Mi mujer se la chupa al viejo vecino en su puerta
So tiene fácil solución, sujete a la perrita, y acto seguido soltó la mano que él le acariciaba y agachándose se puso de rodillas y bajándole los calzoncillos dejo al aire aquel enorme y morcillón rabo que colgaba con una larga piel en la punta, además de un frondoso pelamen blanco y negro que....
Hace un mes una pareja amiga nos dejó su apartamento en una conocida zona turística por unas semanas pues ellos se iban de vacaciones y no se podían llevar a su perro, poniéndonos la condición de cuidar a este.
El complejo está ocupado por parejas ya madura pues es un edificio ya con años aunque se encuentra perfectamente siendo muy tranquilo sin apenas ruidos pues no está a primera línea de playa.
Cada mañana que sacábamos al perro un vecino del inmueble ya bien entrado en años siempre parecía esperarnos para ver si el perro orinaba en el rellano o las puertas del edifico, era un señor mayor sobre los 65 años más o menos pero con buen aspecto y apariencia educado, incluso algunos días se asomaba a la puerta tan temprano que incluso aparecía con solo con los calzoncillos sin más nada en el cuerpo como recién levantado, pues siempre sacábamos al perro muy temprano.
Una mañana mi mujer dijo, a este le voy a callar la boca y esas miradas de mala leche ,mañana sino mira y veras cuando abra la puerta temprano y saque al podre perrillo.
Y así a la mañana siguiente nos levantamos y cogió mi mujer el caniche y fue a sacarlo haciendo algo de ruido para que el viejo asomara por la puerta y soltando al perro como si le hubiese escapado, haciendo este ademan de acercarse a la puerta del vecino como a orinar, asomando rápidamente en calzoncillos con cara de pegarle una bronca a mi mujer.
Yo me quede mirando por al ranura de la puerta medio a medio cerrar cuando mi mujer le dijo, no se preocupe que no le meo la puerta que está usted todas la mañanas persiguiéndome, o es que quiere verme a mi o le molesta el pobre perrito, no ve que es una miniatura cariñosa que solo se acerca a saludarle porque abre todos los días la puerta.
Contesto el rápidamente con medio mal humor que él no se levantaba a verla, solo oirá ruido y abría a ver si era alguien conocido, replicándole mi mujer que entonces porque salía en calzoncillos con el resto del cuerpo desnudo como provocándola.
No me digas que te provoca ver a un hombre con poca ropa, le dijo el con cara de pocos amigos, es que no ves a tu marido desnudo en casa o es que te parece que uno provoque.
Bueno le dijo mi mujer bajando el tono, tampoco es eso pero sale a sí y con cara de pocos amigos y hasta el perro se asusta, mire que cariñoso es, tomando el perro y ofreciéndoselo y poniéndoselo en el pecho a la vez que con disimulo le rozo con las manos el frondoso y blanco pelo que ofrecía el viejo en los pectorales que hasta a mí me pareció atractivo.
El pareció aturdido con el roce de las manos de mi mujer y bajo la guardia cogiendo el perro, mientras mi mujer en medio broma le decía al perro, ves si al final no es un ogro si es un buen abuelito que va a resultar al final es cariñoso con nosotras, pues el perro era también una hembra.
Bueno tampoco soy tan abuelito como dices dijo el en medio risas, y lo de ogro tampoco que siempre he tenido fama de cariñoso con las mujeres incluso mi mujer siempre recelaba de mi pensando estaba con otras.
Ves le decía mi mujer a la perrita pero refiriéndose a él, al final es un ligón que vamos a tener que cuidarnos y más una no sea intente ligarnos.
Bueno tampoco no sea tu marido escuche y se ponga celoso, mientras ahora acariciaba a la perrita junto a la mano de mi mujer que la había dejado sujetándola y seguía tocando su pectoral.
Vi se quedaron unos segundos en silencio mientras el acariciaba la mano de mi mujer y está sabiendo había caído en la trampa bajo la otra mano y le acaricio con descaro el paquete a través de los calzoncillos.
El reculo un segundo contra la puerta pero al verse atrapado y sorprendido por el gesto de mi mujer se dejó llevar y soltó un gemido de agradecimiento.
Ummm dijo mi mujer veo está bien equipado, menudo arsenal hay aquí colgando.
Porque no lo has visto en forma bien dijo el, si lo ves en forma y trabajar seguro lo deseas, ya rompiendo el hielo total entre ambos.
