Mi mujer, con 52 años y ahora lesbiana (2/2)

Segunda y última parte en la que mi esposa le tomó gusto a seguir experimentando el placer de actuar como lesbiana y así me lo contó.

Capitulo 2.- A mi mujer le gustó sentirse lesbiana y repitió más veces

Cuando Gia regresó a la mañana siguiente a su casa presentaba ojeras, estaba agotada, pero parecía contenta.

Le pregunté:

  • "Por la cara que tienes, parece ser que te divertiste mucho ayer, ¿no?"

  • "Fue diferente", le contestó a su marido.

  • “¿Qué pasó para ser diferente?”, le pregunté intrigado… - “Bueno, si me lo quieres contar, claro.”

  • “Si… Mi compañera me invitó a una copa, como te dije… Es una lesbiana dominante… Me hizo bailar con ella y me beso… Luego me metió mano y me hizo desnudarme en su furgoneta… Me llevó a un motel donde me follo con un dildo enorme… Y al final, me llevó a su casa en donde, contra mi voluntad, me puso unos piercimg, creo que como señal de pertenencia… Y para terminar, me entregó a un enorme perro que tiene, que me folló y enculo porporcionandome tal cantidad de orgasmos que todavía ando escocida por los dos agujeros… ¿Te parece normal o diferente todo eso?”

  • “Madre mía, Gia… Y yo que pensé que sería un pequeño escarceo el que te apetecía tener.”

Ya no hablaron más del tema.

Por la noche, cuando era hora de acostarme, la encontré cachonda… No había follado a Gia desde hacía más de una semana y noté que estaba lista para ello… Cuando finalmente llegó a la cama, llevaba puesta sólo una camiseta… El coño lo tenía a la vista mostrandome un anillo con un cascabes que sonaba… Y cuando comencé a tocar sus tetas, noté que sus pezones también sonaban.

  • “¿Eso son los piercings que te puso”, pregunté.

  • “Si… Me lo puso Jessa cuando estaba borracha y mira estos grandes aros con las campanitas colgando de mis pezones que me puso.”

Me gustaba... Tiré de sus pezones y sonaban… Definitivamente esto era un cambio para ella.

  • “Y el del coño, ¿dónde te lo puso?”, le pregunté.

  • “Mira”, respondió… Gia abrió su coño y me enseño un aro de oro más pequeño, también con campanilla, asomando a través de su espeso arbusto de Venus.

  • “¡Guauu!... Tienes tu clítoris perforado”, le dije.

  • “Sí… Me desperté y me lo había hecho”, le mentí.

Me imaginé que debió ser una noche muy movida para alguien que ni siquiera me deja follarla por el culo.

  • “He estado pensando que despues de ver todo esto estarás caliente y quizás quieras follarme o darme por el culo... ¿Qué prefieres?”, me dijo Gia.

Escuché eso y sin mediar palabra, la giré sobre sus caderas y hundí mi polla en su culo hasta mis bolas… Para sorpresa mía, ella ni siquiera se inmutó… Tampoco ofreció queja alguna que le diera con fuerza mientras escuchaba el agradable sonido de sus campanillas… En unos minutos mi semen caliente estaba llenando su culo peludo.

Todo esto me sorprendió, porque fue el mejor sexo que tuvimos en muchos años, aunque pronto descubriría que esto fue sólo el comienzo de un nuevo florecer sexual.

Durante toda la semana jodí a Gia en casi todas las posiciones que podía imaginar… A ella, de repente, le había empezado a gustar el sexo y, sobre todo el " fuerte y guarro "… Cuanto más fuerte y más guarro, mejor… Ella ahora era una mujer “nueva”, que jadeaba, retorciéndose y gimiendo de placer al ser follada o enculada… Y eso a mí, me gustaba.

El jueves siguiente cuando llegué a casa, Gia me dijo:

  • "Jessa me llamó y me dijo que quiere que algunas de amigas tengamos a una fiesta este fin de semana, ¿Te parece bien que vaya?"

  • Sí, claro… Yo tengo que trabajar este fin de semana… De todos modos, aunque no trabajase, si te apetece debes de ir, divertirte y desahogarte sexualmente, sin necesidad que yo te lo autorice… Sin duda, al haber varias amigas, vas a poder seguir disfrutando con nuevas y varias experiencias diferentes y teniendo grandes orgasmos… Y no olvides que Duque estará alli y es posible que te vuelva a montar.”

