Mi mujer, la lencería, las fotos (IV)

Mi mujer acceder a realizar mis deseos mientras me destina durante un tiempo a otro país. Ella va entrando en un juego con amigos y amigas que la van poniendo a prueba y la van metiendo en situaciones cada vez mas complicadas y excitantes.

Mi mujer, la lencería, las fotos (IV)

Con el paso de los días, aunque yo insistía a Sara de hacer las fotos con dos de los chicos, tenia sentimientos contrapuestos. Por un lado, quería las fotos, por otro me estaba matando pensar que Sara pudiese estar con otro. Las sensaciones de que otro la follara superaban la necesidad de verla en nuevas fotos.

Era miércoles y Sara me dijo que habían quedado en casa de Marcos y María para preparar el fin de semana en la casa de campo de Eva. Manolo no estaría, salió de viaje de negocios. Que cenarían allí. Entonces la dije que ya no me importaban las fotos, es mas que prefería que no las hiciera. No quería que continuara con ellas.

Le hice prometerme que no haría mas fotos.

El miércoles cuando estaba ya de vuelta del trabajo en casa sonó el teléfono. Era Sara, la pregunte que tal la cena y me contesto que muy bien, que ya estaba todo preparado para el fin de semana en la casa de campo de Eva. Eran las dos y media de la madrugada en España y le pregunté que habían hecho hasta tan tarde, que si tanto preparativo tenían que hacer. Entonces Sara me dijo: “Veras, he hecho lo que querías, he estado con Marcos y con Pedro, eso si, con sus mujeres delante, no han salido en las fotos, pero allí estaban. No me pidas que lo haga mas, lo he pasado muy mal y con mucha vergüenza”. Te mando cuando colguemos las fotos, pero no me llames hasta mañana, estoy enfadada conmigo y contigo por hacer esto. No sé porqué te he hecho caso”. Y me colgó el teléfono.

Yo me quede de piedra, le dije que no lo hiciera. Me dolía el estomago, es como si me hubiesen dado un puñetazo. Me faltaba la respiración. ¿Por qué las hizo?, me lo había prometido.

Empezaron a llegar. No tenia gana de verlas. Mi cabeza me decía que las borrara y que borrara todos los videos y fotos que tenia.

Llegaron seis fotos, ¿solo seis fotos?, ¿Qué había pasado para que fuesen tan pocas? Deseaba con todas mis ganas que se hubiese arrepentido y por eso el escaso número.

Comencé a verlas y en la primera aparecía Sara, preciosa con tanga, sujetador y tacones altos. Nada de medias ni ligueros. El conjunto era azul claro, casi se veía perfectamente a través de la tela todos sus atributos. A su lado, Pedro y Marcos, con unos slips muy ajustados que dejaban ver el estado semi-erecto de sus pollas. Estaba Sara en medio de los dos, ellos con su brazo encima de sus hombros y ella agarrando sendas cinturas. Pasé a la siguiente, en ella se veía a Sara desnuda en medio de ellos dos, que también estaban desnudos, Sara tapaba como podía las dos pollas, que no abarcaba con cada mano y ellos, la tocaban las enormes tetas con ambas manos. Me fije en la rajita de Sara es se la veía mojada.

En siguiente foto estaba Sara de cuclillas, mostrando toda su rajita a la cámara y las pollas de Pedro y Marcos pegadas a la cara de Sara. Las pollas estaban completamente erectas. La de marcos no media menos de 20 centímetros. Estaba muy bien armado. De las pollas se veía algo de líquido pre-seminal saliendo, la parte del tronco también se veía húmeda. Sara se estaba abriendo su rajita con su mano derecha mientras que con la izquierda se tocaba una de sus tetas. La rajita de Sara estaba empapada, como si ya se hubiese corrido.

Otra foto mas, Sara de pie y Pedro y Marcos chupando cada uno una de las grandes tetas de Sara, la estaba gustando, tenia los ojos cerrados y se mordía el labio. Me pareció que tenia las piernas algo abiertas. Acerqué esa zona y pude ver una mano que estaba entrando desde su culito a su rajita. La estaban tocando, por eso la cara de Sara.

Una mas y se veía a Sara a cuatro patas, con la polla de Marcos a escasos centímetros de su cara y la polla de Pedro cerca de su rajita. No la tocaban, pero Sara tenia una cara de lujuria y de excitación muy clara. De la polla de Marcos, que estaba cerca de la boca de Sara, colgaba un fino hilo que parecía ser saliva, la polla de Pedro esta brillante, parecía empapada en líquidos.

Con la ultima foto me derrumbé. Estaban en una postura similar y se veía la polla de Marcos con el capullo dentro de la rajita de Sara y el capullo de Pedro dentro de su boca. ¡Se la estaban cogiendo! La cara de Sara era de excitación. Me fije en el culo de Sara y parecía algo colorado, como si le hubiesen dado varios cachetazos.

No me lo podía creer. Como pudo hacer las fotos si le dije que no lo hiciese. En mi cabeza retumbaba la misma pregunta. ¿por qué?

Me costo dormir pensado en Sara, en las fotos y en saber ralamente que había pasado. Necesitaba saber que Sara lo había hecho obligada. Tenia que haber sido así, sin su consentimiento. Al cabo de unas cuantas horas me dormí.

Me desperté al día siguiente y fui directo a mi ordenador. Busqué el correo de mi amigo anónimo. ¡No estaba!, No había llegado nada. No tenia ningún correo suyo. No podía ser. Le mandé un correo preguntando porqué no había mandado nada. Me duche, desayune y… no había respuesta.

