Mi niño
La respiración agitada de mi niño la notaba en el cuello al mismo tiempo que unos sutiles labios me lo acariciaba, notando de vez en cuando su caliente lengua
Al principio me sentía fatal, me hacía sentir una pervertida. No sé porqué razón empecé a mirar a la entrepierna de mi propio hijo,sin quererlo cuando estaba junto a él, mi vista iba siempre hacia abajo, mirando su paquete abultado,aún no había cumplido casi los 18 años y se le notaba un buen bulto en la entrepierna. A mi hijo lo tuve muy pronto a los 21 años. Para mí era como un imán, tenía que esforzarme para poder apartar la vista de su bulto.
Me preguntaba en ocasiones como la tendría, si sería pequeña o grande o gorda, me la imaginaba de tantas formas como se puede ver un falo, me resultaba gracioso pensar en ello, era simple curiosidad nada más, o eso creía entonces. Hasta que un día sin darme cuenta mientras estaba follando con mi marido, empecé a pensar en él. Cerraba los ojos y mi mente volaba perdidamente, pensaba que era mi hijo el que me estaba poseyendo. Era su polla la que me estaba penetrando una y otra vez mientras gemía y jadeaba, era mi niño, no mi marido. Ese día tuve un orgasmo descomunal como no recordaba, mi marido me dijo: vaya cielo como estás esta noche, tengo que decir que disfrute muchísimo.
Una vez que terminé me sentí fatal, me costó dormir, por un lado había tenido unos orgasmos muy grandes y eso me hizo sentir un placer como hacía mucho tiempo que no tenía, pero a su vez esos orgasmos fueron pensando en nuestro hijo. ¿ Como puede ser que una madre quiera acostarse con su hijo, o disfrute pensando en ello solamente?. Es de lo más depravado que se le puede ocurrir a una mujer.
Aparté esa idea enfermiza de mi cabeza durante un tiempo, más que apartarla luchaba para que no entrase en ella, pero que difícil es cuando te produce tanto placer. Era como tener mi cabeza enfrentada y dividida en dos. Por una parte estaba la cabal,la que decía que lo normal es ser una madre y esposa que un hijo no es para tirárselo y apartar la idea de una vez. Por otro lado estaba la pervertida, la que pensaba en el disfrute sin más. La que volvía de nuevo a sentir cuando era una adolescente y solo quería sentir placer y tener una polla dentro de mi coño. Sin querer terminaba pensando en ello, sobre todo cuando follaba con mi marido y ahí ganaba ella, mi parte viciosa y pervertida, volvía de nuevo la joven que no le importaba hacerlo con su propio hermano,no podía evitarlo mi parte cerda,la que no tenía escrúpulos para nada mientras me diesen placer. Solo notaba éxtasis y un disfrute que no tenía de otra forma. Ahora que lo pienso puede ser que se deba buena parte a cuando era una criá, pero bueno eso es ya otra historia.
Empecé a visitar paginas porno, videos y relatos sobre todo de incestos, incluso en mi despacho,mojaba las bragas, poniéndome en la piel de la actriz y el que me follaba era mi hijo,otras veces recordaba a mi hermano cuando me desvirgó. Se que casi todas son mentiras las pelis y todo lo demás, pero yo las aceptaba como si fuesen ciertas y me ponía como una moto,también leyendo los relatos de incesto en el trabajo. Y las visitas al baño se fueron haciendo algo habitual en mi para aliviarme.
Quise cambiar las tornas y dejar de pensar en ello en esa depravación, creía que si cambiaba mi actitud sobre mi vida sexual, dejaría de pensar en eso tan horrendo, que lo mío era en parte insatisfacción,o quizás como dije ya venia de atrás. Empecé a hacer cosas que nunca había hecho,quería que mi marido me follase todos los días, siempre tenía ganas y me masturbaba siempre que podía,incluso cuando tenía la regla, me daba igual aún tenía más ganas.
Pedí un consolador por internet que fui a recoger a correos. Era de un tamaño considerable,lo probé varias veces antes de enseñárselo a mi marido,me lo metía hasta al fondo y le daba al máximo de velocidad para notar como ese aparato vibraba dentro de mi coño dándome placer, las pilas me duraban bien poco.
