Mi mejor amigo se folla a mi madre (5)

Continuan las aventuras amorosas de mi madre, Carlos hace de las suyas y mi madre esta desatada. Un coctel explosivo. Contiene amor filial e infidelidad.

- MI MEJOR AMIGO SE FOLLA A MI MADRE (5)

Nuevamente estábamos a lunes, mi cabeza iba a mil, apenas había podido conciliar el sueño, el fin de semana había sido intenso y tras el cumpleaños de mi progenitor era evidente que estábamos en un aprieto.

No me atreví a comentarle nada a mi madre de que Carlos nos había descubierto, ya que me parecía muy fuerte, y a Carlos tampoco le conteste a su pregunta por qué sinceramente no sabía ni que decir ni que hacer, era evidente que la situación me superaba.

Tenía la esperanza de que con tiempo Carlos se olvidase y lo dejase estar, y poco a poco todo volviese a la normalidad, pero el tiempo me demostraría lo equivocado que estaba, nada iba ser como antes y desde luego Carlos ni se olvido ni lo dejo estar, más bien todo lo contrario fue un estimulo para él, como el pistoletazo de salida a un nuevo y excitante reto.

No tenía pocos quebraderos de cabeza con Carlos que para colmo el móvil lo tenía lleno de mensajes y llamadas perdidas de mi colega Fernando, haciéndome mil preguntas de cómo había conocido a Carlos, como era, que me había parecido y sobre todo si se había follado a mi madre.

La verdad es que estaba algo desmoralizado y desbordado con la nueva situación, no sabía cómo gestionarlo y estaba convencido que no podía terminar bien, había dos machos alfa disputándose los placeres carnales de mi madre, todo esto con mi consentimiento o en el caso de Carlos sin él, mi madre parecía estar en su salsa, gozosa de esta nueva situación, sintiéndose deseada por dos muchachos jóvenes y vigorosos y un experto y apuesto amante que hace años la llevo por caminos tórridos y pasionales que aun recordaba con gusto y placer.

Para colmo desde la irrupción de Carlos me sentía desplazado, mi madre ya no jugaba tanto conmigo, y aunque sentía una punzada de celos no es menos cierto que desde que Carlos había aparecido la temperatura y el morbo se habían incrementado exponencialmente, estábamos metidos en un juego muy excitante y morboso pero peligroso al mismo tiempo en el que tanto mi madre como yo teníamos mucho que perder.

A media tarde al ver que no contestaba fue Fernando el que me llamo, era evidente que estaba inquieto y ansioso por saber las nuevas noticias, en ese momento me arrepentí de habérselo contado pero ya era tarde, y no iba a parar, por lo que le cogí el teléfono, y me fui a la intimidad de mi habitación para poder hablar con él.

Fernando:” ¿Que tal brother como van esas vacaciones?”

Yo: “Muy bien la verdad, no me puedo quejar”

No quería que me sintiese nervioso o inseguro, por lo que intente que sonase convincente y seguro, aunque en el fondo era un amasijo de nervios, y lo peor de todo es que mi amigo me conocía muy bien por lo que iba a ser una tarea complicada.

Fernando: “Bueno al grano chaval, ¿te la has vuelto a follar?”

Yo:” ¿A quién?”

Fernando: “Venga no seas capullo y no te hagas el tonto lo sabes de sobra, al bombón que tienes en casa” “Joder como la echo de menos, cada vez que me acuerdo de esas vacaciones, menudos recuerdos y que ganas de volver a follarla”

Yo:”No seas capullo tío que estamos hablando de mi madre” “Y respondiendo a tu pregunta, ¡si algo ha pasado si¡”

Fernando:”¡lo sabía¡” “tu sí que eres capullo, que suerte tienes de disfrutar de una mujer así, ojala mi madre estuviera tan buena y fuese tan cachonda” Y ahora dime que te pareció ese ex novio, que tan buenos ratos nos dijo que le hizo pasar de joven, ”¿Cómo es que ha aparecido ahora de repente?” “¿Paso algo entre ellos?”

Aunque sabía que esa pregunta tarde o temprano llegaría no es menos cierto que me cogió por sorpresa y un tenso silencio se hizo entre nosotros, hasta que una exclamación de Fernando me sobrecogió.

Fernando: “¡Mierda¡””¿Tu madre ha vuelto a sucumbir no?” Joder y esto como nos deja ahora… si ese cabron la vuelve a conquistar no creo que tu y yo podamos volver a catar a esa hembra”

Yo no decía nada tan solo escuchaba, Fernando estaba desatado, en ese momento todo lo que pasaba por su cabeza lo escupía, sin pensar en nada, sin darse cuenta que se lo decía a su hijo, estaba claro que mi madre había dejado una huella muy profunda en Fernando.

Pronto comenzó a preguntarme como era Carlos, y estuvimos toda la tarde en plan mono tema y lógicamente no era otro que mi madre.

Paso más de una hora hasta que dejamos de hablar, no le comente nada de que Carlos nos había pillado a mi madre y a mí, Fernando estaba muy preocupado en que mi madre perdiese el interés por él, y como no pregunto yo no le dije nada.

Siendo sinceros, he de reconocer que me vino bien hablar con él, alguna risa consiguió sacarme, y aunque no le conté nada sentí como me invadía una sensación de alivio y me quitaba un peso de encima.

Pasaron los días y comencé a relajarme, además mi madre también contribuyo a ello, todo parecía que volvía a la normalidad, por lo menos a la “nueva” normalidad ya que mi madre seguía con sus juegos, disfrutaba haciéndome pasar un “mal rato” con situaciones rocambolescas, situaciones tórridas y calientes llenas de morbo y pasión a las que yo he de reconocer que también estaba dispuesto y las disfrutaba tanto o más que ella.

Por ejemplo un día mientras estaba hablando con Fernando mi madre me bajo los pantalones y me hizo la mejor mamada que recuerdo mientras yo seguía hablando con mi colega que a su vez no dejaba de preguntarme por ella, otro día mientras mi padre estaba echándose la siesta mi madre aprovecho que estaba dándome una ducha para quitarme el calor para entrar en el baño y follar de forma apasionada, pero el día que mas me excito fue la noche que estábamos los tres viendo una película y mi madre me masturbo estando mi padre al lado, creía morir de placer y la situación fue de lo más excitante solo por el hecho de  saber que en cualquier momento podíamos ser pillados.

No daba crédito al comportamiento de mi madre, como podía ser tan fría y a la vez tan caliente, como hacía para no tener remordimientos y si los tenía como los podía ocultar con esa facilidad, esta nueva situación me estaba fascinando, era adictiva, la tensión sexual crecía por momentos, nos buscábamos simplemente con una mirada y sabíamos lo que quería o pensaba el otro.

Hasta que llego un sábado por la tarde y estando mi madre y yo en casa sonó el timbre, mi madre me pidió el favor de que fuese abrir y al hacerlo mi sorpresa fue mayúscula, ya que me encontré a Carlos frente a mí, sentí como un escalofrió me paralizo, el al verme con una sonrisa cínica me indico si podía pasar, yo sin decir nada simplemente me aparte y lo deje entrar.

Mi madre me pregunto quién era pero al no decir nada salió ella misma a comprobarlo, al ver a Carlos sentí como se sorprendía y se ruborizaba al mismo tiempo.

Madre: “¿Carlos que sorpresa? ¿Cómo tu por aquí?”

Carlos: “No tenía nada que hacer y en vista de que vosotros nunca venís a verme he pensado en venir yo”

Tras los dos besos de rigor mi madre se disculpo y subió rauda a la habitación, estaba claro que no quería que la viese así en ese estado desalineada y descuidada, por lo que nos quedamos ambos solos en el salón.

Momento que Carlos aprovecho para preguntarme a bocajarro la misma pregunta que me mando por whatsapp y que yo había obviado y no le había contestado todavía con la esperanza de que se olvidase del tema, entre otras cosas porque tampoco sabía que hacer o decir.

Yo lo mire incrédulo y extrañado, intente mantenerle la mirada hasta que sentí como mis mejillas se sonrojaban y un súbito calor se apoderaba de todo mi cuerpo a la vez que los nervios me bloqueaban, todo lo contrario que Carlos que se le veía tranquilo y seguro, escrutándome y con una sonrisilla picara, era evidente que estaba disfrutando con la situación.

Estaba derrotado de antemano, no sabía que decirle y desvié la mirada ya que la vergüenza me podía.

Carlos:”Tranquilo chaval””No te de vergüenza conozco a tu madre y se lo cachonda y caliente que puede llegar a ser” “cuando algo se le mete en la cabeza no para hasta conseguirlo” “Y no sabes lo afortunado que eres” “Tu madre es pura pasión y deseo y una vez que la catas no te la puedes quitar de la cabeza” “lo único que pensé que una vez asentara la cabeza ya no sería lo mismo” “Pero veo que estaba muy equivocado” “solo quiero que me contestes a esto ¿Le has contado que yo lo sé?”

Joder estaba muy nervioso no sabía cómo reaccionar, y con un hilillo de voz le dije que NO, era incapaz de mirarlo a la cara, solo deseaba que esto terminase cuanto antes.