Llame a Sara, ya debía haber llegado del trabajo. Cogió el teléfono la chica que cuidaba los niños y me dijo que hoy no comería en casa. La llamé al móvil y daba apagado o fuera de cobertura. ¿Qué estaba pasando? ¿Dónde estaba Sara? ¿con quien estaba comiendo? Me empecé a preocupar. Volví a llamar a casa y pegunté a la chica si sabia con quien había quedado Sara. No sabia nada.

Me fui al trabajo y llame al móvil de Sara cada media hora. Siempre lo mismo, apagado. Miraba mi correo, nada de mi amigo anónimo. ¿Qué pasaba? No podía concentrarme en mis tareas.

A eso de las nueve de la noche hora de España me llamó Sara. Acababa de llegar a casa. La pregunte que había pasado, que donde estaba su móvil. Me dijo que se lo había dejado en casa y se había quedado sin batería. Fui directo con ella: “Sara, ¿pasa algo?, ¿estas bien?, me tienes preocupado”.

Sara se echo a llorar diciéndome que no tenia que haber hecho las fotos que me mando, que estaba muy arrepentida, que la perdonara, que no había dormido dándole vueltas y llevaba todo el día pensando en ello. Había comido con Eva, necesitaba hablar con alguien. Que yo me iba a enfadar con ella.

Me quede callado durante unos momentos oyendo como lloraba. Le dije: “Sara, yo te quiero mucho, mas que a nadie y no tienes que sentirte mal por las fotos que hiciste, yo te lo pedí, yo te llevé a ello. No te preocupes y no llores”. Sara me replico: “No es por las fotos, es por lo que paso durante las fotos. No era yo, no se como pude hacer eso”.

Pregunte: “¿Qué hiciste?, ¿a que te refieres?”. Solo se oían unos leves sollozos. Después de un largo rato que se me hizo eterno hablo Sara: “Yo sabia que no tenia que haberlo hecho una vez mas. No debía haberlo hecho. No es por las fotos, no es por las posturas, me empezó a gustar, me deje llevar y después he tenido una sensación de culpabilidad enorme. Tengo la sensación de que te he fallado, que te he sido infiel. Comprenderé que te enfades conmigo, pero por favor, no me dejes, no volverá a pasar nunca mas”.

“¿Pero que paso?”, la replique. Por qué estas tan compungida.

Sara dijo: “Al principio estaba muy tensa, me fui relajando y al final disfrute. Es lo que mas me duele, que mi cuerpo no respondió a mi cabeza. Mi cabeza estaba contigo, pero no mi cuerpo. Perdóname.”

Yo dije: “Tranquilízate, no te atormentes, y mas cuando la situación te podía llevar a ello. No quiero que por eso te preocupes. Yo se que me quieres y que todo esto lo hacías por mi. No estoy enfadado ni mucho menos. Las fotos no son lo importante, ¿quieres contarme que paso?”

Sara respondió: “preferiría no hacerlo ahora. Te lo contare mañana cuando se me pase el enfado que tengo conmigo misma, pero si quieres ahora, te lo cuento”

Yo dije: “No hace falta, ya me lo contarás mañana, pero quiero que sepa que pasara lo que pasara yo no me enfadaré contigo. Te quiero demasiado para enfadarme y menos por lo que pudiese pasar anoche, sobre todo porque yo te llevé a ello. Cuéntame que has hecho hoy”.

Sara empezó a explicar que fue a trabajar y luego comió con Eva, necesitaba hablar con alguien y debía decirle que no iría el fin de semana a su finca. Eva me estuvo dando razones por las que debería ir, pero después de lo de anoche, yo no tenia ninguna gana. Me comentó que Eva le había dicho lo mismo que le había dicho yo, que no debía de preocuparme. Luego se fueron de compras para el fin de semana, aunque no sabia si iría. Me dijo que haría buen tiempo y que los niños podrían disfrutar de la piscina. El sábado por la noche es cuando harían la fiesta de disfraces, esperaban la llegada de otras tres parejas, a parte de ella, Ana, Pedro, María, Marcos, Manolo y Eva. También le compro ropa a los niños que montarán a caballo e irán a un parque acuático.

Yo le dije que de ninguna manera podía faltar al fin de semana, que tenia que ir a la finca con los niños, que lo hiciese por los niños. Nos despedimos y quedamos en hablar al día siguiente.

Me encontraba completamente derrumbado. Como he podido llevar a Sara a esa situación, no lo pensé en su momento y forcé algo que nunca tenia que haber pasado. La culpa era mía.

Volví a mirar mi correo. Nada, no había mensajes de mi amigo anónimo. Termine de leer unos papeles, cene y me acosté.

Mi cabeza no hacia mas que darle vueltas a quien seria la responsable de todo esto. El nombre de Eva no se me quitaba de la cabeza.  Tendría que hablar con ella y pedirle explicaciones. Seguro que Eva era la promotora de todo esto.

A la mañana siguiente, ya viernes, lo primero que hice es ir a mi ordenador. Allí estaba, el mensaje de mi amigo anónimo. En la carpeta había mas de 300 fotos y 3 vídeos.

No me resistí y abrí el primer vídeo. Necesitaba saber que Sara no lo había hecho por voluntad propia.

Estaban en casa de María y Marcos, también estaban Ana, Eva, Sara y Pedro. María estaba poniendo una copa a cada uno. La última, la de Sara y como siempre, unas gotas. “Otra vez las malditas gotas” pensé. ¿Qué efecto tendrán en Sara?, aparentemente no se la ve adormilada o drogada. ¿Por qué todas cuando le preparaban bebidas le echaban esas malditas gotas?

