Mi niñez en una aldea
Historia de mi niñez en una aldea en la que viviamos mi madre, mi hermana, mi abuela, tia, primita ademas de 15 mujeres, 3 niñas y un abuelo como desarrolle mi sexualidad allí.
Su padre había muerto en la guerra civil, fue maestro republicano habían estado viviendo en Cáceres donde su padre daba clases en la ciudad, cuando se inicio la guerra todo fue un caos y cuando llegaron los civiles alzados se fueron a Madrid donde su padre combatía como otros tantos, dos días antes de que entraran los civiles fue herido mortalmente y falleció al otro día, luego sus vidas fueron una locura, su madre trabajaba limpiando la casa de unos señores y el y su hermana mayor iban de aquí para allá vagando por un destruido Madrid, su situación era penosa pues apenas tenían para subsistir por lo que su madre decidió volver al pueblo de donde era, bueno uno de esas os que existían en las montañas de Castilla que juntas no eran mas de 10 casas en un radio enorme, el camión los dejo a unos 9 km. de la casa de su abuela, los hicieron a pie los tres tenían unos zapatos viejos y cuando pisaban las piedrecillas que habían en el camino José notaba que se le clavaban en la cabeza, la Castilla rural de aquel entonces no ha cambiado mucho con la antigüedad salvo en las carreteras, grandes extensiones de tierra abandonada a su suerte.
Cuando llegaron a casa de su abuela José miro alrededor y el agobio que sintió en su interior casi le hace llorar y salir corriendo hacia donde fuera para salir de aquel sitio, contó antes de llegar a la casa 6 casas mas, viejas y despintadas las personas con las que se encontraron por fuera de esas casas eran mujeres que no bajaban de los 50 y pico enlutadas y un hombre todavía mayor sentado en la puerta de una de ellas ni un solo chico de su edad.
Su madre grito ¡María! llamando a la abuela, salió una señora mayor mas o menos como las anteriores, se echo a llorar y abrazo a su hija ¡Francisca! las dos empezaron a llorar y a decirse cosas que el no entendía ni mucho menos, cuando se separaron fue el momento de las presentaciones, mama esta es Leonor te acuerdas de ella (Leonor era una chica de 22 años que con el tema de la guerra y lo que le paso a mi padre hicieron que se metiera de cabeza en el tema de la religión incluso le había dicho a mi madre que quería ser monja hacia dos años, recuerdo que mi madre se puso como una fiera y le quito mas o menos esa idea pero ella estaba siempre con sus rezos y su manera de vestir parecía aun mas clásico que el de su madre), ¡Como no me voy acordar si parece que fue ayer cuando la vi por ultima vez aunque ya esta mas crecida y se fundió en un abrazo.
Cuando me toco la presentación mi madre le dijo este es el José no lo conoces pues nunca lo vistes antes pero es tu nieto mi abuela dijo ¡pues ya es casi un hombre y con el Jonas ya son dos los que viven en este valle! y le dio un fuerte abrazo.
Yo le dije y donde vive Jonas para ir a visitarlo y jugar con el, mi abuela empezó a reír y me dijo ¡Jonas es el viejo que seguro vieron en la puerta de su casa mas abajo!, como pense yo en este maldito lugar solo estoy yo y ese viejo me dieron ganas de morirme.
Cuando entramos en la casa tras beber un poco de agua mi abuela nos puso al tanto, con la guerra entre los republicanos y los civiles reclutaron a todos los hombres incluido un chico de 14 años que se lo llevo un oficial para tenerlo de ayudante, el ultimo chico joven se fue con sus padres para un pueblo de Sevilla, y aquella aldea solo quedaban, 15 mujeres incluyendo a mi tía, 4 niñas la mas grande de 9 años y Jonas, cuando dijo esto yo solo quería morirme que iba hacer yo en aquel sitio sino había un compañero con el que jugar.
Cenamos un poco y nos fuimos a dormir, como solo habían 2 habitaciones la distribuyeron de la siguiente forma, en una mi abuela y mi hermana, en la otra mi madre y yo con solo caer en la cama a los pies de mi madre me quede dormido como un lirón.
Mi madre al otro día se levanto tan temprano que todavía era de noche para ayudar a ordeñar unas cabras y ovejas que mi abuela tenia en el corral yo seguí durmiendo un rato mas en aquella cama tan caliente, lo hacia con unos calzoncillos viejos pues eran de mi padre y una camisa blanca de igual herencia, José se dio cuenta que con el calor de la cama esa mañana tenia una erección descomunal, en el ultimo año su polla había crecido tomando unas medidas exageradamente enorme y ancha con una pequeña pelambrera y unos huevos de buen tamaño, eso a el lo acomplejaba un poco pues los chicos de su edad cuando iban a mear el les miraba y no alcanzaban ni la mitad de la suya, lo mas que le asustaba era las venas como se le ponían cuando tenia una erección, pensaba que eso no era normal pero jamas se lo dijo a nadie.
