Mi mujer me enseña a abrirme 1

Mi mujer me enseña a disfrutar del sexo en toda su magnitud y a la vez disfruta con el morbo en todas las situaciones.

-Mi mujer me enseña a abrirme- 1

Siempre había pensado que lo de conocer gente por internet era cosa de frikies, pero un día me decidí a probar. Entre mucha gente gris, conoci a una chica que me llamó mucho la atención. Era pequeñita pero con una gran vitalidad, alegría de vivir y las ideas muy claras.

Desde que nos vimos la química era mutua y con la mirada nos decíamos tantas cosas que nos poníamos a mil sin abrir la boca. Empezamos a quedar, a hacer el amor y cada vez era más placentero. Sólo con pensar en ella mi sexo se ponía a tope y a ella le pasaba lo mismo.

Para mi el sexo con ella era genial, me volvia loco chupandole sus hermosos y prominentes pezones. Su coñito, siempre húmedo, o mejor dicho empapado, era una delicia. Cuando mi polla estaba dentro se ponía dura como una roca y ella disfrutaba notandola dentro.

Otra cosa que me encantaba de ella era su morbo. Cuando ibamos en el coche siempre tenía su mano acariciando mi polla, que mojaba el calzoncillo con las gotitas que salian continuamente. Otras veces, con disimulo para evitar que en los semaforos la vieran, se acariciaba su sensual clítoris mientras me contaba una historia que ella se inventaba. Yo me ponía a mil y a duras penas me concentraba para conducir.

Cuando estabamos en casa era imposible no estar excitado, siempre andaba en ropa interior muy sexy y cuando pasaba por mi lado me daba un morreo enorme, me comía la boca con deseo, me acariciaba la polla que siempre estaba dura y muchas veces me apretaba el culito. Mi culo la gustaba mucho, siempre me decía que lo tenía muy bien puesto y muy duro y a mi me gustaba que me lo tocase tanto dulcemente como cuando me daba una palmadita.

Una noche, tumbados en la cama yo estaba ya casi dormido cuando noté que Vero me abrazó por detrás. Estabamos desnudos y me encantó notar sus enormes pechos en mi espalda con los pezones duros clavandose en mi piel. Me empecé a excitar pero seguí haciendome el dormido y noté como me abrazaba cada vez más fuerte y apretaba su coño contra mi culo, igual que hacía yo cuando follabamos en esa postura.

Me gustaba mucho notarla detras de mi pero sobre todo notaba el contacto de su cuerpo contra mi culo de forma rítmica y eso me estaba gustando. Me preguntaba que tendría que sentir ella cuando era yo quien le abrazaba por detrás y me estaba poniendo a mil. Con una de sus manos empezó a acariciarme mi culo y un escalofrío recorrió toda mi espalda. Vero lo notó y me lo comentó

-Daniel cielo, tienes el culito muy sensible, casi tanto como tu polla. Mira como se te pone la piel de gallina cuando te lo acaricio.- Y seguía con toda su mano acariciando mis dos nalgas

-Si cielo, la verdad es que tengo la polla durísima y ni siquiera me la has tocado.

-a ver, a ver como la tienes - dijo Vero mientras con la otra mano me tocaba muy suavemente el glande y se mojaba los dedos con las gotitias que había en la punta.

-Vaya, si estás mojando un montón y sólo con mis caricias en tu culito. Mira se me han quedado unas gotas en mis dedos- y diciendo esto acercó sus dedos a mis labios y me extendió todo mi liquido preseminal entre los labios.

Yo no dije nada, pero abrí ligeramente la boca y con mi lengua chupé su dedo empapado en mis líquidos.

Te gusta cielo?- me preguntó - así sabe una polla. A que es muy dulce?.

La verdad es que el sabor me encantó, pero no me atreví a decirle nada. Simplemente seguí chupandola el dedo que ella metía y sacaba de mi boca.

Espera, espera, que voy a coger más gotitas, que ya me has limpiado completamente el dedo - y sacó su dedo de mi boca para volver a recoger más líquido preseminal de mi polla. En ese momento me di cuenta de que mi polla estaba a tope, que estaba lubricando como nunca, que no quería que su dedo saliera de mi boca y que yo estaba moviendo mi culo siguiendo el ritmo de las caricias de su otra mano en mis gluteos.

Me había puesto a mil y deseaba volver a notar ese sabor en mi boca. La abrí y saqué la lengua buscando su dedo que ya se acercaba a mi cara con más gotitas. En lugar de meterlo en mi boca, me extendió las gotitas por los labios. - Así te durará más el sabor, guarrete. - Pero en seguida yo capturé su dedo con mi boca y lo chupé y chupé.

Estaba a mil, ahora entendía porqué a ella le encantaba chuparme la polla y se pasaba horas con mi polla dentro de su boca. Las gotitas de líquido preseminal estaban deliciosas, y su sabor era el mejor afrodisiaco, me estaba poniendo a mil.

Veronica tambié estaba muy excitada y me decía al oído que se estaba poniendo a tope al verme a mi tan cachondo. Entonces me di cuenta de que una mano la tenía en mi boca y con la otra se estaba tocando su coño, que como siempre lo tenía tan mojado que se oía ese simpático chofchof. Ella también estaba cachonda perdida, pero había dejado de acariciarme mis gluteos y yo inconscientemente empujaba mi culo hacia atrás para notar el contacto con ella.