Hablaban de las fotos del sábado anterior donde estaban Sara, Ana y Pedro, de lo bien que lo habían pasado. A Sara se la veía nerviosa y colorada de vergüenza. Marcos no hacia mas que decirle a Sara y a María: “Tenemos que hacer lo mismo los tres, prometérmelo chicas”. Sara negaba con la cabeza. No hacían mas que darle vuelta a lo mismo cuando tomaron la segunda copa. La conversación volvía de nuevo a Sara y a mi, Nacho. A las fotos que estaba mandando mi mujer y a lo que me debía de querer para hacerlas. Decían: “Que suerte tenia Nacho de una mujer así”. Todo eran alabanzas y halagos a Sara. Cuando estos decaían, Eva volvía a fomentarlos. Me pregunté: “¿Por qué tanto halago?, ¿Qué trama Eva?”.

Todo apuntaba a que Eva es quien maquinaba todo esto.

Siguieron así un buen rato hasta que Eva dijo: “Pues, ¿sabéis la nueva fantasía de Nacho?, quiere que Sara esté con dos chicos a la vez”. Sara abrió los ojos como platos y miró a Eva queriendo matarla. Eva se levantó, acaricio la cara a Sara y la dio un pequeño beso en la boca, diciéndola al oído: “Perdona, pero se que si lo tienes que pedir tu, no lo harás, y ya sabes, es la ilusión de tu marido”. Tanto Marcos como Pedro lo festejaron brindado y diciendo a Sara que cuando quisiera ellos la ayudaban con la fantasía de su marido. Sara negaba y decía que no lo pensaba hacer. Que se lo había prometido a su marido, no mas fotos.

Eva, como siempre, gestiono la situación y paró cualquier comentario sobre lo que quería yo. Les hizo a todos un gesto para que pararan y dijo: “es una decisión de Sara, a su marido le encantaría, esta claro que le ha dicho que no las haga, pero es como los niños, te digo que no hagas algo para que lo hagas. Ella es la que tienen que dar el paso. Yo la entiendo, no se si lo haría. Mucho tienes que querer a alguien para hacerlo” y cambió de tema empezando a hablar del fin de semana siguiente en la finca de Manolo y Eva.

A Sara se la veía pensativa, las palabras de su amiga estaban haciéndole dar vueltas a todo esto. Todos hablaban menos Sara. Podía haber hecho efecto los comentarios de Eva indicando que yo dije “no lo hagas” para ejercer efecto contrario. ¿Podía parecerlo después de toda mi insistencia?

Cuando estaban decidiendo que llevar de comida a la finca, Sara dijo: “vale, lo haré”. Todos se callaron y Eva preguntó: “Perdona Sara, no te hemos entendido”. Sara replico: “he dicho que vale, que lo haré. Mi marido se lo merece, es lo que quiere, ya se que me hizo prometer que no, pero ha insistido tanto durante estos días que seguro lo dice por protegerme a mi cuando en verdad el lo desea”. Todos quedaron mudos durante unos segundos. Eva la dijo: “Vale, el día que quieras hacerlo nos dices”, a lo que Sara contesto: “Ahora”. Eva esperaba la respuesta y una pequeña sonrisa apareció en su cara. Ya tenia de nuevo a Sara donde quería. Vale, pues vamos, dijo Eva y todos se levantaron.

¡No me lo podía creer! Mi contradicción ha sido el detonante para que Sara haga las fotos.

Puse el segundo video y aparecían María, Ana, Marcos y Pedro en el centro del salón. Y Sara cerca de la puerta del baño diciendo a Eva si no tenia ningún conjunto de lencería, a lo que contesto, que como no esperaba hacer nada, no lo había traído, pero que no se preocupase y que con lo que llevara puesto, seguro que bastaba.

Marcos y Pedro que desnudaron y se quedaron con los slips. Se les veía la polla morcillona. Sus mujeres se sentaron en un lado de la habitación. Casi no se las veía, pero se notaba que alguien había.

Salió Sara del baño enrollada en una toalla. Fue andando hasta el centro de la habitación y se paro al lado de Marcos y Pedro. Miró de reojo como marcaban paquete los dos. Apareció María en escena para pedirle la toalla. Sara se la dio y María desapareció de escena. Eva les pidió que se pusieran juntos. Sara cogió por la cintura a Marcos y Pedro, y estos, por los hombros a Sara. Eva hacia fotos, miraba, se acercaba y hacia gestos como que algo no cuadraba. Dijo Eva: “No me gusta nada ese conjunto que llevas, pero bueno, no hay otra cosa. Cuanto antes lo quitemos, antes dejara de chirriarme”.

No se por qué decía eso Eva, yo veía a Sara preciosa. Sus enormes tetas se realzaban con ese sujetador. Vale que no era una maravilla, pero como le quedaba estaba fuera de toda duda. Otra cosa eran las braguitas, la verdad es eran mas bien feas.

Eva comenzó a dar ordenes a los tres. Marcos, desabróchale el sujetador. Sara cuando lo saquen te tapas los pechos con las dos manos, pero las manos abiertas sobre tus pezones, no con los brazos. Ahora, levanta los brazos y chicos, un beso en sus axilas. Sara, ¡sonríe un poco!, parece que estas en un velatorio. Marcos se quedo embobado con el tamaño de las tetas de Sara, con los brazos en alto parecían aun mas grandes. Eva le tuvo que llamar la atención para que se centrara.

Chicos, lentamente bajar sus braguitas. Bueno, lentamente no, quitárselas que son horribles. Sara ya estaba desnuda y no hacia mas que mirar hacia donde estaban a María y a Ana que no hacían mas que cuchichear. Estaba mas atenta a ellas que a las fotos. Se notaba que su cabeza no estaba en esa sala. Eva había pasado de fotos de lencería a fotos de desnudos, la lencería ya no le importaba.