La primera vez quedé sorprendida de como me podía entrar semejante falo artificial dentro de mí, con lo tremendamente grande que era, poco a poco me lo iba metiendo y mi cuerpo me lo tragaba sin más,se perdía dentro de mí coño, pensaba que bien podía meterme dos pollas a la vez, uf eso tenia que ser una gozada, pensaba, ser follada por dos a la vez y que me reventaran el coño de placer y si se corriesen los dos al mismo tiempo dentro, sentir todo ese semen invadiéndome y escurriendoseme fuera del coño, uf eso tenía que se tremendo pensaba. Aunque tenía un vello púbico cortito y rubio me lo rasuré. Mi marido quedó encantado de ver mi raja al aire por completo cuando se lo enseñe, tienes un chocho precioso me dijo, me comió el coño como un loco ese mismo día.
Todo en mi fue un cambio, empecé a ponerme más sexy,ropa ajustada más corta y fui más guarra en el sexo y mi marido me entraba como un toro, tanto por detrás como por delante. Pero nada cambió al poco tiempo seguía pensando en mi hijo como amante, mi marido no me satisfacía por completo, vamos como a mi me gustaría que fuese. Soñaba muchas noches que mi niño me follaba como a una zorra y creo que llegué a tener algún orgasmo incluso dormida, era todo tan intenso que llevaba la mano a mi coño adormecida y estaba empapado por completo, entonces sin hacer ruido metía mis dedos y me masturbaba una o dos veces.
Diréis que es una tontería pero un día que salí por la noche con mi marido, iba con un vestidito rojo, ceñido y cortito, al verme mi hijo me dijo, caray mamá que guapa estas, solamente eso me dejó cachondisima, me izo sentir una mujer deseada. No pude evitarlo pero moje las bragas, tuve un calentón que me duró toda la noche.
Un fin de semana quedamos con unos amigos y antes de salir mi marido me dijo que me pusiera muy sexy y que fuese sin bragas,¿-estás tonto? Le dije sonriendo, me encantó eso, pero me hice de rogar y le dije que no, pero de una forma muy picara y él insistió e insistió. Llegamos al ascensor y me dijo: ¿las quitaste? Mientras metía la mano por debajo de mi vestido, noté sus dedos en mi coño ya húmedo,- joder cielo como estas, mi vida, gracias mi vida, me dijo mientras nos dábamos un morreo como dos adolescentes y sus dedos hurgaban en mi conejo, me fue metiendo mano todo el camino dentro del coche, mientas yo le acariciaba si miembro, en el parking antes de salir me agache y por unos segundos me la metí en la boca, pero no lo dejé correrse.
No quiero entrar en muchos destalles sobre todo esto y lo que hacíamos, solamente he querido mostraros algo de como estaba en ese momento, el morbo que teníamos los dos y todo por mi culpa, yo lo había puesto muy salido.
Yo seguía con mis fantasías sobre mi niño, y empecé poco a poco a jugar a seducirlo,solo quería jugar y ponerme cachonda nada más y ver como respondía. Lo tomé como un juego nada más, un juego que me ponía muy cachonda y me excitaba muchísimo, me acordé de mis tiempos pasados y de como lo hice con mi hermano y empecé hacer algo parecido.
Me arrimaba por detrás mientras estaba en el ordenador, me bajaba y me pegaba tanto que mis tetas se aplastaban contra él, mientras yo le acariciaba su pelo, otras veces arrimaba mi pubis contra su codo y empujaba, al principio me escapaba con el codo, pero poco a poco lo fue dejando. Y parecía que ya me esperaba con el codo encima del apoyabrazos y yo cada vez apretaba más y el hundía su codo en mi entrepierna apretando fuerte y él hacia lo mismo, mientras le hablaba de cualquier cosa, llegué a ir sin bragas para notar más el contacto ahí abajo.
Un día quedé sorprendida ,estaba subida a una silla arreglando los cachivaches de la cocina, llevaba una especie de bata,solamente un poco por encima de mis rodillas y al subir los brazos se me subía bastante, enseñándolo todo.
