncios de interés (Normalmente suele jugar a decirme sólo los que a ella le interesan, así me pica un poco). De los muchos que encontró, uno era de tres chicos que hacían Gangbangs gratis a una muchacha con la única condición de que hubiera buen rollo. Aún estoy intentando convencerla de que acepte, de momento les ha pedido a los chicos muy amablemente que le gustaría probar en algún momento si tienen algo de paciencia. Igual en unas semanas tenemos un relato interesante que contar. En fin, sigo. Encontró a una chica que, bueno, tenía más o menos la misma situación que Anni. El anuncio decía lo siguiente:
“Buenas! Soy una chica de 19 años que quiere probar un poco algo con una chica. No tengo ninguna experiencia, podemos hablar por Skype o whatsapp pero me gustaría tener una foto tuya antes. 19 años”
Por algún motivo dicha página siempre repite las edades, no comprendo muy bien por qué. En fin, yo de esta parte sé poco, pero por lo que me enteré se pusieron a hablar, a Anni le cayó en gracia más o menos la muchacha, intercambiaron fotos… Al parecer, la chica, a la que llamaremos Laura, tenía novio y no era necesario que él participase pero, bueno, si Anni quería desde luego la pareja no se iba a quejar. Lo que pasa es que Laura no tenía interés (supongo que su novio era más normal que yo) en que otro chico participara. Usando sus artimañas, Annie consiguió convencer a Laura y a su novio de que, si quedábamos, yo podría estar presente a cambio de acceder a dejar participar al novio de Laura. Yo no cabía en mí de gozo, iba a ser una experiencia morbosa y explosiva, ver a mi novia con otra pareja, comiéndole el coño a otra chica, lamiéndole el rabo a un desconocido mientras su novia me mira con deseo… Normalmente tengo un poco de “miedo” de asustar a Anni metiéndole prisa o dejándole claro que tengo muchas muchas ganas (Es un tema delicado aún). Sin embargo, dado que yo no iba a participar y el tema de los celos por tanto no parecía peligroso, me tiré un poco a la piscina y participé. Le ayudaba con las conversaciones, le hacía fotos sugerentes… Una de las fotos, de hecho, me pidió que la hiciera yo y que la mandara sin “pedir su opinión”. No se me olvidará que estuve durante media hora comiéndole el coño hasta que le caían las lágrimas porque quería que estuviera bien mojadita. Le metí el consolador por sus dos agujeritos, cambiando a placer, y dejándoselo bien rojo. Después, se puso a cuatro patas, se abrió ella misma el culo para dejarme usarlo a mi antojo y me la follé por detrás como sé que le encanta. Con mi polla metida en su culo, hice una foto y se la mandé a la chica diciendo que era nuestro secreto. Debió gustarle, porque a los 5 minutos tenía una foto haciéndole una mamada a su novio. Tengo que reconocer que tenía una polla muy decente. No me quejo de mi tamaño, pero tampoco tengo un cañón, así que me excita mucho encontrar pollas más grandes que la mía para satisfacer a mi pareja.
Decidí meterle un poco de prisa a Anni, así que le ofrecí dejarle mi casa dado que ese finde se quedaba vacía (Habíamos pensado en quedar con ellos, o que quedara ella, más adelante en un hotel, pero aprovechando un poco la situación…) Por desgracia el novio de Laura no había aceptado que yo estuviera presente, así que el resto de la historia os la tendrá que contar Anni como me la susurró a mí. Yo sólo pude escuchar desde la habitación de al lado (Soy un poco tramposo, pero bueno, es lo que toca)
Anni: Les dije a Laura y a Marcos (Su novio) que mi casa se quedaba vacía. Naturalmente, no les quise decir que en realidad era de mi novio. De todas formas, no creo que se enteraran, paso mucho tiempo allí y a todos los efectos es una segunda casa. Raúl y yo acordamos que él se quedaría en la habitación que está justo pared con pared con la suya, la de sus padres. Como es normal que la habitación de los padres esté “vetada” en cualquier casa, nos pareció la idea más segura. Así que el jueves les dije que vinieran a casa y que se quedaran a dormir, para tener tiempo de conocernos y que las cosas fueran bien. Yo les había visto en foto y la verdad es que el chico no estaba mal, pero Laura era la que me interesaba por el momento, había tenido chicos muy atractivos, pero nunca una mujer. Durante todo el viernes reconozco que estuve muy nerviosa en clase, me tuve que tocar en el baño y todo. Ahí he tenido también alguna aventurilla que ya os contaré.