Entonces el soltó una carcajada, se levanto y coloco una de sus manos en mi cabeza a la vez que la movía lo que provocaba que me despeinase mientras me comentaba.

Carlos: “Tranquilo chaval, esto será nuestro secreto, no te preocupes tu secreto está a salvo conmigo, a la vez que espero que mi secreto este a salvo contigo””Ninguno queremos que tu padre sufra sin necesidad” “¿Tenemos acuerdo?”

No sé porque le conteste lo que le conteste pero fue algo que salió de mi interior, con una confianza y seguridad que me sorprendió, apenas hacia dos segundos era incapaz de mirarlo a la cara y ahora nuestras miradas no solo se cruzaron sino que le mantuve su mirada y al oír lo que me estaba diciendo mi respuesta no se hizo esperar.

Yo:”no sé nada” “No se dé que me estás hablando” ”Pero si quieres que mi alzhéimer sea permanente y nos entendamos mejor, me tienes que prometer que siempre que se pueda  quiero verlo o incluso participar”

Carlos:”Vaya con el chaval, veo que has heredado los genes de tu mami” “Ok de acuerdo veré a ver lo que se puede hacer” “De momento ahora voy a estar un rato con tu madre ya que tengo que recuperar el tiempo perdido, así que dejare las puertas abiertas por si quieres verlo pero hoy solo miras, mas adelante ya veremos cómo podemos hacer para que participes”

Y diciendo esto vi como subía las escaleras en dirección a la habitación de mis padres, yo seguía ahí inmóvil no reaccione, no articule palabra simplemente sentí como mi corazón se aceleraba y mi polla se endurecía, no daba crédito a la seguridad y chulería que tenia Carlos, ni mucho menos que se fuera a follar a mi madre en su propia casa y con su hijo en ella, pero no tenía ninguna duda de que iba a pasar, de hecho quería que pasase, fue ahí en ese mismo momento cuando me di cuenta que no solo me gustaba mi madre como mujer, sino que era un mirón, un autentico voyeur y que disfrutaba tanto o más viendo como otros hacían disfrutar a mi madre, solo pensar que pudiese pasar me provocaba una erección brutal y sentía como mi corazón se desbocaba.

Cuando lo vi desaparecer me levante raudo, ya no pensaba en otra cosa, necesitaba verlo, no daba crédito a que mi madre pudiese ser tan fácil de convencer, como lo haría para que esta accediese, cuando llegue a la puerta de la habitación efectivamente estaba abierta pero no vi a nadie dentro.

Si vi la ropa de Carlos por el suelo y podía oír sus voces aunque parecían provenir del baño, por lo que entre en la habitación y me coloque en la entrada del baño que también estaba abierta, ahí aunque no veía con claridad por miedo a ser descubierto si podía oír lo que decían.

Mama:”Carlos ¿qué haces? ¡Estate quieto¡, mi hijo está en la casa, ¡a ver si nos va a pillar¡”

Carlos:”Venga no te hagas la estrecha, tienes más ganas que yo, dime que no lo deseas, que no me has echado de menos todos estos años, además a tu hijo le han llamado y me ha dicho que se iba al jardín a hablar así que déjate de remilgos y vamos a follar que no tenemos tiempo”

Carlos la había cogido por sorpresa y la tenia bien amordazada entre la pared y su cuerpo, mi madre que en un principio forcejeaba para zafarse de su abrazo, parecia disminuir en su resistencia y  empezaba a asumir que Carlos no cejaría en su empeño.

Además Carlos no perdía el tiempo y acariciaba todo su cuerpo, mientras que con sus piernas abría mas las de mi madre permitiéndole acceder a su entrepierna y juguetear con ella, hasta que por fin mi madre dejo de resistirse, se apoyo contra la pared y dejo hacer a Carlos que de manera diestra amasaba uno de sus pechos y masturbaba con la otra el clítoris de mi dulce madre haciéndola suspirar de placer, mientras su miembro semi erecto se frotaba contra su culo.

En un momento dado vi como Carlos se giraba, como si sintiese que estaba allí, nuestras miradas se cruzaron, el al verme allí, cogió con una de sus manos su miembro duro y venoso y lo apunto a la entrada de la vagina de mi madre que al sentirla jugar con sus labios vaginales, movió sus caderas para introducírsela ella misma.

Carlos con un movimiento rápido de cadera le introdujo media polla en su vagina, esta al sentirla dio un chillido y arqueo la espalda, momento que aprovecho Carlos para cogerla del pelo haciendo que el cuerpo de mi madre se arquease aun mas y comenzó a bombearle con toda la violencia y rapidez de la que era posible.

La imagen era impresionante, ver como mi madre vibraba a cada envite de su macho, como sus pechos bailan de un lado a otro mientras caía el agua en su hermoso cuerpo, haciéndola más deseable si cabe, mientras desde atrás Carlos la violentaba sin ningún cuidado con la cara desencajada y disfrutando la situación sabiéndose observado por el hijo de esta, mientras yo con la polla en la mano me masturbaba de forma frenética.

La verdad es que no duro mucho en correrse al igual que yo fruto de la excitación y morbo de la situación, así que bramando como un toro y sin avisar se corrió en el interior de esta.

Se quedo inmóvil sin sacarla de su interior, se dejo caer sobre la espalda de mi madre jadeante fruto del esfuerzo, y mientras amasaba sus pechos y disfrutaba del momento alababa el cuerpo de mi madre.

Mi madre en un movimiento rápido que nos cogió a ambos desprevenidos se volteo para quedar cara a cara frente a Carlos y fundirse en un ardiente y apasionado beso, mientras Carlos la agarraba de los cachetes y la atraía hacia él.

Menos mal que mi madre estaba a lo suyo y no se percato que me encontraba en mitad de la puerta, ya que con el ansia de ver lo que ocurría en ese baño me había expuesto en exceso, pero tras un segundo de duda pude esconderme para evitar ser visto, después de ese tórrido beso, mi madre comenzó a mordisquearle el cuello, los pezones y fue bajando hasta arrodillarse y encontrarse de frente con un miembro que se introdujo  en su caliente boquita, para comenzar a hacerle una esplendida mamada.

Carlos estaba alucinado, no daba crédito y encendía a mi madre con palabras obscenas, cuando sintió como su miembro volvía a recuperar su vigorosidad, me lo hizo saber momento que aproveche para salir de allí pitando para no ser descubierto.

Estando ya en el pasillo y con el móvil en la mano ya que decidí grabarlo para tener un recuerdo y algo de material para futuras pajas, vi como Carlos llevaba a mi madre en volandas hasta la cama de mis padres y la echo sobre ella, podía ver a mi madre con una sonrisa picara abierta de piernas incitando a su amante, completamente feliz y sin el más mínimo remordimiento, disfrutando y gozando de cada instante, mientras Carlos cogía las piernas de mi madre y se las abría aun mas dejando ese hermoso chochín sonrojado y abierto a la vista, hasta que metió la cabeza entre sus piernas y comenzó a comérselo con glotonería y devoción, provocando que mi madre se aferrase a la cama y gimiese como una loca, podía ver como cerraba las piernas aprisionando la cabeza de Carlos entre ellas, mientras su respiración se agitaba provocando que sus pechos se hinchasen y sus pezones amenazasen con cortar el hielo, hasta que al cabo de un rato mi madre arqueando su espalda comenzó a chillar y a avisar que se corría, para después quedarse completamente relajada y extenuada, momento que Carlos aprovecho para echarse sobre ella y penetrarla nuevamente, ahora con mas suavidad y dulzura, mientras mordisqueaba los pezones erectos de ella, mi madre envolvía con sus piernas la cintura de Carlos, desde mi posición podía contemplar como ese chochín se tragaba la barra de carne en su totalidad hasta que los huevos peludos de Carlos hacían tope en la pelvis de mi madre.

Estuvieron un buen rato disfrutando de sus cuerpos y cuando me corrí por segunda vez decidí dar por acabado mi cotilleo, así que descendí con mucho cuidado por las escaleras y me limpie en el baño de abajo, también comprobé si lo que había grabado tenia buena calidad y vaya si la tenia, la verdad es que estaba contento con el material y decidí enviárselo a mi colega Fernando para que comprobase por el mismo cómo se las gastaba Carlos, además tuve mucho cuidado en comprobar que a mi madre nunca se le viera la cara para evitar que mi colega usase ese video para chantajearnos, quería provocarlo no darle material para que el día de mañana se volviese en nuestra contra.

Justo cuando salía del baño me encontré a mi padre abriendo la puerta de casa, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, pero estuve rápido y en el momento que salude a mi padre lo hice en voz alta para que arriba pudiesen enterarse los dos tortolitos además de dar un portazo con la puerta del baño.

Mi padre lógicamente se extraño de mi euforia por verle y por el portazo que di, yo fui hacia él con la intención de entretenerlo y le pregunte que había venido muy prontito hoy, a lo que él me dijo que esta noche estaban llenos y que venía un poco antes a ducharse y descansar un ratito.

