Mi niño 2

Noté que estaba ya apunto y yo quería correrme con él, así que me llevé los dedos a mi clítoris completamente hinchado mientras me follaba, alcancé un nivel mayor de placer, mientras me tocaba,

Cuando levanté la cabeza, vi la cara de satisfacción de mi hijo colorada, estaba completamente relajado. Yo tenía restos de su semen en mis labios y el regusto y olor de su lechita en mi boca, notaba aún el liquido pastoso con mi lengua al recorrerla en mi boca. Me los limpie con los dedos, - pasó pero no te acostumbres, ¿ eh, cielo?- si mamá- ¿te gustó cariño? Le dije al oído- mucho me contestó, eres un salidillo le dije, mientras depositaba un beso muy tierno en sus labios.

Nada más meter su polla de nuevo en el pantalón, escuche un carraspeo de mi marido al otro lado. Por un instante nos habíamos olvidado de que no estábamos solos. Los dos nos sobresaltamos, pero el pareció que no se había enterado de nada porque estaba dormido. Me levanté enseguida y me fui al baño, estaba muy caliente tanto que la cabeza no sabía ni donde la tenía, cerré la puerta, me desnudé por completo y delante del espejo me empecé a tocar.

Mis dedos entraban en mi sexo sin ninguna resistencia, apenas los notaba, se deslizaban entre mis labios con una sensación de untuosidad tremenda, tenía que poner dos y hasta tres dentro de mi coño mientras estaba de pie, con las piernas abiertas y viéndome parte de mi cuerpo en el espejo. La vista solo llegaba alcanzar algo más abajo de mis pechos, pero aún así y todo, podía ver mi cara como ardía de excitación y mis pezones se ponían tiesos y duros como piedras, la vista de mi cara en el espejo me daba un semblante de zorrita salida eso me excitaba aún más.

Me senté enseguida en el taburete. No tuve que hacer mucho, ni pasar mucho tiempo para que una ola de placer me inundara por completo mientras me tocaba el clítoris y metía los dedos al mismo tiempo dentro de mí, mis dos manos iban también a mis pechos, los apretaba con fuerza y los levantaba hasta donde podía, pellizcando los pezones duros como piedras y tratando de besarlos y la merlos con mi lengua. El cabrón de mi hijo me había puesto como una moto y mi coño estaba chorreando como el de una zorra salida. Chasqueaba mi lengua dentro en mi boca para encontrar restos de semen, trataba de saborear de nuevo su semen pastoso . Pegue unos grititos de placer , que no pude sofocar oooh, oooh cuando me vino el orgasmo.

Estuve durante unos segundos jadeando, como si hubiese echado un polvo de verdad , seguía acariciando mi conejito, tuve que dejar de hacerlo porque me estaba nuevamente poniendo cachonda, así que me fui al bidé en vez de echar agua tibia, me lavé con agua bien fría. Al principio noté como se me contraía el chumino, con el frio, eso era lo que quería y sentí también placer al notar el contraste del agua fría en mi coño supercaliente, lo lave, me eche agua fría también en la cara, ya que la tenía roja como un tomate.

Cuando llegué a la habitación estaba mi marido en cama, desnudo y con la polla levantada por completo, mientras se la acariciaba- ven aquí mi amor, me dijo, se abalanzó y me tiró en la cama mientras se ponía encima de mi como un toro, me la metió de golpe. - joder como me has puesto mi vida. ¿ el quesee? Le

contesté, vi lo que le hiciste a nuestro hijo. Lo masturbaste y le comiste la polla- ¿ acaso no era eso lo que querías? Le dije defendiéndome, en otro momento hubiese sentido mucha vergüenza,querer morirme o pedir que me tragase la tierra, pero estaba tan caliente que no me importó, la cabeza no me respondía mucho. - si claro, me encanta que te follen que te coman de arriba abajo. Esa noche tuvimos los dos varios orgasmos como dos locos.

Ni que decir que durante esos días andaba como en una nube, no se me iba de la cabeza la mamada que le había hecho a mi niño y con mi lengua recorría mis labios tratando de recordar su sabor, y para más a su padre no le importaba que lo hiciese.