Dios, no os imagináis lo mojada que estaba. Me pongo muy cachonda con facilidad, así que les mandé una foto diciéndoles que eso les esperaba esa misma noche. Como no me estaba igualmente enterando mucho, decidí salir un poco antes para poder prepararlo todo. Al llegar a casa de mi chico, sus padres ya se habían ido así que era toda nuestra. Aún quedaban tres horas para que Marcos y Laura hicieran su entrada; Me metí en la ducha y no pude evitar follarme, aunque sólo fue un poco, a mi novio (R: Por desgracia, decía que quería reservarse para Marcos… Eso me excitó mucho…) Al terminar, me dio un masaje con cremas mientras hablábamos de lo que esperábamos que iba a suceder, me resultó muy morboso que me pusiera guapa para otro chico, no dejaba de mojar los tangas que me ponía así que al final decidí no llevar ninguno. Preparamos el salón y lo acomodamos todo bien. Creo que Raúl incluso tenía una cámara escondida por algún lado, pero me preocupaba más bien poco.
Por fin, Laura y Marcos llegaron:
A: ¡Hola chicos! Un placer conoceros en persona, bienvenidos a mi humilde morada.
M: Hola preciosa, qué bien conocernos al fin.
L: Dios, tus tetas son mucho mejores en persona.-Tras decirme eso, se acercó alegremente, me tocó las tetas y me dio un pico. La verdad es que al principio flipé un poco, pero tanto descaro y tanta simpatía me ayudaron mucho a romper el hielo.
A: Jo…Hmmm… Gracias, jajajaja, la verdad es que estaba algo nerviosa pero ya veo que vosotros no.
L: Que no te engañe mi actitud, he bebido un par de chupitos antes de venir porque me muero de ganas pero soy muy tímida, he bebido un par de chupitos antes de venir porque me conozco y no quiero echarme para atrás, me muero de ganas de comerte el coño…- Me miró asustada
A: No no, sigue, si no vas a decir nada que yo no tenga en la cabeza…
M: ¿Por qué no nos sentamos tranquilamente y charlamos? ¿Tienes algo de beber?
A: Si, claro, pasad al salón, está al fondo. ¿Qué queréis beber?
L: Lo que sea preciosa, si es simplemente para pasar el rato
La verdad es que me gustaba su actitud, que me llamara preciosa, guapa, que me tuviera esas confianzas conmigo… Lo hacía todo mucho más sencillo y la verdad es que era muy guapa. Laura era Rubia, ojos verdes, ni delgada ni gordita, pero con un culo bien puesto. Sus tetas me recordaban a una de las actrices porno que le gustan a mi novio, pero no recuerdo el nombre. Tenía una cara muy dulce, pero si te fijabas veías un atisbo de picardía y maldad en ellos increíblemente excitante.
Marcos era grandote, un poco más alto que mi novio. No estaba gordo, pero se notaba que le faltaba algo de ejercicio. Sin embargo, era muy muy guapo, con unos labios carnosos, pelo corto, ojos increíblemente oscuros… La verdad es que entendía por qué uno había elegido al otro, Marcos también tenía esa mirada pícara, sólo que a él le acompañaba su cara de niño que ha hecho alguna travesura.
Estaba en la cocina cogiendo algo de beber, cuando apareció Marcos ofreciéndose a echarme una mano con los vasos de chupito. Están en la parte más alta de una de las estanterías, así que no llego. La verdad es que están ahí porque prácticamente nunca se usan, pero en ese momento me pareció una casualidad que jugaba con viento a mi favor. Me estiré sabiendo que no iba a llegar, sólo porque quería que Marcos echara un ojo debajo de mi falda. Ya sé que mi objetivo era Laura pero es lo que tiene que te encante el sexo… No sé si llegó a mirar, pero se acercó con paso firme, apoyó suavemente su mano sobre mi cintura y mientras notaba clarísimamente su paquete en mi culito sin ropa interior, cogió los vasos y fingió que nada había pasado con esa mirada de chico travieso. Madre mía, posé mis ojos en sus vaqueros y os aseguro que en ese momento supe que no me iba a ir triste a la cama.
