Mi mujer me emputece
Mi mujer cambia mi fisonomia para que todos disfrutemos
MI MUJER ME EMPUTECE
Mi mujer se llama Carla y yo Jesús, tenemos 50 años y estamos casados desde los 24.
A lo largo de nuestra vida matrimonial, hemos tenido muchos cambios en nuestros hábitos sexuales de mutuo acuerdo que han contribuido a mantener la chispa.
Algo que siempre hemos tenido claro y creo que ha sido la base para llegar juntos hasta ahora, ha sido, que todo lo que hemos practicado ha sido con el beneplácito del otro, nada se debe imponer para poder llevarlo hasta sus últimas consecuencias.
Hemos practicado intercambio de parejas, nos hemos dado libertad para hacer nuestras respectivas escapadas, con personas del sexo contrario o del mismo sexo, hemos llegado a hacer que ella se pasase por una puta y por supuesto hemos cobrado por ello, una experiencia de lo más excitante fue cuando practicamos doging, ver sin participar, como tu mujer se ofrece a unos cuantos individuos y que todos participen en darle placer es la hostia.
Algo en lo que también estamos de acuerdo es que, cuando alguno no ha estado presente, el otro debe contar con pelos y señales todo lo que ha hecho, cada aventura contada con todo lujo de detalles, nos calienta a tope para follar como locos.
Voy a contaros la última ocurrencia que ha tenido mi mujer y de la que ambos estamos disfrutando de lo lindo.
Hace unos meses, después de un buen polvo con mucha imaginación, me empezó a contar una idea que tenía para seguir disfrutando del sexo con nuevas experiencias.
Mi mujer asiste a clases de Pilates de las que dice que son una maravilla y a las que ha tenido intención de apuntarme en varias ocasiones, siempre me he negado sistemáticamente, sobre todo, porque soy un poco torpe en esas cosas, entonces me explicó cuál era su idea y por supuesto no pude negarme.
Tengo un cuerpo estilizado, muy parecido al de mi mujer, nada de sobrepeso y con prácticamente nada de pelo en la cara, esto como veréis a continuación, ha sido muy importante para hacer lo que mi mujer propuso.
Un día me dijo, nos vamos de compras y no pongas pegas a lo que haga, sin problemas le dije, conociéndola sabía que algo excitante estaba tramando.
Primero fuimos a una tienda de deportes donde empezó a comprar, bodys para el Pilates, zapatillas deportivas de mi número ¿?, mayas y una serie de ropa que era necesaria para las clases, no tenias bastante ropa de esta, la pregunte, no es para mí, me dijo, es para ti.
A continuación entramos en una tienda de ropa de mujer y empezó a mirar y coger ropa para llevarla al probador, faldas más bien cortas, blusas que no eran precisamente anchas, vestidos que tenían pinta de quedar muy entallados y varias cosas más, me acompañas al probador, me dijo, claro cariño como tú quieras, yo te ayudo a probártelo, me miro a los ojos y me obsequio con una pícara sonrisa.
Cuando entramos en el probador y corrimos la cortina, me dijo, vamos desnúdate que te tienes que probar todo esto, al ver que se me ponían los ojos como platos, me dijo, ibas a hacer lo que yo quisiera, vamos desnúdate.
Después de probarme todo lo que habíamos metido y elegir lo que a su parecer me quedaba mejor, salimos y lo pagamos, espero que todo sea de su agrado señora, nos dijo el dependiente, mi mujer con mucha sorna dijo, por supuesto, me queda de maravilla.
La siguiente parada fue en una tienda de zapatos, eligió 3 pares que sabía que eran de mi número y nos los llevamos, el problema iba a ser como sería capaz de andar con estos, tenían unos tacones de romperte los tobillos.
Siguiente parada en este recorrido de transformismo, una tienda de lencería, la compra que realizamos en esta tienda, me gusto hasta a mí, unas braguitas transparentes que a duras penas iban a poder tapar por delante mi herramienta con el triángulo que es más opaco, un par de tangas con hilo por la parte trasera que me dejaban las cachas en exposición y unos sujetadores de lo más sexy con sus respectivos rellenos para que realmente parecieran unas buenas tetas, me quede alucinado de lo bien conseguido que están estos rellenos que consiguen dar el pego.