Eso tiene fácil solución, sujete a la perrilla, y acto seguido soltó la mano que él le acariciaba y agachándose se puso de rodillas y bajándole los calzoncillos dejo al aire aquel enorme y morcillón rabo que colgaba con una larga piel en la punta, además de un frondoso pelamen blanco y negro que apenas dejaban asomar ese par de enormes pelotas que le colgaban.
Lo que decía, menudo armamento tiene aquí, dijo mi mujer agarrándolo el tronco de aquel pollon con una mano mientas la otra sacaba el capullo echando la piel hacia atrás y tras comprobar el brillo y grosor de ese, lo lamio y lo chupo como una golosina, haciendo el viejo pegara la cabeza con la nuca en la puerta de su casa a medio entrar en esta y respirara profundamente y gozosamente mientras mi mujer saboreaba aquel enorme barra que iba creciendo a cada lametón.
Sujetaba la perrita entre las manos y cuando podía miraba hacia abajo y veía a mi mujer meterse media polla en la boca pues toda no podía de lo gorda y larga que se le había puesto, mirándola este a la vez y golpeándose con ella en los labios y cara haciendo resoplara como un viejo toro que ve a una hembra en celo.
Puso mi mujer la palma de la mano abierta y los dedos de una punta a otra no llegaban al final riendo ambos del tamaño de aquel tronco polla y de la forma de medir de mi mujer, que rápidamente volvía a comer bajando de vez en cuando a los huevos peludos y chupando estos con descaro y desenfreno.
El viejo estaba loco de placer sin saber que yo los miraba por la ranura de la puerta pues tenía enfrente con buena visión aquella rica mamada que me había puesto empalmado y sin dudar me estaba pajeando viéndolos y a la vez con un poco envidia no tener aquel pollon que se gastaba el viejo.
Sujetaba ya con una mano sola la perrita y con la otra ayudaba a mover la cabeza de mi mujer para que siguiera con ritmo chupando su duro y venoso rabo, acelerando la respiración ya con un ritmo y gemidos altos, presumiblemente ya a punto de correrse.
Pasa que te folle le dijo, que vas a saber que es bueno le dijo sujetándole la cabeza por el pelo y obligándole a parar la mamada… lo deseo dijo mi mujer pero hoy solo toca mamada mi marido anoche me puso el chocho bueno follandome bien y ahora solo me apetece comértela y que me des tu jugosa leche.
Tómala toda si quieres y veras que rica hoy, vas a tener un buen desayuno y acto seguido continuo mi mujer acelerando la mamada hasta que él se puso rígido y comenzó a correrse en la boca de esta mientras mi mujer gemía y tragaba como podía aquella copiosa lechada que le hizo echar un poco por la comisura de los labios.
Quedo un rato agachada aun relamiendo y limpiando el resto de la leche sobrante que aun goteaba aquel enorme capullo que poco a poco fue aflojándose quedando como una morcilla de burgos, gorda y colgante, subiéndole mi mujer acto seguido los calzoncillos y levantándose dirigió su boca y le beso, no haciendo este asco aun sabiendo tenia restos de leche en ella.
Lo beso lujuriosamente volviendo a agarrarle nuevamente el paquete ahora a través de los calzoncillos y sus lenguas jugaron un buen rato pues él le agarro el trasero con una mano y le dijo, esto va a ser pronto mío, quiero que sientas un buen macho te folla y te desflora el culo que es uno de mis deseos con una mujer como tú, si no te lo han desflorado ya.
Primero follame por delante que tienes muy gordo el miembro y por atrás vas a necesitar dilatarme bien, pero lo vamos a dejar para mañana cuando mi marido salga a comprar o a la playa te aviso y vienes y seré tuya.
Ummm resoplo el que parecía tener aún más ganas, diciendo si quieres dile a tu marido que vea como te follo y así aprenda como se calma a una mujer y como se le hace feliz…
Se lo diré le dijo ella volviendo a besarle y soltándole para salir a sacar la perra mientras le daba un azote en el trasero al viejo cuando este se giró para entrar totalmente en la casa, diciéndolo veo también tiene un buen trasero masculino..
Rio él y con un guiño y una cara de felicidad indescriptible cerró la puerta el abuelo, seguro para sentarse y pensar si lo de esa mañana había sido real o había sido un sueño.