Empezamos a charlar en el salón los tres. Experiencias pasadas, posturas favoritas en la cama, comentarios subidos de tono… Poco a poco la cosa se fue calentando cada vez más, y poco a poco Marcos asumía el papel dominante un poco porque a ambas nos iba a resultar más fácil hacer todo lo que queríamos hacer si alguien nos lo ordenaba, aunque parezca una tontería. Les ofrecí subir a la habitación; mi novio tiene una cama bastante grande así que nos sentamos los tres ahí a seguir con la juerga. La verdad es que no había bebido demasiado, pero si hacía alguna tontería quería poder achacarlo al día siguiente al alcohol… Laura se pegaba cada vez más a mí, hasta que llegó un momento en que tenía su mano constantemente acariciando mis piernas de arriba abajo. Cada vez más arriba y menos abajo. Marcos se había puesto detrás de mí, y seguía hablando como si su novia no estuviera a punto de notar que estaba empapada…
Cada vez que subía un poco más la mano ocultaba menos lo caliente que me estaba poniendo. Podía notar el aliento acelerado de Marcos a la espalda y la mirada de Laura mordiéndose el labio inferior me estaba derritiendo… Antes de que me pudiera dar cuenta, estaba con un dedo de Laura en mi coñito, y mi mano se había posado en el paquete de Marcos. Mientras él guiaba mi mano hacia su polla, Laura no dejaba de explorar mi cuerpo. Me metía un dedo y lo lamía, me comía las tetas con ganas… Tenía los pezones muy duros… Estaba deseando seguir, así que sin pensarlo mucho le saqué del vaquero la polla a Marcos y le supliqué a Laura que me enseñara las tetas con las que llevaba una semana soñando. Saber que mi novio estaba escuchando mis gemidos mientras le ponía otra vez los cuernos no hacía más que aumentar mi excitación y mis ganas de tener esas dos lenguas recorriendo mi cuerpo.
Cuando Laura se quitó el sujetador y la camiseta me tiré a comerle las tetas. Era una sensación extraña, no me considero bisexual, no creo poder enamorarme de una chica, pero en ese momento entendí por qué a los hombres les gustan tanto las tetas. Eran suaves y deliciosas, con un pezón pequeño pero muy duro; le pellizcaba un pezón mientras le lamía el otro, y algo tenía que estar haciendo bien porque empezaba a notarse la mancha en las braguitas de Laura. Yo, algo más indecente, no llevaba nada. Sentía a alguien masturbándome pero no estaba segura de quién era ni tenía mucha intención de saberlo, lo único que tenía claro es que no quería que pararan. Laura se puso de rodillas en el suelo, quitándome esas deliciosas tetas de la boca. Estaba a punto de quejarme, pero se lanzó directa a comerme el coño y Marcos me clavó su polla en la boca.
Marcos: Come, putita, que se nota que tienes hambre…
Laura: ¿A cuál de tus dos putitas te refieres, cariño?-Cómo me puso ese comentario…
Marcos empezó a reírse, pero se notó que el comentario le puso cachondo porque su polla creció aún más en mi garganta. No os imagináis la sensación que recorría mi espalda al tener una lengua en mi coño (y más sabiendo que era de una chica) y una polla bien gorda en la boca. No quería que terminara nunca.
A: Laura…Sigue…Por Dios…No pares… Estoy a punto de correrme…- Laura aceleró el ritmo y sin poder evitarlo, empecé a gritar que me corría. Marcos me interrumpió metiéndome la lengua hasta la garganta, aunque os puedo asegurar que tampoco me habría quejado ni aunque hubiera podido.
L: Ufff, qué bien sabe esto. Deberías probarlo, Marcos, es muy dulce. –Laura parecía contenta y no había previsiones de parar. No dejaba de chorrear, había manchado toda la cara de Laura.
M: Entonces te cambio el sitio.- De repente, me puse algo nerviosa. Nunca había comido un coño y quería hacerlo bien.
Me tumbé bien en la cama, y mientras Marcos empezaba a meterme la lengua, ya podía notar como un segundo orgasmo afloraba. No les había dicho que era multiorgásmica, pero no creo que se fueran a quejar. Laura se quitó las braguitas de encaje que llevaba y se acercó sensualmente a mí. Dándome un corto beso, puso su coño directamente en mi cara. Lo tenía completamente depilado y el olor era delicioso, así que hundí mi lengua sin pensármelo dos veces, provocando que Laura arqueara la espalda gimiendo como una perrita. Empezaba a entender por qué a mi novio le gustaba tirarse horas comiéndome mi chochito, dar tanto placer es una sensación increíble e indescriptible. Laura me cogía de la cabeza o de las tetas, alternando entre obligarme a llegar hasta el fondo de su chochito o jugar deliciosamente con mis pezones. Sabía que marcos no iba a tardar en querer también su recompensa, así que aproveché cada segundo del coño de Laura.