Entonces mi padre me pregunto por mi madre, y yo le dije que acababa de venir Carlos y que suponía que estaba con él, mi padre al enterarse que Carlos había venido lo vi alegrarse y me pregunto dónde estaban, yo estaba un poco acojonado y no sabía que decirle exactamente, y le dije que no sabía por dónde andaban exactamente, que me habían llamado y había salido al jardín para hablar y cuando iba a darle una excusa, aparecieron Carlos y mi madre, por las escaleras, mi madre como si no pasase nada fue a por mi padre para darle un abrazo y un beso mientras le comentaba que Carlos había venido a vernos por sorpresa.

Yo estaba alucinado, a Carlos lo vi sin un atisbo de nerviosismo como si fuera lo más normal del mundo, de forma natural y segura como era el vamos, por el contrario mi madre bajaba recomponiéndose la ropa y con los pelos alborotados bastante más nerviosa y con cara de susto, sin embargo mi padre no pareció darse cuenta de nada y tras un beso a su mujer fue rápidamente a saludar a Carlos preguntándole como por allí.

Carlos estuvo rápido y vivo y le contesto que ya que nosotros no íbamos a verlo el venia a vernos a nosotros y más ahora que estaba nuevamente de soltero y tenía más tiempo quería recuperar el tiempo perdido, y mientras decía esto vi como el muy cabron miraba de soslayo a mi madre, que colocándose detrás de mi padre se trataba de arreglar el pelo sin mucho éxito y le compensaba con la mejor de sus sonrisas a la ocurrencia de este.

Nos habíamos salvado por los pelos, mi padre no pareció enterarse de nada y no le pareció extraño la situación de que su amigo y su mujer viniesen juntos de las habitaciones pero el caso es que se alegro de que Carlos estuviese allí y se excuso diciendo que quería ducharse que tenía prisa y que le fastidiaba que hubiese venido hoy que no podía atenderlo.

Mi madre se fue camino a la cocina, probablemente para evitar que su marido la sintiese rara, ya que tenía unos colores e iba bastante despeinada a pesar de sus esfuerzos por arreglárselo, sin embargo Carlos cuando vio como mi padre subía por las escaleras y se metía en su habitación, me miro y con una sonrisa de oreja a oreja  hizo el gesto de secarse el sudor y me dio las gracias por avisarlo.

Mi padre se ducho rápido, se cambio de ropa y bajo a estar un rato con su amigo, de normal siempre se echaba un ratito pero en vista de que su amigo había venido a verlo aprovecho para estar ese rato con él.

Mi padre insistió en que se quedase a dormir, pero Carlos le dijo que no quería molestar y menos sabiendo que estaba trabajando, mi padre insistió y le dijo que no era ninguna molestia y que si le apetecía después del trabajo podrían salir juntos que hacía mucho tiempo que no salían y hablaría con su jefe para cogerse fiesta mañana y hacer una barbacoa.

Carlos ante la insistencia de mi padre, acepto y quedaron que sobre la una pasarían por el restaurante para recogerlo y dar una vuelta, tras esto mi padre se marcho a trabajar y vi como su amigo me miraba con una sonrisa de superioridad.

Mi pobre padre nuevamente ponía en bandeja de plata a su mujer, sin saberlo, le estaba dando la escusa perfecta a Carlos para disfrutar de los placeres de mi madre, y no solo eso ya que el hecho de que Carlos estuviese allí hacia que yo quedase en un segundo plano y no poder disfrutar del hermoso y dulce cuerpo de mi madre.

Nada más marcharse mi padre, Carlos se fue a donde estaba mi madre, sin importarle en absoluto que yo estuviese ahí, es mas parecía excitarle el simple hecho de estar cerca, de que supiese lo que estaba pasando.

Desde donde estaba no podía verlos pero no tarde mucho en oír unas risillas nerviosas de mi madre, no podía oír prácticamente nada de lo que decían por lo que me arriesgue un poco y me acerque sigilosamente hasta donde estaban ellos, sin llegar a entrar para no ser visto pero lo suficientemente cerca para oír como Carlos le decía a mi madre lo bien que lo iban a pasar esta noche, que no quería que llevase ropa interior, y que se vistiese de la manera más provocativa posible, esta noche iba a ser la envidia del pueblo, y tras eso oía como se besaban.

Tras oír eso me fui de allí para evitar ser descubierto, la verdad es que no daba crédito a la actitud de mi madre, como podía ni siquiera pensar hacer nada en el pueblo, iba a ser la comidilla de todo el mundo, mi pobre padre quedaría retratado, pero todo eso parecía no importarle a mi madre, simplemente se estaba dejando llevar por el torrente de sensaciones y emociones a las que Carlos la llevaba, parecía no saber decirle no a nada, empezaba a darme miedo la influencia que Carlos ejercía sobre mi madre.

Al poco rato Carlos se despidió diciendo que tenía que volver a la ciudad a cambiarse para la noche y coger algo de ropa, ya que pasaba de estar siempre de prestado, lógicamente yo no puse ningún impedimento.

En la cena los dos solos, vi como mi madre estaba jugueteando con la comida de forma distraída, se la veía sonriente y probablemente pensando lo bien que lo pasaría esa noche, yo la saque de sus pensamientos preguntándole que tal con Carlos, ella me miro sonriente pero no dijo nada.

Yo insistí, y le pregunte si estaba segura de lo que estaba haciendo, entonces ella de manera divertida me pregunto si estaba celoso, yo hice como que no me importaba a la vez que me encogía de hombros, pero a mi madre parecía hacerle gracia mi actitud y mientras parecía escrutarme con su mirada, una sonrisilla picarona se reflejaba en su precioso rostro mientras  con uno de sus pies desnudos lo introducía entre mis piernas y volvió a preguntarme si estaba celoso con un tono meloso y provocativo.

Yo me levante de la mesa, me negaba a contestarle y reconocerle que estaba algo celoso y molesto por la situación así que me excuse diciéndole que había quedado con los colegas que saldría a dar una vuelta con ellos, y que todavía me tenía que duchar y arreglar, y me fui a mi habitación para ver que me ponía.

Al poco rato la puerta de mi habitación se abrió era mi madre, estaba preciosa, yo me quede mirándola sin decir nada, entonces ella con una sonrisa picara se acerco hasta donde yo estaba y paso sus por mi cabeza, quedándonos a escasos centímetros uno del otro.

Mama:”Que te pasa cariño, te noto triste”

Yo:”Es que cuando estas con Carlos te olvidas de todo””hasta de mi”

Mama:”Ósea que es eso”

Y mientras decía esto, me dio un beso tierno y cariñoso en los labios, y comenzó a descender hasta que se quedo de rodillas frente a mi polla, sin dejar de mirarme fijamente a los ojos saco mi polla con una de sus manitas y comenzó a masturbarme y a metérsela en la boca, sentir esa cavidad caliente era una maravilla, pero sentir como su lengua recorría todo mi glande era delicioso.

Y al cabo de un rato fruto de la excelente mamada y mi excitación de todo el día me corrí abundantemente en la boca de mi madre, que se lo trago todo sin dejar ni gota.

Mama:”Cariño mama no puede permitir que salgas por ahí con los huevos tan llenos””Y ahora me voy a la ducha yo también que en breves Carlos vendrá a buscarme para ir a buscar a tu padre”

Tras una ducha reconfortante me vestí y cuando fui a la habitación de mi madre para decirle que me marchaba estaba vistiéndose, yo me quede en el marco observando ese hermoso cuerpo desnudo, mientras ella se iba vistiendo, cuando me vio me regalo la mejor de sus sonrisas y tras ajustarse el vestido me pregunto qué tal estaba mientras se giraba lentamente para que pudiese verla mejor.

El vestido era negro sencillo de una pieza pero muy sensual y sugerente dejaba poco a la imaginación su elegante diseño con un hombro al descubierto y el tejido de micro fibra semitransparente permitía intuir o ver lo que había debajo, y al no llevar ropa interior era todo un espectáculo, se ajustaba a su cuerpo como un guante y no bajaba más de un par de dedos de su pelvis por lo que según que movimientos permitirán ver lo que se escondía tras él.

Era un placer a la vista verla vestida así, no había duda que iba a ser la envidia de todas las mujeres y el objeto de deseo de todos los hombres.

Ella al ver mi cara se sonrió y me comento con una sonrisa preciosa que por mi reacción parecía que había acertado con el vestido.

Justo en ese momento sonó el timbre, el cabron de Carlos se había dado prisa, mi madre me pidió que abriera que bajaba en breves que le faltaba retocarse un poco.

Cuando abrí efectivamente era Carlos con una sonrisa imborrable sabedor de que la noche prometía, la verdad es que tenía una percha envidiable, venía muy atractivo con una camisa blanca y unos vaqueros ajustados.

Cuando Carlos vio descender a esa diosa de cuerpo escultural de forma lenta y sensual por las escaleras con ese vestido tan provocativo y sugerente, vi como su cara mudaba, su mirada reflejaba los placeres más primarios como son el vicio y el deseo, mientras se relamía sin importarle que yo estuviese ahí mismo, estaba hipnotizado no podía dejar de mirarla.

