Mi nombre es Nalani. capitulo 2

Segunda parte de mi anterior relato.

Abrí mis ojos tratando de enfocar la vista, pero la luz del dia y lo somnolienta que aún me encontraba me lo impedían. Me restregué los ojos y traté de levantarme de la cama. Gran error! Un dolor punzante me invadió provocandomé soltar un leve quejido. Diablos! Mi pequeño agujero anal me dolia horrores. De hecho no lo sentía tan pequeño ahora.

Intenté levantarme de la cama de nuevo y otra vez me invadió el mismo dolor. Miré hacía la cama y ví a mi hermano durmiendo placídamente y los recuerdos estallaron en mi cerebro. Traté de blockear mis pensamientos y convencerme de que no era verdad lo que estaba pensando. Casi llorando de dolor volví a moverme, esta vez logrando levantarme de la cama, no sin antes escapar un nuevo quejido de dolor.

Quise ponerme mi jean de mezclilla pero me fué imposible por el dolor. Tomé uno de los sucios shorts deportivos de mi hermano y me coloqué mi chaqueta encima y me dirigí hacía afuera de la casa, directo a donde se encontraba el baño. El frio ya empezaba a calar en los huesos, acentúando mas mi dolor.

Como pude llegué hasta el cubiculo que hacía de cuarto de baño, y traspasando la cortina que usabamos como puerta, bajé mi short y me senté en la taza.

Empezé a pujar, tratando de defecar y rayos! Un dolor aún más agudo y punzante que los anteriores me invadió de nuevo, haciendomé chillar y quejarme ahora si a todo pulmón. Volví a pujar y sentí como algo liquido escapaba de mi adolorido ano. Pujé de nuevo y otra oleada de dolor me obligó a detener mis esfuerzos por hacer mis necesidades. Que estaba pasando?

Temerosa, pasé mis dedos por mi espalda hasta llegar a enmedio de mis abiertas nalgas. Toqué mi ano y lo sentí abierto, adolorido. Destrozado.

Pasaba mis dedos por mi agujerito trasero cuando otro pequeño chorro de liquidos escapó por mi recto para caer en mis dedos. Nerviosa, temiendo de que iba encontrar, movi mi mano hacía adelante y miré mis sucios dedos. No estaban manchados de mis desechos fecales, pero si por una espesa mezcla de sangre y algo blancuzco, Semen?? Tenía semen en mis dedos?? Pero porqué? Como?

Cerré mis ojos, haciendo memoria y de repente todo llegó a mi mente, agolpandosé los recuerdos como si escenas de una pelicula se tratara.

Mi hermano mayor me había penetrado analmente la noche anterior!

Recuerdos de la noche anterior”

Sentí como sus dedos embarraban algo pegajoso en mi colita, y no tuve que pensar mucho para saber que era saliva. Mi hermano Richi estaba decidido a meterme su miembro por mi trasero, y yo no sabía si detenerlo o dejarlo hacer. Despues de todo había visitas en casa y se armaría un escandalo. Pero tampoco debía permitirle hacerlo. Era mi hermano, por Dios!

Mis pensamientos se vieron interrumpidos por un dolor, ligero pero creciendo, al sentir como mi pequeño agujerito de atrás se abría para dar paso a lo que yo sentía como un enorme palo de fierro caliente que trataba de forzar su entrada en mí.

-”No, no. Por favor, no. Richi....no por favor” -murmuré tratando de desanimar a mi hermano en su tarea, pero al mismo tiempo trtando de hacer el menor ruido posible.

-”No pasa nada, Solo aguantaté poquito” -respondió él, forzando más su erecto miembro en mi pequeña entrada.

Trataba de detenerlo con mi mano y moviendomé hacía adelante para evitar la penetración. Pero Richo me detuvo poniendo su mano en mi vientre e impidiendomé escapar de su ataque.

-”Richi! No, por Dios, no! Soy tu hermana, no me puedes hacer esto” -dije un poco mas fuerte y arrepintiendomé de mi súbito aumento de volúmen en mi voz. No quería que mis padres ni sus amigos me escucharan.

