Mi mujer es un putón
Descubrí que mi mujer follaba con otros como un verdadero putón.
Lo que les relato a continuación, sucedió hace un par de años. Aquel día yo volví a casa de improviso, bastante más temprano que de costumbre, mi mujer se estaba dando un baño de espuma para relajarse y yo entre al dormitorio para cambiarme de ropa. Entonces vi sobre su mesa de noche el diario que ella escribía en secreto y que nunca me dejaba leer. Como sabía que tardaría bastante en salir del baño me senté y empecé a ojearlo. En principio sólo había referencias a conversaciones con sus amigas y a cosas del trabajo o del día a día, pero al pasar unas páginas me resaltó la palabra follando y me detuve a leer con más calma. Hablaba de una noche que salió con sus amigas a cenar y a bailar, acabaron en una discoteca y un chico se le acercó en la pista de baile y poco a poco se fue pegando a ella. He de decir que mi mujer tiene 33 años, mide 1,65 y sus otras medidas son 95 62 95, tiene los ojos azules, sus pechos son grandes y redondos y su culo vuelve loco a cualquiera. El chico en cuestión disminuyó la distancia entre ellas hasta que acabaron rozándose continuamente mientras bailaban, cosa que según relata mi mujer ella no impidió sino que acabó por gustarle y excitarla dejando que la acariciase por la espalda y le besase el cuello, a lo que ella respondió frotando su culo contra la entrepierna del chico. Cuenta que siguieron así un rato, hasta que los dos estuvieron ya muy calientes, entonces el le propuso salir cosa a lo que ella accedió.
Una vez fuera del local la llevo hasta su coche, donde, cuenta mi mujer, que comenzaron a besarse apasionadamente mientras el chico, que se llamaba Javi, metía sus manos bajo su vestido y le acariciaba las tetas, sacándoselas fuera del sujetador. Luego el tal Javi, se sacó la polla y atrayendo la cabeza de mi mujer le hizo que se la mamara. Cuenta ella que con lo caliente que estaba le hizo una mamada como nunca antes lo había hecho y que ya sólo pensaba en que Javi se la follara. El le propuso acercarse a la casa de un amigo suyo que estaba vacía y una vez allí, relata mi mujer que nada más entrar el la desnudo, le arranco las bragas, la llevó en volandas hasta la cama y sin más prolegómenos se la metió de golpe, abriéndola bien de piernas y la folló a lo bestia enloqueciéndola de gusto. Finalmente acaba su relato contando que la sacó desnuda a la terraza y colocándola boca abajo sobre el brazo de un sillón se la metió desde atrás, dándoles nalgadas en su culo y follándola como un loco.
La lectura de esto, me dejó totalmente perplejo, sin saber como reaccionar y ya iba a levantarme para hablar con ella, cuando me di cuenta de que estaba empalmado y que . cuanto más me imaginaba a mi mujer siendo follada por otro y comportándose como una puta, más excitado me ponía. Así que opté por dejar en su sitio el diario y no decir nada. Pero ya empecé a elaborar un plan que me permitiera comprobar de verdad que mi mujer era un putón.
Pasados unos días le dije que tenía que salir de viaje y que al menos una noche estaría fuera de casa. Ella me dijo que no le gustaba la idea de quedarse sola pero que si era por trabajo lo entendía.
Así que el siguiente fin de semana, salí de casa para mi supuesto viaje. Para la ocasión alquilé un coche y me aposté en la esquina de nuestra calle. Ya era casi de noche así que supuse que no tendría que esperar mucho.
Un par de horas después, mi mujer salió de casa, vestía una falda de mucho vuelo que ceñía su culo, una blusa blanca bastante escotada y zapatos de tacón. Se subió a su coche y se fue, yo la seguí y al cabo de una media hora se paró en unos aparcamientos, pero no se bajó del coche. Poco después apareció un joven de unos 20 años, al verlo ella se bajo del coche se dirigió hacia el y se fundieron en un ardiente beso, luego juntos de la mano volvieron al coche, pero antes de entrar él la empujó contra un costado del coche, le abrió la blusa, sacó sus tetas y se las comió literalmente mientras ella gemía de gusto. Luego le dio la vuelta, la apoyó contra el capó del coche y le levanto la falda, descubriendo sus medias blancas con ligueros y un tanga minúsculo que rompió y le arranco de un tirón dejando totalmente a la vista su hermoso culo, se agacho tras ella y separando las nalgas le lamió su coño mientras con el pulgar acariciaba su ano. Mi mujer parecía en éxtasis y mi polla estaba apunto de estallar. Tan rápido como empezó, Javi, pues supuse que era él, dejo de chuparla y pajearla, la introdujo en el coche, se sentó al volante y se fueron en dirección a nuestra casa.
Continuará.