Mi mochila y el tipo comun y corriente
Su verga era suficiente razon para tener un encuentro con el en el asiento de mi carro.
Era un tipo comun y corriente. No era uno de esos modelos con cuerpo soberbio o un individuo que atraia las miradas al pasar. No, era simplemente un tipo de unos 28, tres menos que yo, con el que me tope en un centro comercial un dia tambien comun y corriente.
El estaba en el orinadero cuando yo entre apurado a hacer lo mio. Lo vi de reojo y note que el estaba viendome mientras mi pene expelia una cantidad respetable de orina. Supe lo que queria en aquel mismo instante, y aunque, como dije, no me provoco ningun sentimiento especial, me detuve a observar su ya hinchada verga. Esa si era digna de admirar: morena pero no negra, gruesa, ancha, llena de venas y con un par de gotas que ya habian salido por su capullo rechoncho.
"Te la puedo tocar?"- me pregunto luego de unos segundos en que ambos solo nos mirabamos mutuamente.
"Si, pero no aqui"- le conteste sabiendo que de un momento a otro entraria alguien mas, a pesar que a aquella hora -las 10 am de un dia laboral- el lugar estaba casi desierto.
"Y adonde?"- me pregunto mientras yo notaba que sus labios carnosos eran lo unico que, aparte de la verga, podrian atraerme de aquel tipo.
"Vamos a mi carro"- le dije. El asintio.
Yo sali primero y camine hasta mi pick up doble cabina. Con sus vidrios polarizados era un excelente lugar para esta clase de encuentros. Bueno, siempre lo habia pensado asi, pero nunca habia tenido uno. Virgilio, asi se llamaba el tipo entro del lado del pasajero y al nomas sentarse puso su mano sobre mi pantalon.
"Este no pierde tiempo"- pense mientras me bajaba la cremallera. Mis 16 cms de carne pura salieron en estado de flacidez. Virgilio comenzo a tocarla bruscamente. Definitivamente, era un tipo comun y muy corriente. Yo notaba como su paquete se agrandaba mas bajo su pantalon color gris. En los ojos cafe de Virgilio leia erotismo y deseo por tragarse mi verga.
"Por que no me la mamas?"- le dije en tono autoritario. El me sonrio por primera vez, y se agacho. Lo bueno de aquel pick up Mitsubishi era que el asiento era uno solo asi que no habia division entre nosotros. Senti los labios carnosos de Virgilio tocando mi glande y luego lubricando toda la cabeza que comenzo a crecer movida por la excitacion. Sabia que no tardaria mucho en que realmente se pusiera dura y comenzara a inundar cada particula de mi ser con el placer de aquel momento.
"Ya se te puso dura"- me dijo Virgilio mientras se incorporaba un poco para volverme a ver.
"Si"- le conteste mientras me halaba mi camisa sacandola del pantalon.
"Te gusta que te besen las tetas?"- me pregunto mientras me tocaba el pecho con sus manos pesadas.
"Me encanta"- le conteste. Entonces no perdio tiempo y sus labios subieron hasta mi pecho embadurnandome mis tetillas con su saliva. Hice la cabeza hacia atras disfrutando aquella sesion de erotismo puro con un desconocido. Virgilio me lamia las tetillas y luego me las mordisqueaba mientras yo sentia como su paquete se topaba con mi verga en su danza lasciva.
"Quieres tocarme la verga?"- me pregunto. Hasta el modo en que preguntaba era corriente, como todo un macho en celo, como un animal que ha estado en brama por mucho tiempo.
"Sacatela"- le dije yo ya embriagado por el placer y con el deseo inmenso de tener aquel pedazo de carne dentro de mi boca. Se abrio y se bajo el pantalon hasta las rodillas dejando ver su verga erecta y humeda. Tenia un poco de curvatura hacia la izquierda, pero era grande, gruesa, deliciosa. Sus piernas eran fuertes y velludas. Yo extasiado por la vista me lance a aquel mastil con unas ganas inmensas de tragarmelo. Pero primero pase la punta de mi lengua sobre la flor de aquel pene semi abierto limpiandolo del liquido presiminal que le cubria. Su sabor agrio y su olor a sudor en vez de repelerme hizo que me excitara mas. Abri mi boca tanto como pude y comence a tragarme aquellos 20 cms de carne. Era un banquete el que estaba delante de mi y no me iba a privarme de eso. Su cabezota se perdio mientras mi lengua le hacia espacio en mi boca. Luego baje por todo lo largo tragandomela casi entera. No pude tragarla toda, pero la bese tantas veces como pude para luego detenerla con mi mano y asi poder bajar hasta los huevos. Estos estaban retraidos muy pegados a la base del pene, asi que con suavidad los fui chupando, relajando para tragarmelos, primero uno y despues el otro. Los pelitos que inundaban su escroto se pusieron de pie como soldados listos para la batalla. Los disfrute mientras Virgilio se quitaba la camisa poniendola en el asiento de atras, encima precisamente de mi mochila negra. Su pecho era amplio con algunos vellos y se notaba que hacia ejercicio. Mientras me concentraba en sus huevos le tocaba con una mano su abdomen y su pecho.