El sábado por la mañana me levanté para ir a trabajar y antes de irme le volví a decir que se divertiera y disfrutase lo más posible… Ya me lo contaría todo a su regreso.

  • De acuerdo”, me dijo Gia… - “Ten la seguridad de que lo haré.”

Gia subió al coche y condujo la media hora que la separaba de la casa de Jessa... Cuando llegó, ya había algunos coches allí… Jessa y Duque salieron a su encuentro.

  • "¡Hola, bebé!"… Luego le dio un profundo beso con la lengua en el interior de la boca y le puso su brazo alrededor de su cintura para, apretada a ella, llevarla a la casa.

  • “Chicas, esta es Gia... Dee, esta es Anna, Lois, Virna, y la pequeña cosa bonita que está en el suelo es Mary… Tú y Mary os conoceréis muy bien este fin de semana.”

Anna era una pelirroja, con una cintura estrecha y enormes tetas… Lois era una morena de pelo rizado, con tetas grandes y un poco gordita... Virna tenía también tetas grandes y cabello largo y rubio.

Gia se acercó a Mary y la besó en la mejilla… Jessa le dio una palmada en el culo a Gia y besó de nuevo a su perra delante de todas… Y luego, le pidió que volviese a besar a Mary.

Gia, lo entendió y presionó sus labios en los de Mary y deslizó su lengua dentro de su boca.

  • “Eso está muy bien, bebé… Así me gusta que hagas… Espero que este el fin de semana te parezca corto”, le dijo Jessa.

Dirigiéndose al resto, les preguntó:

  • ¿Qué quereís que hagamos, primero?

Anna le respondió:

  • “Yo quisiera jugar con tu perra, Jessa!”

  • “Claro, Anna… Puedes cogerla… Usa la habitación de arriba… Estarás más a gusto”, le explicó Jessa.

  • Creo que te gustará estar conmigo, Gia... Vamos, mi pequeño coño”, dijo Anna delante de todas mientras la agarraba de la mano y la llevaba hacia las escaleras.

Cuando llegaron y abrieron la puerta de la habitación, vieron que había una baranda de hierro con barras como cabecera, ideal para poderla atar si le apetecía.

Anna arrastró a Gia dentro de la habitación y cerró la puerta… Inmediatamente la empujó contra la puerta, agarró con sus manos sus tetas y hundió su lengua en su garganta.

Gia puso sus brazos alrededor de la espalda de Anna y le ofreció su boca bien abierta para que la follara con la lengua… Y Anna lo hizo.

Anna tiró a Gia sobre la cama y se paró frente a ella.

  • "Desnúdame", le dijo.

Anna vestía pantalones vaqueros con botas y un jersey.

  • “Vamos, no tenemos toda la noche.”

Gia le quitó el jersey dejandole ver una piel bastante blanca llena de pecas y un sujetador con las tetas aún más grandes que las de Jessa.

“El sostén, bebé… Quítamelo.”

Gia, alargó la mano por la parte posterior y soltó los broches… Anna se encogió de hombros dejando caer el sujetador al suelo.

  • Qué te parecen, bebe?... ¿Te gustan?", le preguntó Anna.

Sus tetas eran muy grandes, con aereolas amplias y pezones rígidos.

  • “Son preciosas y tienes buenos pezones”, respondió Gia palpándola.

  • “Tengo un regalo especial para ti, bebé, pero termina de desvestirme primero.

Gia sentó a Anna y le quitó las botas… Luego le quitó los pantalones vaqueros dejando al descubierto una tanga de encaje con un coño tan peludo que los pelos sobresalía en todas direcciones.

- “

Ahora, nena, desnúdate para mí”… Gia, comenzó con quitarse su top y su sujetador… - “Jessa no me mintió… Tienes unas tetas geniales… Y cariño, no te preocupes por ser un poco gordita… Me gusta la carne.”

Gia se quitó los pantalones dejándose la ropa interior puesta.

  • “No… Ningún bebé se queda con la ropa interior… Me gusta ver lo que voy a comer.

Gia, se quitó la ropa interior exponiendo sus tetas y coño peludo provistos de anillos con cascabeles.

