Mi mujer, su amante y yo (5)

Continuación de mi historia.

Gracias a todos por vuestros comentarios y por animarme a seguir relatando mi historia.

Los días siguientes fueron dedicados a la reflexión, era necesario asimilar mentalmente como mi mujer en cuestión de tres semanas se estaba convirtiendo en la puta de otro hombre. Estaba experimentando lo que no había experimentado en 20 años. Se paseaba por la casa, cantando, silbando, sonriendo, llena de felicidad como no la había visto en mi vida. Hablaba de su amante las 24 horas del día, que si David esto, que si lo otro, parecía una adolescente deseando que su padre le diera permiso para volver una hora más tarde a casa. Se estaba enamorando.

El viernes por la tarde recibí una llamada al móvil, era David, quería hablar conmigo y me citó en su casa. Cuando llegué me abrió la puerta y estaba en calzoncillos, pasé y me sirvió una copa.

"Te he llamado para ver si todo está bien, las cosas han cambiado mucho en 3 semanas...me gustaría que supieras que yo no quiero romper matrimonios, esta situación es nueva para mí también". Me explicó. Sus palabras transmitían mucha seguridad y confianza, se notaba que era un seductor, me encontraba cómodo charlando con él: "mi mujer habla maravillas de ti, está muy ilusionada con esta relación, ella va más rápido que yo y es capaz de adaptarse a nuevas situaciones con mayor facilidad", le contesté.

"Es una mujer increíble, un autentico volcán en la cama, está llena de fantasías y de ganas de experimentar, me gustaría que nos dejases cumplir esas fantasías", me dijo.

No sé porqué pero me sonó bien, mi mujer, como cualquier otra, tenía pleno derecho a disfrutar de su sexualidad.

Y tiró la bomba: "El domingo cuando nos veamos, quiero darle por el culo". Puse cara de asombro, mi respiración se aceleró y sin darme cuenta se me desviaron los ojos a su paquete. Añadió: "quiero que se lo digas tú, que le cuentes esta conversación, para que ella sepa que contamos con tu aprobación". Me quede a cuadros, le dije que sí, y recordé mis experiencias con ella en el sexo anal donde no habíamos tenido éxito por lo doloroso del acto.

Me terminé la copa y me marché con un "hasta el domingo".

Cada uno de los tres empezaba a interpretar el rol que le correspondía.

Llegue a casa, mi mujer estaba leyendo en el salón. Le dije:" he estado con David" Al oír su nombre, se le encendieron los ojos, y con cierta ansiedad me dijo: "qué te ha dicho, ha pasado algo, de que habéis hablado?".

Le conté lo sucedido, le dije que había ido a su piso, qué él quería cumplir todas tus fantasías sexuales y que quería contar con mi consentimiento.

Me preguntó: "se lo has dado verdad?" le dije: si. Y levantando sutilmente el tono de voz le dije: "me ha dicho que el domingo te va a dar por el culo" quería ver su cara, su reacción, yo sabía que siempre se había mostrado reacia y dudaba si podría hacerlo o no. Ella sabía que este momento llegaría y me contesto: "quiero complacerle, aprender de él, se lo debo por los buenos ratos que hemos pasado, tendré que prepararme".

El sábado estuvo navegando por internet, buscando trucos, leyendo testimonios, experiencias en foros… estaba claro que quería entregarle el culo a su amante, quería aprender a disfrutar sin tener que dar un paso atrás en su relación.

Llegó el domingo, habían quedado en verse en nuestra casa, y yo no tenía futbol por lo que podría enterarme de todo lo que pasase. David apareció por casa a las 5 de la tarde. Mi mujer cuando le vio se tiró a sus brazos, dándole un soberano morreo en mi presencia. Me mandó hacer café y ellos pasaron al salón. A los 5 minutos volví con el café, estaban sentados en el sofá tapados con un manta viendo la tele. Me senté con ellos y estuvimos hablando un rato los tres. A los 5 minutos sonó mi móvil y al levantarme del sofá, moví ligeramente la manta y me di cuenta que ella tenía la mano dentro del pantalón de David. Cuando regresé de hablar por teléfono se habían vuelto a tapar.

A los 30 minutos mi mujer se levantó y dijo: "voy a prepararme" y le dio un beso en la boca a David. Se metió en el baño y se puso un supositorio para estar limpia para él. Después se duchó y se maquilló, y salió en albornoz lista para su encuentro.

Mientras David y yo nos quedamos en el salón hablando. El momento no estaba carente de cierta tensión. Me dijo: "Hoy vas a oír a tu mujer follar conmigo, pase lo que pase, oigas lo que oigas no quiero que intervengas, solo espera, hazlo por ella".

