Mi mujer se inicia en el BDSM 3. Trío a distancia.

Tercera historia de la pareja Nico y Helena y sus escarceos de sexo.

Pueden leer los antecendentes de esta hisotia para conocer a Helena y Nico en estos enlaces

https://www.todorelatos.com/relato/173231/

https://www.todorelatos.com/relato/173664/

Después de un día de reuniones interminables, en las que no se decide nada como en todas estas reuniones de trabajo, regresaba a casa recordando las fotos que me había enviado Helena con la vecinita en pelotas. Toda la tarde me la había pasado pensando en el espectáculo que habrían vivido las dos y yo mientras tanto currando y sin poder hacer nada de nada, ni siquiera tocarme un poco. Con toda la gente en la sala de reuniones era imposible. Y mira que tenía estímulos, porque aparte de las fotitos de marras, Sonia, una de las ingenieras informáticas, había venido con un vestido mini, pero mini mini, con un escote vertiginoso que mostraba mas que ocultaba. su sostén negro. Con Sonia había estado enrollado hacía cosa de un año. Nada serio, una par de semanas follando donde podíamos y un día con Helena en casa haciendo un trío. Pero no cuajó la cosa. Tal vez no le gustó el trío o no se que sería que un par de días después, y después de una buena sesión de sexo, me dijo que lo iba a dejar. Que ya con su novio se apañaba y que quedábamos como amigos, que le gustaba mucho mi mujer y yo pero, y bla, bla, bla, todos esos tópicos que se usan para cortar una relación. He de reconocer que no hubo ningún tipo de enfrentamiento posterior y que en la empresa seguimos siendo amigos y colaboradores.

El vestidito de Sonia me recordó lo que hicimos hace un año; y entre esos recuerdos, y que mi imaginación no paraba de pensar qué estaría haciendo Helena con Pilar, estaba mas en forma que nunca, deseando llegar a casa. Nada mas terminar mi reunión, que se me antojó interminable, salí disparado hacia el coche para irme a casa, pero Sonia me interceptó para contarme no se que cosa sobre problemas con un entrenamiento en un programa machine learning. Yo no estaba ya para hablar de estas cosas y tenía muchas ganas de llegar a casa. No se me iba de la cabeza las fotitos que me había enviado Helena. Pero Sonia insistía, insistía y, dado que no me dejaba, se me ocurrió la idea de decirle: -Mira Sonia estoy muy cansado y me voy a casa lo único que puedo hacer es llevarte a tu casa en coche y hablamos por el camino. ¿Te vale?- Sonia asintió y nos dirigimos hacia el garaje mientras que ella comentaba los problemas que estaba encontrado su equipo. Yo apenas la escuchaba pero si que me fijé en sus magníficas tetas que se vislumbraban con aquel escotazo que lucía. Arranqué el coche y miré de reojo como su vestido, al sentarse, se subía descubriendo la totalidad de las piernas y sus braguitas también negras. Naturalmente me di cuenta que todo esto era intencionado y que Sonia estaba provocándome. Lo de los problemas de equipo era una mera excusa para acercarse a mi. ¿Por qué en ese momento? Ni idea, pero desde luego no era el adecuado. No iba, de ninguna manera, dejar a Helena sola esta noche dada.

Cuando llegamos a su casa me comentó que tenía cosas que enseñarme en su estudio y que entrara a verlas. Naturalmente me negué y le dije que me marchaba a casa.

-¿Pero tu te estás dando cuenta de lo que quiero enseñarte? ¿No te enteras?, me espetó.

-Claro, no soy tonto. Pero ni puedo hoy ni me apetece, y además esta “pasión” de repente me mosquea. Así que adiós. El lunes nos vemos en el despacho, si es que voy.. Buenas noches,

La dejé en su puerta con cara de mala leche, supongo que por el rechazo, y arranqué el coche pensando en qué demonios era lo que tramaba esa mujer. Me barruntaba que nada bueno, pero ya veríamos.

Paré en un japonés y compré sushi para un regimiento y llegué a casa a eso de las 9 y media de la noche. Antes había llamado a Helena para decirle que llegaría mas o menos a esa hora y que llevaría la cena. Cuando entré vi que me estaba esperando, vestida con una de sus batas de seda, y me recibió con mucha pasión, dándome un largo y húmedo beso en la boca.

