Mi mujer se transforma en la playa 4

Como iniciamos una trio con Laura una belleza jamaicana

Esa mañana nos levantamos mas tarde, le subí el desayuno a la cama pues me dijo que estaba vaga, después de desayunar nos quedamos un rato boca arriba sin mediar palabra.

Decidimos ir a una cala al otro lado de la isla que habíamos visto en una guía, nos duchamos juntos que hacía tiempo que no lo practicábamos, aproveche para tocar sus partes con la excusa de ponerle jabón.

"Mi niño empieza el día lanzado, ven que te froto yo a ti también"

"Sí por favor, el pene que lo dejaste seco ayer tanto chuparlo"

"Si no te gusta no lo vuelvo a hacer"

"No no, si me encanta"

Con la idea de estar mas tiempo en la playa preparé unos bocadillos para la comida.

Después de una hora de coche llegamos a la cala, era una playa de arena blanca y agua turquesa rodeada de pinos. Aún sin estar llena había bastante gente lo que no impedía tener espacio suficiente para no sentirse agobiado.

Extendimos las toallas en un lateral de la playa que había menos gente, Paula se quitó el vestido amarillo que llevaba, en esta ocasión no hubo sorpresa y el bikini era clásico aunque al igual que los dos últimos días hacia topless "me encanta ver la naturalidad con la que enseñas las tetas, parece que llevarás toda la vida haciéndolo"

"Aprovecha que cuando volvamos a Madrid esto se acaba"

Decidimos darnos un baño antes de comer pues al final se nos había hecho tarde.

Después de tomarnos el bocadillo Paula se tumbó boca abajo con el animo de adormecer un rato. Yo sentado en la toalla aproveche para ojear las mujeres en topless que teníamos cerca, había una gran variedad de tetas, más grandes, más pequeñas, caídas y no caídas y de pronto vi a Laura nuestra vecina con la que teníamos muy buena relación.

Laura era una mujer muy guapa de origen jamaicano con el pelo negro y piel morena que había participado en algún certamen de belleza, sus pechos al igual que los de Paula eran redondeados y de tamaño parecido, la ausencia de marcas delataba que la práctica del topless le era habitual. Se había quedado viuda hacia un par de años al morir John, su marido, en un accidente de tráfico y desde entonces nuestra relación se había incrementado más si cabe. Vivía de una academia de pintura de bastante éxito donde en alguna ocasión había posado desnuda como mostraba un cuadro que tenía en casa.

Me acerqué a ella "que sorpresa más agradable"

Se levantó rauda y dándome dos besos mostró su alegría "que bueno, no sabía que estabais de vacaciones" ¿donde esta Paula?

"Está en la toalla, vente con nosotros, se va a alegrar de verte"

Cuando se vieron se dieron un fuerte abrazo, vi como sus pechos se presionaban entre si, me pareció preciosa la escena.

"Veo que tú también te ánimas a hacer topless" le dijo Laura.

"Bueno hace solo dos días que me he animado"

"Donde estás alojadas" le pregunté.

"Estoy en un hotel cerca pero mañana vuelvo a Madrid, estoy preparando una exposición de un alumno que tienen muy buena pinta"

¿Como vas ir al aeropuerto?

"Pediré un taxi"

"Para nada, te vienes a dormir con nosotros que tenemos una habitación libre y mañana te acerco yo"

"Por mi encantada ya sabéis que estoy muy bien con vosotros"

Me sentía un hombre privilegiado tenía a dos preciosas mujeres sentadas delante enseñándome las tetas.

A  media tarde pasamos a recoger las cosas de Laura para ir a casa.

"Poneros cómodas, yo me encargo de la cena mientras os ducháis"

Era lo malo de estas playas que no tiene ducha.

Cuando subí para dejarle unas sábanas a Laura estaba abierta la puerta del baño, Paula se quitaba la braga del bikini para entrar en la ducha mientras Laura completamente desnuda se recogía el pelo, un denso mechón de pelo negro cubría su coño "perdón pensé que ya habíais terminado"

"No pasa nada, a nuestra edad seguro que no es el primer desnudó que ves, además ya me has visto en el cuadro que tengo en casa"

En ese momento Paula salía de la ducha y con la mayor naturalidad del mundo me dice "cariño ya puedes entrar" No lo pensé mucho y quitándome el bañador me fui hacia la ducha.