La verdad es que siempre había notado que mi culito era muy sensible, que me acariciasen los gluteos era un verdadero placer, y muchas veces yo de forma inconsciente, cuando me recolocaba el calzoncillo, me descubría que me estaba rascando de manera intensa la entrada de mi culito.

Como estaba apretando mi culito contra ella, a Veronica le estaba costando hacerse el dedito. - uff, Daniel, me estás aplastando mi mano contra mi coño, no me dejas masturbarme, jeje.- Y dio la vuelta a su mano que me la plantó en todo mi culo.

Tenía los dedos empapados de haber estado en su coñito y como yo estaba presionando mis gluteos contra ella apenas podía mover su mano y sus dedos se quedaron justo en la entrada de mi ano.

Entonces empezó a mover un dedo en círculo por la entrada de mi culo y como lo tenía tan mojado de los flujos de su coño, el dedo entró sin ninguna dificultad. Yo estaba en ese momento absorto chupando por enesima vez su otra mano que la había vuelto a mojar con las gotitas que no paraban de salir de mi polla. Y noté que tenía un dedo dentro de mi culo porque un escalofrío de placer recorrió toda mi espalda.

Me quedé quieto, y en ese momento noté completamente todo el movimiento que el dedo de Verónica estaba haciendo dentro de mi virginal culo.

  • Qué te pasa, Daniel, porqué ya no me chupas el dedo? te has quedado quieto. - Dijo Verónica con una medio sonrisita. - Debe ser que quieres que vuelva a mojar mi dedo con tus fluidos.

Yo estaba en éxtasis y Vero sacó su dedo de mi boca y me agarró toda la punta de mi polla que estaba a punto de explotar. Justo cuando me agarró todo mi empapado glande presionó su otra mano y metió todo el dedo en mi culo, hasta el fondo. La verdad es que que entró con total suavidad, sin ninguna dificultad. No sé si por lo lubricado que tenía el dedo o porque mi culo se había abierto de deseo sin yo ser consciente.

No podía más, con mi culo notando una nueva sensación y mi polla agarrada por toda su mano, me corrí salvajemente y empezó a brotar un montón de semén como hacía tiempo que no me corría. Menos mal que Vero tenía la mano en la punta de mi polla que sino los chorros hubieran empapado toda la cama. Por contra, la mano de Vero se llenó de espesa y blanca leche y yo empecé a gemir más fuerte de lo habitual.

-Calla, que nos van a oir los vecinos, no grites tanto - me dijo Vero mientras por un acto reflejo llevó su mano a mi boca tapándola completamente y por supuesto llenandomela del semen que se extendía por todos los dedos.

Yo seguía con espasmos y noté como el semen escurría por sus dedos, mojaba todos mis labios completamente y me llenaba la boca. El orgasmo fue larguisimo y mientras tanto el sabor de mi lefa inundaba toda mi boca. Era intenso, mucho más fuerte que las dulces gotitas que había estado chupando, pero me encantó y acabé tragandome toda la leche que había entrado en mi boca.

Verónica, al notar que se relajaban mis espasmos, me sacó suavemente el dedo de mi culito y me abrazó fuerte. Entonces se dio cuenta de que me había manchado la cara con mi propio semen, que era muy abundante, y que yo estaba chupandole los dedos con mi lengua, tratando de alcanzar las últimas gotitas.

Simplemente me dijo: Cielo, me encanta que tengamos los mismos gustos. Y me dio un beso en la boca tratando de chupar con su lengua los ultimos restos de semen. - mmm, te saben los labios a lechecita, me encanta amor.

Seguimos comiéndonos las bocas mientras Vero se puso encima de mi y se metió mi polla de un solo golpe. Tenía el coño completamente empapado y yo la polla totalmente a 100. Me había corrido brutalmente y con el sabor del semen en mi boca seguía totalmente excitado, la situación era supermorbosa.

El primer orgasmo de Verónica vino en seguida, ella también estaba a mil. A mi me impresionó lo caliente que estaba su vagina, casi me quemaba la punta de mi polla. Y sus contracciones cuando llegó el orgasmo fueron brutales.

Me he puesto a mil cariño - me dijo Verónica sin parar de moverse tras el primer orgasmo - el sabor de semen de tu boca me excita muchísimo. Era verdad. Tenía todos los labios llenos de leche y Vero seguía besándolos mientras no paraba de follar.

Vero estaba encima de mi y yo la agarraba por las caderas, su cuerpo era divino y sensual y con mis manos la empecé a apretar las nalgas. Me encantaba su culo. Me acordé de lo que yo había sentido con su dedo jugando en mi ojete y empecé a acariciarla el culo. Me chupé un dedo con abundante saliva y mientras Vero seguía moviéndose con mi polla en su coño, le empecé a dar un masaje por su orificio anal. Creo que le gustó porque en cuanto mi dedo entró un poquito se volvió a correr brutalmente. No le había metido el dedo completamente pero si noté que la estaba follando por los dos sitios a la vez. Me excitó tanto que me volví a correr justo cuando Vero se sacaba mi polla y los últimos chorros de semen la manchaban los duros pezones.

Se tumbó encima de mi, relajándose tras el orgasmo, pero justo en posición para que mi boca pudiera chupar esos pezones llenos de semen. Y lo hice, me estaba volviendo un goloso.

Publicado el 15-03---------------------------------

en cuanto pueda seguiré con el relato. Y estaré encantado de recibir sugerencias y comentarios si les ha gustado. un besito muy dulce

dulcex@gmx.es