-¡Que bien que estés ya aquí! ¡Tengo muchas cosas que contarte! ¡Y has traído sushi, cojonudo! Cenamos y mientras te cuento.

Mi mujer se sentó a mi lado y dimos buena cuenta de la cena mientras que me explicaba sus aventuras con la vecina. Me detalló con pelos y señales su tarde en casa de Pilar. A medida que me iba narrando lo sucedido, con una mirada de vicio que pretendía ponerme cardíaco, en mi imaginación veía las escenitas que habían vivido: la fantasía de Pilar por ser sometida, como se desnudó sin demora, los besos y lamidas, su primer cunilingus, la corrida con el tanga, y los orgasmos con los golpes en el coño. Todo muy detalladamente y con toda suerte de comentarios soeces y calientes. Con todo esto estaba ya mas que en forma y me acerqué a mi chica dándole un buen morreo y comenzando a sobar sus tetas por encima de la bata. El tacto de la seda, o lo que sea porque me da a mi que seda natural no es, me encanta por su suavidad. Al acariciar las tetas noté que debajo no llevaba nada, por lo que imagina que estaba completamente desnuda y sólo cubierta por esa tela suave. Después de un rato de tocamientos la separé de mi y le dije que se desnudara. Lo hizo rápidamente dejando deslizar la bata hacia abajo y vi que me había equivocado y si que llevaba puesto algo. Era un micro-tanga consistente en una cinturilla azul y dos tiras del mismo color que se ajustaban a las dos ingles dejando el centro, es decir el pubis, descubierto. Eso era mucho mas excitante que verla desnuda.

-¿Te gusta lo que he comprado para ti?

-Mucho, pero ¿cuando has tenido tiempo si has estado toda la tarde liada con la vecina?

-Lo pedí por internet, pero no había tenido ocasión de ponérmelo. Me veo como una guarra con esto puesto.

-Desde luego que si, guarra, pero guarra del todo. Me has puesto a cien. Tengo una erección de hierro y vas a tener que calmarla. Por lo que veo no has tenido suficiente con esta tarde.

-Bah, sólo me ha comido el coño. Un pequeño orgasmo. Ahora quiero follar de verdad. Ven aquí que te la destroce con la boca.

Me acerqué a ella y se puso de rodillas bajándome los pantalones y los boxer al mismo tiempo. Mi polla saltó como un resorte y Helena abrió la boca para comenzar a chuparme el glande. Estuvo lamiendo a todo lo largo hasta llegar a los testículos que también lamió hasta introducirse uno entero en la boca mientras me acariciaba el otro. Sabe que eso me encanta, que juegue con mis huevos usando la lengua mientras que lo tiene dentro de la boca. Prosiguió con el otro mientras mi pene seguía fuerte como una barra de hierro con esos estímulos. Mirándome directamente a los ojos se separó y se metió la polla entera en la garganta. Un profundo como le gusta llamarlo. Le llega muy adentro y parece que le encanta. Yo prefiero que me chupe la punta nada mas, pero también hay que complacer a tu pareja. Así que con esa espectacular mamada ya estaba dispuesto para todo. Sin embargo Helena se separó de mi y me dijo: -Tengo una idea: ¿Y si hacemos partícipe a la vecina ?

-¿Quieres traerla aquí para hacer un trío?

-Bueno se me ha ocurrido que un trío si, pero a distancia.

-¿Como? Explícame eso.

-La llamo y le digo que se conecte vía zoom y hacemos videoconferencia follando mientras que ella nos mira. Me daría mucho morbo y si a ti no te importa...

-Joder socia, te estás volviendo una retorcida de narices. Cada vez te pareces mas a la puta de tu hermana Beatriz.

-Hermanastra, sólo hermanastra. Algún día te contaré las cosas que hace esa zorra sin freno.

-No hace falta, me lo imagino. Estoy seguro que esa vieja puta fue tu maestra en muchas cosas.

-Entonces ¿Lo hacemos? ¿La llamo?

-Si hazlo. Sirvo un par de copas de vino, dile que se ponga otra. Cuando esté en directo la quiero desnuda y que se lleve el vino.