Cuando esta llego a su altura, nos pregunto qué tal estaba, Carlos la cogió por una mano la levanto y la hizo girar suavemente sobre sí misma, el vestido se le levanto un poquito y el nacimiento de sus cachetes amenazaban con salir.

Carlos: “Cariño vas a ser la sensación de la noche”

A mi madre la veía sonriente, encantada de los halagos y disfrutando de este juego, yo no decía nada pero es cierto que estaba impresionante.

Carlos le dio un cachete cariñoso y mirándome directamente a mí con cara de salido mientras mi madre nos daba la espalda, me indico que no sabía la suerte que teníamos mi padre y yo de disfrutar de una mujer así, y mientras decía esto me cucaba un ojo y me sacaba la lengua.

Mi madre no dijo nada y se sonreía de manera nerviosa, tras las presentaciones de rigor Carlos propuso irse a tomar un trago antes de ir a buscar a mi padre, yo les indique había quedado con mis colegas, a lo que Carlos rápidamente me invito a ir con ellos a tomar la primera y luego si eso que me fuera con los colegas, mi madre secundo la idea y la vi especialmente ilusionada diciéndome que para un día que salía le hacía ilusión que los acompañase, además ella no sabía a dónde ir, tras hacerme derogar un rato acepte con la idea de dificultar los planes a Carlos, aunque pronto descubriría que a este capullo poco le importaría estar solo o acompañado, es mas el hecho de estar allí ponía un punto de picante que parecía animar a Carlos.

Ya en la calle, pude sentir como mi madre era el centro de atención, tanto hombres como mujeres clavaban sus miradas en el vestido de mi madre, unas de forma reprobatoria y otros devorándola con la mirada, el caso es que como intuía esta noche no pasaría desapercibida e iba a ser la comidilla del pueblo los próximos días.

Fuimos a un bar que me gustaba mucho el ambiente a esa hora seria tranquilo y no habría mucha gente, cogimos una mesa algo apartada la música estaba suave por lo que nos permitía hablar y oírnos sin tener que estar a chillo pelado, Carlos nos pregunto que queríamos para beber, y cuando se marcho a pedir yo le pregunte a mi madre si estaba segura de lo que estaba haciendo, ella me miro sorprendida y me pregunto qué me pasaba, yo le dije la verdad estábamos en un pueblo, todo se sabia y ahora estabas con otro hombre que no era tu marido y vestías de manera muy provocativa, estas siendo el centro de atención, no hay nadie en el bar que no te haya examinado de arriba abajo, y me siento incomodo por lo que puedan decir.

Mi madre sin embargo no opinaba igual, le hacía gracia, para ella no era más que un juego en el que no hacía daño a nadie y le gustaba sentirse el centro de todas las miradas.

Es mas en la mesa de al lado había  dos hombres, eran del pueblo, no teníamos relación con ellos pero en el pueblo nos conocemos todos, entonces mi madre de forma divertida me miro y me dijo que me fijase en la mesa de los solterones, como los llamo ella, eran dos hombres cercanos a los 50 años uno de ellos con una buena panza, algo achispados ambos ya que seguramente llevarían todo el día de vinillos, en el pueblo eran conocidos por puteros, pero a nadie les parecía mal ya que no hacían daño a nadie y no tenían ningún compromiso, cuando los mire pude ver como uno de ellos miraba hacia aquí de soslayo, seguramente mirando a mi madre, hasta que en una de esa miraditas vi como se giro y clavo directamente la mirada hacia nosotros como un perro de presa, los ojos parecían que iban a salirse de sus cuentas estaban abiertos como platos y dándole varios codazos a su compañero lo invito a mirar hacia nosotros con un ligero movimiento de su cabeza, cuando el acompañante de este miro hacia donde le indicaba su compañero vi como al igual que su compañero la expresión de su cara cambio, era una expresión de asombro, de no dar crédito a lo que veía, para pasar rápidamente a una expresión de vicio y deseo, no entendía muy bien esas expresiones, ambos miraban embobados hacia nosotros, bueno hacia mi madre, ¿qué estaba pasando? Sus caras estaban cambiando por momentos del asombro inicial a una especie de deseo y perversión ahora ambos estaban mirando de forma descarada a mi madre, yo me sentía incomodo, mire a mi madre y me quede helado, ahí estaba ella con la mejor de sus sonrisas mirándolos fijamente mientras abría las piernas mostrándoles su sexo desnudo.

Entonces entendí esas caras encendidas y ese vicio en su mirada, yo disimuladamente le pregunte a mi madre que estaba haciendo, ella sin cerrar las piernas y con una sonrisa de oreja a oreja me dijo que alegrarles la vista a ese par de pobres desgraciados.

Menos mal que no tardo mucho en llegar Carlos y colocándose delante de mi madre evito que esos dos degenerados siguieran comiéndosela con la mirada, podía ver como ambos comentaban lo que acababan de presenciar, e incluso vi como uno de ellos se tocaba el paquete, me hizo gracia como con un ligero gesto de mi madre esos dos viejos se habían calentado y excitado, estaba seguro que esa noche esos pobres desgraciados se masturbarían pensando en ella.

Estuvimos un buen rato, nos tomamos varios cubatas, la charla fue distendida y entretenida,  una conversación normal entre amigos recordando viejas batallitas pero que hacían que estuviésemos a gusto, con el paso del tiempo a mi madre el hecho de no beber habitualmente se le iba notando se la veía más alegre y risueña de lo normal, poco a poco se iba desinhibiendo y no se preocupaba tanto de si la mini se le subía o no.

El tiempo paso volando y cuando estaba a punto de dar la 1.00h, hora con la que habían quedado con mi padre les dije que me iba al cuarto a ver a mis colegas, había conseguido mi objetivo el cabron de Carlos no se había aprovechado de mi madre y ahora con mi padre dudo que se atreviese hacer nada, ellos me dijeron que también se marchaban que habían quedado con mi padre, Carlos pago yo le di dos besos a mi madre y salí rápido, no pensaba ir al cuarto esa noche seguiría a la parejita feliz, algo me decía que Carlos no iba a cejar en su empeño.

Estaba un par de calles más abajo cuando los vi salir del bar, mi madre se aferraba a Carlos y este no perdió el tiempo y le echo la mano al culo de mi madre, sobándolo a placer, verlos así hizo que una punzada de celos me golpease.

Los seguí a una distancia prudencial, parecían una pareja feliz y gracias a dios no se encontraron prácticamente a nadie, una vez estuvieron en el bar en el que trabajaba mi padre pude ver por la cristalera que tenía el bar como Carlos y él se saludaban efusivamente mientras mi madre se excusaba e iba al baño, de camino vi como el jefe de mi padre no le quitaba ojo, y la cara de bobo que se le quedo cuando mi madre al pillarlo observándole le sonrió y le cuco un ojo a la vez que le lanzaba un beso.

Estaba claro que mi madre estaba desbocada, no sé cómo iba a acabar la noche pero no pintaba bien… ¡O si¡ según se mire.

El jefe de mi padre se acerco donde estaban Carlos y el y pareció presentarse, se veía que había implicación entre los tres, vi como el jefe fue a la puerta  y echo el pestillo, quito alguna luz y se quedaban dentro mientras mi padre sacaba alguna botella y preparaba algún cubata, estaba claro que antes de irse algún sitio tomarían la ultima en el bar.

Cuando salió mi madre del baño ahí estaban los tres esperándola, mi padre dentro de la barra estaba emocionado preparando unos cubatas mientras Carlos y el jefe de mi padre estaban al otro lado de la barra, mi madre hábilmente se coloco entre los dos hombres y comenzaron a beber, se les veía disfrutar, se reían y hablaban mientras bebían e incluso alguna vez brindaban, era evidente que la fiesta privada estaba siendo un éxito.

Al cabo de un rato vi como el jefe de mi padre posaba una de sus manos en la cadera de mi madre para ir descendiendo poco a poco hasta que la poso en una nalga, mi madre lejos de reprocharle la acción y reprenderlo pareció hacerle gracia y le obsequio con una de sus mejores sonrisas, el jefe al ver que no oponía ninguna resistencia se envalentonó y vi como amaso ese hermoso y duro culo a su antojo.

Carlos pareció darse cuenta y distraía a mi padre y lo animaba a seguir bebiendo, mientras las miradas del jefe y Carlos se cruzaban una sonrisa maliciosa asomaba en sus rostros, yo estaba encendido en todos los sentidos, por un lado estaba rabioso por la actitud de mi madre pero por otra la situación era cuanto menos morbosa, mi padre a escasos centímetros y no se enteraba de nada, y para colmo podía ver como mi madre con suma maestría se acercaba al jefe de mi padre como quien no quería la cosa haciendo que su culo rozase el bulto prominente que ya se marcaba en su entrepierna, no había duda que a mi madre no le parecía mal, al contrario lo estaba provocando.

Seguramente fruto de la calentura que el jefe tenía en esos momentos hizo el amago de ir a coger algo en la barra para colocarse justo detrás de mi madre, para así de forma natural sin que mi padre pudiese enterarse de nada puntear a mi madre con su miembro eréctil.

