Mi nombre es Nalani - capitulo 1
Recibimos visitas inesperadas en casa y me veo forzada a dormir con mi hermano borracho, pero las cosas se salen de control. Primera parte de un relato de una noche incestuosa entre hermanos.
Hola a todos. Les comparto el primér relato de mis anécdotas. Espero les guste y me sigan leyendo. También espero sus críticas buenas y malas.
Empiezo como empiezan la mayoría de estos relatos, presentandome y contando algo de mi entorno para que se den una ídea de quién escribe estas lineas.
Mi nombre es Nalani, soy una chica de tez clara, con facciones aniñadas acordes a mi corta edad que por ahora no diré para evitar censuras. Mis ojos son café apiñonados, labios pequeños y una cabellera de color castaño muy claro, que en veces me dá la apariencia de ser rubia. Mi cuerpo es menudito, pequeño, con pechos, caderas y trasero que se rehúsan a crecer y a pesar de ya estar trabajando en una empresa de la ciudad, mi apariencia me tiene en una perpetúa imagen de niña de secundaria. Aunado a eso padezco de miopía y uso unos lentes de fondo de botella que me hacen parecer nerd.
De mi forma de ser, pues soy muy amiguera, risueña y muy tranquila. De hecho me encanta muchisimo leer. Como dije, mi aspecto de niña nerd concuerda con mi forma de ser estudiosa y si no fuera porque tuve que dejar la escuela para aportar economicamente en la casa, mi situación sería muy diferente.
Hablando de mi ubicación, vivo en una ciudad fronteriza entre México y Estados Unidos, pegada al borde de la nación americana. Una colonia marginal afueras de la ciudad. Para ser sincera, donde vivo es horrible. Calles sin pavimentar, llenas de arena que se mete a las casas por cualquier rendija. No hay servicio de drenaje, así que hasta para bañarse hay que juntar agua y ponerla a calentar. Que por cierto nos bañamos afuera de la casa, en el patio, en un pequeño cubiculo de block y cubierto solo por una cortina donde tengo que cuidarme de los molestos mirones vecinos que buscan espiarme cada vez que me doy una ducha. Sin contar las pandillas de vagos que acosan a toda chica que tiene la mala fortuna de toparlos en su camino. Es una vida difícil, dura, y que tiene mucho que ver con las cosas que aquí les iré contando. Y al vivir pegada al muro fronterizo, hace mas duro ver el contraste de mi vida y la de los vecinos del norte. Está de más decir que es una vida que ya me tiene harta y que sueño con dejar algún día.
Pero bueno, lo que estoy por relatar sucedió en estos dias pasados festivos. Navidad, para ser exactos. Mi familia se conforma por mi padre Ricardo y mi madre Patricia, mis dos hermanos hombres, y yo. Mi hermano mayor Ricardo, pero lo llamamos Richi para diferenciar de mi papá, cuenta con 21 años de edad y con quien llevo una linda relación y es quien me protege de los vagos de la colonia. Y Gustavo, o Gus, es mi hermano menor. Yo soy la que queda enmedio de los dos en cuestion de edades.
Como dije, mi hogar se ubica a las orillas de la ciudad, y es una casa de mediano tamaño, con paredes de block, sin ningún tipo de insolación, donde el calor es tremendo y el frío es aún peor. La casa cuenta con tres recamaras. La de mis padres, que es la unica que tiene puerta de madera. Mi recamara y la otra que comparten mis hermanos solo tenemos una cortina que hace las veces de puerta.
Y bien, sucedió que en esta pasada navidad tuvimos la visita de Don Manuel, amigo de años de mi padre, y que venia acompañado de su esposa provenientes de Estados Unidos. Un matrimonio de cuarentones igual que mis padres, que inmediatamente me ganaron por su forma de ser agradable y sencilla, y que a pesar de lo humilde de nuestra vivienda y todas sus limitaciones, no dudaron en quedarse un par de dias aquí a petición de mis padres. El primer dia fué divertido, con mis padres y sus amigos en conversaciones amenas y con bastante comida y cerveza que todos devoramos. Una navidad diferente a las que estamos acostumbrados y la verdad estaba yo muy feliz. A excepción de mi hermanito y yo, los demás bebieron bastante cerveza y ya para horas de la noche se encontraban demasiado briagos para seguir despiertos.
