Mi mujer disfruta cumpliendo mis deseos

fin de semana donde comenzamos mi mujer y yo con algunos juegos de dominacion. Relato veridico.

MI MUJER DSISFRUTA CUMPLIENDO MIS DESEOS

Primero nos presentare, somos un matrimonio de treinta y cinco años yo, y veintinueve mi mujer, yo no me describiré físicamente porque la protagonista es ella.

Laura, que así se llama mi esposa, mide uno setenta y siete y pesa sesenta y seis kilos, tiene el pelo negro, rizado y largo, esto ultimo es por que me gusta a mi. Sus ojos son negros y su piel canela. Sus labios carnosos, junto con sus pechos que aún desafían la fuerza de la gravedad y un trasero que quitaría el hipo a cualquiera, hacen de ella una mujer que no pasa desapercibida ni para hombres ni para mujeres. Es una típica morena andaluza de las que te hacen girarte a su paso.

Ella es de Puente Genil un pueblo de Cordoba y yo murciano de Calasparra. Aunque vivimos Murcia.

Esta forma de juegos sexuales, ya que al fin y al cabo solo es eso, juegos para no caer en la monotonía que suele llegar con el pasar de los años en la mayoría de las parejas, los empezamos hace poco mas de un año.

Hoy día disfrutamos mucho los dos, yo con mi rol de amo (por decirlo de alguna manera) y ella obedeciendo todo lo que yo le ordeno sin decir nunca que no a nada.

El comienzo de todo, fue con juegos en privado, en nuestro dormitorio. Los ojos vendados durante el acto sexual, atarla a la cama, consoladores, bolas chinas, y cosas de este tipo. Hasta que un fin de semana, de turismo rural, jugando una partida de cartas empezamos a apostar cosas que debía hacer el perdedor. Perdió Laura, no se si a propósito, pero perdió.

La apuesta consistía en que la tenían que ver sin nada de ropa durante un minuto de tiempo mínimo tres personas del otro sexo (en este caso hombres).

Ella tenia que buscar la forma de hacerlo y avisarme para que yo pudiera presenciarlo. Se decidió por hacerlo en la terraza, tumbarse a tomar el sol, completamente desnuda, hacerse la dormida y esperar a que algún vecino la viera. Lo haría aquella misma tarde, después de comer.

Subió a la terraza en bikini, una vez allí, se desnudo y se tumbo. A la media hora mas o menos, una vecina, de la casa de al lado, subió a tender la ropa y la vio allí tumbada y aparentemente dormida, cuando terminó, se fue y al poco subieron cinco chicos, se apoyaron en la terraza, y estuvieron mirando a mi mujer por lo menos veinte minutos. Ella estaba de frente a ellos con las piernas entreabiertas. No se le veía su rajita abierta pero, si todo su bello púbico y sus labios mayores. Al cabo de ese tiempo, hizo un movimiento como si se despertara y se diera cuenta entonces de que la estaban mirando, se tapo con la toalla y entro en la casa apresuradamente. Estos chicos se quedaron allí mirando hasta que se fue.

Cuando entro en casa, metí la mano en su entrepierna y tenía el coño muy mojado. Le propuse seguir con el juego y ella aceptó.

Eran las ocho de la tarde, a mediados de agosto, buena hora para pedir una pizza en el bar del pueblo (hacía repartos a las casas alquiladas) así que acosté a mi mujer en el dormitorio principal, le até las manos a la espalda los pies juntos y le coloque una venda en los ojos.

Pedí la pizza y en media hora lamo a la puerta un chico de unos dieciséis años, le hice pasar, y en el pasillo donde estaba la puerta del dormitorio, le hice esperar para buscar la cartera.

Mientras yo "buscaba la cartera en la planta de arriba" el descubrió la cama donde estaba Laura atada.

Se quedo embobado mirándola. No se dio ni cuenta de cuando baje yo. Desde detrás suyo le dije ¿quieres tocar? puedes hacerlo, es una puta que he contratado para este fin de semana. Le pago por verla así, atada, que me sirva la cena desnuda, y para que me la chupe de vez en cuando.

El muchacho se acerco a ella indeciso, empezó a tocarle tímidamente el culo e intentar meter su mano al coño. En ese momento yo llame desde mi móvil al teléfono de la casa y me retiré al comedor a "hablar por teléfono"y le dejé solo con mi mujer. Cuando volví le estaba sacando fotos a ella con el móvil. al verme guardó rápido el teléfono, y yo me hice el despistado.

Pero mira por delante chaval, le dije, dándole la vuelta a Laura. El chico le toco las tetas, el coño, pellizcaba sus pezones, el chaval disfrutó de lo lindo con élla. Me pidió sacarle unas fotos para que sus amigos le creyeran y por supuesto le dije que no. Pero que si sus colegas querían verla que vinieran a las doce de esa misma noche y la puta nos haría un strip-tees a todos.

El chico se fue, yo desaté a Laura y ella me abrazó y me besaba por todos lados quería que la follara pero lo que yo quería era que se mantuviera así de caliente, por lo que le lleve la cabeza a mi polla, y me hizo una mamada de primera. Después de limpiarme bien la polla, la aparté y le dije que si se portaba bien después tendría lo que necesitaba.

A las doce en punto, llamaron a la puerta seis chavales, querían ver esa puta que bailaría y se desnudaría delante de ellos. Laura ya estaba preparada. Vestía minifalda negra de lycra, camisa blanca, sujetador rojo de encaje y tanga rojo de encaje, liguero, medias negras y zapatos de tacón.

Los chicos se acomodaron en los sofas, y mi mujer empezó el espectáculo.

Les brindo un espectáculo como una autentica profesional. Cuando ya estaba completamente desnuda, uno de los chicos el mas lanzado me pregunto si la podían tocar, llame a mi mujer y le dije que fuera pasando delante de ellos y se dejara tocar unos segundos por cada uno.

Los muchachos se crecían por momentos y otro de ellos me pregunto si sería posible que se la chupara a uno de ellos. Por supuesto eso ya era demasiado, así que como última cosa, ataría a la puta a la cama con los brazos en cruz y las piernas abiertas y uno de ellos podría tocarla durante tres minutos, los dos solos en la habitación.

Cuando yo saliera de atarla el chico que entraría debería estar en la puerta de la habitación solo.

Cuando sali alli estaba el que parecía el mayor. Entro y a los tres minutos cuando abri la puerta, se retiró de la cama, y salió, yo entré la solté y cuando salimos ya se habían marchado.

Mi mujer me dijo que cuando entro se subió a la cama, y estuvo todo el rato follandosela, aunque no le dio tiempo a correrse.

Aquella noche, follamos como locos.

Por la mañana cuando nos ibamos los chicos vinieron a despedirse. Mi mujer se despidió de ellos con un beso en los labios a cada uno.

Quiero agradecer a vascopais sus dos ultimos relatos titulados la llave del juego 1 y 2, y animarle a que continue la serie, es muy buena.

Yo he sacado una idea que puse en practica el fin de semana pasado, y que disfrutamos mucho tanto Laura como yo. GRACIAS.