Mi mujer desnuda para todo el mundo.

Es un relato muy corto y muy soft sobre una fantasía que muchos hombres tienen y pocos confiesan...chicas tomad nota..

La vida es curiosa, nunca justificaría comportamientos que tengo ahora, como tampoco justifico ahora algunas cosas que hacía antes. Hecho la vista atrás y no me reconozco. Supongo que será la edad, el tiempo, la experiencia ¿o qué se yo?.

No sé si os pasa también a vosotros, al mirar atrás un día, no os reconocéis, siendo la misma persona.

Soy un hombre bien posicionado. Fruto del esfuerzo, la fortuna y el trabajo, conseguí lo que tengo, eso me hace ser acreedor de un gran orgullo. Mi juventud fue muy cómoda, hijo de un familia de clase media no tuve que trabajar para costearme los estudios (que no es poco) Fue al ingresar en la Universidad hace ahora casi 12 años cuando conocí a Rocío, mi mujer. Una belleza andaluza de ojos negros azabache, larga melena y esbelta figura.  El paso del tiempo ha sido benévolo con ambos, aunque he de reconocer que con ella a sido incluso… muy permisivo.

Siempre he sido un hombre muy celoso, Rocío levanta pasiones allá por dónde va desde que es una niña. Hemos tenido infinidad de discusiones por mi exceso de celos, en alguna ocasión en mi juventud llegué a las manos con algún patoso.

Somos asiduos a playas nudistas por varios motivos, pero principalmente la educación de los bañistas y la poca afluencia de gente a las mismas.

Hace dos años me sorprendí un día reflexionando sobre mi mujer. Todo el mundo comenta lo guapa que es, lo bien que se conserva, que parece tener 19 años teniendo 30 etc… y fue entonces cuando me di cuenta que esa sensación de que todo el mundo la adorase, hacía volar mi ego por las nubes, tanto es así que descubrí que mi propio ego me excitaba.

Es cierto, siempre me ha gustado que mi mujer se arregle y se sienta deseada. Incluso alguna vez cuando venía a buscarme al consejo de administración, notaba como las cabezas de mis socios y socias, se volteaban para mirarla a través de la cristalera.

Siempre se montaba un pequeño revuelo cuando aparecía cargada de bolsas, con su larga melena ondeando como una estrella de cine y sus elegantes faldas de tubo, dibujando su figura a la perfección.

Pero aquella sensación era nueva, deseaba presumir aún más de ella. Quería que pudiesen disfrutar de la belleza que ella guardaba, me parecía injusto esconder a la humanidad el milagro que es una mujer bella.

Me parecía sumamente egoísta censurar o disfrutar esa belleza yo sólo.¿Y por que no confesarlo? quería hacerles sentir aún más envidia.

Esa misma noche tracé un plan, compré en Internet una cámara de fotos de último modelo, casi profesional, y me la envié a casa. Durante la cena inventé una milonga sobre recuperar aficiones del pasado, ella sabía de sobra lo mucho que me apasiona la fotografía y mi talento para tal arte. Así que amparado en el cuento de que quería ser como Anne Leibovitz…pico mi anzuelo.

Después de la cena sabía que el vino habría hecho su efecto y que no podría darme una negativa a la invitación que le ofrecía….que hiciese de modelo. Las mujeres son coquetas por naturaleza, y esa coquetería bien llevada, suele desencadenar en  un dulce y elegante exhibicionismo. Rocío entre risas no tardó en acercarse al equipo de música y seleccionar su canción. Comenzó a quitarse la ropa despacio, bailando para mí y para la cámara

La blusa calló al suelo dejando su torso al aire, no llevaba sujetador, sus pezones erectos delataban que el juego la encantaba, el flash de la cámara disparaba sin cesar. Subía los brazos hacía el cielo para enseñar al objetivo su pecho en su máxima expresión. Buscaba su perfil para que la dureza de sus pezones quedase inmortalizada. Se acercó a mí a la distancia justa, se dio la vuelta, invitándome a bajar la cremallera de su falda. Con dos simples golpes de cadera al ritmo de la música, la elegante falda de tubo calló al suelo, haciendo compañía a la blusa.

Se descubría ante mí un trasero redondo y suave, apoyado en unos tacones de aguja…que razón tenían nuestras amistades sobre como se conserva.

Fingiendo recoger la falda del suelo y todavía de espaldas abrió sus piernas y se agachó, el tanga negro estaba descolocado por lo que uno de sus labios vaginales era perfectamente visible, momento que por supuesto también inmortalicé. Al percatarse Rocío posicionó su mano en su culete,  separó un cachete para que no se quedase sin fotografiar nada de su anatomía.

Esa fue una toma mágica, su sonrisa eterna, su mirada pícara y su pequeño ano abierto, accesible invitando al espectador a contemplar todo de ella, hasta su interior.