Sara, ahora baja los slips a los chicos. Uno a uno. Arrodíllate delante de ellos. Pedro, tu primero. Cuando bajo el slip, la polla dio un salto hacia arriba, casi golpea la cara de Sara. Estaba completamente empalmado. Ahora a Marcos. Sara se coloco y empezó a bajar el slip. La polla no saltó como la de Pedro, estaba morcillona, pero el tamaño que tenia era similar al que tenia Pedro con erección. De repente empezó a tomar vida y se fue levantando. El tamaño era considerable y Sara miraba la polla y miraba a María, una y otra vez. Mi polla no tenia ese tamaño.

Ahora Sara, colócate en el centro de los dos y con tus manos tapas sus pollas. Chicos, quiero que vosotros tapéis las tetas. Se colocaron en esa postura los tres. Eva continuaba, ahora quiero que en la misma posición les aplastes sus pollas contra su cuerpo, y que vosotros apretéis las tetas. Sara no protestaba. Me extrañaba en ella.

Sara miraba a María y a Ana como pidiéndolas permiso de tocar las pollas de sus maridos, esto la desconcentraba y Eva se estaba dando cuenta. Sin mas Eva dijo: “Chicas no puedo hacer fotos así. Sara se despista con ustedes, lo mejor es que las dos se vayan al salón” María y Ana protestaron. También lo hizo Sara diciendo que prefería que estuviesen ellas. Eva la contesto: “Una cosa es que estuvieses sola, pero estoy yo contigo, así que chicas, fuera”. María y Ana abandonaron la habitación cerrando la puerta. Sara, dijo Eva, ahora ya solo tienes que centrarte en lo que haces y mirar a la cámara.

Volvieron a la misma posición. Ahora si aplastaba con sus manos abiertas ambas pollas contra los estómagos de los chicos, y estos amasaban sus tetas con dulzura.

Eva continuaba. Chicos, poneros pegados a Sara, uno por delante y otro por detrás. Los dos pugnaron por ponerse por delante para tener mas cerca sus tetas. Colocar vuestras pollas a un lado, que no salgan en las fotos. No había manera, en cuanto se movían un poco, volvían de la rigidez que tenían a salir a escena.

Eva dijo: “Bien, vamos a probar como el otro día, lo que pasa es que ahora son dos. Sara, abre un poco las piernas y vosotros colocar entre ellas las pollas, así quedarán entre las piernas de Sara y no se verán.” Así lo hicieron, y la cara de Sara era todo un poema. De repente su rajita estaba siendo rozada por dos erguidas pollas. Ellos, aunque casi imperceptiblemente, se movían provocando en Sara un sobrecalentamiento. Se la veía acalorada.

Eva pidió a Sara que echara para atrás su cabeza y que Marcos la besara el cuello. Al dejarse caer para atrás, sus tetas se despegaron un poco del pecho de Pedro. Este aprovecho agarrando una teta, amasándola y besando su pezón. Los movimientos se hacían mas latentes, la cara de Sara era de completa excitación. Eva pidió a Sara que acercara los labios a la boca de Pedro y los dos empezaron a darse pequeños besitos. Mientras tanto, Marcos besaba el cuello de Sara. Yo sabia que esto la ponía a mil como así fue. Sara empezó a besar con lengua y a dar pequeños gemidos, ahogados por la boca de Pedro. Empezó a tener pequeños espasmos, señal de que se iba a correr. Tanto Pedro como Marcos lo notaron y comenzaron a realizar movimientos mas acelerados con sus pollas rozando la rajita de Sara, abrazo por el cuello a Pedro y empezó a gemir mas aceleradamente. Los besos eran cada vez mas calientes y sus lenguas se movían con mas celeridad. Sara estaba a punto. De repente, empezó a gemir de manera descontrolada notándose pequeñas convulsiones. Apoyo su cabeza en el hombro de Pedro y se quedo colgada de el. Los tres se quedaron quietos.

“Que vergüenza, que vergüenza” se le oía decir a Sara. “perdón, perdón, no quería, no quería, ……”. Tanto Marcos como Pedro, sin dejar de abrazarla la tranquilizaron. Los dos le daban besitos en su cara y en sus hombros para que se calmara. Sara se fue relajando, pero no levantaba la cara del hombro de Pedro, hasta que este dijo. “Uff, menos mal, yo estaba a punto de correrme, si no llegamos a parar no hubiese aguantado un minuto mas”. Parece que esta declaración de Pedro sentó bien a Sara que separando su cabeza de sus hombros y mirándole a los ojos le dio un beso en la boca diciéndole: “Gracias”.

Eva no quería parar y azuzando a los tres empezó. Venga Sara, ponte agachada con las piernas abiertas, que Nacho vea bien tu húmeda rajita, a lo que todos rieron. Y vosotros dos, poner vuestras pollas cerca de su cara, que se note que no le da miedo nada.

Los tres se acomodaron en la postura, a lo que Eva indicó: “y ahora Sara, abre tu rajita con una mano, con la otra, soba una de tus tetas, que se vean bien tus atributos, que tu marido vea la hembra que tiene”.

Así, así, acercar mas vuestras pollas a su cara, mas, mas, hasta que la toquéis. Bien, quietos, no os mováis ahora. Sara, coge cada polla con una mano, ok, ahora masajea tu cara con ellas. Sara la miró extrañada y dijo “no, eso no” a lo que Eva replico: “Ya te estas quejando, me quieres dejar hacer a mi, luego si no te gustan las fotos las borras”, a lo que Sara contesto: “Pero no son las fotos, es que se las mande o no, yo sabré lo que he hecho”.