"Que rico mamas hijo de puta"- me dijo enmedio de los jadeos.
"Vos me calentaste antes"- le conteste dandole el credito por mi excitacion.
"Por que no nos acostamos uno encima del otro para que disfrutemos juntos"- me dijo mientras su mano se posaba en mi menton. Le sonrei y me incorpore. Volvi a ver hacia todos lados comprobando que el estacionamiento estaba practicamente desierto.
"Quitate la ropa, te quiero ver desnudo, sin nada"- me dijo mientras el se quitaba las botas que llevaba y se bajaba completamente el pantalon. Yo me quite la camisa y luego hice lo mismo con el pantalon. Este lo puse encima del timon. "Yo me acuesto en el asiento y vos te pones encima de mi"- me dijo mientras yo me levantaba del asiento notando que el se refiera al asiento de atras donde habia mas espacio. Vi como se paso, puso mi mochila -y su camisa- en el piso y luego hizo el espacio para que yo me pasara.
Hicimos un perfecto 69. Su cabeza se trago mi verga mientras yo, encima de el, le lamia los huevos e intermitentemente me tragaba su verga. Aunque la posicion no era la mas comoda del mundo, debido al poco espacio, el solo saber que estaba en un lugar publico en un encuentro prohibido hacia que me excitara mas. Senti como esos labios carnosos que seguramente habia tragado muchas conchas femeninas antes ahora me tragaban mi verga que temblaba de placer. Por mi parte disfrutaba cada milimetro de aquella bestialidad mientras mis sentidos se perdian en el cuerpo del hombre que tenia debajo de mi.
De pronto senti como sus manos jugaban con mis nalgas y luego con mi orto. Vi como se llevo su dedo indice a la boca ensalivandolo para luego ponerlo en mi culo. Yo abri las piernas, ayudandole a penetrarme con ese dedo robusto, pues realmente lo deseaba. Senti como mis nervios disparaban mensajes de placer a mi cerebro y continue disfrutandolos mientras Virgilio entraba con su dedo en mi intestino.
"Te gusta cabron?"- me decia.
"Segui... segui"- le contestaba yo enmedio de mi entrecortada respiracion.
Virgilio me metio el dedo tanto que comenzo a dolerme, pero yo sabia que era una sensacion pasajera. Y asi lo fue, cuando ya el dedo no podia entrar mas yo deje de mamarle la verga.
"Que pasa?"- me pregunto sorprendido.
"Nada...quiero que me la metas"- muy, muy pocas veces han salido esas palabras de mis labios, pero la excitacion ya me controlaba y no podia pensar mas que en aquella vergota entrando en mi.
"Pero primero lameme el culo"- me dijo Virgilio mientras levanta sus piernas poniendolas, una en el asiento del frente y la otra encima de mi hombro. Me dejo ver un culo cerrado, obscuro. Un culo quiza virgen o por lo menos con poco uso.
Me agache y otra vez senti un olor a heces y a sudor que no hizo mas que excitarme aun mas. Con maestria sorprendente soporte los primeros segundos de aquel olor y sabor repugnantes pero luego pase con mi lengua a abrir poco a poco aquel orto preciosamente cerrado.
"Hijo de puta, segui...dale pendejo...dame tu lengua en mi culo, cabron"
Lo hice gozar por varios minutos mientras yo comenzaba a sudar por el encierro y la excitacion. Su vergota se habia llenado de varias gotas preseminales y estaba ahora lista para ser tragada por mi esfinter.
Saque un condon de mi ya envejecida mochila y se lo coloque. El me vio como un hombre que va a desvirgar a una mujer: con lujuria, con deseo pero con temor.
"Metela despacio"- le dije en tono de suplica.
Estiro sus piernas lo mas que pudo mientras yo me ponia con mucha dificultad en cuclillas delante de el. Lo miraba a los ojos mientras me hundia en aquella verga que abria mi culo. Senti dolor por un par de minutos, me mordi los labios y contraje la mandibula mientras me acostumbraba a la sensacion.
"Te tengo cabron...sos mio hijo de puta...putisima!"- me dijo cuando yo comence a cabalgarlo pasando rapidamente del dolor al placer. Mi verga, erecta en sus 16 cms pegaba en su pecho en el ir y venir de mi cabalgada. En un instante senti como Virgilio tensaba todo su cuerpo y como su verga se hinchaba dentro de mi dejando escapar el liquido caliente de su semen.
"Ay..ay..que ricura...que culo mas rico... ay!"- decia mientras entraba en el extasis del macho que deja caer su carga de semen sobre su presa.
Mientras tanto tome mi verga con mi mano mientras me daba un par de palmadas para ayudarle a eyacular. Mi semen salio disparado con toda su potencia cayendo en el pecho de Virgilio quien se revolvia de placer mientras yo todavia sentia su verga hinchada y triunfante enmedio de mis intestinos.
"Cuando te vuelvo a ver?" - me pregunto mientras todavia permaneciamos unidos como dos perros que no pueden soltarse.
"Ya veremos... ya veremos..."- fue mi unica respuesta pensando que una sola vez con un tipo comun y corriente era mas que suficiente.
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