Helena contactó por teléfono con Pilar y le ordenó que activara la conexión de vídeo para tener una conferencia a dos. Le mandó que en la conexión apareciera ya desnuda y con una copa de vino en la mano. Yo mientras preparé la cámara de la tablet y la conecté al televisor para tener una visión mas detallada. Cuando estableció la conexión puede ver el imponente cuerpo de Pilar que se encontraba de pie y desnuda exhibiéndose ante nosotros. Yo me senté en una butaca enfrente de la cámara y Helena se sentó a mi lado aún vestida con su no-tanga.

-Hola Pilar -dije-, encantado de conocerte en este formato on line. Mi mujer me ha comentando lo mucho que te ha gustado estar con ella y que no te importaría jugar con nosotros. Veo que lo que dijiste es correcto y te veo dispuesta. Decirte que si le gustas a Helena a mi también y que hemos pensado en que participes con nosotros, esta vez a distancia.

-Escúchame perrita -le increpó Helena- espero que te guste lo que vas a ver y lo que vamos a hacer. Va ser un espectáculo porno en vivo para ti y para nosotros. Ya te ordenaré que hagas alguna cosita mientras que me follo a mi marido. Vas a estar de voyeur y vamos a disfrutar de ti viéndote y sin que puedas participar del todo. Este será tu primer castigo como esclava, mirar pero no tocar. ¿Te gusta hacer un trío virtual?

-Lo que digan los amos. Lo que quieran hacerme estará bien. Y decir que nada mas llamarme he sentido un profundo cosquilleo en mi interior y he tenido que reprimirme para no tocarme y correrme. La situación es muy caliente para mi. Y verles follar en directo va a ser una experiencia increíble e inolvidable para mi.

Pilar estaba muy receptiva y yo estaba ya disponible para hacerle una buena clavada a Helena. Ella, mirando a la cámara para que Pilar la observara se arrodilló de lado y comenzó a masturbarme lentamente. La cámara captaba el movimiento de su mano, lento y suave, mientras que nuestra vecina no perdía ojo.

-¿Te gusta la polla de tu dueño? Es suave y sedosa, pero está dura y caliente. Le está ya saliendo líquido preseminal. Lo voy a probar con mi dedo. ¿Ves, lo chupo despacito y vuelvo a untar el dedito en su glande. Chúpate tu los dedos también como yo hago, piensa que es la verga de tu amo. Mójate los dedos en tu rajita y después te los chupas. Así como yo. Ahora verás que me voy a tragar toda su polla hasta la garganta y que va a follarme la boca.

Así lo hice. Helena se trago todo mi rabo y empecé a mover la pelvis follándole la boca y la garganta. Los ruidos que hacía al tragar me ponían a cine y a Pilar también. En la pantalla se veía agitada mirando todo con cara de salida. Le dije -Puedes tocarte las tetas y los pezones, pero no te masturbes hasta que te lo digamos. ¿Entendido?- -Si amo-, me contestó rápidamente. Enseguida comenzó a sobar sus pechos dando pequeños pellizcos a sus pezones mientras comenzaba a gemir. El espectáculo era muy caliente, tanto que mi mujer saco mi pene de su boca, todo lleno de babas y se quedó contemplando el auto magreo de Pilar. Si decir palabra se empaló dándome la espalda y con un gruñido se corrió nada mas tenerme dentro.

-¡Auuuuuu! , me acabo de correr con esta polla dentro y no he comenzado aún a moverme. Es increíble el morbazo de verte ahí sobándote y yo empalada por mi marido. ¿Te gustaría tener la polla en tu coño, verdad? Pues no la vas a catar de momento. Dime, cariño -se dirigió a mi- ¿la dejamos que se haga unos dedos? ¿La dejamos hacerse una pajita?

-Sí, puedes hacerlo Pilar. Mastúrbate y métete los dedos, pero antes te vas a echar una copa de vino por las tetas. ¡Venga, hazlo, que yo te vea!