De repente, dejé de notar la lengua de Marcos y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. ¿Se follaría a Laura mientras le seguía lamiendo el chochito? ¿Me follaría a mí? ¿Aceptaría follarme por detrás? Ni siquiera estaba segura de qué es lo que más me apetecía, quería probarlo absolutamente todo. Tener la polla de Marcos dentro de mí con mi novio apenas a unos metros era algo que necesitaba cada vez más. Laura no me dejaba separar mis labios de su chochito para decir nada, pero por cómo me miraba creo que sabía perfectamente lo que quería…
L: Marquitos, parece que esta perrita necesita que se la follen de una vez, ¿quieres hacer los honores o la hacemos esperar?- Intenté decir algo pero Laura apretó mi cabeza contra su entrepierna con más fuerza. Parecía dulce e inocente pero era fuerte y bastante dominante. Y eso me excitaba muchísimo.
M: Creo que prefiero hacerla esperar, ¿por qué no hacéis un 69 mientras yo miro?
Jadeando, conseguí liberarme de las ansiosas manos de Laura…
A: Por favor, te lo ruego, Marcos, fóllame. Dame polla. Me portaré bien, pero necesito que me la claves.
L: Oh, así que no mentías, ¿eh? Eres toda una guarra. Qué orgulloso tiene que estar tu novio de ti cuando vas diciendo cosas como esa por tu sucia boca. Creo que le vamos a dar un mejor uso a tu lengua…
Se dio la vuelta, me puso su culito bien abierto a la altura de mis labios y se puso a comerme el coño. Dios, pero qué bien lo hacía, cómo podía ser que una lengua tan pequeña me diera tantísimo placer. Ni siquiera tuve ganas de pensármelo dos veces, me puse a lamerle el culito y el coño, sólo parando para gemir en alto lo mucho que me estaba gustando aquello.
Por lo poco que podía ver, Marcos estaba masturbándose mientras nos miraba. No penséis que no me gusta la polla de mi novio, pero aquella era la polla que tenía más cerca y creo que era algo más grande que la de mi chico. Eso no hacía más que ponerme aún más caliente, no podía dejar de pensar en las pajas que se iba a hacer luego Raúl cuando le susurrara al oído que era la polla de Marcos la que me había dejado así de excitada.
Le miré suplicante. Él ya sabía lo que yo quería, así que sonrió, se levantó y puso la punta de su enorme polla en la entrada de mi coñito.
A: Por…Lo que más quieras… Fóllame cabrón, fóllame… - Volvió a sonreír con maldad.- No le veo la gracia, capullo, necesito ese falo dentro de mí… Haré lo que me digas…
Laura no dejaba de comerme el coño, y la verdad es que entre eso y el rico olor que llegaba a mis fosas nasales desde su vagina, estaba teniendo muy difícil no estar completamente salida y necesitada.
Marcos metió un poco su polla dentro de mí, pero antes de que pudiera cantar victoria paró y la sacó. Pude oír la risa de Laura. Marcos volvió a acercar su rabo a mi entrada, dejándome a punto de caramelo. Laura pasaba su lengua de mi coño a su polla, jugaba con sus huevos, le obligaba a meterme un poco más, a parar, a cambiar de agujerito… Se puso a frotar mi clítoris con la polla de su novio y su lengua y estallé en un orgasmo increíble que Laura y Marcos corrieron a recoger con la lengua. Al principio correrme mucho me daba vergüenza, pero mi novio me quitó ese miedo y desde entonces me encanta intentar llenar la boca de quien me esté dando el orgasmo como recompensa. Y por la intensidad de sus lenguas en mi coño, les estaba gustando mucho mi orgasmo…
Cuando por fin dejé de gritar como una loca, Marcos se subió a la cama y se puso detrás de su novia. Mientras Laura empezaba a lamerme el culito y a meterme uno y dos dedos, Marcos le metía la polla muy poco a poco mientras yo lo veía todo en primera fila. El muy cabrón estaba disfrutando viendo cómo me mordía el labio deseando poder estar en el lugar de Laura. Dios, tenía sus huevos cargaditos de leche a la altura de mis ojos, veía cada centímetro de su enorme rabo penetrar poco a poco en el interior de la chica que me estaba preparando el culito. Acerqué mi lengua y lamí todo lo que pude. Sus huevos, su polla, el coño de Laura, las piernas… Cuando me veía más desesperada, Marcos era bueno y me clavaba su herramienta hasta que me entraban arcadas, esa era mi parte favorita.
