Mi mejor amigo y yo, explorando nuestra sexualidad

Mi mejor amigo y yo teniendo nuestro primer "contacto"...

Éste es mi primer relato, así que no sé cómo va a salir. Lo que voy a escribir es tal y como sucedió, sin adulterar ni nada. Sucedió hace unos años, cuando yo y mis amigos teníamos 15. ¡Ah! Por cierto, me llamo Jordi.

Era una tarde de domingo como otra cualquiera, en pleno julio, y el calor era persistente, aunque ese día estaba bastante nublado. Ya temía que se pusiera a llover, pero no hubo ni pizca de agua.

Habíamos quedado cuatro amigos para ir a la playa (vivo cerca del mar, a unos 5 km), como solemos hacer siempre que hay un día libre. No esperábamos encontrarnos a nadie allí, ya que era un miércoles por la mañana y todo el mundo iba ajetreado con sus trabajos. Pero un problema de organización a última hora hizo que nos quedáramos sin transporte. De los cuatro, dos decidieron irse a casa, pero yo y mi mejor amigo (que somos los más aventureros y no nos importaba ir caminando durante 5 km hasta la playa con las mochilas) decidimos que no podíamos desapovechar un día como ese.

Debo hacer un receso para decir que en ese momento yo no sabía que me gustaban los hombres (soy bisexual), así que tampoco di mucha importancia a con quién iba, pero he de decir que mi amigo (llamado Sergi) no está nada mal de cuerpo: una espalda ancha y fuerte, unos brazos muy fornidos, un culo bastante prieto y bien puesto, unas piernas grandes y musculadas, con vello por todas partes pero no en abundancia (eso me encanta) y una cara con un poco de barba incipiente, un pendiente y unos ojazos entre verdes y marrones. Yo, por contra, era un poco más alto (medía 175 cm) con un cuerpo no tan musculado, con menos vello pero una cara con unas facciones muy marcadas, una nariz recta y unos bonitos ojos marrones. La verdad es que muchas chicas me han dicho que era bastante guapo de cara, así que ya tenía asumido que debía tener una cara... especial, jejeje.

Bueno, llegamos a la playa en ua hora, más o menos, y en seguida nos fuimos al agua. En efecto, no había nadie en ese momento (debían ser las 10 de la mañana) y pudimos jugar todo el rato que quisimos. Comimos en la arena, cada uno con sus bocadillos y sus refrescos, y después fuimos a comprarnos unos helados. Luego volvimos enseguida al agua, antes de comenzar a hacer la digesión para no tener que esperar 2 horas. (A los dos nos gusta mucho estar en el agua). Y por la tarde fue cuando comenzó lo interesante...

En el agua jugábamos a hacer luchas y tirarnos por los aires, y él me cogía todo el rato con las piernas por la cintura y el pecho, dejándome su paquete en la cara. Me acuerdo que notaba ciertas "sensaciones" cada vez que hacía eso, pero no les daba importancia. Luego, cuando nos cansamos y aprovechando que no había nadie, Sergi se bajó el bañador y comenzó a mear, a lo que yo dije:

-Tío, no seas marrano

-Anda, déjame- entonces yo me quedé mirándole el aparato. Debía medir en reposo unos 12 cm, cosa que estaba muy bien para un chaval de 15 años -¿Pero qué haces?¿Quieres dejar de mirar?

-Anda, no seas paranoico, que tampoco la tienes tan grande- eso me salió sin pensar.

-¿Y tú qué sabes? Ni que hubieras visto muchas en tu vida...

-Sí, me paso todo el día espiando en los vestuarios de los gimnasios, jajajajaja

-Pues no me sorprendería, jajajajajajajaja- entonces, siempre de broma, me tiré sobre él para meterle la cabeza en el agua, pero él era más fuerte: Me cogió de los hombros y me metió la cabeza en el agua. Aún tenía el bañador bajado, así que me encontré cara a cara con su polla y comencé a empalmarme. Entonces supe que los hombres también me atraían.  Me sacó del agua y me dijo:

-¿Qué, has tenido suficiente?

-Jajajaja, aún si tuvieras un poco de fuerza...- siempre me metía con él en coña, y él siempre me daba un pequeño golpe, como un capón. Pero esta vez se le ocurrió otra cosa...

-¿Con que ésas tenemos, eh?- Y me volvió a sumergir y a sacar la cabeza repetidas veces.

-Tío, súbete el bañador, que te va a ver alguien.

-Jajajaja, pero si aquí sólo me la puedes ver tú. Anda, mírala bien- Y me volvió a meter la cabeza en el agua. Pero esta vez comenzó a restregar su polla por toda mi cara, y en alguna ocasión rozó mi lengua. Yo estaba que no podía más, quería ir más lejos, ir más allá. Pero era mi mejor amigo, no podía decírselo de ninguna de las maneras.

Después de estar un rato más en el agua, salimos un poco a la arena (eran ya las cinco de la tarde) y comenzamos a charlar en las toallas hasta que...:

-Joder, tío, qué aburrimiento. Con dos no se puede hacer nada.

-¿Y qué quieres hacer? Hasta ahora nos lo hemos pasado bien.

-¿Y te vas a pasar todo el día en el agua? Joder, qué amargado...- Siempre me decía lo mismo y siempre le devolvía una amplia sonrisa para darle a entender que me daba igual qué me llamase

-A ver, listo, ¿qué propones?