Mi madre al sentirlo, lo miro divertida, el jefe lejos de apartarse o separarse se pegaba mas al cuerpo de mi madre mientras parecía estar hablando con Carlos, en un momento dado, vi como aprovechaba para introducirle una de sus manos en el interior de la mini, no daba crédito, una cosa es que jugase con el jefe de mi padre y lo calentase pero ahora mismo el jefe de mi padre tenía una de sus manos en el interior de la minifalda, sin ningún obstáculo para tocarle su dulce conejito ya que no llevaba ropa interior, vi como mi madre al sentirla abría un poco mas sus piernas para permitir un mejor acceso a su entrepierna e inevitablemente la mini se le subió lo suficiente para verle desde donde estaba ese hermoso culo y como la mano del jefe se movía a su antojo con suma maestría.

La verdad es que la actitud de mi madre me molestaba bastante, me daban ganas de entrar y mandar todo al carajo, pero la escena era demasiado morbosa para fastidiarlo, no entendía como mi padre no podía enterarse de nada y mi madre era capaz de humillarlo de esa manera con su mejor amigo y su jefe, ya que mientras mi madre era manoseada por el jefe de mi padre, a menos de un metro de este con la colaboración de su mejor amigo que distraía a mi padre con su conversación y pidiéndole bebida para que la preparase, mientras mi madre disfrutaba de la situación y Carlos y el jefe alternaban risas y miradas cómplices.

Al cabo de un rato vi como mi madre se aferraba a la barra de forma disimulada, las piernas parecían fallarle por lo que  se sentó en un taburete mientras que el jefe sacaba su mano de la mini de mi madre y se la llevaba directamente a su boca y nariz, con una sonrisa triunfal y un bulto exagerado, no podía creerme lo que acababa de pasar otro hombre a centímetros de mi padre había masturbado a su mujer hasta llevarla a un intenso orgasmo sin que se enterase de nada.

Cuando decidieron salir del bar, el jefe pareció quedarse a cerrar, mientras los demás se iban de fiesta, serian cerca de las 2.30 h de la mañana, por la calle no había un alma, por lo que deje distancia, no tenían muchas opciones a las que ir, así que me fije en la dirección que tomaron y como deduje se fueron a un bar donde suele ir la gente más mayor, ya que en la otra dirección estaban los bares donde la gente de mi edad estarían hasta que los echasen de allí para acabar todos en la única discoteca del pueblo.

No sabía cómo podría entrar en el bar sin llamar la atención, no era un bar muy grande, la gente que entraba en el eran mayores y no tendría mucha explicación que apareciese yo solo allí, en esas estaba cuando recordé que mi cuarto estaba cerca por lo que empecé a correr y a callejear con la esperanza de encontrármelos de frente y hacerme el encontradizo.

Casi con el corazón en la boca llegue a la puerta del local, y justo en ese momento vi como aparecían al fondo de la calle los tres, hablando y riendo, yo fui hacia ellos, mi madre cuando me vio me pregunto qué hacia tan solo, y les dije que los amigos estaban en el cuarto sin intenciones de salir y que me iba para casa que no había gente en el pueblo, como deduje mi madre me invito a ir con ellos que iban a tomar un trago, por lo que accedí a acompañarlos, la jugada me salió redonda, Carlos y mi padre se adelantaron y nos quedamos mi madre y yo un poco apartados, momento que aproveche para preguntarle qué tal, ella con una sonrisa floja me dijo que estaba muy perjudicada, que todo le daba vueltas.

Ya dentro del local como suponía no había prácticamente nadie, dos parejas mayores muy animadas bailando música de los ochenta en estado avanzado de embriaguez y los dos viejos que nos habíamos encontrado en el primer bar, al vernos sentí como se les iluminaba la cara y como perros de caza tenían sus miradas clavadas en mi madre, por último los tres camareros uno de ellos el dueño del local, también amigo de mi padre.

Fue el dueño el que nos atendió y nos puso unos cubatas, que además de no cobrarnos nos invito a varios chupitos y ya se quedo con nosotros, y al ver la hora que era y que ya poca gente más vendría mando a los otros dos camareros a casa.

Cuando las dos parejas se marcharon el dueño del local miro a los dos viejos que eran clientes habituales del local y les pregunto que iban hacer, ellos con una sonrisa cínica le dijeron que si les ponía otro trago se lo tomaban, seguramente eran reacios a irse intuyendo que algo podía pasar, el dueño con una sonrisa les dijo que si se quedaban un rato iba a cerrar la puerta del local para que no les molestase nadie y quedarse en el local sin problemas.

Al salir de la barra y después de bajar la verja del local, reparo en mi madre, se quedo embobado observándola, le costó varios segundos recuperar la compostura, sus ojos se iban al culo de mi madre mientras su cara se desencajaba, los viejos al ver la reacción del dueño se reían y le preguntaban que le pasaba.

Carlos al verlo ruborizarse le sonrió mientras mi padre lo apremiaba para que pusiese otro chupito, este mientras volvía a la barra le comento que no fuese tan gorrón y que se estirase pagando una ronda, entonces uno de los viejos se ofreció a pagar la ronda si era capaz de tomarse lo que le pidiese, mi padre como si se tratase de un duelo se puso gallito y acepto el trato siempre que el viejo bebiese lo que le pidiese después, esa fue la escusa perfecta para que los viejos se acercasen a nosotros.

El dueño del local le dio permiso al viejo para que entrase en la barra y se sirviese lo que quisiera, mientras el cogió una botella de tequila y se vino donde estábamos Carlos mi madre y yo y empezó a poner chupitos, la conversación estaba subiendo de tono  y lo que empezó como un roce o una caricia sin mala intención parecía hacerse más habitual, mi madre achispada se la veía completamente desinhibida y con la sonrisa tonta.

Ante la complacencia de mi madre Carlos y el dueño fueron abusando de su confianza y ya no eran simples caricias, mientras tanto mi padre estaba batiéndose como un adolescente de 15 años con dos viejales que le preparaban todo tipo de brebajes.

Y por otra parte estaba yo, contemplando cómo cada uno de mis progenitores estaba en su lucha particular, y personalmente me atraía más la de mi madre, me hervía la sangre con el comportamiento de esta, y para colmo tenia a Carlos hurgando en la herida, ya que mientras magreaba el culo de mi madre, se sonreía y me miraba fijamente como si quisiera marcar el terreno, demostrar quién era el macho alfa, mientras mi padre no parecía darse cuenta de nada y el jefe del bar alucinaba con la actitud de todos hasta que mirando a Carlos este dejo de sobar el culo de mi madre para hacerle un gesto como permitiéndole ser el ahora quien le tocase el culo.

Esto era ya el colmo, que estaba pasando aquí, acaso mi madre no se daba cuenta que estábamos en el pueblo con mi padre a dos metros y con gente del pueblo, sentía como Carlos me miraba de manera triunfal como si todo estuviese ocurriendo como lo había pensado, como le daba la espalda a mi padre para que este no pudiese ver lo que el jefe del bar estaba haciendo ya no solo amasaba el culo de esta a su gusto, su atrevimiento iba a mas y le había subido el vestido hasta la cintura para comenzar a jugar con el clítoris de esta.

Cuando mire a mi padre para ver que hacía, justo en ese momento en un estado de embriaguez preocupante salió corriendo  y dando tumbos en dirección al baño con las manos en la boca intentando no vomitar por el camino, los viejos se reían era evidente quien había ganado, yo fui tras él, mientras mi madre dudo que se enterase del estado de su marido, ya que no estaba mucho mejor que él y además estaba muy bien atendida entre Carlos y el dueño, cuando llegue al baño la imagen de mi padre era penosa, estaba en el suelo agarrado a la taza del wáter echando hasta la primera papilla.

Estuve un rato con mi padre asegurándome que estaba bien, parecía una fuente no dejaba de vomitar, tras un rato y después de asegurarme que ya no devolvía a duras penas lo levante y lo senté en la taza, era un peso muerto y me costó lo suyo pero una vez se sentó apoyo la cabeza contra la pared y se quedo frito ahí mismo.

Cuando salí con la intención de pedir ayuda para llevar a mi padre a casa casi no doy crédito a lo que vi, ya que no sé cómo pero mi madre estaba encima de la barra marcándose un baile sensual, para cuatro cerdos salidos que la alentaban con todo tipo de improperios, pero lo peor de todo es que con esos movimientos y al estar en alto esos capullos podían verle el sexo sin ningún problema, los cuatro estaban babeando y comentando lo buena que estaba y el polvo que la iban a echar, mi madre estaba a lo suyo hasta que el dueño la cogió se la echo al hombro y la bajo al suelo dándole un cachete e indicándole que bailara con ellos, rápidamente hicieron un círculo alrededor de mi madre mientras ella bailaba.

Sus movimientos eran lentos y sensuales, estaba claro que buscaba excitarlos y provocarlos, y no tardo mucho en comprobar que había logrado su objetivo.

Carlos fue el primero que se acerco a mi madre, lo hizo por la espalda, y pegándose a ella comenzó a moverse de manera sensual, acompasando sus movimientos a los de mi madre, cuando esta advirtió que era Carlos no dudo en pegar su culo a su paquete y comenzó a frotarse sobre él, Carlos se reía y miraba maravillado a los presentes.

