Mi mujer se ha vuelto una puta encantadora 1a
Como dusfruto que ella lo disfrute
MI MUJER SE HA VUELTO UN PUTA ENCANTADORA 1A
Cuando recuerdo lo que he vivido con ella, mi estado de ánimo se inquieta y quisiera regresarme, ella es una mujer que como amante es perfecta, independientemente de su habilidad para coger, para chupar una buena verga, para cocinar, tiene una mentalidad
que se adecua a la perfección, y además es porque le encanta hacer el sexo, que le meta toda la verga hasta los huevos, grita que se la deje ir siempre y otras muchas cosas obscenas, le gusta que la trate con amabilidad en la vida cotidiana, pero en la cama
se convierte en una gran puta, y eso le gusta, le excita y siempre pide que se la vuelva a meter una y otra vez, a mi, me transforma y hace que me venga de una manera riquísima que poco se puede expresar con palabras, para poder ser explicarlo, es mejor vivirlo.
Ella es mi adorada amante, mi confidente, mi amiga, mi mujer, tiene 26 años, con un buen cuerpo ágil (pues de chica hizo danza y se mantiene en forma), sus medidas si bien no las recuerdo, tiene 88, 65, 92, como verán mis lectores, que tiene unos pechos que mas bien parecen pequeños, pero se aprovechan de manera excelente, con unos pezones café claro que los he chupado hasta hacerlos que se duplique su tamaño, y a ella le fascina que se los mame, desde ahí empieza a gemir de placer y se da un gran gusto, su piel es aterciopelada, sedosa, que cuando se acaricia se disfruta su tersura, sobre todo las piernas, sus nalgas son “manualitas”, se pueden mover para todos lados con gran facilidad, cabe decir que cuando empezamos a hacer el amor las tenía menos hermosas, ahora son un manjar y un deleite para acariciarlas, redondas, paraditas, (y como ella siempre se ha considerado que no tiene mucho busto, más bien para ella es pequeño, al caminar intenta resaltarlo y por supuesto sus nalgas las saca por inercia), sus piernas son delgadas, sin llegar a ser flacas, con piel suavecita, y torneadas, inclusive es una de las cosas que mas le chulean en la calle, otra de las partes que me encanta, es su boca, tiene una boca más bien con tendencias a ser chiquita, pero no se imaginan lo bien que la sabe usar, labios delgados, pero cuando te besa parece que te transportas a otros tiempos, hace que te excites d inmediato porque percibes la calentura nata que trae por dentro y no se diga cuando se come mis 18 cm. de verga, se la mete toda completa, si pudiera meterse los huevos también se los comería completitos. Pero o mas hermoso es su panocha, ésta es café, rosadita, con labios gruesos, rodeada de una gran mancha de pelo negro que hace juego con su piel morena clara, cuando se está viniendo parece que tiene una manguera de agua, orgasmo tras orgasmo y la verga desaparece por completo, tiene además un ritmo cadencioso cuando coge, es increíble.
Yo soy una persona que no tiene nada de extraordinario, mido 1.73, peso 78 kg. Mi mujer dice que una de las cosas que mas le gustan, es que hago el amor muy rico, que me adecuo, que tengo buena espalda pero mejor las nalgas, a ella le gusta acariciármela siempre, no pierde oportunidad en estarlo haciendo, inclusive cuando estamos en una reunión de cuates, aprovecha cualquier espacio para decirme “que nalgas tan ricas tienes, papacito, en un rato te las voy a comer completitas y te voy a besar ese culo rico que tienes” obviamente con solo escucharla me excita, y cuando no puedo acariciarle los pechos solo le doy una palmadita donde se pueda y le sonrío, como diciéndole, espérame mamacita cuando estemos solos te voy a quitar la calentura que tienes y ella así lo entiende.
Para no hacer el cuento tan largo (que ya se hizo un poco, verdad?), quiero contarles algunas de nuestras experiencias.
Resulta que, hace como 5 años d esta historia, estuvimos en el D.F. y como ya habíamos platicado de los clubs SW, en esa ocasión aprovechando la estancia en ésta gran ciudad le propuse que fuéramos a uno, y como ya lo habíamos platicado, pues lo aceptó, quiero decirles que yo andaba muy nervioso, mas nervioso que ella, porque nunca habíamos estado en un lugar como éste y no sabíamos que hacer o como comportarnos, afortunadamente las cosas se dieron despacio y aunque no fue nada fuera de lo normal aprendimos como deberíamos comportarnos.
Cuando llegamos al lugar nos recibieron con mucha amabilidad, el lugar se veía de buen nivel y eso hizo que agarráramos confianza, hicimos amistad con una pareja que estaba a nuestro lado y empezaron los juegos, y en uno de esos, el castigo para mi fue que todas las chicas me acariciaran estando yo con los ojos vendados, y pues tuve que aceptarlo, pero quien se dio vuelo a la caricia fue mi mujer, finalmente les dejó su parte a las demás.