Se decidió que los amigos de mis padres dormirián en mi recamara. Mi hermano Gus dormiría con mis padres y yo compartiría cama con mi hermano mayor en su cuarto. No sé si fué la mejor de las decisiones, pero teniamos que compartir su cuarto y cama para evitar sentir mas frio.
Richi nomas entró a su cuarto y se quitó su camisa, dejando ver su delgado y atlético cuerpo. Se cuidaba haciendo ejercicio en un modesto gimnasio de la colonia. Mi hermano es bien parecido, y de los pocos hombres jovenes de la colonia que valían la pena. Por lo mismo le sobraban chicas que querian salir con el, ya sea para relación seria o solo pasar el rato. El mismo me contaba sus aventuras. Así era el tipo de relación que llevabamos, pareciamos mas amigos que hermanos, a pesar de la diferencia de sexo y edades.
-”Mira mi six pack” me dijo Richi mientras me presumía su bien formado estomago marcado por las horas de abdominales que hacia en el gym.
-”Presumido” atiné a decirle con tono de burla, como siempre lo hacia.
-”Porqué crees que la Brenda está endiosada conmigo? Ella sabe que otro cabrón como yo no se lo encuentra tan facíl” respondió Richi, con tono de voz que denotaba que se le habian pasado las cervezas. Brenda era su novia. A lo menos la que hacia el papel de su novia por ahora.
-”Un dia se va cansar de tan presumido que eres y te va a dejar por uno mas feo!” le dije divertida para lastimarle su orgullo.
-”Naaa, eso jamás pasará. No nada mas es la cara y el cuerpo, tengo algo aquí enmedio con lo que ya no puede vivir sin eso” dijo Richi pasandose una mano por su entrepierna. Si bien hablar de sexo no era tabú entre nosotros, su estado semi ebrio lo hacia ser mas insolente de lo que a veces podía llegar a ser.
-”Eres un corriente y grosero, Richi. Diablos!” solo atiné a contestarle mientras buscaba algo de ropa que ponerme para dormir.
-”Que sucede?” preguntó Richi mientras se despojaba de el pantalón quedando solo en truza y acostandosé en la cama.
-”No traje nada que ponerme para dormir, y me da pena entrar a mi cuarto a buscar algo y molestar a los amigos de papá” le dije.
-”Pues no te pongas nada, total estamos en confianza” dijo Richi mirandome de forma extraña.
-”Claro que no, no seas tonto! No me puedo acostar así” respondí mas divertida que molesta.
-”Porqué no? Somos hermanos” contestó Richi mientras hacía ademán con sus manos de que me uniera a él en la cama.
-”Pues precisamente por eso es que no puedo! Porque somos hermanos! Mejor ya callate, creo estas borracho Richi. Tomaré prestada tu camiseta, aunque huele a sudor. Que asco!” le respondí mientras llevaba a mi nariz una de sus playeras para cerciorarme que no estaba tan sucia.
Acomodé la camiseta de Richi en una silla, mientras desabotonaba mi jean de mezclilla, bajo la mirada atenta de mi hermano. Me quedé mirandole como esperando a que se volteara a otro lado, lo cual Richi ni siquiera intentó hacerlo. Le hacía señas con mis manos indicandole que cerrara los ojos o mirara en otra dirección, pero sin decirle ni una palabra. Despues de todo no quería que nuestros invitados, ni nadie más escuchara nuestra conversación.
-”Andale, apurate ya para que apagues la luz porque ya quiero dormir” me apuró Richi sin dejar de mirarme. Sabía yo que mi hermano estaba algo ebrio así que era imposible razonar con el, por lo que decidí desvestirme rápido y terminar con esto.