Carlos no perdió el tiempo y aprovechaba cualquier movimiento para rozar un pecho, o colocar sus manos sobre el culo de mi madre, parecían movimientos ingenuos sin malicia, fruto del baile, hasta que con un movimiento rápido le bajo el tirante del vestido dejando ese par de hermosas tetas al descubierto, para amasarlas a su antojo, mientras a los presentes se les desencajaban sus caras , eran el vivo reflejo de la lujuria que sumado a los gestos obscenos que hacía Carlos a espaldas de mi madre alentaba a los presentes.

Estuvieron un buen rato bailando como si no hubiese nadie, dándoles un autentico espectáculo al dueño y los viejos, que los alentaban y animaban a seguir, hasta que  mi madre se volvió y se fundió en un intenso beso, Carlos agarro a mi madre de ambas nalgas y la atrajo hacia él, mientras le levantaba el vestido para que los presentes pudiesen observar ese culazo, ella parecía no darse cuenta de nada, y ante su pasividad permitió que los demás se envalentonaran y comenzaran a manosear todo su cuerpo ocho manos manoseaban todo su cuerpo sin dejar un centímetro libre.

Uno de los viejos le introdujo el dedo gordo en el culo a mi madre que intento dar un chillido pero fue amortiguado por un beso de Carlos, el dueño no dejaba de pellizcar los pezones de mi madre y decirle las ganas que tenia de follarsela, justo en ese momento mi madre sintió una arcada y Carlos ante el temor de que lo manchase se aparto, yo me escondí y como si no hubiese visto nada comencé a chillar para que me ayudasen con mi padre, entonces vinieron Carlos y el dueño, ambos tenían unos bultos enormes en su entrepierna producto de la excitación, vi como mi madre pasaba corriendo al baño de mujeres y pude oír como al igual que mi padre comenzó a vomitar, entonces Carlos y el dueño cogieron a mi padre y entre ambos lo llevaron a casa, estaba completamente en coma.

Vi como Carlos y el amigo de mi padre se llevaban a mi padre a casa, cuando me acorde de mi madre, me dirigí a los baños, vi que uno de los viejos estaba en la barra, el tío seguía bebiendo y era el mismo que le había preparado todos los potingues a mi padre y que lo había dejado ko, era evidente que ese hombre estaba hecho de otra pasta.

Al otro viejo no lo veía por ningún lado y un presentimiento paso por mi cabeza, así que al llegar a los baños entre suavemente, y como había supuesto ahí estaba el muy cabron al final había aprovechado la coyuntura para beneficiarse a mi madre.

Mi madre estaba también en un estado lamentable, pero seguía de pie, no podía tener los ojos abiertos y balbuceaba intentando zafarse sin mucho éxito del manoseo de ese viejo verde.

Mientras tanto el viejo no perdía el tiempo la tenia agarrada de los pechos y de forma ruda le pellizcaba los pezones a lo que mi madre intentaba protestar sin mucho éxito ni convicción, el viejo se saco una gorda y larga polla y mientras le levantaba el vestido colocaba la otra mano para hacer que mi madre se inclinase hacia delante, una vez lo consiguió se escupió en una de sus manos y se froto el glande que por esos momentos estaba congestionado y baboseando, y tras varias intentonas se la introdujo de un fuerte y violento golpe de cadera, mi madre estaba inmóvil no reaccionaba, mientras el viejo cabron se venía arriba y se la follaba de forma violenta mientras todo tipo de improperios salían de su boca.

Viejo: “Uff zorra, que polvazo tienes,  este cuerpazo está hecho para el deseo, esta noche pedias guerra ¡pues toma guerra puerca¡” “te vas a ir bien follada””Hacia tiempo que no disfrutaba de una puta como tú” “espero que no sea la última vez” “Se nota que el subnormal de tu marido no sabe apreciar lo que tiene en casa y buscas lo que no te dan” “uff” “si zorra toma rabo” “que gustazo y que caliente estas” “Puta calienta pollas toma una bien grande zorraaa”

Mi madre simplemente emitía gemidos, era un cuerpo inerte, en manos de ese viejo sátiro, yo estaba hipnotizado observando cómo sus pechos bailaban al son de cada envite,  seguramente fruto de la excitación de toda la noche no tardo mucho en correrse, aunque me fastidio que lo hiciese en el interior de mi madre ya que vi como  se ponía rígido y bramaba como un toro, tras unos segundos en los que el viejo se quedo inmóvil sobre el cuerpo de mi madre, le dio una nalgada y comenzó a recomponerse la ropa.

Viejo:”Que pena no tener más tiempo y poder petarte ese hermoso culo”

Me aleje un poco, le di unos segundos y comencé hacer ruido para que me oyese y comencé a llamar a mi madre, entonces el viejo me aviso que estaban en el baño de mujeres, cuando aparecí el muy cabron estaba haciendo como que estaba sosteniendo el cuerpo de mi madre y le tenía el pelo recogido para evitar que se manchase con el vomito, no me quedo más remedio que darle las gracias por cuidarla, y el de forma socarrona me dijo que había sido un placer.

Justo cuando salíamos del baño aparecieron Carlos y el dueño, este último al ver al viejo de la barra que seguía bebiendo fue directo a él maldiciendo y echándolo de la barra con cajas destempladas, mientras que el resto observábamos la escena con una sonrisa.

Carlos cogió a mi madre parecía como si que de repente le hubiesen entrado las prisas, y entre los dos la llevamos a casa, mi madre se colgaba literalmente del cuello de Carlos, no podía mantener los ojos abiertos, no dejaba de balbucear y apenas entendíamos lo que decía, y después se reía de manera nerviosa, la verdad es que nos costó un buen rato llegar a casa.

Ya en casa cuando entramos pudimos oír como mi padre estaba roncando a pleno pulmón, Carlos me miro fijamente a los ojos y vi como una sonrisa se dibujaba en su rostro, cogió a mi madre de la cintura y mientras la llevaba directa a su habitación, le dijo de forma clara y nítida para que yo también lo oyese que estaba muy caliente y que no pasaba de esta noche sin que se la follase.

Yo estaba alucinado, ese cabron me estaba provocando y la reacción de mi madre fue intentar abrir los ojos y reírse de la ocurrencia de este.

Carlos me seguía mirando fijamente y dándole un sonoro cachete en el culo a mi madre, le susurro a mi madre cuáles eran sus intenciones sin importarle que yo estuviese ahí mismo.

Carlos: “esta noche te voy a follar con tu marido al lado””va a ser lo más morboso que hayamos hecho nunca”

Cuando llegamos arriba, Carlos me indico que me podía ir a mi habitación ya que del resto se encargaba él, yo no entendía, me quede perplejo observando como Carlos se metía en la habitación de mis padres, sin importarle que en ella ya estuviese mi padre a todo roncar, estaba alucinado ¿verdaderamente pensaba follarse a mi madre con mi padre en la misma habitación?

No sabría decir porque ni cómo pero el caso es que a los pocos segundos lejos de irme a mi habitación, ahí estaba en el marco de la puerta de mis padres, observando como ese desgraciado desnudaba a mi madre y se recreaba manoseando todo su cuerpo mientras mi padre dormía plácidamente.

Yo estaba completamente empalmado y mientras con una mano me la machacaba de forma frenética, en la otra mano tenía el móvil, grabándolo todo, Carlos me miro y al ver lo que hacía me sonrió con la mejor de sus sonrisas y dirigiéndose a mi madre se lo comento, aunque dudo mucho que esta se enterase de nada, ya que parecía un cuerpo inerte.

Carlos:”Cariño que sepas que tenemos más expectación de la deseada y esto va a quedar grabado para la posteridad”

Cuando tuvo a mi madre completamente desnuda la tumbo en la cama le abrió las piernas y me pidió que me acercase y lo grabase todo mientras él se desnudaba rápidamente.

Ya desnudo y con una incipiente erección, miro directamente a la cámara e hizo un breve resumen de quien era el hombre que dormía plácidamente y que iba a pasar en ese momento, tras esta breve presentación me miro y me dijo que aprendiera, y tras esto se metió con cuidado en la cama y se coloco encima de mi madre penetrándola suavemente, cuando sus huevos chocaron con la pelvis de esta, estuvo un segundo inmóvil miro nuevamente a la cámara y comenzó hacer gestos obscenos y a comentar lo buena que estaba mi madre y lo subnormal que era mi padre por preferir dormir a disfrutar de su mujer.

Tras este paréntesis, comenzó a bombear a mi madre de forma más rápida, mas frenética e incluso violenta, estaba claro que estaba muy cachondo y excitado por todo lo que había ocurrido esa noche y por lo que estaba pasando en ese momento, mi madre era un cuerpo inmóvil, estaba con los ojos cerrados pero gemía cada vez más fuerte.