Del resto de cosas que faltan no te preocupes que tengo en casa y si hace falta algo más lo compramos, tengo buenos maquillajes, pelucas y todo lo necesario.
Pero faltaba lo más importante donde me llevo un poco engañado, ella ya había pedido hora con antelación en una sala de depilación donde ella era cliente asidua, se depilaba con frecuencia sobre todo su coñito que me vuelve loco sin pelo por ningún lado.
Las chicas cuando entramos saludaron a mi mujer y la preguntaron que iba a ser esta vez, no es para mí, les contestó, este es mi marido, Jesús, y dice que está cansado del vello en el cuerpo y que quiere que le dejéis todo como un recién nacido, no sé si esto es habitual que lo pidan los hombres, pero las chicas no se extrañaron lo más mínimo cuando lo oyeron, me indicaron que pasara a una sala y que me tumbara en una camilla especial.
Cuando terminaron conmigo, estaba alucinado, me daba la sensación de que no iba a ser capaz de seguir tumbado en la camilla, parecía que mi cuerpo era de gelatina y que me iba a escurrir por los lados de la camilla sin poder sujetarme.
Te han dejado perfecto, dijo mi mujer, solo te queda el pelo de la cabeza y tampoco va a ser el que se vea normalmente, con este comentario las chicas se miraron entre ellas con un poco de extrañeza, pero no comentaron nada.
Cuando llegamos a casa, continuó contándome sus planes, mañana te vienes a Pilates conmigo, ya estas apuntada como una amiga mía que ha venido a vivir conmigo por un tiempo.
Yo sabía, porque me lo había contado, que el monitor de Pilates, un mulato de quitar el hipo, follaba de maravilla, ella lo había sufrido en sus propias carnes, y todas las alumnas de buen ver también, veras como tú tampoco te escapas me dijo.
Durante toda la mañana del día siguiente, antes de ir a la clase de Pilates, se dedicó a prepararme para que nadie notara nada raro, un finísimo toque de maquillaje en la cara que hiciera desaparecer cualquier vestigio de pelo, que con una depilación esmerada de mis cejas dejaba mi cara sin atisbo de a quién realmente pertenecía, el equipo completo que habíamos comprado y que me sentaba de maravilla, nadie sería capaz de detectar que debajo de la ropa, no era nada lo que parecía.
El punto final de mi transformación fue, una de sus pelucas que una vez acoplada por las manos expertas de mi mujer, me quedaba de maravilla.
Cuando aparecimos en la clase de Pilates, quedaba muy cerca de nuestra casa, mi mujer me presentó a Roel, debo reconocer que mi mujer no había exagerado nada cuando me lo había descrito contándome una de sus aventuras.
Un cuerpo espectacular, 1’90 de altura, con unos brazos fuertes y unas manos preciosas y las piernas parecían dos columnas talladas en mármol, todo estaba más que acentuado con la camiseta sin mangas que tenía puesta y un pantalón corto que dejaba a la imaginación personal lo que podía haber debajo y que yo tenía una idea exacta por lo que mi mujer me había contado.
Esta es mi amiga Noemí, me presentó mi mujer, ya te dije que venía un tiempo a vivir conmigo y por eso la he apuntado, ten en cuenta que es la primera vez que hace esto, no seas demasiado duro con ella.
No te preocupes Carla, pero sabes que no hago distinciones, la daré el mismo tratamiento que doy a mis alumnas favoritas como tú, y esgrimió una sonrisa llena de mensaje.
Con la clase en marcha, todos se dieron cuenta de mi ineptitud en el Pilates, Roel me prestaba especial atención y corregía a cada momento mis malos movimientos, agarrándome por la cintura, ayudándome a bajar la cabeza sujetando mi zona más cercana al culo para equilibrarme o forzándome a abrir las piernas en unos ángulos que jamás habría podido imaginar.
Menos mal que Carla había conseguido hacer un gran trabajo y había disimulado de manera magistral mi aparato para que no hiciera bulto.
Cuando estaba terminando la clase, Roel se dirigió a mí y me dijo, tenemos que trabajar mucho más la elasticidad Noemí, creo que para conseguirlo te voy a tener que dar clases particulares, como estábamos juntos mi mujer, él y yo, Carla dijo, si quieres esta tarde pasas por casa y podemos planear como hacerlo, de acuerdo dijo Roel, estad preparadas.