Después de todo estos juegos el ambiente se calentó un poco y estuvimos bailando, ya había parejas acariciándose de manera cachonda, nos fuimos a sentar e inmediatamente ella se fue al baño y al regresar me dijo que un chavo la había invitado a bailar, yo le dije que qué le había dicho y me dijo “que primero le iba a decir a mi pareja”, y obviamente yo le dije que si quería que fuera, salió a bailar, yo no pude resistir la tentación de verla bailar con otro hombre y me fui a la salón obscuro, yo no alcanzaba a distinguir bien lo que hacía, pero después me contó que ella bailaba normal con él, pero él le tomó su mano y se la llevó a su verga, que el la acarició por arriba de la ropa, eso no se si me calentó o me movió el tapete, pero lo cierto es que nos pusimos a bailar nuevamente pero ya andábamos mas excitados, yo sentía como se pegaba a mi cuerpo, moviendo sus caderas rítmicamente, en ese momento ya había parejas haciendo el amor parados (porque no había ninguna silla), otras parejas se cachondeaban riquísimo, al ver a las demás parejas haciendo esto, yo le empecé a meter mano por debajo de su falda, pero hasta ese momento lo hacía muy discreto, estábamos bailando pegaditos que yo sentía que su panocha estaba empapada, tanto por lo que veíamos como por las caricias que yo le estaba dando, ella también me acariciaba las nalgas, la espalda y me besaba metiendo su lengua hasta el fondo, era rico sentir a tu mujer totalmente entregada, en ese momento de mayor calentura, se pone nerviosa y me dice alguien me está acariciando, yo levanté la vista y alcancé a ver a la pareja que estaba sentada junto a nosotros, él estaba acariciándole las nalgas por arriba de la falda, yo le dije que si quería nos dábamos la vuelta, pero por los nervios o porque le gustó no dijo nada, yo dejé que aquel continuara agasajando a mi mujer, pero aún no se reponía de la sorpresa cuando sintió que otras manos la estaban acariciando por el otro lado y no eran las mías, era la pareja de él, cuando los sentí tan cerca ella me tomó mi mano y me la llevó a sus nalgas, y las sentí, aunque ella no era bonita, era sexi, y se las empecé a acariciar, y como traía vestido amplio se lo empecé a levantar hasta que llegué a sus pantis, inmediatamente las hice a un lado y metí mis dedos y ahí me dí cuenta que estaba mojada, en ese momento intenté retirarme un poco de mi pareja (porque no me soltaba) para darle oportunidad al chavo de que pudiera meterle mano a mi mujer, pero ella no me soltó, yo sentía que es taba muy excitado, al igual la chava que estaba acariciando y mi pareja (de él no recuerdo nada), ella respiraba tan fuerte que me indicó que estaba teniendo un orgasmo, yo la sentí estremecerse y me sentí que estábamos haciendo algo que nos gustaría hacer y que se convertiría en algo cotidiano, porque los dos lo estábamos disfrutando.
Esa noche fue todo lo que hicimos ahí, no pasó nada fuera de lo normal, al salir coincidimos con la pareja que habíamos conocido y se ofrecieron a llevarnos al hotel, nosotros nos fuimos atrás, pero yo iba muy caliente y ella también y nos íbamos metiendo mano, al bajarnos del coche ella se bajó por el lado del chofer y él se tuvo que bajar para que ella se bajara y al despedirse le dio un beso que creo le quería arrancar la lengua, y yo con la chava me despedí como todo un caballero, sin sobrepasarse, creo que a ella eso también le excitó y la dejó preparada para una noche de gran sexo.
Al llegar al cuarto del hotel, tan solo al cerrar la puerta empezamos a desvestirnos, ella inmediatamente me abrió el ciper de mi pantalón y empezó a darme una mamada que fue increíble, pero yo no quería terminar y tuve que quitarla de mi verga para que yo empezara quitarle la ropa, traía pantimedias y nunca como ese día me fastidió el que las trajera, se me hizo eterno el tiempo para quitárselas, cuando al fin pude hacerlo, ya estaba boca arriba en la cama, con las piernas colgando, apenas empezaba a darle la mamada ella ya se estaba viniendo, suspirando con gran fuerza, decía me vengooooo, me vengooo, oooooh, mi amor aquí está mi leche, mete todos tus dedos, aughhh, cuando dejó de gritar me puse de pié y le levanté las piernas me las puse en los hombros y le metí esa verga hasta el fondo, ella empezó a decir cosas que en ocasiones no le entendía, pero lo que lograba percibir era que “estoy disfrutando como nunca, métemela, estoy muy caliente, pégame en las nalgas, papacito estas bueniiiiisimo, quiero que te vengas en mi boca, los quiero ya”, y como si fuera la orden psicológica, inmediatamente empecé a sentir que ya no aguantaba mas, le saqué la verga de su panocha y ésta dejó escapar chorros de leche hasta que llegaron a la cama, yo estaba fascinado de la respuesta de ella, tomé mi verga e inmediatamente se la deje ir en su boca y bastó una sola mamada para que empezara a chorrear leche, se la regué por toda la cara, por el pecho, los cabellos, y yo gritaba, eres mi puta, aaaaaah que rica mujer tengo, trágate toda mi leche puta, tómatela trágate, y ella no desperdició nada, se tragó hasta la última gota, seguía mamando mi verga con tanto amor que en esos momentos me enamora mas, que cogida nos dimos ese día y el resto de la noche, estábamos felices.
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