Me saqué mis zapatos ayudandome con mis pies, primero uno y luego el otro y aventandolos hacía la pared. Luego me quité la chamarra que traía puesta, ya que la noche estaba fría, para luego pasar por mi cabeza mi playera quedandome solo en mi corpiño negro enfrente de Richi. De reojo ví a mi hermano no perder detalle de mis movimientos y fué cuando sentí algo en mi entrepierna. Que era eso? Un pequeño cosquilleo que obviamente yo conocía, pero me lo provocaba el saberme siendo vista por mi propio hermano? Aparté ese pensamiento de mi mente y rapido me puse la camiseta de Richi por encima, para luego meter mis manos por debajo y quitarme el corpiño sin exponer mis desnudos pechos a la mirada de mi ebrio hermano mirón. Tarde me dí cuenta que había escogido una camiseta no lo suficiente larga y que no llegaba mas allá de mi cintura.
Procedí entonces a bajar mi pantalon de mezclilla, que por lo apretado que lo usaba no pude evitar que se me bajara tambien mi pantaleta, exponiendo mis pequeñas nalguitas a la mirada de Richie. Traté desesperada de subir mi calzón, pero para mi mala suerte quedó enrollado en el pantalón, lo cual me dificultaba poder subirlo. Entre más trataba de subirlo, mas batallaba, mientras mi hermano no perdía detalle de mi cuerpo y mis movimientos. Giré mi cuerpo para poder desenrollar mi pantaleta, pero al hacerlo me coloqué de frente a mi hermano, regalandole una vista total de mi expuesta vagina. No pude evitar voltear mi mirada hacía mi Richi, para descubrir con pánico como me miraba con ojos desorbitados y aún peor, acariciando su miembro por encima de su truza. Me quedé helada. No podía moverme. El pene de Richi se miraba si bien no totalmente erecto, si le marcaba un tremendo bulto luchando por salir de la prisión que era la ahora apretada truza de mi hermano. No pude evitarlo, sentí como como se me humedecía mi vagina, llenandosé de jugos ante la vista de ese semi erecto pene.
-'Nalani! No mames, hace cuanto no te rasuras la panocha? Tienes una selva de pelos enmedio de tus piernas!” dijo Richi haciendo burla de mi vagina sin depilar. A mi edad no pensé que fuera necesarío cortar los vellos de mi entrepierna y la llevaba como dijera mi hermano, tal si fuera una selva peluda.
Me apresuraba a subir mi pantaleta, al tiempo que gesticulaba la palabra 'Callate', para hacerle saber que lo podian escuchar. Como pude me subí mi ropa interior, termine de quitarme los jeans y apagando la luz, me acosté en la cama tratando de alejarme lo mas posible de mi hermano. Me sentía turbada, nerviosa. No tanto por las palabras y acciones de mi hermano, si no mas que nada por mi misma. Aún sentía mi entrepierna llena de flujos vaginales producto de la excitación que me provocó sentirme vista por mi hermano mayor.
Para mi sorpresa (o decepción?), Richi se quedó profundamente dormido en cuanto me acomodé en la cama. Podía escuchar sus ronquidos mientras yo misma trataba de coinciliar el sueño. Poco a poco la tormenta de turbios pensamientos en mi mente se fué apagando y al igual que mi hermano, caí en los brazos de Morfeó.
No sé cuanto tiempo pasó, ni que horas eran, pero me despertó el sentir como un par de manos me sostenian por la cintura y alguien me repegaba su cuerpo a mi trasero. Poco a poco fuí despertando y tomando conciencia de lo que pasaba. Mi hermano Richi estaba a mi lado en la cama embarrandome su miembro en mi trasero como si quisiera penetrarme por encima de mi calzon. Me empujaba fuertemente pero al mismo tiempo tratando de hacer el menor ruido posible. Comforme fui tomando más conciencia pude sentir que Richi se había quitado su truza y estaba completamente desnudo detrás de mí, punteandomé con su erecto miembro!
Fingí seguir dormida, al mismo tiempo que un ataque de pánico se apoderabá de mí. Era mi hermano, por Dios! A mi edad ya había tenido roces con algunos chicos, pero nada serio. Y aunque no niego que sentía la curiosidad de saber y hacer mas cosas, no era lo mismo imaginarlo con algún chico del barrio a estarlo casi haciendo con mi propio hermano mayor. Tenía que detenerlo! Pero porqué no lo hacía? Porque lo estaba dejando que me tocara y casi me penetrara con su miembro? Acaso me estaba gustando lo que sucedía entre mi hermano y yo?
