Mi negativa a dar mi móvil (1)

Recuerdo que le conté en plan mimosa, todo lo que hice para quedarme dormida, con pelos y señales, una charla de lo mas erótica, en la cual el preguntaba y yo respondía.

Mi negativa a dar mi móvil. (Parte I)

Hola, me llamo Susana, ante todo gracias a todos los que me habéis leído, sobre todo aun más agradecida a aquellos que me habéis escrito. Agradezco de corazón, que os haya gustado e incluso que os haya sido tan placentero, como a mí relatarlos.

Aunque se que me habéis pedido que acorte los datos de mi perfil, también os pido que seáis paciente, pues otros lectores me habéis pedido todo lo contrario (pero me tenéis que perdonar, que al menos me repita en mi prologo). Soy una ardiente chica de 23 años del sur de Andalucía (nací en Sevilla un 30 de Mayo de 1985, sobre las 9.00 de la mañana, esta reseña es por los lectores referentes a mis 22 eternos años, por que carajo sois tan incrédulos). Soy morena de cabellos largos, ojos castaños y vivos, mido 1.75m de altura, mis medidas 90/59/88 aprox., y bisexual. Me definiría como simpática, extrovertida, atractiva e intrigante, una sin vergüenza integral, simpática, muy buena gente, bastante loca... Vamos una chica con la que se puede pasar un buen rato (para algo más, de 15 minutos).

Me gusta conocer gente, descubrir cosas nuevas, divertirme, lo típico de una chica de mi edad (tengo una manera especial de ver la vida creo, que os habéis dado cuenta). Me gusta salir de noche, hacer locuras, aunque me sea difícil de reconocer que me gusta beber (joder, no se por que coño siempre me dicen, que debo de controlarme). Soy conciente que por mi forma de vestir, me hace ser más destacable para ser manoseada, aunque no soy ni fetichista, ni exhibicionista, simplemente me gusta vestir, de forma que realce las partes mas sensuales de mi cuerpo. He hecho cosas que ruborizarían a más de uno, pero he gozado haciéndolas de cada una, y he disfrutado de lo lindo. Me considero muy joven, para no dejar de probar cosas, dicen que tengo un hermoso cuerpo (como decía mi abuelo, de pecado), me considero una mujer ardiente, de mente muy abierta, siempre deseosa de ampliar mis experiencias y por que no de probar cosas nuevas. He de explicaros, que mis gustos en general, aunque lo niegue es la morbosidad que me produce, ser manoseada en publico, sentirme acariciada, siempre que sean lugares públicos (coño, es tal la morbosidad, que es difícil describirla, pero os la intentare relatar).

Mis relaciones con los maduros, son puramente por morbo, aunque algunos lo maquillen, por la búsqueda del amor paterno (joder, menos palabrería, que sois unas niñatas, pues me han hecho disfrutar como verdaderos machos… aprender joder, si os ofendéis… os jodeis). Que lo importante no es como lo hacéis, sino como nos hagáis disfrutar, dejar de pensar mientras "folláis" con nosotras… pues parecéis maquinas, queréis que todo este calculado y los primeros que falláis sois vosotros (joder, ni tan sentís cuando logramos nuestros orgasmos, y aun menos si lo simulamos). Es para joderse, que cuando os desconcentráis perdéis vuestra erección, dejándonos a medias, y luego nos pedís volver a empezar (coño, como si fuera tan sencillo). Muchos de vosotros, pensáis, que entre vuestras manos tenéis la consola de la Game, joder que somos personas, que somos frágil y que tenemos sentimientos, que ha veces nos tratáis peor que a un animal, demostrar que nos amáis (joder, que para algo tenéis corazón). Haber si sois más sensibles, que tenéis más ternura con el puto móvil, que con nosotras, y menos correr que ni sois Fernando Alonso, ni nosotras somos Hamilton. No significa, que algunos chicos seáis menos amantes, sino que olvidan esos pequeños detalles, que lo importante es que disfrutemos ambos no solo vosotros.