  • “Ya veo que Jessa te puso su primera marca de propiedad… Te quedan muy bien… Y me encantan los coños peludos… Acuéstate, bebe.”

Mientras Gia se acostaba, Anna se subió sobre sus muslos y los pegó a los de ella… Luego, ambas se frotaron las tetas y se besaron, excitándose mutuamente al son del los cascabeles.

  • “Cariño… Cuando me estimulan, lamiéndome y chupándome las tetas, doy siempre un regalo… ¿Sabes cuál es?... Mi leche.”

Gia cerró los labios alrededor del pezón de Anna y chupó la rica leche materna que segregaban, tragando sin parar al ir pasandose de una a otra teta… Mientras hacía eso, Anna deslizó una mano por el peludo coño de Gia… Agarró un puñado de pelos y tiró de ellos para que Gia se soltara del pezón al que estaba enganchada.

  • “Para, zorra… Queda mucho por hacer.”

Anna se deslizó hacia abajo del cuerpo de Gia hasta poner su lengua sobre su coño, haciendo que temblara de placer… Luego lamió el interior de su espeso y exuberante coño... Levantó y empujó las piernas de Gia hasta su pecho, exponiendo al maximo el ano a su lengua.

  • “Te encantará mi lengua, bebé… Es larga y gruesa.”

Gia descubrió suficientemente pronto como la lengua de Anna sondeó profundamente en su ano… Luego, a través de su espesa pelambrera, su abierto coño también quedo desprotegigo al asalto oral de Anna.

Más tarde, Anna, agarró un puñado de vello del pubis y se los arrancó… Gia gritó de dolor… Jessa, que estaba abajo, escuchó el grito y dijo:

  • "¡Creo que a mi perra le gusta como la trata Anna.!

-

"Lo siento, mi pequeño coño, pero cuando me excito mucho pierdo los estribos", dijo Anna… - “Volverá a crecerte y los tendrás ahí de nuevo en poco tiempo.”

Anna, decidió que era su turno y se subió encima de Gia, pegándose a ella, cargándo todo el peso de su cuerpo y refregandose.

  • “Sigue bebiendo leche… Me pone muy caliente."

Gia casi sentía náuseas de tanta leche que estaba tragando pero al poco de seguir ordeñandola, Anna la apartó y se subió hasta casi sentarse a horcajadas sobre su cabeza… Su espesa mata roja, con labios gruesos y clítoris descansaron justo debajo de su nariz.

  • “Es hora de que tomes también un poco de mis jugos y que no sea solamente leche”, le dijo.

Anna agarró la cabeza de Gia y la mantuvo apretada contra su coño, casi sofocándola y dándole sólo el mínimo espacio para que pudiera respirar.

  • "Lame bien mi coño, cariño… Déjamelo bien limpio… No tengas prisa y recreaté haciéndolo", le dijo.

Gia lamió el coño y el culo de Anna todo lo que pudo.

  • "Eso es, bebé… Muy bien… Sigué así, cariño… Ugghh… Me voy a correr… Aaaah… Aaaah… Me corro, bebé… Me corrooo”… Y con eso Anna, lleno la boca de Gia con sus fluidos vaginales y algún que otro chorro de orina que se le escapó.

  • "Dios mío, eres muy buena dando placer", le dijo Anna… - Me lo volverás hacer este fin de semana… Ahora, límpiate la cara, ponte algo ligero encima y bajemos… Estoy segura de que alguien más querrá disfrutar contigo.”

Mientras bajaban, Jessa le preguntó a Anna:

  • "¿Estaba equivocada yo?"

  • “¡Oh, no!”, respondió… Y le dió una bolsita con el mechón del pelo del coño que le había arrancado a Gia.

Gia, al verlo, bajó los ojos y se quedó en silencio, hasta que escuchó:

  • "Quiero ser la próxima para estar con tu bebé", dijo Lois, la morena de pelo rizado, con las caderas anchas y las tetas grandes.

  • “Claro… No hay problema… Llevatela ahora tú y disfruta con ella… Yo ya la usaré más tarde… No tengo prisa… Gia, vé y toma un trago, que lo vas a necesitar”, le dijo acariciándole la cara… - “Y luego subes arriba que Lois te estará esperándote.”