Eva la miro y la dijo: “Sara, lo que pasa en esta habitación, aquí se queda. Como alguien se vaya de la boca, aunque sea con su mujer juro que se entera”. Vamos, poneros como estabais. Agarra esas pollas y masajéate la cara de una vez. Sara lo hizo sin rechistar. Empezó a masajear su cara con los capullos de las pollas. Con ese masaje, lo que hacia es extender el liquido pre-seminal por su cara. Los olores deberían estar llegando a su nariz. Agarraba las dos pollas con mucho cuidado, la de Pedro la abarcaba con la mano, pero la de Marcos no, era mucho mas gruesa.

Bien Sara, ahora ponte de rodillas que te vas a cansar, así, abre mas las piernas, un poco mas. Sara lo hacia sin soltar las dos pollas y sin dejar de masajear su cara. Ahora tenia una posición mas cómoda y estable, pero también mas peligrosa, dado que, si alguno empujaba en su cara con su polla, ya no se caería al no estar de cuclillas.

Bien Sara, muy bien. Ahora acércalas mas a tu boca y ya se que vas a protestar, pero hazlo. Sara empezó ha realizar los roces de las pollas cerca de las comisuras de sus labios. Bien, muy bien. Ahora sin soltar la polla de Marcos, gira la cabeza hacia la polla de Pedro y déjala cerca de tus labios. Bien, así. Ahora darle un beso. Sara negó con la cabeza. Eva con voz de enfadada le dijo. “Sara, no seas cría y haz lo que te digo”. Sara así lo hizo. Bien, así. Dale otro. Así, perfecto. Bien, así, muy bien. Ahora Sara, escúchame atentamente. sigue hasta donde tu quieras. Tus pones el límite. Cuando quieras paras.

Sara se quedo pensativa, Tenia una mano en cada polla. Estaba excitada y ya se había corrido una vez y debía estar a punto de una segunda solo el roce de las pollas. Se lo pensó y volvió a darle un beso, otro y otro. Saco su lengua y empezó a pasarla por el capullo, la movía haciendo círculos.

Yo me quede helado cuando abrió su boca y se metió la punta del glande. A Sara no le gustaba chupar pollas, le daba asco. La sacaba y la volvía a meter apretando suavemente los labios. Eva le hizo una señal a Pedro y a Marcos de que no se movieran, que estuvieran quietos sin hacer ningún movimiento.

No me lo podía creer, le estaba haciendo una manada cuando solo eran unas fotos. To tenia la culpa de todo esto. Me faltaba la respiración.

Sara se metió un poco mas, ya el glande no se veía. Se notaba como succionaba la polla de Pedro. Este cerraba los ojos del placer que le daba. Seguía metiéndose un poco mas hasta que media polla desapareció en su boca. La saco y la dio un beso en la punta. Giro su cabeza hacia Marcos y le dio unos besos a su polla. También comenzó a lamerla. Intentaba meterla en su boca, pero le costaba. Después de abrir mucho, consiguió meter el glande. Se veía como lo succionaba. Trago un poco mas, se notaba que cada centímetro le costaba, pero le gustaba. Tenia los ojos cerrados. Seguía chupando la polla de Marcos y empezó a pajear a Pedro, su mano subía hasta el capullo y bajaba hasta la base. Los dos estaban quietos como les dijo Eva. Sara es la que hacia todo el trabajo.

Eva, en voz muy suave y casi susurrando le dijo: “Sara, Sara, les vas ha hacerse correr, deberíamos de cambiar de postura”. Sara en ese momento volvió a la realizad, paro lo que estaba haciendo y sonrió a Eva, poniéndose de pie. Estaba flotando.

Eva la dijo: “Genial, lo has hecho genial, ahora descansa y que sean los chicos quien trabajen, quédate de pie. Chicos, a Sara le encanta que la toquen sus enormes tetas, darle unos suaves masajes”.  Ellos empezaron a tocar suavemente sus tetas, cada uno una. Con sus dos manos no llegaban a abarcar cada pecho. Primero despacio, luego un poco mas fuerte, pero sin llegar a hacerla ningún daño.

Sara tenia cara de excitación y los ojos cerrados, le encantaba que le sobaran las tetas y los chicos le estaban haciendo un buen trabajo. Eva les hizo un gesto para que chuparan sus pezones, y los dos bajaron al unísono sus bocas. Primero sus lenguas los recorrían haciendo círculos, luego empezaron a chuparlos despacio.

Sara comenzaba a dar pequeños gemidos, muy tímidos. Le estaba encantando lo que le hacían.

Ellos empezaron a morderlos con suavidad. Sara estaba que no podía mas y empezó a decir: “Si, así, si, si, así, dios….”. Eva, viendo que estaba gozando con lo que le hacían, les hizo una seña a Marcos para que le tocara su ano y su rajita desde atrás. Marcos metió su mano por detrás del culo de Sara y lentamente fue acercando sus dedos al ano. Como Sara estaba de pie, el acceso a este estaba complicado y no quiso forzarlo. Fue despacio introduciendo su dedo entre las nalgas, consiguiendo llegar. Lo fue masajeando muy despacio. Sara, de repente abrió sus piernas dejando mejor acceso al dedo. Cuando llego a sus labios exteriores se empapó, lo que permitía deslizar mas fácilmente su dedo entre la rajita y el ano.

Entonces Sara ya gritaba: “Siiiii, mas, mas, así, así, mas” empezando a tener las pequeñas convulsiones que auguraban un orgasmo. Agarro las cabezas de Marcos y Pedro y las estrujaba contra sus tetas. Empezaba a correrse dando gemidos que retumbaban en toda la habitación y jadeando de manera compulsiva. Agarrando los pelos de los dos chicos, tiro de ellos hacia arriba y dándoles sendos morreos a cada uno. Los miro a los ojos diciendo: “Perdón, perdón, necesito bajar al suelo”. Se dejo caer al suelo mirando a Eva con cara de felicidad, la sonrío y la dijo un perdón solo con sus labios.