No comprendo por que me acusáis de ser adicta al sexo, de ser una ninfomana desenfrenada, solo por el hecho que todos los días mantengo una relación de sexo, e incluso varias veces al día. Tanto por conocidos como por extraños, sin importarme de quien se trate siempre que me gusten, aunque sea un poquito. Y aun mas con todo lo liberales que decimos ser, seguimos siendo unos anticuados, pues os digo que hoy día cuando me veis, ya sea cogida de la mano o por la cintura, no me dejan de mirarme como si fuera un bicho raro, una subnormal o si tuviera alguna enfermedad rara. Cuando en verdad somos seres humanos como cualquiera, nos tacha de putas, guarronas o calientapollas en vez de pensar que nos queremos, que entre nosotras hay algo especial… o aunque solo sea sexo. Lo primero Me debo disculpar, pues no siempre puedo responder a todos los que me habéis mandado vuestro email. Desde que tengo uso de razón, me he sentido siempre diferente a todas las chicas que conozco, pues siempre he sentido la necesidad de masturbarme, por no admitiros que incluso mi mente deseaba algo mas, pero por miedo a que mi cuerpo no estuviera preparado no lo lleve acabo.

Deciros que desde mi primera vez, no fue como lo pensé que fuera, pero significo que me abrió las puertas a poder seguir disfrutando. Y aun mas, quien digamos descorcho el placer que llevo en mi fue algunos de mis familiares (mi abuelo, mi tío y no por ultimo el peor mi padre). Me enseñaron a disfrutar de mi cuerpo, aconsejándome de cómo debo de actuar, pero la sumisión de todos esos años en cierto sentido me dejó marcada, pues me dejo manosear en lugares públicos sintiendo gran placer, y hoy día aun lo hago, aprovechándome del vicio de los demás, de lo que atrae a los hombres, y de su oscuro deseo de poseer a una inocente chica, aunque esto les lleve a situaciones difícil de explicar. Os debo decir que mi morbosidad es tan grande, como mi necesidad de poder satisfacerme, e incluso os digo mas me supera haciéndome dudar, entre mi chico (joder, el mejor de mis amantes), y el morbo de ser poseída por extraños aunque esto signifique quedarme insatisfecha. Cada vez que salgo de casa, siempre me repito que cuando salga del trabajo no quedare con nadie, pero como si se tratara de una droga, que nada mas salir de la oficina, y aunque mi primer pensamiento es no dirigirme hacia dicho lugar, no se como siempre acabo allí, en busca de uno, dos, tres y hasta cuatro machos que me puedan satisfacer. Aunque se, que esto solo significa la morbosidad del momento, y la calentura que produce mi cuerpo.

Esta nueva confesión, es mas bien una continuación de mi anterior historia "Algo más que manoseos, en los aseos de un bar". Por motivos obvios de no ampliar demasiado mi anterior relato, más bien por no pesaros demasiados, e decidido continuarlo aunque también es verdad, que es más bien por contestaros a todos aquellos, que me lo habéis pedidos en vuestros email. Os debo confesar, que aunque en ese día el tío se propaso y de que manera en los aseos del bar, en cierto sentido y después de meditarlo bastante y con tiempo, he comprendido que fue consentido. Aunque la verdad, no fue culpa del viejo el poseerme, sino de verme seguramente en la barra del bar con los chicos, los cuales me metían mano delante de todos sin poner yo oposición alguna, y seguramente al ir este al servicio, y verme allí en los aseos de caballeros, pues la verdad creo que entendió que buscaba "guerra", por lo que actuó ya sea llevado por la excitación o quizás por el morbo. Pero si es cierto, que aquellos chicos de bar me calentaron demasiados, y que seguramente estos no habrían echo nada por remediarlo, por lo que ocurrió a continuación, estaba más que justificado.

Bueno comienzo pues, recuerdo que al salir de los aseos pasee por la barra del bar en dirección hacia la salida, dándome cuenta que el viejo se encontraba sentado junto a una mujer madura (cabron, me di cuenta que era seguramente su mujer… Joder encima de fea hasta cornuda). Sigo, nada mas ver al cabrito, me di cuenta que quien minutos antes me había humillado, vejado por no decir violado (joder, pero aunque los efectos del alcohol en cierto modo, me dejaron a su merced le es estoy muy agradecida, de haberme echo disfrutar). Lo que más me sorprendió, fue su manera de actuar al verme… su naturalidad, estaba tomando una copa con esta mujer y actuó como si nada, era algo innato. Continuo, cuando salí del bar camine hacia mi coche para dirigirme hacia mi casa, en mis pensamientos todavía quedaban aquellos momentos aunque aparentemente traumatizantes, fueron de los gratificantes. Por la hora todos dormían, por lo que me descalce caminando hacia mi dormitorio, y aunque en un primer momento pensé en ducharme, pues notaba en mi piel los líquidos resecos que recorrían mi cuerpo.