Cuando llegamos a casa, Carla dijo, ya te puedes ir preparando porque esta tarde viene a por todas, tenemos que hacerlo de manera que no se de cuenta de que eres, y si lo hace, no tenga fuerza de voluntad para echarse atrás.
Carla me ayudo a ponerme guapa, con una blusa cerrada que no dejara a la vista la posibilidad de que se diera cuenta de las falsas tetas, una falda corta que enseñara mis piernas sin ser demasiado provocativa y con la estrategia de tener que participar ella misma para poder llegar a buen fin.
Cuando Roel llegó, le hicimos pasar al salón donde le ofrecimos una copa, nos sentamos frente a él y comenzamos a hablar de cómo sería capaz de conseguir elasticidad en mi cuerpo, yo sé una manera que no tiene que ver con el Pilates, pero que consigue resultados maravillosos, ya sé de qué manera estás hablando le dije soltando una carcajada, mi amiga Clara ya me ha explicado ese método especial.
Nos levantamos las dos y nos acercamos al sillón donde él estaba poniéndonos una a cada lado, Roel me cogió de la nuca y empezó a comerme la boca mientras Clara le besaba el cuello y empezaba a soltarle los botones de su camisa, con su lengua se abrió paso en mi boca y empezó a moverla dentro de mí, recorriendo cada rincón y jugando con mi lengua mezclábamos nuestras salivas fundiéndonos en un beso que parecía eterno, el problema para mí, era controlar que mi erección no se hiciera manifiesta antes de lo necesario.
Clara había empezado a pasar su lengua desde el cuello, bajando por su pecho y succionado sus pezones había conseguido que estos se pusieran duros, siguió con su recorrido y empezó a soltar el cinturón de su pantalón y los botones de su bragueta, cuando liberó su polla de la jaula de su slip, mis ojos se quedaron fijos en la imagen que podía ver de reojo y que era espectacular, mi mujer no me había mentido, tenía una polla bestial, por lo menos 23 cm, la cabeza de la polla estaba tapada por la piel dejando entrever que era una cabeza magnífica y la dureza de su empalme sublime.
Desenrosque mi boca de la suya y seguí de igual manera el camino recorrido por Clara, succionando sus pezones y ensalivando su pecho en una caída vertiginosa hacia el pico inhiesto que estaba al final del recorrido, Clara ya estaba desenfundando nuestro objetivo bajando con su mano la piel que lo cubría y apareció ante nuestros ojos una cabeza de polla, brillante, magnífica, me la metí en la boca recorriendo con mi lengua todo su perímetro, mientras Clara la recorría de arriba abajo llegando hasta la funda de sus huevos, succionado uno de ellos y metiéndoselo en la boca miraba la cara de vicio de Roel que levantaba hacia el techo por lo mucho que le estaba gustando, cogió nuestras cabezas con cada una de sus manos y a mí me obligó a subir y bajarla con su polla en el interior de mi boca mientras Clara le seguía comiendo los huevos.
En ese momento las cosas empezaron a ponerse difíciles, Roel metió su mano por el escote de Clara para hacerse con una de sus tetas y liberándola comenzó a masajearla, viendo que su siguiente movimiento iba a ser el de hacer lo mismo conmigo, Clara levantando su cabeza y poniéndose en pie dijo, vamos a hacer un juego para darle más morbo, yo inmediatamente deje de mamarle la polla y también me puse de pie, vamos a apagar las luces, te vamos a tapar los ojos Roel con las manos atadas a la espalda y nos tienes que dejar que seamos nosotras las que lo hagamos todo, de acuerdo dijo Roel, pero no abuséis demasiado de mí.
Clara y yo nos desnudamos e hicimos lo mismo con Roel que seguía con su mástil en todo lo alto, Mi mujer abrió su boca metiéndose la polla hasta adentro produciéndola una arcada que la llevo a soltar gran cantidad de saliva, no fue obstáculo para ella porque de nuevo volvió a metérsela hasta el fondo, aguantando esta vez con ella dentro apretando con el fondo de su garganta la cabeza del pollón de Roel que no paraba de gemir, como ya no tenía peligro de que se descubriera mi falta de tetas, agarrado a las piernas de Roel chupaba por debajo sus huevos llegando con mi lengua al comienzo del agujero de su culo.