Lois subió las escaleras y Gia fue a la cocina a tomar un trago, mientras pensaba: " Voy a lamer otro coño de lesbiana "... Pero estaba equivocada.

Cuando abrió la puerta del dormitorio, Lois estaba allí esperándola con botas de cuero, corsé y un látigo en la mano… Tetas y coño estaban al aire para ser utilizado con facilidad… Le dijo:

  • “Hola, mi pequeño coño… Vete quitando muy rápido esas ropas”.. Y dicho eso, Gia sintió el látigo golpear su culo.

  • “AAAAAYYY”, gritó al sentir el aguijón del látigo golpear su culo.

CRACK… Nuevamente, el latigo volvió a golpearla… Esta vez en su espalda.

  • “AAAAYYY… ¡Detente!”, gritó Gia con lagrimas en los ojos.

  • "Veo que mi perra se ha encontrado con Lois", rió Jessa desde abajo.

  • "¡Ponte estirada en la cama con tu culo en ella y tus brazos sobre tu cabeza!", le dijo Lois.

Gia, aún llorando, obedeció rápidamente, y pronto sus manos estaban esposadas a la cabecera de la cama.

Ahora, mi pequeño coño, voy a disfrutar contigo”… Lois tiró de cada pierna por encima del pecho de Gia y las ató tambien a la cabecera… Su coño y su culo quedaron expuesto a los deseos de Lois.

Sobre la cómoda del dormitoria habían velas y Lois las cogió, las encendió y comenzo a gotear cera caliente por los pechos de Gia, en especial, los pezones… Y Gia gritó tan fuerte, por el dolor que sentía, que debieron escucharla abajo, sin duda.

  • "Te suplico que pares… Duele mucho", exclamó Gia.

  • ¿Qué no te gusta?, le preguntó Lois.

  • "No… Me haces daño", le contestó Gia.

  • "Está bien… No te tiraré más cera en tus pezones”… Y con eso ella vació toda la cera de la vela sobre su coño y su culo.

Gia gritó todavía con mayor desesperación.

  • “No puedes armar este griterío por nada, molestando a la gente”… Y sacó una mordaza de bola de su bolso y procedió a colocarlo en la boca de Gia.

-

"Bueno, esa cera ensució los pelos de tu coño… Lo tienes tan espeso que me ocuparé más tarde para aclarártelo", le dijo Lois... – “Pero ahora es el momento de centrarnos en divertirse.”

Gia, pensó a qué demonios se refería Lois al decir “aclarárselo… ¿Le iba a afeitar el coño?”

Lois con su corsé de cuero mostrando un peludo coño negro y sus grandes tetas, buscó en su bolso un consolador de doble cabeza y mostrándoselo, le dijo:

  • "Es hora de divertinos, bebé"

Lois se colocó la cabeza de un extremo del consolador en su coño y se fue a meter el otro extremo en el coño de Gia.

  • "Esta cera en los pelos de tu coño me va a molestar"… Diciendo esto, cogió un pedazo de cinta adhesiva, la pego en el coño de Gia y tiró de ella arrancandole matas de vello… Gia gritó y tensó el cuerpo pero con la mordaza, nadie podía oírla.

  • “Terminaremos esto más tarde”… Mientras el dolor continuaba, Lois enterró el doble consolador en su coño y al mismo tiempo en el coño de Gia, que estaba al principio seco, pero pronto sus jugos

comenzaron a fluir… Lois disfrutaba y segregaba sus jugos… Cuando terminó, se subió a la cama y plantó su peludo coño negro en la cara de Gia y le ordenó:

  • “Limpiame, perra.”… Y Gia lo lamió y limpio de todas las secreciones que tuvo.

Mientras Gia lo hacía, Lois cogió, de nuevo, el rollo de cinta aislante que había dejado sobre la mesilla y procedió a pegar tres tiras sobre el coño de Gia... Luego, estiró y volvió a arrancarle pelos de su coño, provocándole gritos de dolor y convulsiones.

Al final, Lois soltó a Gia para que bajara.

  • ¿Fue todo bien?, le preguntó Jessa… Lois le mostró las cuatro tiras de cinta aislante llenas de vello rojo,

  • "¡Es fantastica, Jessa… Se entrega muy bien… Como premio le arranqué estos pelos del coño!", dijo enseñándoles las tiras plagadas de vello… Y todas rieron.