A: Marcos, por favor, fóllame por donde quiera pero fóllame, no puedo más…- Vi como su sonrisa se ensanchaba mientras seguía con el mete-saca a Laura… Antes de que me diera cuenta su polla estaba creciendo aún más, y noté como se corría, como sus huevos se estaban vaciando para llenar el interior de Laura. Por un lado, quería que me hubiera follado, por otro sabía que ahora me iban a dejar que le limpiara todo a mi nueva amiga… Nada más sacar la polla del coño de Laura, no desperdicié ni una sola gota, lamí, chupé, mordí, tragué… Quería demostrar que mi novio me había enseñado bien, que no era una persona tímida ni aburrida en la cama.
Cuando terminé, fui consciente de que me iba a quedar sin follar por un rato, así que creo que estaba un poco cabizbaja. Laura debió darse cuenta porque se levantó, vino a por mí y se puso a besarme y lamerme el cuello mientras me susurraba, divertida, que no tenía por qué estar triste. Antes de siquiera poder mirarla interrogativamente, noté que volvía a tener la polla de Marcos en la entrada de mi coño. Por un segundo pensé que iba a volver a su desquiciante juego y mordí con fuerza los pechos de Laura. Al unísono, laura gemió de dolor y placer mientras Marco enterraba toda su extensión dentro de mí. Fue tan… Placentero. Como morder un delicioso bollo relleno de crema cuando te mueres de hambre. Sabía que me iba a gustar, sabía que era lo que necesitaba, pero ni por asomo podía imaginarme que era hasta ese punto. Sólo unos meses atrás era una chica inocente que nunca había visto una polla, y ahora estaba ansiosa porque la polla de prácticamente un desconocido me diera el placer que tanto ansiaba.
Saber que mi novio estaba escuchando todo desde el otro lado, probablemente con la polla fuera, no hacía más que animarme a gritar cuando no tenía la boca ocupada con las tetas o los labios de Laura. Jamás creí que pudiera ser tan morboso y excitante estar con una mujer, es una sensación dulce pero agresiva al mismo tiempo. Marcos no dejaba de follarme, cada vez más rápido y fuerte. Laura me besaba, mordía, me tocaba el clítoris, jugaba con mi culito, le lamía la polla a Marcos. Parecía que estaba completamente en su salsa, se estaba divirtiendo de lo lindo y desde luego yo no estaba sufriendo. Marcos dejó de penetrarme, y algo me decía que era porque quería cambiar de agujerito. Sin mucha paciencia, me hicieron darme la vuelta y ponerme a cuatro patas. Estaban los dos detrás de mí y podía sentir sus miradas lujuriosas devorarme entera.
M: Anni, preciosa, ábrete bien el culito que no podemos verlo bien.- Qué listo era…
Pero no estaba en posición de quejarme, tenía más ganas que él de sentir su polla dentro de mi culito. Por algún motivo desde la primera vez que me follaron por detrás me ha encantado. Al principio dolía, pero incluso entonces la zorrita dentro de mí ganaba la batalla y sentía más placer que dolor. Siempre estaba pidiendo más, más duro, más fuerte, más pollas…
Me la clavó de un golpe sin ninguna piedad. Laura le susurraba que se corriera, que me llenara el culo de leche, que me diera más fuerte. Marcos me tenía agarrada por las caderas, pero a veces, sin cortarse un pelo, me cogía las tetas con las manos y apretaba hasta que gritaba de dolor. No creo que le importara mucho lo que yo sintiera, estaba completamente concentrado en dejarme el culo tan rojo como le fuera posible. Y joder que si lo estaba consiguiendo, me ardía el cuerpo entero, pero por algún motivo no dejaba de pedirle que me diera más y más duro.
A: Por favor, Marcos…Fóllame… Rómpeme el culito, lléname de leche delante de tu novia, vamos, lo estás deseando…- Y explotó. Me clavó todo su miembro hasta lo más profundo de mis entrañas y empezó a descargar lo que parecía una cantidad imposible de leche. ¡Se acaba de correr por segunda vez! Pero tenía los huevos llenitos para mí…
En cuanto me sacó la polla, Laura fue corriendo a limpiar toda la leche de su chico. No paró de lamerme el culito (Y no me quejé) hasta que limpió hasta la última gota se rico semen. Justo al terminar, Laura me pidió que la acompañara al baño. ¿Qué querría?