Yo no dejaba de grabar, me movía y buscaba las mejores imágenes, mientras que podía ver como la cama bailaba con cada envite que este daba a mi madre, la cama parecía que en cualquier momento fuera a romperse en mil pedazos pero mi padre no dejaba de soplar, estuvieron un buen rato follando, la musculosa espalda de Carlos se perlaba por el esfuerzo que estaba haciendo, hasta que fruto de un ronquido mi padre pareció que iba a despertarse, por lo que Carlos dejo de penetrar a mi madre, y se quedo inmóvil encima de mi madre con la mirada fija en mi padre, hasta que mi padre sin abrir los ojos cambio de posición y continuo roncando, tras un suspiro de Carlos volvió a penetrarla violentamente hasta que con un par de fuertes golpes de cadera se tenso y se corrió en el interior de mi madre, para caer encima de ella, completamente relajado y feliz, yo tenía una erección de caballo, sin embargo no podía moverme, no podía asimilar lo que había visto, ahí estaban mi madre su marido y su amante juntos en la misma cama.

Cuando Carlos se levanto completamente desnudo, cogió su ropa y tranquilamente salió de la habitación con una expresión triunfal, hasta que llego a mi altura y nuestras miradas se cruzaron, no hizo falta ninguna palabra, esa mirada la sentía como un puñal.

Carlos:”Espero que te haya gustado el espectáculo” “Y ya pasaras una copia”

Lo seguí con la mirada hasta que entro en su habitación sin volver la mirada, era un hombre seguro de sí mismo, altivo y sabedor de la influencia que ejercía sobre mi madre.

Seguidamente yo también mi fui a mi habitación solo que a diferencia de Carlos yo me la casque como un mono nuevamente recordando cada momento vivido esa noche y visionando el nuevo video, tras esto mi cabeza no dejaba de repetir una y otra vez esas imágenes, como Carlos la penetraba estando mi padre no solo en la misma habitación sino en la misma cama.

Al día siguiente cuando me levante ya estaban todos en la cocina desayunando, las caras eran de sueño y resacosas, no eran precisamente de alegría, tras los saludos de rigor, mi padre comentaba lo bien que lo había pasado, que tendríamos que repetirlo más, mientras el recordaba la noche podía ver esas miradas de complicidad entre Carlos y mi madre, estaba claro que ellos sin duda lo habían pasado mucho mejor que mi padre, aunque lógicamente no se lo iban a contar.

Mi padre les decía que no recordaba ni como habíamos llegado a casa, Carlos se reía y le recordaba todo lo que habían bebido y hablado y hacía comentarios haciendo referencia al pique que le echo a los viejos.

Ambos reían a gusto recordando la noche mientras mi madre remoloneaba por la cocina, algo nerviosa por la situación y cruzándose miradas cómplices con su amante.

Tras el desayuno mi padre nos dijo que se iba a duchar y que en breves se ponía con la comida ya que no tardaría en llegar su jefe.

Yo mire a mi madre y después a Carlos, no entendía muy bien lo que quería decir mi padre, Carlos sabia que nuevamente estaba en fuera de juego y eso le hacía gracia.

Madre: “Hijo anoche tu padre se empeño en hacer hoy la comida e invito al jefe que ha cerrado el bar para venir a comer”

Joder pero en que pensaba mi padre, o era muy ignorante o muy idiota o tal vez ambas cosas, pero el caso es que  nuevamente les daba la oportunidad a estos cabrones que llamaba amigos de beneficiarse a su mujer en su propia casa y en sus narices.

Mi padre no tardo en bajar, y me pidió que le ayudase ya que había que limpiar la barbacoa, y preparar la mesa para la comida, la haríamos en el jardín ya que el tiempo parecía acompañar, Carlos y mi madre se disculparon y se fueron a dar una ducha rápida, yo con la escusa de que iba a por algo a la habitación fui a comprobar que entre Carlos y mi madre no pasaba nada, estaban juntos comentando la noche de manera tranquila y jovial.

Pude oír como mi madre le recriminaba a Carlos lo que había pasado esa noche, pero Carlos le preguntaba si no le había gustado a lo que ella riéndose le decía que si, que lo había disfrutado como en los viejos tiempos, el morbo y la situación habían sido lo máximo, aunque ella también estaba muy cansada y pedo, pero que por la mañana cuando su marido había visto las manchas de semen en las sabanas, no sabía dónde meterme y le he tenido que decir que había sido él, que al llegar a casa se había puesto muy pesado con el tema y finalmente lo habíamos hecho, aunque claro lógicamente él no se acordaba de nada.

Mientras ambos reían a gusto por la ocurrencia de mi madre y Carlos seguramente por la inocencia de mi padre, una sensación de rabia me reconcomía por dentro, no era el hecho de que mi madre le pusiera los cuernos a mi padre, era como se los ponía, como disfrutaban humillándolo aprovechándose de su amistad o confianza, y lo peor de todo era que no sentía un atisbo de remordimiento en mi madre por sus actos.

Otro de los motivos por los que me hacia estar molesto o dolorido era que desde que Carlos había aparecido en escena mi madre parecía haberse olvidado de mi.

Ahí estaba yo tras la pared oyendo como mi madre se sinceraba con su amante, su nuevo macho alfa, entonces me vinieron a mi mente las palabras de mi amigo Fernando, ¿acaso mi madre nuevamente se había colado de Carlos?, tenía que hacer algo, pero no sabía que podía hacer.

Mi padre dio alguna voz, eso hizo que despertara de mis ensoñaciones y  bajase rápidamente hasta el jardín, y comencé a preparar la mesa mientras mi padre estaba afanoso con su barbacoa.

No tardaron mucho en bajar mi madre y Carlos, la verdad es que mi madre nuevamente estaba radiante, llevaba puestos unos pantalones cortos de verano ajustados, que al agacharse dejaban al descubierto una parte importante de su culo con una camisa tipo top corto de color blanco sin tirantes y por cómo se marcaban sus pezones supuse que nuevamente no llevaba ropa interior.

Carlos le pregunto a mi padre si le podía ayudar en algo a lo que él le dijo que trajera un par de cervecitas, mi madre mientras tanto hacia unas ensaladas para acompañar, cortaba algo de queso y jamón para picoteo.

A eso de las 14.00 h llamaron a la puerta, fui a abrir y ahí estaba el jefe de mi padre con la mejor de sus sonrisas y una botella de vino, era evidente que ese cabron no venia por la comida, había olido sangre y sabía que mi madre era un cebo muy apetecible, yo lo invite a pasar de mala gana pero el pareció no darse cuenta o no le importo.

Cuando mi padre vio entrar a su jefe este fue a su encuentro, y lo saludo efusivamente, estuvieron un rato hablando los tres Carlos, mi padre y su jefe, estos dos primeros le comentaban al recién llegado lo bien que lo habían pasado esa noche, mi madre también saludo al recién llegado momento que aprovecho para entregarle la botella de vino que traía, y mientras se la daba pude ver como la miraba de manera obscena y descarada, mi madre lejos de molestarse lo miro de manera divertida y coqueta, mientras Carlos y mi padre seguían a lo suyo.

Cuando Carlos y el jefe de mi padre estuvieron solos, pude oír como le preguntaba que tal la noche a lo que Carlos le respondía que de diez, entonces el jefe insistió, quería saber si se lo había echo con mi madre, Carlos le respondió que si hubiese venido esa noche el también se la hubiese follado, le conto como mi padre había quedado ko, el jefe de mi padre le decía a Carlos las veces que había pensado en poder disfrutar de los placeres de mi madre, que mi padre era la envidia de todos los hombres del pueblo por poder disfrutar de una mujer tan hermosa y por lo que dices fogosa, Carlos le dijo que si lo hacían bien todos podrían tener ocasión de disfrutar de un bombón así, ya que para mi padre era mucha mujer y necesitaba algo de ayuda para poder satisfacerla empezando hoy por el jefe de mi padre, y ambos se reían a gusto mientras mi pobre padre sudaba de lo lindo para prepararles la comida.

Cada vez que mi madre pasaba cerca del jefe de mi padre, este la desnudaba con la mirada, estaba hipnotizado por las curvas de esta, Carlos le dio un codazo para que dejara de mirarla así de esa forma tan descarada, y cuando sus miradas se cruzaron una sonrisa cómplice compartieron entre ambos.

Mi padre llamo a comer, mi madre apareció con un par de botellas de vino y unas copas, Carlos al verlas le pregunto a mi padre si no tenía otras botellas, es una pena que con la pinta que tiene la carne no la acompañe un vino de la misma calidad, mi madre se excuso y al no entender saco las primeras que vio, mi padre empezó a protestar pero Carlos tranquilizo a mi padre y le dijo que no se preocupase que si le parecía bien iba él, entonces el jefe que hasta el momento no había dicho nada, le dijo que no se preocupase que le acompañase mi madre y según los vinos que tendría elegiría el más indicado para esa carne, Carlos secundo la idea y mi padre de forma indiferente les dijo que hiciesen lo que quisieran ya que él iba a seguir con la cerveza.

Joder ese par de desgraciados parecía tener todo controlado y estaban confabulados para disfrutar de los placeres de mi madre sin el consentimiento de mi padre.

Mi madre acompaño al jefe que antes de partir miro fijamente a Carlos para después ir detrás de mi madre y observar cómo se movía ese culito.