Por el rabillo del ojo me di cuenta que mi hijo estaba en la puerta viéndome, pude darme perfectamente cuenta que sus vista estaba clavada en mi culo y piernas,no me gusta presumir pero tengo un buen cuerpo, su mano estaba por debajo del chándal que tenía, no pude ver más detalles, pero estoy segura que se estaba tocando. Tenia casi todo en la encimera y me bajaba para limpiar y volver a subir de nuevo para colocarlo todo.
Sin pensarlo me giré hacia él, y el me dijo- ¿te ayudo maní,- si claro, cielo, le dije yo. Se colocó al lado cerca de mis piernas, mi hijo pensaba que no me daba cuenta pero cada vez que colocaba algo arriba el bajaba su cabeza para verme mejor por debajo.
No sabia si decirle algo, si bajarme o que hacer, opté por no hacer caso y dejar que mi niño me viese, tengo que decir que moje las bragas, porque me estaba gustando.
No se como explicar la excitación ni el morbo que todo ello me producía. Noté su mano como me tocaba la pierna con suavidad, yo no dije ni hice nada, hacia como si la cosa no fuese conmigo, y como si nada de eso estuviese pasando. Tampoco esperaba que fuese el que tomase la iniciativa y eso me sorprendió en un principio, siempre era yo la que hacia algo, la que jugaba con él, me ponía cachondisima para luego que me follase mi marido o masturbarme como una fiera con mi vibrador. Notaba como sus dedos subían por la parte interna de mis muslos, era la primera vez que me tocaba de esa manera, seguramente alentado de mi condescendencia, todo ello con una suavidad tremenda, llegó hasta mis bragas por debajo, cuando noté sus dedos tocarme arriba ya en el coño, no pude evitarlo y me bajé apresuradamente. El enseguida retiró la mano y ninguno dijo ni hizo nada, ni tan siguiera nos miramos, no se porqué me bajé tan precipitadamente, quizás tuve un momento de pudor en esos instantes, pero después mientras me masturbaba, me arrepentía de no haberlo dejado tocar un poco mi sexo para sentir sus dedos en él.
Cuando me metí en la ducha, me masturbé como una loca, estaba muy salida, tuve varios orgasmos sin parar. Ese día me dí cuenta que si quisiera podía tener sexo con mi hijo sin mas y ya no empezaba a verlo tan descabellado. Sobre lo que pensaba neutro hijo, no voy a decir si me sentía mal o bien, o si me gustaba la idea o la detestaba, pero yo lo había llevado a esa situación, porque al principio escapaba de ciertas situaciones comprometidas. Al principio de todo enseguida me veía venir,sabiendo de mis intenciones y trataba de alejarse, pero yo siempre insistía, o esperaba otro momento.
Salia de la ducha solo con una toalla al rededor y tan subida que se me miraba la raja y parte de mi culo, el al principio escapaba y giraba el cuello o la vista hacia otro lado, pero al cabo de un tiempo empezó a mirarme con descaro y su vista iba hacía abajo a mi sexo rasurado.
Un sábado de mañana, me duché y lo esperé,sabía aproximadamente la hora que iba a la ducha y cuando escuche sus pasos salí del baño completamente en pelotas, al principio se quedó parado, con los ojos abiertos como platos,- ah cielo, perdona no sabia que estuviese ahí,le sonreí, sin taparme ni apresurarme me dí la vuelta, enseñándole el revés de mi anatomía y me envolví en la toalla,le había enseñado mi cuerpo desnudo a mi hijo por primera vez.
Como dije, era la pelea que tenía en mi cabeza. Sabía que estaba mal, y que no era nada normal, pero por otro lado sentía como si algo me empujara hacer esa perversión con mi hijo, podía haber sido con otro hombre pero no, todo mi deseo era hacía mi hijo, volvía a caer de nuevo en las garras del incesto, al igual que con mi hermano, ¿porque tenía que ser siempre así, porqué me gustaba tanto todo eso? Pensaba yo. Si fuese más fuerte hubiese aguantado, pero como voy a decir eso, si desde un principio, yo andaba tan salida solo pensando en ello.