Encendí la televisión para evitar encender la luz, aprovechando la penumbra me senté en la cama comenzando a desnudarme, comencé a pensar como se había iniciado aquel episodio, sintiendo la necesidad de introducir mi mano entre mis piernas, acabando por masturbarme nuevamente hasta alcanzar de nuevo varios orgasmos, dejándome sin ganas para nada mas. Ignoro lo que me ocurría, me encontraba nerviosa, y no me podía quedar dormida, por lo que levantándome de la cama fui a coger mi diario, con la idea de plasmar esta nueva experiencia tan fresca ahora, como reseca entre mis muslos. Joder, os puedo asegurar que después de haber escrito mi experiencia, de haberme masturbado infinidad de veces, tantas que tenía mis labios vaginales hinchados e irritante, me quede dormida de lo exhausta que quede. Mi negativa a dar el móvil, es por esta causa, por lo que me ocurrió apartir de este momento (joder, se que algunos de vosotros no tenéis la culpa), en los días consecutivos más bien en las noches, comencé a recibir llamadas de un número oculto (para entendernos, que ni puta idea sabia de quien se trataba). Al principio dude en cogerlo pero por la insistencia de este acabe por cogerlo, se trataba del viejo del bar que me llamaba, para no sólo darme las buenas noches, sino por saber como de gustosa cogi la cama ese día.

Recuerdo que le conté en plan mimosa, todo lo que hice para quedarme dormida, con pelos y señales, comenzamos una charla de lo mas erótica, en la cual el preguntaba y yo respondía. Comento que si en esa noche lo pasamos también, deberíamos de volver a repetirlo, este tipo de insinuaciones y comentarios me lo llevo recordándomelo, durante toda la semana que se llevo llamando. Coño, el muy cabron me llamaba puntualmente cada noche, a modo de poder masturbarnos mutuamente en la lejanía a ambos lados de nuestro móvil, hasta quedarnos dormidos (no creáis, que aceptaba pero después de amenazarme con seguir llamando acepte, era todo un morbazo). Aunque no quería reconocerlo, ese tío me atraía pues su morbosidad me calentaba aun mas que con el chico que salía en ese momento, no dejaba de comentarme posibles situaciones donde sí yo quisiera me daría placer, llegó un día en que acepte su promoción quedando en el centro. Me comentó como debía de ir vestida (joder, no penséis que me hizo vestir como una puta, sino que fuera sencilla, de ropa fácil de quitar). Al final acepte su proposición, más atraída por la curiosidad de sus intrigantes palabras, aunque solo pensar en aquello que me proponía, hizo que mis braguitas se humedeciera.

Por lo que quedamos en la Plaza del Salvador (sitio puntual de Sevilla), el por que eligió este sitio lo ignoro, pues nada vernos me aconsejo evitar cualquier gesto efusivo en plena calle, pues no quería que nos pudiera ver algún conocido (joder, con el muy cabron me aconsejo que me contuviera en publico, cuando fue el quien lo propuso). Lo primero que hizo fue comentarme que debía de mejorar mi ropa interior, llevándome a una tienda que había precisamente allí (joder, me hizo sentir confusa). Bueno continuo, me comentó que me dirigiera a los probadores que el iría enseguida, apareciendo en minutos eso si, con una cantidad de ropa interior que apenas se le veía sus manos, aunque le comenté que ese tipo de regalos no era de mi agrado, pues de aceptarlo me haría sentir como una golfa (coño, el muy hijo de puta, actuaba como el que escucha llover e ignoraba mis palabras). De su aptitud lo que más me molesto, fue su enorme caradura, pues al final acepte por probarme algún que otra prenda, recuerdo como sin aviso alguno este abrió las cortinas completamente, dejando ver mis desnudes a la vista de algunas personas que había allí.

