Mi mujer se transforma en la playa 2

Mi mujer se deja manosear por un joven al que le enseña las tetas

A la mañana siguiente , cuando me desperté Paula aún dormía, me recreé observando detenidamente su cuerpo desnudo, me iba fijando en los pechos coronados por un pezon algo más oscuro que el resto, me llamó la atención su perfecto ombligo y me detuve en el pubis gozando el momento, una franja de pelo rubio rizado escondía la entrada a su vagina.

"Que miras con tanto interés" preguntó Paula consciente de la situación "tu precioso cuerpo"

¿No tuviste suficiente ayer por la tarde? "Estuviste un buen rato manoseándolo"

¿Que te apetece hacer hoy? Le pregunté.

"Por mí playa y sol, podemos ir a una de las calas cercanas" me dijo.

Aproveché para pedirle que tenía que llevar el bañador de la tarde anterior "para nada, ese solo lo ves tú"

Sin pensar en lo que decía solté "eso ya no va a ser posible"

Con cara de desconcierto preguntó ¿que quieres decir?

Despues de un par de segundos me decidí enseñarle el vídeo de la tarde anterior, donde aparecía desnuda a la vista del vecino "parece que tenemos mirones en la urbanización, espero que lo haya disfrutando"

Me sorprendió la respuesta de Paula que para nada estaba enfadada.

Dándome un beso me pregunto ¿no te importa que vean a tu mujercita desnuda?

"Más de una vez me lo he imaginado y la verdad, tengo que confesarte,  que me pone un poco cachondo"

Sacando el diminutivo bikini del armario empezó a ponérselo "todo sea para que mi maridito esté contento"

Cuando llegamos a la playa buscamos un lugar donde poner la toalla, a pesar de haber gente no se sentía agobio.

Cerca había una pareja desnuda a pesar de no ser una playa nudista, por su aspecto debían ser extranjeros ya jubilados.

Al otro lado teníamos un grupo de jóvenes, dos de ellas con  tanga hacían topless, ellos con cuerpo atlético.

Aprovechando la situación le pregunté a Paula si se animaba a hacerlo "confórmate con ver a las demás" me dijo.

Al rato fuimos al agua, empezamos a jugar y aprovechando que estábamos de espalda le desabroché la parte superior del bikini y empecé a tocarle las tetas, ella me metió la mano bajo el bañador y me manoseaba el pene. Yo cada vez estaba más empalmado "como te siga creciendo te va a estallar el bañador cariño" me dijo Paula en dirección ya hacía la toalla.

Yo decidí quedarme un rato más con el fin de bajar la excitación.

Uno de los chicos se había acercado a Paula y hablaba con ella, la sorpresa llegó cuando vi que se quitaba la parte superior del bañador dejando su pecho a la vista de todos.

Cuando llegue a su altura Paula me miró desafiante "le he pedido a Juan que me ponga crema aprovechando que no estabas, ya le he dicho que a ti no te importa"

Un desconocido estaba manoseando a mi mujer delante de mí, algo se estaba despertando en ella en el terreno sexual.

Juan cada vez se atrevía más y sus manos recorrían todo el cuerpo poniendo especial énfasis en el culo que presionaba al tiempo que lo movía en todas direcciones, sus dedos se dirigían hacia el interior de sus  muslos que se movían dejando abiertas las piernas lo que facilitaba la visión de la humedad de su coño al que Juan intentaba tocar. El bulto en su bañador delataba su excitación.

Paula con un "muchas gracias, ya está bien" dio por finalizado el espectáculo.

Juan fue recibido por sus amigos con vítores de admiración al tiempo que le decían "has cumplido muy bien, bravo campeón"

La pareja de extranjeros, testigos de lo ocurrido, me miraban sonriendo.

Me tumbé boca abajo para esconder mi abultado pene como consecuencia de lo que acababa de vivir "que mala eres, me parece que as cometido un infanticidio" le dije a Paula maliciosamente.

"La verdad es que cuando me lo he quitado me he arrepentido pero me ha dado corte y ya no me atrevía a decirle que parase por no quedar como una idiota delante de sus amigos"

"Es lo que tienen estos juegos que te puedes ver haciendo algo que no pensabas, pero una vez ahí tienes que llegar al final.

"Bueno lo hecho hecho esta, ya no hay marcha atrás, pero cuando lleguemos a casa vas a tener que relajarme" me confesó.

Era la primera vez que la oía expresarse así.

Cuando volvimos al agua Paula se puso la parte superior del bikini ¿ya te has cansado de enseñar las tetas? Le pregunté.

"De momento ya las he enseñado bastante"

Después de un rato nos vestimos para irnos. Al pasar delante de los chicos, Paula se despidió mirando a Juan con un "adiós y a ver si nos vemos pronto" Él congestionado afirmó repetidamente con la cabeza.

Nada más comer nos fuimos a casa y cuando entramos Paula se desnudó y se tumbó en la cama con las piernas abiertas mientras se empezaba a tocar. Era la primera vez que lo hacía sin que se lo pidiese.

Empecé a desnudarme lentamente ¿vas a quedarte mirando o piensas venir conmigo?

Llevé la lengua a su clitoris, el flujo me empapaba toda la boca, dirigí mi dedo a su ano intentando meterlo "por ahí no, sigue comiéndome el coño y no se te ocurra parar ahora"

Al momento se estaba corriendo "que pedazo de orgasmo, tú sigue hasta que me seques"

Poco después me llego a mi el orgasmo.

Quedamos tendidos en la cama sin mediar palabra, medio adormecidos.

Después de un par de horas nos incorporamos y vestimos para ir a cenar.

Un día más en estas vacaciones Paula me sorprendió con un vestido negro algo transparente y dispuesta a salir a la calle sin sujetador por primera vez desde que la conozco. La falda al trasluz dibujaba la silueta de las piernas, los pechos perfectamente redondeados remarcaban los pezones.

Tras cenar mientras dábamos un paseo nos encontramos al grupo de jóvenes de la playa "hola que sorpresa, vamos a tomar unas cervezas a la playa" ¿os animáis? Preguntó Juan mientras observaba fijamente el trasluz del vestido de Paula.

"Podemos ir un rato, seguro que ahora se esta bien en la arena" les dije.

Después de la segunda cerveza la conversación se fue animando y una de las chicas, mirando a Paula dijo, "esta mañana que buen rato le has hecho pasar a alguno, jaja ".

"Ha sido muy amable" dijo Paula mirando a Juan.

Uno de los chicos propuso bañarse aprovechando la luna llena.

Animados por el alcohol empezamos a desnudarnos, Juan ya desnudo miraba a Paula quien agarrando el vestido por debajo lo saco por la cabeza quedándose en bragas.

"Juan ya me las has visto esta mañana y con más luz" dijo Paula que agarrándome de la mano me llevo al agua.

Cuando salimos se quitó las bragas mojadas y sé puso el vestido para irnos a casa. Al igual que había sucedido durante toda la noche Juan no perdió detalle de todo lo que se refería a Paula quien le guiñó un ojo por lo que acababa de ver. Esa noche dormimos profundamente.

En el próximo relato os contaré lo sucedido el tercer día.