Mi niña quiere verga- parte 2

Es el segundo día del viaje con mi hija y este día aun que relativamente corto me ha dejado ver cosas de mi hija que darán paso a un cambio con ella en términos sexuales.

(Primero que nada disculpen los errores ortográficos ya que tuve que escribir el relato en teléfono y me fue mas difícil la revisión al igual que la primera parte de esta historia, besos).

Desperté, Mich aun dormía por lo cual aproveche para ir a comprar café para bajar la resaca, en el trayecto vi el mensaje de mi esposa mencionando que ya se había dormido cuando le envíe el mensaje, le llame y pude saludar a mis suegros y a una de mis cuñadas.

Al entrar a la habitación, Mich iba despertando, al verme se queda extrañada.

  • Que paso anoche papi?

  • Nada mi niña, te emborrachaste y te pedí que te quedaras a dormir conmigo por si llagabas a vomitar o por si necesitabas algo... por que?

  • No se, me siento rara.

  • A de ser por que no estas acostumbrada a tomar.

  • si, a de ser eso.

  • Mira te traje un café para que te recuperes mas rápido.

  • Gracias papi.

Después de tomarnos los cafés, Mich se metió a bañar y salio con el bikini puesto y un short por consiguiente me metí a bañar y de la misma manera salí con el bañador y una camisa abierta, bajamos a desayunar y a pasear por el lugar mientras hacíamos la digestión.

  • Papi, podemos pasear en cuatrimotos.

  • Si mi niña, si quieres.

  • Si papi.

Estuvimos media hora buscando en donde rentar los vehículos hasta que encontramos el lugar indicado, la renta era por dos horas y el sujeto nos sugirió una zona en donde prácticamente esta desierta, de esta manera no correríamos riesgos de un incidente.

Efectivamente al llagara al lugar sugerido no había nadie por lo cual pudimos dar un poco mas de velocidad a los vehículos, vi que Mich se quito el sujetador, no lo vi a mal, puesto que estábamos solos, mas bien a que mi niña me tenia la suficiente confianza para que yo le viera las tetas.

En el momento no había algo que me hiciera mas feliz que ver reír a mi hija, la pude contemplar como una adolescente con actitud de niña completamente inocente a lo que sus pechos ocasionan en un hombre, pues queriendo o no llamaban la atención de mi mirada y gradualmente una erección, era hipnotizante ver como sus pechos brincaban al ritmo de la cuatrimoto.

  • Mich ya van a acabar las dos horas, ponte el sujetador para ir a dejar las cuatrimotos.

  • si papi.

Fuimos a dejar los vehículos y a comer unos bocadillos, Nuevamente nos fuimos a acostar a tomar el sol en la playa, Mich se quito el short dejándome ver sus dulces nalgas y se recostó en la manta enfrente de mi, abran pasado 20 minutos en los que mi hija y yo platicabamos sobre su mamá y mi suegro, llegaron a nosotros 3 chicos y una chica diciéndole a mi hija si quería jugar voleibol.

  • Papi, puedo?

  • Claro que si mi niña, si quieres jugar juega.

No se si erán las formas de la arena, mi imaginación o cual era el motivo pero mi hija en su caminar movía mas las nalgas de un lado a otro haciéndola ver mas sexy, sus brincos en el juego eran un tanto exagerados, de manera que llamaba mucho la atención el brincoteo de sus pechos, había instantes en los que pensé que se saldrían del sujetador.

Al terminar el juego vi que los chicos sacaron cervezas y le fueron una a Mich la cual se acerco a mi.

  • Papi, los chicos me invitaron una cerveza, me la puedo tomar? solo voy a estar aquí para que tu me veas.

  • Esta bien Mich.

Al regresar mi hija con los chicos y la chica fui a un puesto a comprar cervezas para mi, me quede platicando con el vendedor de diversos temas así que tarde quizá 20 minutos en regresar.