Mi hijo aprovechaba cualquier momento para restregarse en mí. Por ejemplo cuando estaba poniendo la mesa, iba por detrás y me decía que me ayudaba, se arrimaba a mi culo y notaba como su polla dura como me golpeaba por detrás. La mayoría de las veces me iba a la oficina sin bragas y estaba cachonda prácticamente casi todo el día, no se que me pasaba pero andaba muy salida, como nunca estuve. Todo me parecía poco quería sexo, pero un sexo llevado al límite, el follar con mi marido ya no me llenaba tanto y tenía que masturbarme por mi cuenta siempre que podía.

Pensé incluso en ir a un intercambio de parejas, pero me dí cuenta que no era eso lo que quería, lo que en verdad deseaba con todas mis ganas era follar con mi niño.

En la mesa sus manos iban debajo y me tocaba y acariciaba mis muslos, yo le dejaba y de vez en cuando yo misma le levantaba la falda o el vestido para que me tocase mejor y sentir sus dedos en mi piel.

Todo se aceleró cuando mi marido se ausentó por unos días por cuestiones de trabajo. Yo estaba nerviosisima el saber que iba a estar a solas con mi niño y me preguntaba si iba a ser capaz de hacerlo con él. Ganas tenía un motón pero por otro lado estaba que era su madre y pensaba que mientras no me la metiese no había problema, la cosa no era tan mala.

La primera noche no caí porque tenía la regla, mi niño se puso a mi lado e intentó meterme mano, yo le dije que se iba a manchar que estaba en uno de esos días. Quedó bastante frustrado, pero al rato sacó su polla y se puso a acariciarla delante de mí. Estaba con la regla pero tenía unas ganas tremendas de follar, después de ver durante unos minutos como se tocaba y ver ese mástil dorado como bajaba la piel y quedaba al descubierto su cabezón una y otra vez me fue poniendo a cien- ¿tienes ganas eh, cielito? Le dije,- si mami, muchas- ¿alguna vez lo has echo con alguna chica? Se quedó pensativo por un momento, - no, nunca lo hice.

Una sensación no se si de compresión, pena o amor, me invadió por completo hacia mi niño- ¿así que eres virgen cielito?- si mamí., estaba sentado a mi lado, le bese en los labios y le dije- mi niño, mi amor. Respondió besándome también, al rato estábamos comiéndonos las bocas y jugueteando con nuestras lenguas. Metí mi mano por debajo de su camisa y le acaricie con ganas su pecho, jugueteaba con sus pelillos y tiraba de ellos.

Tengo la regla pero puedes tocarme en otras partes, mi amor, le decía con la voz entrecortada y llena de deseo. Le quité la camisa y empecé a besarle el tórax y el cuello. Me quité con

nerviosismo

el camisón, quedé en bragas.

A

l ver mis tetas se echo como un toro contra ellas, empezó a chupármelas y a lamer melas de arriba abajo. Metido su mano por debajo de mis bragas y llegó al tampax, anduvo tocándome un poco por ahí abajo sin llegar a meter el dedo, notaba como me empujaba el tampax y me lo movía en mi coño con sus dedos- ¿pero que haces mi vida le decía yo? Por decirle algo- mami te quiero,- y yo a ti mi amor- desnudate tu también anda hijo.

Se puso de pie y vi ese falo completamente elevado gordo apuntándome, se la sujete . - ooh cielo que polla más bonita tienes, mi amor, se la metí en la boca mientras el seguía de pie, se la chupe varias veces, se la mordí con dulzura.

Lo dejé y me recosté en el sofá- echame un polvo en las tetas cariño, le dije, se puso encima de mi, pero me molestaba con sus rodillas. - espera cielo vamos a la cama mejor, fuimos los dos abrazados como dos tortolitos.

