Mi mujer se decidio iii-i
Tras el encuentro entre Angel y mi mujer, ahora vendría el trío, ¿follara Angel mi culo?
Hola a tod@s. Antes de nada, pedir disculpas por el retraso en este relato. Tanbién quiero disculparme por no haber descrito a mi mujer, obviamente es necesario hacerlo para que os pongais en contexto.
Mi mujer, Raquel, mide 165 cm, un poquito sobrada de peso, morena. Sus tetas son fabulosas, aunque ya algo caídas por la edad y los embarazos, pero aún así me encanta acariciarlas y lamerlas, sus pezones son gordos y bastante morenos. Su coño, bufff, es sensacional, más que coño es un coñazo, con unos labios grandes y una apertura que invita a meter la mano entera, os aseguro que le cabe sin problemas y su culo, aunque no es perfecto de forma, es una delicia lamerlo y follarlo, eso si, para quien pueda hacerlo, porque a mi no me deja, lo mismo que su coño.
Al día siguiente de su aventura, desperté temprano. En mi cabeza seguia la imagen de Raquel lamiendo, mamando y chupando la polla de Angel y este empotrándola y follando su coño y culo, así como el ofrecimiento que hizo al camarero. Jamas hubiera pensado que Raquel se prestase a eso, si ya tenía por imposible que se acostara con otro hombre, ni en sueños pensaría que este la ofreciera a otro y que ella aceptase de buena gana. Para mi esto era el mejor de los sueños. la guinda del pastél, fue que llegara a casa con su coño lleno de la leche de Angel, que me hiciera lamerlo y tragarla mientras me comentaba que este accedió a follarme. Todos esos pensamientos, hicieron que mi pequeña polla se endureciera y, en la cocina tuve que masturbarme. Como de costumbre, no tardé ni dos minutos en correrme, depositando mi leche sobre la mano, para luego acercarla a mi boca y lamer hasta dejarla bien limpia.
Rauqel: que haces cornudito?, me dijo desde la puerta
Yo: eh... na .. nada
Raquel. venga, si he visto como te pajeabas y corrias en tu mano y luego la chupabas, ¿sigues cachondo por lo que te conté ayer?
Yo: si joder, no puedo olvidarlo y se me pone dura
Raquel: vaya, que lástima que tu polla no me satisfaga, sino aprovecharía el momento
Yo: lo siento
Raquel: tranquilo cornudito mío, gracias a ti he encontrado al macho que me dará lo que necesito
Yo: eso si, al menos tu disfrutaras mientras te follan, pero yo me tengo que conformar con mirar
Raquel: bueno, también te puedes pajear mientras me lo hacen, además luego serás tu quien limpie mi coño o culo de su leche, ¿no te parece suficiente?
Yo: sabes que me encantará hacerlo, pero también me gustaría participar algo más, no se
Raquel. mira cornudito, vamos a dejarlo muy muy claro. Tu me has empujado a esto y la verdad que es lo que necesitaba desde hace mucho tiermpo. A partir de ahora, follaré con Angel y con el que el quiera y precisamente tu no eres uno de los elegidos
Yo: ¿pero porque yo no podré follarte?
Raquel: por dos razones, la priemera es porque tu pollita no me sarisface desde hace mucho tiempo y la segunda, porque Angel no quiere que lo hagas y yo estoy deacuerdo. Tu asistirás a mis folladas, bueno no a todas, pero solo como espectador y solo harás algo cuando Angel o yo queramos. Dime ahora mismo si estás conforme, aunque si no lo estás, será peor para ti, porque yo voy a seguir follando con Angel de todas formas
Yo. esta bien, estoy conforme con lo que me dices
Raquel: hay cornudito mío, cuanto te quiero. Preparame el desayuno y llevalo a la cama, quiero que me comas el coño mientras desayuno
Rauqel se dió la vuelta y marchó a la habitación, Me quedé en la cocina, pensando en lo que me había dicho. Siempre había soñado con ser un cornudo, pero nunca imagine que no vovería a follar con ella, aunque la verdad es que tenía razón, mi pequeña polla no la daba placer desde hacía mucho tiempo y al fin y al cabo, lo que más me importaba era ella.
Con el desayuno preparado, me dirigí a la habitación, al pasar por el baño, Raquel estaba meando. Me quedé mirándola, viendo como de su coño salía un gran chorro. Ambos seguiamos desnudos y mi polla reaccionó a esta visión. Raquel se dió cuenta de este detalle
Raquel: cornudito, no me digas que te pone verme mear
Yo: no se, creo que es la primera vez que me pasa
Raquel. venga, vamos a la cama, que quiero que me lo limpies, se levantó del baño y dejó su coño sin limpiar
Se recostó sobre la cama, permaneciendo semi sentada, con sus piernas abiertas y su coño, brillante por las últimas gotas de pis, esperando a mi boca. Dude unos instantes, nunca se lo había comido tras mear y me daba un poco de cosa
Raquel: vamos, a que esperas o es que te da asco hacerlo
Yo: joder, es que acabas de mear y no te has limpiado
Raquel: lo se, pero es que quiero que lo hagas tu, ¿haras eso por mi cornudito?