Gia finalmente bajó escaleras y apenas podía caminar.

  • "Tranquila, bebé, te volverá a crecer", le dijo Jessa.

  • "Sí, para que yo se los arranque de nuevo", se rió Lois.

Una vez en el salón, Gia, miró a su alrededor y se dio cuenta de que Virna y la joven Mary habían desaparecido… Pronto supo donde estaban.

  • “Ya que Virna y Mary se fueron al granero, vamos ir todas a ver lo que hacen”, dijo Jessa… Al salir fuera en dirección al granero se podía oler el aroma de un fuego de leña… - "Creo que Virna encendió el fuego", comento.

Mientras caminaban hacia el granero, su brazo se enroscó con fuerza en torno a Gia.

  • “No te lastimó mucho Lois, ¿verdad, bebé?”, le dijo Jessa mientras besaba su cuello.

  • "Algo", respondió Gia… "No demasiado."

Jessa abrió las puertas del granero y Gia se quedó con el estómago revuelto… El interior del granero era otra cámara de tortura mediaval, a gran escala en la que había estado ella en la casa… Tenía grandes cruces de madera y mesas, jaulas de metal colgando del techo y látigos, cadenas y ganchos.

  • "Bueno, esto es para divertirnos más tarde", dijo Jessa… - "Ahora vamos a ver lo que Virna hace con Mary.”

Cuando todos llegaron, Virna tenía una varilla en el fuego y la joven Mary estaba colgando de sus brazos, desnuda… Y colgaba flácidamente.

  • "¿Está muerta?", preguntó horrorizada Gia.

  • "No… No está muerta… Está sedada… No queremos que esté totalmente consciente para lo que le va hacer Virna", dijo Anna.

Habían sillas alrededor de la hoguera en las que todas menos Virna, Jessa y Gia, se sentaron.

  • "Atended, hemos disfrutado del coño de Mary por un tiempo", dijo Jessa… "Hoy a decidido Virna que sea de su propiedad."

  • "Ven, mi pequeño coño", le dijo Jessa a Gia… - "Quiero que pongas tu cara en su pequeño coño y te la comas hasta que Virna termine con ella… Envuelve tus brazos alrededor de su culo para que no se mueva, porque si lo hace mal serás tú la próxima… ¿Lo entiendes?"

  • "Sí", dijo Gia.

  • “Bien… Comienza ya”.

Gia se acercó y envolvió sus brazos alrededor del culo de Mary… Ella pudo oler su coño y ver que estaba bastante rojo, como si hubiera sido abusado recientemente… Gia colocó su nariz en su coño, y comenzó a lamerleel coño de la Mary, metiendo la lengua dentro del agujero vaginal.

  • "OK… Virna, comienza", dijo Jessa.

Gia no podía ver nada, pero Virna se había puesto un par de guantes y estaba sacando una varilla de metal del fuego, que brillando al rojo vivo… Virna le dijo a Gia:

  • "Saca tus manos fuera de su culo y ponlas alrededor de sus piernas, apretandolas fuerte".

Gia obedeció.

Con eso Virna empujó la parte superior de la barra que llevaba una marca en la nalga del culo de Mary y la sostuvocontra su piel durante 5 segundos… El dolor despertó a Mary, que comenzó a retorcerse y gritar.

  • “Una más, mi pequeño coño, y todo habrá terminado”, le dijo Virna.

Entonces Virna puso de nuevo la barra con la marca contra la teta derecha de Mary y la sostuvo también contra su piel durante 5 segundos… El dolor era tan intenso que hizo que Mary orinara en la boca de Gia, provocando que esta vomitara.

  • "Bueno, ahora ya no hay dudas", dijo Jessa…- “Ella es tuya… La has marcado a fuego como una res… Muy bien hecho… Felicidades.”

Gia levantó la vista y vio la palabra "VRN" impresa en la tetaza derecho de Mary… Y la misma marca en su culo... En alguna parte del proceso de marcado, Mary se desmayó pues colgaba incosciente.

  • "Es hora de comer algo", dijo Jessa… - "Dejemos a Mary que se quede aquí un tiempo, colgada."

Todas volvieron a la casa y comenzaron a almorzar.