Mi orden tuvo dos consecuencias directas, Pilar se vertió la copa de vino lentamente por las tetas, dejando un precioso reguero rojizo por su cuerpo y Helena empezó un rápido mete saca de lo caliente que estaba. Era brutal el calentón de mi mujer y así lo demostraba con el vaivén frenético que estaba dando a su pelvis que no paraba de subir y bajar dejándome hecho polvo en cada penetración. Estaba desatada y por lo que veía Pilar también que se frotaba enfrente de la cámara cada vez mas rápido. Vi que se introducía dos dedos en la vagina y se penetraba salvajemente. Lo de Helena era ya mas que bestia, me estaba destrozando y me aplastaba los huevos en cada bajada. Menos mal que se corrió y quedó desmadejada porque si no me da un infarto. Como todavía yo no me había corrido moví a Helena para que saliera de mi y le cogí la cabeza acercándola a mi falo

. -Ya sabes lo que tienes que hacer. Hazme una de esas mamadas que tu sabes y tu, Pilar, mientras lo ves quiero que te masturbes por el culo. Que te folles tu culito con dos dedos y que nos lo enseñes. No sabes las ganas que tengo de penetrarte por ahí.

Sin solución de continuidad se bajó hacia mi verga y la tragó enterita comenzando a succionar y a hacer esos ruidos de sorber que tanto me ponen. Pilar se giró ofreciendo su trasero a la cámara y, después de chuparlo muy seductoramente, se introdujo el dedo indice de la mano derecha en su agujerito trasero. El dedo entró hasta el fondo y empezó a meterlo y sacarlo lentamente. Volvió a sacarlo y se lo llevó a la boca para volver a mojarlo, y esta vez se introdujo el indice y el medio y fueron esos dedos los que acabaron entrando en su ojete. Mientra que entraban y salían de su orificio, con la otra mano se frotaba el coño con fuerza y gemía muy muy alto. Era evidente que su excitación estaba llegando al climax. Cuando fue evidente que se corría yo lo hice también en la boca de Helena que trago toda mi leche con grandes ruidos. Su cara de vicio era increíble cuando sacó mi polla de su boca y la meneó chupando con su lengua todos los restos. Los tres estábamos cansados y felices. Helena se sentó en el suelo y apoyó su cabeza en mi regazo muy cerca de mi sexo y dijo.

-Joder, Nico, estoy para el arrastre. Entre lo de esta tarde con la putilla de enfrente y la follada que te he dado estoy escocida, dolorida y muy cansada. Me parece que me voy a ir a dormir, pero sólo dormir. ¿Y tú vecinita?, ¿como te los has pasado con nuestro porno-show? Te ha gustado? A mi me ha encantado verte follarte el culito mientras que me comía esta sabrosa polla.

-Amos, ha sido fantástico. Gracias por el rato y por este trío tan excepcional. Nunca me había encontrado en una situación así, tan sexual y tan caliente. Gracias, gracias.

-Me alegro que te haya gustado -dije yo-. Pero ahora creo que es hora de ir a la cama. Espero que mañana estéis las dos en forma, porque pienso castigaros a las dos muy duro. Así que descansad que mañana os espera una siesta movidita.

-Lo lamento amo, dijo Pilar, nada me gustaría más, pero mañana salgo de viaje para ver a mis padres. Mi madre no se encuentra muy bien y he de acompañarla al médico. ¿Podrán perdonarme la falta?

-Venga Pilar, le dije. Que no eres nuestra esclava, sólo estamos jugando fuerte. Nada que objetar. Ve a hacer lo que tengas que hacer. Que esto es voluntario y no forzado. Otro día será, ¿verdad Helena?

-Claro, amor. Sin problemas. Pero te advierto que cuando puedas te voy a someter pero bien. Tendrás que hacer todo lo que te ordene yo o mi amo y marido. Y te va a gustar.

-Gracias amos. Lo agradezco mucho. Contaré las horas para estar con vosotros de nuevo. Gracias. Buenas noches.

Pilar cortó la comunicación y Helena se dispuso a ir a la ducha para posteriormente ir a la cama. Cuando nos acostamos me estuvo hablando del día tan increíble de sexo que había tenido y que era una lástima que la vecina no estuviera el fin de semana. De repente me vino a la mente mi encuentro con Sonia y le comenté a Helena:

-¿Te acuerdas de Sonia, aquella compañera que me tiré hace un año y el trío que hicimos? Pues hoya me ha tirado los tejos descaradamente. Algo quiere desde luego, porque ese interés repentino me mosquea. Como la he dejado en la puerta de su casa sin ni siquiera tocarla supongo que estará muy cabreada. Pero puedo llamarla y tantear a ver si quiere mañana acompañarnos por la tarde. He pensado ir por la mañana a un sex shop para comprar algunas cosillas de bondaje y sado y ver si quiere participar en otro trío, pero este que sea presencial.