_”Solo aguanta poquito, y veras que te va a gustar” -dijo Richi en voz baja en mi oido, y pude percibir su aliento aún alcoholizado.

No hubo mas palabras. Richi empezó a presionar su duro miembro en mi colita, y la maldita saliva le facilitaba las cosas. Tomé la almohada y poniendola entre mis labios, la mordí, tratando de esa manera soportar el dolor que ya empezaba a martirizarme. Sabía que esto no estaba bien, pero no queria hacer un escandalo y que las cosas se pusieran mas mal de lo que ya estaban. Mordi con fuerza la almohada, casi destrozandola con mis dientes, mientras Richi, mi propio hermano, penetraba lentamente mi ano con su pene. Un par de lagrimas empezaron a rodar por mis mejillas, mientras de forma tonta agradecía a Dios que Richi hubiera decidido estrenarme analmente en vez de robarme mi virginidad delantera. Eso si hubiera sido peor.

Sentí como si me estubieran metiendo un fierro hirviendo por mi recto. Dolia, y dolia horrores. Era una sensación extraña. Como si estubiera defecando pero hacía adentro. Sentía mi ano abrirse como nunca se había abierto antes, y como si una serpiente de carne invadia mis interiores. Las ganas de defecar no se hicieron esperar y sabía que lo iba a hacer en cualquier momento. La presión de su pene en mi colita era demasiada y mis intestinos no la iban a aguantar.

Solté la almohada y voltié mi cabeza para encarar a mi hermano y decirle que se detuviera, lo cual Richi aprovechó para besarme en la boca! Mi hermano estaba besandomé! Moví mi cabeza de nuevo hacía enfrente para evitar que siguiera besandomé, lo cual Richo aprovechó para tomarme por mis pequeñas caderas y embestirme fuertemente con su duro miembro!

-”Aughhhmmmmm!! -traté de ahogar mi grito mordiendo la almohada. Sentí como su dura barra de carne entraba hasta el fondo de mi recto. Yo la sentía llegarme hasta el estomago, lo cual era imposible, Pero esa era la sensación que me hacía sentir.

Richi siguió empujando mas adentro su miembro mientras yo dejaba escapar mi llanto a causa del dolor. Destrozé la almohada con mis dientes al tiempo que sentía algo viscoso en mi trasero. Rogué que fuera sangre y no mis desechos fecales los que estubiera sintiendo. Era tonto el preocuparme por no ensuciarme de desechos mas que preocuparme por estar perdiendo mi virginidad anal y nada menos que por mi propio hermano.

Richi empezó un mete y saca de su miembro en mi reventado orificio trasero. Yo trataba de aguantar sus embates sin gritar, mordiendo lo que quedaba de almohada. Teniamos quizas unos 5 minutos así, pero yo los sentía una eternidad.

Poco a poco empezé a....gemir? Fué un gémido lo que escapó de mi boca? Y lo que sentía ahora todavia era dolor, pero un dolor diferente. Que me estaba pasando? Mis amigas me habían platicado de lo doloroso que es cuando practicaban sexo anal, pero que luego era tanto el placer que no querian que se las sacaran. Acaso esto me estaba pasando? No sé. Solo sé que si bien aún sentía dolor, tambien empezaba a sentir otra sensación diferente. Empezaba a sentir...rico?

Era extraño como pude ahogar mis gritos con la almohada a pesar del tremendo dolor. Pero las ganas de gemír me estaban costando mucho más poder aguantarlas.

Continua en mi proximo relato.

Muchas gracias a todos los que se comunicaron conmigo via correo. Deveras agradezco mucho sus comentarios y consejos. Estoy tratando de contestar a todos y cada uno de los correos. Gracias por el interes en mi y mis escritos. Espero haya valido la pena esperar por mi siguiente relato y prometo no tardar tanto en subir la tercera y ultima parte de esto. Gracias a todos.