-Bueno, yo te quería comentar una cosa...- Parecía nervioso, pero no le di mucha importancia a su cara. Estaba jugueteando con la arena mientras hablaba -Veamos, yo soy virgen, igual que tú...- Entonces el corazón se me disparó. Desde que me enseñó su miembro en el agua y me lo restregó por la cara yo no hacía más que pensar en cómo sería empalmado y qué sabor tendría -¿Quieres chupármela?- Con gran asombro por mi parte, Sergi pronunció exactamente las palabras que quería que dijese, aunque no creía que lo haría. ¡Nos conocíamos desde hacía años!

-¿Cómo?

-Que si quieres chupármela. Ya sabes, a cambio de algo. Te puedo dejar la PS3 un par de semanas, o algo así.

-No sé...- La verdad es que esta conversación comenzó a parecerme hasta surrealista, pero yo era virgen y tenía muchas ganas de probar mi primera verga- Podría intentarlo

-Perfecto, pues vamos

Nos pusimos de pie y comenzamos a caminar con todas nuestras cosas en las mochilas por la playa. Yo simplemente me limité a seguirlo, no sabía dónde me quería llevar. Llegamos a una zona rocosa en la que había un extenso bosque de pinos arriba del todo. Cuando nos adentramos bien y nos asegurarmos de llegar a un claro prácticamente inaccesible, se sacó su pollón, que ya se estaba poniendo morcillón y me indicó con un gesto que me agachara. Yo le hice caso y comencé a lamerle el capullo, lentamente, disfrutando de cada segundo. Oía como lanzaba gemidos y suspiros, y cómo su pecho subía y bajaba cada vez más deprisa. En seguida su polla se puso completamente dura y pude observar sus 23 cm y un grosor que nunca antes había visto en ningún video porno. En seguida me lo metí todo en la boca y moví la cabeza hacia delante y hacia atrás, procurando no atragantarme y moviendo la lengua por todo el glande. Sergi movía las caderas al mismo ritmo, tambián para adelante y para atrás. En seguida me agarró de la nuca y me sacó su verga de mi boca, me pidió que sacara la lengua y restregó la punta de su pene por toda mi boca mientras yo le pajeaba suavemente. Los gemidos eran cada vez más fuertes hasta que se corrió en mi cara. Sacó cantidades abundantes de leche y acabé con toda la cara llena de lefa. Entonces dije:

-Buah, cómo te ha gustado, ¿eh?

-Jejejeje, desde luego no lo haces mal para ser tu primera vez.

-Bueno, es hora de recoger, que ya se está haciendo tarde.

-No tengas tanta prisa. Anda, bájate los pantalones.

-Anda, no digas tonterías, que yo no soy gay- En realidad yo estaba deseoso que me follara allí mismo, pero como ya he dicho, es mi mejor amigo y tampoco quería que esto rompiera nuestra amistad. Pero para mi sorpresa, él se desnudó completamente y se acercó a mi -¿Qué coño haces?

-Tú déjate hacer, que te gustará.

Dicho y hecho. Yo me quedé callado y me dejé hacer. Comenzó desabrochándome el cinturón (yo ya me había puesto la ropa de calle, y él aún iba con el bañador) y a bajarme el pantalón. Luego, con sumo cuidado me bajó los calzoncillos y asomó mi modesta polla de 15 cm completamente empalmada. Me dio la vuelta y me empujó un poco para indicarme que me pusiera en pompa. Yo le hice caso y Sergi me restregó su aparato por entre mis nalgas. Eso me puso aún más cachondo, si cabe, y en seco me la metió hasta el fondo. Yo me mordí una mano para no gritar, pero el dolor cada vez iba a más y notaba como si me partiese por la mitad. Entonces él me preguntó:

-¿Te duele mucho?

-Sí, bastante.

-Pues, no sé, ve pajeándote mientrastanto, así no sentirás tanto dolor.

-Bueno, lo intentaré.

De hecho yo ya había comenzado a acariciar mi pene antes de que me la metiese, pero ahora estaba machacándomela bastante rápido para evitar pensar tanto en el dolor. Estuvimos así un par de minutos, yo notando su aliento en la nuca y su fuerte pecho en mi espalda mientras movía su pelvis suave a la vez que un poco brusco. Él resoplaba y gemía cada vez más fuerte, y yo no podía aguantarlo más, me iba a correr. De mi polla salieron hasta siete trallazos de semen muy fuerte, jamás recordaba una paja tan rápida y excitante, ni una corrida tan potente. Sergi se corrió a los 15 segundos, aproximadamente, y me llenó el culo de su leche. Esa sensación tan caliente aún hace que me estremezca cada vez que lo recuerdo, y fue el mejor polvo que eché en mi vida, posiblemente porqur fue el primero y porque ese día descubrí que me gustan tanto hombres como mujeres (incluso diría que me gustan más los hombres que las mujeres). Después de ese rato nos vestimos otra vez y volvimos caminando a casa. Llegamos a las 9 y ya casi se había puesto el sol. Mi amigo no sabía que me había gustado, creía que lo había hecho por eso que hablamos antes d que me podría dejar algo a cambio. Pero yo sabía que quería repetir, probar cosas nuevas, quedar con más gente. Recuerdo que esa misma noche me quedé en blanco reflexionando sobre lo que pasó en la playa y si mi amigo realmente era gay o tenía muchas ganas de perder la virginidad, fuera como fuese. Aún así, no tardé mucho en volver a follar con mi amigo... Pero eso ya es para otros relatos.

PD: Sé que me he enrollado bastante, pero espero que os haya gustado y creo que he recreado bastante bien el ambiente.