No podía negarle nada, acerque mi boca a su coño y comencé a lamer. Sabía raro, como hacido aunque no tan mal como había pensado, pero era su coño y era Raquel, mi mujer
Raquel. ves cornudito como no es para tanto, ¿a que te está gustando el nuevo sabor?
Yo: siiii mmmm está delicioso amor
Raquel: sabía que te gustaría, eres bastante cerdo y siempre pensé que estas cosas te gustarían, aunque nunca me atreví a hacerlas, pero esto va a cambiar cornudito, harás muchas cosas que nunca imaginaste hacer. Mira, el sábado vendrá Angel a cenar y le diré que te rompa el culo, ¿quieres eso cornudito?
Yo. joder, si que quiero
Raquel: jaja, sabía que dirias eso, pero para que Angel pueda hacerlo, tendremos que prepararte ¿o prefieres que te lo haga el y te rompa el culo?
Yo: prefiero prepararme antes, sino me dolera mucho y no podré aguantar
Raquel. eso creo yo también, además así Angel pordrá darte sin problema, no quiero que se lleve una decepción por no poder hacertelo y nbo queremos eso, ¿verdad?
Yo: no, no queremos que se decepcione
Raquel: bien, ahora cuando acabe de desayunar, vamos a empezar a preparar tu culo
Yo: ¿y como lo vamos a hacer?
Raquel: hay cornudito, como tu pollita no me hace sentir nada, tuve que hacerme con unos amigos, los tengo en el cajón del armario. Venga, sigue comiendo mi coño hasta que termine
Por un rato seguí lamiendo su coño, sus jugos y mis babas empapaban mi cara. Mientras lo hacía, en mi cabeza se formaba la imagen de Angel, con su polla dura apuntando a mi culo, dios como deseaba hacerlo, como deseaba que llegara el momento.
Rauqel por fin terminó de desayunar y apartó mi cabeza de su coño sin miramiento alguno, de forma ruda. Se levantó de la cama y abrió el armario. La veía rebuscar enre su ropa, hasta que se giró con tres consoladores en la mano. ¿Cuando los había comprado?, ¿porque no me había dicho nada?
Raquel. ven cornudito, ponte encima de la cama, a cuatro patas
Me coloqué como me indicó. Noté su mano acariciando mi ano, sus dedos hacían círculos alrededor. Me impreganaba algo gelatinoso
Raquel: cornudito, te estoy dando una crema dilatadora, para abrir un poco y que nos resulte menos complicado
Yo: ¿desde cuando tienes estás cosas?
Raquel: desde hace mucho. Las compré para mi, pero siempre he sabido que terminaría utilizándolas contigo. Hace mucho que sé que lo que de verdad te pone, lo que te gusta, son los tíos y sus pollas, pero nunca me he lanzado a decirte nada hasta ahora. Muchas veces me has pedido que te metiera algo por el culo y nunca he querido, pero el hacerlo con Angel, el ser su puta, me ha hecho abrir los ojos y cambiar mis pensamientos y comportamientos sexuales. Mira cornudito, tengo tres, uno es pequeño, mide 16x4, otro es bastante más grande, casi como la polla de Angel, mide 18x6 y el otro, casualmente, es un tapón anal. este lo he usado muchas veces para estar en casa, sin que tu ni siquiera te dieras cuenta. Vamos a empezar con el pequeño, de hoy al sábado, tendremos que meter el grande.
Raquel comenzó a meter el consolador pequeño, lo hacía despacio, con suavidad. Notaba como cada centimetro de el penetraba en mi ano. Si bien estuvo un buen rato pasando sus dedos, metiéndolos y sacándolos bien untados de crema, el consolador me hizo bastante daño
Yo: uaaaa ayyyyy me duele
Raquel: tranquilo cornudito, al principio duele, pero ya verás como luego desearas más y más
Siguió metiendolo. Mi ano ardía por dentro, mientras el consolador lo taladraba, abriéndolo por primera vez en mi vida. La sensación era extraña, por un lado, sentía dolor y malestra, por tro, un gran placer al sentir com Raquel empujaba despacio
Raquel. mira cornudito, ya lio tienes todo dentro, ahora lo dejaremos un poco para que te acostumbres a el, ¿a que no ha sido para tanto?