Se puso a horcajadas encima de mí, yo apreté las tetas y con ellas le sujeté el pene, y empezó a follarme las tetas. Con su polla llegaba casi a mi boca yo me inclinaba hacia delante para besarle de vez en cuando su cabezón. Le escupí un poco para que se deslizara mejor. Al cabo de unos pocos minutos, un chorro caliente me

golpeo

a la cara y otro y otro más, llenándome de semen caliente hasta los ojos, pestañas incluso el pelo. Eran unos chorros muy potentes

y densos

que impactaban en mí, se movía mucho más rápido y daba embestidas encima mía aplastándome, pero no me importaba, mientras yo sujetaba su polla dentro de mis tetas

y trataba de morderle su cabezón

  • aaay mi mi vida, mi niño se está corriendo- uuuf, uuuf maní me corro ooooh, ooooh.

Durante esos días que me duró la regla le hice pajas seguido,

ya no me tenía que decir nada, yo misma le acariciaba su miembro por encima del pantalón para luego sacarle su miembro duro y

lo masturbaba y le comía la polla y los huevos a diario. Cuando se me termino la regla, no dije nada, le hice lo mismo, el mame la polla como hacia esos días. Entonces un día aparecí en su habitación, desnuda, encendí la luz y dejé que me viese de arriba abajo- ¿hola cielo, me haces un sitio?

Sin esperar respuesta me acurruque a su lado, me beso y me acaricio con fuerza mis pechos y mi cuerpo. Yo estaba completamente decidida, no podía aguantar más, necesitaba el rabo de mi niño dentro de mí YA. Querría que fuese el el que me follase, no quería empezar por ponerme encima ni nada por el estilo, tenía que ser él- fóllame mi amor, hazme tuya mi niño, le dije. No me dijo nada se puso encima de mí mientras yo abría mis piernas.

Se notaba que nunca lo había

h

echo, por dos veces su polla se fue hacia arriba recorrió mis labios vaginales sin metermela. Estaba nerviosisimo, cogí su polla, tiré de su prepucio para abajo hasta dejar libre su cabezón, pegó un pequeño respingo y la puse en la entrada de la vagina y le dije- ahora cielo empuja ahora, metela toda dentro.

Yo le ayude con mis caderas al mismo tiempo que empujaba hasta el fondo,

sin dejar de sujetársela

y entró, vaya si entró, fue hasta el fondo de golpe,

noté su miembro como se internaba toda dentro de mí por completo

  • ooooh, oooh mi vida, ooooh mi cielo que gusto, le dije cuando entró dentro de mí, empezó a moverse y tuve que ser yo la que pusiera el ritmo, dado que en más de una vez se le iba fuera de mi coño

y yo tenía que volverla a poner en mi vagina de nuevo

  • empuja cuando yo empuje cielo, le dije, los dos al mismo tiempo mi amor, tranquilo mi vida, con calma, despacito, tenemos tiempo,

le iba diciendo, porque veía en el su nerviosismo.

Empezamos a coger el ritmo, al principio despacito y después fue cogiendo más velocidad, - oooooh siiiiii, siii, mi vida sigueee, asiii, mi amoooor, folla a tu mamiiiii, lo estás haciendo bien cabroncete,

ves cariño, así poco a poco ooooh, ooooh, que gusto mi amooor

. Le apretaba sus nalgas con fuerza y empujaba también con mis manos hacía mí- uuuf mami. Que gustooo- ¿te gusta cielo, te gustaaaa?- si mami mucho, siento tu vagina muy suave y muy caliente con mi polla. Joder mami, es la cosa más suave del mundo tu coñito bonito,- es todo tuyo mi niño,

follamelo todo,

oooooh, mi amoooor, eres un cabrón, follar así a tu madre, eres muy malo.

Notaba como su polla se deslizaba dentro de mí con pasmosa suavidad, pero al mismo tiempo la notaba gorda entre mis paredes vaginales, mi niño estaba babeando, unas gotas de su boca salían estrellándose

a

mi cara y no me importaba. Lo sujetaba con fuerza y ayudaba a penetrarme mejor con mis caderas, que las movía rítmicamente y con mis piernas lo atenazaba para que no saliese de dentro de mí. No me tocaba las tetas ni me besaba, ni me acariciaba, estaba completamente pegado a mi como una lapa al casco de un barco, estaba completamente abstraído, ensimismado metiéndomela, penetrándome una y otra vez,

follando a la puta de su madre

, deslizando su miembro dentro de mi chumino, y moviendo solo las caderas

hacia delante y hacia atás,

sin preocuparse de nada más.