Eva dijo: “Sara, si te parece hacemos unas cuantas mas y terminamos”, a lo que Sara replicó: “No puedo mas”. Eva contesto indicando que no podía dejar así a los chicos, que se pondrían malos como estaban. Sara miro sendas pollas completamente erectas y asintió con su cabeza.

Eva les dijo, Sara ponte a cuatro patas, así de perfil a la cámara. Perfecto. Marcos, tu de rodillas a la altura de su cara. Pedro, ponte por detrás. Así, Marcos acerca tu polla a su boca y tu Pedro, acerca tu polla a su rajita, pero los dos sin tocar. Bien, perfecto.  Sara, dale besitos a la polla de Marcos, y tu Pedro, quieto, no te muevas. Sara empezó a besar la polla, primero por su capullo, luego por el tronco y vuelta al capullo. Saco su lengua y empezó a realizar el mismo recorrido, capullo tronco, parándose otra vez en el capullo. Miro a Eva como preguntando ¿Y ahora que? Eva le dijo lo mismo que antes: “Tu misma, los limites los pones tu y para cuando quieras”.

Sara miro a Marcos y sin separar sus ojos de el, empezó a chupar lentamente el capullo, metiéndoselo con dificultad en la boca, empezaba a succionar e intentaba meter cada vez mas esa polla. Eva miro a Pedro diciéndole que adelante, pero despacio. Pedro muy lentamente puso su polla en la rajita de Sara. Esta al notarla, dejo de chupar, pero no se movió. Pedro paro en seco. Volvió a succionar y Pedro comenzó a restregar su capullo por la rajita de Sara, muy despacio. Con lo húmeda que estaba deslizaba sin problemas de arriba abajo. Eva le hizo señas para que siguiese así, que no la penetrara.

Entre la mamada que estaba haciendo y es restregón que la estaba dando en su rajita, Sara se estaba excitando de nuevo. Entonces Pedro llevo su polla hasta la entrada de la rajita, dejándola allí sin moverse. Sara empezó poco a poco a echar su culo hacia atrás, dejando entrar muy despacio la polla de Pedro, no habían entrado el glande cuando Sara volvía hacia adelante. Todo esto a cámara lenta. Eva hacia señas a Pedro que aguantara, que no se moviera. Sara volvía con su culo hacia atrás, ahora un poco mas, pero no dejaba entra el capullo, Pedro estaba desesperado por metérsela hasta el fondo. De nuevo el culito hacia atrás, pero esta vez si que entro el capullo. Sara se quedo parada, ni mamaba ni se movía. La polla de Marcos en su boca y el glande de Pedro en su vagina. Empezó a dar pequeños gemidos y volvía a tener convulsiones. Se estaba empezando a correr y seguía quieta. Muy despacio empezó de nuevo a moverse y a chupar. Pedro no conseguía que pasara de su capullo, justo cuando entraba, Sara se retiraba de nuevo.

Sara se saco la polla de su boca y de su vagina, apartándose y empezando a convulsionar. Otra vez se estaba corriendo. Esta vez en silencio, ahogando sus gemidos. Tardo mas de la cuenta en volver su respiración a la normalidad. Pidió perdón, no aguantaba mas.

Eva la dejo relajarse y volvió a mandar: “Venga, las últimas, poneros en la misma postura, pero los chicos os cambiáis, Marcos detrás y Pedro delante”. Eva esperaba que Sara lo parara ya, pero no fue así. Se coloco dejándose hacer. Ya directamente los chicos arrimaron sus pollas a la boca de Sara y a su vagina. Ya no dio besitos a la polla de Pedro, sino que la engullo directamente hasta casi tener arcadas. Eva le hizo una señal a Marcos para que la penetrara. Lentamente este fue apretando su polla contra la rajita. Se veía que le costaba entrar. Poco a poco introdujo el glande y Sara dio un gemido tapado por la polla que tenia en su boca. Marcos se quedo quieto esperando a que Sara se amoldara al tamaño de su polla. Sara empezó a mover su culo hacia atrás metiendo cada vez mas la polla. Dejo de chupar diciendo “Si, mas, mete mas, mas, por favor mas” Marcos no se movía y Sara estaba haciendo todo el esfuerzo para que la polla entrara hasta el fondo. Por fin la ingle de Marcos topo con el culo. Estaba toda dentro. La cara de Sara estaba descompuesta. Tenia los ojos en blanco y decía “si, si, si, si, si….”dando un gran gemido y diciendo “dios, que grande, como la noto, me esta partiendo, nunca había sentido algo así, no la saques, no la saques”. Cuando se hubo acomodado a la polla empezó con leves movimientos de mete saca. Sara se movía hacia adelante hasta que notaba que salía la punta del capullo y volvía a meter toda la polla.

Marcos, cuando la polla estuvo dentro, le dio un pequeño azote a Sara y esta exclamo “siiiiii”, haciendo de nuevo lo mismo, salía casi entera y cuando volvía a estar completamente dentro, otro azote un poco mas fuerte y otro “siiiiiiiiiii” de Sara.

Cogió de nuevo la Polla de pedro y empezó a chuparla con ganas mientras marcos salía, entraba y azote. Pedro hizo señas de que no podía mas, que se iba a correr. Eva le dijo que en la boca no, que fuera.

Pedro dijo: “Sara, me corro, me corro”. Sara saco la polla de su boca y apuntó a sus tetas. Los chorros de semen que salían de esa polla eran interminables. La llenó completamente los dos pechos. Marcos ahora sin Pedro tomo la iniciativa y fue el quien bombeaba. Sara gritaba y se convulsionaba. Se estaba corriendo. Sus tetas se movían hacia adelante y hacia atrás como campanas, y gritaba: “si, mas, mas, mas”.

