Mi noche soñada (Dedicado a Cristina hot)

Por fin conozco y disfruto de Cristina hot, mi autora favorita.

Este relato está dedicado a Cristina (la más hot de esta web)

Después de recibir su e-mail solo pensaba y me recreaba en el momento de poder disfrutar del cuerpo de Cristina, no la conocía, pero cada una de las palabras de sus relatos había inundado mi cuerpo de un morbo sin límites, mi polla retozaba en mi boxer anhelando clavarse en su coñito en pompa, justo en la postura con la que ella tanto disfrutaba...

Me decidí a enviarle un e-mail con las instrucciones para llegar a un local de góticos muy morboso y oscuro, la forma de reconocerla? Muy sencillo, un vestido blanco ella, un traje blanco yo. Un día concreto, un lugar concreto y una proposición muy indecente, follar con ella en el lugar que más vicio le diera de ese lugar, ibamos a comprobar si era lo suficientemente atrevida y liberal como demuestra en sus relatos...

Me preparé y me dirigí al local, estaba convencido que nuestro vicio nos uniría y esa misma noche su coño botaría sobre mi verga. El llegar al local pude ver la estampa habitual, muchas hembras con ropa muy ajustada y de negro, varios flipaos con cadenas hasta los pies, y yo dando el cante con mi traje blanco(nunca me ha gustado el blanco).

Pille una copa y la camarera con cara de vampira y labios de guarrona me miró con cara extrañada.

Yo atento a la situación, miraba en todas direcciones, buscando la fragancia de mi hembra, esa que tanto deseaba desde el momento que supe de la existencia de mi folladora alma gemela, podía imaginar la humedad en su tanguita, pensando en ser penetrada en cualquier momento...

Después de unos minutos me dirigí a los servicios, me estaba impacientando, pero algo me decía que no tardaría en aparecer, cuando me disponía a sacar mi herramienta, oí un ruido era la puerta del servicio, no le di más importancia, pero después noté como una mano me agarraba y frotaba el miembro, y una dulce voz me decía:

  • Tu niña mala está aquí hombre de blanco

Al girarme allí estaba ella con un impresionante vestido blanco, con los pechos muy marcados, unos pezones como botones duros se marcaban a través de la tela, unas piernas al descubierto por el ultra corto vestido...

Sin soltar mi polla se arrodilló y besó mi glande, ella sabe lo que me gusta, sabé lo que me vuelve loco, y si más comenzó a lamer mi verga, la chupaba con mucha experiencia, con pasión, con ganas, con deseo, entregando toda su boca y su lengua, justo como se tiene que chupar, si señor, esta viciosa sabía lo que hacía, a la vez masajeaba mis pelotas y las succionaba de vez en cuando, durante un buen rato disfruté de la mejor mamada de mi vida, su lengua no dejaba de acariciar el borde de mi capullo, meter la puntita de la lengua en la rajita de mi punta, eso me vuelve loco...

Cuando estaba a punto de correrme ella paró, quería controlar la situación y lo estaba haciendo perfectamente. Se levanto el vestido y se dio media vuelta, inclinándose hacia delante para que pudiera apreciar su precioso chochito, cuando vi los preciosos labios de su coñito, rapaditos, abultaditos como a mi me gustan, solo pude arrodillarme y no parar de lamerlos, el sabor de su coño y la fragancia de su piel provoco una dura erección, necesitaba meter mi lengua más y más dentro, chupaba y babeaba en su chochete, mientras acariciaba los cachetes de su culito, un culito que me pone a mil, esta tía me enciende!!!!

Metí mi lengua en su vagina chorreante, bebiendo ese néctar del deseo, mientras con mis dedos tocaba el clítoris, que estaba hinchado, lindo, pidiendo guerra y yo estaba dispuesto a dársela, me dirigí a el y pude notar con mi lengua que estaba muy abultado, jamás había saboreado un clítoris así de jugoso, Cristina se retorcía de placer, dando unos gemidos que podían escucharse fuera, pero no me importaba, solo quería darle placer a aquella divina hembra que había aparecido en mi camino.

Continuaba con mi lamida de coño, cuando necesité disfrutar de su culo de diosa, chupé mi pulgar y acaricie la entrada de su culito, el dedo entró bastante bien, ella dio un respingo, tal vez ya le habían perforado alguna vez el culo o tal vez no pero esa noche le iba a chorrear de placer, dirigí mi polla hacia su boca, ella sabía que tenía que lubricarla bien, sacó del bolso un bote de vaselina y la puso en sus labios, pensaba restregarla por mi polla con su propia boca!!!! esta tía me fascina!!!! Comenzó la lamida de polla, la chupaba como una posesa, como toda una profesional, y disfrutaba, eso se nota...

cuando la cubrió bien de vaselina, retiré el dedo de su ano, y pasé a la acción, quería dar caña a esta niñita que también se había portado. La metí un poco, pero su culo quería más, se notaba que era experta también en los placeres del sexo anal, su propio esfínter succionó mi polla hacia dentro, Cristina lanzó un grito de placer, que más tarde fue acompañado de uno tras otro, uno con cada metida. Agarraba sus dulces nalgas con cada empujón, entré en extasis total sabía que iba a correrme, pero quería hacerlo en su linda boquita, saqué mi polla de su dilatado agujero y la metí en su boca, el chorro de semen llenó su boca, seguía succionando hasta la última gota, ella fiel a su estilo lo mantuvo en su boca ¿Se lo tragó? Que responda ella misma.