Cuando se levanto fue a desayunar y encontró un poco de pan duro y leche la tomo y salió fuera, allí estaban su hermana, su madre y su abuela atendiendo a los animales pues también tenían algunas gallinas, cuando lo vio su abuela le dijo ¡José vete a la casa de tu tía Rosa que esta subiendo por esta vereda a unos 5 minutos y le cuentas lo de ustedes y que baje ella y su hija esta tarde!
Así lo hizo y mientras subía vio algunas casas con algunos animales y con un pequeño huerto sembrado, cuando llego a la casa de su tía ella lo miro asombrada y le pregunto que quería, el le dijo que era su sobrino y que había venido de Madrid con su madre y su hermana para quedarse a vivir allí pues la cosa estaba muy mal, su tía se acerco a el y le dio un abrazo y unos besos en la cara, mientras el se fijo en su tía era una mujer que tenia sobre 40 años vestida con ropa vieja y desgastada no era una modelo pero si se le adivinaban unas tetas enormes y un culo igual, el estaba pensando como su madre había decidido venir a este lugar cuando una voz de niña le despertó de sus pensamientos giro la cabeza y allí estaba, su tía le dijo ¡esa es tu prima Rosita va a llevar las cabras a pastar un poco mas arriba acompañala y cuando bajen comemos algo y bajamos a casa de mi madre así ella no esta tan sola! José penso que encima de venir a este lugar perdido encima tenia que hacer de niñera pero de su boca solo salió un ¡de acuerdo tía!
José junto a Rosita llevaron a las cabras a pastar en un prado mas arriba, el la empezó a interrogar de cómo era aquello y que era lo que hacían, ella le comento que ya casi tenia 9 años y que tenia 3 amigas, María de 9 años, Lola de 8 y Carmen de 7 y que ellas se veían a veces cuando llevaban a pastar las cabras o cuando se iban a bañar a escondidas en un riachuelo que estaba cerca, cuando llegaron el comprobó que desde allí se divisaban todas las casas y podía oír el ruido del riachuelo que estaba cerca, le dijo y que haces mientras las cabras comen, ¡pues nada me echo en la hierba hasta que llega la hora de irme!, José se echo y al rato oyó unas risitas de su prima abrió los ojos y miro hacia donde estaba ella, cuando lo hizo pudo comprobar que debajo del viejo vestido no llevaba nada y al estar de cuatro patas mirando pudo comprobar su chochito hinchado y un buen culito (su primita era un poco alta y mas bien gordita) esa visión le hizo empalmar y noto como su polla cogió vida y estaba a punto de reventar, se quedo mirando a su primita y cada vez estaba mas excitado viendola y oyendo sus risitas ya no podía mas y se acerco también de cuatro patas hacia el lugar donde estaba su primita y poniendose detrás de ella escasos centímetros le dijo ¡de que te ríes tanto! y ella señalando le dijo ¡mira al macho, mama le pone esa tela dura colgando por delante para que no le pueda hacer nada a las cabras! cuando le señalo al apoyarse solo en una mano su cuerpecito se desplazo hacia atrás y su culo vino apoyarse en la polla de José, el miro al macho y vio como este trataba de montar a la cabra que cogía por delante pero no podía hacerlo pues tropezaba con la tela, en estas noto como el culito de su primita se había acomodado en su polla y noto como ella incluso lo movía, no supo como pero el se echo sobre su prima pues era mas grande aunque la verdad un poco flaco y le dijo ¡quieres jugar a las cabras y el macho! ella riendo le dijo ¡Sii! Entonces el empezó a restregar su polla con el culito y el chochito de su primita Rosita se olvido de mirar al macho y se recreaba sintiendo aquel duro mástil entre sus piernas que la volvía loquita estaban en eso cuando José noto que su pantalón se le había mojado y el no había sido se separo un poco y miro el chochito de su prima que estaba empapado y chorreaba un jugo transparente, recupero la calma y se dio cuenta de lo que había echo y le dijo a su primita que todavía tenia el cuerpo lleno de sensaciones que la tenían loca.
¡Rosita de este juego no le puedes decir nada a nadie pues sino nos reñirán y a mi me mandan otra vez a Madrid!
Ella le dijo ¡no te preocupes José no se lo diré a nadie te lo juro!