Después de 20 minutos apareció mi mujer con 3 almohadones, cogió a David de la mano y lo llevó a nuestra habitación cerrando la puerta con llave. Inmediatamente me puse en la habitación contigua con un vaso en la pared para escuchar lo que pasaba. Se oían risas, ruidos, intercalados con silencio, parecía que estaban jugando. Siguieron así durante 15 minutos más o menos hasta que escuche a mi mujer decir: "ya estoy lista, hazme lo que quieras". Una terrible exclamación se oyó en todo el edificio, seguida de auténticos gritos atronadores durante la siguiente hora y media. Era evidente que le estaba follando el culo, se estaba dejando, nunca la había oído gritar así, la estaba rompiendo en dos, pudo decir basta pero no lo hizo.

Cuando terminaron, David salió en calzoncillos a buscar el tabaco que lo tenía en el salón. Se encendió un cigarro y me dijo: "no entres todavía, solo te diré que le ha encantado, le he hecho una foto con el móvil para que veas como la he dejado" y se volvió a meter en la habitación.

A la media hora salió mi mujer, con el albornoz puesto otra vez. Estaba radiante, satisfecha, con la cara ligeramente desencajada. Se sentó de medio lado en el sofá y me dijo: "David se ha quedado dormido como un bebé, tendremos que hablar bajo para no despertarle"

"quiero que me cuentes todo" le dije.

Y empezó a susurrarme al oído: "nunca me habían poseído de esa forma, me he sentido completamente llena, es mi hombre ideal. Después del calentamiento previo, me coloqué boca abajo en la cama con 3 almohadones debajo de la barriga, me quedé completamente dispuesta para él. Me empezó a untar con vaselina y a meter los dedos durante 5 minutos más o menos. Después me sujetó las manos en la espalda y me dijo al oído: "te voy a follar el culo muy fuerte" y yo le conteste: "hazme lo que quieras". Me la metió lentamente mientras me sujetaba las manos, y la dejó un rato dentro. Empecé a morirme de dolor, creía que me estaba rompiendo. Al poco rato quitó un almohadón de los que tenía debajo de la barriga, con lo que caímos levemente los 2 y me la metió más. Hizo lo mismo con los 3 almohadones, hasta que quedo completamente dentro de mi culo. Es un experto. Se tumbó completamente encima mía y empezó a besarme el cuello, y la espalda sin sacar la polla. Yo no podía parar de gritar, me dolía muchísimo. Desde esa posición empezó a sodomizarme fuertemente. Es increíble el aguante que tiene. Empecé a acariciarme el coño, pero no me dejó, me dijo que tenía que aprender a correrme por el culo. Cambiamos de postura sin sacarla, me colocó a 4 patas, me dijo que juntará las rodillas y los pies comenzó a violarme. No sé si por dolor o por excitación pero empecé a correrme descontroladamente. Él todavía aguanto unos minutos más y se corrió dentro de mi culo. Después me tumbé boca abajo, exhausta, rota y él se quedo a mi lado acariciándome y dándome besos en la espalda. Me dijo: "lo has hecho muy bien, estoy muy orgulloso de ti". "Me has roto el culo, pero al final he disfrutado mucho, quiero repetirlo otro día, aprender a hacerlo bien" le contesté.

Cuando termino de relatarme me dijo: "como ves hoy te han crecido bastante los cuernos, tú qué tal aquí fuera, te has hecho muchas pajas?" en tono sarcástico. La pregunta era retorica por lo que no la contesté. Ella empezaba a usar un tono de voz distinto, mas imperativo: "voy a despertar a David, mientras podías prepararnos un baño? Le dije que sí y ella añadió: "cuando esté listo llama a la puerta, pero no entres por favor, ya salimos nosotros" y así lo hice.

Estaba recibiendo órdenes de mi mujer, una situación nueva, distinta. Cuando estuvo preparado el baño les avise, primero entró mi mujer y después David. Observé que no cerraron con llave. Así que me volví a colocar detrás de la puerta, oía como mi mujer se deshacía en halagos hacia él: "eres un hombre de los pies a la cabeza, me hubiera gustado conocerte antes, lo de hoy ha sido increíble" Él también le devolvía los cumplidos. Gracias al eco del baño podía oír toda la conversación perfectamente. Ella estaba melosa, juguetona, lo notaba en su tono de voz, le preguntó: "te apetece una…" debió hacer el gesto con la mano porque no terminó la frase. Se oyeron risas, y después silencio. Solo se oía el sonido del agua acompañado de algún que otro gemido por parte de él. Mi mujer le estaba haciendo una mamada en la bañera y yo tenía que contenerme para no entrar. Empecé a oír ruidos por parte de él, signo inequívoco de que estaba eyaculando, durante unos segundos mi mujer no decía nada. Cuando terminaron sus gemidos escuche a mi mujer que le preguntaba: " te ha gustado?" y él le contesto: "si, y a ti?", ella debió hacer un gesto como mmm y de repente se oyeron risas.

Después del baño David se marchó. Se despidieron morreándose y con un: "te llamo esta semana".

CONTINUARÁ.