Tengo ganas de metérosla en el coño y mojármela con vuestros jugos, Clara se puso de rodillas en el sillón, dejando su grupa preparada para ser montada, pero antes de que se la clavaran le dije a Roel que esperara que se lo iba a preparar, me puse detrás de mi mujer y abriendo su coño comencé a meter mi lengua ensalivándolo para que fuera penetrado, chupe y succione su clítoris durante unos minutos para calentarla a tope, acerque a Roel a la grupa de mi mujer y cogiendo su inmensa polla, la apunté a la entrada del coño, una vez colocada, me puse detrás de él y apoyando mis manos en sus caderas comencé un cadencioso adelante atrás, metiendo poco a poco toda la longitud de su polla en el coño de Clara, ella empezó suspirar y exclamar cuanto la gustaba y nos animaba a que la diera cada vez más fuerte.
Vamos métemela, no pares, dame más fuerte joder, métemela hasta el fondo, menuda polla tienes cabrón, vamos reviéntame el coño, la quiero toda dentro, cuando Roel cogió el ritmo, ya no hacía falta que le impulsara con mis manos, entonces me situé debajo de ellos y comencé a chupar a partes iguales la base de la polla y el coño de mi mujer chupando su clítoris de manera que le hacía incrementar su gritos y el movimiento de vaivén de su culo, la resistencia del mulato era infinita, Clara estaba llegando al final y él seguía bombeando sin síntomas de que se fuera a correr, mi mujer avisó del momento gritando más fuerte y animando a que se lo diera todo, vamos cabrón follame fuerte que me voy a correr, vamos sigue chupándome el chocho, sigue, sigue, así así así así, me corro joder, me corro, como me corro, me corroooooooooooooo.
Recibí los jugos de la corrida de mi mujer, saboreándolos con deleite y tragándomelos como un delicioso manjar, yo aún no he terminado dijo Roel, así que ya te estas poniendo tu Noemí en lugar de tu amiga que tengo que descargarlo todo, Clara y yo nos cambiamos de posición y entonces ella le advirtió de algo que nos permitía no tener que descubrir nuestro engaño.
Roel mi amiga esta con la regla y no quiere que te manches, pero no le importaría si quieres metérsela por el culo, Roel nos dijo, como estoy ahora mismo se la meto por donde haga falta, además seguro que es mejor porque lo va a tener más cerrado y me va a dar mucho más gusto.
Clara agarró el pollón de Roel, después de escupir en el orificio de mi culo, y lo apuntó a la entrada, Roel no tenía ganas de estar esperando mucho tiempo y empujó con un golpe de cadera su cuerpo hacia delante, metiéndome de un golpe su polla que me hizo dar un grito no tanto por el dolor como por la sorpresa, en el segundo empellón la tenía metida hasta el fondo, ese rollizo tubo de carne llenaba mi cavidad por completo, sus huevos chocaban con mi culo produciendo un ruido de palmoteo, Roel cada vez la metía con más fuerza y me obligaba a contrarrestar su fuerza sujetándome en el respaldo del sillón, incrementó el ritmo de manera bestial produciendo en mi culo un martilleo constante golpeando con sus huevos la parte baja de mi agujero, lo apretaba para que el roce fuera más sensible, la entrada y salida de ese mástil era un goce bestial, su polla se infló como preámbulo de la descarga de su leche, noté su primer lechazo de una manera clara y a continuación durante un tiempo que me parecía interminable, sus golpes de polla y leche siguieron en ritmo decreciente hasta que sus gritos y bufidos pararon por completo, sacó su polla de mi culo y note un chorreo de lefa bajar por el interior de mis piernas hasta llegar casi a mis tobillos, Roel dijo a Clara que le soltara las manos y le quitara la venda, entonces salí disparado hacia el baño con toda mi ropa para que no pudiera ver el engaño.
Cuando salí del baño, mi aspecto era de nuevo el de una mujer vestida como antes de haber empezado la fiesta.
Roel nos dijo que había sido total y que teníamos que repetir las clases particulares lo antes posible, no te preocupes que no va a pasar mucho tiempo sin que hagamos más ejercicios de apertura de piernas y otras posturas, soltando una carcajada dijo, estoy seguro que lo vais a preparar y lo que si quiero es poder follarme el coño de Noemi.