-No me parece mal, Nico. La tía está muy buena y follaba bastante bien que yo recuerde. Pero tienes que ver que es lo que quiere, no vayas a meterte en un problema.

-Vale, pues la llamo y a ver que pasa.

Cogí el móvil y llamé a Sonia, eran mas de medianoche, pero confiaba en que contestara mi llamada dada su actitud anterior. Como había previsto me contestó rápidamente.

-Sonia, soy Nicolas. Te llamo a esta hora por dos cosas la primera es que me quedé con la copla de que intentabas seducirme, y no lo niegues porque era evidente. Por tanto quiero saber por qué. ¿Qué es lo que quieres tan importante para ti que te arrastras a follar a cambio de un favor? Tiene que ser algo muy fuerte porque si no lo es bastaba con hablar conmigo en mi despacho y no intentar trucos de puta barata para conseguirme. Sabes que me gustas, a mi y a Helena, pero el follar no tiene nada que ver con nuestro trabajo. Y lo segundo que tengo que decirte estará en función de tu primera respuesta. Como se que eres muy inteligente, no salgas por la tangente y contesta.

-Nico, te aseguro que es nada era sólo que me apetecía estar contigo y...

-¡No me jodas Sonia! Dime lo que quieres o se acabó la conversación.

-Es que, verás hemos cometido un grave error con uno de los programas nuevos de IA. Después de dos semanas de funcionamiento, hemos descubierto que hay parámetros que no funcionan. Eso retrasaría la implementación varias semanas. Necesitaba pedirte que me prestaras a unos cuantos de tu equipo para que pudiéramos cumplir los plazos. Se que esto no es lo normal, por eso intentaba acercarme a ti y después rogarte que me ayudaras. Pero no era solo esto, esto fue el detonante. Desde que cortamos la relación he seguido pensando en ti, en realidad si te soy sincera, he pensado mas en tu mujer. Cuando la conocí me impacto, disfruté mucho con ella pero me dio miedo que me fuera a enamorar y por eso decidí cortar lo mas rápido posible. Pero en este tiempo no he dejado de pensar en vosotros, en ella, y en esta coyuntura intenté acercarme a ti y sí, posiblemente, a Helena. Perdoname por ser tan obtusa pero estoy muy desesperada y una cosa llevó a la otra.

-Sonia, es que no me creo que me cuentes esto. ¿Provocarme para que te eche una mano en tu trabajo? ¿No bastaba que me lo contaras en el despacho? No creo que hubiera habido problemas en hablarlo. No soy un tirano y fallos los tenemos todos. Se solucionan y listo. Pero ¿un chantaje emocional? Es que no me lo puedo creer.

-Perdóname, no sabía que hacer y me decidí a probar con eso. Ya se que eso me convierte en una puta que folla por dinero o favores. Pero estaba muy afectada. Perdóname.

-Está bien, me parece que lo que me cuentas es verdad y asumo que la parte de Helena no es mentira porque no tenias porque decirlo, Y yo por mi mujer hago lo que sea para satisfacerla. Mándame los datos de lo que ha pasado y dime como has pensado remediarlo y con que personal quieres contar y lo veremos. Mañana a las ocho te veo en la oficina. Pero la segunda cosa que iba a decirte, en función de la primera, es que quiero que mañana por la tarde estés a disposición de Helena y mía. No dormirás en casa mañana. Te queremos para nosostros.

-¿Como que me dices? ¿Me llamabas para follar?

-Exacto, para follar y para que estés a nuestro capricho para todo. Te mereces un castigo por tus tonterías. Pero si no quieres, no pasa nada. La reunión sigue en pie y te daré el apoyo necesario y que crea conveniente. Pero dado que tu iniciaste el coqueteo conmigo, no pienso que te niegues. Tendrás tu equipo y un buen día de sexo. Y sabes que somos muy buenos en eso. Ah, si aceptas estarás mañana a nuestro servicio como un zorra esclava. No te pongas ropa interior en todo el día. Te queremos caliente al máximo. ¡Tu dirás!

-Acepto, por supuesto. Mañana estaré a vuestra disposicón.

Continuará.