  • "Me muero de hambre y no he hecho nada", dijo Jessa.

  • "Pues nosotras estamos bastante deshidratadas, ¿verdad, Anna?", dijo Lois… - "El coño y la lengua de tu bebé nos ha agotado."

  • "Sé que tengo un bebé "especial ", respondió, Jessa… - "Toma un poco de vino, cariño… Es para que cojas fuerzas que Duque te está esperando impaciente”, le dijo a Gia… - “Esta noche vas a necesitar mucha energía para aguantar."

Y Gia bajo la cabeza avergonzada y horrorizada pues sabía perfectamente que iba a ser entregada de nuevo al animal, esta vez voluntariamente y sin ser atada, el cual se la follaría, encularía y la anudaría durante cerca de media hora, cada vez que la penetrara, reventandola a orgasmos delante de todas.

Con sólo pensar esto su coño comenzó a segregar gran cantidad de flujo a la espera de que llegara el momento de postrarse en el suelo cuando Jessa se lo ordenara.

Y así transcurrió el largo fin de semana en el que Gia fue utilizada una y otra vez, para obtener de ella el mayor placer sexual y ella disfruto al máximo una vez más.

Al llegar a su casa, le explicó con todo detalle a su ansioso marido lo bien que lo pasó, prometiéndoles que volvería aunque temía que un día pudiera volver a casa marcada como una res.

Este cambio de vida sexual en mi esposa Gia beneficio mucho nuestra relación de pareja haciendose muy abierta hasta el extremo de que le pedí que cuando quisera invitase a Jessa a pasar un fin de semana en casa… Yo haría la obra de poner un gran espejo bidireccional y así podría verlo todo eincluso grabarlo desde la habitación de al lado… Y a ella no le desagradó la idea... Hice la obra y estoy esperando.

Gia y yo saliamos de vez en cuando con un matrimonio, amigos de hace años, a tomar copas por los bares… Cogemos el coche y vamos por ahí… En esta ocasión entramos en el Brindis Bar, un pequeño bar de barrio que estaba tan lleno que tuvimos que sentarnos separados… Los amigos y Gia se sentaron juntos, y yo me senté en una mesa frente a ellos con otras personas que no conocía.

Después de casi una hora de beber, la amiga de mi esposa comenzó a ponerse caliente y alguien la desafió a mostrar sus tetas… Ella contestó:

  • "¡Lo haré, si ella también lo hace", dándole un codazo a mi esposa.

Todos los hombres y algunas mujeres comenzaron a cantar " Enseña tus tetas… Enseña tus tetas… Enseña tus tetas.

Mi esposa, aunque tiene 52 años, posee un buen par de tetas… La multitud siguió cantando y, después de unos dos minutos, metieron las manos debajo de la blusa y sostén y les enseñaron a todos sus dos pares de tetas, quedando impresionados con las tetas de mi esposa que llevaba los anillos con las campanillas.

Todos los hombres y mujeres gritaron y abuchearon… La mujer que estaba sentada a mi lado, mucho más joven, le gritó a mi esposa:

  • "Me gustas un montón… ¿Quieres ser mi novia?"

Mi esposa en estado de embriaguez le contestó:

  • “Seguro que sí.”

  • “¿Te gustará serlo?”

  • "Claro… Qué hay de malo para no gustarme"

Nuestro coche estaba aparcado cerca y pensé que podría servir para provocar su encuentro intimo… Así que me giré hacia la mujer que estaba sentada a mi lado, una rubia con un buen par de tetas y le pregunté:

  • “¿Hablabas en serio con mi esposa?

  • "¡Claro qué sí!", me contestó.

  • “Lo digo porque puedes venir con nosotros al coche y os conocéis”

-

"¿Ella es bi?"

  • “Descúbrelo tu misma.”

La mujer se llamaba Ava y se le presenté a Gia… Le dije que Ava tenía algo que quería enseñarle fuera del bar y Gia me contestó:

  • "No sé… Estoy muy borracha".

  • “Tú, siéntate en el coche y deja que yo te lo enseñe, Ok?", le dijo Ava y ambas salieron por la puerta trasera al coche.

Después de unos 45 minutos pensé que sería mejor que fuera a ver cómo iban las cosas… Cuando llegué al coche todas las ventanillas estaban empañadas y aunque no se podía ver nada, si podía escuchar ruidos apagados y algo de tintineo de las campanillas… Así que pensé que todo iba bien.