Al llegar me turbo ver a Mich enfrente de los chico, tenia las nalgas paradas hacia los chicos y con una mano tomaba uno de sus glúteos, trate de tranquilizarme para no regañarla y no dejarla en ridículo, mejor trate de verlo como lo que era, una chica muy sexy la cual trataba de verse mas sexy que la otra chica y realmente lo era, Mich al levantar la mirada le puse cara seria y ella se sentó inmediatamente. Después de cierto tiempo vi que dos de los chicos se levantaron y con ellos Mich y la otra chica, se pusieron a bailar con la musica que sonaba de algún lugar de la playa. No lo podía evitar, estaba celoso de como mi niña bailaba con aquel tipo, sin embargo no lo podía impedir pues se veía que lo estaba pasando bien y reñirla seria egoísta de mi parte.

Estaba con la mirada pérdida hacia aquellos cinco jóvenes pensando en que mi hija ya no era una niña si no una mujercita, en lo lindo de su cuerpo, cuando nuestras miradas se cruzaron aun que mi mente no reacciono estaba perdido en mis pensamientos y melancolía además de estar afectado por la cerveza.

  • Papi, te sientes bien?

Cuando reaccione Mich estaba aun lado de mi.

  • Si, disculpa mi niña consentida, estaba pensando en... cosas de viejos.

Supongo que no tuve el valor de decirle que estaba celoso y tenia miedo de ver como aquellos chicos disfrutaban viendo sus nalgas.

  • Hay papi, tu no estas viejo.

Mis boca no articulo palabra alguna y tras un silencio de los dos, Mich se lanzo a abrazarme.

  • Te quiero papi.

  • y yo a ti mi niña.

  • ven.

Las manos de Mich empezaron a jalarme hacia ella y sus pasos nos guiaron hacia la orilla del mar, sus manitas iniciaron hacerme cosquillas y yo a ella, corrimos de un lado a otro, Mich se metió al agua y tratan de mojarme con ella, la seguí y entre juego y juego mi niña me abrazo tiernamente haciéndome sentir sus pechos contra mi pecho sentí que con sus pies rodeo mi torso pegando su pubis contra mi abdomen.

  • Papi, podemos ir al antro en la noche.

  • Caro que si mi niña.

Sabia que aquellos chicos no perderían oportunidad de invitarla a salir y (como ya había mencionado) yo no le podía negar nada a mi hija. Después de estar jugando en el agua nos dirigimos a comer y de ahí a la boutique a comprar un vestido para ir al antro.

  • Papi, que vestido te gustaría que me lleve al antro.

Después de ver algunos modelitos le mostré un vestido blanco con falda de vuelo a media pierna, de espalda descubierta y un escote un tanto generoso, para esto también se compro una tanga blanca, descansamos un poco en la habitación del hotel.

Al llegar al antro Mich se sentó conmigo, pedí dos cervezas, una para ella y otra para mi.

  • A que hora van a llegar?

  • Quienes papi?

  • Pues tus amiguitos.

  • No van a venir papi, o por lo menos no conmigo.

  • ...

  • Papi, quieres bailar conmigo.

  • Claro que si mi niña.

Dejando de lado la cerveza la tome de la mano y empezamos a bailar, a pesar de que la musica era movida ella llevaba un ritmo lento, la tome de la cintura con ambas manos y ella rodeo mi cuello con sus manos pegando su cabeza a mi pecho.

  • Papi, me regalas un beso (dijo en un susurró)

  • Claro que si mi niña hermosa.

Dirigí mis labios a la frente de mi hija y le di un beso que duro varios segundos.

  • Papi me regalas otro besó, pero en mis labios

Al escuchar las palabras de mi hija sentí un mareo de una manera inexplicable, no era la cerveza era mi alma la que por segundos se había "dormido".

  • Si princesa.

Nuestros labios se unieron sin mucho movimiento, la carita de mi hija nuevamente se pegó a mi pecho.

Para desvanecer la tensión sexual poco a poco eleve el ritmo del baile, asiéndole sonreír.

Después de bailar distintos ritmos y de tomar varias cervezas nos fuimos al hotel.