Hice un total de 436 fotos del streptease. Desde la primera, completamente vestida, hasta la última en la que se sentaba en una silla con sus piernas completamente abiertas, vestida únicamente con sus zapatos de tacón y permitiendo a la cámara captar el beso que sus labios vaginales le proporcionaban ala silla. Mirando a la cámara con la máxima sensualidad que su rostro le permite (y no es poco creedme) abriéndose y mostrándose por completo ante mí y mi objetivo.

Después de hacer el amor esa noche mientras Rocío dormía, me levanté y corrí hasta el ordenador. Grabé un c.d con las fotografías y lo guardé en mi maletín.

Al llegar al despacho a la mañana siguiente visioné el contenido, un rayo atravesó mi mente, un escalofrío de morbo incontenible. Poseído por mis deseos registré una cuenta de mail anónima. Seleccioné alrededor de 15 fotos de mi mujer posando la noche anterior, fotografías en las que su rostro era perfectamente identificable y en las cuales se mostraba por completo,  las adjunte en un mail. Copié las primeras diez direcciones de mis socios del consejo y las puse en el buzón de salida. Antes de darle al botón de “enviar” reflexioné y decidí poner en el asunto “La mujer del Jefe”. Eso sería suficiente para en el caso de ser descubierto eliminar cualquier sospecha.

Pasaron los días y mi imaginación volaba, esperando el momento en el que uno de mis socios entrase por la puerta y dijese -tenemos que hablar-.

Los empleados empezaron a reunirse en los ordenadores. Risas escandalosas por parte de los menos discretos y miradas furtivas cargadas de miedo o admiración hacia mi despacho, presidían las mañanas. La idea de que mi mujer estuviese accesible a cualquiera me encantaba. Pero los días pasaban y nada sucedía, incluso acudió en alguna ocasión a buscarme y pude ver como la curiosidad se tornaba en admiración. Era evidente que sus fotos rondaban por la oficina pero nadie me decía nada.

Al entrar Rocío en el despacho tras dejar sus bolsas en el suelo le dije.

-Roci, mi amor mira que foto he puesto de salvapantallas- Se trataba la foto de la silla en un elegante B/N..No sabía cual sería su respuesta, esperaba un…

-Estás loco!!Quita eso!!-

Pero cual fue mi sorpresa, cuando dijo.

-Es bonita esa me encanta-

Sabedora de que cualquiera que entrase podría verla, se enorgullecía como la Diosa que es.

Quitándole importancia a la fotografía tras mirarla unos segundos me dijo.

-Amor mío he reservado ya las vacaciones Almería, nos vamos en 15 días-.

Poco a poco el tiempo fue pasando. Incluso hacía llamar a mi despacho a mis empleados si motivo concreto. Únicamente por cualquier excusa para que viesen la desnudez de mi mujer. Algunos me decían al ver la pantalla del ordenador…

-¿Es la señora Fuentes verdad?- a lo que yo respondía

-Si  lo es, está guapa verdad- y posteriormente les hacia levantarse, o giraba la pantalla acercándola para que la viesen bien. Todos trataban de disimular, justificando la larga atención por la forma y no por el contenido de la foto.

-Es una gran fotografía, tiene Vd un gran ojo-.

Esa misma tarde recibí un paquete en la oficina, algo extrañado, ya que era un poco más grande de lo normal, Tras palparlo en un primer momento me di cuenta de que se trataba de un cuaderno o algo parecido. Cansado de elucubrar lo abrí sin más pérdida de tiempo. Parecía un calendario, pegado en la portada un folio manuscrito era la letra de Rocío decía así:

Estaba en casa y una mañana al mirar el Mail descubrí que ibas a ser víctima de un chantaje, Habían robado nuestras fotos. Antes de que todo se fuese de las manos decidí tomar cartas en el asunto. Sé que me quieres y presumes de mí, pero es algo que no todo el mundo entiende… Antes de que nadie se diera cuenta copié el Mail y lo reenvié a mi nombre, Convoqué la idea de realizar un calendario sexy o incluso muy subido de tono a las mujeres de la empresa .Yo sería la que rompería el hielo, y con los beneficios del mismo, los donaríamos a alguna organización para el cuidado de los niños con cáncer, era la única salida.

Nunca imaginé que la respuesta fuera así. Todas las chicas de la empresa querrían participar, de hecho algunas se quedaron fuera. Aquí tienes el resultado del boceto para el calendario del año que viene. Encontrarás a Ana tu secre a Laura la directora de Recursos humanos y algunas de las mujeres de tus socios…jiji

P.d “ Yo soy mayo, que nos disfrutéis…. te quiero”

Rocio.

¿ Continuará? No lo sé..Decídmelo vosotras/os