Yo me excuse diciendo que me había olvidado el móvil en la habitación, cuando mire a Carlos este me miraba divertido, como si intuyese que iba hacer realmente, mi padre ya estaba enojado ya que la carne se iba a enfriar, Carlos se quedo con él y le dijo que no había prisa que metiese la carne en la brasa un rato y abriendo un par de cervezas se quedaron hablando.

Allí deje a mi padre y a Carlos y fui directo a la bodega, donde suponía que estaban mi madre y el jefe de mi padre, efectivamente no me había equivocado, la puerta estaba abierta y la luz encendida, conforme me acercaba los podía oír hablar, sigilosamente baje un par de escalones lo suficiente para poder verlos sin que ellos me viesen a mí, desde donde me encontraba los veía y oía claramente.

Mi madre estaba agachada mirando las botellas que se encontraban más abajo y le iba cantando las marcas y el tipo de vino, mientras el jefe de mi padre se colocaba detrás de ella para poder deleitarse con las vistas que mi madre de manera ingenua le ofrecía, el muy cabron estaba babeando y pude ver como varias veces se recolocaba el paquete que empezaba a marcarse en su entrepierna, sin hacerle caso a lo que esta le decía.

Parecía que los ojos se le fueran a salir de las cuencas como un perro de presa tenía clavada su mirada en el culito respingón de mi madre, cada vez se tocaba de forma más descarada el paquete, ya no se lo recolocaba directamente se frotaba, hasta que no pudo más y fruto de la excitación coloco suavemente una de sus manos en el culo de mi madre, que al sentirla en un principio se asusto pero sin cambiar de posición, lo miro se sonrió de forma divertida y movió sus caderas de forma suave y provocativa.

El jefe al ver que mi madre lejos de ofenderse le regalaba una sonrisa y parecía no importarle el manoseo, se envalentono un poco mas y coloco ambas manos en su culo,  el jefe parecía no salir de su asombro miraba hipnotizado el culo de mi madre mientras lo amasaba a su antojo, se acerco un poco mas hasta que el bulto de su entrepierna rozo el culo de mi madre que al sentirlo, se incorporo un poco se agarro a la estantería y comenzó a moverse de forma más descarada y sensual, frotando su culo contra ese paquete que pedía salir a gritos, mientras sus miradas se cruzaron, mi madre se sonreía de forma provocativa, y su cara se mudaba en una expresión de vicio y deseo, la tensión entre ambos crecía.

Jefe:”Uff pero que culo, esto sí que es carne de primera”

Madre:” ¿Y a que estas esperando para probarlo?” “¿Acaso no has venido a eso?”

Para el jefe ese comentario de mi madre fue suficiente y con una sonrisa de felicidad plena y una mirada lujuriosa se abalanzo sobre mi madre, se aferro fuertemente a los pechos y cuando vio que no llevaba sujetador.

Jefe: “Eres más cachonda de lo que pensaba, no sabes el tiempo que deseaba esto” “nunca pensé que tendría la ocasión de disfrutar de un cuerpo como el tuyo” “que tetas, y además no llevas ropa interior” “Te gusta calentar eeee” “Pues hoy te vas a quemar”

Mi madre no decía nada, solo gemía, tenía los ojos cerrados y una sonrisa como si aceptara o le gustase lo que le decía, mientras movía sus caderas de forma sensual sobre el paquete duro del jefe.

Jefe: “Umm como me pones””Vamos a ver si por abajo la cosa esta tan bien como aquí arriba.”

Y mientras decía esto una de sus manos se introducía entre sus piernas, mi madre al sentir esa mano abrio un poco más sus piernas para facilitarle la intromisión.

Jefe:” ¡vaya, vaya¡” “pero que tenemos aquí””Menuda zorrita estas echa, tampoco llevas braguitas eee”” Que pena no poder disfrutar esto con tranquilidad”

Tras esto la volteo y comenzaron a comerse la boca, el mientras tanto le desabrocho el pantalón y metió una de sus manos para masturbarla de forma frenética lo que provoco que mi madre dejase de besarse y comenzara a gemir y a chillar de placer mientras se aferraba a la estantería para no caer.

Jefe: “Eso es lo que te vayas a comer siempre calentito””jeje que húmeda estas zorra” “te gusta eee”

Mi madre comenzó a temblarse y entre alaridos tuvo un intenso orgasmo que la dejo desmadejada, momento que aprovecho el jefe para voltearla sacarse su miembro no muy largo pero sí bastante ancho e introducírselo con un fuerte golpe de cadera en su encharcado coño.

Su cara estaba desencajada, no tenia ningún cuidado con mi madre,  la estaba follando de manera violenta, diría que casi desesperada fruto de la excitación, a cada envite el cuerpo de mi madre vibraba y al chocar el cuerpo de esta con la estantería provocaba que las botellas también bailasen provocando un tintineo rítmico al son de sus fuertes embestidas, la verdad es que no aguanto mucho y aferrándose a los pechos de mi madre apoyo todo su cuerpo contra el de ella y bramando como un toro le advirtió que se corría, se quedo un segundo inmóvil mordisqueándole el cuello, el lóbulo de la oreja y su hombro desnudo, para una vez relajado decirle lo maravilloso que había sido y dándole las gracias por hacer su deseo realidad comenzó a vestirse, mi madre se separo, se subió sus pantalones y le dijo que botella cogía, el con una sonrisa en la boca le dijo que cualquiera que daba igual..

Yo salí por piernas de allí, no quería que me descubriesen, cuando llegue Carlos y mi padre estaban comiendo y seguían bebiendo, Carlos me miraba de forma divertida y sinceramente sentir esa mirada incriminatoria me producía un remordimiento y un resquemor que me fastidiaban, mi padre me pregunto que a donde había ido a por el móvil, yo me excuse indicando que me había llamado un colega, justo en ese momento apareció el jefe con un par de botellas y alabando la calidad del vino que tenía en la bodega.

Vi como Carlos y el jefe cruzaban miradas cómplices y una sonrisa aparecía en sus rostros, mientras mi padre le recriminaba que para el rato que habían estado en la bodega la elección no había sido muy adecuada.

Jefe:” a ver chico, es que tienes una bodega muy extensa, y desde luego que había vinos de mucha más calidad, pero no sabía si querías usarlos en una barbacoa o son para otro tipo de eventos”

Y mientras tanto mi padre servía la carne y se justificaba que se había quedado un pelín seca ya que estaba hecha desde hacía un rato.

El jefe cogió un trozo de carne

Jefe: “Buaa la carne que hay en esta casa, es de primerísima calidad, y para nada esta seca, esta deliciosa y con una presentación inmejorable””de verdad la mejor carne que he comido en mucho tiempo”

Carlos: “si ya se lo decía yo”

Mientras el jefe y Carlos se miraban y se sonreían mi padre no se enteraba de nada y les daba las gracias y les decía que porque eran de buen conformar.

Padre: “Por cierto donde está ahora mi mujer”

Justo en ese momento apareció con el bote de la sal y papel de manos, la tarde transcurrió con normalidad y mientras mi padre estaba exaltado y feliz por estar un día de fiesta entre amigos, sus amigos compartían miradas cómplices y de deseo hacia mi madre y entre ellos, sin que mi pobre padre se enterase de nada, mientras yo iba haciendo mala sangre y me ponía de mala leche, ver como esos dos truhanes embaucaban a mi madre y la manoseaban con cualquier escusa en las narices de mi padre sin saber este lo que realmente estaba pasando entre ellos.

La tarde tocaba su fin, el sol comenzaba a desaparecer y el jefe se despidió y se marcho, Carlos comento que también se marchaba ya que el lunes trabajaba y todavía le quedaba una horita de viaje, pero nos ayudo a recoger, cuando todo estuvo limpio mi madre y mi padre lo acompañaron hasta la puerta, y antes de marcharse les comento que en 15 días un famoso grupo de música iba a la ciudad, y el tenia unas entradas que le habían regalado en el trabajo, si les apetecería ir.

Mi madre le hizo especial ilusión y le dijo que le encantaría, pero mi padre le dijo que el seguramente no podría, ya que tenía que trabajar, mi madre pareció desilusionarse y al verlo mi padre le dijo que aunque él no podía ir, no quitaba para que fuera ella.

A mi madre se le ilumino la cara, pero haciendo pucheros comento que no, como iba a ir ella sola, sin su marido, Carlos insistió, y mi padre le dijo que no pasaba nada que el ya no estaba para conciertos pero que si ella quería no tenía inconveniente.

Mi madre se hecho al cuello de mi padre y lo beso apasionadamente dándole las gracias, mi padre le dijo que después de currar iría a buscarla pero Carlos estuvo rápido y le dijo que no hacía falta que tenia casa que se quedase en su casa y luego tranquilamente el domingo que bajase, sin prisa.

Mi madre comento que ya se verá, ya te diré, pero guarda esa entrada, entonces Carlos me sorprendió diciendo que tenía también entradas para mí y una amiga o amigo por si me apetecía ir, yo al principio iba a desechar el ofrecimiento pero le di las gracias y le dije que si no les importaba no tenía inconveniente en ir.

Espero que les guste y se aceptan sugerencias.

Un saludo.