Richi subió una de sus manos pasandola por debajo de mi cuerpo y alcanzó mi pecho izquierdo, para inmediatamente empezar a sobarlo y apretar mi pezón. Lo apretaba fuerte, lo jalaba como queriendolo arrancar. Sentí dolor pero me mordí los labios para no emitír ningún sonido.
Recibí alivio cuando soltó mi adolorido pezón, pero el gusto me duró poco. Deslizando su mano y colocando ambas en mi cintura, en un rapido movimiento bajó mi calzón lo mas que pudo, dejando expuesto mi trasero! Sin perder tiempo, Richi agarró su pene y lo puso en medio de la raya de mis nalgas, punteando con su cabeza el apretado agujerito de mi ano!
No soy una tonta ni tampoco santa. A pesar de ser virgen aún, sabía algunas cosas. No por experiencia propia, pero si por las charlas que tenía con mis amigas. Todas ellas me contaban sus experiencias sexuales con sus novios y sabía que muchas de ellas les permitían a sus parejas hacerles el amor por ese conducto trasero. A mi me parecía algo sucio y antinatural, y juré no permitir a nadie hacerme algo así. Me sorprendí a mi misma de estar pensando en mis amigas y sus pláticas en ese momento, en vez de detener a mi borracho hermano antes de que cometiera una estupidez.
Estaba por detenerlo cuando una de sus manos se colocó en mi entrepierna, hurgando en mi sexo. Habilmente encontró mi clítoris y empezó a jugar con el. No pasó ni un minuto cuando sentí un orgasmo provocandomé una oleada de plácer que me recorrió todo el cuerpo y me dejó en estado de paralisís total. Ya antes había sentido orgasmos, cuando en la intimidad de la ducha yo sola me tocaba mi cuerpo. Pero era la primera véz que me era provocado por un hombre (mi hermano!) y la sensación era totalmente diferente y mucho mas intensa. Sentí como mi vagina se humedeció completamnete de mis jugos, empapando a mis abundantes vellos y sus dedos intrusos que no dejaban de jugar con mi pequeño botoncito.
Como dije, quedé en estado de petrificación, y de no ser que estaba acostada en cama seguramente me hubiera caido al suelo por la falta de fuerza de mis piernas. Mientrás todo eso pasaba por mi cuerpo y mente, sentí de nuevo su erecto pene puntear la entrada de mi apretado ano, queriendo entrar.
Mi mente era una tormenta de pensamientos. Debía dejarlo que me penetrara por mi ano? Debía detenerlo? Es mi hermano, como podía yo estar permitiendo esto?? Para colmo, sus dedos hurgando en mi entrepierna me impedían pensar con claridad.
Decidí que lo dejaría hacer lo que deseara, total, era mil veces mejor dejarlo penetrarme por detrás que me lo hiciera vaginalmente y rompiera mi aún intacta virginidad. No estaba bien esto que estabamos haciendo, sobre todo porque era mi hermano quien estaba detrás de mi....pero rayos! Jamás había sentido un orgasmo tan rico como el de hace unos momentos y quería sentirlo de nuevo. Ya habrá tiempo para arrepentimientos mas adelante, lo que yo deseaba en esos momentos era sentir su pene entrar en mí. No me importaba si el conducto no era el correcto, moría por tenerlo dentro de mi colita.
Sentí como la punta de su pene se abría paso en mí, forzando mi apretado esfínter. No pude evitar lanzar un pequeño gémido. Mis amigas me habían comentado lo doloroso que es hacerlo de esa manera, pero no pensé que tanto así. Por instinto moví mi mano hacía atrás, deteniendolo para evitar que me penetrará mas profundo. Richi se detuvo por un instante, sorprendido supongo. Quizás pensaba que yo estaba dormida, o en su borrachera ni siquiera le importó. Pero mi mano deteniendoló era señal de que yo estaba mas que despierta.
Termina aquí la primera parte. Espero les haya gustado lo suficiente para subir la continuación y me apoyen con sus comentarios y valoraciones.