Noté que estaba ya apunto y yo quería correrme con él, así que me llevé los dedos a mi clítoris completamente hinchado mientras me follaba, alcancé un nivel mayor de placer,

mientras me tocaba

, también notaba el peso de mi hijo encima de mi y su fuerza conque me apretaba y empujaba, me encantaba.

Empezó a correrse dentro- mamii uuuf. Uuuf mami, me corrooo, me estoy corriendo- así ooooh mi amooor, así correte mi cielo así, asiiii, mi ooooh mi niño, metela toda dentro, echame toda tu lechita calentita dentro de mí.

Noté como me inundaba el coño y un gran calor dentro de mí

vagina

. Yo seguí dándole a mi clítoris incluso un poco después de que se corriese dentro, hasta que me llego a mi el orgasmo tan deseado- OOOOH, ooohh, mi amooorr, no te salgas, por favor no te salgas, le suplicaba, que tu mami se estaaaa ooooh. Ooooh . Siiii siii estoy corriéndome mi vidaaaa, empujé con fuerzas mi coño hacía su polla, no quería dejar de sentirla ni por un instante,

aunque ya notaba que se había bajado algo

. -Que rico mi amor, me has follado, he desvirgado a mi niño bonito, le besé los labios con fuerza.

Espero no haberte resultado demasiado salidilla, le dije riéndome una vez que quedamos los dos tumbados y jadeando- para nada mama, me encantaste, ojala otros

hijos

tuviesen la suerte que tengo yo contigo.

Al cabo de unos minutos me estaba tocando el coño nuevamente, está vez me puse a cuatro patas y me la metió por detrás, yo cogí sus manos y se los traje hacía mis pechos para que me los sujetara,

empezó a embestirme con fuerza, la cama chirriaba, yo me tenía que sujetar al cabecero. Cuando sacaba las manos de mis pechos y me sujetaba la cadera, veía como mis tetas iban de un lado a otro en todas direcciones.

De vez en cuando salia la polla de mi coño, pero enseguida volvía a entrar, notaba como me la metía una y otra vez y como una y otra vez me abría el coño cada vez que golpeaba fuera en los labios y entraba de nuevo.

Ç

Lo que le faltaba de experiencia lo tenía de fuerza y resistencia, parecía incansable, golpeándome con todas sus ganas,

como ya me había follado, está vez aguanto más

. Yo me sentía arrastrada por ese torbellino, era como un juguete en sus manos, a duras penas me sujetaba

c

ada

vez que me embestía con esa fuerza que lo hacía, todo mi cuerpo temblaba parecía

de gelatina

, parecía que iba a salir despedida.

Cada vez que empujaba yo ya no me repremia nada, no eran gemidos , si no algo más fuerte, eran puros gritos de placer AAAY, AAAAY, OOOOH OOOH, mi vidaaaa.

El ruido de la cama se confundía con el ruido de nuestros cuerpos al chocar chat, chat, chat, cada vez que me

embestía. Mi

hijo me estaba follando con ganas y me penetraba con fuerza, y yo moría de gusto- ooooh, ooooh, joder hijo mío que polvooooo, miiii vidaaa AAAAH, AAAAAH, me gustaba esa fuerza como me lo hacía, me sentía vulnerable en sus manos, que me podía hacer lo que quisiera, era como un juguete y eso me estaba encantando.

Empezó a moverse con más rapidez y más fuerza, que pensé que me iba aplastar contra el cabecero de la cama,

yo tenía que hacer fuerza para contrarrestar sus golpes

. Uuuf, mamí, oooh, mamiiiii, me voy a correr,

h

azlo cabrón, correte dentro de mi.

Cuando termino de correrse caímos los dos en la cama rendidos. A mi me temblaba todo el cuerpo y notaba el coño con mucho calor.

Joder mi vida, menudo polvo me has echado, le dije aun sin recuperarme de todo.