Durante unos días,mi hijo anduvo como esquivandome,no digo escapando de mí, pero parecía evitarme. Suizas fuese por vergüenza,no lo se. Yo sin embargo revivía una y otra vez todo aquello con con mi mano en mi sexo y la polla de su padre dentro de mí.
Un día fuimos los tres a la playa y al cabo de un rato me puse en topless. Allá atrás no lo hubiera hecho, pero ahora parecía otra, tengo unos pechos medianos tirando a grandes y aún los tengo duros y levantados. Cuando me vio las tetas quedó embobado y eso que ya me había visto en pelotas aunque fuese por unos instantes,yo miré para él y me sonreí muy picaramente. Cogí la crema solar y le dije – ven cielo que te voy a echar un poco por la espalda. No se si fortuito o no, pero se arrimó tanto a mí, que me pegó la espalda contra mis tetas,sentí un gran placer en ello .Le sujete los hombros y me apreté más contra él,- eh cariño separate un poquito para poderte echar la crema, le dije casi susurrando.
Una vez que se separo un poco le eche crema por toda la espalda acariciándolo de arriba abajo,notando su piel en mi mano. Para disimular la cosa dije a mi marido – ahora a ti cielo. Cuando terminé mi marido dijo- ¿porque no le echas un poco de crema a tu madre?. Mi marido estaba tumbado mientras mi hijo me echaba crema en la espalda, notaba su mano como me tocaba, mientras yo estaba de rodillas frente a su padre mostrandole las tetas y con el coño chorreando. Como teníamos gafas no sabía si me miraba o no. O si se daba cuenta de lo que estaba disfrutando, a mi por unos instantes me dio igual, sentí su mano cerca de mis pechos en más de una ocasión.
En un rato me dijo mi marido allegándose al oído: ¿no te diste cuenta cielo?- ¿ de que? Le conteste,- de que Pedro estaba empalmado como un burro,je,je. -anda no digas tonterías le dije yo,noté como la cara me ardía, mientras se reía.
Esa noche cuando estábamos follando, me dijo – ¿así que no te enteraste de como estaba el chaval? - pero que cosas dices, no seas guarro. Mientras me hablaba su polla entraba en mi una y otra vez.- seguro que era por ti cielo.- ¿pero como va a ser por mi? Que soy su madre, no digas tonterías. - ¿y queee?, también estás muy buena, mi vida,estas cachondisima,uuf uuf, jadeaba mientras me hablaba y follaba al mismo tiempo – te estuvo tocando e igual se empalmó, no hay nada malo en ello. Me sujetaba con fuerza y me penetraba con ganas,.- estás para follarte viva, mi amor.-oooh, oooh empecé a gemir con un placer muy grande,- aaaah, mi vidaaa, mi vidaaa, le susurraba ya fuera de mí.- no me extraña que lo empalmases mi amor. - no digas tonterías cielo, le dije- tengo una fantasía carió, me dijo, yo no contestaba estaba extasiada de placer,- que te follases a Pedro, me encantaría, me encantaría mucho,que se corriese dentro de ti mi amor, su polla entraba con fuerza dentro de mí. Quise contestar para protestarle pero me tapo la boca con la suya, le iba a decir si estaba loco, pero no me dejó,tenía su lengua dentro de mi boca y en vez de sentir repulsión por sus palabras, sentí una oleada de placer y un descomunal orgasmo, seguido de otros dos. Quedé exhausta y jadeando en la cama.
- Joder como estás mi vida, me encantas. La cabeza me daba vueltas, parecía que estaba en otro mundo, nunca había sentido tanto placer con mi marido. Cuando me recuperé un poco le dije. - eso que me dijiste de nuestro hijo,¿ no lo dirás en serio, lo quieres?- si tu lo quieres sí, me dijo. Quedé en ese momento sin decir nada, no sabía ni que contestar- yo pensé cielo que solo era un ilusión, nada más. Esa noche aún me echo un par de polvos más mientra me hablaba de como me follaba nuestro hijo.