Yo: al principio me dolía mucho, pero ahora estoy algo más relajado, es una sensación extraña
Raquel: bien cornudito, ahora te empezaré a follar con el, verás como esa sensación extraña se transforma en placer, aunque por lo que veo, te está gustando, porque tu pollita está muy dura, dijo a la vez que me la cogía. Se nota que tenías muchas ganas, ¿verdad?
Yo: si, deseaba que lo hicieras desde hace mucho tiempo
Raquel. bueno, pues ya lo estamos haciendo, Ahora preparate, que te voy a follar
Raquel comenzó a meter y sacar el consolador, primero despacio, luego fue acelerando el ritmo. Notaba com se introducía en mi interior totalmente y como salía del mismo modo. La extraña sensación comenzó a convertirse en placer. Raquel aceleraba el ritmo de la follada, el consolador entrab y salía de mi ano rapidamente. Dios, que placer sentía en ese momento. Mi polla comenzó a descargar semen, sin tocarme me estaba corriendo
Raquel: ves cornudito, ves como te daría placer
Yo: joder, ha sido fantástico, me ha encantado
Raquel: pues verás cuando metamos el otro, pero para eso aún falta. Ahora te podré el tapón, para que tu culo no se cierre y esta tarde seguimos preparándolo. Sacó el consolador y me puso el tapón, este al ser más ancho, le costó un poco más y me hizo algo de daño
Yo: ay, duele
Raquel: no te quejes tanto cornudito, si esto duele, verás cuando Angel meta su polla
Yo: ¿dolera mucho?
Raquel. no si lo peperamos bien, aunque algo de dolor sentirás, porque a Angel le gusta hacerlo fuerte y no creo que se corte nada contigo
Yo. ¿no le dirás que lleve cuidado?
Raquel: nooooooo, hará lo que el quiera y cuando quiera, Angel es muy dominante y se hace lo que el dice, espero que no me decepciones cuando estemos con el
Yo: no, no te decepcionare
Raquel: así me gusta, que seas un buen cornudito. Bueno, ya tienes el tapón dentro, ahora hay que hacer las cosas de casa, yo te espero aquí, estoy cansada
Yo: ¿no me vas a ayudar?
Raquel: no, lo vas a hacer tu y a partir de ahora serás tu quien se encargue de la casa. Eres una maricona sumisa, siempre lo has sido y harás todo lo que te pida, ya estoy harta de servirte y que tu no me des nada a cambio, porque ni para follar me has servido, ahora me servirás a mi, además voy a dejar que te follen, ¿no es eso bastante?
Yo: me quedé en silencio
Raquel: ¿lo has entendido cornudito?
Yo. si, si, lo he entendido
Raquel: pues venga, que tienes mucho que hacer.
Durante el resto de lamena, me dediqué a realizar todas las labores del hogar, lavaba, planchaba, limpiaba el polvo y hacía la comida, mientras Raquel se dedicaba a penetrar mi ano con los consoladores cuando llegaba el moneto, casi siempre era por las mñanas y las noches, durante el día tenía que llevar el tapón anal puesto. Raquel ya me había metido el consolador grande, mi ano estaba casi preparado para acoger la polla de Angel, porque como ella me aseguró, algo me dolería al meterla. La verdad es que me encontraba agusto haciendo las cosas de la casa y para raquel no pasó desapercibido
Raquel. vaya, que bien se te dá eso de ser la mujer de la casa, que pena no haberme dado cuenta antes
Yo: bueno no se me da mal
Raquel: lo malo es que esa ropa no te favorece
Yo: ¿mi ropa, que le pasa?, llevo un pantalón y una camiseta
Raquel: pues eso, que es de hombre y tu eres una maricona, deberías llevar ropa de mujer
Yo: ¿como?, no, eso no lo haré
Raquel: bueno, ya veremos, lo comentaré con Angel a ver que le parece
Yo: me da igual que piense Angel, no pienso ponerme ropa de mujer
Raquel: mira cornudo, tu harás lo que se te diga, sin protestar, ¿entendido?
Ante mi silencio, Raquel siguió hablando
Raquel: si a mi o a Angel, nos apetece que te vistas de mujer, lo harás, si queremos que te maquilles y pongas peluca, lo harás, ¿eres o no una maricona sumisa?, contesta
Yo: s.. si
Raquel: ¿harás lo que se te diga, sin rechistar?
Yo: si
Raquel: mañana vendrá Angel, hoy le llamaré para ver que decide de lo de la ropa, si decide vestirte, tendremos que ir a comprarte algo, en casa no hay nada que te valga. Ahora ponme algo de ber, un vino tinto y luego sigue con tu trabajo
Agradecería comentarios, sugerencias y/o críticas sumisobisex@gmail.com