Estaba enlazando un orgasmo tras otro. Marcos estaba a punto e intentaba aguantar todo lo posible viendo que Sara no terminaba de tener orgasmos. Ya no pudo mas y dijo: “Me corro, me corro” a lo que Sara le contesto: “No la saques, dentro, no la saques”. La corrida fue brutal, los espasmos de Marcos y de Sara se sucedían. Cuando Sara sintió la leche caliente dentro de ella emitió un grito como nunca había oído. Marcos permaneció dentro de Sara y esta no dejaba de tener espasmos. Poco a poco la saco de su rajita, que manaba semen como una fuente, y Sara seguía con los espasmo. Seguía corriéndose. Así estuvo mas de tres minutos. No se los orgasmos que pudo tener. Por fin se tranquilizo y mirando a Marcos y a Pedro le dijo un simple “Gracias”.

Marcos y Pedro fueron al baño a limpiarse, se vistieron y se fueron con sus mujeres al salón. Sara estaba todavía en el suelo con una cara de felicidad increíble. Había disfrutado. Eva se acerco a ella y dándole un beso en la mejilla la dijo: “Bienvenida”.

¿Bienvenida?, ¿Bienvenida a que?, ¿Por qué le dijo eso Eva?

Se termino el video y me dolía el estomago por lo que había visto.

Llegaría tarde a la oficina, pero no pude remediarlo, abrí el tercer vídeo.

La cámara estaba en el salón y se veía a Ana y a María desnudas haciendo sendas mamadas. Aparecieron en escena Eva y Sara. Eva dijo:” Pero bueno, que hacéis lobas”, a lo que ellas contestaron que el oír los gemidos de Sara las había puesto muy calientes y que ahora necesitaban su ración. Allí estaban las dos, enganchadas a sendas pollas, mamándolas y tocándose su rajita masturbándose.

Eva y Sara se sentaron a ver el espectáculo. Sara estaba cortada y dijo que se iba, a lo que Eva la contesto que no, que se quedara a ver a las guarras de sus amigas. Había algo en la escena que no cuadraba a Sara. La tenia descolocada. De repente se dio cuenta, habían cambiado las parejas, la mamada se la estaban haciendo una al marido de la otra.

Yo también me di cuenta viendo el video. ¿Que pasaba en mi grupo de amigos?, ¿Por qué no sabia nada de todo esto?, ¿desde cuando se intercambiaban?

Las chicas dejaron de mamar las pollas y se pusieron a horcajadas encima de ellas. Se dejaron caer iniciando una penetración con movimientos lentos, subían y bajaban de manera acompasada, parecían que lo habían ensayado. Cada una follando con el marido de la otra.

Subían y bajaba dando gemidos de placer. Ana, que se follaba a Marcos, con la polla mas grande, no hacia mas que decir: “así, hasta dentro, rómpeme, rómpeme”.

Sara miraba embelesada como sus dos amigas, sin ningún tipo de pudor, estaban follando como locas delante de ella.

Pedro, empezó a decir: “Me corro, me corro…”. María, que estaba subida en el, se desmonto bajando su boca a la polla engulléndola. Pedro empezó a convulsionar descargando todo su semen en la boca de María, que iba tragando la leche que Pedro le estaba dando. Cuando este termino, María con la boca llena de Semen, miro a Sara, le enseño la boca llena de semen y lo trago relamiéndose. Sara alucinaba. Eso ella no lo haría nunca.

Marcos también empezó a gemir y decir que se corría. Ana hizo lo mismo, desmonto a Marcos y metió su polla en la boca. Ana abarcaba mas polla que lo que pudo Sara. La polla empezó a escupir semen llenando la boca de Ana, que lo tragaba. Una vez Marcos termino de eyacular, Ana miro a Sara, abrió su boca, le enseño el semen que había dentro y se lo trago. Sara volvió a alucinar con la escena.

Después, Ana y María se fundieron en un beso jugando con sus lenguas y saboreando el semen de sus maridos. El vídeo acabo en ese momento.

Me fui a la oficina, y por el camino no podía dejar de pensar en el tercer vídeo, ¿Por qué lo habían hecho? ¿Qué querían demostrar a Sara con el cambio de parejas? ¿Acaso querían demostrar a Sara que no pasa nada por tragar semen?

Quien hacia todo esto. Eva seguro, y con el carácter que tenia, estaría manejando a los demás. Descolgué el teléfono para llamar a Eva, y cuando empecé a marcar mi cabeza empezó a decirme que Eva era muy amiga de Sara, que si Eva quería me lo iba a poner muy difícil mientras yo estaba fuera. Que, si culpaba a Eva y ella no lo reconocía, me ganaría una enemiga y en mi situación no era lo mejo. Colgué el teléfono. Tenia que buscar la manera de hablar con Eva y que provocara una guerra entre nosotros dos.

Cuando por fin estuve en mi despacho llamé a Sara a casa. Descolgó el teléfono preguntando quien era. Le dije: “Hola mi amor, ¿Cómo estas?”. Por respuesta solo tuve un “Hola, espera que voy a nuestro cuarto”. Se oían los pasos de Sara que debía de caminar hasta nuestra habitación. Dijo: “Ya he llegado”. Se hizo un silencio, estaba claro que le costaba hablar después de lo sucedido el miércoles.

Para romper el hielo la pregunte como estaba, que tal el día, a que hora se iban a la finca.

Ella empezó a hablar nerviosa. “Bien, estoy bien dentro de lo que cabe. El día de hoy es una locura, primero la tienda y ahora en casa a preparar todo que a las 6 de la tarde nos pasan a buscar para ir a la finca. Al final entre tu y Eva me habéis convencido, pero lo hago sobre todo por los niños, si tuviese que ir yo sola, me quedaba en casa”.