Después de unos días todo pasó muy rápido, no voy a entrar en muchos detalles, es mejor ir ya a la parte donde todo estaba ya bastante avanzado entre mi hijo yo, que siempre que podía lo ponía a cien a propósito, pero ya digo no voy a alargar mucho todo eso.
Voy a relataros quizás donde fue ya la parte que la cosa fue a más. Fuimos a una barbacoa nocturna con nuestros amigos a su casa, yo llevaba un vestido no muy corto pero holgado y con unos botones delanteros. Cuando estábamos cenando en la mesa, noté la pierna de mi hijo como se pegaba a la mía,yo pude retirarla, pero en vez de ello, lo que hice fue arrimara aún más a la suya, los dos empezamos hacer fuerza uno contra el otro y al rato su pierna empezó acariciarme la mía,notaba su calor.
Me puse cachondisima, quizás porque había bebido algo de más también, hasta ahí más o menos la cosa no era tan exagerada, nada que casi no hubiésemos pasado antes,con nuestros juegos. Hasta que noté la mano de mi hijo encima de mi muslo izquierdo.
Al principio la tenia quieta, no la movía, de vez en cuando la quitaba, y la ponía encima de la mesa, seguramente para que se la viesen y no levantar sospechas. Y yo esperaba como una salida a que volviese de nuevo a tocarme. Era de noche y al estar fuera no había mucha luz. Al principio como dije la tenía quieta, pero despacito fui notando movimiento al principio casi imperceptible,hasta que sus caricias se fueron haciendo cada vez más intensas, incluso me apretaba la pierna con su mano de vez en cuando.
Puse mi mano encima de la suya, yo ya estaba muy caliente en ese momento, quise sentir su contacto mientras me estaba tocando. Su mano se movió hacia el interior de mis muslos por encima del vestido. Yo retire la mía y le dejé que me tocase, estaba tan salida que no pensaba en nada, apenas podía comer, hablaba si de vez en cuando,yo seguía bebiendo,estaba muy nerviosa y cada vez sentía que el alcohol me hacia más efecto, pero sin perder la cordura.
Los dedos de mi hijo llegaron a tocar la piel de mi pierna por la raja de mi vestido yo sin pensarlo, bajé la mano y desabroche un botón por donde me estaba tocando, su mano entró enseguida dentro de mi vestido, bajó un poco hacia los muslos y empezó a subir lentamente hacía mi entrepierna. Estuve a punto de retirársela,ya que estaba muy cerca de mis bragas y no era el lugar apropiado, pero la culpable era yo que le había abierto el camino y además no quería que me dejase de tocar.
Enseguida llegó a ellas, note presión en mi pubis y como sus dedos empujaban con fuerza mis carnes. Abrí las piernas mientras me tocaba, empecé empujar hacia delante sin darme cuenta y a apretar mis muslos contra su mano.
La mesa estaba alumbrada por unas farolas, los rostros quedaba atenuados por la luz y aunque se veía con la luz tenue, fuera de la mesa la visión era más bien escasa.
Mi hijo seguía hurgando en mis bragas y trataba de bajar para llegar a mi coñito húmedo, pero al estar sentada, se tenía que conformar con magrearme el pubis y tocarme parte de mi rajita arriba,llegaba a mi botoncito me lo apretaba, me lo pellizcaba muy sutilmente, tuve una fuerza de voluntad muy grande para no gemir ni saltar de placer, era la primera vez que me tocaba de esa manera mi niño.
Me costó muchísimo guardar la compostura y otro tanto disimular. Las mujeres nos levantamos para recoger la mesa y ayudar a nuestra anfitriona a traer los postres y los licores. Entonces Isa me dijo: -cielo se te abrió el vestido- ah, es verdad, gracias cielo, le dije y me lo abroche. Joder que fallo, tenía que tener cuidado me dije a mi misma.
Las paredes de mi coñito las notaba húmedas y notaba como resbalaba la humedad por los labios, tenía unas ganas de follar tremendas y me tenía que aguantar, mientras sentía a mi coño palpitar como si tuviese corazón propio.