Por lo que obviamente me cabree muchísimo, por lo que me vestí y salí de la tienda hacia la calle, donde lo espere y este salió con varias bolsas. Ya se que me estoy enrollando demasiado, pero os comento lo que me ocurrió a modo de prologo. Tuvimos una pequeña discusión, eso si sin llamar demasiado la atención, en un momento dado de malas maneras, me sujeto por la muñeca tirando de mí. Hasta llevarme hasta un pasaje, el cual este se encuentra situado entre la calle Sierpes y la calle Tetuán. En este había varios comercios, y entre ellos varios de sex shop haciéndome entrar en uno de ellos. Nada más entrar por la puerta, note como todas las miradas fueron hacia mí, mas fue por la campanilla de aviso que había en esta que por otra cosa, sentí vergüenza pues era la primera vez que entraba en un sitio como ese. Aunque también os reconozco, que me sentía bastante excitada, pues aquellas miradas me perturbaban, sentía que me desnudaban con sus ojos. Me sentía de los mas extraña, pues aunque no es extraño en mi, ya notaba la humedad de mis braguitas. Haciéndome salir de mi trance, este me comento que se iba a acercar al mostrador en busca de algo de suelto, me comento que observara los objetos de la tienda, pues si me interesaba alguno.

Me fije que este al acercarse al mostrador, sacando de la cartera un billete de 50€, se lo dio a un chico el cual se lo devolvió no solo en monedas de 1€, sino varios billetes. Recuerdo que me acerque a los expositores, asombrada por cada artilugio que había de diferentes tamaños, colores y formas, todos diferentes pero todos iguales para su uso o sea dar placer. Iba de un expositor a otro, en el cual veía también que revista de todo tipo, películas ya sean DVD o cintas de VHS, al fondo me encontré con diversos muñecos (joder, bastante bien proporcionados), muñecas con disfraces sexy y bastante provocativos (joder, que mas me pegaban a mi algunos). Mientras caminaba observando todo aquello, fui acercándome a uno de estos expositores, pues había algunos artilugios que llamaron mi atención, para explicarnos había bolas chinas de dos y tres bolas, penes dobles, artículos difíciles de explicar y gustosa por probar. En un momento dado, sentí una presencia detrás de mi, al principio no dije nada pues si ya era vergonzante por el lugar, aun podría ser mas el llamar la atención. Continuo, esta persona sin decir palabra alguna, se me acerco tanto por detrás de mí que note como el muy bastardo restregaba su bulto por mis nalgas, haciéndome notar lo excitado que estaba.

Coño, su actitud me molesto muchísimo tanto que girando mi rostro hacia el, le comente con cara de malos amigos y sin llamar demasiado la atención, que me estaba molestando que si se podría retirar un poco (coño, que corra el aire, pues este seguro pretendía, que corriera otra cosa). El muy cabron, sin retirarse de mi me comento que si quería, me podría explicar la utilización de todos esos objetos, y cuanto mas se me acercaba mas de forma descarada se restregaba a mi (joder, el muy cabron lo hacia ante las atentas miradas, de los que había allí). Lo que más me molestaba, no era su actitud ni con el descaro que lo hacia, sino la pasividad de mi acompañante a que me hicieran. Ostia, no os puedo negar y menos mentir, como me gustaba sentir la dureza de aquel joven miembro entre mis nalgas, joder…. Llegue en un momento, hasta notar como con cierta violencia, se introducía entre la unión de mis glúteos forzando de esta manera mis braguitas, a introducirse eso si levemente en mi orificio anal. Mientras este se sobrepasaba y de que manera, note como una de sus manos posarse en mi cintura, y desde aquí recorrer mi costado hasta llegar mis pechos, al tiempo que ascendía su dedo meñique tiraba de la tela de mi falda hacia arriba.