Sara hizo una larga pausa y con la voz entrecortada dijo: “Se que tenemos que hablar, es muy duro para mi, sobre todo pensando en ti que estas tan lejos y en como te he fallado, me gustaría mirarte a los ojos para que realmente vieras mi arrepentimiento. No se como me deje llevar, no era yo, esa no era yo”.

Con una voz muy parsimoniosa, para tranquilizarla dije: “Sara cariño, no te sientas culpable por lo que hayas hecho, no es una decisión que tomaste tu sola, yo te ayude a tomarla y soy tan culpable como tu. No se lo que hiciste, pero seguro que no es tan tremendo como piensas. ¿Quieres contármelo?”

Se hizo un nuevo silencio y empezó: “Veras, aunque los días anteriores al miércoles con las otras fotos me excitaba mucho, podía controlarlo y te diré la verdad, algún orgasmo tuve, pero no le di mas importancia que el simple hecho de tenerlo, además, fue mas fruto de la excitación que de sexo. Pero el miércoles, el miércoles si fue sexo. La excitación de estar con Marcos y Pedro supero el control que pensaba que podía tener, supero el saber que podía decir hasta aquí en cualquier momento. Creía que lo podía parar, pero es que no pude hacerlo.”

Para bajar la tensión dije: “De verdad tuviste sexo, o fruto de la calentura de hacer las fotos termino en sexo, que no es lo mismo. ¿Antes de las fotos ibas predispuesta a ello? No, verdad, pues no te preocupes, fue un momento que no pudiste controlar”, la notaba realmente compungida y arrepentida y yo estaba totalmente derrimbado.

Sara contestó: “Si, para ti es fácil que no estabas allí, pero lo peor es que me gusto y disfruté. No quería que parara y esa sensación es la que me mata, es la que no me deja dormir”.

Yo la dije: “Sara cariño, tranquilízate, si hiciste algo es para que tu cuerpo y tu cabeza sientan sensaciones placenteras y excitantes. SI lo hacer solo por el hecho de tener sexo no deberías darle mas importancia. Otra cosa es que me dijeras que lo has hecho por amor, entonces la cosa cambia. ¿Lo hiciste por amor?”.

Sara contesto: “Como puedes decir eso, como voy a hacerlo por amor. Tu eres mi único amor, nunca mas podría amar a nadie distinto a ti”.

Yo la dije: “eso solo fue por placer y te dejaste llevar, como cuando te vas de copas, haces deporte con amigos o vas a una comida, lo haces por sentirte a gusto, pasártelo bien, que en el fondo es otra forma de placer. No te sientas culpable, y Sara, no quiero que hagas mas fotos, se acabaron, lo digo en serio, ya ver a donde nos has llevado. Olvidemos esto y ya esta”

Sara empezó a sollozar diciéndome: “No te merezco, no te merezco, eres tan bueno conmigo…….”

Repliqué: “Sara no soy bueno, soy comprensivo, comprendo tu situación y comprendo la presión a la que he sometido por mi puro placer, y es justo que tu obtengas tu recompensa y también tengas placer. Por eso te repito, no quiero que sigas con las fotos. Yo se que pasas malos ratos y que las situaciones son tensas y que sufres, por eso prefiero que no lo hagas mas.”

Sara seguía sollozando. Tenia que parar todo esto y no se me ocurrió otra manera que preguntarle: “Sara, Marcos parecía que la tenia muy grande en las fotos, ¿es así?”. Ella sollozaba y reía a la vez diciéndome que era un idiota y un guarro. Parece que se había calmado.

Le dije: “Escucha, no hace falta que me cuentes nada, eso si, solo esta vez, espero si hay una próxima vez quiero que me lo digas, ¿ok?” Entre llantos me dijo que no habría próxima vez. Que esta había sido la primera y la última.

La pregunté si ya tenia todo preparado a lo que me dijo que solo le faltaba guardar el disfraz, y dando un grito dijo: “Si no lo has visto y quedamos en que serias el primero”. Espera que enciendo la cámara que usábamos para cuidar a los niños cuando eran bebes y así me ves en el móvil. Dame unos minutos que me cambio.

A los pocos minutos sonó una alarma en el móvil. Era la aplicación de la cámara de bebes que había detectado movimiento o ruido. La encendí y allí estaba Sara con su disfraz. Estaba vestida con un traje de mil velos que cubrían todo su cuerpo. Estaba preciosa. Llevaba otro velo tapando su nariz y boca, dejando ver de manera difuminada sus labios. En la cabeza una diadema que tenia mil colgantes que caían por su cabeza. Estaba impresiónate y así se lo dije por la aplicación de la cámara. Se paseo por la habitación dando mil vueltas y moviendo todos los velos al girar. Cuando estaba dando vueltas, puso cara de susto y dijo: “Noooo, ya han venido y no me he vestido. Salió corriendo al baño dejando la cámara encendida. Yo cerré la aplicación y me puse a trabajar. A los dos minutos, zumbido en el móvil y alarma de la aplicación de bebes. Me conecte y estaba Sara corriendo por la habitación cogiendo cosas de los cajones y metiéndolo en la maleta. Me quede embobado mirándola lo guapa que estaba. Cogió las maletas y salió corriendo.

¡Había dejado la cámara encendida!

Al rato sonó mi móvil, era Sara para decirme que ya estaba con Manolo y Eva en el coche. Que los niños iban detrás en un minibús todos juntos. Eran 12 niños. La note mucho mas tranquila y habladora. Me dijo que cuando llegaran a la finca me llamaban.

Le iba a decir que se había dejado la cámara encendida, pro preferí no hacerlo no fuese que tuvieran que dar la vuelta.