Unos 20 minutos más tarde, Ava volvió sin Gia… Le pregunté dónde estaba.

  • "Está en el coche, creo que un poco agotada, pero vamos a vernos mucho las dos... Es muy buena comiendo un coño… Me corrió cuatro veces a mí, pero no creo que ella se haya corrido también cuatro veces… Me gustó muchisimo tu mujer y estoy ansiosa de poder usar mis juguetes con ella si melo permites, claro… Aquí tienes mi número de teléfono… Asegúrate de que lo tenga y que me llamé.

Cuando llegué al coche, abrí la puerta de atrás y vi que Gia estaba desnuda, con las manos atadas por encima de la cabeza con el sujetador… Y el olor a jugo de coño por todas partes… Las marcas de chupetones estaban también por todas partes: el cuello, las tetas, los muslos… Ava no estaba mintiendo cuando me dijo que disfrutó muchísimo con ella… Y tenía una tanga empapada en su boca.

Cuando Gia volvió en sí, me dijo:

  • "Creo que me comí un coño."

  • "¿Te gustó?", le pregunté.

  • “Ava me frotó su coño en mi cara y no me dejó respirar hasta que me lo comí…

Tengo mi cuello y mis tetas doloridas.”

  • “Pronto estarás bien… Vámonos a casa… Tengo ganas de follarte toda la noche.”

Cuando finalmente llegamos a casa, todo lo que podía pensar era en que mi esposa, con 52 años, le comiera el coño a una chica de la mitad de su edad… Ahora, todo lo que quería hacer yo era meterle la polla dura como una roca que tenía en estos momentos y corrrerme dentro de ella.

La lleve a nuestro dormitorio, la desnudé y, por primera vez, pude verla bien abriendole las piernas… Su coño estaba hinchado e irritado… Tenía marcas de succión en los muslos, en ambas tetas, en el cuello… Cuando la hice rodar, había mordiscos en todo el culo y en sus hombros… Esta mujer no era lesbiana, era un animal... La cara de Gia estaba enrojecida por el roce de Ava contra su boca con su coño peludo… Ambas habían disfrutado a base de bien.

Gia todavía estaba borracha, así que le metí mi polla en su boca para que ella me la mamara y mojase de saliva… Cuando le separé sus muslos volví a ver su coño muy peludo, de color rojo brillante e hinchado, al apartar el vello hacia los lados de sus labios carnosos.

Levanté sus piernas para darme acceso y cuando mi polla entró en su coño, lo encontré bastante apretado, cosa extraña porque ya se la estaban follado sus amigas con grandes y gruesos consoladores.

Gia gimió, pero hundí mi pene sin hacerle caso… Estos gemidos sólo hicieron que me excitase más y la follé hasta que sus jugos cubrieron mi polla… Finalmente no pude aguantar más y disparé un montón de semen en lo más profundo de su coño.

Tras dencansar para recuperar fuerzas, procedí a darle la vuelta y comencé a dilatar su orificio anal metiendo uno, dos y tres dedos… Cuando traté de meter el cuarto dedo, ella quiso alejarse de mí, así que trepé sobre ella y le metí la cabeza de mi polla en su culo… Luego, coloqué todo mi peso sobre ella y le metí los 18 cm de polla en su recto… Esto provocó que luchara un poco, pero la pelea sólo me excitó más y, al final, sus intestinos recibieron mi siguiente descarga de semen… ¿Qué noche pasé!

A la mañana siguiente, cuando Gia estuvo despejada le dí el número de telefono de Ava y le recordé también su compromiso con Jesse… Ella sonrió, me dio un beso y me dijo que quedaría con una de ellas para el fin de semana y mientras recuperarse para poder darme un buen espectaculo, que es lo que yo quería de ella.

¡Qué larga espera!... Ya estoy deseando que Ava, o esa tal Jessy, vengan a nuestra casa… Qué placer sentarme en un sillón y ver como disfrutan cada una a su manera destrozando a Gia… Qué gozada ver cumplido parte de mis sueños… Y encima poder grabarlos.

¿Conseguiría más adelante que me dejaraque un negro se la follara?

F I N

… o quizás hay que continuar