Me fui un momento al baño y tuve que masturbarme, pero incluso después de tener un orgasmo, estaba caliente como una perra salida, aún me había puesto peor. Me quité las bragas y las metí en el bolso. Noté la libertad en mi sexo ardiente, mientras iba de nuevo a la mesa, notaba como la humedad me bajaba por los muslos. Tonta de mí, caí en la cuenta que iba a manchar el vestido con mis propios jugos, pero ya no iba a volver de nuevo dentro y ponerme las bragas, cuando una bebe un poco, las ideas van más lentas. Al sentarme muy disimuladamente levante un poco el vestido para no sentarme en el y mancharlo con mis jugos, mi culito y mi coño tocaron la silla, note el frescor agradable en mi intima piel.
De vez en cuando notaba la mano de mi hijo tocar mi piel desnuda. Yo tenía las piernas cruzadas y me acariciaba casi desde la cadera hasta abajo, los tres estábamos en un esquina, mi marido, mi hijo y yo, por lo que mi hijo al estar a mi derecha me tocaba desde ese lado y nadie se podía dar cuenta, en todo caso sería mi marido, el que estaba a mi lado y eso se fijaba bastante debido a la luz, ni por un momento dejó de tocarme y acariciarme por debajo del vestido, yo de vez en cuando le sujetaba la mano con cariño y se la acariciaba, pero sin retirársela, me hacia participe de lo que estaba haciendo y quería que supiese que estaba conforme,ya no tenía las piernas cruzadas, mi hijo andaba por mi pubis desnudo y trataba de bajar entre mis labios mayores, pero al estar sentada no llegaba muy abajo.
Cuando terminamos ya era tarde, Manuel un amigo nuestro y su mujer bebieron más de la cuenta y no le quisimos dejar que conduciera el coche. Al principio dijo nuestro anfitrión que los llevaba él a los tres, pero tampoco estaba para muchas fiestas, je,je. Pero mi marido insistió que podía llevarlos que prácticamente nos quedaba de paso y no había bebido mucho. Yo les dije que lo sentía pero no podía llevar su coche, porque había bebido lo mio. Así que terminamos por llevarlos en nuestro coche.
Mi marido conducía y nuestro amigo iba delante, detrás íbamos como sardinas, mi amiga, su hijo, más o menos de la edad del nuestro, mi hijo y yo. Yo entré antes que Pablo, me puse da lado y me levanté un poco para que entrase . Cuando se acomodó,me dejé caer en su regazo, poniéndole el culo encima de su polla, enseguida la noté dura como una piedra. Puso sus manos en mis caderas, para al poco rato bajar con su mano izquierda hasta llegar a mi culo, me lo acaricio. Yo hablaba con mi amiga, pero al mismo tiempo notaba como mi hijo me tocaba.
Note unos pequeños tirones del vestido hacía arriba, sabía perfectamente lo que quería mi niño, así que aprovechando unas curvas fui levantando poco a poco para no levantar sospechas, al mismo tiempo que mi hijo iba tirando del vestido hacía arriba, en más de una ocasión yo misma tiré del vestido hacía arriba dejando la parte de atrás descubierta. Volví a sentir los dedos de mi niño como me tocaba y acariciaba.
Su mano entro por debajo de mi culo y un dedo me toco mi coño completamente mojado. Tengo que decir que mis bragas seguían en el bolso, tuve que hacer esfuerzos para que no me lo notaran. Sus dedos tocaban mi húmeda vagina por primera vez, noté me introdujo un dedo dentro y después otro más. Tuve que hacer acopio de aguante para no gritar de placer,yo que soy bastante excitable, imaginaros como estaba. Me preguntaba si mi amiga que estaba a mi lado también apoyada con el culo en su hijo, si no sentía lo mismo que yo, y si notaba su polla dura como la de mi niño contra ella y si también estaba tan excitada como yo y con deseos de que la follase igual que a una putita, todo eso me pasaba por la cabeza a un ritmo desenfrenado.