Ahí estábamos los tres completamente desnudos como si fuera lo más normal del mundo.

"Es la primera vez que os veo desnudos" dijo Laura sonriendo.

El ambiente de intimidad que se había creado me llevo a decir "espero que no sea la ultima jaja, he preparado la mesa en el jardín, hace muy buena noche"

Nos sentamos en las toallas, las chicas parecía que se habían puesto de acuerdo pues las dos llevaban un pequeño pantalón corto con una camisola sin mangas.

Con la segunda botella de vino la conversación se fue animando.

"Laura que le parecía a John que hicieras topless" ¿no le importaba?

Preguntó Paula.

"Que dices, antes de conocernos ya iba a playas nudistas con sus amigos, yo me aficioné por él" ¿vosotros no habéis ido nunca?

"He intentado muchas veces convencer a Paula pero hasta ahora no lo he conseguido a ver si a tí te hace caso"

"Pues tenéis que ir a una cala que esta cerca de donde hemos estado esta mañana, es una de las diez playas nudistas mas bonitas del mundo, yo estuve ayer y merece la pena"

¿Es obligatorio desnudarse? preguntó Paula.

"Bueno yo no vi a nadie vestido, pero no te comas el coco lo mejor es hacerlo sin pensar"

Paula cambió de repente de tema ¿sabes que mi maridito tiene un sueño erótico?

"Todos tenemos algúno" ¿tú no? dijo Laura.

No podía creer que fuera a decírselo, pero lo hizo.

"No te puedes imaginar la de veces que me dice que le encantaría hacer un trio contigo"

Laura en lugar de cortase le siguió la conversación.

"Pues te diré que John decía que le gustaría hacer un intercambio de pareja con vosotros, estaba loco por tu culito Paula, pero nunca pasó de ahí"

"Pues eso ya no puede ser" dije.

Laura aprovechando la confianza que se había creado "chicos, si no os importa me voy a dar un baño"

Se desnudó lentamente y se tiró a la piscina"

A pesar de estar atardeciendo todavía había luz suficiente para disfrutar de la vista.

¿No os animáis? "está muy buena"

Para mi sorpresa Paula empezó a quitarse la ropa exhibiéndose lentamente.

Dos preciosas mujeres, completamente desnudas, estaban bañándose sin importarles que yo las estuviera mirando.

Salieron del agua y mientras se secaban Laura nos sorprendió con una confesión "desde que murió John no he vuelto a tener sexo"

Con la toalla en la mano se dirigió dentro de casa con un movimiento insinuante de caderas, mire a Paula recabando su permiso que con una sonrisa soltaba la toalla y agarrándome de la mano me llevaba a buscar a Laura.

Cuando llegamos, estaba esperándonos, me acerqué y sujetando su cara entre mis manos empecé a besarle la boca, Paula la abrazaba por detrás presionándole las tetas, mi lengua exploraba su boca, fui bajando la mano hasta encontrar su pubis, empezó a soltar suspiros de placer mientras le introducía dos dedos que jugaban con su clitoris, me metió la mano en el bañador y agarrando mi pene empezó a masturbarme.

Paula la sentó en la cama y de rodillas a su lado empezó a manosearle los pezones mientras me besarme apasionadamente, Laura me bajaba el bañador dejando a la vista un eréctil pene que se metió en la boca sujetándolo con una mano mientras llevaba la otra al coño de Paula que soltaba un pequeño suspiro de placer.

No podía dar crédito a lo que estaba viviendo, mi mujer y yo estábamos haciendo un trío con una belleza jamaicana que muchos pagarían tan solo por verla desnuda. Algo que sólo había estado en mi imaginación se hacia real.

Laura se saco la polla de la boca tumbándose boca arriba con las piernas abiertas esperando ser penetrada, mientras le metía el pene, Paula me acercaba el coño para que se lo comiese.

Los orgasmos no tardaron en llegar, primero fue Laura seguido de una abundante eyaculación por mi parte que rebosaba su vagina.

Mientras tanto Paula se tumbaba y me pedía que se la metiese "cariño falto yo"

Con el pene aún duro empecé a follarla hasta que sus gritos anunciaron la llegada del orgasmo.

Exhaustos nos dejamos caer en la cama durmiéndonos al instante.

Lo sucedido el quinto día os lo contaré en el próximo relato.