José se miro el pantalón y allí estaba esa mancha y preocupado le dijo a su primita ¡Rosita voy a limpiar un poco el pantalón para que se seque rápido y no se den cuenta de la mancha voy al riachuelo! su primita fue tras el hasta allí cuando se iba a quitar el pantalón miro hacia ella y con un gesto le indico que se fuera ella le hizo caso a medias pues en vez de irse se escondió tras un matorral para poder observar lo que hacia su primo, este cuando penso que su prima se había ido se quito los pantalones para echarle un poco de agua y ponerlos a secar cuando lo hizo se dio cuenta de que sus calzoncillos estaban también mojados entonces miro otra vez alrededor y se los saco dejando al sol su polla que estaba semierecta del jueguito anterior, cuando lavo su ropa se echo sobre una piedra grande que estaba al lado del riachuelo, entre el calor del sol y el recuerdo de su juego con su primita la polla se puso como un mástil que en su delgado cuerpo parecía como si otro brazo le saliera debajo del ombligo miro hacia todos los lados y al no ver a nadie se la empezó a menear (como cuando se lo vio hacer a una puta a un joven además de chuparsela hasta que este se corrió en su boca, eso había pasado hacia dos meses y esa visión lo tenia loco desde entonces aprovechaba para pajearse) cerrando sus ojos, así no se dio cuenta de que su primita lo estaba observando y lo hacia con la boca abierta de asombro por lo grande que veía que su primo tenia la polla, era enorme mas grande que la del macho y mas gorda, le estaban dando ganas de ir corriendo allí y empezar a menearsela ella (pues penso que eso seria muy cansado y así ayudaría a su primo) decidió ir sigilosamente y cuando estaba junto a su primo le dijo:
¡José quieres que te ayude! Sin perder de vista aquel enorme trozo de carne que la tenia embobada.
El dio un salto del susto que se llevo y se intento cubrir con sus manos pero le era imposible pues con la erección que tenia le salía un buen pedazo de entre sus manos ¡Que haces aquí no te dije que te fueras! dandose cuenta de que su primita no apartaba sus ojos de allí, se le fue pasando la vergüenza al ver que ella no decía nada sino mirar para su polla, oyó un ruido y miro pudo comprobar como el macho trataba de coger a otra cabra sin poder lograrlo, enseguida se le vino una idea a la cabeza y mirando a su primita le dijo ¡mira al macho otra vez y no puede cogerla y echo a reír débilmente! ella miro también y se quedo mirando hacia allí entonces el le dijo ¡quieres jugar otra vez como antes al macho y la cabra Rosita! ella cuando oyó lo que le dijo su primo se dejo caer en el suelo de cuatro patas levantando su culito ofreciendoselo a su primo, el enseguida se le acerco y poniendose también de cuatro patas se puso encima de su prima entrando su polla en contacto con aquel adorable chochito su cuerpo le dio un calambrazo al igual que a ella, mirando los dos al macho y a la cabra empezaron a menearse igual que hacían estos, el noto como su polla se mojaba de un liquido caliente pero no le dio mas importancia pues gracias a el notaba como su polla surcaba suavemente todo el chochito de su primita, ella echaba cada vez con mas fuerza su culito hacia atrás pues necesitaba sentir como aquella barra dura de carne caliente pasaba por toda la extensión de su pequeño coñito, notaba como se le iban las fuerzas y sentía como un enorme placer le invadía su cuerpo, estuvieron así un buen rato hasta que el sintió que se iba a correr y se separo bruscamente de ella y se ayudo con la mano hasta conseguir correrse, su leche en grandes chorros salpico la hierba que había allí, ella observaba asombrada la enorme polla de su primo escupiendo leche a borbotones y miraba fascinada, cuando el acabo se quedo rendido en el suelo, ella acercandose a el le dijo:
¡José te ha salido leche como al macho y al Jonas!
José le dijo ¡como sabes tu que al Jonas le sale leche también!
¡Veras es que mis amigas y yo lo solemos espiar aunque yo creo que el sabe que lo miramos y le vemos el pito cuando va a mear aunque el siempre se lo pone a menearselo hasta que se le pone grande aunque es mucho mas pequeño que el tuyo y se gira hacia donde nosotras estamos escondidas y se lo menea mucho y a veces le sale leche.
José no salía de su asombro con lo que su primita le contaba, salió de el cuando ella le grito:
Es hora de juntar a las cabras y llevarlas para el corral.
José se acerco a ella y le dijo:
¡De nuestro juego no digas nada a nadie pues sino mi madre me mataría al igual que tu madre a ti!
¡No te preocupes no diré nada pero cada vez que subamos jugaremos igual que hoy verdad José!
El le contesto que si y emprendieron camino hasta la casa de Rosita guardaron las cabras y fueron a comer, luego por la tarde bajaron a la casa de su abuela para que su tía saludara a su madre y a su hermana.
Cuando llegaron todo fue un llanto entre las hermanas mientras se contaban sus penas, entonces Rosita les dijo que iba a llevar a José a conocer a sus amigas, Roberto puso cara como que eso no le hacia mucha gracia y entonces su abuela y su madre riendose le dijeron ¡ vete a conocer a las amiguitas de Rosita jajajaja!, Roberto salió con rabia pues no le gustaba que se rieran de el y su primita salió detrás.
Rosita le dijo vamos a la cueva donde siempre me veo con mis amigas y salió corriendo hacía la ladera de la montaña, José la siguió, cuando llegaron vieron en la entrada a Lola y Carmen, Rosita las llamo y salió otra vez corriendo hacia donde estaban sus amiguitas, cuando José se acercaba vio como su primita les decía algo al oído a sus dos amigas y como estas empezaron a reír de una manera infantil.
Bueno ya les seguiré contando mi niñez en la aldea