La respiración agitada de mi niño la notaba en el cuello al mismo tiempo que unos sutiles labios me lo acariciaba, notando de vez en cuando su caliente lengua. Joder que ganas tenía de que me follara, que me sujetase con fuerza que me comiese las tetas que antes lo había amamantado, que hundiese su polla en mi coño de golpe y me inundara de su leche, la lechita caliente de mi niño dentro de mí, oooh que cosa mas rica.
Disimuladamente lleve mi mano hacía la izquierda y busque su miembro,lo tenía duro como una piedra le tocaba por encima del pantalón y se lo acariciaba de arriba abajo sin dejar de apretarlo, le buscaba a tientas su cabezón y con mis dedos se lo apretaba con ganas. Notaba como se movía como si quisiera follarme.
Era tanta la excitación que hasta me atreví a sacarle la polla fuera, no sin algún esfuerzo, debido a que no podía moverme mucho ya que tenía que hacerlo con mucha sutileza para que no se notase. Cuando la tuve en mi mano, me dio ganas de darme la vuelta y metermela en la boca, y mordisquearla. La acaricie y se la menee un poco y muy despacio sin apenas hacer ningún movimiento la fui acercando hacía mi coño.
Quería tenerla dentro, mi intención era levantarme un poco y dejar que se me introdujese dentro de mi vagina e ir así todo el rato con ella dentro. No me importaba nada más, ni quien estuviese ahí mismo,ya digo que el alcohol desinhibe mucho a una. Apenas la acerque cuando noté como palpitaba en mi mano, creció un poco se hinchó y empezó a bombear seguido,lo notaba en mi mano. Un liquido muy caliente y espeso me salpicó la entrada del coño y la mano sin llegar a meterla dentro de mí.
El muy cabrón se me había corrido antes de tiempo. Aún así y todo dejé su pene un poco flácido entre mis labios vaginales, el notar su polla ahí mismo fue lo máximo, ni con mi marido había notado semejante cosa y eso que ni llegó a entrar. Tu cabrón hoy no te vas a librar me dije para mí.
Llegamos a dejar a nuestros pasajeros y me fui claro para delante, al levantarme noté su mano por debajo de mi vestido y como me tocaba el coño sin ningún pudor mientras me iba. Al poco rato de arrancar, quien me empezó a tocar fue ya mi marido, seguramente pensando que al ser de noche y al estar atrás nuestro hijo, no se iba a dar cuenta, al principio le retiré un par de veces la mano, no quería que me viese así con el coño chorreando y pegajoso. Pero insistía tanto que dije, pues mira ahí lo tienes, sin importarme. No hizo falta profundizar mucho hacia abajo para darse cuenta de como estaba yo. Dijo un joder al tocar un poco mi raja.
Al llegar a casa lo primero que hice fue pegarme una ducha y perfumarme, tenía el calentón y no se me había pasado, estuve a punto de masturbarme pero me aguante,quería polla, la necesitaba y quería follar con mi niño o con quien fuese. Cuando llegué a nuestra habitación, mi marido estaba esperándome empalmado como un burro. Yo quité la bata quedando desnuda frente a él. Me acerque y empecé a comerle la polla – aún sigues pensando en eso?, le decía mientras sacaba la polla de la boca. -¿ en que? - ya sabes en lo de nuestro hijo, en lo de que me follase. Jadeaba como un animal mientras se la comía y le decía eso. - si mi vida, como quieras mi amor. - pero después no me reproches nada cielo. - no, mi amor, no, joder como mamas putita mía.
En principio no sabía como hacer, si acostarme con mi hijo o no. Tampoco quería ser yola que lo llevase a la cama, quería que me sedujera el. Un día que estaba con mi marido viendo la tele en la sala al poco rato se quedó dormido como una piedra. Yo tenia la bata puesta y el camisón por debajo sin sujetador
Llegó nuestro hijo, y dijo,- vaya papá está sopa perdido,- si hijo no lo despiertes que está rendido. Se fue y al poco rato apareció de nuevo y se puso a mi lado, no se porque pero el corazón me empezó a latir con fuerza y a ponerme cachonda. Volví a notar de nuevo su mano en mi pierna, al no decir nada me desabrochó la bata, bajó con su mano y al mismo tiempo que me acariciaba mis mulos me fue subiendo el camisón sin dejar de tocarme, no le retiré la mano ni nada, le fui dejando que me tocase y me subiera el camisón. Cuando llegó entre mis muslos empezó a acariciarme el pubis,le abrí un poco más las piernas y bajó con su mano hacía mi sexo- ¿que haces cielo? Le dije pero sin tratar de retirarle a mano, no me contestó, siguió tocando,notaba como sus dedos bajaban por mis bragas y apalpaba con fuerza mis labios.