Mich no esta muy ebria por lo cual decidí llamar a mi esposa, en esta ocasión tuvimos suerte y pudimos charlar con ella acerca del viaje y a su ves ella de mi suegro y su familia.

Al terminar la llamada note que Mich me quedo viendo.

  • De que estaban hablando hace rato?

  • Quienes pa?

  • tu y tus amigos de la playa?

  • De lo mismo de siempre, que de donde somos y...

(No sabia como tocar el tema de ella mostrando las nalgas a los chicos, pues no quería sonar a regaño pero también quería evitar que mi hija se volviera una exhibicionista).

  • Sabes que no refiero a eso.

  • Me viste?

  • Mich, sabes que mas que tu papá soy tu amigo, un amigo... mas grande y con mas experiencia, sabes que si tienes una duda o inquietud me lo puedes decir, (tome de la mano a mi hija y la guíe a modo que quedo sentada en mis piernas), mira Mich, hace rato en las cuatrimotos te quitaste el sostén del bikini y no me escandalice por que creo que siempre nos hemos tenido mucha confianza tu mamá, tu y yo, lo vi algo natural de la relación entre los tres, cuentame, que paso.

  • Si papi, pues... es que uno de los chicos me dijo que tenia lindas nalgas y... no se me llamo mucho la atención que lo dijera... por eso me levante y le pregunte que si en verdad creía eso y... papi en verdad tengo unas lindas nalgas?

A mi razonamiento era imposible que Mich me preguntara eso, no sabia como procesar eso, mi hija me quería coquetear o cual era realmente la situación, a sus 16 años ella debería tener claro que aun padre no se le pregunta si una tiene buenas nalgas, pero mi amor por ella pudo mas y lo tome como una pregunta inocente y aun mas por lo que yo le acababa de decir.

  • Mich eres mi hija y ante mis ojos toda tu eres una belleza de niña y como tu amigo te digo que si, tienes unas nalgas muy lindas, por eso no quería que te compraras tangas por que me dan celos que alguien te las vea.

  • Pero si dices que son lindas y no estoy enseñando mi intimidad.

Pude notar como sus pezones empezaban a notarse en el sostén del bikini.

El tema me incomodo un poco así que le dije.

  • Pensé que los chicos te invitarían al antro?

  • Si lo hicieron pero les dije que ya tenia con quien ir.

  • Supongo que ese alguien era yo, por que no vi a nadie que se acercara o que tu buscaras a alguien con la mirada.

  • Si eras tu papi, es que cuando me senté vi que te pusiste serio y pensé que te pusiste celosito por eso quise bailar contigo.

  • Gracias mi niña.

Después de un lindo abrazo le dije que teníamos que ducharnos para dormir, al ver que la noche anterior no tuvo mucho problema y saber que no estaba tan ebria la deje dormir en su recámara.

Empecé a ver videos en youtube para que me diera sueño, serian las 12 de la noche cuando sentí que el teléfono se me caía en la cara y eso me hizo reaccionar, fui a ver que mi hija estuviera bien cobijada, al estar frente a la puerta escuche gemidos, el morbo pudo mas que mi cordura y abrí lentamente la puerta, pensé que la escena seria igual que la noche anterior en donde mi hija estaría dormida, pero no, ella estaba descubierta, con los ojos cerrados acariciando su sexo, mi cuerpo no me respondía, quería salir a mi recamara y no corromper la privacidad de mi hija pero me quede ahí mirando como mi hija se daba placer sexual.

Vi como se tenso su cuerpo y dejo escapar un gemido mas fuerte y agudo, después de unos segundos se repuso y se cubrió, toque la puerta.

  • Papi! (dijo sorprendida).

  • Mi niña, vine a ver si estabas bien cobijada.

Me senté a lado de ella tomándola de ambas manos y estas llevándolas a mi cara, le di un besito en su frente.

  • Papi yo...

  • No te preocupes Mich, no pasa nada.

Acerque los dedos que le habían dado placer y los metí a mi boca saboreando sus jugos.

Duermete mi princesa mañana hablamos