Mientras sentí como con tal descaro, colocaba su otra mano sobre mi cintura, empujándome hacia atrás, hacia su cuerpo a modo de pegar nuestros cuerpos, por no deciros fusionarlos. Le comente que venia acompañada, que por favor se contuviera, recuerdo bastante bien sus palabras, pues dejo caer que si se trataba del viejo del mostrador, podría estar mas que tranquila, pues ha sido este quien le había aconsejado a hacerme (joder, el muy cabron me había ofrecido). El muy hijo de puta, mientras estaba apoyado en el mostrador, no dejaba de mirar hacia nosotros, observando los movimientos de este y mi actitud, aunque el chico no me desagradaba y la escena era de lo mas excitante, también os comento que era demasiado morbosa, sentí un escalofrió que recorrió mi medula espinal, como explicaros… Sentí miedo, una sensación de pánico pues ignoraba a cuantos había dejado este, que me podrían hacer. Joder, ya no era solo una sensación pues el pánico total, mas cuando el chico sin decir palabra alguna, sin dejar de mirarme llevo sus manos a su entrepierna, bajo su bragueta e introduciendo una de sus manos en su interior saco su miembro fuera, joder eso era demasiado para mi.

No penséis que me comporte como una estrecha, pero sin decir palabra alguna y aun menos a mi acompañante, rápidamente mientras me giraba miraba donde estaba la puerta de salida, y tras localizarla salí tan rápido del este local, que ignoro la cara del cabron del viejo. Continuo, nada mas llegar a casa, acalorada mas por la situación que por la carrera, rápidamente me dirigí hacia mi cuarto donde nada mas sentarme delante de mi PC, pude tranquilizarme. Recuerdo, como me conecte con Andrea la cual le comente lo que me había pasado, esta en vez de tranquilizarme reprocho mi actitud. Primero me culpo, de haber actuado como una calientapollas delante de todo el personal, y segundo de haber salido corriendo del local sin haber al menos, avisado a mi acompañante. Me acuso de haber desaprovechado, una situación como aquella, pues me comentaba que cuando volvería a tener otra igual o parecida. La verdad después de haber pensado, comprendí que mi actitud en ese momento no fue la correcta, pues quien sabe lo que hubiera disfrutado, entre tantos machos. Esa noche no sonó el móvil, haciéndome sentirme bastante mal por no decir culpable, haciéndome pensar que quizás el viejo se lo había tomado como un rechazo hacia el, os digo que durante los días sucesivos fue igual (joder, no podía llamarlo por no tener su móvil… cabron me había enviciado).

En las noches, entre las sabanas me masturbaba con las posibles situaciones, quedándome dormida de los orgasmo alcanzados, hasta llegue en mas de una ocasión a masturbarme hasta con el móvil, haciéndolo previamente que sonara… vibrando en mi interior hasta notar como me venia, mientras con los dedos de la otra mano frotaba tanto mi pubis como mis pechos. Pasaron semanas, recuerdo como durante un fin de semana, salio la conversación de mi misterioso amante, para después de hablar de la ocasión perdida, y echármelo en cara una y otra vez a modo de refriega. Os comento aunque de ella no me asombro de nada, pues la conozca bastante bien sobre todo lo calenturienta que es la muy zorra, a Andrea entre comentarios se quedo por un par de minutos en silencio… con el rostro pensativo y el gesto en la cara de habérsele ocurrido algo.

Os lo prometo, continuo pues esta dejo caer que se lea ocurrió una idea, en otras palabras su idea era el ayudarme, se ofrecía voluntaria según ella "a pasar el mal trago". Comentaba que debía de superar esa situación, pues sino me podría generar un trauma (cabrona, salida de mierda, en sus ojos se observaba lujuria), me comento que debíamos que quedar para ir juntas a dicho local, pues si fuera yo sola se extrañaría y seguramente no tendría fuerzas suficientes para continuar, por lo que haciéndome un gran favor me acompañaría. Pero creo que esa historia, la dejaremos para otro momento… vale, pero os adelanto que después de ese maravilloso y satisfactorio día, no solo le perdí el miedo a estos tipos de locales, sino que me volví casi una asidua a ellos.

Bueno ante todo, debo deciros referente a los comentarios de mi forma de explicaros mis historias. Que si mi escritura, no esta bien redactada, que apenas es legible, que tiene dificultad a la hora de leer o incluso que da mal sentido, a la hora de explicar los placeres obtenidos o sentidos. Lo siento enormemente, pero intentare redactaros lo mejor que pueda mis experiencias, me cuesta a veces escribir todos mis sensaciones, pues el plasmarlas creo que es lo mas difícil. Espero que os haya gustado, si queréis que siga contaros me lo comentáis pues me gusta mucho recibir vuestros email.

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