Aún abrí más las piernas,- no seas malo cielo, me estás tocando y no soy de piedra aunque sea tu madre,me estás calentando, deja anda, le dije, mis palabras decían una cosa pero mi forma de decirlo decían otra. Retiró su mano y sacó su polla, la tenía gorda y levantada como un pequeño árbol dorado- hazme una paja, mamá. Me dijo eso cuando en ese momento me pudo haber pedido cualquier cosa. Se pudo haber echado encima mía y ahí mismo follarme con mi marido dormido.
Le hubiese entregado mi cuerpo,pero en vez de eso me estaba pidiendo una masturbación. Le sujeté la polla y empecé acariciarla de arriba abajo, notaba su dureza. La apretaba con ganas y parecía una barra de hierro. Mientras le estaba masturbando, me tocó los pechos, me los acariciaba y estrujaba por encima del camisón, me recline un poco, y con la otra mano que tenía libre, desabroché mi bata, se inclino hacia mi, yo sin dejar de acariciar y menear su miembro.- estás loco cariño, le decía.
No pude evitar de darle un beso muy delicadamente en la mejilla,el giró su cabeza y puso sus labios encima de los míos, se los bese con mucha ternura y su lengua entro en mi boca, yo se la abrí para que entrase. Me metido la lengua hasta el fondo,notaba como se movía en mi boca por todos lados. Mi marido estaba en el otro sofá pero yo ni me acordaba ya del.
Dejé de menearsela para abrazarlo mientras nos morreábamos como dos adolescentes, nuestras lenguas entraban y salían de nuestras bocas, mientras nos acariciábamos como locos.
Su mano entraba, por un lado de mi braga y se abría paso hasta mi conejito mojado y sediento al mismo tiempo. Me tocó el clítoris – aaay, mi amooor, le dije, donde me estás tocando cielito,sin apartar mi boca de la suya. Me recosté aun más y abrí las piernas por completo, me metía mano a veces lo hacia con tanta fuerza que me hacia algo de daño, - eeeh, despacio cariño, no es como la tuya, es más delicada. Estaba muy nervioso y no paraba con su mano, era tan rudo que empezó a dolerme el coño, para un poco cielo, me haces daño, era fácil comprobar que no había estado con ninguna mujer.
Volvía a coger de nuevo su miembro y empecé a masturbarlo, mientras nos besábamos, está vez lo hacía con fuerza, y le daba con ganas de arriba abajo. Me entraron unas ganas terribles de comérselo. Le desabroche el cinturón y el pantalón tiré del y quedó e pelotas. Tenía su miembro rosado y en su cabeza una gotita espesa y brillante. Me agaché y me lo lleve a la boca. Tengo que decir que es algo que me encanta, mamar pollas, hasta ahora solo había comido dos, la de mi hermano y la de mi marido y que placer tenerlas en la boca. Ahora tenía también la de mi niño, empecé a mamar, chupaba con ganas, con mi lengua recorría desde abajo hasta su cabezón, le golpeaba con mi lengua y abría la boca poco a poco dejando arrastrar mis dientes por su cabeza y la mordisqueaba. Le acariciaba sus testículos y se los apretaba con mucha suavidad, mientras mi dedo, se iba hasta abajo buscando su próstata. Con mucha suavidad le daba golpearos y deslizaba el dedo acariciándola. Escuche- ayyy mama, y enseguida una serie de chorros espesos y algo salados pero agradables, me inundaron la boca,casi me atraganto de la cantidad de semen que salia de su polla, chupe y trague seguido hasta que mi hijo dejó de correrse y quedar seco.
No quiero cansaros con tanta lectura,así que ya lo termino otro día.